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Tema: Problematización de la noción de comunidad desde una perspectiva Kuschiana.

Paredes Natalia Laura


Universidad Nacional de Córdoba. Escuela de Letras. Facultad de Filosofía y
Humanidades.
Grupo de Estudios sobre Narrativas Bolivianas
Nati_paredes13@hotmail.com

En este trabajo me propongo una problematización respecto a  la noción


de  “comunidad” dentro de la narrativa boliviana contemporánea.  Para ello, indago en el
cuento “De dónde viene la música” incluido en la antología Serenata Cósmica (2013) del
paceño Juan Pablo Piñeiro. El análisis es abordado a la luz de las nociones  teóricas
propuestas por el filósofo Rodolfo Kusch en su obra América Profunda (1986). En este
sentido, tendré en cuenta los conceptos centrales de la obra: “Ser” y “Estar”,
entendiendo al primero como la matriz de pensamiento y sistema de valores
occidentales, tendientes al dinamismo, a diferencia y en constante tensión con el “estar”
propio de la cultura andina, de carácter más estático aferrado a la comunidad y a las fuerzas
de la naturaleza. Encuentro que estas dos formas de percibir el mundo, se ven representadas
en el cuento, en donde la música, entendida como entidad, cobra real importancia en
tanto funciona como metáfora en la que se materializa esta tensión entre pertenecer y no
pertenecer a una comunidad determinada.

Palabras clave: comunidad- música- ser- estar.

1
“Somos un solo hombre que toca
porque una música lo habita.
Somos parte de algo, de un
mundo antiguo y secreto.”
Juan Pablo Piñeiro

Desde el inicio de los tiempos la música ha sido una de las primeras formas de
contacto entre diferentes comunidades e individuos dada su naturaleza de universal.
Contiene un sinfín de significaciones sin la necesidad de un código lingüístico compartido
entre quienes la ejecuten, ella constituye todo el código necesario.
Esta forma de pensar la música como entidad constructora de sentidos, en la cultura
andina se erige como elemento primordial dentro del entramado identitario. En ella, la
representación de la música cobra a su vez una doble partida. Trasciende la expresión
sonora para convertirse en una enunciado macro. No sólo se trata de compartir el momento,
el tiempo y el espacio reproduciendo sonidos (lo que en sí ya es constructivo y motivo de
vinculación) sino que además conforma un tejido de signos que a nuestro criterio, responde
a la noción de comunidad. Tal como la estamos pensando, en los conceptos de rito y fiesta
la música se constituye como elemento troncal, siendo estos, a su vez, componentes
primordiales en la configuración identitaria de estas comunidades. Es interesante reconocer
estos lineamientos en la propuesta llevada a cabo en el texto “Los sentidos de la fiesta” por
un grupo de autores, quienes sostienen que es la fiesta “uno de los espacios donde las
identidades diferenciadas se entraman, se contagian, se exhiben unas a otras para mirarse,
reconocerse y presumirse. En este enfrentamiento y encuentro a la vez, todas las
identidades son hebras imprescindibles del entramado.” (AABB: 63)
En este sentido, el cuento “De dónde viene la música” incluido en la antología
Serenata Cósmica del paceño Juan Pablo Piñeiro, a nuestro criterio vislumbra este
complejo entramado que responde a la idea de una identidad no sólo individual sino
colectiva que se erige en muchas ocasiones a través del rito y la fiesta, ya que en ellos se
ponen en constante tensión una diversidad de elementos en un diálogo continuo entre
tradición y modernidad.
La narración comienza relatando el regreso de Rolando quien ha viajado al exterior
a probar suerte con lo que mejor sabe hacer: tocar música. En el pueblo lo estuvieron

2
esperando por años, lo recibieron con una fiesta (como de costumbre) en la que toda la
comunidad fue a saludarlo. Pero éste ya no era el mismo, quien regresó ya no es quien era,
al irse se ha topado con nuevas formas de pensar el mundo, con mecanismos, valores y
códigos otros, dispares, que vienen a contrarrestar aquellos aprehendidos dentro de la
comunidad. Como ante todo lo nuevo, Rolando parece obnubilado con lo que le presenta
este ajeno mundo que ahora postula y encara como suyo, a tal punto de alejarse, desmentir
y descreer aquél que otrora le era propio.
Rolando se va a mostrar lejano y ajeno a sus hermanos, a su comunidad, no sólo
en su manera de actuar, sino, principalmente, en su modo de percibir. Se sitúa desde un
afuera, como tomando distancia, y desde esta nueva perspectiva va a ejecutar diversas
acciones contrapuestas a las esperables por sus pares; como llevarse el vaso a la boca antes
de challar o sentir vergüenza por estar panzón siendo que este es signo de abundancia,
posicionándose desde una actitud holgazana y vanidosa. Pero todo se desborda cuando le
piden que toque, cosa que durante sus largos años de ausencia todos anhelaban:
“Queremos que toque el siku. Todos extrañaban su presencia en las fiestas y
ceremonias. El soplaba con alma, complacido y completo. Con su devoción las cosechas
eran generosas.” (Piñeiro; 73- 74)
Éste les responde, primero con la negativa y luego con un contrapunto aún más
determinante: sede a tocar pero el pinquillo1. Es éste el punto culmine en la narración y para
los personajes, ya que hasta el momento los cambios del Rolando si bien sorprenden a sus
pares, no producen en ellos un real distanciamiento, pero ante la ejecución del pinquillo,
por parte de su hermano, en ese momento del año, si se produce un verdadero quiebre, se
abre una grieta. Nadie se anima a enfrentarlo, a preguntarle porqué toca el Pinquillo aunque
éste sólo se utilice para ejecutar el rito que pida abundancia en lluvias para obtener buenas
cosechas y ahora no se necesite que llueva.

1
El pinquillo es genéricamente la flauta de pico en los Andes. Es un instrumento alegre y se le
escucha en especial en la época de lluvia, en carnavales. Su nombre viene de Pink'ullu que significa
flauta o flautista en Quechua. Es prácticamente usado sólo en el ámbito rural, en conjuntos para la
danza Pinquillada.
3
Traigo a mis pensamientos al filósofo y antropólogo Rodolfo Kusch 2 quien realiza
sus planteos con una firme convicción sobre la continuidad de un pasado americano en el
presente, entendiendo que esta búsqueda indudablemente se encuentra al margen de nuestra
cultura oficial, se trata dice Kusch, del pensamiento como pura intuición. Esta intuición de
la que habla va a oscilar entre dos polos; uno que llama el ser, o “ser alguien”, propio del
pensamiento occidental, y el otro, el estar, o “estar aquí”, que considera como una
modalidad profunda de la cultura precolombina, ambas como hondas raíces de nuestra
mente mestiza. Retomo el cuento y leo “(…) no sé qué le han hecho creer para que se
olvide de todo” (Piñeiro; P. 69) y resuena en mi esta búsqueda de la que habla Kusch en la
que se intenta retornar al pensamiento como mera intuición, lo anterior a lo que nos
impusieron, aquello que se nos ha olvidado pero que constituye sin duda parte de nuestra
identidad americana. El cuento de Piñeiro desde nuestra perspectiva, materializa en los
protagonistas (Rolando y su hermano de sangre el narrador) esta dualidad representada en
la contraposición entre el que se quedó, y al hacerlo se mantiene aferrado a su comunidad y
circulo de valores y aquel que migró y al alejarse absorbe e incorpora un nuevo sistema de
creencias, una perspectiva otra que concibe formas de vincularse y códigos tan dispares y
avasalladores que le hacen tambalear y modificar sus juicios de valor o dicho en palabras
de Kusch, mutar su forma de estar en el mundo, de “estar ahí”, en una necesidad de ser, de
ser alguien.
La propuesta de Piñeiro tiene a nuestro criterio mucho que ver con la necesidad de
visualizar la esencia del “estar”, nos remonta a un pasado en las remembranzas del narrador
donde a través de distintos pasajes que éste recuerda podemos introducirnos en un nuevo
criterio ajeno, lejano del nuestro. En el cuento, la búsqueda del pensamiento por pura
intuición es encarnada en la música, la cual en la narración está representada casi como una
entidad, “(…) es una fuerza delicada y para analizarla es necesaria una concentración
absoluta.”(Piñeiro; P. 75)

2
Günter Rodolfo Kusch (Buenos Aires, 25 de junio de 1922 - 30 de septiembre de
1979), antropólogo y filósofo argentino. Obtuvo el título de Profesor de Filosofía de la Universidad
de Buenos Aires. Realizó profundas investigaciones de campo sobre el pensamiento indígena y
popular americano como base de su reflexión filosófica. Además escribió varias obras teatrales y
una amplia colección de artículos y conferencias sobre estética americana.

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Se trata de una presencia que te atraviesa y en la cual uno es tan sólo el ejecutor.
“La música no se da así nomás, la música cuesta” (Piñeiro; P.75) dice el narrador
recordando el momento en que él y el Rolando fueron en búsqueda de la música, pero fue
ella la que los encontró.
El hecho de que Rolando decida ejecutar el pinquillo desencadena y materializa esta
tensión vibrante entre dos disimiles sistemas de valores. Rolando no sólo está provocando
con su accionar sino que también lo hace a través de la palabra, descreyendo y
desmintiendo aquello que forma parte de las creencias más intrínsecas de su comunidad;
“(…) no pasa nada por tocar o no tocar, siempre la época de lluvia es la que llueve, y eso
pasa aunque no se toquen los instrumentos. (Piñeiro; P.74) Invadido por lo impuesto,
Rolando no solo va contrariar aquello que se erige como innato del pensamiento de su
comunidad y de la cultura andina en general, sino que irá más allá, tachando a esta forma
de percibir como simple superstición. Y es aquí donde la tensión cultural se hace visible, ya
que Rolando encarna el pensamiento occidental por excelencia en la que la mirada del otro
no es tenida en cuenta y por el contrario es concebida como inferior.
Ante la confrontación de ideas y códigos demuestran los personajes diferentes
salidas. Para el narrador las respuestas están siempre ahí, en el pasado, donde pequeños
fragmentos de tiempos similares a las semillas se esparcen en la galaxia para retornar en
algún momento y cumplir un ciclo paralelo. El pensamiento indígena retorna a la
naturaleza, toda su vida se encuentra ligada a las fuerzas de ésta y su cosmogonía se vea
afectada y regida por ella. Encambio, el pensamiento occidental opera desligándose de lo
natural, la naturaleza le es ajena, externa a su mundo. Estamos ante dos caras de la misma
moneda, una donde se contempla el acaecer del mundo como una fuerza autónoma, de ahí
su carácter más estática ligado a las fuerzas de la naturaleza, que se carga de contenido al
apelar a esa conexión, a su tiempo y proceso cíclico, y otra que se caracteriza por un
dinamismo que lejos de contemplar el mundo lo afecta y modifica, creando ciudades que
imiten a la naturaleza. No busca conjurarla, sino que ante el miedo a su fuerza crea muros
que lo aíslen de ella, creyendo, de este modo, eludir el caos.
La cultura occidental obliga al otro a descentrarse como sujeto social y cultural y
adoptar otra cultura, tal como le sucede al personaje del cuento, que al toparse con el
pensamiento occidental va a incorpora este sistema de valor en el que no se tiene en cuenta

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la perspectiva del otro y por ende es plausible de ser negada. Encambio, la cultura regida
por el estar, lo tiene en cuenta, busca el equilibrio, no elimina al otro, sino que incorpora al
sujeto como actualización del rito. Así, el rito aparece como elemento constituyente dentro
del entramado identitario, tal como enuncian un grupo de escritoras en el artículo que
titulan “la fiesta como paso al poder cholo” 3; “los pueblos andinos de Bolivia se
autodefinen como armónica y continuamente ligados a su entorno, donde hombre, tierra y
animal viven en constante equilibrio y concordia. Se observa la configuración y visión de
su mundo mediante la canonización y sacralización de sus cultos religiosos expresados
ritualmente en el conjunto más antiguo de celebraciones religiosas también llamadas
‘costumbres’ ”. (Huanca, Et. Al., 2010.)
El ritual lo más antiguo y la música parte primordial de éste, proponen un cruce que
lleva a la raíz, el retorno a la comunidad, a la tradición, a lo ancestral, es decir al “mero
estar” o el pensamiento seminal (haciendo referencia a la semilla como fuente creadora de
vida) del que habla Kusch.
Aunque estas culturas tengan perspectivas diversas de la realidad, no existe entre
ellas gran distanciamiento ya que ambas participan de un mismo miedo original al que le
dan distintas soluciones. En este sentido, si bien los dos polos se vislumbran como
contrapuestos, ambos configuran nuestra identidad americana. Es justamente en la
constante tensión entre estos dos modos de enfrentar al mundo, donde habita la riqueza del
sujeto americano.
En América Latina esta tensión de la que venimos hablando se materializa en
nosotros mismos. Lo que le sucede al personaje de Rolando no es más que lo que nos
sucede a todos los americanos, dada nuestra mezcla cultural nos terminamos constituyendo
en nuestros propios otros, somos el estar y el ser a la vez. Entender al otro es la primera
forma de conocerse a nosotros mismos, de lo contrario estamos ante un vacio intercultural.
El pensamiento como intuición no es algo ajeno y es al que tenemos que volver para
poder emanciparnos del pensamiento occidental. Con convicción, podemos buscar en
aquello que éramos y hemos olvidado, la esencia que reflexione sobre nuestra condición
humana pero bajo nuestros propios parámetros y no mediante unos impuestos que

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responden a estructuras que no nos representan, que nos son ajenas. En la creación de un
pensamiento propio, autentico, encontraremos la verdadera identidad americana.
“Lo perdono porque ahora sé que no ha olvidado de donde viene la música”
(Piñeiro; P.79) enuncia hacia el final del cuento el narrador haciendo referencia a su
hermano quien llora disculpándose porque luego de tocar el instrumento inapropiado se
produce el rito, la magia, y llueve. Está frase nos hace pensar que eso que creemos perdido
habita en nosotros, no es viejo sino olvidado, se trata de ese pensamiento fuera de la norma,
de la lógica, aquel encarnado desde la naturaleza y su fuerza, el pensamiento como pura
intuición al cual siempre podemos retornar a través de la música.

Bibliografía

 ARDAYA MORALES, Soledad; DE URIOSTE BEJARANO, Lucia;

MOLINA ERGUETA, Mary Carmen; TICONA VACA, Iris; “La fiesta: el

tejido de los cuerpos” en La Fiesta Popular: Espacio de continuidades,

creación y recreación. Exploración multidisciplinaria de un fenómeno

7
paceño esencial. Colección: Fiesta Popular Paceña. Tomo V: Fiesta y

literatura. Convenio UMSA- ASDI/ BRCTB. Departamento de

Investigación Social – DIPGIS. La Paz- Bolivia; 2010.

 HUANCA, Ana; HUARACHI, Patricia; VILLA LAURA, Patricia; “La

fiesta como paso al poder cholo: Aproximaciones desde la narrativa” en La

Fiesta Popular: Espacio de continuidades, creación y recreación.

Exploración multidisciplinaria de un fenómeno paceño esencial. Colección:

Fiesta Popular Paceña. Tomo V: Fiesta y literatura. Convenio UMSA-

ASDI/ BRCTB. Departamento de Investigación Social – DIPGIS. La Paz-

Bolivia; 2010.

 KUSCH, Rodolfo; “América Profunda”, Editorial BONUM S.A.C.I.,

Buenos Aires, Argentina, 1986.

 PIÑEIRO, Juan Pablo; “Serenata Cósmica”, Editorial Gente Común,

Bolivia, 2003.

 REZZÓNICO, Sabrina; “Magia en América. Revisitando el pensamiento de

Rodolfo Kusch” en Silabario Literatura, Arte y pensamiento

Latinoamericano contemporáneo: hacia una nueva configuración de

Latinoamérica; Revista de Estudios y ensayos Geoculturales; Año XVII-

Numero 17/18; 2015. Pp. 207 a 216, 2015.

 SPEDDING P., Alison; “Religión de los Andes. Extirpación de idolatrías y

modernidad de la fe andina.” Ed. Instituto Superior Ecuménico Andino de

Teología ( ISEAT), La Paz- Bolivia, 2008.

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