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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

PROGRAMA : ENFERMERÍA

TEMA : HEMORRAGIA DIGESTIVA

DOCENTE : MG. LIC. GLADIS CADILLO

GOMEZ

CURSO : ADULTO I

CICLO : V

ALUMNOS : JARA GUERRERO MABEL

MEZA CHILENO WENDY

MORALEZ MORENO BETZI

HUARAZ – ANCASH – PERÚ

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2019

ÍNDICE

DEDICATORIA………………………………………………………………… Pág. 03
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………. Pág. 04
CAPITULO I…………………………………………………………………….. Pág. 05
I. HEMORRAGIA DIGESTIVA
I.1. CLASIFICACION:
I.1.1. HEMORRAGIA DIGESTIVA ALTA (HDA):
I.1.2. HEMORRAGIA DIGESTIVA BAJA (HDB):
CAPITULO II…………………………………………………………………… Pág.07
II. DIAGNÓSTICO:
II.1. Historia clínica y exploración física
II.2. Pruebas complementarias:
CAPITULO III………………………………………………………………… Pág. 09
III. PRESENTACIONES CLÍNICAS DE LAS HEMORRAGIAS DIGESTIVAS
III.1. Hematemesis:
III.2. Melena:
III.3. Hematoquezia o Proctorragia:
III.4. Enterorragia:
CAPITULOL IV……………………………………………………………….. Pág. 11
IV. SÍNTOMAS
CAPITULO V………………………………………………………………….. Pág. 12
V. CAUSAS:
CAPITULO VI…………………………………………………………. Pág. 13
VI. CUIDADOS DE ENFERMERIA
VI.1. Recomendaciones de cuidados posteriores a una hemorragia digestiva:
VI.2. Tratamiento:
6.3.1. Estabilización inicial
6.3.2. Tratamiento en UCI:
6.3.3. Dieta
6.3.4. Sueroterapia
6.3.5. Tratamiento farmacológico
CAPÍTULO VII……………………………………………………………….. Pág. 16
VII. UTILIZACIÓN DE SONDA
VII.1. Definición
VIII. CONLUSIONES………………………………………………………….. Pág. 17
IX. BIBLIOGRAFIA………………………………………………………….. Pág. 18
X. ANEXOS………………………………………………………………….. Pág. 19

pág. 2
pág. 3
DEDICATORIA

Primeramente, a Dios por cada día lleno de alegrías, a nuestros padres


por su abnegable e incansable apoyo para hacer de nuestros sueños una
realidad.

A Nuestras familias, hermanos etc. Por qué siempre nos alientan en


seguir adelante con nuestras metas.

A la hermosa ciudad de Huaraz tierra que nos vio crecer y nos alberga
en sus hermosos brazos.

Autor: El grupo.

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INTRODUCCIÓN

La Hemorragia Digestiva es un motivo de consulta frecuente en urgencias y


supone un número importante de ingresos hospitalarios (entre 50 y 140 ingresos por
100000 habitantes y año). La mortalidad por esta causa es variable, entre el 2 y el
20%, y depende sobre todo de la edad de los pacientes y sus posibles enfermedades
asociadas, la cuantía del sangrado y los signos endoscópicos de riesgo. La HDA
cesa de forma espontánea en el 80% de los casos. La causa más frecuente es la
hemorragia por úlcera péptica, que tiene una mortalidad del 2%.

En nuestro centro, en los últimos 7 años (fecha de apertura de la Unidad de


Corta Estancia -UCE), han ingresado en UCE una media de 58 casos por año, que
supone un porcentaje elevado de los ingresos por esta patología.

La importancia sobre los cuidados de nfermeria es vital, para la recuperación


del pacinte.

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CAPITULO I

XI. HEMORRAGIA DIGESTIVA

Hemorragia digestiva es la pérdida de sangre por el tubo digestivo.


Atendiendo a su evolución, esta pérdida puede ser aguda o crónica, según el volumen
de sangre perdido y el tiempo en el que se ha perdido.

Un gran volumen perdido en poco tiempo es una hemorragia aguda y pérdidas


lentas en un tiempo más largo constituyen una hemorragia crónica

Se denomina Pseudo hemorragia a aquellas situaciones que simulan


hemorragias de origen intestinal. Entre estas se consideran la deglución de sangrados
de rinofaringe, muy frecuentes en pediatría, debidos o a micro o macro traumas de la
zona nasal, o por alteraciones en la coagulación, o por lesiones de cavidad oral, como
ginigivorragias, alteraciones dentales. En el caso de niños amamantados puede darse
la situación de que ingieran sangre materna debida mastitis, grietas del pezón u otras
lesiones de su madre. Las pseudohemorragias de segunda infancia se producen por
ingestión de alimentos con colorantes, remolacha, medicamentos como hierro o
bismuto, chocolate, jarabes o jaleas, etc.

(Fasoli R.Gastroenterologo (2015) Lesion en el tubo dogestivo. Asociacion de hospitales


italianos.)

XI.1. CLASIFICACION:

XI.1.1. HEMORRAGIA DIGESTIVA ALTA (HDA):


Sangrado por encima del ángulo de Treitz. Se manifiesta generalmente
en forma de hematemesis (vómito en sangre roja o en poso de café) o
melenas (deposición negra, pegajosa y maloliente). Aunque ocasionalmente
cuando es masiva (>1 litro), puede manifestarse como rectorragia. En los
casos de hemorragia masiva la primera manifestación clínica puede ser la
aparición de un shock hipovolémico, síncope e incluso ángor.
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XI.1.2. HEMORRAGIA DIGESTIVA BAJA (HDB):

Sangrado distal al ángulo de Treitz. Se manifiesta habitualmente como rectorragia (emisión


de sangre roja fresca y/o coágulos) o hematoquecia (sangre mezclada con las heces).

(Dr. Carlos D. Quintana –Gastroenterólogo (2012)- Actualización de hemorragia digestiva. Argentina.)

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CAPITULO II

XII. DIAGNÓSTICO:
XII.1. Historia clínica y exploración física
Debe realizarse una historia clínica completa a los pacientes con HDA. Debe
prestarse especial atención en registrar:

 Forma de presentación: hematemesis, melena o hematoquecia.


 Tiempo de evolución del sangrado.
 Síntomas previos: dispepsia, pirosis, dolor abdominal, etc.
 Antecedentes personales: edad y enfermedades previas (diabetes,
insuficiencia cardiaca, renal o hepática, IAM, etc).
 Antecedentes de tabaquismo u otras drogas de abuso.
 Antecedentes de ingesta de gastroerosivos (como AINE).
 Exploración general completa. Observación de las heces, con la
realización de un tacto rectal.
 Colocación de sonda nasogástrica. En caso de sangrado importante
permite el vaciamiento del estómago y controlar la actividad de la
hemorragia. No usar si existe sospecha de varices esofágicas.

XII.2. Pruebas complementarias:


A los pacientes con HDA o sospecha de la misma hay que
realizarles análisis, que incluyan hemograma, bioquímica en sangre, estudio
de coagulación y, además, cruzar y reservar al menos 1600 cc de sangre.
Una urea elevada con creatinina normal es un dato sugestivo de HDA, aunque
no patognomónico.
Otras pruebas complementarias (radiografías de tórax y abdomen, ECG...) se
realizarán en función de la patología que presente el paciente y la previsible
necesidad de cirugía.
La endoscopia digestiva es la exploración de elección en los pacientes con
HDA. Debe realizarse en cuanto sea posible, una vez estabilizado el paciente,
por lo que se solicitará desde el servicio de Urgencias. Además de obtener un
diagnóstico preciso de la lesión sangrante en aproximadamente el 90% de los
casos, aporta criterios pronósticos (tablas II y III) y permite el tratamiento

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local de la lesión, lo que disminuye el número de recidivas. En los casos de
HDA leve y con sospecha de lesión con bajo riesgo de sangrado, es aceptable
el ingreso del paciente en UCE y la realización de la endoscopia a la mañana
siguiente (siempre dentro de las primeras 12 horas).
Cuando se realice la endoscopia se hará también un test de determinación de
Helicobacter pylori, germen que es responsable de un elevado porcentaje de
los casos de úlcera gastroduodenal.

(Dra. Carolina Riga (2017)- Hemorragia digestiva. Córdova: Cornape.)

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CAPITULO III

XIII. PRESENTACIONES CLÍNICAS DE LAS HEMORRAGIAS DIGESTIVAS


XIII.1. Hematemesis:
Así se denomina a la emisión del contenido gástrico con sangre roja u obscura,
a veces en grumos comparado con borra de café, que puede contener o no
alimento o secreciones. Habitualmente se repite luego de un período de calma. Su
origen generalmente es alto y en la mayoría de los casos el sangrado es de
importancia. El origen duodenal de sangrado muchas veces no se acompaña de
hematemesis exteriorizándose simplemente por sangre en las deposiciones.

XIII.2. Melena:
Deposición negra pegajosa con o sin materia fecal. Se trata de sangre
desnaturalizada y en la mayoría de los casos proviene del tracto digestivo alto. En
recién nacidos y primera infancia un sangrado a esta altura del tracto digestivo
puede exteriorizarse como sangre fresca roja, debido a la irritabilidad y al
fenómeno osmótico de arrastre que causa la sangre extravasada en el tubo
digestivo. Esto ocurre más frecuentemente luego del año de edad del paciente.

XIII.3. Hematoquezia o Proctorragia:


Pasaje de sangre roja brillante con las deposiciones. Indica localización
hemorrágica de tracto digestivo terminal o cólonico. Generalmente la causa se
localiza desde el colon transverso hasta la zona anal. La sangre puede observarse
antes o después de la deposición, mezclado o no con la misma, cubrir con estrías
o líneas la deposición, o puede ser independiente de la misma.

XIII.4. Enterorragia:
Ocurrencia de deposiciones con sangre roja vinosa o con coágulos. En el caso de
primera infancia la causa puede deberse a patología del tracto digestivo superior
debido al factor osmótico y estimulante sumado a la hipermotilidad por la edad.
En niños mayores la causa es generalmente en zona media sobre todo si esta
mezclada con melena.

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En los casos más importantes aparece taquicardia, sudor frío, mareo, pérdida de
conciencia e inclusho shock. Si la hemorragia no se control puede tener un
desenlace fatal.

(D.r Esteban Saperas-Gastroenterólogo (2004)-presentaciones clínicas de DHA . universidad: Catalaya.)

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CAPITULOL IV
XIV. SÍNTOMAS
Los signos y síntomas del sangrado gastrointestinal pueden ser evidentes o
estar ocultos. Los signos y síntomas dependen de la ubicación del sangrado, que
puede ser en cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde donde comienza (la
boca) hasta donde termina (el ano) y el tipo de sangrado.
El sangrado evidente aparece como:

 Vómitos con sangre, que pueden ser de color rojo o marrón oscuro y parecerse a
la textura de los granos de café

 Heces oscuras o alquitranadas

 Sangrado rectal, por lo general dentro o con las heces

Con el sangrado oculto, es posible que presentes lo siguiente:

 Aturdimiento

 Dificultad para respirar

 Desmayos

 Dolor en el pecho

 Dolor abdominal

(Pique JM. Gastroenterol Hepatol. (2003). Role of capsule endoscopy in patients with obscure digestive
bleeding Dec;26(10):619-23.)

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CAPITULO V

XV. CAUSAS:
 Úlcera gástrica o duodenal.
 Varices esofagogástricas.
 Lesiones difusas del recubrimiento interno del estómago (mucosa gástrica).
 Desgarro por vómitos intensos de la unión entre el esófago y el estómago
(síndrome de Mallory-Weiss).
 Inflamación del esófago (esofagitis).
 Hernia de hiato.
 Tumores.
 Otras en las que no se descubre el origen.

Puede padecer una hemorragia digestiva aguda cualquier paciente que tenga, en
sus antecedentes o en el momento actual, alguna de las causas descritas más
arriba.

En especial:

 Las personas con antecedentes de úlcera dudenal o gástrica, sobre todo, si toman
antiinflamatorios.
 Los pacientes con cirrosis que tienen varices grandes en esófago o estómago.
 Las personas que presentan vómitos severos, sobre todo, si éstos se deben a una
excesiva ingesta de alcohol.
 Los ancianos con divertículos o angiodisplasias.
 Los enfermos con enfermedades valvulares del corazón, sobre todo, si toman
anticoagulantes.

(Pique JM. Gastroenterol Hepatol. (2003). Role of capsule endoscopy in patients with obscure
digestive bleeding Dec;26(10):619-23.)

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CAPITULO VI

XVI. CUIDADOS DE ENFERMERIA


Después de la exploración física inicial con evaluación del estado hemodinámico
del paciente, se inician las medidas de reanimación. Para ello, en todos los pacientes
se llevarán a cabo las siguientes actuaciones:
1. Monitorizacion horaria
2. Vias perifericas de calibre grueso
3. Reposicion de volumen
4. Permeabilidad de la via aerea
5. Control de signos vitales
6. Valoracion, colocacion sonda vesical y via central para controlar la presion
venosa central.
7. Ecg
8. Registrar todas las actuaciones

XVI.1. Recomendaciones de cuidados posteriores a una hemorragia


digestiva:
Cuando la hemorragia este inactiva con estabilidad hemodinámica y de la
Bhemoglina, el paciente podrá iniciar dieta oral progresiva con ingesta primero
de líquidos durante 24 horas, progresando después a dieta blanda durante 24
horas y dieta normal al tercer día. Así mismo, se recomienda la movilización
temprana con sedestación a las 24 horas de hemorragia inactiva.

XVI.2. Tratamiento:
El tratamiento de la HDB debe ser individualizado, en función de la causa, la
gravedad y la evolución de la hemorragia. Independientemente de la causa de la
hemorragia, el tratamiento inicial del paciente con HDB aguda es la
reanimación y el mantenimiento de la estabilidad hemodinámica con reposición
de la volemia y la corrección de la anemia mediante transfusión sanguínea. En
la mayoría de casos la hemorragia es auto limitada, y es aconsejable un
tratamiento conservador. Sin embargo, en un 20% de los casos la hemorragia es
persistente o recidiva tras el ingreso en el hospital y requiere la intervención
terapéutica para conseguir la hemostasia. En este caso, el tratamiento apropiado
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requiere el diagnóstico definitivo del origen de la hemorragia. Ninguno de los
tratamientos farmacológicos ensayados ha demostrado claramente su eficacia en
el tratamiento de la hemorragia digestiva baja. El tratamiento endoscópico es
una opción cuando la colonoscopia o enteroscopia muestran una lesión con
sangrado activo o con signos de hemorragia reciente. Si éste fracasa, se deberá
recurrir a la cirugía, aunque el tratamiento angiográfico sería una alternativa en
pacientes con elevado riesgo quirúrgico.

6.3.6. Estabilización inicial


A todos los pacientes con HDA sospechada o confirmada se les
colocará al menos una vía periférica de grueso calibre. En algunos casos,
cuando cumplan criterios clínicos de gravedad (tabla I), puede ser
necesario colocar dos vías periféricas y/o una vía venosa central.
Una vez asegurado el acceso venoso, se comenzará la infusión de
líquidos EV, inicialmente con suero fisiológico. En los casos en que se
sospeche una hemorragia masiva o en casos estables en los que se
observe una hemoglobina inferior a 8 g/dl puede considerarse la
transfusión de concentrado de hematíes.
Una vez estabilizado el paciente se realizará la endoscopia, que
proporciona el diagnóstico en la mayoría de los casos y permite el
tratamiento local. Si se sospecha un sangrado debido a hipertensión
portal, se administra un bolo de somatostatina de 250 µg, seguido de
infusión continua de 3 mg/ 12 horas. Tras su realización, en función de
los hallazgos, se decide el ingreso del paciente en la unidad más
adecuada, donde se procederá a la segunda fase de tratamiento.

6.3.7. Tratamiento en UCI:

Los pacientes que ingresen en Digestivo, UMI o Cirugía, recibirán el


tratamiento que indique el especialista responsable.

Los pacientes que ingresen en UCE, se manejarán de acuerdo con el


siguiente esquema.

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6.3.8. Dieta

 Se indicará dieta absoluta hasta la realización de la endoscopia.


 Los casos en los que la endoscopia no sea concluyente y sea necesario
repetirla a las 24 horas, deberán permanecer a dieta absoluta.

 En pacientes estables, con lesiones de riesgo bajo y sin sangrado


activo, puede indicarse la administración de una dieta de ulcus dos
horas después de la realización de la endoscopia.
 En pacientes con úlcera péptica sin signos de sangrado reciente, o en
aquellos en los que se haya aplicado tratamiento endoscópico local, se
indicará dieta absoluta al menos durante las primeras 24 horas. Debe
monitorizarse la persistencia del sangrado mediante observación de
las heces y determinación de urea en sangre, y mantener al paciente a
dieta hasta la desaparición del sangrado.

6.3.9. Sueroterapia

Los pacientes que permanezcan a dieta absoluta, recibirán al menos


2500 cc de suero glucosalino en 24 horas. Según la estimación del
volumen perdido (tabla I), estos requerimientos pueden ser más
elevados, pudiendo ser necesaria incluso la transfusión de concentrado
de hematíes.

6.3.10. Tratamiento farmacológico

Las causas más frecuentes de HDA susceptibles de ingreso en la UCE


son las debidas a ulcus gastroduodenal, esofagitis, síndrome de Mallory-
Weiss y lesiones agudas de la mucosa gástrica por gastroerosivos. En
estos casos está indicado utilizar fármacos que disminuyan la secreción
ácida del estómago. Se utilizarán, cuando sea posible por vía oral. En los
pacientes que deban permanecer a dieta absoluta, se utilizará la vía
endovenosa. Se usarán inhibidores de la bomba de protones (omeprazol
y similares) a las dosis que se expresan en la tabla V.

(Lic. Cristina Riera- Enfermera (2012)-Actuaciones de enfermería.)

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CAPÍTULO VII
XVII. SONDA de sangestaken blakemore
DefiniciónPropósito: La sonda de Sengstaken-Blakemore es una sonda con
tres luces, una luz para lavado gástrico y las otras dos están comunicadas con
dos balones, uno gástrico y otro esofágico. Está indicada en pacientes con
diagnóstico de hemorragia por varices esofágicas en los cuales la ligadura
mediante bandas o la escleroterapia técnicamente no son factibles, no están
disponibles o han fracasado. Es importante, un adecuado diagnóstico
anatómico antes de la colocación de cualquiera de estas sondas. La sonda
está contraindicada en los pacientes con cirugía esofágica reciente o estenosis
esofágica.
XVIII. Recursos materiales: • Agua y jabón. • Mesa auxiliar. • Sonda de Sengstaken-
Blakemore. • Lubricante. • Jeringa de 50 ml. • Pinzas. • Manómetro. • Bata. •
Mascarilla. • Guantes estériles y no estériles. • Fonendoescopio. • Paños, gasas y
compresas. • Esparadrapo. • Batea. • Bolsa de aspiración y soporte. • Cuerda y
pesas para hacer tracción si es necesario
XIX. Precauciones: • Comprobar la identificación del paciente. • Preservar la intimidad
del paciente. • Mantener las máximas medidas de asepsia tanto en la preparación
del material como en la técnica. • Debido a que pueden ocurrir complicaciones
potencialmente letales con el uso de esta sonda, los pacientes deben ser
monitorizados. • En pacientes con alteraciòn del estado de conciencia y con riesgo
de broncoaspiración se recomienda el control de la vía aérea mediante intubación
endotraqueal. • Se recomienda previo a la colocación de la sonda, descompresión y
vaciamiento del contenido del estómago mediante una sonda naso u orogástrica y
posteriormente retirarla. • Comprobar la permeabilidad de las fosas nasales. •
Antes de su colocación, deben ser comprobados tanto los dos balones como la
sonda gástrica.
Información al paciente: • Explicarle detenidamente el procedimiento al paciente y/o a su
familia. • Solicitar su colaboración si es posible.
Técnica: • Colocar al paciente sentado o en semifowler. Si hay impedimento, colocarlo en
decúbito lateral derecho o izquierdo. • Lavado de manos (según protocolo existente en el
hospital). Elaboración: UCI del Hospital Infanta Cristina de Badajoz. Revisión: Comisión de

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Cuidados del Área de Salud de Badajoz. Diciembre de 2010. V. 1. 1
www.areasaludbadajoz.com 3 Consejería de Sanidad y Dependencia • Comprobar que los
balones de la sonda no estén rotos, llenándolos con aire e introduciéndolos en agua si es
necesario. • Colocarse la bata, mascarilla y guantes. • Lubricar bien la sonda. • Introducir la
sonda con los balones desinflados por una fosa nasal con presión firme hasta que la punta esté
en la faringe posterior. • Utilizar la fosa nasal que ofrezca mayor permeabilidad. Si no es
posible ponerla por la nariz, introducirla por la boca. • Si el paciente está consciente y
colabora, animarlo a que trague o darle a beber un poco de agua e indicarle que la retenga en
la boca hasta que se le indique que la trague. • Se introduce la sonda por lo menos hasta la
marca de 50 cm. • Para confirmar que la sonda está en el estómago se aspira con una jeringa
de 50ml. el contenido gástrico o se inyectan 20 ml. de aire auscultando con el
Fonendoescopio el estómago del paciente. Si la sonda está bien colocada se ausculta un ruido
de borboteo a medida que el aire sale por la sonda. Si no se ausculta nada hay que retirar la
sonda e introducirla nuevamente. • Una vez comprobado que la sonda está en el estómago,
inflar lentamente el balón gástrico con 50 – 100 ml. de aire. Si el paciente se queja de dolor
no seguir inflando, eso podría indicar que el balón se encuentra a nivel del esófago, en caso
de ser así, desinflar e introducir la sonda 10cm. más, y repetir la inyección de aire. • A
continuación se infla por completo el balón gástrico, (250-350 ml de aire) y se pinza. • Se tira
de la sonda hasta sentir resistencia, lo que indica que el balón gástrico está a nivel de la unión
gastroesofágica. • Se mantiene la tensión mediante la fijación de la sonda con un cuadro de
esponja a su salida del orificio nasal, o ejerciendo una tensión suave por medio de una cuerda
y un peso de 0,5 a 1 Kgr. • Marcar la longitud de la sonda a la salida del orificio nasal con
esparadrapo, siempre tiene que estar a esta longitud. • Hacer una radiografía de abdomen para
verificar que el balón gástrico está en el estómago. • Realizar un lavado gástrico. Si no hay
datos de sangrado activo, el balón esofágico puede permanecer desinflado. • Si el sangrado
persiste, inflar el balón esofágico hasta una presión de 35 a 45 mmHg (Aprox. 50ml de aire).
Comprobar la presión con un manómetro y pinzar. • Verificar que el paciente no se queje de
dolor retroesternal que ocurre cuando la presión del balón es muy alta. • Conectar la sonda a
bolsa o aspiración según indicación médica. • Retirar el material utilizado. • Quitarse los
guantes, bata y mascarilla. • Acomodar al paciente. • Lavarse las manos.
Anotaciones y registro: • Anotar la fecha y hora, nº de sonda y presión de ambos balones. • Si
la tracción se ha hecho con peso, anotar la cantidad de peso que se le ha puesto. • Si el
enfermo ha necesitado sedación por prescripción médica, anotar el tipo y cantidad de

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sedación. • Anotar si hubo alguna complicación antes, durante o después de la colocación de
la sonda.
Cuidados del material: • Se desechará el material punzante o cortante que se hubiera utilizado
en los contenedores destinados a ello. • También se procederá de igual manera con el material
de un solo uso siguiendo el protocolo de eliminación de residuos vigente.
Cuidados post-procedimiento: • Colocar al paciente en posición semisentada. • Control
estricto del paciente mientras tenga colocada la sonda. • Control de los signos vitales. •
Vigilar estrechamente el mantenimiento de la tracción de la sonda, fugas de balón y
desplazamiento. • Realizar lavados gástricos con la frecuencia que sea necesaria. •
Comprobar periódicamente la presión de los balones y la situación del punto de marcado a la
salida del orificio nasal. • Aspirar secreciones si las hubiera. • Mantener la presión 72 horas
como máximo. • Se debe desinflar el balón esofágico 30 minutos cada 12 horas para evitar la
necrosis de la mucosa esofágica. • Si hay control de la hemorragia, a las 24 horas se desinfla
el balón esofágico y se suelta la tracción y si a las 36 – 48 horas no hay sangrado se desinfla
el balón gástrico sin retirar la sonda. • Si no hay sangrado en las siguientes 24 horas se retira
la sonda.
Observaciones: • Los balones se insuflan con aire, nunca se debe utilizar agua ni otra
solución, ya que el peso deforma el balón y la tracción no se produce de manera uniforme en
las varices que convergen en esta región. • Tener en cuenta que en ocasiones se puede
provocar nuevamente sangrado durante la maniobra de retirada de la sonda. • Si
accidentalmente el balón se desplaza de su lugar cuando está insuflado, se debe actuar
rápidamente cortando la sonda para evitar problemas de asfixia u otra complicación. • La
orden de retirada de la sonda debe darla el médico. • Las complicaciones que se pueden
derivar de la colocación de la sonda de S.B. son: Dolor torácico, obstrucción de la vía aérea,
dificultad para su inserción, difícil control del sangrado, neumonía por aspiración, rotura
esofágica, mediastinitis, necrosis o erosión esofágica.

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XX. CONLUSIONES

8.1 La hemorragia digestiva es el sangrado en el tubo digestivo, la hemorragia digestiva


alta y la hemorragia digestiva baja, pueden ser crónicas o agudas, la actuación de la
enfermera es de vital importancia en pacientes que presentan eta patología.

8.2 El tratamiento para la hemorrgia digestiva se da de acuerdo al pacinte y su cronicidad.

8.3 El principal instrumento que se utiliza en la Hmorragia digestiva es la sonda


sangestaken blakemore.

pág. 21
XXI. BIBLIOGRAFIA

9.1 Fasoli R.Gastroenterologo (2015) Lesion en el tubo dogestivo. Asociacion de hospitales


italianos.)

9.2 Dr. Carlos D. Quintana –Gastroenterólogo (2012)- Actualización de hemorragia digestiva.


Argentina.

9.3 Dra. Carolina Riga (2017)- Hemorragia digestiva. Córdova: Cornape

9.4 D.r Esteban Saperas-Gastroenterólogo (2004)-presentaciones clínicas de DHA . universidad:


Catalaya.

9.5 Pique JM. Gastroenterol Hepatol. (2003). Role of capsule endoscopy in patients with obscure
digestive bleeding Dec;26(10):619-23.

9.6 Lic. Cristina Riera- Enfermera (2012)-Actuaciones de enfermería.

9.7 Chol YB, Lim KS. Therapeutic laparoscopy for abdominal trauma.Surg Endosc. 2003
Mar;17(3):421-7. Epub 2002 Dec 04

pág. 22
pág. 23
XXII. ANEXOS

pág. 24
Tabla 2. Criterios de gravedad

Hipovolemia TA sistólica Frecuencia Tilt test Perfusión periférica


(% pérdida de cardiaca
sangre)

LEVE > 100 < 100 - Normal


(< 10%)

MODERADA (10 > 100 > 100 -/+ Frialdad y palidez


- 25%)

GRAVE < 100 > 100 + Hipoperfusión periférica,


(25-35%) Oligoanuria, agitación

pág. 25

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