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Seguro que en los últimos años has escuchado muchas veces el concepto de economía social, pero
¿qué significa? Para dar una definición lo más ajustada posible, vamos a recurrir a las leyes. La ley
5/2011, de 29 de marzo, de Economía Social denomina economía social en su artículo 2 ”al
conjunto de las actividades económicas y empresariales, que en el ámbito privado llevan a cabo
aquellas entidades que, de conformidad con los principios recogidos en el artículo 4, persiguen
bien el interés colectivo de sus integrantes, bien el interés general económico o social, o ambos”.
Por tanto, el objetivo principal de la economía social sería mejorar la calidad de vida de la sociedad
en su conjunto.
Los principios de las entidades de la economía social se califican en la ley antes mencionada:
En primer lugar, se establece el principio de anteponer las personas y el fin social sobre el capital.
Esto se llevaría a cabo gracias a una gestión autónoma, transparente, democrática y participativa.
El segundo principio va asociado a aplicar los resultados obtenidos fruto del trabajo aportado y
servicio o actividad llevado a cabo por los miembros de dichas entidades sociales.
De hecho, Ayuda en Acción lleva ya bastante tiempo trabajando en este principio que aboga por la
igualdad de oportunidades en España con el programa Aquí También.
También la ley de Economía Social añade como principio orientador el ser absolutamente
necesario que en cualquier economía social haya independencia respecto a los poderes públicos.
Por tanto, en líneas generales podríamos decir que la economía social se basa en los siguientes
principios y valores: igualdad, democracia, justicia, responsabilidad social, solidaridad,
sostenibilidad y paz.
Como puedes imaginar, la Economía Social tiene mucha relación con la Responsabilidad Social
Corporativa que las empresas ponen en marcha conseguir un sistema más justo, más equitativo,
más estable y sostenible.
El conjunto empresarial de entidades y sociedades que forman parte de la economía social van
desde cooperativas, sociedades laborales, mutualidades, centros especiales de empleo, empresas
de inserción que luchan contra la pobreza, hasta fundaciones y asociaciones vinculadas a luchar
contra la exclusión social.
En el informe de CEPES de 2017, se destaca que la Economía Social representa el 10% del PIB en
facturación y los intereses de 43.435 empresas. Se resalta además que hay más de 21 millones de
personas vinculadas a la Economía Social en España y genera más de dos millones de empleos
directos e indirectos.
A nivel internacional existe el GSEF (Global Social Economy Forum), que en español se traduce
como el Foro Global de la Economía Social. Este año ha celebrado su IV Congreso a principios de
octubre en Bilbao, centrándose en la Economía Social y las ciudades y su relación con los valores y
la competitividad para conseguir un desarrollo local inclusivo y sostenible.
Los poderes públicos son los encargados de promover estas acciones y el desarrollo de entidades
de economía social.
Ahora más que nunca es necesario tomarse en serio la Economía Social: es fundamental para
desarrollar alternativas sociales reales y modelos económicos emergentes que ayudarán a su vez a
cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).