Principio de oralidad

Consiste en que las audiencias se desarrollen en forma oral

(verbal), tanto en los argumentos de las partes, como en las
resoluciones judiciales, desahogo de pruebas o debates,
incidencias y todo acto procesal desarrollado dentro de
dichas diligencias.

Se vuelve uno de los elementos centrales de los llamados

juicios orales. Que permite que las partes verifiquen la
autenticidad de las pruebas, que controlen su formación y
desahogo, que exista identificación física del juzgador desde
el inicio hasta el final del proceso, que las partes puedan
dialogar frente al juez y con el juez.
 Principio de inmediación

Una consecuencia del principio de oralidad,

son los principios de inmediación y
concentración.

Ya que al realizarse las audiencias orales, con

la asistencia de las partes y de todos los
interesados, se puede asegurar la presencia
del juzgador de manera permanente.
 Principio de inmediación
Este principio implica dos supuestos distintos:

1. El tribunal que dicta la sentencia debe de observar por sí

mismo la recepción de la prueba (inmediación formal); y
2. El tribunal debe de extraer los hechos de la fuente, por sí
mismo, sin utilizar equivalente probatorio alguno (inmediación
material)

A través de este principio se busca que el juez permanezca en contacto directo con
las partes y observar sus comportamientos en el proceso, inclusive con los menores.

Por lo cual todo lo que en juicio se desahogue, debe de ser hecho en presencia del
juez, quien en todo momento debe de conocer el estado que guarda el juicio.
 Principio de publicidad

Una regla constitucional

aplicable a cualquier sistema de
juicios orales, es la publicidad de
las actuaciones judiciales, pues
todo lo actuado en un proceso
debe de ser público.
 Principio de publicidad
Este principio aplica en dos aspectos:

a) cualquier interesado (interés legitimo) puede consultar las

actuaciones realizadas dentro del juicio, para conocer los
actos que en él se desarrollan, que no exista un secreto que
genere incertidumbre, que las partes puedan presenciar o
conocer cualquier movimiento procesal, y tener derecho a
imponerse y objetar las actuaciones de la otra parte.
(verdadera publicidad)

b) todo lo actuado debe de ser desarrollado en público, lo

que permite que la sociedad observe el proceso y que la
 Principio de concentración
La concentración consiste en que durante la actuación procesal,
la práctica de pruebas y el debate, se realizarse en los menores
actos procesales posibles, con preferencia en una misma
audiencia, para procurar concentrar su atención en un solo
asunto.

Este principio tiende a lograr la inmediación, la continuidad y la

celeridad procesal, pues, todo ello requiere que los actos
procesales se lleven a término sin interrupciones y con conexión.

Así mismo, permite que se concentren todas las pruebas para la

correcta valoración de las mismas al pronunciar la sentencia.
 Principio de continuidad

Se refiere a la exigencia de que el debate no sea

interrumpido, que la audiencia se desarrolle en forma
continua, pudiendo prolongarse en sesiones sucesivas
hasta su conclusión.

Este principio le da un ritmo ininterrumpido al juicio, que

no obstante de su dinamismo, permite que todos los
actos jurídicos que le son propios se desarrollen en el
orden y en los tiempos previstos. (Posibilidad de recesos)
 Principio de contradicción

El principio del contradictorio también conocido así, es

entendido, en términos generales, como la posibilidad real y
efectiva para las partes de poder cuestionar todo aquello
que pueda influir en la decisión.

La contradicción permite que las partes en juicio puedan

debatir, objetar e impugnar cualquier actividad procesal que
sea realizada por su contraria; y que el juzgador las tome en
cuenta, al momento de resolver; con lo cual se cumple la
garantía Constitucional de ser oído y vencido en juicio que
consagra el artículo 14 del Pacto Federal.
 Principio de imparcialidad
Es derecho de toda persona, ser juzgada por un tribunal previamente
establecido por la ley, independiente e imparcial, dentro de un
contexto de un debido proceso.

Cuestión que nuestra Constitución, también señala específicamente en

su artículo 17, en sus dos primeros párrafos, al señalar que: “Ninguna
persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer derecho para
reclamar su derecho”.

“Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por

tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos
que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta,
completa e imparcial, su servicio será gratuito, quedando en
consecuencia, prohibidas las costas judiciales.”
 Principio de imparcialidad

Entendiendo por parcialidad el designo anticipado o

prevención a favor o en contra de alguien, que da como
resultado la falta de neutralidad o insegura rectitud en el
modo de juzgar o de proceder.

Por lo cual los jueces y magistrados deberán evitar conductas

que de cualquier manera los vinculen o relacionen con las
partes que intervienen en los juicios de su conocimiento, sin
conceder ventajas indebidas a alguna de las partes, sin que
esto se traduzca en pasar por alto la obligación de escuchar
los argumentos y alegatos de las partes, sin discriminación de
ningún tipo.
 Principio de igualad
Es obligación de los servidores judiciales, dentro de un proceso, hacer
efectiva la igualdad de los intervinientes en el desarrollo de la actuación
procesal y proteger, especialmente, a aquellas personas que por su
condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancias de
debilidad manifiesta. (equidad)

El sexo, la raza, la condición social, la profesión, el origen nacional o familiar,

la lengua, el credo religioso, la opinión política o filosófica, en ningún caso
podrán ser utilizados dentro del proceso como elementos de discriminación.”

La igualdad, como principio consiste en consecuencia, en que dentro de

todo proceso, sea cual fuere, las partes deben de tener las mismas
condiciones y oportunidades procesales para poder afirmar un hecho,
probarlo y debatir los contrarios; pero también, de ser tratado por el juzgador
de forma igualitaria, durante todo el juicio.