El análisis de la oferta sirve para evaluar los puntos fuertes y débiles, la capacidad que tienen los elementos funcionales de una ciudad para satisfacer los requisitos básicos de competitividad, habitabilidad, sustentabilidad entre otros aspectos urbanos. Esto quiere decir, que este análisis explora el sistema urbano desde el lado de la oferta, para de esta manera determinar si una ciudad puede ser más competitiva, habitable sostenible, etc. Conceptos de debilidad y fortaleza en el ámbito urbano Todos los análisis de la oferta urbana son una relación entre los puntos fuertes y débiles, que tienen los elementos funcionales de una ciudad analizada con respecto a sus requisitos básicos de competitividad, habitabilidad, sostenibilidad, etc. Se dice que una ciudad no tiene que corregir sus puntos débiles, así como tampoco tiene que potenciar sus puntos fuertes, si estos no son relevantes para satisfacer los requisitos básicos que en verdad son necesarios. Lo que se debe de hacer es profundizar en los puntos débiles y fuertes que más puedan afectar al desarrollo socioeconómico y espacial de la ciudad. Requisitos básicos que ha de cumplir la oferta urbana Dentro del modelo de una ciudad que se este estudiante existe unos requisitos básicos que se deben considerar puntos de referencia en el proceso de planificación estratégica de cualquier urbe. Primero está el requisito de la competitividad, que se entiende como el esfuerzo que realizan las ciudades para desarrollar las capacidades productivas y mejorar la calidad del entorno. En segundo, está el requisito de la habilidad, que se define como el nivel de bienestar de la sociedad y calidad de vida que tiene una ciudad en relación a sus habitantes. Como tercer requisito, tenemos el de la sostenibilidad, que es la capacidad de una ciudad de satisfacer sus necesidades socioeconómicas, pero sin descuidar y poner en peligro el futuro del medio físico, el urbano y el entorno natural. El último requisito es el de gobernabilidad, que trata de que la ciudad debe sumar a la acción de gobierno tradicional la entre las administraciones públicas, la entre los agentes públicos y privados. Componentes básicos de la oferta urbana Los componentes de la oferta son los elementos del sistema funcional urbano de los cuales se puede actuar directamente o, en otras palabras, pueden ser manipulables de manera fácil, a diferencia de los componentes de demanda y de entorno. Los componentes básicos de la oferta a los cuales se les toma más en cuenta son: La estructura social, las actividades productivas, sistemas de transporte, Sistemas de telecomunicaciones, medio ambiente, la calidad de vida y el apoyo público.
Proceso de análisis de la oferta urbana
Este análisis es más difícil de hacer y se necesita mayor esfuerzo por parte del equipo de trabajo para realizarse. Los pasos para realizar este análisis son los siguientes: Paso 1: Identificación y jerarquización de los requisitos. Este paso consiste en identificar los requisitos de competitividad habitabilidad, sostenibilidad y gobernabilidad que debe cumplir la ciudad. Paso 2: Determinación de indicadores y estándares. Este paso consiste en determinar una serie de indicadores de rendimiento de acuerdo a sus estándares, para de esta manera estimar sus grados de cumplimiento. Paso 3: Análisis de gabinete más entrevistas. Este paso consiste en analizar el grado de complimiento de los requisitos por parte de los elementos de la oferta urbana. Paso 4: Contraste mediante “grupos de trabajos”. Consiste en contrastar informes sectoriales con distintos expertos mediando organización de grupos de trabajo. Paso 5: Evaluación de los requisitos. Es la evaluación de los requisitos de cada elemento de la oferta urbana analizada.
Análisis del ciclo de vida de los sectores productivos
En 1965, Theodore Levitt publicó un artículo titulado “exploración del ciclo vital del producto, que se convirtió en una referencia muy importante para el marketing empresarial. En el artículo, se toma de la biología el ciclo vital de los seres vivos y se adapta, pero al ámbito empresarial, creando de esta manera un modelo del ciclo de vida, pero de un producto de consumo. Este ciclo tiene cuatro principios: 1. Los productos tienen una vida limitada. 2. Las ventas de un producto pasan por diferentes etapas, y cada una plantea nuevos desafíos para el vendedor. 3. Los beneficios de un producto aumentan y disminuyen según la etapa del ciclo de vida. 4. Los productos requieren diferentes estrategias en cada una de las etapas del ciclo de vida en que se encuentren. INSTITUTO TECNOLOGICO DE LOS MOCHIS