EL DERECHO EN LA SOCIEDAD MODERNA

FLOR SALGADO HUAMAN

El papel del Derecho en la sociedad moderna se constituye en un tema muy
amplio. Tan numerosas son las nociones del Derecho concebidas por diversos
autores, como distintas las sociedades, al considerar tanto la ubicación geográfica
como temporal de éstas. Sin embargo, de forma general se puede afirmar que el
derecho tiene un fin social. Éste es un elemento en común en los diversos
conceptos que le han sido dados, por lo cual el ordenamiento va a depender en
gran manera de la sociedad en que se desarrolle.

Inicialmente, se debe tomar como fundamento la conceptualización moderna del

Derecho, como el conjunto de normas impuestas y protegidas por un Estado, cuyo
propósito es regular las relaciones humanas en sociedad. Estas normas jurídicas
poseen un carácter impositivo, ya que el Estado, además de establecerlas como
obligatorias, cuenta con los mecanismos coactivos para garantizar el cumplimiento
de éstas.

Este papel de creación de las leyes por parte del Estado es característico del
derecho moderno, por cuanto en la antigüedad no sucedía de la misma manera.
Es válido explicar, entonces, cómo se desarrollaba el derecho en una civilización
primitiva, a modo de comparación. El derecho que se aplicaba en la antigüedad
era muy rudimentario y surgió a raíz de la costumbre. A partir de la convivencia de
los individuos se originaron conflictos y éstos necesitaban ser resueltos, de lo
contrario la vida en sociedad no hubiera sido posible. Las costumbres y la tradición
juegan un papel fundamental en este tipo de sociedad, pues las normas surgen de
manera natural y necesaria, al otorgar a estas costumbres un carácter imperativo y
obligatorio. Todo aquel acto que sea considerado “malo” o ilícito por la
colectividad, pasa a ser prohibido y sancionado, mientras que se promueven
ciertas formas de actuar en las personas, dentro de lo que se estima correcto y
aceptable. En resumen, el Derecho y la moral están sumamente enlazados. El
contenido del derecho es básicamente el mismo que el de la moral reconocida por
la comunidad.

A través del tiempo se pueden apreciar los cambios que fue sufriendo el Derecho.
En este aspecto se diferencia el Derecho Moderno, pues sus reglas no son
necesariamente el resultado de la convivencia del hombre con sus semejantes.
Actualmente, las normas que rigen las relaciones entre sujetos son dictadas por
un ente superior y muchas de éstas no corresponden a ese sentido general de lo
que es “bueno” según la sociedad. Se puede deducir que el Derecho se ha
separado de la moral, dando origen a una serie de regulaciones distintas a las
morales y sociales.
Un segundo elemento distintivo del Derecho en la sociedad moderna es que el
ordenamiento es cambiable. Cuando las normas dependen de la vida cotidiana y
corresponden a nociones generalizadas del deber, tales como no hurtar o no
cometer homicidio, éstas se mantienen invariables, pues son acciones básicas
para la convivencia. Por el contrario, al tratarse de normas jurídicas cuyo
contenido es múltiple y distinto a la moral, la normativa puede variar
constantemente, sin necesidad de que las costumbres cambien. Aquello que es
válido hoy puede que no lo sea mañana, pues las autoridades pueden derogar
normas y emitir nuevas, por lo que es factible que el derecho vigente cambie de un
día para otro.
Referente a ese aspecto del contenido variado de las normas, cabe resaltar que
en los ordenamientos modernos existe una gran variedad de leyes creadas con
propósitos específicos, por lo que generalmente no afectan a la población en
general, sino a un estrato determinado. Tal es el caso de aquellas medidas que
regulan la actividad económica de un país, normas tributarias y mercantiles, las
cuales son de interés para las personas involucradas en dicho sector de
actividades, mientras que para otras simplemente pasan desapercibidas.

Uno de los aspectos en los cuales se pueden percibir mayores transformaciones a

lo través de la historia es en el campo penal. Cada sociedad, históricamente, ha
creado sus propias normas penales caracterizadas por su entorno. Originalmente
no existían un sistema penal estructurado, sino que las prohibiciones dependían
de una serie de elementos religiosos y mágicos. Dentro de este contexto se daba
que, ante la comisión de una falta, el individuo se enfrentaba a una venganza por
parte del afectado y sus familiares, quienes se aseguraban de infligir al primero y a
su familia un daño mayor.
Posteriormente, surgen limitaciones al método de venganza como castigo, como lo
fue la Ley del Talión. Con su famosa frase “ojo por ojo, diente por diente”, buscaba
que el castigo no fuera desmedido, sino proporcional al delito cometido. Éste
objetivo se plasmó en códigos tales como el Código de Hammurabi, la Ley de las
XII Tablas y el Torá (Ley de Moisés). En las sociedades primitivas eran comunes
los azotes, amputaciones de distintas partes del cuerpo y, por supuesto, la pena
de muerte como castigos. Para el hombre moderno, este tipo de acciones pueden
parecer brutales, pero es un hecho que era lo que se acostumbraba e inclusive
existen países hoy en día que aún las practican.
Otro factor importante a considerar referente al tema son las relaciones que se
establecen entre Estados. Se explicaba anteriormente el papel fundamental que
cumple el Estado en la sociedad moderna, como el ente creador y protector de las
normas jurídicas que caracterizan al derecho en la época presente. De esta
manera, cada país cuenta con su derecho interno y particular. Sin embargo,
debido a diversos factores macroeconómicos y principalmente al fenómeno de la
globalización, las relaciones entre países alrededor del mundo son abundantes y
muy comunes. Estas relaciones acarrean consigo impactos a nivel económico,
cultural y social, repercutiendo igualmente en el ámbito jurídico.
En síntesis, el Derecho como se conoce actualmente es el resultado de una serie
de procesos a lo largo de miles de años, pues este tiene su origen en los pueblos
primitivos y ha recibido aportes de muchas culturas distintas. Al realizar una
comparación entre lo que fue en la antigüedad y lo que es ahora, es evidente que
ha sufrido considerables transformaciones desde esas épocas. En la sociedad
moderna cumple un papel primordial para que los seres humanos podamos
relacionarnos unos con otros y convivir en armonía y paz.