La diabetes, enfermedad crónica provocada por el déficit parcial o total de la secreción de
insulina por parte del páncreas, requiere un cuidado médico continuo. La persona que la padece debe educarse para prevenir las complicaciones agudas y reducir el riesgo de complicaciones crónicas. Para establecer el diagnóstico, los exámenes del paciente podrían presentar: mínimo dos valores de glucemia en ayunas mayores a 126 mg/dl, glucemia al azar mayor a 200 mg/dl en cualquier momento del día, glucemia por curva de tolerancia oral a la glucosa a las 2 horas mayor a 200 mg/dl o valores de Hba1c mayores a 6,5. El origen de la enfermedad varía dependiendo del tipo. La diabetes mellitus tipo 1, se da por una alteración inmunológica que destruye las células beta-pancreáticas causando deficiencia absoluta de la producción de insulina. Alrededor del 90% de los diabéticos del mundo, padecen diabetes de tipo 2. El sobrepeso y la obesidad provocan que la insulina no pueda realizar la respuesta biológica apropiada en las células. Otros tipos de diabetes mellitus son: la gestacional que afecta a las embarazadas, la causada por defectos genéticos en la función de la célula beta, defectos genéticos en la acción de la insulina, enfermedades del páncreas exocrino (fibrosis quística) y la inducida por drogas. Aunque los síntomas que presentan los pacientes diabéticos pueden variar, es posible que sientan mucha sed o polidipsia, hambre exagerada o polifagia, orina frecuente o poliuria, pérdida de peso cuando los niveles de azúcar o glucosa están muy altos, decaimiento, malestar general y cansancio. Las consecuencias de la diabetes son las complicaciones agudas que se dan debido a valores de glucemia muy altos. La cetoacidosis diabética y el estado hiperosmolar no cetósico, por ejemplo, ponen en riesgo la vida del enfermo por el desbalance hidroelectrolítico y los graves cambios metabólicos que pueden provocar coma y muerte. También si ha existido una mala administración de los medicamentos o el paciente se inyectó la insulina en un momento inadecuado, puede aparecer la hipoglucemia. Para controlar la diabetes es necesario que el paciente: se eduque, tome sus medicinas, asista a su cita médica en el tiempo indicado, mantenga una dieta saludable y realice ejercicios. Si permanentemente se obtienen valores de glucemia dentro de rangos normales, se retrasarían en gran medidas las complicaciones crónicas, y no se presentarían complicaciones agudas. Recuerde que para prevenir la diabetes, especialmente de tipo 2, se deben mantener buenos hábitos de vida como una dieta correcta y la actividad física permanente, tratando de mantener un índice de masa corporal normal, es decir no tener sobrepeso ni obesidad.