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Universidad Nacional del Comahue

Facultad de Humanidades
Departamento de Historia

Prehistoria General

Trabajo Practico N°1


Las sociedades egipcia y mesopotámica
del IV y III milenio A.C

Equipo de cátedra: Fabián Arias y Viviana Fernández

Alumno: José Dominguez

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En el siguiente escrito, se desarrollarán de manera sincrónica de las sociedades egipcia y
mesopotámica del IV y III milenio A.C. Se abordarán temas como la figura del Rey en
la comunidad y su relación con ella, la organización familiar, la posición de la mujer y
sus roles, se repasará también la estructura de la sociedad.

La figura del rey.

Los egipcios del imperio medio poseían una mirada mítica sobre el Estado, con esto me
refiero a que suponían que el faraón era un soberano de índole universal y ellos, el
pueblo, eran la humanidad por excelencia frente a sus allegados, por ejemplo, los
pueblos más del sur que eran vistos como barbaros, inferiores. Volviendo al faraón,
desde la época tinita va a ser un elemento central de la sociedad egipcia, ya que el
faraón va a ser aquel quien va a mantener un equilibrio a nivel cósmico, espiritual y
material. Este monarca llegaba al poder, en la mayoría de los casos, de manera
hereditaria. Era considerado un ser de naturaleza divina, hijo de los dioses, es por esto
que el va a ser el encargado de la armonía con la naturaleza, con esto me refiero a que
él, por ejemplo, es el garante para que el rio Nilo creciera los suficiente para generar una
buena cosecha y en el caso de suceder lo contrario, siguiendo con el ejemplo del rio, que
el Nilo no llegara a dejar los suficientes sedimentos para lograr una buena fertilización,
en esos momentos es cuando su poder se empieza a poner en jaque, ya que esos
desfavores de la naturaleza son productos del enfado de los dioses fabricados por una
mala comunicación o actuar del soberano con estos dioses, un ejemplo de esto se puede
ver durante el periodo de la crisis del imperio medio. El faraón es el estado, es decir,
todo se centra en el soberano, el centro político justamente va a ser el palacio. El faraón
usa unas serie de estrategias para convencer al pueblo de que lo tiene que respetar, es en
este contextos en el cual aparecen los grandes monumentos, murales en los que se narra
los actos del faraón, eran actos de publicidad para darse a conocer, en las pinturas, por
ejemplo, podemos ver al soberano luchando solo contra los enemigos demostrando su
poder, con esto quiero decir que tanto la arquitectura como el arte van a ser dos
herramientas de gran importancia para el mantenimiento del poder centralizado del
faraón.

A diferencia de Egipto en Mesopotamia el rey no era considerado una divinidad, si bien


el era el único capaz de comunicarse con los dioses al igual que el faraón en Egipto lo
cierto es que el rey en Mesopotamia era un ser humano de carne y hueso más, jamás era
igualado y puesto a la misma altura que una divinidad, sino que simplemente era
representante de los dioses, “Recibía el titulo de -rey-[lugal; šarru (m)] el representante
humano establecido por la divinidad para regir la vida de la comunidad” (Sanmartín y
Serrano, 1998:56). Cabe aclarar en este momento, que todo acto realizado por el rey es
legitimado por los dioses, es decir, todo su accionar es en nombre de los dioses, que se
manifiestan a través de su boca, esta función de hablar a través de ellos también se
puede ver en los padres de familia, en los hombres encargados de la macrofamilia. El
rey en Mesopotamia es un “gran pastor” que protege y guía el pueblo, se pretende que el

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rey haga eso, velar por el pueblo, cuando el rey no cumple con esas expectativas pierde
autoridad. En el código de Hammurabi podemos ver algunas características que este
soberano debe poseer, como por ejemplo, es un pastor elegido por los dioses, destinado
a acumular opulencia y prosperidad, proveer abundancia, el rey juicioso, héroe que
otorga gracia, sabio, protector, prudente (Codigo de Hammurabi, prologo). A diferencia
de Egipto, el rey de Mesopotamia, no tenía un poder central sino, por ejemplo, estaba
regulado por un consejo de ancianos. Para proteger a su pueblo, el rey, debía también
expandir el territorio, va a ser fundamental, esto también se ve en el código de
Hammurabi cuando se mencionan varias zonas producto de conquistas.

En resumen, a grandes rasgos, en Egipto contamos con un rey de poder centralizado y


visto como una divinidad, llegado al mandato a través de la herencia y con una pérdida
de poder en tiempos de crisis, por el lado de Mesopotamia el rey tiene menos poder
centralizado se ve regulado por su accionar también y es un súbdito más de los dioses,
mientras que llega al reinado a través de logros, por supuesto, consensuados por los
dioses, estas diferencias producto de cosmovisiones distintas.

La mujer

La situación de la mujer en Mesopotamia del milenio III y IV se veía muy limitada dado
al modelo de sociedad patriarcal en la que se vivía, podemos decir que se encontraba
sometida tanto a su padre como a su esposo, de este modo la mujer mesopotámica no
administraba sus bienes sino que siempre se veía en custodia de su padre, marido o de
sus hijos cuando estos ya eran mayores. Una fuente que nos permite analizar y ver las
diferencias de condiciones en la que se encontraba la mujer en aquel tiempo es el código
de Hammurabi, en el cual se deja ver varios aspectos de desigualdad. En el casamiento
vemos a la mujer como si fuera un bien de cambio, con la finalidad de mantener
relaciones con otras familias. A la hora del divorcio notamos un contraste en cuanto a
la sanción respecto a quien es quien decide dejar de mantener el vínculo, por un lado si
es el hombre quien decide divorciarse, como dice el código, “Si un señor propone
divorciarse de una mujer sugetum que le había dado hijos, le devolverá su dote a esa
mujer y se le dará una parte del campo, del huerto y de los bienes (familiares) para que
ella pueda criar a sus hijos. Después que haya criado a sus hijos, de todo lo que se dará a
sus hijos, se le entregará una parte como (la de) una heredero, y (entonces9 tomará al
marido de su elección” (código de Hammurabi, § 137), en el caso de no tener hijos se le
dará plata. Mientras si la que decide divorciarse es la mujer podría ser, por ejemplo,
como nos comenta Oliver en unos de los contratos de matrimonios mesopotámicos que
usa como fuente, que la mujer al decir al marido “tú no eres mi marido” ella debe tirarse
de al rio (Oliver, 2007; 89). En resumen, el marido cuenta con una sanción menos
rigurosa, como sería una indemnización a la esposa, mientras que la mujer en la mayoría
de los casos pagaba con la vida. Esta situación de desigualdad en las sanciones también
se puede ver en el momento en que se aplica un castigo en caso que alguno o alguna
hayan sido infieles. En cuanto a los espacios que las mujeres podían llegar a ocupar el

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más alto era ser una Naditum, que eran “mujeres que habían nacido en el seno de
familias muy ricas. Entre ellas había princesas” (Oliver, 2007; 81), por ejemplo la
hermana de Hammurabi, eran sacerdotisas de un Dios y si bien podían casarse no
podían tener hijos biológicos, en el caso de querer tenerlos podía ofrecer a su marido
una esposa (sugetum), esta esposa no podía ser superior en jerarquía a la naditum.
Luego de las mujeres naditum o sugetum encontramos a las antum (esclava) y las
harimtum (mujer sola), “caracterizada por no ser “hija de un hombre”. El significado
que podía tener en aquella sociedad esta referencia es que algunas mujeres por distintas
situaciones, económico-sociales, familiares, consuetudinarias, entre otras, quedaban
fuera del esquema socia aceptado, lo que al mismo tiempo las hacia descender en la
consideración social” (Oliver, 2007; 92), mujeres de esta características eran
encontradas en lugares como tabernas, generalmente las asociaban como prostitutas,
podían ser protegidas si se las adoptaba.

En Egipto, la situación de la mujer era diferente, tenía una posición en la sociedad


relativamente favorable. “Ciertamente el mundo egipcio es política y culturalmente de
predominio masculino, pero el papel desempeñado por la mujer en la sociedad, la
economía y la política dista mucho de ser desdeñable”(Sanmartín y Serrano, 1998; 196).
A diferencia de Mesopotamia a la hora del divorcio o la herencia, la mujer tenía mayor
beneficios, como llevarse su dote, recibir un pago por el divorcio. Se suele representar a
la mujer en tumbas de altos funcionarios, se los representa a ambos como iguales.
También se puede encontrar que la mujer podía hacer negocios, poseer bienes, heredar,
testificar. Era tratada con igualdad ante la ley, también en la literatura se muestra una
enseñanza de respeto hacia la mujer. La mujer significaba por un lado, para el hombre
pobre, aquella persona que lo acompañaba en el sufrimiento, la que le acompañaba para
sobrevivir, también era la persona que aseguraba la reproducción familiar, era
fundamental y muy cuidada ya que para ellos era muy importante lograr la
descendencia, esto también era un argumento para el divorcio, “la esterilidad de la
mujer puede ser, como dijimos, motivo más que suficiente para el divorcio, aunque se
podía recurrir a otros supuestos, la adopción, fenómeno corriente en Egipto” (Sanmartín
y Serrano, 1998; 198). Durante el periodo de la menstruación o luego de haber parido
eran consideradas impuras y se apartaban a una habitación especial.

La organización familiar.

En Egipto, la familia tenía muy alta estima. Esto se puede ver en las representaciones
artísticas que frecuentemente tocan tópicos relacionados con la familia, mientras que en
la literatura los tópicos también se repiten al tocar temas como la relación entre marido
y mujer o padre e hijo incluso se encuentra sobre hermanos. “La unidad básica en la
sociedad egipcia era la familia nuclear, es decir, el marido y la mujer, a los que se
añadiría los hijos que se pudieran tener” (Sanmartín y Serrano, 1998; 194). El
matrimonio era la aspiración de todo Egipto, era lo más natural, por lo que la actitud
ante el celibato no era de lo mas buena, al igual que la homosexualidad que si bien no

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era criticada, no era bien vista dada a la necesidad de la reproducción de la especie. Por
lo general los matrimonios eran monógamos, salvo los reales, en estos el soberano podía
tener varias concubinas pero tenía que haber una reina, una esposa oficial. En cuanto al
matrimonio entre hermanos, este solo se desarrolla por razones de índole
fundamentalmente religiosas o políticas, no era algo generalizado.

En cuanto a Mesopotamia, la organización de la familia era patriarcal, con un padre que


sus decisiones son decisiones de los dioses, al igual que el rey los padres de familia
hablan por los dioses. Al igual que en Egipto es de gran importancia la búsqueda de la
descendencia, masculina principalmente, es decir, “tener un hijo y heredero era muy
importante: te proporcionaba apoyo en la ancianidad, y aplacaba tu espíritu tras la
muerte” (Postgate, 1999; 120). Si la pareja no podía tener hijos, lo que se podía hacer es
adoptar, que el padre reconozca hijo de alguna esclava o que la esposa para salvarse del
divorcio le podía ofrecer una esclava a su esposo una esclava para tener hijos que sería
reconocidos como de la esposa, todas estas situaciones se encuentran amparadas en el
código de Hammurabi, un ejemplo de adopción: “si un señor ha tomado un niño desde
su nacimiento para darle su nombre y le ha criado, este (hijo) adoptivo no podrá ser
reclamado” (código de Hammurabi, §185). “La mayor parte de los grupos domésticos
son o bien “simples” –una pareja casada con descendencia- o “extensos” –un solo grupo
domestico con la adición de uno o más parientes, además de la descendencia: hay
hermanas, evidentemente solteras, madres, cabe suponer que viudas, y hermanos, quizá
aún menores de edad” (Postgate, 1999; 121). Los matrimonios se efectuaban con la
finalidad de establecer relaciones entre familias, estos matrimonios se conformaban a
través de un contrato, caso contrario, “si un señor toma una esposa, pero no extiende su
contrato, esa mujer no es (su) esposa” (código de Hammurabi, §128). Los padres
organizaban estos matrimonios y entregaban a su hija con una dote.

La estructura de la sociedad.

“La sociedad oriental antigua es un tejido de sectores sociales económicamente


interdependientes que dependen a su vez de otros, situados más arriba en la escala de
riqueza –acceso a propiedad agrícola- y que, por lo mismo, están dotados de más
autonomía” (Sanmartín y Serrano, 1998; 46), con esto me quiero referir que de alguna
manera encontrábamos hombres más libres o menos libres en relación con la tenencia
de tierras, ya sea por el sector publico o el sector privado de la economía mesopotámica.
Entre los hombres con más beneficios encontramos al rey, seguido por las personas que
desempañan su labor en el templo y palacio, como son los funcionarios, los súbditos, el
consejo de ancianos, luego se encuentran los hombres que desarrollan su actividad
como trabajadores, la mayoría de ellos trabajadores del campesinado, en el ultimo
estamento se ubican los hombres y mujeres esclavos ya sean los esclavos de guerra o el
esclavo que se encuentra en esa situación por endeudamiento, en resumen se veía una
diferencia de estamentos producto de las tensiones entre el sector urbano y el rural. Esta
diferencia entre personas las podemos ver claramente en el código de Hammurrabi, por

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ejemplo, “Si un señor ha desprendido (de un golpe) un diente de un señor de su mismo
rango, se le desprenderá (de un golpe) uno de sus dientes” (código de Hammurabi,
§200) mientras que “si ha desprendido (de un golpe) el diente de un subalterno, pesará
un tercio de mina de plata” (código de Hammurabi, §201), es decir, la sanción depende
del rango de la persona que cometa la falta, de esta manera podemos ver una estructura
social.

En la sociedad egipcias también notamos dos grandes grupos diferenciados entre sí, esto
son lo pertenecientes a la elite cortesana y los pertenecientes al masa que se dedicaba a
la vida campesina. Por el lado de la elite cortesana, vemos a las personas que se
encuentran en torno al soberano, de estos destacamos, a él cortesano perteneciente al
grupo que rodea al faraón y a la familia real, el cortesano reside en la corte o en la
capital y es el proveedor de recursos humanos para las tareas de gobierno y del
mantenimiento de la administración. Se trata de un sector minoritario pero acomodado.
Se sitúan por encima de la masa campesina de la población. En los periodos
intermedios, cuando la autoridad del faraón se debilitaba por diferentes circunstancias,
esta elite es capaz de actuar de forma autónoma, logrando mantener un protagonismo
social y político como dirigentes regionales o comarcales (Sanmartín y Serrano, 1998;
203). El escriba egipcio tiene un gran reconocimiento social ya que posee la habilidad
del conocimiento de la escritura muy relacionado a la pertenencia de una estatus alto.
Otro sector muy valorado en Egipto era el del artesano, tenía un rol muy importante en
lugares como las necrópolis, su trabajo era muy valorado y bien pagado. Mientras que
del lado del sector del campesinado no se tiene mucha información dado a su
analfabetismo y poca cantidad de vestigios, pero por lo general se le tiene muy ligado a
la vida en el tierra que trabaja y como personas dependientes del templo en su mayoría.

BIBLIOGRAFÍA:

SANMARTÍN, Joaquín - José M. SERRANO, “Cap. II: El subsistema social en la antigua


Mesopotamia; Cap. II: Sociedad y Economía en el país egipcio: generalidades”, en: Ibídem,
Historia Antigua del Próximo Oriente: Mesopotamia y Egipto, Madrid, Akal, 1998, pp. 41-79,
194-214.

POSTGATE, John: “Cap. V: Grupo doméstico y familia”; en La Mesopotamia arcaica, Madrid,


Akal Ediciones, (1992) 1999, pp. 115-138.

OLIVER, María Rosa: “Indagación sobre la construcción de espacios femeninos en los


intersticios del mandato masculino en la Mesopotamia Paleobabilónica”, La Aljaba, 2º época,
2007, vol. XI, pp. 79-100.

- Fuentes: Código de Hamurabi

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TP- 1: LAS SOCIEDADES EGIPCIA Y MESOPOTÁMICA DEL IV Y III MILENIO A. C.

PRESENTACIÓN DEL TRABAJO

El trabajo se presenta en forma INDIVIDUAL, CARÁTULA, LETRA TIMES NEW ROMAN 12,
INTERLINEADO SENCILLO, MÁRGENES JUSTIFICADOS, NÚMERO DE PÁGINAS, BIBLIOGRAFÍA.

Fecha de presentación en papel: viernes 9 de septiembre.

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