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Qué es la ingeniería electrónica? Es una pregunta que podemos plantearla a cualquier persona de la calle y su
respuesta sería “manejo de computadoras”. Un concepto muy generalizado al inicio del siglo XXI. Sin embargo,
si esta pregunta se hubiese planteado unos 30 años atrás, la respuesta habría sido: “arreglo de radios,
televisores, licuadoras, etc.” … y en la primera mitad del siglo XX sería: “radio, telégrafo, teléfono”. Las
respuestas varían por una simple razón: desde su aparición, la electrónica ha ido transformando nuestras vidas
y ha estado presente cada vez con fuerza creciente, desde la formulación de la teoría electromagnética (finales
del siglo XIX) y la invención de los tubos de vacío hasta nuestros días en que la utilización del silicio y la
miniaturización han causado una verdadera revolución tecnológica hasta el punto en que prescindir de todos
estos avances sería regresar a la edad de piedra.
En el desarrollo de la ingeniería electrónica en poco más de un siglo, se puede observar etapas bien marcadas.
Al principio, se desarrolló toda una tecnología orientada hacia las telecomunicaciones, en especial la radio
durante los primeros años del siglo XX y la televisión en los años de post guerra. Esta tendencia se debió a la
necesidad de contar con tecnologías que permitan ganar la guerra, es decir, las necesidades bélicas marcaron
la pauta en esos años. Así se desarrollaron el radar, sonar, etc., como aplicaciones de las ecuaciones de
Maxwell para el electromagnetismo. Una vez llegada la paz, se empezó a experimentar con nuevos materiales,
en especial los semiconductores, y se observó que podían reemplazar a los tubos de vacío, voluminosos y
devoradores de energía. En esos años, al inventarse la primera computadora (ENIAC) la cuestión de espacio y
energía era todo un problema. Esta, consumía la energía equivalente a la de un poblado de cincuenta mil
habitantes y ocupaba un espacio muy grande, y sin embargo, su capacidad de procesamiento no excedía a la
de una calculadora científica actual. Al inventarse el transistor, esta situación cambió radicalmente, y se dio
inicio a una nueva era en la ingeniería electrónica, permitiendo la aparición de nuevas especialidades. En la de
década de los años 60, se empezó con la miniaturización y la integración a gran escala, iniciándose de esta
manera un crecimiento exponencial sin precedentes que no ha cesado hasta nuestros días.
Hoy en día, la electrónica se encuentra en todas partes. No es necesario movernos de nuestra casa. En las
comunicaciones: teléfonos fijo y celular, quién no tiene uno; la información: cada vez más son las personas que
tienen una PC en su casa; en entretenimiento: radio, televisión, video juegos, reproductores de video (VHS;
DVD; VCD); electrodomésticos: cada vez más tienes controles automáticos; seguridad: alarmas cada vez más
sofisticadas y eficientes. Y si salimos a la calle, la presencia de la electrónica es aún mayor. La lista es
interminable, aún si pensamos en cosas que aparentemente no están relacionadas, por ejemplo, si vamos a un
supermercado y adquirimos un producto, es casi seguro que en su fabricación haya intervenido algún sistema
electrónico ya sea en la automatización del su proceso de manufactura o en la fabricación de su etiqueta y
presentación.
En suma, la electrónica está presente en las comunicaciones, la salud, la educación, telemática,
automatización, entretenimiento, y lo más importante LA INFORMACION. Es precisamente en este campo
donde se ha realizado, a mi juicio, la mayor revolución. Hace unos treinta años, el poder se centraba en la
cantidad de riquezas de un país o de una persona. Mientras más dinero y recursos se poseían, se ostentaba
más poder. Esto se puede graficar con las crisis las petroleras de 1973, 1979 y 1986, donde el mundo tembló
por la posible falta de fuente de energía para desarrollarse. No es casualidad, que a partir de 1986 no se haya
vuelto a repetir alguna crisis de esa magnitud. Precisamente en la segunda mitad de la década de los ochenta
se dearrolla la Computadora Personal (PC) como resultado de la invención de los microprocesadores una
década antes, y un desarrollo aún mayor en las grandes computadoras y en los años noventa INERNET,
permiten que la información se divulgue cada vez más. El que sabe más y tiene mayor información adquiere
poder sobre el resto de las personas carentes de ella. Como consecuencia, somos más ricos y poderosos en la
medida que poseamos información. Esta es la nueva concepción de la riqueza y el poder en el siglo XXI. Sin
embargo, gracias a la INTERNET, la información no está centralizada en pocas manos, sino que está cada
más difundida, permitiendo a las personas ejercer presión sobre los grandes poderes: gobiernos, grandes
corporaciones, etc. cuando los intereses de la población se ven amenazadas por éstos. Los analfabetos del
siglo XXI serán aquellos que no tengan acceso a la información. Y todo esto gracias a la electrónica que ha
permitido estos avances.
La electrónica también ha coadyuvado en la mejora del nivel y expectativa de vida de la población del planeta,
gracias a que cada vez más su presencia en equipos médicos es mayor, haciendo posible los grandes
portentos médicos actuales: intervenciones no invasivas, es decir sin procedimientos quirúrgicos, como la
laparoscopía, endoscopía, intervenciones cerebrales con estas técnicas, equipos de diagnósticos como los
ecógrafos, tomógrafos, resonancia magnética nos han librado de los peligrosos rayos X; el haber obtenido el
genoma humano hubiese sido impensable sin la electrónica, y la lista continúa.
El futuro de la electrónica parece no tener límites. Se tiene ahora especialidades como la robótica,
bioelectrónica, la nanotecnología, etc. que están dando sus primeros pasos, pero con un futuro aparentemente
sin límites. A estas alturas, sin embargo, debemos preguntarnos: “dónde estamos como país frente a todo este
avance tecnológico y todos los que vendrán”. Hasta el momento, hemos estado al margen del desarrollo de
estas tecnologías, simplemente somos consumidores. Seremos capaces de revertir esta situación? Pensar en
fabricar componentes electrónicos, circuitos integrados, es casi utópico, porque se necesita grandes
inversiones y si aún se las consigue, para cuando se empiece a producir las necesidades de estos productos
habrán cambiado, por lo tanto serán obsoletos. Pero entonces, estamos frente a un callejón sin salida?.
Tenemos que tener en cuenta que en este siglo, la ingeniería electrónica, no puede permanecer aislada, como
podrían hacerlo otras especialidades como la ingeniería civil entre otras, sino que se tiene que trabajar
multidisciplinariamente, de manera que podamos satisfacer nuestras propias necesidades y depender en
menor medida del exterior y como un segundo paso, exportar todo lo desarrollado, aprovechando todo lo
existente y dándole aplicaciones prácticas. Es necesario que las nuevas generaciones de ingenieros sean
capaces de investigar, trabajar en equipo con profesionales de otras especialidades, con visión empresarial.
Para esto es muy importante su formación. Por un lado las universidades que cuentan con ingeniería
electrónica deben ponerse a tono con los avances actuales brindando a los jóvenes una formación de calidad y
por otro lado, los futuros ingenieros deben tomar conciencia del rol que les toca y prepararse a conciencia,
teniendo en mente que la universidad no lo es todo, que la investigación personal es muy importante en todo
este proceso. Sólo así tendremos gente preparada y comprometida en el desarrollo de la ingeniería electrónica
en el Perú, de otro modo, seguiremos dependiendo indefinidamente del exterior y ser un país consumidor de
tecnología.
Sea cual fuese la especialidad que se elija: telecomunicaciones, telemática, automatización, biomédica,
robótica, etc. y todas las subespecialdidades, el reto está planteado, toca a las nuevas generaciones aceptarlo
o seguir con la inercia actual y ser dependientes indefinidamente.
Ricardo Campana Vargas
Ing Electrónico UNI