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En Consulta con el Asesino

Yarly Paola García López

Ensayo Crítico

Yesid Duarte

Universitaria de Investigación y Desarrollo

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

Programa de Psicología

2016
En Consulta con el Asesino

Actualmente, las conductas de tipo antisocial se han venido evidenciando cada vez de manera

más frecuente, tanto, que para nadie es un secreto el hacinamiento que se evidencia en la mayoría

de los centros penitenciarios del país, lo cual, ha llevado a que se presenten múltiples casos de

enfermedades de tipo viral, las cuales, en su mayoría, se dan a causa de las pésimas condiciones

de higiene que se tienen en dichos centros.

Pero, ¿A qué se debe este fenómeno?, ¿Por qué el índice de conductas delictivas se acrecienta

cada día?; tal vez son cuestiones a las que cualquiera podría responder, pero no de una manera

objetiva, pues cada quien divulga y aporta sus concepto de acuerdo a su visión y a sus intereses,

o simplemente impulsados por una ideología, pero ¿Qué hay detrás de este fenómeno?, ¿Es

saludable acaso detenernos solo para criticar y hundir aún más al asesino?, estas son las

preguntas a las que tal vez nadie puede responder con total sinceridad.

Es importante tener en cuenta que la mente de un individuo encierra muchas posibilidades

complejas, y que más allá de un simple capricho, la mente de un asesino enfrenta diversos

procesos por los cuales se le puede impulsar a realizar una conducta delictiva. Según el

Psicólogo Richard Larrotta Castillo, las conductas delictivas en su mayoría, están altamente

relacionadas con algunas patologías, en especial, con el Trastorno Antisocial de la Personalidad

(TAP), catalogándolos además como psicópatas y sociópatas, esto último, dependiendo de la

motivación que haya detrás de cada acto delictivo.

Sin embargo, es de vital importancia reconocer el papel tan fundamental que juega la familia

y el estilo de crianza dentro de la conducta de un asesino, pues si son evaluados más de cerca, es

posible evidenciar que la gran mayoría de individuos que se encuentran en un centro carcelario
pagando sus condenas, han tenido unas condiciones de vida difíciles, en las cuales no gozan, en

su mayoría, de poseer una familia funcional, desembocando de esta manera en agresiones tanto

físicas como verbales de parte de los educadores, acompañado además de diversos problemas

financieros, los cuales a su criterio, los impulsa a incurrir en conductas delictivas; sustentando de

esta manera la hipótesis de que, más allá de algún tipo de trastorno, cabe la posibilidad de que

estos individuos hayan adquirido ciertas conductas basándose en un aprendizaje previo, el cual,

en su mayoría, es dado por las circunstancias tanto familiares como socioculturales.

Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, se hace necesario referenciar a Albert

Bandura, quien, en su Teoría del Aprendizaje Social, expone que los individuos adquieren

nuevas conductas a través del aprendizaje observacional, el cual se obtiene a partir de los

factores sociales observados de su entorno (1974). De esta manera, se da la posibilidad de

sustentar que las conductas delictivas evidenciadas en el actuar de un asesino pueden estar

influenciadas de alguna manera por el método de crianza llevado a cabo por sus cuidadores

primarios, quienes, en su gran mayoría, han educado a estos individuos por medio de

comportamientos agresivos y maltratos de todo tipo, los cuales son reflejados en su edad adulta

hacia sus semejantes.

El libro “En consulta con el asesino” de Richard Larrotta describe detalladamente el modus

operandi de los asesinos recluidos en algunas penitenciarias del país, evidenciando de esta

manera que en efecto los involucrados en diferentes crímenes, tuvieron una infancia poco

agradable, la cual en su mayoría, desembocaba en maltratos de todo tipo, llevando en algunos

casos a que los implicados abandonaran el hogar, lo cual indudablemente llevaba a que el

individuo iniciara una vida de adicción y excesos, pues es precisamente estas las únicas
oportunidades que, según ellos, le podía ofrecer esta sociedad a una persona que abandona su

hogar a temprana edad sin poseer los recursos suficientes para sobrevivir de manera digna.

De esta manera se evidencia que en efecto, la cultura y el aprendizaje por observación puede

influir considerablemente en las conductas delictivas de los individuos, llevándolos a deambular

en un círculo vicioso, en el cual influye los innumerables señalamientos y etiquetas de la misma

sociedad, en la cual, los más afectados son los individuos de comunidades más vulnerables, y son

precisamente estos jóvenes los que, a partir de la falta de recursos económicos en su hogar,

acompañados de un método de crianza poco agradable, los que terminan dejándose influenciar

por las reglas sociales de su propia comunidad y formando parte de una etiqueta más impuesta

por la misma sociedad.

En conclusión, aunque es sumamente importante resaltar que, en efecto, existen muchos casos

en los que la causa principal de la conducta delictiva se da a causa de un Trastorno Antisocial de

la Personalidad, lo cual más adelante se puede contrarrestar con psicopatía o sociopatía, es

importante no dejar de lado la importancia que acarrea el método de educación empleado por los

padres, sobre todo en algunos casos de familias de escasos recursos, en las cuales es muy común

la ausencia de la figura paterna e incluso de la materna, lo cual hace que los jóvenes busquen

apoyo y protección en la calle, lugar en el que, las oportunidades de llevar una vida convencional

son muy escazas. Por esta razón es que debe trabajarse directamente en las comunidades más

vulnerables, puesto que es de allí de donde se podría partir para atacar directamente la raíz del

fenómeno carcelario que se vive hoy en el país, y no simplemente ampliando los

establecimientos carcelarios, es decir, cuidar la semilla, para no desechar en el futuro el fruto que

se ha dañado.
Referencias

Bandura, A. (1974). Aprendizaje social y desarrollo de la personalidad. Recuperado de

https://books.google.com.co/books?

id=glfEXQDVPaUC&dq=albert+bandura+aprendizaje+social&hl=es-

419&sa=X&ved=0ahUKEwjclqbZx5rQAhWJ34MKHctEDgYQ6AEIGTAA

Larrota, R. (2016). En consulta con el asesino. Bucaramanga, Colombia: Litografía Disgrafic

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