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BUDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
000
FERRER DE NAVAS
0000000000
MANUAL
DE
DE .
DERECHO ROMAITO ,
QUE COMPRENDE LA TEORIA DE LA INSTITUTA,
PRECEDIDA.
TRADUCIDO AL CASTELLANO
vil' 7 "
UADIUD, 1847.
IMPRENTA DE DON JOSE MARIA ALONSO, cbttiU'.
Saíon del Prado, número 8.
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OLE COMPRENDE LA TEORIA DE LA MSTITUTA
TRADUCIDO AL CASTELLANO
laa concordancias y
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V.
UADR1D, 1847.
DESECHO EOMAMO
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DERECHO ROMANO ,
QUE COMPRENDE LA TEORIA DE LA INSTITUTA
PRECEDIDA
POR # . WACKELDEY .
TRADUCIDO AL CASTELLANO
y anotadas las concordancias y diferencias entre la legislacion españo
la y la romana,
POR
MADRID , 1847.
IMPRENTA DE DON JOSE MARIA ALONSO, editor.
Salon del Prado, número 8.
i. SU Uh
las obras de derecho Romano que han visto la luz pública en
nuestros dias , hay pocas que puedan competir en reputación con
el Manual de derecho Romano escrito por F. Mackeldey. Su brevedad,
precisión y abundancia de datos , le hacen recomendable especial
mente como obra elemental, de que tanto tiempo há carecemos;
porque las antiguas, aun cuando sean muy a preciables, no pueden
estar al nivel de la ciencia después de lo adelantado en ella de veinte
años á esta parte, merced á los descubrimientos de testos y escritos
ignorados, que han esparcido nueva luz sobre lo que antes era oscuro
y dudoso , han revelado hechos desconocidos y desterrado muchos
errores admitidos por tradición. Tales son entre otros : la repúblico
de Cicerón , las instituciones de Gayo, los fragmentos vaticanos, el
Lydo sobre los magistrados y las constituciones del código Theodosiano
que se han vuelto á encontrar. Mackeldey, reuniendo con acierto cuan
tas noticias pueden recogerse en otras obras no menos célebres, añade
el mérito de la concisión, el tino en la elección y la claridad tan
necesaria en este género de tratados: no es pues estraño que inme
diatamente se adoptara por testo en las universidades de Alemania,
patria del autor; que se haya traducido en Francia, generalizándose
su uso en España , donde también el gobierno de S. M. la acaba de
adoptar por testo. Ya anteriormente se habian repetido las ediciones
de la obra de Mackeldey en los tres idiomas mencionados ; lo cual
es prueba clara é irrefragable de su general aceptación.
Y ciertamente no podia ser de otro modo; oigamos sobre este
punto al sensato Eduardo Laboulaye en su prefacio á la historia del
procedimiento civil romano escrita por Walter. «Que la Alemania,
• dice, se ha mostrado menos desdeñosa que la Francia, no hay
• nadie hoy que lo ignore. Se sabe que el derecho romano ha sido
• objeto en aquel pais del mas profundo estudio. Los nombres de
• Hugo, Haubold, Mulembruch, Schilling, Schrader y Zimmern,
• empiezan á sernos familiares; y si no se opusiera la dificultad de un
• idioma poco estendido en Francia, Savigny, seria tan popular entre
• nosotros, como lo fué ese otro Alemán que reinó sin rival en nues
tras escuelas; hablo de Heinecio.
• En vista de sus trabajos, cuando hallamos que la ciencia se
»ha recorrido ya y sondeado en todas direcciones ¿qué nos resta
•que hacer? ¿Volveremos á empezar, cerrando los ojos ante los
• resultados obtenidos, un estudio largo y sério, á riesgo de rehacer
• el tamino andado, ó bien por un medio mas breve, nos apoderara -
• mos del trabajo Alemán , colocándonos de golpe á la altura actual
• de la ciencia para proseguir desde allí , si aun es tiempo, tras
• de lo que puede haberse escapado á los penetrantes ojos de nues
tros rivales? El primer método es lento, difícil y ademas inseguro,
• porque depende completamente del mérito y talento personal del
• autor; el segundo es mas cierto, porque solo exige la mediana
• capacidad de un traductor.» Lo mismo podríamos repetir en
España.
Pero la principal ventaja de la traducción que ofrecemos , es la
concordancia y diferencia entre las leyes patrias que citaremos al
pie de cada pasage, y las romanas que le sirven de apoyo ; pun
to olvidado en las ediciones de Mackeldey que hasta hoy conoce
mos, y sobre el cual hizo una espresa recomendación el plan de
enseñanza.
También hemos creído útil añadir una parte original aunque
sucinta á la historia del derecho romano , cuando con referencia á
España la trata el autor, por tocarla este muy brevemente, y ser de
masiado interesante á nosotros, para que dejemos de.indicar lo que
él ha omitido.
Respecto á la abundancia de notas , creemos poco acertado el
stodo de suprimir las que parecen inenos importantes á juicio del
que las publica ; lo primero porque hasta cierto punto se defraudan
los deseos del autor y los lectores , quitando á aquel garantias de su
opinion , que juzgó indispensables puesto que las emplea , y á estos
noticias que pueden necesitar en casos dados, y nada turban desen
tendiéndose de ellas en los menos precisos ; segundo , porque solo
las citas de la presente obra , constituyen una escelente bibliografía
de la ciencia , que deben conocer los que á ella se dedican . Por
consiguiente , las dejamos intactas , y solo omitimos algunas de es..
critos en idioma aleman , por ser este poco conocido en España ; pero
todavía cuidamos de que queden los autores de nombradía , ó los que
aluden á pasages de marcado interes.
Estas breves manifestaciones bastan para demostrar el esmero
con que hemos procurado llevar a cabo nuestra empresa , y lo que
hemos meditado acerca de ella antes de empezar la publicacion de
estos elementos ; creemos pues escusado encomiar su utilidad bien
conocida ya entre nosotros , y mayor ahora con las ventajas que
ofrecemos. Tampoco nos hemos de estender en alabanzas personales
que sobre sentar mal, vienen a ser inútiles cuando el mérito del
trabajo las desmiente , y mucho mas cuando no las necesita .
INTRODUCCION
AL ESTUDIO
otras, sededuce especialmente de la 15. tit. 14 . Part. III y 13 . tit 17 . lib . 10 . Nov. Rec.
Bibliografía de esta materia : Chabot de l' Allier , Questions transiloires. Pa
ris 1809. Tom . II — Blondeau. De l effect retroatif des lois — Meyer , Principes
sur les questions transitoires. Amsterd. 1813 . - F .'Smits Verbung. Diss . de lege
in prælerilum non revocandu . Lugd. Bat. 1823 — N . D . Simonis Diss . de leg .
jur. civ . hand relrolrahendo. Leodii. 1826. — Merlin Repertoire universel.
Tom . XXVI, en la palabra (v . ) Effect retroactif.
Diccionario de legislacion y jurisprudencia por D . J.Escriche, 2.a edicion , tomoI.pal.
Efecto retroactivo.
(9 ) Los romanos consideraron ya de esta manera el derecho positivo. Quin
tilianu Inst, orat. lib . V . cap. 3 . dice: «Pleraque in jure non legibus sed moribus
constant. - Fr. 32. pr. D . I. 3 . » De quibus causis scriptis legibus non utimur ut
custodiri oportet quod moribus et consuetudine inductum est. -- Fr. 35 . ibid .
«Sed et quæ longa consuetudine comprobata sunt, velut lacita civium conventio
non minus quam ea quæ scripta sunt jura , servantur. - Fr. 40 ibid : « Omne jus
aut consensus fecit , aut necesitas constituit, aut firmavit consuetudo. -- V. Co
dic . VIII, 53.
(10) Cic. de inventione. II. 22. «Consuetudinis jus esse putatur id quod vo
lumtate omnium sine lege vetustas comprobavit.» - Ulpiano fr. pr. §. 4. «Mores
sunt tacitus consensus populi, longa consuetudine inveteratus. “
aCostumbre es derecho ó fuero que non es escripto, el cual han usado loshomesluengo
tiempo ayudándose dėl en las cosas et en las razones sobre que lo usaron . Ley 4 . tit. 2. Part. I.
(11) § . 9 . Inst. I. 2 . «Ex non scripto jus venit quod usus comprobavit. Nam
dinturni mores consensu utentium comprobati legem imitantur. » - -Fr. 32 . § . 1.
D . I. 3 . « Inveterata consuetudo pro lege non inmeritó custoditur ; (et hoc est
jus quod dicitur moribus constitutum ). »
Pr. II. 4 y 6. tit. 2. Part. I.
(5 )
mente desarrollándose , y el curso del tiempo introduciendo muchas
variaciones (12 ), en su aplicacion práctica , el precepto mas moder
no , aun cuando solamente dimane de la costumbre , es preferido al
anterior ; lo cual se espresa en la regla lex posterior ó mejor dicho,
jus posterius derogat priori) (13) .
. $.8. 4. Del derecho público y del privado .
C
(16) Nunca so llamó entre los romanos obligalio lo que nosotros entendemos
comunmente por deber y obligación en general; y sí solamente una especie par
ticular de derecho (los créditos y deudas) .
(17) Los romanos no tenían palabras exactas para distinguir los deberes per
fectos de los imperfectos, pues ambos so comprendían en la de ofjkcium. Para
(7)
■
|. U. 5. Derechos perfectos é imperfectos.
PRIMER PERIODO.
(13 ) J. A . Sneither. Diss. qua loca é Plinii junioris scriptis, quæ ad jus
civile perlinenl recensentur et illustrantur. Groening . 1827 .
( 14) Joannes Laurentius Lydus. Demagistral. reip. Rom . libri III. edit 70 .
Dom . Fusü . Lugol, Bat. 1812. - J . D . Fusiï ad Hassium epist. in qua Lydi
texlus et versio enmendatur , loci dificiliores illustrantur. Leodii. 1820 .
• ( 15 ) Gibbon . History of the decline and fall of the Roman empire; cap. 44 ,
el cual contiene una ojeada sobre la historia del derecho romano . Fué tradu
cido al francés por Mr. Guizot bajo el título de Precis á lhist. du droit ro
main par Gibbon . Liege. 1821. Nos parece que esta historia de Gibbon está
traducida al castellano.
( 12 )
mo, el gobierno del Estado, y el dominio esclusivo de las tierras
ager públicus; y los segundos el resto de la poblacion libre. Estos
últimos eran al mismo tiempo clientes de un patricio á quien esco
gian por patrono; al paso que los primeros, no dependiendo de na
die , eran ciudadanos libres y propietarios . En un principio , los
plebeyos no eran mas que simples defensores del nuevo Estado , sin
que gozasen de ningun derecho político , y estaban por consiguiente
escluidos del gobierno y de la participacion en las tierras ( 16 ). Pa
rece ademas que unos y otros se diferenciaban entre sí, no sola
mente por su estado , sino tambien por su origen . Así es que en
los primeros tiempos , aunque bajo un mismo gobierno, tenian sin
embargo distintas costumbres y derecho. A la cabeza del Estado
se veia un gefe de eleccion vitalicia con el título de Rey ; en virtud
de él gobernaba al senado, compuesto entonces solamente de patricios.
El poder legislativo residia en el pueblo y era ejercido por él en las
asambleas llamadas comitia . El Rey y el senado tenian el derecho
de proponer las leyes legem ferre (17) sobre que habian de votar
los comicios ; en un principio , es decir, hasta la espulsion de los
reyes , y primer consulado , por curias compuestas esclusivamente
de patricios; despues por centurias, en las que fueron admitidos los
plebeyos , quienes adquirieron entonces alguna importancia , par
ticipando del poder legislativo (18 ) . El proyecto no se consideraba
como ley obligatoria lex curiata , centuriala , hasta que el pueblo
le aprobaba en comicios (19). Las antiguas leges curialce (20 ) fue
ron , segun se dice , reunidas por un tal Sexto ó Publio Papirio Pon
tífice Máximo en tiempo de Tarquino, último rey de Roma (21) .
Servius ad Virgil. Æneid. XII. 856. Es probable que Papirio solo compilase
las leyes relativas al culto ; ó que su obra no fuese mas que un libro de fór
mulas, propio para los sacerdotes. En tiempo de Julio César, escribió Granio
Flaco un comentario á esta obra ; (de indigitamentis) , Daunou sur le droit Pa- .
pirien dans la Themis. tom . V . p . 281– 2 . Salverda Disp. de jure civile Papiria .
no. Græning. 1825 .
(22 ) Hoffman los ha insertado en su historia juris, t. II. p. 1.
(23 ) Tit. Liv. II. 32 , 33.-- Aug. Ferd. Soldan. comment. de orig . causis et
primo tribunorum plebis número. Hannoviae . 1825 .
( 24 ) Por esu Cic . contra Rullum II, 6 . lama al tribuno «presidem libertatis
*custodemque .»
( 25 ) Dion . Halyc. VI. 90 . - Gell. XVII. 20. - Varro de ling . lat.IV. 14 . --
( 14 )
dos de la magistratura suprema y hasta el tiempo comprendido en
el segundo período no obtuvieron el consulado , ni los cargos de
ediles , la dictadura , la censura , la pretura , y por último el pon
tificado,
$ . 23. De las XII Tablas.
2 .° Los plebiscitos eran las leyes votadas por los plebeyos en los
comicios por tribus á propuesta de uno de sus tribunos (36 ) . Así es
que no obligaron sino á aquellos , hasta que los cónsules Horacio y
Valerio (a . u . 305 ) hicieron pasar una ley, ut quod Tributim plebs
jussisset, populum teneret , la cual fué renovada y confirmada des
pues ( a. u . 416 ), á propuesta del cónsul Publicio , ut plebiscita om ,
nes quirites tenerent; y por último, á la del dictador Hortensio (a . U .
465) (37):
S. 28. 3. Senatusconsulta.
· A . Nociones generales.
El derecho consuetudinario , ó de costumbre , se formó de diver
sos modos, y por lo que hace al derecho privado fué incomparable
mente mucho mas importante que las fuentes de que acabamos de
hablar . Comprendia las mores majorum , ő ese derecho que tenien
do su origen en los usos y costumbres de los antepasados , se
habia transmitido de estos á sus descendientes (42); la costumbre,
consuetudo , ó derecho que siempre subsistió como opinion popular
y costumbre ; por último, las cosas juzgadas , auctoritas rerum perpe
luo similiter judicatarum , ó derecho que se forinó de las sentencias
que los jueces habian dado en casos semejantes (43 ) . Los pretores
y otros magistrados superiores con sus edictos, y los jurisconsultos
por su ciencia y práctica, ejercieron ya en este período el mayor in
flujo sobre la confirmacion de la costumbre y la perfeccion á que
progresivamente iba llegando el derecho. Esto merece alguna anes
ti
plicacion . . ! ?
. $ . 30. B . Edicta magistratuum . : ...
1. De los pretores . . .
* Al principio los reyes, y despues de ellos los cónsules, ejercieron
el poder judicial (44 ) ; pero en el año 387 ( u . c.) se creó un ma
gistrado especial encargado de administrar la justicia civil , quien ,
elegido primero solamente entre los patricios y despues tambien en
tre los plebeyos (desde el año u . c. 418 ) , tomó el nombre de pre
tor urbanus (45 ) . Pero como este juez no fuere competente , sino
cuando entrambas partes contendientes eran ciudadanos romanos, y
cada vez fuera aumentándose mas en Roma el número de estrange
ros , se creó en el año u . c . 508 otro pretor para que juzgase las
causas de los estrangeros entre sí , ó de estos con los romanos ( in
ter cives et peregrinos jus dicebat); por esto se le llamó prætor pere
(40) Teoph . Paraph. ad §. V . Inst. I. 2 . "
(41) En este caso no habia senadoconsullo , sino señalus auclorilas, Cic.
ad Div . VIII. 8 . - Tit. Liv . IV . 50 , 56 , 57. - Gell. XIV . 7 . ishte ;
(42 ) Frag. 1 , D . XXIV . 1. - Frag . 2 . pr. D . XXVIII. 6 . - Gic . Topic. cap. 5 .
(43) Frag. 38. D. I. 3.
( 1) Frag. 4. 16, D. I. 2. Tít. Liv, I. 26 ; II. . . . . 27
(45) Tit. Liv. VÍ 49; VII. A ; VIII. 5. H . Ph. M . Huys. Van Beerembrok.
Dissert. de præloribus. Leodii 1826 .
( 18 )
grinus (46 ). El cargo de pretor no duraba mas que un año. En los
municipios de Italia , las autoridadesmunicipales ejercian la jurisdic
eion civil , y en las provincias los presides provinciæ . Posteriormen
te , con especialidad desde el reinado de Adriano, desempeñaron este
cargo hombres entendidos en el derecho , juridici.
$. 31. 2. Edicta prætorum (47).
(76) App. I. 21, 23, 34, 35 al 39, 49 33, 64 al 67.— Plut. C. Gratch. 5. 8.
Por esta razón el derecho romano se estendió de pronto por toda Italia.
(77) App. I. 22, 35. -Plut. T. Gracch. 16; C, Cracch. V. Pompejus, 22.
(78) Pues tenia la pótenlas Tribunitia el Proconsvlare imperimn, era Impera-
tor, Prafectus morwn , Pontifex Maximus, y muchas veces también Cónsul.
(79) • Tacit. Ann. 1. 1. y stg.
(24 )
civiles que turbaron al Estado á los principios de este período (80 ) .
Entre aquellas hay muchas de grande importancia entonces, y aun
mucho tiempo despues, para el derecho civil (81), las cuales han sido
comentadas por los jurisconsultos clásicos (S . 44 ). Mas segun fué
creciendo el poder de los principes, durante el curso de este período,
fueron siendo mas raros los decretos populares, tanto que hacia el
fin de él, ya no se mencionan para nada.
$. 38. 2. Senadoconsultos.
(80) Corruplissima republica plurimæ leges dice Tacit. Ann. III. 27.
(81) La mas notable en este período respecto al derecho civil, es la lex Julia
et Pappia Poppæa. V. Jac. Goth . quatuor fontes jur. civ.- - Heinn . comm . ad
leg. Jul. et Pap . Pop . Amsterd . 1762 . - J . J . Keuker diss . de rest. legis Jul, et
Pap. Pop. Leodii 1830 .
182) Por eg. el Scto . Silaniano en tiempo de Augusto ; el Veleyano en el de
Claudio ; el Trebeliano en el de Neron y el Þegasiano en el de Vespasiano.
(83) Por eg . muchos Sctos. en tiempo de Claudio ; el Neroniano ; véase
tambien Fr. 8 . Ď . II. 15 . - Fr. 3. D . XXIV . 1 .- Fr. 52. § . 10 , D . XVII. 2 .
Fr. 1. D . XX . 2 .
(84 ) El Scto . Macedoniano tomó su nombre de un tal Macedon que mató á
su padre por contentar á sus acreedores. - Theoph . ad § . 7 . Inst. IV . 7. - Fr. 1.
D . XIV . 6 . Sin embargo esto no sucedió mas que en el caso referido.- Hugo,
loc, cit.
nes principum (85 ), y como en la época que describimos se apelaba
á los emperadores del fallo de los tribunales ordinarios, muy pronto
tuvieron necesidad aquellos de establecer un consejo compuesto de
altos funcionarios y de jurisconsultos, al cual remitian los negocios .
para que diese su dictámen y resolucion . Dicho consejo tomó el
nombre de auditorium principis (86 ) , y fué en breve el tribunal su
premo del Estado. Los fallos y decisiones que pronunciaba en nom
bre del emperador sobre cuestiones de derecho, se llamaban decreta ,
y las contestaciones que dirigia , bien a particulares, o bien á fun 0015013103
ITortoas Bidel oto
cionarios públicos , rescripta . V (28 ) oitos
9. 40. 4. Edicta prætorum .
4 .° Los edictos de los pretores modificaron asimismo el dere
cho: porque en Roma los pretores y los ediles, como los procónsu
les y propretores en las provincias, continuaron publicando durante
este período el edicto que acostumbraban antes al empezar sus fun
ciones. Mas permitiéndose algunos salir arbitrariamente y segun sú
capricho de las reglas que habian fijado, Cornelio, tribuno de la plen
be , propuso ( a . u . 687) una ley que mandaba : ut prætores ex
edictis suis perpetuis jus dicerent (87) . A pesar de tal medida, toda
vía los edictos se vieron espuestos á variaciones, si bien no tan fre .
cuentes como habian sidons 3 0269-19 900g Sinq onlaust
$. 41. De los trabajos sobre el edicto Pretorio. ' : D
Opilio . , . , .
..6 ... Los trabajos de los sábios sobre el derecho y sus escritos en
este período , contribuyeron no poco al cambio que sufrió aquel, por
que el estudio del derecho civil, auxiljado de la filosofía y literatura
griega, llegó muy pronto al apogeo de su gloria . Los jurisconsultos
inas profundos de Roma que vivieron entonces, guiados por su ta
lento,claro y penetrante , marcharon á grandes pasos en la carrera
de la ciencia llevándola hasta la perfeccion . Por eso hay coslumbre
de llamarlos jurisconsultos clásicos. Sus escritos encerraban noticias
é inyestigaciones que nada dejan que desear acerca de las fuentes
del derecho; y gozaron de tanto prestigio que las decisiones de los
tribunales se arreglaban á su doctrina, ya porque a veces ocupaban
los destinos mas honrosos , y ya porque en la aplicacion que se hacia
á la práctica, de las XII Tablas y el Edicto , no podian pasar sin el
auxilio de sus aclaraciones y esplicaciones científicas. De sus escri
tos se formaron mas adelante las Pandectas por órden del emperador
Justiniano ( 103) .
(99 ) Desde el tiempo de Augusto hasta el de Constantino, y aun hasta el de
Justiniano, los jurisconsultos fueron llamados juris auctores ó conditores, quizá
por contraposicion á los veleres. V . Justiniano en el § . 4 . Const. Deo auctore.
( 100) "Gai. I. 7. Cfr. § . 8 . Inst. I. 2. y Teófilo ad . 9 . ibid.
101) En vista del fr. 2 . . 47. D .'1, 2,
(102) V . á Hugo loc. cit.-- A . C . Holtius. De auctoritate Iclorum romano
• rum . Amstelodam . 1822. - Du Caurroy Sur les responsa Prudentum . Themis
tom . II y VII .
( 103) . Heaquí el testimonio de Leibnitz sobre estos jurisconsultos y sus es
critos. « Dixi sæpius post scripta geometarum nihil exstare quod vi ac subtilitate
cum romanorum jurisconsultorum scriptis comparari possit; tantum nervi inest,
te worden 3, 48. Jurisconsultos célebres antes de Augusto. (104). . .
Los jurisconsultos mas célebres de esta época antes de Augus
to (105 ) son': Q . Mucio Scevola (106 ) , Aquilio Galo , M . Tulio ,
Ciceron (107 ) , Servio Sulpicio Rufo (108 ) , Alfeno Varo, ( 109) ,
Ofilio, Trebacio Testa (110), Cascellio ( 111) , Tuberon (112 ) , Elio
Galo (113), Granio Flaco (114 ).
29 S. 46. Escuelas y seclas de jurisconsultos desde Augusto .
de esto á Haubold , loc. cit. p. 272. - Hugo , loc. cit. p . 902. - Ultimamente ha .
sido retocado y publicado por F . Ad . Schilling, Diss. cril. de fragmento juris Ro
mani Dosilheano denuo greece et latine edilo Pars prior, Leips. 1819. La prime
ra parte contiene un exámen critico del testo , la segunda debe ser su esplicaciun .
Nodebe confundirse con este fragmento : Dosithei magistri lib . III continens
Adriani imperatoris sententias el epistolas, que se halla tambien en Schulting,
p . 855 , y vale poco.
2 .• El segundo se llama Fragmentum veleris Icti de jure fisci. Pocos años há
que se encontró en Verona con el Gayo ; se publicó con la obra de este último.
Zimmern R . G . !. I. p . 26 .
3.° El tercer fragmento apareció con el tílulo de : Fragmentum græcum de
obligationum causis et solulionibus, imprimis de stipula !ione aquiliana ab Ang.
Maio nuper in lucem prolractum , iterum edid . el brevibus annol. illustr . Chr.
Gl. Haubold ; Leips. 1817 , et in ejusd . Opusc. ed. Wenck et Stieber , vol. II.
p . 347.
(131) Hugo , p. 962 á 1109.
. ( 35 )
La confusion llegó a su colmo, cuando bajo el reinado de Va
leriano (250 - 260 ) , cayeron sobre las provincias romanas los pue
blos de la Germania , los alemanes , los francos , los godos y los
hérulos. Cierto es que Diocleciano dió algun vigor al imperio (284 ) ,
pero tambien en su tiempo comenzó á dividirse . Constantino (306
507) reedificó la antigua Bizancio que por su aumento y belleza
tomó de él su nombre de Constantinopla ; la elevó a segunda ciu
dad del imperio y trasladó á ella la corte. Desde entonces empezó
á dominar la religion cristiana, y la lengua griega desterró cada
dia mas del Oriente al idioma latino. Estos dos acontecimientos tu
vieron por necesidad grande influencia sobre el derecho roma
no (132). Partiose de nuevo el imperio entre los hijos de Cons
tantino , y mas adelante los hijos de Teodosio le volvieron á divi
dir. Arcadio gobernó en Oriente y Honorio en el Occidente , 395 :
y aun cuando se arreglasen á esta division , sin embargo , en fuer
za de los ataques cada vez mas violentos de los bárbaros, que ape
nas podian resistir los débiles emperadores de Occidente , se rin
dieron las provincias romanas y fueron sucesivamente ocupadas.
Alarico , rey de los visigodos, atacó á Italia en los principios del
siglo quinto y saqueó á Roma. Los alanos , los vándalos y los sue
vos cruzaron las Gálias apoderándose de la Península al otro lado
del Pirineo , y pasando de allí al Africa : los francos, borgoñones,
y ostrogodos se derramaron por las Galias , la Helvecia y las ribe
ras del Rhin : la Gran Bretaña fué patrimonio de los sajones, y Atila ,
cayendo sobre los Galos hácia el año 450, con sus devastadores
hunos , amenazó al imperio de Occidente con su próxima ruina .
La corte de Constantinopla se veia obligada á presenciar en silencio
aquellas tempestades que se cuajaban en Occidente ; siu propia de
bilidad , y mas aun su política egoista , la impidieron intentar un es
fuerzo poderoso en favor de aquellas comarcas : por fin , Odoacro
hizo que desapareciesen los restos de la parte Occidental del im
perio romano, 476 . La anligua dominacion de Roma, que se es
tendia por el universo entero , quedó limitada desde entonces pa
ra siempre al solo imperio de Oriente (133), el cual mantuvo to
davía hasta los años de mil cuatrocientos cincuenta y tres en que se
apoderaron de él los turcos. Tatov- to e
u imunisaat .SB002)
20
( 132) Acerca de la influencia del cristianismo sobre el derecho romano ,
V . Haubold , Inst. juris romani hist. dogm . $ . 138 , 139.
( 135) Cierto es que Justiniano reconquistó la Italia , pero ya en tiem
po de su sucesor se perdió nuevamente y por siempre aquel pais para el
imperio .
N B ! Terios Valsh ib sel telup bulon bift 7
- 3.80. Alteraciones eå blderecho romano.
4 (158) Para formar una idea de cuánto decayó la ciencia del derecho on
esta época , no hay mas que consultar el decreto de publicacion del Código
Teodosiano y compararle con Ammiano Marcelino, XXX . 4.
(139) Formó bajo el título de juris epilomarum libri VI, una coleccion de
extractos tomados de escritos de los antiguos jurisconsultos: hízoše uso de él
en las Pandectas de Justiniano. Bach . hist. juris. III. 3 . set. 4 . S . 8 . - Hugo,
p . 1094 . 1172
(140 ) Haubold , Inst. hist. dogni. $. 195 .
(141) Savigny , hist. du droit romain au moyen áge . I. I. p . 7. .
( 38 )
enmarañando aun para los ignorantes , con sus trabajos , el caos
de las antiguas fuentes de las leyes. Sus escritos, pues , conser
varon la autoridad que antes habian obtenido en el foro ; mas eran
por una parte muy numerosos, y al decaimiento de las ciencias
se hicieron demasiado raros , al paso que por otra , los jueces no
se encontraban en estado de pesar las razones en que apoyaban
los jurisconsultos sus dictámenes ; contentándose casi siempre con
ajustar los fallos a la celebridad de los nombres , ó á la opinion
cuyos motivos conocian. Esa autoridad que ciegamente daban á
las opiniones de los jurisconsultos fué en aumento de dia en dia ;
y como los escritores de derecho que nas sutilmente le habian
tratado , discordaban en muchos puntos , fácil es conocer cuán du
dosa , incierta y arbitraria era la justicia en manos de tales
jueces.
8 . 53. Disposiciones de Constantino , de Teodosio II y de Valentiniano III respeclo a las
obras de los jurisconsultos ,
: 1. En Occidente .
(168) Hugo , loc. cit. Este fragmento está en Schulting y en el jus antej.
de Berlin . --- Haubold , loc. cit.
( 159) Montesquieu , Espíritu de las leyes", lib. 28, tap 2 .-- Savigny, His:
toire du droit , eet., tom . I. - Godet , Essai sur l' histoire externe du droit, dans
la Caule et dans la Belgique. Lieg ', 1830 .
(160) En el lenguago de entonces lex romana significaba derecho romano
en general, ó libro de leyes romanas.
. ( 44 )
mismas fuentes se hallan en el tan desfiguradas y mutiladas, que el
derecho romano apenas se conoce (161).
2 .' El Breviarium alaricianum entre los visigodos ( 162) ... Ala
rico II , su rey, mandó estractar los códigos gregoriano , hermoge
niano y teodosiano , como tambien algunas novelas posteriores y los
escritos de Gayo , Paulo y Papiniano , á jurisconsultos romanos , ba
jo la direccion de Goyarico , conde palatino, comes palatii , publican
do el estracto para los romanos de su territorio . Casi todos los pasa
ges van acompañados de una paráfrasis, interpretatio , escrita en mal
latin , pero que se entendia entonces (163). Esta compilacion visi
goda se llama ordinariamente Breviarium alaricianum , ó de Aniano,
refrendador particular de Alarico , quien le mandó autorizar con su
firma los ejemplares del Breviario que se dirigieron a los comites ( 164).
Citásele con frecuencia en la edad media con los títulos de corpus
theodosianum , les theodosiana , liber legum , lex romana . A esta com
. pilacion debemos multitud de cosas que se hubieran perdido , con
especialidad los fragmentos de los códigos gregoriano y hermogenia
no , los de los cinco primeros libros del código teodosiano, como tam
bien de los escritos de Gayo ( 165 ), Paulo y Papiniano (466 ).
( 161) Fué publicado por primera vez por Pedro Piteo como apéndice à la
edicion de las obras de Casiodoro (París , 1579, fol.) , y así se ha hecho en las
.ediciones modernas de estas obras, como tambien en las colecciones de Lin
dembrog , Georgisch , Canciani y Walter (V . §. 89). - Sobre esto puede con
sultarse á Savigny y Hugo en sus citadas obras.
(162) Biener, Hist . legum VVisigothorum in regno Hispaniæ vetere. Leip
sick , 1783 . - Savigny y Hugo , loc. cit. - Guizot, Cours de histoire moderne.
Paris , 1827; y en el núm . 6 .° de la Revuc francaise , 1828 .
No sabemos que en Espcña se hayan escrito sobre el Breviario obras especiales como
lo requeria su importancia ; pero se encuentran algunas noticias sobre él en los autores
que , bien de propósito ó bien incidentalmente, han tratado de la historia del derecho
español. Masdeu , Historia crítica de España . --Marina, Ensayo histórico crítico .-- Sempere,
Historia del derecho español. Escriche , Diccionario de lejislacion y jurisprudencia . -- Laserna
y Montalvan en sus Elementos del derecho español. - Llamas , Leyes de Toro . - La Madrid ,
Historia de los tres derechos. -- Manresa , Hisloria del derecho español , y otros varios,
(N. del T.)
( 163 ) V. J. Gothofredus. Prolegomena codicis theodosiani , cap . 6 . ,
. : 7164 ) Generalmente se dice que Aniano solamente puso su firma en el de
- creto de publicacion. V: el Commonitorium , inserto por Savigny en la obra ci
tada, Godofredo loc . cit. dice :'Muniri voluit Alaricus hujus codicis exempla
ria , ne scilicet variatio accideret subscriptione Aniani viri spectabilis.
( 168) Antes del descubrimiento de las verdaderas Instituciones de Gayo,
solo las teníamos tales cuales están en el Breviarium alaricianum .
· (166 ) Entre los muchos manuscritos del Breviario , el mas antiguo que hay
hasta el dia es el de Wurtibourg en la biblioteca de Munich ,'del siglo VI. - La
única edicion completa es la de Sichard . Balc. 1528, fol. Sobre otros manus
critos y ediciones , V. Haubold , Inst. lilt. Savigny, tom . II. — Algunos pasa
ges desconocidos del Breviario fueron descubiertos por Hænel , y publicados por
( 45 )
3 ." Entre los borgoñones se escribió igualmente desde 517 á 534 ,
una lex romana para los súbditos de aquel pais ; la cual se conoció
bajo el nombre de Papiniani liber responsorum , ó Papiniani respon
sum ( 167 ) . Este código de leyes está tomado en su mayor parte de
las verdaderas fuentes del derecho romano. El título de Papiniani
responsum procede de un error que cometió Cuyacio , y reconoció
despues. Cada Breviarium alaricianum completo , termina efectiva
mente por una corta cita sacada del Papiniani liber responsorum ;
pero encuéntrase comunmente en los manuscritos Papianus, en vez
de Papinianus. Cuyacio vió un Breviario completo , á cuya continua
cion venia sin otro signo de obra distinta la lex romana de los bor
goñones ; tomó desde luego esta última
pasuleylipor dcontinuacion
esco del lu
ni laberlex
gar de Papiniano ; empezó por estete pasage romana de los bor
goñones , y la dió el titulo de Papiniani liber responsorum ; siendo
así que dicha obra se atribuye á un redactor desconocido. Hé aquí
la razon de que este corto lugar de Papiniano , forme en la primera
edicion de Cuyacio , de 1566 , el título de la lex romana de los bor
goñones , siendo la terminacion del Breviario . Pero Cuyacio recono
ció mas adelante su error, y le enmendó aislando en su segunda edi.
cion , de 1586 , el verdadero pasage de Papiniano ; así que empieza
la lex romana de los borgoñones por su propio título , el cual en la
primera edicion quedó en segundo lugar. A pesar de esto , la lex ro
mana de los borgoñones ha conservado el de Papiniani liber respon
sorum (168) .
$. 60 . 2. En Oriente.
Justiniano. it
Desde el reinado de Teodosio hasta que Justiniano subió al im
perio en 527 , no se habia hecho esfuerzo alguno para allanar las di
ficultades que presentaba el estudio del derecho, y facilitar su apli
cacion (169).
Durante su mando , que fué de treinta y ocho años, este empe
rador se ocupó muy particularmente del cuidado de dar leyes y di
rigir por mas cómodos caminos á los que deseaban estudiarlas: tuvo
la fortuna de encontrar hombres capaces de secundar sus proyec
(198 ) Esto debe entenderse de las verdaderas constituciones ; pues las leges
restilulce tudas están sine die et consule.
( 199) Hugo loc. cil.
( 200 ) Por ejemplo: . 11. Inst. 10 . II. - $. 7. Inst. III. 2. — Pr. Inst. III. 2
- $ . 3 . Inst. III. 8 . Pr. Inst. III. 10.
(201) Justiniano mismo las llamó así en la Const. Hæc quæ neccessario 8 . 2 . .
--Const. Summa reipub. et Const. Cordi nobis. pr.
(54 )
si Justiniano las colocó en cierto órden como tenia intencion de hacer.
lo (202) ; pero sí está averiguado que no publicó ninguna compila
cion . Poco despues de su muerte , se hizo una de 168 novelas grie
gas (203) , de ellas solo 154 eran de Justiniano , las demas de sus
sucesores. Mas adelante reunieron los glosadores las novelas, for
mando con ellas nueve colaciones compuestas de 97 novelas , omi
tiendo las demas por no estar en práctica (204 ) . Cada colacion con
tienemuchos títulos , cada uno de los cuales es una novela , escepto la
octava que tiene dos, el segundo y el tercero de la segunda colacion .
Las colecciones modernas contienen las 168, hallándose mezcladas
las glosadas y las que no lo están ; lo cual hace que el orden y el
número de ellas sean diferentes en las diversas ediciones (205 ) .
$. 72. Epitome Juliani et Versio vulgata Novellarum .
SECCION TERCERA.
I. EN ORIENTE .
$. 74. Versiones griegas de las compilaciunes de Justiniano.
$. 75 . Basílica (3)
8 . 76 . Novella Leonis .
Instituta. - La última edicion apareció bajo este título : Corpus legum , s. Bra
chylogus juris civilis , ad fidem quatuor codicum scriptorum et principum edi
tionum emendavit , comentarius criticos adjecit , ineditam ineerti scriptoris epi
tomen juris civilis medio duodecimo seculo factam é codice Tubingensi edidit Éd .
Boecking. Berol. 1829. El prefacio contiene algunas observaciones sobre los ma
nuscritos , edicion y antigüedad de este libro.
(22) Con respecto á los glosadores y á sus primeros triunfos , v. Panciroli,
De cláris legum inlerpretibus. Vene. 1637. Ed. secunda. - Ibi l. 1659. Cura
C . C . G . Hoffman. Lips. 1721. - Mauri Sarti et Mauri Fattorini, De claris ar
chygymnasii Bonon. professoribus. Bonon. 1769 , 1772. - Savigny , Histoire du
droit romain au moyen age , t. III. c . 18 , 23 , 24 ; t. IV . i. V . - Hugo , His
toire du droit romain despuis Juslinien , 3.a ed . p. 105 y sig .
(23) Odofredo , in D . vetus , L . jus civile 6 , de juslilía el jure. - Savi
gny , t. III. p .: 395 .
(24) En los escritos del siglo 12 se llamaba tambien Magisler Guarnerius ó
VVarnerius de Bononia . Odufredo le llama primus illuminator scienliæ nosire ,
ó juris lucerna . Gloss, ad fr. 6 . D . I. 1.
(25) Sobre el método de los glosadores, v. Savigny , t. III. p. 497 , 514;
1. V . p . 199. - La cruz + denota que murieron en el año que cita .
( 26 ) Estos cuatro son mirados, aunque sin razon suficiente , como discípulos
y sucesores inmediatos de Irnerio , á quien se atribuye el dístico siguiente :
Bulgarus os aureum , Martinus cupia legum ,
Mens legum est Hugo , Jacobus id quod ego.
(61)
Rogerio (+ 1192); Alberico (4 1194 ); Guillelmo de Cabriano, Pla
centino ( + 1192) , y sus adversarios Enrique de Baila y Juan Ba
siano; Burgundio + 1194 ) ; Pilio (1208 ) ; Cipriano , Azo (4- 1230 ) ;
Hugolino Presbítero ( 4- hacia el 1254 ) ; Jacobo Balduino ( + 1235 ) ; .
Rofredo ( + 1243) ; en fin , Acursio ( +: hácia el 1260 ), y su adver
sario Odofredo ( + 1265 ) (27 ) . Acursio hizo un servicio importante
á la ciencia del derecho, l'euniendo las glosas esparcidas de sus an .
tecesores , de las cuales formó una glossa ordinaria insertando en
ella algunas observaciones propias (28 ). Posteriormente se aumento
dicha glosa , con varias adiciones tomadas de los escritos que deja
ron otros jurisconsultos mas modernos .
e con otettuj $. 81. De las auténticas en el Código. . . . po !limine
de París ; donde se encuentra una traduccion francesa manuscrita , del siglo XIII
titulada Le vieux Digesle , en 24 libros.
(45) En su libro : Le conseil que Pierre Desfontaine donna á son ami; pu
blicado por Ducange al fin de la Histoire de Saint- Louis , publicada por
Joinville.
(46) Esta prohibicion se halla en la decretal: Super specula , C . 28 , X . de pri
vilegiis (5 , 33) . Algunos fragmentos de esta decretal se hallan en c, 10 , X , de cle
riciš (3 , 50) y en c. 5 . X , de magistris (0 , 5 ). V . sobre este punto á Savigny,
His!, du droil rom , au moyen age 1. III. p. 341- 344 .
(47) Fué abolida por Luis XIV por el edicto que arregla los estudios del
derecho, publicado en 1679 .
(48 ) Haubold , Hist. lii. p. 60 -80 — Hugo , Hist, du droit rom . despuis Justi
nien , 3. edic. p . 234 y sig. "
(49) Savigny, t. II.p . 139 ; t. III. p. 379, 664 .
(50 ) V . especialmente : Magis 'er Vacarius primus juris romani in Anglia
professor , Studiis C . F . C . Wenck. Lips. 1820. -- Cor. Hugo, Hist. du droil
rom . despuis Juslinien , p. 155.- Savigny t. IV. p. 348.
(51) Diemer, Comment, de usu el auctorilale juris romani in Anglia . Par
to 1. Lips. 1817.
(65 )
En España y los Paises Bajos (52), tambien se dedicaron al de .
recho romano con especial ardor y esmero, sobre todo desde el si
glo XVI; formándose , principalmente en los Paises-Bajos, una es
cuela que sin disputa merece ser puesta al nivel de la francesa en
los siglos XVI y XVII (53).
En cuanto a Rusia , cierto es que nunca se introdujo el derecho
romano ni aun como auxiliar ; tampoco ha formado parte de la ense
ñanzadel derecho en lasuniversidades, mas sin embargo , no hadejado
de influir en la perfeccion del ruso . Puede convencernos de ello la
lectura de la Kormt-schaga - Kniga (derecho eclesiástico) y de la
Uloshénie (derecho laical).
APENDICE A LA SECCION III.
Jor Recesvinlo, fué redactado bajo nueva forma porEgica. V. Marina, Ensayo
istórico -critico. La Serna y Montalvan, Elementos del derecho civil de España.
—Examen histórico filosófico de la legislación española, por los bachilleres Don
Pedro Nolasco Blanco y D. Mamerto Diez.-Escnche, Diccionario de Jurispru
dencia, segunda edición, en la palabra Fuero Juzgo.
(18) Montesquieu, Mably y Robertson hacen una censura muy agria del Fue
ro Juzgo. Sempere en su Historia del derecho español no tributa la admiración
debida á código tan superior en su siglo, como lo reconocen los estrangerus Gib-
bon, Legrand d' Aussi, Guizot, Historia de la civilización y por último Savigny,
Histoire du droit romain, etc., lom. II. c. &
(19) Llamado entonces Codex legum, liber legum, liberjudicum,y posterior
mente Fuero Juzgo, nombre con el que le distinguimos en el dia.
(20) El influjo del clero, bien lejos de haber sido perjudicial, eremos que fué
por el contrario altamente beneficioso. V. lo que á este propósito dice Mr. Guizot
en su citada Historia.
El Fuero Juzgo en el cual se compiló lo mas esencial del derecho vigente en
España hasta el siglo VII, se halla dividido en doce libros subdivididos en títu
los y estos en leyes, y precedidos de un exordio que contiene algunas relativas
á la elección de los príncipes, su derechos y obligaciones. Comprende no solo el
derecho civil y criminal, sino también el público, á cuya formación concurrieron
las costumbres de los germanos, el espíritu teocrático de la época y el derecho
público del imperio. Respecto al civil, que es lo que aqui principalmente nos in
teresa, se siguieron muchas veces las leyes romanas, tomándolas, no de la legisla
ción de Justiniano, como lo pretenden algunas autores modernos, sino de fuentes
mas antiguas, y señaladamente del Breviario. Unas veces se copió literalmente
el derecho romano como en la ley 12. tít. 1. del libro IV, sobre los grados de
parentesco, la cual es un fragmento de Paulo; otras se siguieron sus principios
sin trasladar sus palabras. Sin embargo de esto, nos parece exagerada la opinión
de Cuyacio que juzga lib. 2. tít. 11. De Feudis, que el Código visigodo fué casi
todo él tomado del derecho romano. Mas segura es la del P. Cancianl cuando
dice: fWisigothorum codex ita comparatus est ut jus ñeque mere barbarum refe-
rat ñeque mere romanum, adeo ut veré dici possit Corpus juris romani barbari,
in quo plura forte ex romana Themide quam ex barbarorum inslitutis petita
sunt» In legem Wisigolhorum monilum.
(21) A ellas dehemos los gananciales, la limitación á la facultad de testar,
demasiado lata entre los romanos en el caso de haber hijos, cuya limitación com
binada con las mejoras de tercio y quinto forma una magnífica base de derecho
de sucesión. El influjo grande que el derecho romano ejerció en esta época no fué
suficiente para ahogar el sentimiento de independencia tan arraigado en el cora
zón de los germanos, y el cual habia de producir consecuencias muy beneficiosas
al derecho.
( 69 ) :
$. 3. En la edad media . Siglos VIII al XIII.
(30) De esta manera evitaban muchas veces los pueblos ser juzgados por
horribles fazanas y albedríos. Uno de los rasgos que mas distinguen á nuestra le
gislacion foral, es el de establecer la igualdad civil tal como lo permitian las cir
cunstancias de la época , y evitar la amortizacion civil y eclesiástica.
(31) En los fueros municipales, publicados casi todos ellos desde el principio
del siglo XI hasta fines del XIII, se encuentran escelentes principios de derecho
civil ( el criminal eshorrible resintiéndose demasiado de las circunstancias) ; pero
no forman un sistema completo de legislacion , ni aun comprende casi ninguno
de ellos las leyes indispensables para los negocios comunes. El mismo fuero de
Cuenca, llamado Summa instilulionum forensium y el Viejo de l'aslilla , a pesar
de sus adiciones y correcciones, son bastante incompletos. En nuestro concepto
el derecho puramente privado no fué la causa principal de la formacion de los
fueros municipales.
(52) El deseo de aumentar el vecindario para que el pueblo pudiera ser
mas respelado y facilitar la reconquista , deseo tan vivo que se brindaba con la
impunidad á los delincuentes de otro pueblo ; el de hacer respetar la propiedad tan
insegura enlonces, hasta imponer la pena de horca al que hurtare uvas de no
che ( fuero de Cáceres), etc.
(53) Las circunstancias de la sociedad española eran en aquella época entera
mente diversas de las de la romana , y por consiguiente tenia que serlo el dere
cho . No formaba entonces la nacion un todo compacto . Asi es que cada territo
rio , ciudad, villa ó pueblo solo se proponia en su fuero especial aumentar su po
blacion y su riqueza sin cuidarse mucho de la prosperidad de las demas. Esto
hizo que se consignasen principios enteramente opuestos al espíritu del derecho ro
mano. La patria potestad, concedida en este á solo el padre, la tenia en muchos fue
ros tambien la madre , y acababa con el casamiento del hijo : la condicion de los hi
jos, tan diferente en aquel, se distinguia menos en estos, pues que no habia apenas
diferencia entre los legitimos y los nacidos de barragana; ni en ellos se conocian
los peculios. Con el objeto de que no se disminuyese la escasa riqueza del pueblo
ó villa , se ponian trabas al derecho de propiedad y á la facultad de testar tan la
ta entre los romanos. En muchos fueros estaba prohibido enagenar bienes raices
á favor de forasteros, siendo preferidos por el tanto los parientes del vendedor;
y para que no saliesen de la familia se estableció tambien el derecho de re
version ó troncalidad , en virtud del cual los bienes del difunto debian volver
al tronco de donde procedian . No era menos marcada la diferencia respecto á
sucesiones y contratos. El testador no podia disponer de parte alguna de su cau
dal teniendo hijos , sucediendo á veces, a la par que los legítimos, los nacidos de
barragana. Las solemnidades de los contratos, su validez y rescision en nada se
parecian á lo establecido sobre este punto por derecho romano, y aun muchome
nos si cabe, el derecho criminal tomado en mucha parte de las costumbres de los
bárbaros sobre composiciones pecuniarias.
( 72 )
3. 4.Restauracion del derecho romano en España. Siglo XII . El fuero real.
Así como en el período que acabamos de recorrer, en nada se
hizo sentir el influjo de la jurisprudencia romana sobre nuestra legis
lacion , en el que vamos á examinar; ese influjo fué escesivamenle po
deroso. Propagado por Europa el estudio del derecho romano (34 ),
losmuchos españoles (35 ) que fueron a estudiarle en las célebres
universidades de París y Bolonia (36 ) en el primer tércio del si
glo XIII, contribuirian de regreso á su patria á darle á conocer en
ella . Ocupando el trono de Castilla un monarca tan piadoso como
ilustrado (San Fernando) concibió el atrevido proyecto de dar á su
pueblo una legislacion uniforme que aclarase el caos en que enton
ces estaba envuelta la española, llenase los grandes vacíos de ella
y corrigiese los enormes vicios que la afeaban (37) . El santo rey
no vio realizados sus deseos; pero en sus últimos instantes hizo este
encargo con el mayor encarecimiento á su hijo, el sábio rey Don
Alonso (38), quien se propuso cumplirlo publicando varias compila
ciones legales (59), siendo de ellas la mas célebre el código conoci
do con el nombre de Fuero real ó Fuero de las leyes (años de 1254
(34) Savigny consagró su famosa Historia del derecho romano en la edad
media a dejar fuera de toda duda lo que ya se habia sospechado antes, á saber:
que ese derecho no desapareció del todo de Europa en la edad media , y que por
consiguiente no se debió su reaparicion al descubrimiento de las Pandectas en
Amalfi.
( 35 ) De los mas distiguidos hacen mencion D . Nicolás Antonio en su Biblio
Theca velushispana y Tiraboschi Sloria della litleratura ilaliana .
(36 ) Se hizo tan célebre la universidad de Bolonia , que segun Tiraboschi, á
principios del siglo XIII se contaban hasta diez mil estudiantes legislas. Es pro
bable que en el primer lércio de este siglo empezase á conucerse ya en España el
derecho romano; pues que S . Fernando envió a la universidad de París á sus dos
hijos D . Sancho y D . Felipe. Mondejar Mem . histor . lib . VIII. c. 7.
(37) Con el propio objeto S. Fernando mandó romancear el Forum judicum ,
dándole como municipal á varios pueblos que no le tenian .
(58) D . Alonso ayudó a su padre en la formacion del nuevo código, llama
do Selenario, el cual han confundido algunos con Las Partidas. El fragmento
que de él nos queda, el principio sin duda del libro , se reduce á una introduc
cion en que se esplican latamente las virtudes del núm . siete y algunas leyes sobre
el dogma y los sacramentos. S . Fernando no tuvo el gusto de verle terminado,
y su hijo no creyó conveniente el proseguirle , almenos como se empezó .
(39 ) Entre ellos el Espéculo ó Espejo de todos los fueros del cual se conser
van cinco libros: El 1.° trata de las leyes y de la religion . El 2 .°del derecho pú
blico. El 3.° de la milicia. El 4.0 y 5 .° de la justicia y los procedimientos. Marina ,
Ensayo, elc . Seguo consta de su prólogo se recogió en este libro lo mejor de to
dos los fueros. Debia tener siete libros, pues en los que nos quedan , se hacen
remisiones al 6 .° y 7 ..
( 73 )
y 1255 ) (40): En él se compilaron las principales disposiciones de
los Fueros municipales , los usos y costumbres de la jurisprudencia
puramente española ; pero no por eso dejó de darse lugar al de
recho romano (41). Y asi debió suceder. Creadas ya las univer
sidades de Palencia y Salamanca (42), estendido por España el es
tudio de aquel derecho, el sábio rey que le habia aprendido en sú
juventud (43) y que le tenia una predileccion 'marcada , habia ne
cesariamente de acudir á el para suplir las imperfecciones que echa
ria de ver en los fueros municipales (44 ).
* . . . ' ; $ . 3. Las Partidas. .
(62) ' La imperfeccion de los fueros municipales respecto a este punto , hace
que en esta partida se encuentren muchos menos vestigios de ellos que en
la VI .
(53 ) Las que tratan , por ejemplo , de cómo el rey ha de comer, vivir, etc .;
títulos 5 y 6 , part. II. ,
(54 ) Esto ha hecho creer á algunos que las Partidas se formaron no tanto
para España cuanto para Alemania , á cuyo imperio aspiró el rey D . Alonso.
(55) Las Partidas consignaron máximas tan favorables a la autoridad ponti
ficia como depresivas de la real, alterando nuestra antigua disciplina eclesiás
tica, algun tanto pervertida ya por las doctrinas ultramontanas. V . á Marina y
Sempere en sus Historias. Sus censuras nos parecen demasiado exageradas.
(56 ) La indole de este trabajo no nos permite examinar el mérito de las Par
tidas, y los grandes lunares que las afean, inovitables algunos en aquella época.
(76)
fundado en su mayor parte en los usos y costumbres nacionales, las
Parlidas, producto de una legislación estrangera, habian por preci
sión de sucumbir bajo esa resistencia. Conociéndolo asi aquel mo
narca, no llegó á publicarlas. Pero aunque desprovistas de sanción
legal, adquirieron muy pronto una grande autoridad en el foro, la
cual fué aumentándose en proporción que las doctrinas del derecho
civil y de las decretales iban cundiendo por España. Antes de cum
plirse un siglo, D. Alonso el XI, queriendo poner algún orden en
nuestra confusa legislación, les dió fuerza legal, enmendadas y con
certadas de su orden, en su célebre ordenamiento publicado en las
córtes de Alcalá de Henares en el año 1348, permitiendo al propio
tiempo el estudio del derecho romano (57). Con la imperfección de
los fueros municipales , con la esclusiva enseñanza de este en las
universidades (58), fué captándose cada vez mayor respeto por par
te de los jurisconsultos. No ya sus testos sino hasta las opiniones de
los glosadores se alegaban en el foro como razones decisivas de los
pleitos, en términos que D. Juan II (año 1427) se vió precisado á
transigir con tal costumbre (59). En vano los pueblos, por medio de
sus procuradores á córtes , hacian llegar al monarca sus sentidas
quejas, pidiendo que pusiese algún remedio para cortar los abusos
que se seguían de hallarse á la vez vigentes tantas y tan encontra
das leyes (las forales, las romanas con las opiniones de sus intérpre
tes, las ordenanzas que cada dia se publicaban) ; en vano clamaron
porque se uniformase la legislación (60). Los reyes católicos se pro-
(57) Con este ordenamiento trató también D. Alonso XI de cortar las sutilezas
y cavilaciones que por efecto del estudio del derecho romano embrollaban aun
mas nuestra confusa jurisprudencia. Aunque escaso de disposiciones, son muy
acertadas las que se leen en él, señaladamente lasque tratan del enjuiciamiento
y la que quitó la diferencia entre pacto y estipulación; diferencia que podia te
ner objejo entre los romanos, pero que en España solo pudiera servir para fo
mentar sofisterías y cavilaciones en una materia que, por su grande importancia
en el derecho, debe simplificarse cuanto sea posible. Fijando la preferencia que
debia darse á las muchas y encontradas leyes entonces vigentes, dispuso Don
Alonso XI que en primer lugar se observaran las de su ordenamiento; después
el fuero real y fueros municipales en donde estuviesen en uso, y por último las
de las Partidas enmendadas y concertadas de su orden. Ley 1, tít. 17 de di
cho Qrd.—Los eruditos Asso y de Manuel publicaron con notas este código
muy poco conocido hasta entonces, en 1774.
(58) En la universidad de Salamanca no habia cátedra ninguna destinada
á la enseñanza del derecho español. V. P. Mtro. Chacón, Historia de la univer
sidad de Salamanca.
(59) Prohibió alegar en el foro, y sentenciar por opinión , determinación,
derecho, autoridad ó glosa de cualquier doctor, posterior d Juan y Bartolo.
(60) V, las peticiones de córtes de aquella época, y la siguier
( 77 )
pusieron al fin atender á tan urgente necesidad , pero no lo consi
guieron completamente . Las ordenanzas reales del doctor Montal
vo (61) no eran por la indole del trabajo (62) á propósito para sacar
á la legislacion del caos en que se hallaba envuelta (63 ) . Algo mas
sirvieron para este objeto las leyes de Toro (64) ; pero reducidas á
decidir los puntos mas dudosos de nuestra jurisprudencia (65), y no
á esponer un sistema mas o menos completo de legislacion (66 ), el
(61). Entre los trabajos legales formados en aquel tiempo, merecen especial
mencion las ordenanzas reales , llamadas tambien del nombre de su autor, Or
denamiento de Montalvo. Los reyes cotólicos solicitos en este punto como en to
dos los demas, de la prosperidad de la nacion y bien de sus vasallos, encargaron
en las cortes de Toledo do 1480, al consejero Dr. D . Alfonso Diaz Montalvo que
compilase las leyes , ordenanzas y pragmálicas espedidas desde el reinado de
D . Sancho IV ; quitando las supérfluas, derogadas y aquellas que non son nideben
ser en uso. Prólogo de dichas ordenanzas. Han sostenido algunos que los reyes
católicos no llegaron a dar fuerza legal á esta obra . P. Burriel, carla á D . Juan
de Amayo, Asso y de Manuel' en su Introduccion al ordenamiento de Alcalá.
Muy atendibles son sus razones ; pero mas cierta parece la opinion contraria , pues
que en tiempo de los reyes católicos se publicaron las ordenanzas como formadas
de su orden . V . Marina. i
(62) No era posible uniformar niaun simplificar nuestra legislacion , dejan
do subsistentes a la vez leyes tan encontradas en su espíritu , y tendencias como
las que componian entonces la española. Al Dr. Montalvo no se le encargó la
formacion de un nuevo código , idea que no se ocurrió entonces, ni era fácil que
se ocurriese, sino simplemente compilar las leyes y ordenanzas de los reyes.
(63) Prueba bien clara de la confusion en que entonces se hallaba nuestra
jurisprudencia , como tambien de la estimacion en que el derecho romano y ca
nónico se tenian , lo es la ordenanza publicada en 1499 por los reyes católicos so
bre la autoridad que á falta de ley debian gozar en los tribunales las opiniones de
los glosadures Bartolo y Baldo, y de los canonistas Juan Andrés y el Abad; or
denanza que fué revocada por la primera ley de Toro , pues se conoció que lo que
se habia hecho con ánimo de simplificar el derecho , solo sirvió para embro
llarle mas y mas. ' ' z ! ! !! . . .
(64) Segun consta de la pragmática por la que fueron publicadas las leyes de
Toro , se formaron á pelicion de las cortes de Toledo de 1502, con objeto de qui
tar las dudas que ocurrian en la decision de los litigios; dudas lan grandes que en
lasaud'encias se determinaba y sentenciaba en un caso mismo, unas veces de una
manera y otras veces de olra. Estas leyes publicadas en las cortes de Toro
de 1505 , de donde tomaron su nombre , V . Sancho Llamas. Com .álas leyesde Toro,
pág . 1 á la 7 , tocan los puntos mas interesantes denuestro derecho : leslamentos,
sucesiones, mejoras, poderes para teslar, mayorazgos, patria poleslad , arras,
contratos de las mugeres casadas, relracios y adulterios. Por regla general, el es
píritu de ellas es abiertamente contrario al del derecho romano; sin embargo,
se hace una remision á este en la 15 que trata de las reservas.
(65) No ha faltado quien por esta razon las haya comparado a las 50 Deci
siones de Justiniano.
(66 ) Aunque muy interesantes para el estudio de nuestra legislacion , como
leyes sueltas y aisladas que sun , mal podian servir para satisfacer la necesidad
de un código . "
(78 )
derecho romano que lo presentaba acabado, fué cada vez ganando
mayor autoridad en España .
$. 7. Siglos XV al XVIII. Jurisprudencia puramente romana. ,
Manuel con escelentes prólogos , las instituciones de Castilla de los mismos , los
trabajos sobre la historia del derecho español de Franckenau , Mesa , etc . .
(74 ) La’de Santa Bárbara , la Concepcion de Cárlos III, etc. , refnndida hoy
dia en la Academia matritense de jurisprudencia y legislacion . Sobre ellas es
cribió una memoria muy apreciable , su celoso secretario D . José Sanz y Barea .
( 75 ) En la cédula sobre la formacion y autoridad de la Novisima Recopila
cion que va al frente de este código se reliere la historia del mismo. No habién
dose aprobado en el consejo el suplemento á la nueva Recopilacion comprensiva
de las cédulas, reales decretos y autos acordados espedidos desde el año 1745 ,
y tratándose de reimprimirla por la falta de ejemplares que de ella habia , se
nombró en 11 de julio de 1799 , á D . Juan de la Reguera y Valdelomar, rela
tor de la chancillería de Granada, para que adicionase y corrigiese la nueva edi
cion proyectada. Cumplió su encargo este comisionado, pero como espusiese que
la obra quedaria mas perfecta trabajándola con arreglo al nuevo plan que tenia
presentado y ampliaba entonces , á consulta del consejo que estimó que el plan
presentado por Reguera tenia claridad sencillez y método , se le encargó conti
nuase en sus trabajos. Publicose al fin la Novísima Recopilacion en 15 de
Julio de 1805 , y al mismo tiempo se mandó que para facilitar la observancia de
* las leyes se diese al público en cada año un cuaderno de las que nuevamente se
espidiesen , guardando el mismo, órden de títulos y libros de la Recopilacion .
Esta se halla dividida en 12 libros subdivididos en títulos, y estos en leyes. Re
guera manifestó que los distribuyó en cinco patles, con respecto a otros tanfos
ramos principales de legislacion . La primera , comprensiva de dos libros, contiene
lodo el ramo eclesiástico , así en lo correspondiente á la santa Iglesia , como en
cuanto a su jurisdiccion , etc . : la segunda , en tres libros, comprende todo lo res
pectivo al rey y su casa y corte , su jurisdiccion y ejercicio de esta en el Supre
moConsejo deCastilla ,Chancillerías y Audiencias; en los dos libros del tercer tomo
se trata de los vasallos, sus cargas y obligaciones ; de los pueblos, su gobierno
civil, político y económico ; en el cuarto y sus dos libros de las ciencias , artes
y oficios , comercio , moneda y minas ; el quinto abraza tres libros y contiene
las materias del derecho civil ; contratos y obligaciones , testamentos y herencias
(X de la Nov. Rec.); el segundo los juicios civiles ordinarios y ejecutivos y el
tercero delitos , sus penas y jucios criminales. Este código que se creyó saliese
con alguna perfeccion , adolece de graves defectos ; omisiones de leyes intere
santes , imenciun de otras derogadas o supérfluas ; mal orden y método en su
distribucion , etc . V . sobre este pnnto Marina, Juicio crítico de la Novi Rec . fin .
la opinión de los que creen que para nada le necesitamos como un
escelente auxiliar de la legislación española.
|. 9. Su aplicación en España.
P . (77) A la correspondiente ley del Digesto , Código, etc . , y á las que parti
cipando de su espíritu , vienen en su apoyo. Esto en nuestro concepto es prefe
Tible , é indudablemente mas conforme à nuestra legislacion , que el tratar de
conciliar á toda costa las disposiciones contradictorias del derecho romano.
( 78 ) Opuestos muchos de ellos al derecho romano ; pero como no forman
un todo sistemático, y bay materias enteras en que rigen en España las leyes
romanas transcritas á las Partidas, si bien algun tanto modificadas por la práctica,
por ej. las tutelas , casi siempre tenemos que acudir al Código allonsino , y
para su debida esplicacion no perder de vista el derecho justinianeo,
( 83 )
ces ) , en que incurrieron con demasiada frecuencia casi todos nues,
tros célebres comentaristas antiguos, y del cual estamos ahora muy
distantes . Pero fuera sobrada presuncion en nuestras propias fuerzas,
y empeño bien temerario querer desentendernos del estudio de un
derecho que habiendo formado y formando todavía la base de las le
gislaciones europeas , llegó á merecer por el hermoso conjunto que
ofrece , sus magníficos principios , y lo lógico y riguroso de sus de
ducciones , el dictado de razon escrita ; de un derecho que ha contri
buido en mucha parte a formar la legislacion y jurisprudencia espa
ñolas. En vista de esto , se le ha dado cabida, con mayor ó menor
estension , en los diversos planes de estudios publicados , reprodu
ciéndose en el último una disposicion que se encontraba ya en
algunos de los antiguos, á saber : que los catedráticos al esplicar
el derecho romano , hagan notar las diferencias entre este y el es
pañol; disposicion muy acertada en nuestro concepto , pues de esta
manera se consigue que el estudiante se inicie sin dificultad en los
principios de nuestro derecho , observando al propio tiempo lo que
del romano es 'aplicable á España , atendido el espíritu y carácter
de nuestra legislacion .
}• 91. Formularios.
$. 96 . Modo de conciliar las diferentes partes del dsrecho romano en caso de con
tradiccion (26). '
(25 ) P . ej. La comunion de bienes entre esposos , las permutas, los segu
ros , las sucesiones por contrato , los privilegios de los nobles y de la clase media
y de los aldeanos.
( 26 ) V . á Schæmann Handb, des Civilrechts. (Manual de derecho civil), t. I.
p. I. y sig . - Haubold . Ins t , hist. dogm . ed . ollo . $ . 300 .
(27) Fr. 4 . D . I. 4 . « Constitutiones tempore posteriores potiores sunt hist.
quæ ipsis processerunt.
■
.(91)
tre las Novelas mismas, las mas modernas se prefieren á las mas
antiguas (28) .
2." Que el Codex repetitce pmlectionis , prevalece sobre la Ins
tituía y las Pandectas por ser mas reciente , por deber su existencia
á una nueva revisión del derecho vigente, y por haberse dado en todo
tiempo mas fuerza á las constituciones , aunque ahora no se haga
distinción entre los lugares del Código que transcriben un edicto, y 1
los que forman un rescripto ó un decreto (29) .
II. Cuando procede la contradicción de citarse en un lugar el
derecho antiguo como perteneciente á la historia , mientras en otro
se refiere el derecho nuevo , es natural que se dé la preferencia al
último.
III. Si están en oposición la Instituta con las Pandectas, y
no puede hacerse que dicha oposición desaparezca por medio de
distinciones y de la crítica, entonces la dificultad es grave. Con
siderando que Justiniano se propuso instruir, es cierto, pero sobre
todo dar un cuerpo de derecho para la práctica al formar las Pan
dectas ; que las Instituciones, por el contrario, fueron destinadas
á la enseñanza ; que en estas ademas no tuvo intención de dero
gar á las Pandectas , y por último , que las Pandectas se han de
considerar hasta cierto punto como fuente de la Instituía , claro es,
según la regla , que se preferirán las Pandectas ; salvo no obstan
te el caso de que la Instituta contenga una ley mas reciente : lo
cual tiene lugar en especial cuando se refiere á nuevas constitu
ciones 6 Novelas que derogan á las anteriores.
IV. Si se hallan contradicciones en una misma compilación, de
be preferirse aquella opinión que confirman 6 aprueban los com
piladores : si ninguna confirman, no puede establecerse regla gene
ral para salir de la duda (30) . Ál conciliar y esplicar dos testos así
contradictorios , se han de tener en cuenta á la vez , la conexión
histórica de las materias que están en oposición , la analogía , el
lugar que ocupan en la compilación , su naturaleza , y los principios
(48) Sobre la fecha de las Novelas. V. Biener. Geschickte der Nov. (Historia
de ¡as Novelas) p. 500 á la 530.
(29) Justiniano por la Const. 12. C. I. 4. (lió también fuerza de ley general
á los rescriptos y á los decretos. Mas para la interpretación todavía es de grande
importancia la distinción entre unos y otros , porque no debe perderse de vista
que los rescriptos se dieron siempre para casos particulares.
(30) Justiniano no reconoce tales antinomias en las Palidecías; en su
Const. Tanta §. lo; dice: •Gontrarium autem aliquid in hoc códice (juris enu-
cleali) positura nullum sibi locum vindicavil nec invenitur si quis á subtíli ani
mo diversitatis rationes excuti et.»—Cpr. Const. Dedit §. lai.
( 92 )
que las sirven de fundamento ; pero solo un intérprete instruido é
inteligente , puede decidir sobre cada caso particular.
SECCION QUINTA. -
(33) Kriegel, Symbole criticæ ad Novellas Jusliniani, sive Nov .87, in inte
grum restituta é códice Veneto, Florentino atque Vindobonensi. Leips. 1832 .
( 100 )
S . 105. Apéndices al Corpus juris.
(36) Sobre las diversas ediciones del Corpus juris civilis y lostítulos parti
culares. V . á Sammet, Hermeneutik. §. 12 , y sobre todo á Spangenberg, Einlei
tung, p . 645 y sig .
(37) Cada volúmen de estos tenia en otro tiempo una cubierta de diferente
color, que parece ser estaba en relacion con su contenido. V . Sebast. Brant,
Omnium lilulor. juris lam civilis quam canonici exposiliones . Lugd . 1547, p. 6
y 7. - Spangenberg , p. 127.
(38) Esta edicion es notable por haberse reproducido en ella el Brachylogus
(S. 79) la primera vez ; como tambien Juliani epitome Novellarum con arreglo á
un buen manuscrito ( S. 72).
(39) Comunmente se tiene por una de las mejores ediciones glosadas la de
Pedro de Baudoza (ab Area Baudoza) Lugduni (algunos ejemplares en Ginebra )
1593; otras veces con dintinto titulo , año 1600 , cuatro tom . en cuarto ; pero es
ta es mala .-- Hugo, Hist. du droit rom . 3 . ed . p. 316 .
( 102 )
mero en Lyon , años 1560 y 61, dos tom . fol. : y despues en Ambe
res , años 1566 y 67 , 1569 y 70 , siete tom . en 8 .° (40) .
2 . La de Ant. Le Conte , de Paris , año 1562 , nueve tom . en 8 .°:
tambien se imprimió en Lyon , quince tom . en 12.', y año 1581,
con otro nuevo título (41) .
3 . La de Charondas, publicada en Amberes , año 1575 , dos
tom . fol. ; en ella empleó con acierto el editor las notas de Russard
y de Le Conte .
4 . La de Julio Pacio , que salió primero en Ginebra, año 1580 ,
en fol. , y el mismo año en nueve tom . 8 . °
5 . Las ediciones de Dionisio Gothofredo (42) . Primeramente la
impresa en Lyon , año 1583 , en 4 .°, y reimpresa en Francfort-sur
Mein , año 1587 (43) . Segunda edicion corregida (editio secundæ
prelectionis) que publicó en Lyon , año 1590 , dos tom , en fol. Ter
cera edicion corregida , que fué impresa en Ginebra , año 1602,
cuatro tom . fol. Cuarta tambien de Lyon , año 1607, dos tom . fol.
Y la quinta, que es la mas completa, acompañada de notas puestas
por el mismo Gothofredo , salió á luz en Ginebra, año 1624 ,
en fol ., debida á su hijo Jacobo Gothofredo : esta ha sido despues
reimpresa , especialmente por N . Antonio , en Lyon , año 1652
y 1662 .
6. Una de las mejores y mas hermosas ediciones del Corpus ju
ris con notas, es la que dio Simon van Leeuwen en Amsterdam ,
año 1663, fol. Contiene, ademas de las notas de Gothofredo , muchas
observaciones de otrosdiversos jurisconsultos. Fue reimpresa , primero
en Francfort -sur-Mein , año 1663, y luego en Leipsick , dos tomos
en 4 .', años 1705 , 1720 y 1740 (44) .
(40 ) Russard en su edicion ha encerrado entre la señal 11 ll diversos
pasages para indicar que no se encuentran en todos los manuscritos. Acerca de
dichas señales y las que usa Torelli y Gothofredo, V . Weis , De signes qui se trou
ven dans les éditions des Pandecles, elnotammentde Russard .Marbourg, 1793 .
Spangenberg , p .442.
* (41) Le Conte no ha revisado en esta edicion mas que la Instituta y el Códi
go. - Spangenberg , p . 808.
(42). La eleccion de testo en ellas es mala ; y las notas contienen muchas
repeticiones inútiles , objeciones sin solucion (immo) , y sobre todo pasages que
parecen contradictorios. V . á Struvio , Godofredi immo , Francof. ad M . 1695 .
Sin embargo , las ediciones de Gothofredo son muy útiles por sus remisiones a las
fuentes y Basilicas, y por los estractos de los mejores jurisconsultos que ha inser
tado en ellas. Hay tambien ediciones sin notas de Gothofredo , pero son malas.
(45) Cierto que la edicion de Francfort , de 1663 , en cuarto mayor, es muy
célebre , pero es en realidad muy mala .
(44 ) Acerca de la edicion de 1720 , V . á Wieling, Jurispr . rest. P . II, p . 210 .
La reimpresion de 1740 es buena .
( 105)
B . Entre las ediciones sin notas merecen preferencia :
1. La reimpresion de la edicion Haloandrina del Corpus juris,
hecha en Basilea por Hervage, año 1541, dos lom . fol. ; Thomas Gua - ,
rino , publicó año 1570 , otra reimpresion de esta última edicion , en
tres tom . fol.
2 . La de Amsterdam , por Elzevirio , año 1664 , con la famosa
errata de imprenta , pars secundus ; y tambien años 1681, 1687
y 1700 en 8 .', que es la mas correcta .
3. Corpus juris academicum de Freiesleben , impreso primero en
Altenbourg , año 1724, gr. 8.° despues en Basilea (Coloniæ Munatia
næ ) año 1734 , en 4 .°, y mas adelante repetida con frecuencia en
ambos puntos. Las ediciones de Altembourg no tienen mas que el
testo ; las de Basilea , llevan ademas concordancias al pié de aquel.
4 . La edicion del Corpus juris , que empezó Gebauer , y conclu
yó despues de su muerte Ge. Aug . Spangenberg , cuyo primer tomo
salió en Gæettinga , año 1776 , y el segundo, año 1797 , en 4 ,' ma
yor . Contiene variantes y observaciones críticas, pero no va enrique
cida con ninguna nota aclaratoria . Schrader , no solo ha manifestado
acertadamente lo que debia hacerse para conseguir una edicion críti
ea y enriquecida con notas aclaratorias (45 ) , sino que entre el,
Clossio , Tafel y Maier , nos consta que se han propuesto darla á
luz (46 ) . El primer tomo, comprensivo de la Instituta , ha salido
ya (47) . Ademas de esta gran obra de Schrader , se están publicando
en Leipsick varias ediciones mas en pequeño del Corpus juris civilis ;
solo contienen el testo , y las principales variantes : entre ellas cita
remos las de Beck (48) y de los hermanos A . y C . Kriegel (49) .
Esta última se distingue por sus remisiones en la Instituta , á Cuya
(105)
SECCION SESTA.
(i) Sol
edtd. Olio.
*
»
( 106 )
S. 108 . Método de los glosadores.
3. Código.
1. Historia esterna.
1. De un mismo autor.
: A . Manuales.
1 . Sobre las Institutas.
a , Segun el órden legal.
Jo . Fed . Beeckelmann , Compendium Institutionum sive elementa
juris civilis . Lugd. - Bat. 1679; cum præf. Heineccii. Amstel. 1727 .
Ibid . 1763 .
Jo. Ortw . Westemberg, Principia juris secundum ordinem Insti
tutionum Justiniani, Amstel. 1699. Reimpresa muchas veces. '
Jo . Gottl. Heinecio, Elementa juris civilis sec . ord . Inst. Amstel.
1725. Lugd .- Bat. 1751 ; cum observ. J. G . Estoris , 1727 , 1744 .
Este tratado ha sido despues objeto de los trabajos de otros juriscon
sultos, especialmente de J. F . Hoepfner. Gætt. 1778 , 1782 , 1806 .
J. Chr. Woltær , Halle , 1785 . Chr. Gottl. Biener . Leipz. 1789 , 1813 .
J. P . Waldeck , Gott. 1788 , 1794 , 1800 , 1806 (14 ). .
G . D . Arnold , Elementa juris civilis Justiniani cum codice Na
poleoneo juste ordinem Institutionum collati. Parisiis et Argent.
1812 . Esta obra , en cuanto al derecho romano no adelanta mas
que Heinecio .
C . S . Delvincourt, Juris rom . elementa sec . ord . Inst. Paris 1814 ,
hay varias ediciones.
Th. M . Zachariæ , Institutionem des Ræm . Rechts nach der Ord
nung des Justin . Institutionem (Instituciones de derecho romano se
gun el orden de las de Justiniano) Breslau , 1816 .
b . Por órden sistemático.
( 16 ) Nuestro Jcto Antonio Perez , escribió una Instituta del derecho roma
no en latin , la cual se daba como testo en algunas universidades en los si
glos XVII y XVIII.
Curso completo elemental de derecho romano por Zamorano , Lara y Zafra.
( 122 )
J. Voet Compendium juris juxta seriem Pandeclarum . Lug.- Bat.
1682. Colon. 1734 , 1737 (17) .
b. Por órden sistemático .
(17) El citado D . Juan Sala escribió tambien una obra sobre el Digesto , ba
jo el título Digeslo romario -hispanum , señalada como testo para el quinto año de
leyes en el plan del año 25 . En ella concordó é hizo notar las diferencias entre
nuestro derecho y el romano. Escrito en latin , y reimpreso varias veces , entre
ellas ha sido vertida recientemente al castellano , por los señores D . Pedro Lopez
Clarós, y D . Francisco Fábregas del Pilar. En eldia está tambien designada como
testo de enseñanza .
( 123 )
(Manual de derecho civil comun .) 2 vol. Munich, 1822; 4 ." ed. 1852
en Ō vol.
J. Ad. Seuffert , Manuel des droit du Pandectes . 5 vol, Würtz
burg , 1825.
Chr. Fed . Múhlenbruch , Doctrina Pandectarum , 3 vol. Ha
læ . 1823 – 25 ; editio quarta multo auctior et enmendatior. Halis
Sax. 1838 . En 1834 , se publico traducida al aleman .
L. A . Warnkænig , Comentarii juris 'romani privati. 3 tom . Leo
dii, 1825 - 29.
C . J . Meno . Valett , Lehrbuch des praklischen Pandektenrechis,
(Manual de derecho práctico de las Pandectas.) 3 vol. Gælt . 1828 - 29.
A . Haimberger , Jus.romanum privatum , idque purum . 4 vol.
Leopoli , 1830 .
Las obras que siguen no contienen mas que programas para un
curso de Pandectas.
Arn . Heise , Grundrisz eines Systems des gemeinen Civilrechts.
(Plan de un sistema de derecho civil comun ). Heidelberg , 1807,
1816 , 1819 , 1825 .
Fred . Bergmann , Abrisz eines Systems der Pandekten . (Bosquejo
de un sistema de Pandectas. ) Gott . 1810 .
K . A . D . Unterholzner , Entwurf zu einen Lehrgebæude des bei
den Ramern geltenden bürgerlichen Rechts. (Plan de un tralado del de
recho romano vigente en Alemania .) Breslau , 1817 .
Chr. Gottl. Haubold , Doctrinæ Pandeclarum lincamenta Lips. 1820 .
G . Chr. Burchardi, System des Ram . Rechts im Grundrisz . (Plan
de un sistema de derecho romano ) . Bonn , 1823 .
W . M . Roosberger , System des gemeinen Civilrechts. (Sistema de
derecho civil comun ) , Berlin , 1826 .
Ed . Gans, System der Ræm . Civilrechts. ( Sistema de derecho civil
romano) . Berlin , 1827 . .
F . Blume, Grundrisz des Pandektenrechts. (Plan del derecho de
os Halletu, ng1829 .
las Pandectas).
c Lei (É,l cDas
K .i von).Hartitzsch
J.A .F.p as Ram
Ram .. oPrivalrecht in ausführlicher
labellarischer Darstellung (El derecho civil romano espuesto en cua
dros sinópticos). Leipzig , 1831.
J. F . L . Gæschen , Grundrisz zu Pandekten - Vorlesungen : (Plan
de un curso de Pandectas) . Gæeit: 1831.
A . Bethmann - Hollweg , Grundrisz zu Pandeklen - Vorlesungen .
(Plan de un curso de Pandectas) . Bonn, 1831. Faltan las sucesiones.
G . Fr. Puchta , System des gemeinen Civilrechts (Sistema de de
recho civil comun ). Munich , 1832.
( 124 )
B . Tratados y comentarios.
dilecciones de disertaciones sobre partes especiales del derecho civil , romano y alemán.
1. De un mismo autor.
2 . De diversos autores.
DE DERECHO ROMANO.
PARTE GENERAL.
SECCION PRIMERA .
SECCION SEGUNDA.
De las personas.
$. 116. Ideas de persona en general.
En su acepcion primitiva la palabra persona significa un hombre
á quien la ley considerá capaz cia ( 1 ) . Pero po
cto de derechos edio ddee
porr mmedio
eres abstlara jurisprudencia
dera ' pues hayy sficciones
abstracciones pruden lala hhaa ddado
ado una gran esten
sion , pues hay seres abstractos y aun cosas a las que la ley consi
dera como personas por gozar de ciertos derechos. De aquí la divi
sion de personas en físicas y morales . A estas últimas se las llama
con mas propiedad personas juridicas ó abstractas (2 ).
- $. 117. Homo qui plures personas sustinet(3).
CAPITULO 1
(14 ) Fr. 195 , $ . 2 , 4 , 5 ; fr. 196 , pr. D . L , 16 . Sobre la familia y las gen
les V . Niebuhr, Histoire romaine ; 1.a parte , 2 .a edic., p . 26 ; 3 .a ed ., p . 349.
En España no es necesaria la agnacion para gozar de esos derechos. -
(15 ) Fr. 15 , S. 34, 38, 44 , D . XLVII, 10.
16 Gayo ,' 1', 48-141.-- Úlp. IV y V. - Inst. I. 8.--Dig. I, 6 , Hugo,
p. 131. - Zimmern . t. I , § . 122.
(17) Gayo , II , 86 - 96 , III, 163– 167.- Ulp., XIX , 18 . - Inst. , II , 9 ; III,
28 , 29 . El derecho de Justiniano casi ha variado la legislacion sobre este punto :
segun el mismo los hijos de familia ( filius familiæ ) pueden adquirir casi todos los
derechos .
En España gozan todavia de mas derechos, como veremos en su lugar.
( 140 )
1 .".. La potestas , tanto la del señor sobre el esclayo ( potestas do
* vol lennia minorum ), como la del padre sobre sus hijos, y nietos ( patria po
mea o testas) . ' . ' ' ' ' . . ,
. 2.° La manus ó potestad del marido sobre su muger , cuando
vivian con arreglo al matrimonio romano . '* os
3.° Elmancipium , poder semejante al del señor sobre su escla
vo , y que se ejercia sobre el hombre libre vendido y entregado so
lemnemente (mancipatio ) , lo que se usaba principalmente en la
emancipacion y adopcion (ernancipatio et datio in adoptionem ) (18 ).
En el derecho de Justiniano solo se encuentran : el poder de los
señores ( potestas dominorum ) y la patria potestad ( patria potestas).
* 9 **+. $. 121. IH . De la capitis diminutio . re
►
(145)
2. Las personas que por su mala conducta ó profesión vil (vi
ta turpiludo), á la cual sin embargo no imponia la ley nota de infa
mia propiamente dicha, se hacían acreedoras á perder la considera-
civil, y por ello indignas de la estimación de sus conciudadanos.
Los modernos llaman á esta especie de infamia, infamia facti, ca
yos efectos perjudiciales, al menos según derecho posterior, son ca
si los mismos que en la infamia juris (48) .
3. Las personas que incurrjan en nota leve entre los romanos.
A esta clase pertenecían solo los libertos y los hijos del que trabaja
ba en el teatro. Los efectos de la ñola leve eran que los senadores y
sus descendientes no podían contraer matrimonio con tales personas,
ni nadie instituirlas herederas con perjuicio de sus hermanos ó her
manas (49). Toda persona que no gozaba sin tacha de la considera
ción natural y civil se llamaba en general persona turpis (50).
des físicas que influyen sobre los derechos ; por eg. el sexo, la edad, la salud : el
segundo dice relación á la capacidad civil, y particularmente á los tres estados del
derecho romano (§. 119), como también á varias otras cualidades civiles que in
fluyen sobre lus derechos, como el honor, lá religión, la profesión. — Westen-
berg, pr. D. i, 5, J. 4. y sig. Hellfeld, Jurisp. for. §. 111.— Hcepfner. Comm.
S. 62.—Thibaut, System. §. 207. Mas toda esta esposicion y la división deriva-
a de ella, no son de derecho romano. Zimmern, t. I. §. 117 y sig.
(52) Fr. 10. D. I. 5. «¿Qu rritur hermaphroditum cui comparamus1? et ma-
gispulo «ejus sexus aestimandum qui in eo pra;valet.» El fr. 15. §. 1. D. XXII, 5,
contiene una aplicación de este principio: «Hermapliroditus an ad tcslamentum
adhiberi possit , qualitas sexus incalescentis ostendit.» Coccejus, Jus conlr. lib. lt
t. V. qu. 3.
L. 10, lit. i, P. 6.
(55) Fr. 9. D. I. 5.—fr. 1. 8. 5. D. III. t — fr. 1 , 2, D. XVI. 1.—fr. 16,
18, D. XXVI, i —fr. 20. §. 6. D. XXVIII, 1.— §. 10. J. I. 11.
L. 17, lit. 16, P. 5. L. 1, ta. 1, P. 6. L. i, tit. 1 , P. 7. L.-3, til. 12, P. o. IX. 11 y 19.
til. 1, lib. 10. N. R., y otras varias.
(54^ V. especialmente á Zimmern, 1. 1, §. 120, 121.
(55) Mtas legitima. Acerca de la lex Plmtoria , V. de Savignyj Ueber die
lex VMoria. Berlín , 1833.
(56) Const. 5. G. VI. 53. Por escepcion , se considera al menor como ma
yor cuando obtiene dispensa de edad (venia (elalis), es decir, cuando le decla
ra mayor el príncipe : mas aun entonces, se requiere que el hombre baya llega
do á los 20 años , y la muger á los 18.—Gonst. 2. C. II. 45.—J. F. Sclieífer,
(147)
res (57). El hombre entra en la pubertad á los 14 años, y la muger
álos 12 cumplidos (58). Los impúberes hasta la edad de 7 años, y
sin diferencia de sexo se llaman infantes (59) ; desde los 7 años has- '
ta la pubertad ó son próximos á la infancia ó á esta : (infantim aut
pubertad proximi (60) , según se acercan mas á la infancia ó á la
pubertad. La vejez (senectus) que liberta de los cargos públicos, no
empieza hasta los 70 años cumplidos (6^).
en sus Opp.. Bassani, 1783. t. III. - Entre los modernos se distinguen , Bæbmero ,
Princ. jur. can . § . 389. - Glück , Commenl. I. XXIII, § . 1209 , 1210 .- - E , A .
Laspeyres, Díss, canon . comp. el . nupt. propler sanguinis propinq. ab ecclesia
christ. prohib . sislens historiam . Berolini, 1825 .
Segun acabamos de indicar , se sigue en Espa:ia el derecho canónico en la computacion
de grados para el matrimonio , así como el civil para las heréncias. Dicha ley 2 .
(69) Fr. 1. $. 3 al 7 ; fr. 3. D . XXXVIII, 10 .
(70 ) La espresion liberi naturales , tiene dos acepci nes muy diversas en
dereclio romano ; pues significa: 1.° Los hijos nacidos de concubinato en oposi
cion á los legitimos; como por ej. tit. C. de naluralibus liberis (V. 27) Nov. 89.
c . 12 . - 2 .° Loshijos procreados en oposicion a los adoptivos: por ej. $ . 2 . J . III. 1.
Las leyes de Partida, de acuerdo con las romanas llamaron , hijo naturalal habido de bar
ragana. L . 1, lit. 14, P. 4 . y 1. 8 , lit. 13, P . 6 . Pero la ley 11 de Toro ( 1, til. 5 , lib. 10 ,
Nov. Rec.) declaró que enlonces se digan ser los hijos naiurales cuando al tiempo que na
cieren ó fueren concebidos, sus padres podian casar con sus madres justamente y sin dis
pensa , con tal que el padre lo reconozca por su bijo , y aun cuando no haya tenido la mu.
ger de quien lo hubo en su casa , ni sea una sola . - - V . Sancho Llamas , Cor . á esta ley.--
Escriche , Dicc . de jurisp . en la palabra Hijo natural.
(71) $ . 12. J. I. 10 .- Fr. 23 , D . I. 5 .
Aunque á la palabra espúrio se le dió diferentes significaciones en las leyes de Partida,
3, tit. 14,
15, 1.Rec.,
1.lib1,. 10lit., Nov P . 4 , generalmente se entiende en el dia por ella , 1, 5 , til. 20,
. el hijo ilegítimo que no es natural. Los hay incestuosos , 1, 2 , tit. 14,
P . 4 y 11 , tit. 13 , P . 6 ; adulterinos, LL . I y 2 , tit. 15 , P . 4 , y sacrilegos, ó hijos de cleri.
( 151)
dre, se llaman esclusivamente germanos (germani) (72). Aquellos,
por el contrario , que descienden de una misma persona dos veces ca
sada, se llaman consanguineos (73 ) ó uterinos, segun vienen del pro
pio padre ó la propia madre . Los modernos les llaman tambien uni
laterales ó ex uno latere juncti (74 ). .
$. 134. g . Del parentesco simple y doble.
El parentesco es simple ó doble. Es simple cuando los parientes
lo son de un solo modo; y doble cuando lo son de mas de un modo.
Este parentesco doble se constituye:
1. Cuando dos personas parientes entre sí, ó al menos
2 . Parientes de otra lercera que lo es de ambas, procrean hijos;
3 . Cuando una misma persona procrea hijos con otras dos, pa
rientes entre sí.
4. En fin , cuando dos parientes procrean hijos con otras dos
tambien parientes (75 ) . Cuídese de no confundir el doble parentesco
con el de los germanos, que no es en simas que un parentesco sim
ple, aunque sea comun mirarle como doble .
$. 133 .5. De la afinidad.
a . Nocion de ella .
gos , frailes y monjas profesas. LL. 4 y 5 , tit. 20 , lib . 10 , Nov. Rec., los cuales son los
de pert condicion para heredar , como en su lugar veremos.
(72) Entre los romanos , se llamaba frater germanus al procreado , sin dis
tinguir si era carnal , en el sentido que hoy damos á esta palabra , ó consan
guineo . Bajo el último aspecto se oponia al fraler ulerinus, es decir , el herma
no por parte de madre .
(73 ) Los romanos enlendian por consanguineus al agnado mas próximo , v
por consiguiente tambien al hermano carnal : $. 1 . J. III. 2 . - fr . 2 . pr.
D . XXXVIII , 16 . — Gayo , III, 14.
(74 ) Justiniano llama a los hermanos carnales sin distincion de sexo, ex
utroque parente conjuncli; y á los consanguineos y uterinos , ex uno parente con
juncli sive per patrem solum , sive per matrem . Nov. 118 , c. 2 , 3 . - fr. 10 .
D. XXXVIII, 10 .
Hermanos de parte de padre :hermanos de parte demadre: LL. S' y 6 y 12 , tit. 13 , P .6 .
(75 ) El doble parentesco puede establecerse igualmente por la reunion del
natural en el civil , por eg . si un ascendiente adopta á su descendiente . .
(76 ) Fr. 4 . §. 3. D . XXXVIII, 10. – Los esposos no son afines entre sí, co
( 152 )
Fúndase en la unidad de los esposos, la cual coloca a cada uno de
ellos en un lugar, respecto á los parientes del otro, que tiene mucha
semejanza con el parentesco.
g. 136 . b. De los grados de afinidad.
mo ni tampoco los parientes del uno respecto á los parientes del otro. Capitu
lo 5 , X . 4 , 14 .
L . 5, tit. 7. P. 4.
(77) Eslomismo confirmael fr. 4. §. 5. D. XXXVIII, 10 , diciendo «gradus
affinilalis nulli sunt.)
" (78) Con razon , pues , pudo decir Paulo , fr. 10 , pr. D. ibid : jurisconsultos
cognalórum gradus ei affinium nosse debel.
(79) Const. 3. C . XXXV, quest. 5. - C . 13 , 14 , C. XXXV. qu. 2.
La misma ley 5 .
(80) Dig. L. 1. - Cód . X . 39. — Glück , Comm . t. VI, § . 512 al 514 . - El
que no tiene domicilio fijo se llama en derecho vagabundo.
No es fácil sentar una regla general respecto al domicilio , ó mejor dicho en España, te
cindad, pues este punto depende de las diferentes costumbres y ordenanzas que rigen en
los diversos pueblos de la monarquia ; pero generalmente se gana la vecindad , ó bien so
licitándolo del respectivo ayuntamiento , ó bien por hechos que manifiestan claramente
la intencion de establecerse en un punto y ser considerado como tal vecino , sujetándose á
las cargas y tributos vecinales. La ley 6 , tit. 4 , lib . 7 de la Nov . Rec. , exige el transcurso
de 10 años ; pero en muchos pueblos no necesita tantos para ganar vecindad el que es ge
neralmente tenido y reputado por vecino.-- Es arreglado á razon , y muy conforme á nues
tro derecho lo que se dice en este . respecto á que los militares tienen su domicilio en
donde están de guarnicion ; los empleados en donde sirven sus destinos ; las mugeres casa
das en el de sus maridos , y los hijos sujetos a la patria potestad en el de sus padres.
(153 )
· A . Dos condiciones se requieren para fijar el domicilio volun
· tario .
1." Es preciso que la persona se establezca realmente en un lugar .
2. Que tenga intencion de permanecer en él , hasta que razones
particulares la muevan a dejarle. Cualquiera de estos dos requisitos
es insuficiente si no le acompaña el otro (81) , y ambos se necesitan
tambien para la mudanza de domicilio (82 ).
B . Tienen domicilio necesario : los desterrados en el lugar de su
destierro (83) ; los soldados en el de su guarnicion (84 ) ; los fun
cionarios públicos en donde egercen su cargo ; las mugeres casadas
en el de su marido (domicilium matrimonii) (85), y los hijos mien
tras se hallan bajo la potestad del padre , en el domicilio de este , si no
es que se hayan establecido en otra parte con consentimiento del
mismo (86 ).
. 138. b . De la presencia y ausencia .
mo ni tampoco los parienles del uno respecto á los parientes del otro. Capitu
lo 5, X. 4, 14.
L. 5, tit. 7. P. 4.
(77) Esto mismo confirma el fr. 4. g. 5. D. XXXVIII, 10, diciendo *gradiu
aflinitalis nulli sunt. >
(78) Con razón, pues, pudo decir Paulo, fr. 10, pr. D. ibid : juriscontultos
cognatórum gradus el affinium nosse debtt.
(79) Const. 5. C. XXXV, quest. 5.-C. 13, 14, C. XXXV. qu. 2.
La misma ley S.
(80) Dig. L. 1.—Cód. X. 39.—Glück, Cororo. t. VI, §. 512 al 514.—El
que no tiene domicilio fijo se llama en derecho vagabundo.
' No es fácil senlar una regla general respecto al domicilio, ó mejor dicho en España, tt-
ciruUii, pues este punto depende de las diferentes costumbres y ordenanzas que rigen en
los diversos pueblos de la monarquía ; pero generalmente se gana la vecindad , ó bien so
licitándolo del respectivo ayuntamiento, ó bien por hechos que manifiestan claramente
la intención de establecerse en un punto y ser considerado como tal vecino, sujetándose i
las cargas y tributos vecinales. La ley 6, tit. i, lib. 7 de la Nov. Rec, exige el transcurso
de 10 años ; pero en muchos pueblos no necesita tantos para ganar vecindad el que es ge-,
neralmente tenido y reputado por vecino.—Es arreglado á razón, y muy conforme á nues
tro derecho lo que se dice en este j. respecto á que los militares tienen su domicilio en
donde están de guarnición ; los empleados en donde sirvén sus destinos ; las mugeres casa
das en el de sus maridos , y los hijos sujetos á la patria potestad en el de sus padres.
(155)
A. Dos condiciones se requieren para fijar el domicilio volun
tario.
1 .' Es preciso que la persona se establezca realmente en un lugar.
2.* Que tenga intención de permanecer en él, hasta que razones
particulares la muevan á dejarle. Cualquiera de estos dos requisitos
es insuficiente si no le acompaña el otro (81). y ambos se necesitan
también para la mudanza de domicilio (82).
B. Tienen domicilio necesario: los desterrados en el lugar de su
destierro (83) ; los soldados en el de su guarnición (84) ; los fun
cionarios públicos en donde egercen su cargo ; las mugeres casadas
en el de su marido (domicilium matrimonii) (85), y los hijos mien
tras se hallan bajo la potestad del padre, en el domicilio de este, si no
es que se hayan establecido en otra parte con consentimiento del
mismo (86).
|. 138. 6. De la presencia y ausencia.
(81) Fr. 17. §. 13. D. L. 1. «Sola domtis possesio (juíe in aliena civitate
•comparatur, domicilium nonfacit.» —Fr. 27, §. l.D. ibid.— Gonst. 7.C.X,39.
(82) Fr. 20, D. ibid : «Domicilium re el fado transfertur., non nuda contes
tadme. >
(83) Fr. 22. §. 3; fr. 27. §. 3. D. ibid.
(84) Fr. 25. I. 1. D. ibid.
(83) Fr. 22. |. 1 : fr. 38, §. 3. D. ibid.-Comp. fr. 5. D. XXIII, 2.—fr. 6o.
D. V. 1. -Cons.. 9. G. X, 39.
(86) Fr. 3, 4, D. L. 1. No es contrario el fr. 6. §. 1. ibid; porque allí solo
se habla del forum'originis de los romanos.
(87) Fr. 1. |. 1; fr. 9, 10, 22, §. 2, D. IV. 6.
(88) Comp. Dig. IV. 6.—Glück, Comm. t. IV. I. 467 y sig.
(89) Cons.. 12. C. VII. 33.—Consí. un. G. VII. 31.—Nov. 119. c. 7.
La ley 18, tit. S9, P. 3, dice «en la misma tierra,» lo cual se entiende por «en la mis
ma provincia. » La sig. 1. 19.
20
( 154 )
el furioso y el loco se reputan ausentes, porque en general son in - .
capaces de atender al acto jurídico sea cualquiera (90) .
8. 139. 7. Estado y profesion.
La diferencia de estado y de profesion egerce asimismo grande
influencia sobre el derecho privado . La legislacion romana, conce
diendo ciertos privilegios al soldado (miles) favoreció sobre todos al
estado militar (91) . En el número de los que gozan de tales priyile
gios se cuentan los marineros en el buque; pero no los licenciados,
los reclutas ni las demas personas empleadas que siguen la marcha
de un ejército , aunque sin ser soldados (92). Los que no siguen la
profesion de las armas se llaman tambien por derecho romano , pa .
gani, y algunas veces privati (93):
8. 140. 8. Religion (94).
Los hombres , segun la religion que profesan , se dividen en
cristianos ( fideles) ó no cristianos (infideles). Los cristianos se subdi
viden , en orthodoxos (orthodoxi catholici) y hereges (hæretici) : los
últimos son los que no reconocen el dogma de los sínodos eouméni
* cos (95 ). Entre los no cristianos se dislinguen los judios y apóstatas
(apostatoe) . Las leyes de los emperadores cristianos de Roma , con
tienen disposiciones escesivamente severas contra los hereges y após
tatas (96 ) . La posicion civil de los judíos ha sido en todos tiempos
y es aun hoy muy diversa (97) .
( 90) Fr. 124 , §. 1. D. L. 17. - fr. 209. D . L. 16 . - fr. 2. §. 3. D. XXIX ,.7.
L . 13 , tit. 33 , P . 3.
(91) Dig . XXIX y XLIX , 16 . - Cod. XII, 36 .
Nuestro derecho ha concedido tambien desde muy antiguo , fuero , prerogativas y exen
.ciones á los militares. Tit. 21 y sig., Part. 2.-- Tit. 4, lib. 6 , de la Nov. Rec.
(92) Fr. un. g. 1 , 2, D . XXXVII, 13. - fr. 4 , 42, D . XXIX , 1. - Const. 16 .
C . VI. 21.
Los retirados con elgoce del fuero, las mugeres, viudas é hijos, hasta cierta edad, de los
militares , y otras personasque no lo son en el rigor de la palabra , gozan tambien del ſuero
militar. V . dho. tit. 6 y Colon , Juzgados militares .
(93) Por.ej. Const. 19. C . II. 3. - Const. 1. C. IX . 24 . - V . á Lampridio , In
vila Alexandri Severi, c . 58 ; «nec unquam ad privalos pertinerent. »
( 94) Zimmern , t. 1 . § . 130 .
(98 ) Nov. 131 , c. 1.
Pr. y I. 1, tit. 16 . P. 7, y l. 1,tit. 3, lib . 12 de la Nov. Rec.
(96 )V . lasCod . I,dhos.,
5, 7, 9, 11. - Cod. Theod. XVI, 7, 8, 10.
ll. de tit. 16 y 3.
(97) Haubold , Orat, de slatu judæorum publico sub imperio Romanurum .
(155 )
3. 141. IV. Modos de concluirse la existencia de las personas.
morma rse
que se hallen presentes, constituye
Se puedeconformarse
y con ella · deben
la voluntad corporacion,
los ausentes y disidentes (116 ).
Así es como se puede resolver acerca de la enagenacion y reparti
miento de los bienes comunes entre los asociados , observando no
obstante las reglas que marca la ley para enagenar bienes de me
nores (117).
6 . La comunidad deja de existir cuando pierde á todos sus in
dividuos ó la disuelve el Estado (118 ) . En este caso , si fué insti
tuida para algun objeto de pública utilidad , pertenecen sus bienes
De las cosas.
$. 146. De las cosas en general.
Hay algunos que comprenden en la palabra res todo cuanto for
ma el haber de los particulares (quod est in bonis vel actionibus) (1).
Otros enseñan que dicha palabra se determinaba en los tiempos an
teriores á Ciceron por el modo de adquirir (mancipatio , in jure cessio ,
traditio , usucapio). Parécenos que en su origen la palabra res no
se aplicaba mas que á los objetos corporales, y que la designacion
legal de las cosas, no ha sido sino la consecuencia de esta idea .
Cuando se quiere hablar de las especies de cosas, las fuentes mis
mas del derecho nos remiten sieinpre á la idea de cuerpos (2).
1. Accesiones.
.
( 166 )
rácter de pertenencia (27) que no se acaba sino por la separacion
completa de la cosa á que están afectas (28 ). Tanto las cosas mue
bles como las inmuebles pueden tener pertenencias ( 29 ), y en las
últimas pueden estas consistir igualmente en cosas muebles, inmue
bles o incorporales (30 ) . Nunca debe olvidarse el siguiente princi
pio en materia de pertenencias: cualquier disposicion sobre lo prin
cipal afecta tambien á lo accesorio , si no se estipula espresamente
lo contrario (31).
. S . 154. 2. Frulos.
Se dice que una cosa está fuera del comercio , cuando los parti
culares no pueden poseerla de hecho ni de derecho. Estas cosas son :
1. Las de derecho divino (res divini juris), que eran sagradas,
religiosas y santas (sacræ., religiosa , sanctæ ) (49 ). ,
2. Aun entre las cosas de derecho humano , estaban exentas del
comercio las que se llamaban res publici juris ; y 'en estas se com - ' .
prenden no solo las comunale (communia civitatum ) , como teatros,
eircos , etc., sino tambien las de uso público , como el mar, los rios
v sus riberas (50).
. . SECCION CUARTA,
CAPITULO I.
1. Relalivas a la persona.
-- -- -
fr. 41, $ . 1, D . XXIII , 3 . - Fr. 3 , D . XXX . - Fr. 99, 107, D . XXXV, 1 .
La ley 10 , tit. 4, P. 6, pone un ejemplo de la condicion tácita . De las perplejas ó du
dosas habla la ley 5 del mismo titulo y Partida.
(55) El derecho romano llama al acto pendiente de condicion suspensiva ,
- -- - -
44 .- Sinupseris ; fr. 10 pr.; fr. 15 pr.; fr. 63 , s. 1; fr. 28 , pr.; fr. 71, §. 1,
fr. 101 pr. D . XXXV, 1. - Fr. 23 , D . XXVIII , 7. - Sobre la condicion viduita
lis , á Zimmern , t. I, § . 175 . - La condicion religionis mulande et non mulan
dæ , nunca se tiene por válida. Arg . Const. 5 , c. VI , 25 . Hay sin embargo au
- -- -
-- -- - - - - - - - - -- --
mente la que se dá con fiador ( satisdalio s. fidejussio ) (110 ) ó con
prenda (111) .
5 . La posesion judicial (missio in possessionem s. in bona ) de to
dos los bienes ó en particular de algunas cosas de otro , que decre
taba el pretor para asegurar ciertos derechos al que la tomaba (112).
Así adquiere este la detencion de la cosa obligándose á conservarla
(custodire) y administrarla (113 ). Adquiere ademas un derecho de
prenda sobre dicha cosa (114) ; y cuando obtiene la posesion de ella
damni infecti causa , ex secundo decrelo , adquiere la propiedad si el
adversario la tenia : en todo caso goza el beneficio de la usuca
- - --
pion (115 ).
6 . El arresto ó embargo, esto es, la restriccion puesta por el
juez á la libertad personal del deudor ó á la libre disposicion de sus
bienes, para seguridad del acredor. La egecucion de esta providen
-
cia presupone siempre justa causa ; es decir , se necesita que haya
-
evidente riesgo de quedar privado el acreedor de sus derechos , ó al
menos imposibilitado de perseguirlos, si el deudor conservara la li
bertad de su persona , ó la disposicion de sus cosas (116 ).
Los derechos una vez adquiridos, duran hasta que algun motivo
particular hace que se estingán y concluyan .
A . Este motivo puede nacer de la voluntad del mismo á quien
competen los derechos : así que se acaban :
1 . Por la renuncia (renunciatio) : consiste en abandonar un de
recho sin transferirle a nadie (117) ; pero es menester que este
derecho nos pertenezca realmente (118 ) , y que 'tengamos exacto
conocimiento del objeto de la renuncia (119 ).
2 . Por la enagenacion, En sentido lato se entiende por enagena
cion cualquier novedad que hacemos en nuestros negocios , bien
sea la transmision de un derecho en favor de otra persona , bien la
renuncia del mismo , el establecimiento de una servidumbre , de un
derecho de prenda ó de hipoteca , ó la aceptacion de un pago. En
sentido mas estricto es la enagenacion una cesion y trasmision de
ciertos derechos (120 ) y limitándole mas todavía , solo comprende
la trasmision de la propiedad á otra persona (121). Todo el que es
propietario de alguna cosa tiene, generalmente hablando , derecho á
enagenarla simotivos particulares no se lo impiden. La prohibicion
de enagenar puede ser impuesta por disposicion legal ó judicial (122),
de 1594, S. 82 ; de 1600 , §. 60 . - Mevio , De arreslis, ed. nov. Lips. 1737.
Glück , Comm . I. VI. §. 520 .
En España se conoció tambien la prision por deudas ; pero como los muchos privilegios
y leyes sucesivamente publicadas en la materia , eximiesen de ella á un considerable nu
mero de personas, llegó a caer enteramente en desuso.
(117) Fr. 41. D . IV. 4 . - Const. 29. C. II. 3. «Quilibet juri pro se intro
ducto renunciare potest.) - Const 11. C . IV . 1. « Ad jura renunciata non datur
regressus.» - Const. 4. C . II. 5. - Const. 51, C . I. 3 .
(118) Fr. 174 . § . 1 . D . L . 17. «Quod quis , si velit , habere non potest , id
repudiare non potest,,
(119 ) Fr. 19. D . V . 2 . - fr. 8 . D : V . 3 .
( 120 ) Const. 7. C . IV . 51 ; aquí es preciso recordar la regla : Nemo plus
juris in allerum transferre polest , quam ipse habel. fr:51. D . L , 17 .
(121) Fr. 67. pr. D . L . 16 . -- Const. 1. C . V . 23 .
L. 10 , til. 33, P. 7.- L. 1, tit. 28 , P. 3.
(122 ) Pr. $ . 2 . J. II. 8 . - Const. un . S . 1S . C . V . 13. - Const. 12 , 13 , C .
V . 71. - fr. 1. pr.; fr. 10 . pr. D . XXVII. 10. - Schweppe , t. II. §. 226 a. . .
Ejemplos por la ley : las cosas litigiosas. L. 13, tit. 7, P. 3, la donacion de todos los
bienes , 1. 2. tit. 7 . lib. 10 . Nov. Rec.
Por convencion : el enfiteusis , 11. 28 y 29. tit. 8 . P . 5 . el pacto de retro enta . I. 42
tit. 5, P. 3 , y los que quieran poner respecto i este punto los contrayentes.
( 191 )
por disposicion testamentaria y por contrato . La enagenacion hecha
contra la prohibicion de la ley ó del juez , es nula , y aquel en
cuyo favor se habia dictado, tiene accion real para reclamar la cosa
del tercero (123). Cuando esta se enagena contra la prohibicion
impuesta en testamento , procede á veces la accion real contra el
adquirente , y otras la accion personal en resarcimiento de perjuicios
contra el que enagenó , segun el testador haya prohibido , bien la
enagenacion de cosa propia .suya, en beneficio de tercero , ó bien
de cosa agena perteneneciente a una persona que obtuvo de él
legados ( 124 ) . Cuando se enagena contra la prohibicion impuesta
por contrato , solo cabe accion personal en resarcimiento de daños
contra el que enagenó , si ya el mismo contrato no ha provisto de
remedio por el pacto reservati dominii o reservatæ hypothecæ (125 ) .
f . 183. b. B . Contra la voluntad del que los tiene.
-
de ellos.
-
-
3. Los créditos luego que se amortizan , sea como quiera . Los
-
derechos reales y las obligaciones cesan ademas:
-
4. Cuando la persona que concedió á otra un derecho sobre al
-
guna cosa , le pierde por ser desde el principio temporal y revoca
ble (126 ) , ó le revoca por causas posteriores (127 ). . -
- -
· CAPITULO II.
o
cer sola y esclusivamente lo que también podrían hacer otras, son una de sus es
pecies.
Por decretos de las Cortes de 6 de afrosto de 1811 y 19 de julio de 1813, se abolieron los
privilegios esclusivos, privativos y prohibitivos que poseían algunas corporaciones y par
ticulares. Debemos advertir aquí que nuestras actuales instituciones políticas repugnan
algunos privilegios puramente personales por lo que respecta al derecho civil.
(146) Otra división comunmente adoptada de los privilegios es en gratiosa
elconrealionalia. Gareee de importancia, puesto que la concesión y aceptación
del privilegio tienen siempre por base un convenio, ya sea el privilegio gratuito,
ya oneroso.
De los privilegios concedidos por servicios preslados se hace va mención en las II. 49
y 51. tit. 18. P. 3.
(147) Fr. 3. D. I. 4.—Gonst. 2. C. I. 14.
L. 34. tit. 18. P. 3.
(148) Si hay otro que goce de igual privilegio, tiene aplicación la regla;
privilegiatus adversus ajque privilegíatum, jure suo (se. prohibitivo) non utitur.
Arg. de la citada ley 34, tit. 18, P. 3.
(149) Fr. 1. 8. 43. D. XLIII. 20.-fr. 1. |. 2. D. I. 4.
m Fr. l.J. 45. D. XLIII, 20.
(151) Mas siendo privilegio real pasa<*Lnuevo adquirente con la euageua-
cion de la cosa y las dependencias. •
( 196 )
ro si ceder, ya sea por título gratuito ó ya oneroso , el ejercicio de
su derecho , con tal que la naturaleza particular del privilegio no lo
resista : tales son siempre los privilegios negativos, y aun los afir
mativos cuando su uso se ha ceñido esclusivamente a la persona pri
vilegiada .
3. 194. Estincion delos privilegios.
El privilegio se estingue :
1. Por su propia naturaleza , con el lapso del tiempo porque se
concedió (152); ó no habiéndose fijado tiempo, cuando deja de existir
la persona que le disfruta . Así, pues, el privilegio concedido á una
persona física concluye por muerte de esta (153 ), y el concedido á
una corporacion dura mientras ella exista (154 ): el establecido en
favor de una cosa se acaba con la misma cosa ; pero revive resta
bleciéndola (155 ) .
2. Cuando el principe revoca el privilegio : lo que en general no
puede hacer á no haberle concedido bajo condicion de poderle revo
.car : en cualquier otro caso carece de esta facultad (156 ), á menos
que el bien del Estado lo exija , y entonces el privilegiado tiene op
cion á que le indemnicen de la pérdida de aquel derecho.
3. Cuando por el abuso del privilegiado en el ejercicio de su pri
vilegio resultan males al Estado, quien puede entonces prohibirle
su uso por la vía judicial, como en pena (157) .
4. Por la renuncia espresa ó tácita (158). El derecho canónico
considera como renuncia tácita el no ejercicio del privilegio durante
un largo espacio de tiempo , habiendo tenido ocasion de ejercitarle el
privilegiado. Este modo de perder el privilegio se llama hoy por
prescripcion : el derecho canónico requiere en general que transcur
ran 30 años, y siendo iglesias, 40 (159).
( 152) Const. 2 , C . I. 23 .
( 153) Fr. 1. § . 43. D. XLIII, 20 . - Const, 13 , C. X . 47.
(164 ) Fr. 4 . § . 3 . D . L , 15 .
(155 ) Arg. fr. 20 . $ . 2 . D . VIII. 2.
Ló que dice el autor sobre la extincion de los privilegios nos parece en su mayor parte
aplicable á España, aunque en nuestras leves y señaladamente en las de Partida se encuen
tran sobre este punto disposiciones contradictorias unas de otras .
( 156 ) Ar. Const. 7 . C . I. 19 — Cap. 1. de constitutionibus in VIto . - Cap. 16 ,
17. de reg . jur. in VIto : sin diferencia entre privilegio gratuito y oneroso . ( S . 190)
- Glück , Comm . t. II. § . 107 , 108.
( 157) Const. 3 . C . XI. 43 — Cap. 43. X . 1 . 3 .
| LÍ. 42 x 43. tit. 18. P. 3.
(158 ) Fr. 41. D . IV . 4 . - Const. 29 . C . II . 3 .
(159) Cap. 6 . 15 . X . 5. 33. En derecho romano, los privilegios negativos
(197 )
$. 192. Del concurso y colision de los derechos particulares con los generales.
CAPÍTULO III.
De la persecucion de los derechos , y en particulur de las acciones
y escepciones.
f. 193. I. De las acciones.
A . Idea de la accion .
1. Por su origen.
Las acciones conocidas en derecho romano se dividen por razon
de su origen :
1 . En civiles y honorarias, segun que proceden del derecho civil, - -
ó han sido introducidas por el edicto de los pretores ó ediles (actio .
nes pretoriæ et ædilitice) (171). "
2. En actiones vulgares s. directæ , et non vulgares s. in factum .
Las primeras son las inventadas en un principio para casosdetermi
nados con exactitud , y reconocidas como admisibles ; tenian sus fór
mulas invariables concebidas conforme al hecho ó al derecho (in
jus ó in factum ) (172) , segun que la accion se fundaba en el derecho
pretorio ó en el civil (173 ). Las segundas, esto es, las acciones vul
gares s, in factum en sentido estricto, son las que carecen de fórmu
la propia ó fija (174 ) .
A esta clase pertenecen :
a ) Las acciones úliles ó introducidas por analogia con otra accion
directa . Con efecto, el pretor daba la accion útil en casos á que no
estaba destinada en su principio , pero que guardaban analogia con
Cod. IV . 10. — Donelo , Comm . jur. civ . lib . XIX. cap. 1, 2 ; lib . XXI. cap. 1 , 2 .
- idem , Comm . ad lit. Inst. de actionibus. Antverp. 1581. ed . noviss. Lugd .
1630 . - Bachovius, Tract. de actionibus, etc , Francof. ad. M . 1625. - Bæhmer,
Doctrina de actionibus , etc. El. nov . Francof.
( 170 ) Pr. J . IV . 6 . - fr. 8 . $ . 1 . D . L , 16 : « Actionis verbo non continetur
exceptio ., fr. 2. pr. D . XLIV , I. - fr. 52. D . XLI,1.
De esta clase son los juicios llamados prejudiciales ó perjudiciales. L . 20. tit. 22 . P. 3.
( 171) El fr. 1. D . XLIV, 1, no se opone á esto : «Agere etiam is videtur qui
exceptione utitur: nam reus in exceptione actor est.»
(172) Por eg. fr . 2 . $ . 3 . D . X . 2. - $. 7. J. IV . 16 . - fr. 10 . D . X . 1. - fr .
13, 14 . D . V . 1 . - fr. 37, §. 1. D . XLIV , 7 .
(173) $. 3. J . IV . 7 . - fr. 25 . $ . 2 . D . XLIV . 7 .
(174 ). Para ciertos casos hasta habia fórmulas dobles:Gayo, IV . §. 47.
( 200 )
otros, base y fundamento de la accion directa (175 ). Las actiones
ficticia que procedian de una ficcion , eran una especie particular de
las útiles (176 ) ; y tanto estas como aquellas tienen su origen en el
derecho pretorio .
b ) Las actiones præscriptis verbis , que se daban cuando la accion
tenia realmente por base una obligacion civil, mas por las modifica
ciones particulares del caso en cuestion , no se podia aplicar ninguna
de las fórmulas invariables que fijaba el derecho civil: en talcaso se
daba una formula in jus concepta acompañada de una præscriptio;
es decir , que en la fórmula se hacia mencion de las modificacio
nes del caso (177).
c ) Las actiones in factum en elsentido mas estricto : basadas úni
camente en la equidad del pretor, se redactaban siempre conforme
á las circunstancias del caso , y no se atenian á fórmula alguna pree
xistente (178).
3 . 195 . 2 . Por su fundamento.
(228) Const. 3. C. VII, 39, «Ha; autem actiones annis triginta continuis
cxtinguanlur., non illte. nuce an'igtiü temporibus limilabantur.*
(229) Pr. J. IV, 12.—fr. 28, D. XXI, 1.—fr. 8, g. 17; fr. 9, D. V, 2.
L. 3, tit. 8, lib. 11. N. R.—L. 9 y 10, tít. 19, P. 6—L. 4. Ut. 8, P. 6. y otras. De ellas
hablaremos en sus correspondientes bisares. Sin embargo, debemos advertir aquí que
bastan 3 años para prescribir la acción que tienen los abogados, procuradores y agentes,
para reclamar el pago de sus honorarios, debiéndose haber contestado demanda para impe
dir la prescripción. L. 9, tlt. 11, lib. 10. Ñ. R.; y otros 3 para prescribirse también la de
los criados por sus salarios, y los de los boticarios, joyeros, confiteros y otras personas
que tienen tiendas de cosas de comer. Los tres años se cuentan en los sirvientes desde el
di» en que hubieren sido despedidos. Para impedir estas prescripciones basta cualquier
petición de la deuda, aunque fuere estrajudicial. L. 10. dd. tit. y lib.
(230) Const. 8, §. i, G. VII, 39: «Si Tero mala fide, etc..
Esto mismo parece deducirse de la ley 22, tit. 29, P. 3. Sin embargo, creen algunos
que para la prescripción de ciertas acciones es necesaria en España la buena fé,
(231) Cap. 5, 20, X, 2, 26.
(232) Const. 3, C. VII, 39: «ex quo jure competeré coeperunt.» —Const. 7,
§. 4, C. ibid. —Const. 1. |. i, C. VII, 40—fr. 9, |. 3, D. XIII, 7.
(233) De aqui proviene la regla: «Agere non valenli non currit pnescriptio. ■
L. 30, tit. 29, P. 3.
( 209)
perfeela la prescripcion hasta despues que se ha cumplido el dia úl.
timo (dies novissimus) (234 ) . '
4 . Interrumpese la prescripcion , ya por la litis contestacion ( 235 ) ,
ya por una protesta hecha en debida forma (236 ), ya por el recono
cimiento espreso ó tácito de la deuda (237 ) .
5 . La prescripcion de la accion no produce otro efecto que dar
lugar á una escepcion contra la demanda ( exceptio , proscriplio ) . De
aquí se sigue que la estincion de la accion no priva al demandante
de todos sus derechos, pues si bien no puede hacerlos valer en jui
cio por medio de una accion , no pierde la facultad de reclamarlos
por otro medio, por ejemplo , por una escepción (238).
6 . No ha lugar a la restitucion contra la prescripcion de las ac
ciones de 30 ó 40 años (239).
$ . 200. II. De la litis contestacion (240 ). . . . . . ,
(247) Fr. 20, $. 11; fr. 25 , . 7 ; fr. 40, pr. D . V , 3 . - fr. 20 , 45 . D . VI.
1. - fr. 2 , 34 , 35 , D . XXII, 1 - Const. 1 , $ . 1, C . III, 31. - Const. 22, C . III, 32 ,
L. 39, tit. 28 , P . 3.
(248) $. 1, J. IV, 12. - fr. 26, 58, D. XLIV , 7.- fr. 87, 139, 164, D . L ,
17. - Const. 5 , C . III, 28. - Cod. I, 20 .
L. 25, tit. 1, P , 7.
(249) Fr. 81, 52, pr. D . V, 1.---Const. 13, C. VIII, 36. - Cap. 19, X ,
1 , 29.
L. 32, tit. 2, P . 3.
(250) Gayo, IV ,116 , sig:--Inst. IV , 13.—-Dig. XLIV, 1.- Cod . VIII, 36.
Donelo , Comm . jur. cic . XVI, 2 , XXII, XXIV , 1. ..
(251) Gayo , III, 168– 181.
( 212 )
base que habia intervenido en el contrato fuerza ó miedo , ó se le
habia condenado la deuda por un pacto de non petendo. Esos me
dios que daba el pretor por equidad para repeler una accion fundada
en derecho civil, medios de que se hacia mencion en la fórmula del
juicio para que el juez los tuviese en cuenta , se llamaban esceptiones
S . prescripciones. La accion no quedaba destruida ipso jure, pero se
desvirtuaban todos sus efectos por medio de la escepcion (252).
En el dia la palabra escepcion tiene un sentido mucho mas lato que
en derecho romano, pues se comprenden en ella todos los medios
que propone el demandado para desvirtuar la accion , y por consi
guiente no se distingue, como en aquel derecho, si la accion queda
destruida ipso jure , ó desvirtuada por una escepcion ( per excep
tionem ) (253).
. : : . 9. 207, B . Diversas especies de escepciones. . !
por cada parte . LI. 1, tit. 14, y 1, tit. 18. Nov. Rec. Si el pleito se ha recibido á prueba ,
cada uno de ellos puede dar otros dos.
( 264) Fr. 2, 8. 1, 3 ; fr. 22, 3 , 4, D . XLIV, 1. - Const. 6 , C , VIII, 26.
(265) Fr. 9, 8: 1, D . XII, 3.
INSTITUCIONES
DESEOSO EOMAXTO.
LIBRO PRIMERO.
(1) Sobre la noción del derecho real, V. Hugo en la Thémis 1. VIH, parle 2,
P- 1 ; t. IX, p. 34.
( 216 )
negativo de todos de no perturbarnos en el egercicio de nuestro de
recho (S($.. 1166.) ;icesto
recho acioneses (8. cercitarleesencialmente
180).distingué
lo que aquel á q el derecho
3 . Todo derecho real puede egercitarle aquel á quién correspon
de por medio de una accion real (actio in rem ) , contra cualquiera
que posea la cosa ó que la dispute (2 ) .
4 . Por último, el derecho realacaba necesariamente por la total
destruccion de la cosa (3 ).
$. 209. Especies de derechos reales.
Son de dos especies los derechos que tenemos sobre las cosas, el
dominium y los jurg in re, Los últimos deben considerarse como
partes del dominio , que separadas de la propiedad y formando dere
chos especiales , pertenecen á otro que al dueño ( 4 ). Por esta razon
los modernos los distinguen con el nombre de jura in re alicna , y son :
las servidumbres , el enfiteusis , el derecho de superficie , y los de
prenda é hipoteca . Ademas del dominio y los jura in re, que acaba
mos de mencionar , debemos lambien contar en el número de dere
chos reales , el de sucesion ó el derecho del heredero sobre la be
rencia que en él ha recaido. Este derecho puede ser perseguido por
medio de una accion real; pero en cuanto a su objeto se distingue
de los reales en que no tiene por objeto cosas determinadas, sino to
dos los bienes del difunto considerados co :no un todo legal, como
una universalidad de bienes ($ . 150 ) (5 ) . : :
- Por el contrario , la posesion que considerada en sí misma nu es
un derecho (6 ) sino un hecho, produce, sin embargo , con tal que
reuna ciertas condiciones, consecuencias legales, pues que dá ori
CAPÍTULO I.
De la posesion ( 1).
$. 210 , I. Idea y naturaleza legal de la posesion.
1 . De la detencion
Los efectos que produce son : que quien la tiene puede reclamar
los interdictos y aun alcanzar la propiedad por medio de la usuca
pion (5 ).
meinen Rechle, (Esposicion sistemática de la posesion por derecho prusiano com
parado con el comun ) . Berlin , 1826. - F . J. Schollært, Responsio ad quæstionem :
Quid sit possesio , quotuplex, quomodo acquiralur , retincalur el amittatur; in
Annal. Acad . Lovan : 1820 . - L . E . Dubus , De possesionæ ex jure romano.
Lovanii , 1825 . - herminier , De possesione analytica Savignianæ doctrinæ expo
silio . Paris , 1828 .
(2) Fr. í, pr. D . XLI, 2. « Possessio apellata est, ut et Labeo ait, á pedibus,
quasi positio : quia naturaliter tenetur ab eo , qui ei insistit.»
Posesion tanto quiere decir como ponimiento de pies .. L . 1, tit. 30 . P . 3.
(3) Se debe tener cuidado de no confundir la posesión con la propiedad . Pue
de tenerse la posesion juridica de una cosa sin ser dueño de ella , y por la inver
sa ser dueño sin poseerla . Hé aquílo que dice el fr. 12, $. 1 , D . XLI, 2: « Nihil
commune habet proprietas cum possessione.» -- fr. 52 , pr . D . ibid : «Nec possessio
et proprietas misceri debent., fr . 17 , $. 1 , D , ibid . - Sobre la idea del animus
possidendi, V . Savigny , $ . 9 , 23 - 23
Por nuestras leyes, es tambien necesario el ánimo ó voluntad de ganar la posesion , L . 6,
tit. 50 , P . 3 .
(4 ) El comodatario , el depositario y el arrendatario ó colono , no tiene sino
la defencion . Fr. 13 , pr.; fr . 30 , $ . 6 , D . XLI , 2 .-- Cpr. fr. 9 , D . VI, 1 .
LL . 22 , tit. 29 ; 5 , tit. 30 , P . 3 ; 1 y 2 , tit. 8 , lib . 11, Nov. Rec.
(0 ) Las consecuencias legales que se derivan de la verdadera posesion , se
llaman jus possessionis , ó elderecho nacido de la posesion . Savigny , $ . 2 - 5 .
La espresion jus possessionis se halla en el fr. 44 , pr. D . XLI, 2 . - fr. 2 , S . 58 ,
D . XLIII , 8 . – fr. 5. $ . 1 , D . XLVIII, 6 . - Const. 5 , C . VII, 16 . - De él se di
ſerencia esencialmente el ju's possidendi, pues este no es mas que la consecuencia
de otro derechu . No nos ocuparemos de él en este lugar , porque consideramos
la posesion como un hecho particular que existe por sí mismo, y produce algunos
derechos.
Respecto al interdicto de despojo , así se deduce claramente de las LL . del tit. 31. lib . 11,
Nov. Rec.
( 219 )
1. Con tal de que se tenga la posesion jurídica , aun cuando fal
ten otras circunstancias , compete el derecho á los interdictos , si se
ve uno perturbado en ella , aun cuando posea injustamente (6 ).
2 . No basta esto para la usncapion , pues la posesion debe haber
empezado con justo título y buena fé , y ser la cosa capaz de pres
cripcion .
$. 213. 4. Especies de la verdadera posesion.
Es, pues, de dos especies la verdadera usucapion :
Possessio ad usucapionem y
Possessio ad interdicta (7).
La primera produce todos los efectos legales que la segunda, y
ademas algunos otros (8 ). Por esta razon los jurisconsultos roma
nos dan diferentes nombres á una y à otra . .
1 . A la possessio ad usucapionem la llaman possessio civilis , y de
quien tiene las condiciones necesarias para la usucapion se dice ci
viliter , jure civili possidet ( 9). La posesion que no tiene estas cuali
dades se llama possessio naturalis , en contraposicion á la possessio ci
vilis .
2. A la posesion ad interdicta la designan con el simple nombre
de possessio ; y á la que no dá derecho a los interdictos , á la simple
detencion , possessio naturalis (10 ). A la primera se le aplica el verbo
(6) Fr. 1 , §. 9 ;fr. 2, D. XLIII , 17 . .
( 7) Savigny , $. 7 y 10 .
Elusófructuario y enfiteuta tienen la posesion , pero no les sirve para prescribir la co- ,
sa. L. 8 , tit. 30 , P . 3.
(8) El que posee ad usucapionem tambien puede invocar los interdictos, á
menos que este último derecho no perlenezca por una razon especial á otra perso
na. Tal es , por egemglo , el caso del acreedor pignoraticio . fr. 16 , D . XLI, 3 .
(9 ) V . los fr. 5 , $ . 15 , D . X , 4. - Cpr. fr. 16 , D . XLI, J. --- fr. 26 , pr.
D . XXIV , 1. - fr. 1 , $. 4, D . XLI, 2 .-- fr. 1 , $. 9 , 10 , D . XLIII, 16 .
( 10 ) Hay varios autores que difieren de esta opinion , V . especialmente Sa
vigny sobre la possessio civilis , §. 10 .
Al hacer la ley 2 , tit. 30 , P. 3 , la division de la posesion en civil y natural, dice ser la
primera la que uno tiene por símismo corporalmente , como cuando uno está en su casa
o heredad ; v civil cuando sale alguno de la casa ó heredad de que es tenedor , no con ani
mo de desamparasla , sino porque no puede estar siempre en ella . La posesion de que ha
bla esta ley , es la posesion justa ó arreglada á derecho , la tenencia derecha que bomeha
en las cosas corporales con ayuda del cuerpo et del entendimiento , L . anterior , Sin
embargo , en España es bastante vaga en el sentido vulgar y aun en el jurídico la signifi
cacion de la palabra posesion . A veces se comprende en ella toda especie de posesion , bien sea
justr o injusta basta la simple detencion. L. 5 , til. 8 , lib . 11 , Nov. Rec: Pero queriendo
precisar los términos , se llama poseedor al que tiene la cosa con justo titulo y buena fé ;
simple tenedor de ella al que le faltan estas circunstancias sin que él lo sepa , ó al que po
see la cosa en nombre de otro. Arg.' de la ley 5 , tit. 30 , P. 3; y delentador al que
sabiéndolo la retiene injustamente. "
( 220 )
possidere , a la segunda los de lenere , corporaliter possidere , esse in
possessione (11) .
$. 214. 5. Otras divisiones de la posesion .
a. Possessio justa vel injusta .
a. De su objeto y de su subjeto . .
(19 ) Savigny, $. 9.
(20 ) Fr. 30 , $ . 1 , D . XLI, 2 . Por esta razon no podia ser poseido el hombre
que se sabia ser libre . Ir. 23 , § . 2 ; fr. 1 , § . 6 . ibid . Lo mismo debe decirse de
todo objeto al que no pueda considerarse como cosa corporal. .
Arg . de la l. 14, lit.30, P . 3 , al fin.
(21) $. 4, J. II, 9. - Ir. 24, D . XLI, 2. En cuanto a los peculios, nada im
porta que los hijos de familia no posean por sí mismos. fr. 49, §. 1, D . XLI, 2.
- fr. 4 , § . 1 , D . XLI, 3 .
L . 3, tit. 30 , P . 5.
(22) Fr. 5 , §. 5, D . XLI, 2 : «Plures eamilem rem in solidum possidere
non possunt, Contra naturam quippe est, ut cum ego aliquid toucam , tu quoque
id tenere videaris ,1. - fr. 5 , $ . 15 , D . XIII, 6 . - fr. 19, pr. D . XLIII, 26. - Sa
vigny, $. 11.
(23). Fr. 5 , D . XLV, 3 . - fr. 25 , $ . 1 , D . L , 16 . - fr. 8 ; D . VI, 1 . En este
caso ,ninguna persona posee la cosa entera , sino cada uno su parte , en lo que pa
da tienen que ver los demas.
( 24 ) Esto sucede con el deudor y el acreedor pignoraticio : el primero posec
adusucapionem . y el segundo ad interdicla , fr. 16 , D . XLI, 3 .
(222) : :
$. 218. c. De la juris quasi possessio .
1. Regla general.
-
elmomento de su espulsion (85 ). Mas cuando sea por negligen
-- -
cia (desidia ) ó por dolo , , el tenedor permite únicamente que otro
se apodere de la cosa , no perdemos la posesion hasta que pudiendo
hacer valer nuestro derecho , somos rechazados directamente , ó no
-
intentamos turbarle en su goce (86 ): .
5. Al contrario , no perdemos la posesion por tercera persona
---
que la liene en nuestro nombre , cuando trasmite la tenencia á
otro (87), ni cuando muere, ó cae en locura (88 ) , ni cuando la
- -
abandona sin que otro se apodere de ella (89) . A
4. Por la propia razon tampoco perdemos la posesion aunque
-
nos despojen de ella , con tal que el tenedor la conserve (90 ).
-
-
$ . 229. 6. Pérdida de la juris quasi possessio.
-
Perdemos la cuasi posesion , cuando quedamos imposibilitados
de renovar á nuestro arbitrio el egercicio voluntario de la servidum
--
bre, ó cuando renunciamos á la intencion de egercitar aquel dere - .
-
cho (91). Sabido esto , es fácil hacer aplicaciones a las diversas es
-- -- -- --
pecies de servidumbres. Por lo demas , la teoría de la posesion en
(83) Fr. 25 , pr.; fr. 15 ; fr. 3, s. 15 al 16 , D . XLI , 2.
La misma ley 17 , en la forma arriba esplicada.
-
(84) Fr. 33 , $. 4, D . XLI , 3.
(85) Fr. 1, $ . 22 , D . XLIII, 16 . .
Dha. ley 17 . -
(90) Fr. 1, $ .45 , D . XLII , 16 ; «Si quis me vi dejecerit , meos non dejece
ril, non posse mehoc interdicto (unde vi) experiri : quia per cos retineo posses
sionem qui dejecti non sunt.»
(91) Fr. 12 , S . 2 , 3 , D . VII, 1.
-
De los
De los inlerdictos y de la denuncia de obra nueva .
i. Condiciones.
i
( 235 )
interdicto utrubi (109) . El que apela á los interdictos para mante
nerse en el ejercicio de una servidumbre personal , puede apoyarse
igualmente en cualquiera de estas dos especies del interdicto retinen
de possessionis (110) . En ellas es demandante ó actor el que posee
al tiempo de introducir la querella , y demandado ó reo el que turbo
en la posesion . No sucede lo mismo en los herederos considerados
bajo el carácter de tales. Estos interdictos tienen por objeto el que
se prohiba nos turben en nuestra posesion , y el reclamar los daños
y perjuicios (111) . Uno y otro constituyen juicios dobles, (judicia
duplicia ) quiere decir , que el demandante puede ser condenado tam
bien como reo , cuando se prueba que este es el que tiene derecho á
que se le proteja por medio de los interdictos (112 ).19 9 9
OTO ) 11 . 234. B. De los interdictos recuperanda possessionis. 9
to signilas ole v (ori).
O n alas obra 1. Del interdicto unde vi(113). DORI 19
El que ha perdido la posesion à consecuencia de un acto violen
to , puede pedir volver a entrar en ella , reclamando el interdicto
unde vi (114) .
$. 2 , D . L , 17. El fr. 3, 9 . 2 al 4 , D . XLIII. 17, nos ofrece ejemplos. - fr. 11 ,
Ď. XLIII, 16 .
Aurque nuestras leyes apenas hacen mencion del interdicto de retener la posesion, está
admitido en nuestro derecho. V.Gomez, In leges Tauri, á la ley 45; y Escriche, Diccionario
de legislacion y jurisprudencia en la palabra Interdicto . Compete este interdicto cuando nos
vemos perturbados en el ejercicio de la posesion , y cuando se disputa sobre ella preten
diendo cada una de las partes ser el verdadero poseedor.
( 109). §. 4 , J. IV , 15 .-- Dig. XLIII, 17, 31. - Cod. VIII, 6. - Savigny,
§. 38 , 59.
(110 ) Fr. 4, D . XLIII. 17. No sucede lo mismo en las servidumbres reales :
en efecto , estas tienen sus interdictos particulares; por ejemplo , el de itinere
acluque privalo ; de agua quotidiana él asliva ; de rivis; de fonte el cloacis. ( v.
mas adelante 8. 294) .– Savigny, $. 46 .- - Thibaut es de otra opinion ; cree que
los interdictos ordinarics pueden solicitarse para conservar las servidumbres pre
diales.
(111) Fr. 5 , $ . 14, D. XLIII, 17. Pero el que trata de producir su demanda
en resarcimiento de daños por haberle turbado en la possesion , debe proponer el
interdicto dentro del año ; pasado dicho término ro se dá el interdicto contra el
reo, sino en cuanto se ha hecho mas rico , fr. 1. pr. D . XLIII, 17 – Comp. con .
el fr. 4 , D . XLIII, 4.
(112) $. 7, in fine, J, IV, 15 .- fr. 57, §. 1, D. XLVI, 7 . . .
(115 ) Ciceron , Pro Cæcina , y sobre esta oracion, Enr. C .'Gras, Diss. quæ
specimen jurispr . Ciceron . exhib . s. Ciceronem juslam pro Cæcina causam dixis
se oslenditur. Lugd. Bat. 1769 – Gayo, IV , 154 - $. 6, J. IV , 15 .- D. XLIII,
16 - Cod . VIII , 4 , 5 . - Savigny, $ . 40 .
(114) Fr. 1 , $ , 3 al6 . D. XLIII, 16 . Sin embargo, el derecho nuevo pare
( 236 )
Para invocarle es preciso que el querellante esté en verdadera
posesion al tiempo de cometerse la violencia (115 ), y que haya per
dido la posesion por dicha violencia injustamente dirigida contra su
persona (116 ). Tambien puede pedirse este interdicto para volver á
entrar en el ejercicio de una servidumbre personal sobre cosa inmue
ble (117), cuando se nos ha interrumpido violentamente; pero no se
aplica á las servidumbres reales ( 118 ).
Pueden intentar el interdicto unde vi el que posee en su propio
nombre , sin distinguir si la posesion es justa ó injusta ; le puede in
tentar igualmente su heredero (119) ; se dá contra el autor de la es
pulsion , háyalo sido inmediata ó mediatamente (120 ), y contra
su heredero en cuanto se ha hecho mas rico (121) ; pero no com
prende al tercer poseedor de la cosa ( 122 ). El objeto del interdicto
es reponer al espulsado en la posicion que tenia antes del despojo
(dejectio ) y resarcirle los perjuicios sufridos (123 ). Se estingue por
el lapso de un año despues de la espulsion, y pasado este término
ya no se puede intentar contra el poseedor sino en cuanto se ha en
riquecido (124)
1 . Nocion .
Entre los modos con que la ley nos permite defender nuestra
propiedad, hay uno muy notable , y es la denuncia de obra nueva;
(nunciatio novi operis) (131). En efecto , cuando alguno empieza á
edificar ó á demoler, sea justa ó injustamente , (opus novum facere),
(132) el que se siente perjudicado por aquellos trabajos, tiene mas
de un medio para impedirlos estrajudicialmente y antes de su con
clusion (133) . Puede suspenderlos con hechos (hoy se dice nuncia
tio realis) (134), que á veces no solo son lícitos, sino tambien ne
cesarios al que ha de defender su posesion para no perderla . Puede
asímismo impedir los trabajos sin hecho alguno , constituyéndose en
el sitio mismo donde se ejecuta la obra (135 ), y protestando ante
los operarios ó ante el que representa al propietario (136 ), contra la
continuacion de los trabajos, ó prohibiéndolos. Esta especie de de
nuncia , única que los romanos llaman novi operis nunciatió , puede
hacerse no solo por el dueño, sino por cuantos á consecuencia de un
derecho real, tienen interés en quela nueva obra no se ejecute (137).
CAPITULO II.
De la propiedad (1).
TITULO PRIMERO.
(1) Fuentes generales, sobre todo para el derecho antiguo : Gayo, II. S- 1
al 97.—Ulpiano XIX.—Para el derecho nuevo: Inst. II, i.—Dig. Xll—
Cüd. VII. 25.
TU. 28. P. 3.
(2) Fr. 49. D. L. 16. En este sentido lato se habla algunas veces en dere
cho romano del dominium usufructos , se^vilutis el hwreditalis fr. 5. D. VII. 6.
—fr. 8. pr. D. XLII. 5.—§. 7. J. II. 19.—fr. 48. pr. D. XXVIII. 5; como
también de la vindicalio servitutis, pignoris , successionts ; fr. 9. D. XXXIX. I.
—fr. 16. § 3. D. XX. l.^Const. 4. C.Vl. 9. Comp'. fr. 2o pr. D. XLIV. 7.
Preciso es mencionar ademas las espresiones impropias , dominus lilis , fr. 31.
pr. D. III. 3. Dominus negoriorum, §. l^J. III. 27. (28).
(3) De aquí el decirse corporix dominus, por oposición al que solo tiene un
derecho «n re, fr. 13. i. 1. D. XXXIX. 2. *
(4) Fr. 13. pr. D. XU. 1.—fr. 1. §. 1. D. XXIX. 5.
L. L til. 28, P. 3.
( 241 )
sivo, pero bajo uno y otro aspecto se la puede coartar sin que por
eso el propietario deje de ser propietario (5 ) . Si todos los derechos
inherentes a la propiedad se hallan reunidos en la persona del due
ño y ningun derecho de otro en la cosa se opone al libre ejer
cicio de ellos , se llama plena y libre propiedad (propielas plena , y
hoy dominium plenum ) : mas si el derecho de usar y gozar de la cosa
está separado de la propiedad y pertenece a otro, como derecho real,
el derecho que queda al propietario se llama nuda propiedad (nuda
propietas ) y hoy dominium minus plenum ) (6 ) . Ademas de este de
recho de usar y gozar , puede limitarse la propiedad de diversos mo
dos , por medio de otros derechos reales pertenecientes á alguno que
no es el propietario : en tal caso la propiedad se dice no libre o
gravada .
$. 242. III. De la propiedad revocable .
En segundo lugar , la propiedad es por su naturaleza un derecho
irrevocable : con efecto , el que una vez la adquiere , no puede ser
despojado de ella , á menos que por algun motivo particular , el
propietario anterior tenga derecho á interrumpir su duracion , aun
contra la voluntad del actual , y á reivindicarla . En este caso la pro
piedad es revocable ; y lo es de dos diferentes modos : .
1. Es revocable desde su principio , cuando la causa de la re
vocacion está en elmodo con que se adquirió la propiedad (hoy de
cimos dominium revocabile ex lunc) . En tal caso , la revocacion tiene
efecto retroactivo al tiempo de la adquisicion ; al que reivindica asi
la propiedad de cosa suya , le dá la ley accion in rem contra eualquier
poseedor (7 ) : y en cuanto a los derechos concedidos por el propie
tario actual á terceras personas , para mientras dura su propiedad ,
debemos aplicar la regla : resoluto jure concedentis , resolvilur jus
concessum (8 ) .
2 . La propiedad es irrevocable en su principio , cuando la cau.
sa de la revocacion sobreviene despues por circunstancias nuevas
(5 ) Fr. 25 , pr. D . L . 16 .
( 6) Fr. 4 D . XXIII . 3 . - fr . 126 , §. 1. D . XLV . 1. - fr. 2. pr.; fr . 17.
D . VII. 4. - $ . 4 , J. II. 4 . El que retiene ó conserva la propiedad , se llama
dominus propietatis en oposicion al usufructuario. fr . 15 . § . 6 ; fr. 72. D . VII.
1.- fr. 9. pr. §. 4. D . VII. 9. - fr. 66 . D . XXIII. 3. - fr. 87. D. XXIV. 3. - -
fr. 33 . D . VI. I .
(7) Fr. 41. pr. D . VI. 1.---fr. 4 .- . 3, 4. D. XVIII. 2.- fr. 2. g. 4, 5 . D .
XLI. 4 . - Const 1, 4 . C . IV . 64 .
(8 ) Por ej.: fr. 3. D . XX . 6. - fr . 31. D . XX . 1. - fr. 4 . § . 3 . D . XVIII .
2.- fr. 105. 'D . XXXV . 1. - fr. 11. §. 1. D . VIII. 6 .
Por ej. 11. 40 y 42 , tit. 5 , P. 5 .
( 242 )
(hoy decimos dominium revocabile ex nunc) (9 ) : en tal caso no hay
efecto retroactivo más que hasta el momento de la revocacion , y no
tiene aplicacion la regla que acabamos de citar. En este caso tam
bien , el que hace la revocacion solo tiene accion personal contra el
actual propietario , y ninguno contra los terceros. Se vé pues que en
realidad no hay propiedad revocable sino en el caso de la primera
especie .
§. 243. IV . De la copropiedad .
TITULO SEGUNDO.
De la adquisicion de la propiedad (12) .
§. 244 . I. Condiciones generales de la adquisicion .
A . De la ocupacion.
a. De la conjuncion.
- - -
—
1 . Nocion.
- --
-- -
Considerada como modo de adquirir la propiedad, la tradicion
-
- -
(traditio ) (64 ) se funda en el principio siguiente : aquel á quien dá
el propietario la posesion de una cosa con objeto de trasmitirle su
propiedad, la adquiere realmente por el mismo hecho (65) , con tal
de que esta sea su intencion (66 ) . -
S. 255. 2. Condiciones de la tradicion.
- ( 70 ) Pr. J. II, 8. «Accidit aliquando ut qui dominus sit, alienare non pos
sit. » Asi, por eg. el marido no puede enagenar el fundo dotal aun consintiéndo
lo la muger , ni el pupilo sus bienes sin autorizacion del tutor. $ . 2 , J. ibid . -
fr. 6 , D . XLV, 1 .
L . 7 , tit. 11 , P . 4 .
(71) Donelo , Comm . jur. civilis, IV , 16 .
(72) Si no media justa causa, la tradicion no trasfiere la propiedad . fr . 31, pr.
D . XLI, 1 . «Nunquam nuda traditio transfert dominium , sed ita si venditio aut
aliqua justa caussa præcesserit, propter quam traditio sequerétur. )
Arg. de la ley 46, tit. 28 , P . 3 , en la espresion «por alguna otra razon derecha.»
(73) Si la tradicion se verifica á consecuencia de un contrato de venta, el
comprador no se hace dueño solo por ella , sino que debe haber pagado el precio
de la cosa , ó quedarse con ella al fiado. $. 41, J. II , 1. - fr. 19, 63 , D . XVIII, 1.
- fr. 5 . § . 18, D . XIV , 4 - fr. 11, $ . 2 , D . XIX , 1. - Comp. al S . 569.
Dicha I. 46 , tit. 28, P . 3 .
(74) Por eg. $ . 40, 46, J. II, 1.- fr. 9 , $ . 7 , D. XLI, 1. - fr. 5. §. 1,
D . XLI, 7 - fr. 3 , § . 1, D . XLIV , 7.
(75) Fr. 36. D . XLI, 1. - fr. 18 , D . XII , 1.
(76 ) Fr, 11, $ . 3 , 5 ; fr. 13 , §. 27, 28 , D . XIX , 1 . - fr. 9, S . 3 , D . XLI, 1.
-- Const. 5 , 10, Č . IV , 44. – V . tambien fr. 4 , § . 27 al 32 , D . XLIV , 4 .
(77) Savigny, Traité de la possession . $ . 13 al 28 .
La palabra de que usa la citada 1 . 46 , es bien espresiva : «apoderan los homes unos á
otros en sus cosas.)
( 255 )
física de disponer de ella . El derecho no toma en cuenta el modo de
originarse esta facultad de disponer (f. 221).
Por consiguiente, puede verificarse la tradicion :
1. Entregando la cosa en manos del que la recibe.
2. Conduciéndole el que hace la tradicion al fundo ó cerca de él,
ó á parage desde el cual pueda verse, mostrándole el fundo y decla
rando su voluntad de darle la posesion (78 ).
. 3. Depositando la cosa mueble á presencia del que la recibe, ó
por órden suya en su casa (longa manu ) (79).
4 . Entregando la cosa á una persona designada por el que ha
de recibirla (brevimanu ) (80 ). .
5 . Si el que posee la cosa en nombre de otro adquiere el dere
cho de poséerla en su propio nombre que no se requiere tradicion
directa ni indirecta (81) ; los modernos la llaman tambien traditio
brevi manu .
6 . Recíprocamente , cuando alguno que poseía en su nombre
propio, transfiere á otro la propiedad y continúa poseyendo á nombre
de este : hoy lo liaman constitutum possessorium (S. 228 ) (82) . .
7 . Finalmente , la tradicion se verifica entregando algun objeto
que hace posible la toma de posesion de la cosa , como la entrega de
las llaves del lugar en que está (83 ).
Los modernos solo ven en este acto un símbolo de la cosa que se
ha de entregar, y llaman en su virtud á dicha especie de tradicion ,
Iraditio symbolica , que tambien puede efectuarse por otros signos re
presentativos de la cosa .
(84 ) Gayo , II, 41 al61. - Ulpiano , XIX , 8 - Paulo, V , 2 - Cod . Theod. IV,
13 - Inst. II. 6 - Dig . XLI, 3 al 10 --Cod. VII , 26 al 40 - Nov . 22, c. 24
Nov. 119, c . 7 . - Nov. 131, c . 6 - Cuyacio , Comm . ad . lil. Dig. de usucapioni
bus, In Operib . t. I. - Donelo , Comm . jur. civ . lib . V , c. 4 , 14 al 31; lib . XI,
c. 11, 12. - Rave, De præscriplionibus. Jenæ , 1766 . Ed . nov. cura Eichmanni.
Halæ . 1790 . - Thibaut, Ueber Besilz und Verjaehrung, ó sea De la posesion
y prescripcion , Jena , 1802. - De Wet, De usucapione et prescriptione sec.
princ. jur. romani. Lugd - Bat. 1810 . Unterholzner , Die Lehre von der Ver
jaehrung durch for/ geselzlen Besilz ; ó sea De la prescripcion por conlinua
cion deposesion. Breslau, 1815 . — Gesterding, Vom Eigenthuine ó De la propie
dad, §. 39. – Ballhorn , Du dominium , p. 233. - Dupont, De præscriptionibus
secundum hodierni et romani juris præcepta . Leodii, 1823 .- Engelbach , Ueber
die usucapion zur Zeit der zwali Tafeln ó bien Dela usucapion en liempo de
las XII tablas. Marburgo, 1828. - Reinhardt; De l' usúcapion et de la prescrip
lion du droil romain . Stuttgardt, 1832 .
Tit. 29, P, 3.-- Tit. 8 , lib . 12, Nov. Rec.
.. (85) Fr. 3 , D . XLI, 3 : «Usucapio est adjectio dominii per continuationem
possessionis temporis lege definiti. »
Pr. y l. 1 , tit. 29, P. 3.
(86 ) Esta especie de usucapion trae su origen de lo que estableció Jus
tinianó en la Const. 1 , C . VII , 31, de la antigua usucapion civil y de la longi
lemporis possessio s. praescriptio del pretor. Por manera que hoy no existe di
ferencia entre ellas.
Ll. 9, 18 y 20, tit. 29, P . 3.
(87) Los modernos designan comunmente esta materia con la voz genérica
prescriplio , mas el derecho romano no emplea dicha palabra en este sentido ge
neral. Ellos comprendian en la prescripcion las especies siguientes : 1
1.° La prescripcion adquisitica de la propiedad y de las servidumbres (usua
capio s. longi temporis possessio ; hoy se llama præscriptio acquisitiva). Nosotros
trataremos aquí de la adquisicion de la propiedad por la usucapion, y en el
( 255 )
8. 289 . 9. Condiciones generales de todausucapion .
En toda usucapion es necesario que concurran las condiciones
siguientes :
1. El que ha de adquirir la propiedad de una cosa por usucapion ,
debe tener sin interrupcion la verdadera posesion de ella ; ( continua
possessio ) (88 ). La interrupcion de la posesion se llama usurpatio , y
es natural (89), cuando realmente se ha perdido, ó civil, cuando se
intenta alguna accion ó promueve pleito al poseedor (90 ), o bien
cuando en ausencia suya se protesta contra su derecho (91 ).
La usurpacion civil no interrumpe la prescripcion respecto á to
dos, sino solo respecto al que entabló la accion (92).
2 . La posesion debe ser de buena fé (93) y durar un espacio de
$. 291, de la adquisicion de las servidumbres por su egercicio durante un largo
periodo.
2.° La prescription eclinliva de la propiedad ; (præscriptio extinctiva) de las
servidumbres y otros derechos semejantes , por el no uso de ellos (non usus) ;
como tambien de las acciones no intentadas en tiempo útil, (lemporis exceplio s.
præscriplio ); de lo cual bemos hablado en los $ $. 198 y 199. - Unterholzner,
De la prescription , t. I, S. 2, 3.
LI. 19 y 21, tit. 29 , P. 3.- L. 1, tit. 17 , lib . 10 , Nov. Rec .
(88) Fr. 25 , D. XLI, 3 — Unterholzner, 1. II, S. 183.
L . 9, tit. 29, P . 3.-- L , 6 , tit. 8, lib . 11, Nov. Rec.
(89) Fr. 2, 5, D. XLI, 3 — Unterholzner, t. I, §. 122, 130; t. II, $. 186 .
L . 29, tit. 29, P. 3 .
(90) Const. 10, C. VII, 32 _ Const. 1, 5, 10 , C . VII, 33. - Const, 3,
C . VII, 40 . - Const. 2 , C . III, 19 - Unterholzner , t. II, S . 186 , piensa de otro
modo.
Dha. 1. 29, tit. 29, P . 5.
(91) Const. 2, 3, C . VII, 40. .
L . 30 , tit. 29, P . 3 .
(92) Fr. 18, D . VI, 1 - Const. 2, 3, C . VII, 40.
(93) Unterholzner, t. 1, $. 91 al 101; $ . 117 al121; t. II, S . 178 , 179, 185 .
- Elderecho romano solo exije buena fé en el que prescribe, al principio ; (mala
fides superveniensnon nocel), fr . 7, S . 4 ; fr . 2, S. 15 , D . XLI, 4 . - fr . 16 , S . 2 ,
D . XLI, 3. Sin embargo, cuando adquiere la posesion en virtud de un contrato
de compra venta , debe tener buena fé desde la conclusion del contrato . fr. 48,
D . XLİ, 3 . - fr. 2 , pr. D . XLI, 4 . Mas por derecho canónico se exije que dure
la buena fé durante todo el tiempo necesario á la prescripcion. Cap. 20 , X , 2 ,
26 . Unde oportet ut qui præscribit, in nulla temporis parte rei habeat conscien
tiam alienæ ., Cap. 5 , X, ibid.-- Cap. 2, de reg. jur. in VIto.
L . 9, tit. 29, P . 3. La 12 de dd . tit. y Part. solo exije la buena fé al tiempo de tomar
la posesion de la cosa , sin que perjudique eltenerla antes o despues, mala . Solo cuando el
que prescribe recibió la cosa por titulo de venta, requiere dicha ley que dure la buena fé
desde la celebracion del contrato hasta la toma de posesion . A pesar de lan terminante
(256)
tiempo determinado (94) . Cuando en el tiempo necesario para com
pletar la prescripción han poseído diferentes personas, se agrega el
tiempo que poseyó el antecesor al del succesor (accessio possessionis
$. temporis) (95).
El succesor universal no puede sustraerse á esta accesión de tiem
pos, y tanto le aprovechan como le perjudican (96).
El succesor particular puede, si lo encuentra útil, valerse de di
cha acción ; pero es menester que la posesión de su antecesor haya
sido á propósito para fundar la usucapión, y lo mismo la suya. Sino
fué propia para la usucapión, no aprovecha la posesión del antecesor
al sucesor particular, mas tampoco le perjudica como al sucesor
universal (97).
3. Es preciso que la cosa pueda prescribirse. Unicamente las co
sas que están fuera del comercio de ios hombres (98) son las que
no admiten usucapión por ningún lapso de tiempo, porque no pue
den ser objeto de la propiedad; mas hay otras, que solo se prescri-
disposicion nuestros mas celebras intérpretes Greptorio López, Covarrubias, Molina, etc.
pretenden que en este punto debe s^uuirse en España el derecho canónico, avanzando
algunos basta decir (pie lámala fé impide también la prescripción inmemorial. Sin embar
co de tan respetables opiniones, que nacieron del concepto y ffrande autoridad que aquel
derecho gozó en España por circunstancias particulares, nosalros oreemos que de poco
puede serv ir un capitulo de las Decretales sobre materias profanas y lluramente cinto,
cual es la prescripción, cuando ese capitulo tiene contra si una ley ciara y terminante
del reino. ,
(94) El .tiempo difiere según las diversas especies de usucapión. En la ordi-
dinaria se computa civilmente (civililer), quiere decir que se tiene por concluido
desde que empieza el último dia. fr. (3; fr. 7; fr. 31, §•. i, D. XLl, 3—fr. 15,
pr. D. XLIV\ 3.
Las cit. II. 9, 18, 19, 20 y 21, tit. 29, P. 3.—L. 1, tit. 17, lib. 10,Nov. Rec. hablan dd
tiempo necesario para cada una de las prescripciones.
(93) §. 12, 13, J. II, 6—Dig. XLIV, 3-Cod. VII, 31—Unlerholzner, 1. 1,
§. 132-34.
L. 16, tit. 29, P. 3.
(96) Por lanío, si el difunto tuvo buena fé, su heredero puede terminar la
prescripción aunque la tenga mala, y al contrario, si el difunto tuvo mala fé, no
podrá su heredero acabar de prescribir aunque la tenga buena. §. 12, J. II, 6.—
fr. 2, §. 19, D. XLI, i—fr. i 14; fr. 14, §. i, D. XLIV, 3.—fr. 30, pr. D. IV, 6
-Gornp. Gonst. 11, C. VII, 32—fr. 43, pr. D. XLl, 3.
Nuestro derecho de Partidas, no llevando tan ndelante como el romano la ficción de que
el heredero representa la persona del difunto hasta el punto de sucederle en todos sus fi
ctos y virtudes, exijen la buena fé tanto en el heredero ó sucesor universal, romo en el su
cesor singular, legatario, comprador, etc. Dha. 1. 16, tit. 29, P. 3.
(97) El sucesor particular podrá de consiguiente en este caso empezar la
usucapión en su persona, si solo él ha tenido buena fé. §. 13, J. II, 6—fr. 13,
I. 10, D. XLI, 2—fr. 14, 16, 16, D. XLIV, 3.—fr. 2, §. 17, D. XLI, 4.-
Gonst. 1, 1!, G. VII, 33-Const. 4, C. III, 32.
(98) 8. i, J. II, 6—fr. 9, D. XLI, 3.—Unlerholzner, 1. 1, §. 51 al 5o.
Ü. «3 7, til, 29. P. 5.
( 257 )
ben durante un plazo determinado: tales son los bienes dotales que
la mismamuger puede reivindicar a la disolucion del matrimonio , ó
cuando se separan los bienes por insolvencia delmarido : en estos no
corre la usucapion mientras dura el matrimonio (99) : en elmismo
caso se encuentran los bienes adventicios de los hijosmientras están
en la potestad del padre ( 100 ): las cosas de los pupilos y menores
durante su menor edad (101); en fin , las cosas robadas y las posei
das por fuerza , mientras el vicio inherente a la cosa no ha sido pur
gado (102).
4 . Por último, no corre la prescripcion (præscriplio dormit) mien
tras el dueño esté imposibilitado legalmente de hacer valer susdere
chos (agere non valenti non curril præscriptio) (103).
. a . Res habilis .
siendo así. Pero no es imputable la ignorancia de un hecho ageno; p. eg. si habiendo dado
órden á mi procurador para que me comprase alguna cosa , me la entregase diciendo sin
verdad , haberla comprado , o la tuviese yo por legado que el testador hubiese revocado sin
saberlo yo. En estos casos podria prescribirlas.
(120 ) Const. 12 , C . VII , 53. -- Const. un . C . VII , 51. - Nov. 119 , c. 7.
| LÍ. 9 y 18, tít. 29, P. 5.
(121) Nov. 119 , c . 8. - Unterholzner , t. I, § . 84 .
L. 20 , tit. 29, Parí. 3.
(122) F. C . Pohl, Diss. de falis præscriplionis longissimi lemporis. Lips.
1780. - J. L . Koch . Diss. de præscriptione longissimitemporis acquisitira . Wir
ceb , 1807.
( 123) Cuando el poseedor tiene buena fé , adquiere por el transcurso de 30
ó 40 años la propiedad de la cosa , y con ella la rei vindicatio ; pero si obra de
mala fé nunca puede prescribir, esdecir , no puede adquirir ni la propiedad ni
la accion , sino una simple escepcion contra la accion del dueño , la cual se estin
gue por la prescripcion. Const. 8 , $. 1 , C . VII , 39 comparada con la const. 3 ,
ibid , y la Nov. 119 , c . 7 . - Unterholzner , t. I , § . 91; I. II , § . 178 .
(124 ) Const. 8 , S. 1 , C , VII , 39 ; y especialmente la Const. 14 , C . XI , 61.
| LÍ. 19 y 21 , tít. 99 , P. 3.
(261)
prescribir los bienes del fisco , los patrimoniales del principe , los de
las ciudades y los inmuebles de las iglesias y establecimientos de be
neficencia . Segun el derecho canónico , se necesitan 100 para pres
cribir las cosas de la Iglesia romana . Las de las ciudades (125 ) y las
litigiosas, no puede prescribirlas el demandante contra el demanda
do, sino por el transcurso de 40 años, contados desde la última ac
tuacion judicial (126 ).
norial
§. 265. 8. De la prescripcion inmemorial
Todavía nos resta que hablar de la prescripcion inmemorial, es
pecie particular de usucapion estraordinaria , de la que encontramos
algunos vestigios en derecho romano (127) . Se apoya en el princi
pio siguiente : aquel que desde tiempo inmemorial posee sin inter
rupcion una cosa ó egerce un derecho , tiene en su favor la presun
cion deque losha adquirido legitimamente (128 ). Esto por lo general
tiene lugar , cuando por circunstancias especiales no es admisi
ble la usucapion ordinaria ni estraordinaria (129 ).
$. 266. G . De la adquisicion de frutos agenos (130).
1 . El primer punto que debemos examinar en esta materia es
saber si el poseedor de una cosa agena tiene ó no derecho de perci
bir sus frutos.
(125) Cpr. la const. 14 , C. XI,61.
Los bienes de las ciudades se prescriben por 40 años ; pero durante cuatro años despues,
puede pedirse la restitucion in integrum . L. 7 , tit. 29 , P. 3. Sobre la prescripcion de las
Cosas de las iglesias v. la nota 108. -- La prescripcion con arreglo á las leyes comunes,
escluye las acciones del Estado , y cierra la puerta á las reclamaciones contra los bienes .
de su pertenencia . Art. 11 de la ley de 16 de Mayo de 1836 .
(126) Const. 1 , C . VII , 33 , comparada con la const.,9 , C . VII , 39 .
(127) Fr. 3 , § . 4 , D . XLIII , 20 . « Ductus aquæ , cujus origo memoriam
excessit, jure constituti loco habetur.» Cpr. fr. 10 , pr. D . VII, 5 . - fr. 2 , pr. §. 8;
fr. 26 , D . XXXIX , 3. - fr. 28 , D . XXII , 5.
(128) Cpr. cap. 26 , X , 5 ,40. — Cap. 1 in Vito, 2, 13. - Bula deoro , tít. 2,
g. 1. - Archivos del imperio de 1548 , § . 56 , y de 1576 , $. 105 .
En la ley 1 , tit. 17 , lib . 10 , Nov. Rec., se esplica el modo deprobar la posesion inme
morial.
(129 ) V. Unterholzner , De la prescripcion , t. I, §. 140 -150 ; t. II,
$. 299 – 390 .
(130) Donelo , Comm . jur. civ . lib . IV , c. 24 - 26 . - A . Ph. Frick , De jure
bonæ fidei possessoris circa fructus et re aliena perceptos. Helmst, 1769 . - G . A .
de Wolffradt (præs. Ge. Lud . Bäehmero ) , Diss. sistens theoriam generalem de
acquisilione frucluum . Gæt., 1783. - F. J. Arens , Diss. de juris bonæ fidei pos
sessoris in fruclus ex re aliena compelentis legilimo fundamento. Giess , 1803. –
( 262)
a ) Si no está en la verdadera posesión de la cosa, por egemplo,
el usufructuario , el colono , no adquiere la propiedad de los frutos
hasta que los percibe , ó lo que es lo mismo, los coje , lo cual en
realidad es una especie de toma de posesion , pues equivale á una
entrega por parte del dueño , y una aprehension por el que adquie
re aquellos (131) .
6 ) Pero se tiene la verdadera posesion , como el enfiteuta, los
hace suyos en el momento en que se separan de la tierra , ó árbol
en que estuvieron (132 ).
2. Si el poseedor no tiene derecho á percibir los frutos, debe
distinguirse tambien :
a ) Si es poseedor de buena fé, los adquiere por la simple sepa
racion ; pero esta propiedad siendo por su misma naturaleza ( 153)
revocable , le da solamente el derecho de consumirlos (134 ); así es,
que cuando el dueño los reivindique , el poseedor no está obligado á
restituir los consumidos, sino solo los existentes , si es que no los
ha adquirido ya por usucapion (155 ).
b) El poseedor de mala fé no puede adquirir los frutos , y debe
restituir todos los percibidos
ibidos yy por
por, percibir
pero (fructus percepli et perci
esoPomidos
piendi), y ademas abonar aldueño el importe de los consumidos (136 ).
( 137) Segun el principio general: «quijure suo utitur neminem lædit.o fr. 151,
155 , §. 1 , Ď . L , 17. - fr. 24 , § . 12 , D . XXXIX , 2. - fr. 9 , D . VIII , 2 . V . sin
embargo , el § . 267 b .
Årg.I. 1, al pr. tit. 28, P. 3.- L. 13 , tit. 33 , P. 7.
(138 ) Fr. 16 , D . VIII , 3. - fr. 13 , § . 7 , D . XLVII, 10 . - Const. 11 , C . III,
54 . - C . 11, 14, : IV , 38 .
(139) Fr. 1 , D. XIV , 2 . - fr. 3 , § . 7, D . XLVIII , 9. - fr. 7 , §. 4 ,
D. XLIII, 24 .
(140 ) Por egemplo : pr. Ş. 2 , J. II , 8 . - Const. un . $. 15 , C . V , 13 . — '
C . 12 , 13 , C . Y , 71. - C . 3 , s . 2 , 3 , C . VI, 43.
Sobre la espropiacion por causa de utilidad pública V . la ley de 17 de Julio de 1836
( 264 )
1. El dueño no puede, haciendo escavaciones en su tierra ,po
ner en peligro la casa del vecino (141) . '
2. Si construye de nuevo , debe dejar cierta distancia entre su
casa y las próximas (142).
3. No puede levantarla tan alta que prive á las demas de la cor
riente de aire necesaria (1:43 ) .
4 . El fundo inferior tiene la carga de recibir las aguas que vie.
nen del mas alto , no pudiendo hacerse obras que desvien el curso na
tural de esas aguas; pero tampoco puede el dueño del fundo supe
rior echarlas al inferior, cuando no bajan naturalmente : en este caso
procede la accion aquæ pluviæ arcendo (144 ).
5 . Los árboles y plantas deben estar á cierta distancia del fundo
vecino. Si llegan sus raices á este y dañan á lo edificado, debe cortárse
las lo necesario (145 ). Si las del árbol se estienden por debajo
del fundo próximo, el dueño de este puede exijir que el otro corte el
árbol, y si se resiste a hacerlo , tiene derecho de cortarle él mismo,
conservando la leña , ó entablar el interdicto de arboribus cædendis.
Puede tambien cortar las ramas hasta la altura de 15 pies (sublucatio
(141) Fr. 24, §. 12 in fine , D . XXXIX , 2.-- Sobre las construcciones veri
ficadas con el objeto de perjudicar al vecino , V . el fr. 3 , pr. D . L , 10 .
(142) Fr. 13 , D . X , 1.- fr. 14 , D. VIII , 2. - Consi. 9 , 11, 12 , §. 2,
C . VIII , 10 . Especialmente cuando se construye un sterculinium ó una lalring
fr. 17 , $ . 2 , D . VIII, 5 . - fr. 3 , D . XXXIX , 3 .
Nuestras leyes de Partida adoptaron algunas de lasmuchas leyes que leemos en el Di
gesto , relativas á materias que en el dia son mas propias de ordenanzas mumicipales que de
un código civil. Para el caso de que se habla en el testo , p . ej. una nueva construccion, ri
gen en España dichas ordenanzasmunicipales.
( 143 ) Const. 14 , § . 1 , C . III , 34. Esta ley tambien debe entenderse de los
molinos de viento , cuando por una nueva construccion perjudican a los próximos .
.. (144 ) Fr. 1 , $. 1 , 2 , 18 , 22 , 23 , D . XXXIX , 5. Tampoco puede nadie,
cuando su predio está á orillas del rio , alterar su curso en perjuicio del vecino,
privándole del agua. fr . 1, $ . 1 - 7 , D . XLIII . 13 . - fr. 3 , $ . 1, D . XLIII, 20 .
fr . 1 , $ . 11 , D . XLIII , 21. - fr. 1 , $. 4 in fine , D . XXXIX , 3. - fr. 17 in fi
ne , D . VIII , 3. - Const. 2 , C. III, 33. - Const. 4 , 7, C. IJI, 34. Pero esto no
tiene lugar en las aguas de una heredad parlicular . Sobre el derecho de las aguas
en general , tanto jure dominii , como jure servitutis V. Chr. Gotll. Biener. In
terpr. et respons. cap. 24 , Lips. 1825 , et in ejusd . Opusc . Ed. Fr. Aug. Bie
ner. Vol. II , n.° 102. ---Car. Fr. Günther, De jure aquarum . Spec. I-IV.
Lips. 1829. Spec. V . Lips. 1830. - C . A . Weiske , Quæst. jur. civ . (Zwi
ckar. 1831), p. 49 .
L . 13 á la 17 , tit. 32 , P. 5 . Sobre lo que se dice en este $ , deben tenersemuy en cuen
ta las diferentes costumbres de los pueblos sobre aprovechamiento de aguas , etc ., asi como
tambien las ordenanzas municipales .
(145) Fr: 13 , D . X , 1. - fr. 6 , § . 2 , D. XLVII , 7. --Const. 1, C. VIII , 1.
L . 28 , tit. 18 , P . 7 .
( 265 )
arborum ) , si el dueño no quiere hacerlo y guardar la leña , ó bien
valerse del mismo interdicto ( 146 ) .
6 . Cuando caen los frutos en la posesion contigua , el dueño de
ella debe avisar cada 3 dias (tertio quoque diæ ) que los recojan ; si
no lo hacen , le compete el interdicto de glande legenda (147). .
$ . 268. III. Derechos de los condueños.
A . De la rei vindicacion .
TITULO CUARTO .
CAPÍTULO III.
(2) Fr. 151, 155, §. 1,D. L, 17.-Fr. 24, §. 12, D. XXIX, 1—Fr. 9, 14,
D. VIII, 2.
Arg. de la 1. I, Ut. 28, P. 3.
(3) Fr. 13, §. 7, D. XLVII, 10.—fr. 16, D. VIII, 3.—Const. II, C. III. 54.
(4) Fr. 5, §. 9, D. XXXIX,: — «Gura quis ius suum diminuit, alterius auxit,
hoc est, si servilutem sedihus suis imposuil.» —La cosa libre de toda servidumbre
se llama res óptima máxima, fr. 90, 169, D. L, 16.—Cic. De lea. agrar. III, 2.
Arg. de la 1. I, tlt. 50, P. 3. '
(5) §. 3, J. II, 2.— Inst. II, 3.—Sobre la significación que en derecho ro
mano tienen las espresiones servitus y jvs in re aliena , v. Savigay, Tratado de
la posesión. Unterholzner, De la prescriplion, t. II, p. 191.
Dha. 1. I, lit. 30, P. 3.
(6) Fr. 5, pr. D. VII, 6 — fr. 24, D. VIII, 2.—fr. 78, pr. D. XXIII, S.
Pero uno de los condueños puede tener una servidumbre sobre la cosa común,
fr. 10, D. VII, 9.—fr. 8; fr. 27, pr; fr. 40, D. VIII, 2.
Arg. de la misma 1. 1.
(7) Fr. 1, D. XXXIIl; 2 —fr. 33, g. t, D. VIII, 5.
L. 13, lit. 31, P. S.
(272 )
debiendo ejercerse la servidumbre sobre un objeto corporal, no pue
de recaer sobre otra servidumbre que es una cosa incorporal. .
2 . La servidumbre consiste de parte del propietario, en no hacer
(in non faciendo hoy se llama servitus negaliva ) ó en sufrir al
gun gravamen , (in patiendo; boy se dice servitus affirmativa ); pero
nunca puede consistir en hacer (in faciendo), esto es , en que el
propietario haya de prestar alguna cosa en favor del que tiene
la servidumbre. Podrá si obligarse á prestar un hecho relativa
mente a su propiedad en beneficio del vecino , mas esto no produ
cirá hecho alguno en la cosa ó derecho real , sino solo una obliga.
cion (8 ) .
3 . La servidumbre ha de proporcionar alguna ventaja á la cosa
6 persona que tiene derecho a ella (9 ) .
4. Produce un derecho real sobre el predio sirviente, y puede
ejercitarse contra cualquier poseedor de este (10 ).
5 . En caso de duda , nunca se presume gravada la cosa con
servidumbres (11); la constitucion de esta se debe interpretar es
trictamente , debiéndose ejercer siempre en los términos prescritos,y
generalmente hablando menos onerosos al propietario que la su
. fre (12 ) .
6 . Solo el verdadero dueño de una cosa, ó el que tiene su domi
nio útil como el enfiteuta y superficiario , la pueden gravar con
servidumbres (13).
TITULO SEGUNDO.
(24) Inst. II, 4 – Dig. VII, 1. - Cod. III, 33. - Paulo, III, 6 , $ . 17 al 26.
Fragm . Valic. tit. deusufructu ~ Ger. Noodt, De usufructu ; in Opp. t. I. - Gal
vanus, De usufruclu . Gineb. 1676 . Ed . nov. Tubing. 1788 — Donelo, Comm .
jur. civ. lib . X .
(22) Pr. J. II, 4 - fr. 1, D. VII, 1. - Es preciso no confundir el usufructo ó
derecho de usar y guzar una cosa de otro (resaliena) con el derecho que tiene el
dueño de disfrutarla ( S. 267) ; este último nunca se llamó usufructo entre los ro
manus, y los fr. 5 , pr. D . VII , 6 ; fr. 78 , pr. D . XXIII, 3 , dicen espresamente
que el dueño de una cosa no puede tener elusufructo de ella ; nulti enim res sua
servit ( S. 276 ).
L . 20, tit. 31, P . 3.
* (23) $. 1, J. II, 4 .
(24) Pr. § . 1 , J. II, 4 . - fr. 2 , D . VII, 1. -
Arg. la misma 1. 20 , tit. 31, P . 3 .
(25) $. 2 , J. II, 4. - Dig. VII, 5 – V. sobre esto el g . 282.
( 275 )
cha deduccion de deudas, sobre todas las partes individuales del
mismo ; y debe considerarse como verdadero usufructo en las cosas
corporales, y que no se consumen por el uso ; mientras será cuasi
usufructo en todas las demas que forman el patrimonio (26 ) .
S. 281. 3. De los derechos y obligaciones del usufructuario.
A . Los derechos del verdadero usufructuario son los siguientes:
1. Tiene facultad de usar y gozar de la cosa en los términos que
esta permita por su forma, con obligacion de conservarla en la sus
tancia , pero sin circunscribirse á sus necesidades personales (27) .
Tiene por consiguiente derecho á percibir todos los frutos pendientes
(28 ) al empezar el usufructo, y los que pazcan mientras dure (29 );
mas no adquiere el dominio de ellos hasta haberlos percibido, y así
todos los que al finalizar el usufructo quedan sin percibir tampoco
pasan á sus herederos; antes bien pertenecen aldueño de la cosa (30 ) .
2. Ejerce las servidumbres que corresponden a la cosa (31) .
3 . Puede ceder á otro el ejercicio del usufructo sea por título
oneroso ó bien gratuitamente (32); pero en cuanto alderecho mismo
de usufructuar, es inseparable de la persona : puede sí devolverle al
propietario , mas nunca transferirle á un tercero (33 ).
(26 ) Fr. 24, pr; fr. 37 ; fr. 43, D . XXXIII, 2 — fr. 39, §. 1, D . L, 16 . —
Const. 1, C . III , 53 .
(27) Elderecho romano contiene un gran número de disposiciones particu
lores sobre este punto . V . por egemplo , $. 37, J . II, 1 - fr. 9 , § . 7 ; fr. 10 ; fr. 12,
pr; fr. 13 , S. 5 ; fr. 18 , D . vi! , 1 .
(28 ) Fr. 27, pr. D . VII, 1.
(29 ) Fr. 59 , S . 1 , ibid . — fr. 25 , $. 1, D . XXII , 1.
(50) $. 36 , J. II, 1 . - fr. 15 , D . VII, 4 . - fr. 12, $. 5 , D . VII, 1 . - fr . 25 ,
$ . 1, D . XXII, 1 - fr. 8 , D . XXXIII, 1. – V . el . 154, y todo el §. 266 :
en cuanto á frulos civiles, v . el ſr. 58 , pr. D . VII, 1.
Nuestras leyes dan al usufructuario todos los frutos y rentas, el parto de los animales,
sin espresar mas sobre el particular. L . 20 y 23, tit. 51, P . 3 .
(31) Fr. 1, pr ; fr. 5, S. 1, D. VII, 6, comparado con el fr. 1 , §. 20; fr. 2,
D . XXXIX , 1 . - fr . 1 , $ . 4 , D . XLIII , 25 .
(32) Fr. 12, §. 2, D . ibid . comparado con los fr. 38 , 59, 67, D . ibid .
Const. 13, C. III, 38. El usufructo puede tambien hipotecarse. fr. 11 , § . 2 .
D . XX , 1.
L . 24 , tit. 31, P. 5 .
(33) Paulo, Sent. rec. III, 6, 32.— Gayo, II, 30. – 9. 3, J. II, 4. - Theoph .
ad h. l. y la glosa de Turin sobre este lugar (en Savigny, Hist. du droil rom . au
moyen age , t. III, p . 681) . Segun Gayo y la Instituta , la cesion del usufructo á
un tercero es un acto nulo y sin efecto , pero sin consecuencia alguna perjudicial
para el cedente, como se vé por Gayo (jus suum relinel) . El fr. 66 , D . XXIII, 3 ,
no se opone á ello aunque diga sed ad dominum propriétalis reversum usufrur
( 276 )
B . Las obligaciones del usufructuario son :
1 . Soportar las cargas é impuestos que pesan sobre la cosa (34).
2 . Debe usarla como buen padre de familias y conservarla en
buen estado , teniendo, respecto al propietario, la obligacion de repa
rar, el deterioro causado (35 ). Pero , puede libertarse del pago de
contribuciones , y de los gastos de reparacion y conservacion , aban
donando el usufructo (36 ).
3 . Concluido el usufructo debe entregar al propietario la cosa
misma.
4 . En fin , está obligado á garantizar al propietario cuando em
pieza el usufructo por medio de una caucion o prenda (hoy se llama
cautio usufrucluaria ) (37). Antes de constituirse dicha caucion no
está obligado el propietario á poner al usufructuario en posesion de
la cosa, y si ya le hubiese puesto , puede intentar accion para que se
constituya aquella (38) .
8. 282.4. De los derechos y obligaciones del cuasiusufructuario.
El cuasi usufructo que comprende particularmente al usufructo
de cantidad (ususfructus quantitatis) hace al usufructuario , propia
mente hablando , dueño de la cosa , y le dá derecho á consumirla.
tum ; porque sus palabras no son generales y se entienden solo del caso particu
lar que propone este lugar de las Pandectas. - L . H . Siertsema, De effectu cessio
nis ususfruclus factæ extraneo. Grotting , 1807. - Glück , Comm . 9. parte
p. 223 y sig.
La misma 1. 24 , tit. 31, P . 3. Caso de enagenar el usufrucluario el derecho de usufructo,
vuelve este al señor de la propiedad .
(34 ) Fr. 10 , D . L , 17 - fr. 7 , § . 2 ; fr. 27 , S. 3 ; fr. 52 , D . VII, 1.
L . 22, t/t 31, P . 3 . '
(35) Fr. 1, $. 5, 7; fr. 2, D . VII, 9. - fr. 9 , pr; fr. 13, §. 2; fr. 15 , §. 3;
fr. 65 , pr; fr. 60, D . VII, 1 . - 5 . 38 , J. II, 1. No queda obligado por su dete
rioro, sì ba hecho buen uso de él. fr. 9 , $. 3 , D . VII, 9 . - Gaslendik , Diss. de
juribus et obligalionibus usufrucluarii, circa refeclionem ædificiorum . Gett, 1792.
Ll. 20 y 22, tit. 31, P. 3 .
(56) Fr. 48, pr; fr. 64; fr. 65, pr. D. VII, 1. – J. Ed. von der Becke,
Observ . de jur. et oblig . usufructuarii usumfruclum derelinquentis , ad LL . 64,
et 63, pr. Ď . de usufructu ei quämadmodum quis utatur fruatur. Lips. 1825 . .
(37) D . VII, 9. - La obligacion de dar caucion se ha estendido tambien al
uso . - El dueño puede remitir la caucion ; mas no asi el testador que deja un
usufructo á alguno .Const. 1, C . III, 33. - Const. 7, C . VI, 54 . - Comp. fr. 10 ,
D . VII, 5 .
Nuestras leyes no espresan si el dueño ó el testador pueden ó no remitir la caucion.
Dha. 1. 20 , tit. 31, P. 3.
(38 ) Fr. 13, pr. D . VII, 1. - fr. 7, pr. D . VII , 9 .
Arg. de la misma l. 20, vers, «dando primero.»
. ( 277 )
Pero a la conclusion de él, está obligado á restituir igual cantidad
que recibió , ya en cosas de la misma especie y calidad, ó ya en su
valor ; y debe uprestar
sufructo caucion vpara asegurar dicha restitucion (39) .
erdadóeirropas,
Respecto al usufructo decovestidos
mo
duda se ha de considerar comoverdadero e Corcuando
ucto ddiremos
usufructo
ontoquees en" caso de
no se haya
constituido espresamente como usufructo de cantidad (40 ) . El de
dinero (ususfructus pecuniæ s. nominis), tan pronto es verdadero
usufructo, como cuasi usufructo , segun los términos en que se cons.
tituye (41) .
8. 283. B . Del uso .
El derecho de usar (usus) (42) es una servidumbre personalque
nos dá facultad para hacer de una cosa agena todo aquel uso que
permite su naturaleza y fin á que está destinada , en consideracion á
nuestras necesidades y las de nuestra familia. El uso , pues , no dá
por sí solo derecho alguno á los frutos, sino únicamente á usar de la
cosa. Esto no obstante , siendo el uso de tal naturaleza que no se
pueda ejercer en todo ó en parle sin gozar de los frutos, diremos
que el usuario tiene derecho á una porcion de los frutos arreglada
á sus necesidades (43). Por lo demas, no puede ceder á otro el
del fundo — fr. 19, D . VIII , 1 : «Ei fundo , quem quivendat, servitutem impo
ani , etsi non utilis sit , posse existimo : veluti si aquam alicui ducere non espe -
«diret , nihilominus constitui ea servitus possit : quædam enim habere possumus,
< quamvis ea nobis utilia non sunt. - Gædke , Diss, an et quo sensu servitus non
ulilis fundo imponi possil? ad LL 15 , et 19 . D . de serv. Rostoch , 1826 da
otra esplicacion á este lugar.
2 . El derecho concedido sobre fundo ageno que solo proporciona recreo ó
utilidad personal, no es servidumbre real. fr. 8 , pr. D . VIII , 1. « Ut pomum de
«cerpere liceat, et ut spatiari , et ut cænare in alieno possimus, servitus (sc. præ
«dii) imponi non potest. »
Arg . de la 1. I y sig ., tit. 31, P . 3. .
(60) Fr. 28 , D . VIII, 2. - fr. 23 , $. 1 , D . VIII , 3. - fr. 2 , D . VIII , 4.
fr. 1 , §. 4 , D . XLIII , 22. - Heinecio , Diss. de causa servitulum perpelua in Opo
rib. i. III , p. 177 . - Comp. tambien el fr. 3 , D . VIII , 3.
(61) Fr. 16 , D . VIII, 1. - fr. 44 , D . XIX , 2 . - fr. 33 , S . 1, D . VIII , 3 .
fr. 11, § . 3 ; fr.. 12 , D . XX , 1. — Comp. mas adelante el §. 305 .
L . 12 , tit. 31, P . 3.
(62 ) Fr. 11 , 17 , D . VIII , 1. - fr . 18 ; fr. 32 , D . VIII , 3. - fr. 6 , pr.
D . VIII , 6. - fr. 5 , D . VII , 1.-- Sobre las consecuencias y restricciones de esta
regla , v . fr. 23 , $. 3 ; fr. 25 , D . VIII , 3. - fr: 140 , §. 2 , D . XLV , 1.
Ll. 9 y 12, tit, 31 , P. 5.
(63 ) Fr. 21 , D . VIII , 3 . - fr. 9 , D . VIII , 1 . .
(64) Fr. 5 . § . 1, in fine , D . VIII , 3 . - fr . 9 , D . VIII, 1 .
(65) Fr. 4 , pr. $. 1, 2 ; fr. 6 , D. VIII , 1. - fr. 13 , §. 1, D . VIII , 3
Arg . de la 1. 8, tit. 31, P. 3 .
í 281 )
tarse el ejercicio de ellas a las necesidades del fundo sirviente (66 ) .
7 . El que tiene derecho de ejercer una servidumbre , le tiene
igualmente de practicar todos aquellos actos sin los cuales seria impo
sible el ejercicio de su derecho (67) ;mas no puede exijir que el due
ño del predio sirviente haga mejoras, siendo cargo del dueño del
predio dominante las reparaciones necesarias al ejercicio de la servi
dumbre (68 ).
8 . ' Toda servidumbre real pertenece al predio dominante en su
totalidad y no únicamente á su superficie ; es decir , a lo que se ha .
lla encima del fundo , aun cuando las ventajas que proporcicna sir
van solo para la superficie. Asimismo se entiende gravado todo el
fundo sirviente con la servidumbre , y no la superficie sola (69).
S. 288 . C. Especies de las servidumbres reales.
Las servidumbres reales son de dos especies ; urbanas ó de pre
dios urbanos (servitutes s. jure prædiorum urbanorum ) , y rústicas ó
de predios rústicos ( servitules s. jura prædiorum rusticorum ) (70 ) .
Por predio rústico se entiende todo aquel que produce frutos ; los
demas son urbanos. Los edificios , muros, cuadras, obradores , al
macenes, graneros, son pues heredades urbanas sin distinguir si es
tán situadas en el campo ó dentro de la poblacion (71) . Servidumbre
de predio urbano es, pues, la que se halla constiluida en beneficio de
una finca urbana, y servidumbre de predio rústico , la establecida á
favor de una heredad rural, y que tiene por principal objeto fomen
tar la agricultura y propagar el ganado (72). Puede suceder no
(60 ) Fr. 4 , fr. 6 , pr. fr. 37, D. VIII , 5 . - fr. 14 , §. 3 , D . XXXIV , 1.
L. 8, 41. 31, P. 3.
(67) Fr. 10 , D . VIII, 1.-- fr. 20, §. 1, D . VIII, 2.-- fr. 3, §. 3 . D . VIII, 5 .
Por eg. I. 6 , lit. 31 , P . 3 .
(68 ) Fr. 6 , S . 2 , D. VIII , 5 . - Arg . fr. 45 , $. 1, D , VIII , 1. - fr. 81,
$. 1, D . XVIII , 1. - Richter , Diss. de dominio serviente ad prædii servientis
relectionem obligalo . Lips. 1753 . - Lo contrario sucede por escepcion en la ser
vidumbre oneris ferendi, fr. 6 , § . 2 ; fr. 8 , pr. § . 2 , D . VIII , 5 .---fr. 33,
D . VIII , 2 .
L . 4 , tit. 31, P. 3.
(69) Fr. 13 , pr. D . VIII , 5. - fr. 11 , pr. D . VIII, 2.
( 70 ) $ . 3 , J.' II , 2. -- fr. 1. D . VIII, 1.
(71) Fr. 198 , D . L , 16 . - $ . 1 , J. II , 3. -- fr. 1, pr. D . VIII , 4 . --Comp.
tambien fr. 3 , 4 , 7 , D . XX , 2 .
Servidumbre urbana es la que ha un edificio en otro . Ll. 1 y 2, lit. 31, P . 3.
(72 ) Pr. $. 1 , J. II, 3. - V . sobre todo á Unterholzner , De la prescriplion ,
t . II. $ . 191 .
Servidumbre rústica es la que ha un campo ó heredad en otro . L . 3 y sig ., tit. 31 , P . 3 :
56
(882)
obstante , que una servidumbre de ordinario urbana, se halle esta
blecida en favor de una finca rústica , y una servidumbre rústica en
favor de un predio urbano (73).
El número de servidumbres reales no es fijo, y el derecho roma
no se contenta con marcar las condiciones generales necesarias para
que existan (§. 287). Las servidumbres que bajo dichas condicio
nes pueden establecerse , son tan varias como los derechos que pue
den atribuirse á una heredad sobre otra en beneficio de la prime
ra (74). Por consiguiente , las servidumbres reales que enumera el
derecho romano, y espondremos en los §§. 289 y 290, se deben con
siderar meramente como egemplos que ocurren con mas frecuen
cia (75). *
8. 289. I. Servi lumbres urbanas.
(79) Fr. 14 , pr. D . VIII, 5, comparado con el fr. 11, pr. in fine , D . VIII , 6 . .
(80) Fr. 2 , D . VIII , 2 . - fr. 22, $. 1 , D . L , 16 . - fr. 29 , S . 1, D . IX , 2 .
(81) $. 1 , J. JI, 3. - fr. 2; fr . 17 , $. 5 ; fr. 20 , $. 3 al 6 , D . VIII , 2.
fr. 8 , pr. D . VIII , 6 . - fr. 16 , D . VIII , 5 .
Dha. L . 2 , tit. 31 , P . 3.
(82) - Hay muchos autores que la miran comu una servidumbre stillicidii non
recipiendi. Vinio , in Commenl. ad § . 1 , . II, 3 y $ . 2 , J. IV , 6 . - Pero véase
el f , 28 , D . VIII , 2 . ,
(83) A lo menos asi presenta esta doctrina el mismo Teofilo en el s. 1,
Inst. II , 3. Mas no puede desconocerse que semejante esplicacion es contraria á
la estricta nocion de la servidumbro , considerada como restriccion a la libertad
natural de la propiedad . Esta es la razon que hizo ya decir á Schulting , en su
Jurispr. anlejust . ad Gajum , lib. II, tit. 1 , nota 29 , hablando del jus slillici
dii non recipiendi « quod non sit nova serviļus , sed res ad naturalem tantüm re
«dit libertatem ., Parece sin embargo que los romanos , cuando se trataba de ser
vidumbres urbanas , consideraban como tal servidumbre , ó al menos como dere
cho semejante á ella , no solo la restriccion puesta a la propiedad , sino tambien
el derecho que adquiere la misma propiedad al cesar la servidumbre, recobrando
su libertad. Así se esplican tanto el jus slillicidü non recipiendi en los términos
que le presenta Teofilo , como el jus allius lollendi y luminibus officiendi en
el fr. 2 , 21 , 32 , pr . D . VIII , 2. - fr. 26 , pr. D . XLIV , 2 . - fr. 2 , pr. D . VIII , a .
( 284
suyo mas de lo que está , ó al menos impedir que le levante mas
que hasta cierta altura (84 ). El que sufriendo este gravámen , adqui
ria despues el derecho de alzar su casa, tenia el derecho altius tollen
di (85 ).
6 . La servidumbre luminum et ne luminibus officiatur, así como
la de prospectus y ne prospectui officiatur. Lumina son las ventanas y
huecos que dan luz á nuestra casa , y en general , la luz que nues
tro edificio posee ó necesita ; prospectus son las vistas que disfru.
ta (86 ). Segun esto , servidumbre luminum s. luminis excipiendi s.
immittendi ó de fenestre aperiendæ (87 ) , es el derecho de abrir en
la pared de otro ó pared comun , ventanas y huecos que den luz á
nuestro edificio (88 ) : tambien lo es el derecho de abrir huecos en
nuestra pared propia sobre la finca del vecino , cuando las disposi
ciones particulares de la ley no nos lo permiten (89). La servidum
bre ne luminibus officialur consiste en que el vecino , por medio de
edificios, plantaciones ú otras construcciones , no pueda quitar luz á
TITULO TERCERO .
(156) Fr. 2, pr. D. VIH, 5. Esta acción corresponde también en los casos
en que se nos perturbe ó perjudique en los derechos de propiedad, semejantes a
las servidumbres. Por eg. fr. 13, 14, 17, pr. D. VIII, 5.—fr. 6, §. %
D. XLVH, 7. confesuría se hace mención incidenlalmente en la 1. 31, tic. 22, P. 3.
De la acción
(157) Fr. 5, pr. D. VII, 6.—fr. 45, D. XXXIX, i.
(158) Esto da lugar á una cuestión muy controvertida, sobre todo á causa
CAPÍTULO IV .
De la enfileusis (1 ) .
$. 295. I. Idea del enfiteusis.
. Concluye el enfitéusis :
. 1. Pereciendo del todo la cosa (19 ).
2. Si ha sido concedido por una persona cuyo dominio era revo
cable y temporal, concluye tambien en el momento en que cesa ese
dominio (20) .
3 . Llegando el tiempo prefijado ó cumpliéndose la condicion de
que depende su estincion .
4 . Cuando el enfiteuta cede sus derechos al dueño (21) , ó este
los adquiere por cualquier otro motivo ; lo cual se verifica principal
mente si aquel muere sin herederos , bien por testamento ó bien abin
testato ; ó cuando la cosa se hace libre por prescripcion .
5 . Si un tercero adquiere por usucapion la propiedad de la finca
objeto del enfitéusis (22).
6 . Por último hay otras muchas causas por las que al enſitéuta
se le impone como pena la pérdida de su derecho . De esta espe
cie son :
a ) Si la cosa se ha deteriorado (25) .
b) Cuando en el enfitéusis de bienes de la iglesia , el enfiteuta
está 2 años , y en el de bienes laicales 3 , sin pagar la renta ; ó si
CAPITULO V .
De la superficie (1).
$. 300. I. Ideas de la superficie.
CAPITULO VI.
De los derechos de prenda é hipoteca (1) .
TITULO PRIMERO .
- - -
para pagar a todos, debe examinarse quién debe ser preferido. Desde
luego puede sentarse la regla que el mas antiguo debe serlo al poste
rior (104) . Sin embargo , esta regla sufre las escepciones siguientes:
1. Cuando el acreedor ha empeñado la misma cosa que recibió
en prenda, debe preferirse á cualquier otro el acreedor del acree
dor ( 105 ) .
2 . Tambien es preferido el posterior al mas antiguo , si la deu
da á cuyo pago se hipotecó una cosa, se empleó en preservar de la
ruina la finca anteriormente hipotecada (106 ) .
3 . Hay algunas prendas é hipotecas privilegiadas por la ley,
(privilegium jus prælationis), y que por consiguiente deben ser pre
feridas á cualesquiera otras (S . 319, 330 ) (107).
$ . 519. 2 . De las hipotecas privilegiadas.
Jus offerendi.
El acreedor de un órden inferior puede evitar entrar en concurso
con el que le precede, poniéndose en su lugar, lo cual se verifica:
1 . Cuando este le cede sus derechos é hipoteca (134 ).
2. Cuando con consentimiento del deudor , el acreedor poste
rior dá dinero para pagar al anterior en worden , reservándose subro
garse en sus derechos, si efectivamente se ha hecho el pago (135 );
ó cuando compró la cosa ya anteriormente empeñada á otro bajo
condicion de pagarle con el precio de la venta . En tal caso se subro
ga en todos sus derechos, aun cuando no se hava estipulado espre.
samente (136 ) . Así como el acreedor hipotecario puede con consen
timiento del deudor ó acreedor anterior en órden , subrogarse en los
derechos de este último, así tambien puede hacerlo el acreedor qui
rografario ó un tercero (137). .
3 . El acreedor posterior en órden , tiene la facultad de pagar
TITULO CUARTO.
Modo de estinguirse los derechosde prenda é hipoteca (160).
g. 326 . I. Modos de estinguirse, comunes á todos los demás derechos.
1. Pereciendo la cosa empeñada (161) ; ó cuando ha sufrido tal
variacion que no puede reducirse á su primer estado ( 162) .
2 . Confundiéndose en la misma persona los derechos de propie
dad y los de prenda ó hipoteca ; como por ejemplo ; cuando el deudor
llega á ser heredero del acreedor , ó cuando esle se hace dueño de la
cosa dada en prenda ( 163 ) .
3 . Cuando se concedió por solo cierto espacio de tiempo y ba
transcurrido este (164) .
4 . Cuando se constituyó por persona cuyo derecho de propiedad
erà revocable (165 ).
5 . Por la renuncia del acreedor ( 166 ) , cuando acepta este en lu
gar de la prenda una fianza ó cualquier otra especie de caucion ( 167) ;
ó pasa por el juramento deferido del deudor, de que la cosa no está
(159) Dig . XLIII , 4 . - V .mas arribalos $ 8. 184 y 311.
(160) Dig. XX, 6.-Cód. VIII, 26 y 31.
( 161) Fr. 8 , pr. D . XX, 6 . - Const. 23, G . VIII, 14. El derecho de pren
da ó bipoleca renace si la cosa vuelve á su pristino estado. fr. 29, §. 2 ; fr. 55 ,
D . XX , 1.
(162) Fr. 18 , 9 . 3 , D . XIII, 7. Una simple variacion en la cosa no estinguo
eldere sit 29,p spta unacosa en pagenotes, perocon
el derecho de prenda ó hipoteca. - fr. 16 , §. 2, D . XX , 1.
L . 13 , tit. 13 , P . 8 .
(163) Fr. 29, D . XIII, 7 . - fr. 9 , D . XX , 6 . - fr. 50 , §. 1 , in fine,
D . XLIV , 2 . El que compra una cosa empeñada á inuchos bajo condicion de entrar
en el lugar del primer acreedor á quien pague, puede ejercitar los derechos que
a este competian contra los acreedores posteriores ; pero á ellos les corresponde
á su vez el jus offerendi. Const. 3, C . VIII, 19. - Const. 1 , C . VIII, 20.
fr . 17 , D . XX , 4 . fr. 6 , D . XX , 5 .
( 164 ) Fr. 6 , pr. D . XX, 6 .
( 165 ) Fr. 3 , D . ibid . - fr. 31, D . XX , 1. - fr. 4 , $ . 3 , D . XVIII, 2. Por esta
razon el subpignus se estingue con el derecho del primer acreedo:. (r.40, s. 2
D . XIII, 7 . - Const. 1, C . VIII , 24 .
(166) Fr. 8 , 8. 1, D . XX, 6 . — Cód . VIII, 26 .
L. 40, tit. 15 , P. 8 .
( 167) Fr. 5 , §. 2; Sr. 6 , 3. 2; fr. 14 ; D . XX, 6 . - fr. O, S. 3, D . XII , 7.
Arg . Const. 8 , C . VIII, 42.
( 331 )
empeñada (168). La renuncia es tácita cuando se vuelve la prenda sin
que se haya satisfecho la deuda ( 169), cuando se autoriza espresa .
mente á alguno que la venda (470 ), v por último, cuando el acreedor
no hace valer su derecho en el término prefijado (171) .
6 . Se estingue tambien el derecho de prenda y de hipoteca cuan
do un tercero , wo siendo habiente derecho del deudor, usucape la
cosa empeñada ( 172). .
$. 527. II. Segun la naturaleza especial delderecho.
: Segun la naturaleza especial del derecho se estingue cl de prenda
6 hipoteca: .
1. Por el pago integro del crédito en cuya seguridad se
constituyó la prenda ó hipoteca (173) , ó por confundirse en una
( 168) Fr. 5, §. 3, D . XX, 6 . – V .mas adelante el g. 434.
(169) Copst. 7, C. VINI, 26 . - ſr . 1, §. 1, D . XXXIV , 3. - 1:. 3, D . II, 14 .
(170 ) Fr. 4 , $. 1; fi. Í, pr.; lr. 12, pr. D . XX , 6.- fr. 158, D . L . 17.
Const. 2 , 11, G . VIII, 20 .- Comp. fr . 4 , § . 2 , D . XX , 6 . Si no llega á verifi
carse la enagenacion , continúa la prenda ó bipolcca . fr. 8 , § . 6 ; fr. 10 , pr.
D . XX , 6 . - Si el deudor vuelve a conseguir la propiedad de la cosa enagenada,
rence el derecho de prenda ó hipoteca , á coniar desde este tiempo . Const. 1 ,
C . VIII, 26 . El acreedor al presiar su consentimiento para la constitucion de
una nueva , no se entiende renuncia á su derecho, y sí solamente á su privilegio
fr. 9 , § . 1. ; fr. 18, pr. D . XX , 6 - fr . 12. § . 4 . D . XX , 4 .
( 171) Const. 6 , C . VIII, 26 .
La ley 10 , lit. 13, P . 5 , pone por ejemplo de la remision tácita de la deuda por parte
del acreedor, cuando rompe este el documento en que estaba consignada la prenda o de
vuelve al deudor aquel en que conslaba la obligacion principal.
(172) Fr. 12, D . XLIV , 3. - Const. 1 , 2, C . VII, 36 .- Const. 19, C . VIII,
45. - Const. 7. C . IV , 30 . - Const. 8, pr. C . VII, 59. Elmismo deudor ni sushe
rederos no pueden prescribir el derecho de prenda ó hipoteca, fr . 1 , . 2 , D . XX ,
1 . - fr . 4 , § . 5 , D . XLI, 3 . -- Const. 7 , C . VIII, 14 . La accion hipotecaria se
prescribe por 40 años. Const. 7 , S . 1 , C . VII , 39. - Donel, Comm . jur civ. lib .
V , c . 29 .
LI. 39 , 11. 13 , P . 5 y , tit. 8, lib . 11 , Nov. Rec.
(173 ) Fr. 9 , § . 5 . -Ö .; fr . 13, pr. D . XIII, 7 . - fr. 6 , pr. D . XX, 6 . — fr.
18, 1). XLVI, 2 . - Const. 3 , C . XIII , 31. No porque concluya en parle la obli
gacion , concluye lambien en parte la prerda o tivoleca ; esta continua , pues el
derecho es indivisible . fr. 9, $ . 5. D . XII, 7 . - Consi. 2 . C . XII, 29. Subsiste
lambien aun cuando uno de los coherederos pagrie la parte de deudas que le cor
responden . Const. 1, C . VIII, 31. Const. 2. C . V !J1, 32 . Const. 16 , C . VIII, 28 .
- Del misino modo continúa el derecho de prenda ó hipotéca cuando la accion
inlentada para el cobro de la deuda puede ser rechazada por una escepcion quo
nu estinga la mismadeuda , sino simplemente la accion ; pues subsistiendo di
cha obligacion como oblización natural, debe subsistir lambien la prenda ó hipo
teca. Tal es el caso del Scto . Macedoniano ; tal el de la escepciori de prescrip
cion de accio ). Const. 2, C . VIII, 31. « Interligere debes víncula pignoris du
rare , personali actioni submota . ,
L. 38, lit. 13, P . 5 .
misma persona los derechos de acreedor y deudor (174 ).
2. Por la venta de la prenda hecha en debida forma por el acre .
dor (175 ) . Estinguense tambien los derechos de todos los posterio
res en órden cuando el acreedor de un órden anterior vende la cosa
empeñada (176 ) . Si el heredero que aceptó la herencia á beneficio
de inventario enagena las cosas sobre las que estaba constituida al
guna prenda ó hipoteca , concluyen todos los derechos que en este
concepto le correspondian (177).
LIBRO SEGUNDO .
De las obligaciones .
(474 ) Fr. 75 ; fr, 35 . . 2 ; fr. 107 , D . XLVI, 3 , comp. con el fr. 43, ibid.
(175 ) Cod . VIII, 30 .
L1. 41, 42 y 43, tit. 13, P. 5.
(176 ) Const. 1, C . VIII, 20 .
(177 ) Const. 22, S . 8 , C . VI, 30 .
( 1) Acerca de las obligaciones por derecho romano V . Donelo .Comm . jut
civ . lib . XII al XVI.
( 333 ) :
SECCION PRIMERA.
Nociones generales.
CAPÍTULO I.
Nocion y division de las obligaciones en general.
$. 329 . I. Nocion de la obligacion. .
( 1) Pr. J. III. 13 (14 ) «Obligatio est juris vinculum , quo necessitate ads
iringimur alicujus rei solvendæ secundum nostræ civitatis jura . - fr . 3 . pr.
D . XLIV , 7 . «Obligationum substantia non in eo consistit ut aliquod corpus
nostrum aut servitutem nostram faciat, sed ut alium nobis obstringat ad dan
dum aliquid , vel faciendum , vel præstandum .
Ag. pr. tit. 1, y l. 5 , tit. 12 P . V , 11. del til. 1, lib. X , Nov. Rec.
( 2) Fr. 19. D . L . 16 . «Contractus est uliro citroque obligation
( 3) De aqui obligationem repetere, concedere. Const. 7 . C . IV. 3 . Rez
pecto á cosas, obligalio significa unas veces el derecho de prenda ó de hipo
lecs, const. un . C . VIII. 21. - fr. 11. § . 6 . D . XII. 7 . - Const. 4 . C . VIII. 17 .
- - Const. 6 . C . VIII. 26 , otras veces el empeño de la cosa , fr. 4 . D . XX . 5 , y
otras el título que prueba este derecho, fr. 28. D . XLVIII . 10 .
( 334 )
a) En obligatio pro rata s, in partem , cuando cada acreedor
liene derecho únicamente á parte del crédito , ó cada deudor eslá
solamente obligado al pago de su parte de deuda.
b) Y en lis obligatio
no deorreatiene
in solidum (oblig. correalis) (4) , cuando cada
xigi la lotalidad del crédito (obl. correu.is
cada dosá eexigir
uacreedor derecho
activa ) (5 ), ó cada deudor está obligado al pago de toda la deuda
( obl. correalis pasiva ) (6 ). Esto no obstante , si en el primer caso
uno de los acreedores ha recibido todo el crédito , los demas nada
pueden pedır ; y si en el segundo caso uno de los deudores ha pagado
la totalidad , los otros quedan libres ( 7 ). Esta obligacion solidaria
nunca se presume ; fundándose siempre en algun motivo particular
que resulta ya de ser objeto indivisible (8 ). ya de una disposicion
especial de la ley (9 ), ya de un convenio ( 10 ), ya de última volun
tad (11) , y en cuanto a la obligacion solidaria pasiva , tambien de
"delito (12). Sin embargo , desde Adriano , goza el mismo deudor
- (4) Inst. III. 16 (17) - Dig . XLIV. 2.-- Cod. VIII. 40 . - Donelo , Tract. de
duobus reis. In Oper. i. IX . - Ant. Faler, Conclur. jur. civ. XIV . Dresky, Diss.
de correali obligalicne ejusque effeclibus. Goll. 1777 . - Rubo, Versuch einer Er
klaerung der, fi . 9 , 5 , 4 , 85 D . de verb. oblig. ucber die Theilbarkeit und Untheil.
barkeil der oblign !ionen nach rem . Rechle: esto es ; Ensayo de una esplicacion do
los fr . 2, 3, 4 , 85 , D . de verb. oblig. sobre las divisibilidad é indivisibilidad de
las obligaciones en derecho romano. Berlin , 1822. - Backer, De obligalionibus
dividuis et individuis. In Annal. Acad. Gand . a 1822 – 23. - Ribbemiror, Zur
lehre von den Correal-Obligationen : ó sea De las obligaciones solidarias. Goelt.
1831.- Blondeau , Esquisse li un Irailé sur les obligalions solidaires. Paris, 1819 .
- C . A . de Scheurl, Comm . de diciduis et Individuis oblig . Erling, 1803.
(5 ) Lláinanse en derecho romano duo s . plures rei slipulandi. fr . 1 . D . ibid .
Hoy les llaman correi credendi.
(6 ) Elderecho romano lesdesigna con la espresion duo s. plures rei promillen
di ó correi promillendi. Sr . 5 . §. 3. D . XXXIV . 5 . Huy con las palabras correi
debendi.
L. 10, til. 12, P. V ; 1. 70, lit. 18, P. III; 1. 10, tit. 1, lib. X, Nov. Rec.
( 7 ) § . 1. J . III. 16 ( 17) - {r. 14 $ . 15 . D . IV . 2. - Hübel, Diss. reus slipu
landi gnum paciscendo et novando correo nocea!! Lips. 1822, - Kraut, Diss. de
argentariis. Gælt. 1826 . c . 5 . - El deudor in solidum ( correus debendi) que ha
pagadu , lienederecho a exigir de su co - deudor solidario , la parte que le corres.
ponile en la deuda .
(8 ) Fr. 5 . § . 15 . D . XIII. 6 . - fr. 17 . D . VIJI. 1. - r . 192. D . L . 17 . - fr.
2 . §. 2. D . XLV. 1. - ir . 1. $ . 44 . D . XVI. 3 .
(9 ) Fr. 1. §. 25. D . XIV . 1. - 5. 4 . J. III. 20 (21). - Const. 3 . C . VIII.41.
---1r . 55 . pr. D . XXVI. 7. - Const. 2 . C . V . 52 .
(10) Pr. J. III . 16 (17 ) - fr. 9. pr. D . XI. V . 2 . - fr. 47. D . XIX . 2.
(11) Fr. 9. pr. D . XLV. 2. - {r. 8 . $. 1. D . XXX .
(12) Fr. 11. §. 2. D. IX . 2. - fr. 14 . §. 15; fr. 15 . D . IV . 2. - Const. 1.
C . IV. 8.
Obligándose dos simplemente por contrato ó en olra manera alguna, para hacer y cum
( 335 )
principal del beneficio de division (beneficium divisionis) por el cual,
entablada una accion en pago de la totalidad , puede exigir que se
persigan desde luego las demas cauciones por la parte que corres. .
ponde á cada una (13). La Novela 99 estendió este beneficio á aque
llos que al tiempo de contraer una deuda habian salido reciproca
mente por fiadores uno de otro ; hoy comprende a todos los deudores
solidarios por convencion (14 ). Mas no tiene lugar dicho beneficio ,
cuando es dificil perseguir á los demas deudores , ni cuando son in
solventes , ni cuando espresamente le han renunciado (15) . .
& . 331. B . Con relacion á su objeto .
( 18) Fr. 19. D. XXXI. - fr. 112. pr. D. XLV . 1. - fr. 9. §. 1 . D . XIV. 4.
ſr. 4 . §. 3. D . IX . 4. - fr. 5 , pr. D . XXX.
(19 ) Fr. 84 . §. 1 . D . L . 17. — Weber , Sistemalische Entwickelung der Lehre
von der natürlichen Verbendlichkeil und ren gerichtlichen VVirkung, o bien es
posicion sistemática de la obligación nalural y de sus efectos legales. 4 ." ed Sche
werin y VVismar, 1805. - Dummler Diss, inquirans; præcepta juris naturæ au
vi sua auctorilalem legum effeclumque civilem in judiciis nostris habere possini.
Kilice , 1808 , §. 13 y sig . - Reinhardt,Lehre des ræm . Rechts von der Verbin
dlichkeit im Allgerueinen und von der nalúrlichen Verbindlichkeit ins Besondere,
• De la obligacion er general por derecho romano , y de la obligacion nalural en
parlicular. Sluligardi, 1827. - Lelievre , Resp. ad quæstionem : quid est obliga -
lio naluralis ex senlenlia Romanoruin ? Lovanii, 1827.
L. 5, tit. 12, P . V . En sus correspondientes lugares iremos anotando los efectos que pro
duce la obligacion natural.
(20) Fr. 19. pr. D . XII. 6 . - fr. 10 . D . XLIV . 7 . - fr. 9 . § . 4 , 5 ; fr. 10 .
D . XIV . 6 .--fr. 7. §. 4 . D . II. 14 . » Igitur nuda pactio obligationer nun parit;
sed parit exceptionem :)
Por nuestro derecho el nudo pacto produce obligacion . L. 1, tit. 1, lib . X , Nov. Rec.,
que esplicaremos mas adelante.
(21) Por eg: fr. 16 . $ . 1. D . XVI. 1 . - Const. 9 C . IV . 29. - fr. 8 . pr. II.
51. - onst. 3 . C . III . 43. - Const. 3 . C . VIII . 35 . — fr. 4 . pr. D . XII. G . 5
( 337 )
tiones civiles (en sentido estricto) , y obligationes prætoriæ s . honora
riæ . (22) . Las primeras se subdividian :
a ) En obligationes legibus constitutæ ; es decir , que eran entera
mente estrañas al derecho de gentes, y se fundaban solo en el civil;
(obl. civilis, en el sentido mas estricto . ) Entre ellas se contaban es
pecialmente las obligationes stricti juris (S . 365 b ), que producian
siempre accion por derecho civil , aun en el caso de nu haber sido
válidas por el de gentes; sin embargo , cuando la equidad lo exigia
(si iniquum foret reum condemnari, por ejemplo , cuando se habia arran
cado la promesa con dolo ó violencia , daba el pretor una escepcion
perpétua que dejaba la accion sin efecto (23).
b ) En obligationes jure civili comprobale ; esto es, que habian pa
sado del derecho de gentes al civil, y este les habia reconocido dan
do la accion para perseguirlas. A dicho órden pertenecen todas las
del derecho antiguo que se contraian consensu vel re, y las dederecho
moderno que nacen cx pactis legitimis (S . 363 b .)
CAPÍTULO II.
De la cesion de obligaciones (1).
8. 333. I. Nocion de la cesion.
( 24) Por eg. tomo á préstamo cierta cantidad, y cedo despues en pago (in
solutum ) un crédito mayor. Arg. const. 23. citada.
(25) Uoa constillicion posterior de Justiniano (Const. 24 C . IV . 35 ). echa .
abajo lodas estas escepciones ; pero dicha constilucion es una lex rcsliluta nu
glosada ( S. 70 ) .
(26) Verdad es que la ley no habla de esta escepcion ; pero el crédito iucier.
to é indelerminado no vale su valor non.inal, y el que paga por él un precio mo- .
nor , no se puede decir que le compra pro vilioriprelio .
(27) Mühlembruch , p. 535 . - '
(28) Segun el testo literal de la Const. 23. § . 1. citada. -- .Omne quod su
perfluum est et per ſiguratam donacionem traslatum , inulile ex utraque parlo
esse censemus ; et neque ei qui cessit acliones, neque ci qui eas suscipere curavil
aliquid lucri vel fieri, vel remanere, vel aliquain contra debilorem , vel res ad
eum perlinenles esse ulrique corum aclionem , - Mühlembruch , p . 529. - Thibaut,
Sykleme, §. 80 . - Sin embargo lay autores que no participan de esta opinion , y
quieren que continúe la obligacion por la parte no pagada, como obligacion nalu .
ral, en beneficio del cesionario .
(29) Thibaut, Sysleme, $ . 80 . - Mühlembruch , p . 577. - Otros autores opi
nan que incumbe la prueba al deudor. Eber, Diss. de probaliono cessionis legi
Anaslasianæ repugnanlis . Jenæ , 1781. §. 34.
( 342)
CAPÍTULO III.
De los perjuicios y su resarcimiento (1).
. 8. 339 . I. Nocion del perjuicio .
Sucede con frecuencia que una obligacion tiene por objeto desde
su principio el resarcimiento de daños o perjuicios ; y cualquier obli
gacion se resuelve al fin en una demanda sobre resarcimiento , cuan
do por falta del deudor no se prestó ó no pudo prestarse el objelo
primitivo de aquella . Daño (damnum ) es en general toda pérdida
que esperimenta ero sen(damnum
alguno
erdadtemer
el vpara ti (damnufaclum
m emes.rsudatum dum als menos
m met)ueónque infos
tiene razon en .sus bienes (damnum metuendum s. infec
tum ) (2 ). Eldaño
s es positivo
o (damnum emergens ó simplemente dam
d no ... (3). Palab
o de cansentido
nun en elquverdadero de la palabra) cuando ha disminuido
realmente nuestro patrimonio (3 ) ; y negativo (lucrum cessans s. lu
crum interceptum ) cuando nos impide obtener alguna ganancia (4 ).
Ambas especies de daños reunidas , se llaman tambien en derecho
ri
rdina id loquod
romano
oordinario
interest (5 ), aunque esta espresion solo designa de
que se nos debe por reparacion del daño (quanti ea res
est), ademas del precio de la cosa deteriorada ó destruida (6 ) : algu
na vez tambien designa únicamente el daño positivo (7 ) . La obliga
cion de reparar el daño ó perjuicio que ha sufrido otro , se llama
præstatio damni.
(1) Donelo , Comm . jur .civ . XXVI. 13 al 23. - Wehrn , Doclrina jurisexpli
calrix principiorum et causarum damni. Lips. 1795. - Schæman , Lehre, vom
Schadenersaize, ó del resarcimiento de daños. Giessen y Wetzlar, 1806 .
( 2) Fr. 2 . D . XXXIX . 2.
(3 ) Fr. 3 . D . ibid .
(4 ) Fr. 2. §. 11. D . XLIII. 8. - Comp. fr. 13. pr. D . XLVI. 8. - fr. 21. 9.3.
D . XIX : 1. - Fr. 2 . § . ult. D . XIII. 4 . - fr . 19 . D . X . 4 .
(6 ) Fr. 21, 22, 23, D . IX . 2 . -- fr . 3 . pr. D . XLVI. 8. - Cód. VJI . 47.
Schæman , 2.a parte p. 84 y sig . - Malblanc,Obsero. quædam de eo quod interest.
Tübing . - Glück , Comm . 4 . part. §. 332 .
(6 ) Fr. 179, 193 . D . L . 16 . - fr. 1. pr. D . XIX . 1. - fr . 8 . D . XII. 3 . A ve
ces se denota iambien el rédito con las palabras quanti ea res est. fr. 4 . § . 7 .
D . XXXIX . 2 . - fr. 3 . § . ult. D . XLIII. 17 .
(0 ) Fr. 71. S . 1. D . XLVII. 2 .
· Hay diferencia entre daños y perjuicios. Daño es la pérdida que se sufre, y perjuicios, me
noscabos segun las leyes de Partida, la ganancia que se deja de hacer por culpa de otros, lo
cual viene á corresponder a lo que se llama en derecho romano, dumnum emergens elke
crum cessans.
(343)
■
|. 340. II. De la causa del daño.
(25) La palabra culpa se toma en este sentido, cuando se opone por una parte
al dolo y por olía á la diligencia. Gonst. il. G. IV. 53. fr. 8. ¡. 5. D XLIH.
26.—fr. ÍI. D. 111. 5.—fr. 23. L). L. 17.—fr. 5. f. 2. D. XIII. 6 —fr. i. pr.
D. XXVII, 5. Sin atender ¡ti grado de negligencia. En las leyes romanas no se
encuentra bien marcada la diferencia enlre culpa, culpa levis, culpa levísima; cüjl
úllima espresion no se encuentra mas que una vez. fr. 43. pr. D IX. 2.—üomp.
fr. 18, pr. D. XIII. 6.—fr. 25. §. 7. D. XIX. 2 -fr. 13. §. 1; fr. 14. D. Xill.
7.—§. 4. J. III. 14 (15)—Const. 19. G. VIH. 14.
(2(5) Poreg. §.2,4.J.IIL 14(15)—fr. 1. g. 3. D. XLIV. 7 .-§. 1. J. III.
27 (28Y No hay diferencia alguna entre exacta y exactísima diligentia, entre di-
ligentissimus pater familias: a í cuando dice la ley diligenliam prwslare debe!,
quam in rebus suis restringe, en cierta manera el sentido de la diliqen'.ia en ga
ñera!. Por eg. fr. 17. pr. D. XXIII, 3.—Const. H. G. V. 14.— fr. '72. D. XVII.
2. A esto llaman los modernos culpa levis in concreto.
(27) §. 18. J. IV. 1.— §. 3. J. III. 25 (24) y TeóTilo á este párrafo.
Nuestras leyes de Partida adoptaron expresamente la distinción de la culpa, hecha pr
casi todos los intérpretes del derecho romano, en /ató. leve y levísima. L. 11, til. 35, P \H
Aunque entre esta ley y otra de las Partidas, por egempln, la 3, tit. 3, P. V, se note di
versidad entre lo que se entiende por culpa leve y levísima, entendemos generalmente J**'
culpa lata la omisión del cuidado ó diligencia que emplean aun los hombres mas des
cuidados; por eg. si aquel que lomó en depósito cierta cosa la dejase en la calle ó i la puerU
de la calle de noche. Dicha I. li. Culpa lev-e es la f:ilta de diligencia que emplean los hom-
hres medianamente cuidadosos; y levísima la omisión del cuidado que pondría un homl»«'
muy celoso de sus intereses. «
(347)
^. Si provienen de omisión, á nada está obligado eí que lo
causó.
2. Si provienen de un hecho, hay que distinguir de nuevo: ^
a) Cuando el que cometió la falla era sabedor de que la cosa
pertenecía á otro., está obligado á reparar todo el daño causado por
su propio hecho , cualquiera que sea su estension y el modo con que
se cometió (28).
b) Pero si ignoraba que la cosa fuese de otro, creyendo de buena
fé que era suya, no está obligado á la reparación del daño, aunque
proceda de un hecho suyo , hasta tanto que se muestre parle en
juicio (29): desde entonces es responsable de todos los daños causa
dos , ya procedan de un hecho , ya de una simple omisión (50).
B. Cuando la cosa ha sido objeto de obligación , debe hacerse
distinción entre el dolo , la falta grave (lata) y la simple falta.
4. Siempre -deben repararse los daños causados por dolo (51) no
siendo lícito el pacto contrario, ne doltis prwsMur (52); pero el que
los ha esperimentado tiene la elección de transigidos , ó entablar la
correspondiente acción para que se le indemnicen (55).
2. La falta grave se equipara al dolo , y del mismo modo que
este debe siempre prestarse, aun cuando la ley solo haga mención
de él (54).
5. En cuanto á la simple falla (á la diligeMia y ála custodia) si
sobre ella ha mediado pacto de las parles , deberá observarse (55),
con tal que no sea contrario á las leyes (56); solo á falta de pacto
(28) Fr. 44. pr. D. IV. 2.—Puede ser escepecion de esto el caso de necesi
dad urgente. Por eg. fr. 49. g. i. D. Ibid.—fr. 3. §. 7. D. XLVII. 9.
(29) Fr. 31, 15. D. V. 3. «Rem enim qvasi siwam neglexit.»
I. 5. tlt. l'¡, P. VII.— El que causa el daño en propia defensa ó en la de sus bienes, no
eslá obligado a repararle. La misma I. 3.
(30) Fr. 20. §. It. fr. 2o. §.7. D. Ibid. tQuoniam post litem conteslatam
omrtes incipiunt mala; ÍMei possessores esse.«
(51 ) Fr 59. j . I . D. X VII. 1 .—Const. 4. C. IV. 10.—Dig. XXXIX. 5.
L. 3, tit. 16, P. VII.
(52) Fr. 27. §. 5, 4. D. II. 14.—Fr. 1. I. 7. D. XVI. 3.—fr. 17. pr.
D. XIII. 6 -fr. 23. D. L. 17.—fr. 11. §. ult. D. XIX. 1.
L. 29, lit. U, P. V.
(33) Fr. 27. §. 5. fr. 7. §. 14. D. II. 14.
A rg. de la misma 1. 29.
(54) Fr. 1. §. 1. D. XI. 6. «Lata culpa plañe dolo comparabitur. »— fr, 29.
pr. D. VIII. I.— fr. 32. D. XVI. 5 — fr. 226. D. L. 1G.
La culpa lata se asemeja al dolo. L. 11, lit. 33, P. VII.
(33) Fr. 11. §. 1. D. XIX. 1—fr. 1. §. 10. D. XVI. 3.
(56) Por egemplo, fr. (>. D. XXIII. 4.
L. 28, al fin, til. H. P. V.
( 348 )
rigen las disposiciones legales. (37) que son muy diversas y de las
e nos ocuparemos en las respectivas malerias. Baste sentar por
ora estas dos reglas generales : cuando en el contrato la utilidad es
de ambos contrayentes , debe prestarse mútuamente toda especie de
culpa (38) ; y cuando el que debe prestar la diligencia , no puede
atender a la vez á sus propios negocios y á los de otro , debe cuidar
principalmente de los segundos (39 ).
C . No pueden reclamarse mas que los daños realmente sufridos;
el lucrum cesans et id quod interest solo en el caso de que la pérdida
provenga de hecho ilicilo ú omision de otro (40 ).
D . Por último , no debe perderse de vista el principio general
de que á nadie puede enriquecerse con perjuicio de oro ; ó mas
bien , aprovecharse de la pérdida que otro ha sufrido (41) .
$. 36 %. Delmodo de probar la culpa.
1. Nccion y especies.
i
' (351)
2 . El acreedor por su tardauza liberta al deudor de las contingen
cias que por ella pudo tener la cosa (61) , quedando el último res
ponsable solo por el dolo (62), y el primero de todos los daños y per
juicios antes á cargo del deudor , bien consista el objeto de la deuda
en género , bien en especie o cantidad (63). .
3 . Por último, cuando entrambos contrayentes se constituyen al
mismo tiempo en demora , ha lugar a la compensacion (compensaiio
morce ); es decir , que las cosas quedan en elmismo estado (64 ); pero
si no es al mismo tiempo , la segunda destruye á la primera ; posterior
mira nocet; y quedan solo á entrambos contraventes los derechos que
en tal concepto les competen (65 ) . Los daños y perjuicios oca
sionados por la tardanza deben reclamarse con la acccion princi
pal (66 ) .
$. 347. 5. Cómo puede purgarse la demora.
A. Idea general.
Ademas de la cosa principal, eldeudor debe entregar lambien los
intereses (71). Lo principal ó cupilal (sors, capul) cs la suma de di
nero ó cantidad de cosas ſungibles que forma el objelo principal de
la obligacion ; lo que, ademas de esta suma, debe el deudor en cosas
de la misina especie por el uso que ha hecho del capital ó por haber
privado al acreedor ulilizarse de él, se llaman i::lerisis (usurce , fa
nus) (72). Los intereses suponen , pues, un capital con el cual ce
(71) Paul, 11, 16. - Diz.XXII, 1. - Cod. IV , 32. - V , 50. - SII, 5'1. - Nuv.
52. 5.1 , 34 , 121, 138 ; Donelu, Truc!, de usuris, fructibus c! mora . In oper.
prior Francorf. 30 . M 1539 , p. 1. – Noodlı, De foenore e! usuris libri III. In
oper . l. 1. - Glück , Cumm . 21. part §. 1129 – 1198. S bre elmodo de calcu
lar los intereses euire los ronianos, V. Niebulir , Hisoire romaine, 1.9 eu . . II,
p . 451. - SchPweppe. Histoire du droil rom . S . 2:51. -- Hipp. De fænorc ve'erum
romanorum . Hamb. 1828. - Sulmacio , De usuiis. Lugil. Bat. 1038 , y De mo.
do usurarum , ibid . 1039 . - Gronovio , De sexierliis s. de pecunia relie, de
usuris rendesimis el de fænore unciurio . Luyil. Bul. 1061, 1071. - Heinecio,
An 'ig. Rom . III, 15 , $. 4 . - 50 .
(72) Fr. 17, §. 5, D . XXII, 1.---fr. 15. 9. 20, D . XIX , 1. - No solo gana
interés el dinero , sino tambien otras cosas fungibles; por egemplo , el aceile y
el Irigo por el esceso que se debe entregar , en l'atzun del uso que de él se hobic
re hecho (addi'ameulum ) . Const. 25 , C . il', 52 .
Espondremos aquí, si bien muy sucintamente , lasdisposiciones de nuestro derechoies
pecto á intereses y las vicisitdes que ha conido esta mat:ria . Las leves do fuero Juzgo
los autorizaron hasta un i por 8 ' sia un 12 por 100 anual en el dinero y u " i por 3 en
otras cosas fungibles, de munisa que gnion por j. recibia di s fanegas de trigo estala obli
gado á devolvrir tres. Ll. 8 y 9, 11. s , iib), V. Fuero juzg.). Pero la cdiosidad con queto
los siglos mrdios se miraron los usuleres y las penas canonicas que contra ellos se lule
minaron influveron eficazınante en nuestro derecho respecto de este punto . Esa ( diosidad
tenia en aquella época un fundamntu bastante plausible. Casi todos los que da an antoni
cos dinero á prastamo lo bacian a personas inistrables alruinindolas con 1 sc si as usuas.
La religion cristiana que prodica la caridad entreIshombres no podia consentir stmejan
te abuso . De aquí las severas ponas con ra los usureros; las repetidas decisiones concila
res en que se declaró que el miluo con interés pslaba prohibido por derecho divino, como
opuesto a algunos lostos sigrados. Reducido casi esclusi aminta semejante trarico ili sju
dios y moros , due ios de grandes cauda 'es , la odiosidad aun que los miraban los pueblos,
las vojaciones que les causalan, hicieron como era consiguiinte subir cada vez mis clin
Irrés del dinero. ElFuero real consintió l!rvar hasta un i por 4 ó sea on 23 per 100 ; 1. 6 ,
lit 2 . lib . IV , las partidas adop'andu las disposicionsdel derecho canónico prohibirun dar
dinero á interris 1. 51, lit. 11, P. 3, considerando lal delito como de la cuinpelincia de los
tribunales erlesiásticus. L . 56, 11. 6 , P. I. .
Las repetidas quejas de los pueblos , clivadis al trono pormrdio de sus procurador sá
chrles y la máxina del derecho casiúnico en la materia , feron usa de que nuestras le
Vps se ensañasen contra los usureros cristianos ó judics poniendo este delilo (nie lus de
prueba privilegiada por la diicultad de acreditarlo. (Leyes del tit. 22. lib . XII. Nov. Rec.)
Eran estas leres, impot ntes para conseguir el oli lo que se proponian . Infriogiéndolas
unas veces abiertamente los prestamistas; y eludiendolas olias bajo ( I titulo de daño emer ,
genle y lucro cesante, tales prohibiciones aum -ntaban en la mayor parte de los casos elmal
en vez de cortarle. El legislador se vió precisado á transigir, permitiendo llevar basta un
10 por 100 anual. 1. 20, tit. 1, lib . 10 , Nov. Rec. ; cuya suma se rebajó por lo siguiente
( 353 )
san . Para reclamarlos debe acreditarse que habia tal capital ; pues el
haberlos pagado por muchos años no hace siquiera presumir la exis
tencia de la deuda principal (73 ).
3. 549 . B. De la causa de los intereses.
La obligacion de pagar intereses supone siempre una causa espe
cial , la cual puede provenir:
1 . De la ley (usura ligales).
A . Este beneficio lo concede la ley en ciertos casos a todos los
acreedores (in jure communi), aun cuando no sean privilegiados. Por is
ej. el que se utiliza del dinero de otro, está obligado a entregar no
solamente el dinero , sino tambien todos los intereses devengados des
de el momento que lo empleó (76): el comprador de una cosa , cuan
do no ha entregado elprecio , ni mediado sobre ello un pacio espe
cial, está obligado á pagar los intereses desde que recibió aquella (75 ),
aus cuando no se constituyese en mora (76 ).
B . Otras veces solo ciertos acreedores favorecidos por la ley pue
den reclamar intereses (in jure singulari): por eg.; el que debe di
nero á un pupilo está obligado á pagarlo de toda suma atrasada , aun
que no se haya constituido en mora (77).
II . Por un hecho que obliga al pago de ellos, el cual puede ser:
A . Una convencion (usure .contentionales) (78 ).
B . Un hecho unilateral que a su vez puede ser:
1. 21 á un 5 por 100. El interés mercantil llegó á fijarse en un 6 por 100 al año . La ne
esidad de procurarse dinero para las empresas industriales, y no para sulivenir à las ne
cesidades del momento , la difusion de algunos buenos principios econmicos fueron causa
de que se mirase ya con monus odiosidad a los que daban su dinero en préstamo, propo
niéndose adquirir con él una ganancia moderada y licita ; en el dia se reserva esa odiosi
dad para los usureros que abusando de la necesidad agona se procuran con tal trifico ex
horbitante ganancia. Sin examinar aquï, porque no es de nuestra incumbencia , si convie
ne que la ley fije el interés o deje este punto a la libre disposicion de las partes, diremos
que aunque por la citada l. 21, ijt I, lib. X , Nov. Rec. s lijó el interés del dinero en un
o por 100 , se tolera llevar hasta un 6 á estilo de comercio con arreglo a lo dispuesto en los
articulos 397 y 398 del Cód . de Com . sobre prestamos mercantiles. Aunque no se hayan
pactado intereses, corren á favor de los artesanos por sus ceudas contra las clases dis
tinguidas y desde el dia de la interpelacion judicial å razon de un 6 por 100 al año , l. 12 ,
tit. 11, lib . X , Nov. Rec., y á favor de los criados por sus salarios un 5 por 100. la sig.
1. 13 .
(73) Varios autores opinan de otro modo á causa del fr . 6 , D . XXII, 1.
(74 ) Fr. 19, $ . 4 . D . III , 5 . - fr. 12, S . 9 , D . XVII, 1 . - - fr . 6 , 1). XXII, 1 ,
(75 ) fr. 15, $. 20 , D . XIX , 1 - fr. 18 , Ş. 1, D . XXII, 1. - Const.5 , G . JV,
49. - Const. 2, C . IV , 32. - Fragm . val. §. 2.
(76 ) Por ejemple , cuando le retiene amenazado de la eviccion de la cosa .
Sin embargo puede librarse de los intereses consignando judicialmente el precio .
fs. 7, D . XXII. 1. - Const. 6 , 9, C . IV, 52.
(77) Fr. 87, S. 1, D . XXXI -- Const. 3, C .II, 41. - Const.5 , C . IV , 49.
( 78 ) Const. 4 , C . IV , 32. .
. 48
( 354 )
1. Un hecho lícito , por ej. una promesa (79), ó un testamento,
(usura testamentaria ) (80).
2. Un hecho ilícito, á los cuales perlenecen en particular:
a) La tardanza ó mora del deudor (usuræ er mora ), así como el
caso en que alguno priva á otro que se utilice de su dinero (81).
b) Cuando sin causa justa empleamos el dinero de otro en prove.
cho nuestro (82). "
c) Si por negligencia no ponemos á intereses el dinero de aquel,
cuyos bienes administramos (83).
III. Por último , debe notarse tambien aquí que el pago de inte
reses continuado por un número largo de años produce la obligacion
de pagarlos en los sucesives (84 ), y que si alguno recibe los intere
ses adelantados no puede exigir el capital hasta qne se cumpla el
tiempo á que correspondian esos intereses (85 ), los cuales no deben
esceder la tasa legal (86 ).
SECCION SEGUNDA .
A. Ideas generales.
(9) Fr. 1. §. 1, 2. fr. 3. pr. 6 . pr. fr. 9. fr. 14. D . L . 12. No se requiere
para la validez de la policitación que esté presente el promitente
( 10 ) Fr. 2 . D . L . 2. - c . 1, 3..C . XVII . qu. 1. - 7. 3, 6. X . 3. 34 . - C. 18 .
Coust. 14 . X . 3 , 39
(11) Const. 1 , 5 , 10 , 12 , 13, 18 . C . XII. qu. 4 . - C. 1. X. 1. 40.
C . XXXII. qu. 2.
(12) Fr. 1. §. 2 3. D . JI 14 . - fr. 3. pr. D . L 12.
Arg . del pr. de la I. 1. lit. I P. V . Hay algunas personas que no tienen capacidad para
contraer, bien porque no pueden prestar su consentimiento, bien por estar sujetas a la po
testad de otro , o no tener la libre disposicion de sus bienes. Por ejemplo , el loco, fátuo y el
menor de 7 años. L . 4. tit. 11. P . V . y 33, lit. 13, P. VII. Los hijos de familia , sean ma
vores ó menores que estén bajo el poder de su padre y los menores que tengan lutor o cu :
rador, no pueden , sin licencia de ellos, comprar ni sacar en fiado cosa alguna por si, nt
por una tercera persona , siendo nula la obligacion aun respecto de los fiadores. L 17,til. 1 .
lib . X , Nov. Rec. La muger casada no puede, sin licencia de su marido , celebrar contrato
ni apartarse del va celebrado que á ella toque , ni dar por quito á nadie de él, ni hacer
cuasi contrato , ni presentarse en juicio como actora é demandada. L . 11, lit. 1, lib . 10
Nev. Rec.; pero valdrá lo que asi hubiese becho , si el marido lo ratificó general ó esprcial
mente. L . 14 , ó si le dió licencia general, 12. Si el marido se negase á darla (sin funda
mento) el juez, con conocimiento de causa legilimao necesaria , debe competerle a que se
- la de , y si compelido no se la diere, el juez se la puede dar, L . 15, como tambien si eslan
do ausente el marido , no se espera su próximo regreso ó corre peligro que se retrase
negocio provechoso á la muger, L . 15 . El mayor de 7 años con tufor o curador y el decla
rado judicialmente pródigo , no pueden obligarse sin consentimiento de aquellos: faltando
tal requisito solo quedarán obligodes en cuanto les sea beneficioso, II. 4 y 5, tit. 11, P.V :
pero obligan a los que con ellos contraen , L. 17. tit. 46 , P . VI. El mavor de 14 años que
no tiene curador , puede pedir al juez la nulidad de la obligacion y este declararla si pro
bare que salió perjudicado. La misma ), 4 .
(359 ) ..
3 . 356. B . Causas que vician el consentimiento .
1. El dolo .
A. Nociones generales.
De los contratos.
$. 364. Causa obligationum ex contractu .
(53) $ . 2 . J. II. 15. (14 ) - Comp. fr. 52. D . XLIV . 7. - Gayo, III. 89.
(31) Gavo , Ul. 89 . - S . 2 . J. JII. 13 ( 14 ) - fr. 52 . D . XLIV . 7 .
(53) Gayo, III. 135 al 157. - Inst. III. 22 (23) - Donelo . Comm . jur civ .
XII . 10 . - J. d' Avezan . Contracluum libri II. in Meermani Thes. t. IV . p. 1. 73 .
. (366 )
• $. 366. I. Del contrato de venta.
A . Nocion.
Venta (emptio et venditio ) es un contrato por el cual una de las
partes promele entregar á la otra alguna cosa , por el precio conve
nido. Elprimero se llama vendedor (vendilür); elsegundo, comprador
(cmplor) (56 ).
5. 367. B. Del objeto de la venta.
de probanzas. 1.1. 32 y 30. tit. 3, P. V. 2.° Cuando puesto el pleito en manos de arbitral
sin anuencia del vendedor, dieron estos sentencia desfavorable al comprador. 3." Si este
perdió por su culpa la posesión de la cosa 4." Si perdió la cosa por haberla dejado pro de-
relicto, "ó." Si por la contumacia del comprador en oiría sentencia perdió la cosa. 6.» Si de
mandado pudo oponer la escepcion do prescripción de la cosa y no lo hizo. 7." Si no apea
ló de la sentencia desfavorable. 8." En las cosas jugadas ó* vendidas durante el juego. 9.» Si
consintió el vendedor que la cosa rendida se hiciese sagrada. 10. Si el juez dió sentencia
injusta contra el comprador; pues en tal caso este v no el vendedor debe sanear la cosa.
L. 3G, lít. 3, P. V.
(88) Fr. 9. pr. D. XIX. 2.-Los fr. 55, 54, 3o, pr. D. eod, no son contra
rios.
Evicion en las divisiones de herencia: 1. 9. til. 13. P. VI; en las permuta* 1. 4, tit. 6, P. V
Según la opinión de nuestros AA. compete generalmente la eviccion en todos los contratos
por título oneroso.
(89) Fr. 13. I. 20. D. XIX. 1.—Gonst. 2. C. IV. 31—Gonsl. 5. G. IV. 54.
—fr. 88. D. L. 17.— fr. 18. nr. D. XXII. 1.
L. 4G tit. 28, P. 3.
(90) Const. 5. C. IV. 49, comparada con los fr. 7; fr. 18. §. 1. D. XXII. I.
—fr, 13. §. 20. D. XIX. 1.—Consi. 6, 9, G. IV. 52.
Creemos que en España no podran exigirse esos intereses sino á titulo de daño» y per
juicios.
(91) V. los lugares indicados en la nota 5." del §. 570.
( 373 )
debe asegurar al vendedor el dinero que le paga por precio de la
venta (92).
. 3 . En fin , debe reembolsar al vendedor las impensas ó gas
tos que haya hecho para conservar la cosa , desde la conclusion del
contrato (93).
3. 372. 3. Acciones del contrato de venta .
La venta se rescinde:
1 . Por mútuo disentimiento de las partes (múluo dissensu ) , cuan - ' .
do aun no ha llegado á ejecutarse (95 ) .
2 . A peticion de alguna de ellas.
a ) Cuando se reservó el derecho de apartarse del contrato , hasta un
cierto periodo de tiempo (96 ).
b ) Cuando alguno de los contrayentes ha salido perjudicado en
mas de la milad del justo precio (læsio ulira dimidium s. (normis);
es decir, si lo que ha recibido no vale la mitad de lo que ha da
do (97). El que se siente perjudicadu puede entablar accion para que
el contrato se rescinda, pero al demandado corresponde elegir entre
(92) Fr. 11. $ . 2 . D . XIX . 1.
(93) Const. 16. C. IV . 49. - fr. 13. 9. 22. D . XIX. 1 .
L . 38, lit. 5 , P. V .
(94 ) $ . 1 . J . III. 23 (21). - fr. 11. pr; fr. 13. $. 19, D . XIX , 1. - Cod . IV .
49. - Glack, Comm . 17." part. §. 1040 al 43.
L . 28 y sig. tit. 5 , P. V.
(93) $ . 4 . J. III. 29 (30 ) . - Comp. fr. 6 . § . 2 . D . XVIII. 1 . - fr. 3 ; fr. 5 . 8 . 1 .
D . XVIII . 5 .- - fr. 35. D . L . 17 . -- Cod. IV . 45 .
L. 2, tit. 10, lib III, Fuero Real.
(96 ) Fr. 3 . D . XVIII. 1 . - Const. 4 . C . IV . 68 . -- Dig . XVIII. 5 .
Por el pacto de retroventa , de la ley commisoria y adicion in diem . LI. 38, 40, y 42,
tit. 5 . P . V .
(97) Voet, Comm . ad Pand , lib . XVIII. lit. 5 . §. 5 . opina de dis:into ino
do en cuanto al comprador.
L .56. tit. 6 , P. 1 , § 3. tit. 1. lib. X , Nov . Rec.
( 374 )
dejar que se rescinda la venta, ó reparar la lesion (98 ). Elbeneficio
de la lesion enorme, cesa cuando se ha renunciado tácita ó espresa
mente (99 ), cuando el testador manda que se venda la cosa en un
precio determinado (100), cuando se compra la esperanza (emptio
spei (101), y finalmente en las ventas públicas ó en pública su
basta .
3. 374 . II. Del contrato de arrendamiento .
A . Nocion .
obra con dolo. fr. 1. fr. 6. §. 6. D. III. 2. — Pereciendo por caso fortuito una
cosa perteneciente á la sociedad , los socios deben sufrir la pérdida ; si la cosa no
es común, solo el dueño de ella. fr. 52. §. o, 4. fr. 58. pr. §. 1. D. XVII. 2.
Ll. 7 y 13, tit. 10, P. V.
(158) Fr. 60. pr.; fr 67. §. 1. D. ibid.—fr. 1. §. 1. D. XXII. 1.
(159) Fr. 58. |. 1. D. XVII. 2. comp. con el fr. 67. §. 2. ibid.
L. 16, tit. 10, P. V.
(160 §. 9. J. III. 25 (26). -fr. 31. D. XVII. 2.—§. 28 J. IV. 6.
(161) Fr. 63. Dr. D. XVII. 2.-fr. 16. D. XLII. 1.
L. 13, tit. 10, P. V. - ' ,
(162) Lauterhach, De sociomm obliga/tone qtice oritur ex convenlione cum
extrañéis inila en sus Disput. juríd. ton». III, n.° 20—G E. Oetlze, Pr. quale-
nu» socii ob sociale debilum in solídum leneantur. Helmslad. 1784. — Glúck.
P. XVII. p. 460.
(163) Arg. fr. 11. §. 1. D. XLV. 2 —Const. 9. G. IV. 2.
En la sociedad universal cada uno de los socios puede pedir todos los bienes, escepto lo»
créditos de uno de ellos, pues en este caso necesita poder al efecto. Ll. 6, tit. 10, P. V: y
47, tit. 28, P. III.
(164) Fr. 44. §. D. 2. XXI. 1.
49
( 386 )
con quien contrajo (165), y no los socios, á no ser que aquel les haya
cedido sus derechos (ex jure cesso) ó no les de la parte que les cor
responde (166 ). Pero por el contrario , el tercero puede dirigirse
contra todos los socios solidatariamente por la accion exercitoria ó
inslitoria ( 167).
b ) Si uno solo de los sócios celebró el contrato , no pueden los
demás dirigirse contra el tercero por la parte que tienen en la socie
dad , á no ser que se lo hayan encargado , hayan ratificado el con
trato ó tengan con el sociedad universal : en los demás casos solo
el sócio, que contrajo puede dirigirse contra el tercero , quedándoles
á los demás espedito su derecho contra el consocio (168) : estos
tampoco quedan obligados por su parte y porcion (169) , á no ser
que la obligacion hava redundado en beneficio de la sociedad (versio
in rem (170 ).
& . 389. E . De la disolucion de la sociedad .
Se disuelve la sociedad :
1. Por el mútuo desentimiento de todos los sócios (171).
2 . Por la renuncia de uno solo de ellos, con tal de que no haya
sido intempestiva', ó con la intencion de llevarse él todas las ganan
cias de la socledad (172 ) .
5 . Por la muerte de uno de los socios (173) . En este caso comoen
el precedente , queda disuelta la sociedad entre todos ellos (174 ).
(165) Fr. 58, S . 17 ; fr. 126 , S . 2 . D . XLV, 1. - fr. 11, S . 18. D . XIV ,
1 .- fr. 1, D . XIV . 3.
(166) Fr. 1 in fin ; fr. 2, D . XIV , 5 ; fr. 5 , D . XLVI, 5 . - fr. 15 . §. 2, D .
XIX , 1.
( 167) Fr. 13, §. 2 ; fr. 14, D . XIV . 3 ; fr. 1, $ . 23; fr. 2 ; fr. 4 , 8. 1,
D . XIV , 1.
(168) Fr. 67, §. 1, fr. 74, D . XVII , 2 .
(169) Fr. 28 ; fr. 65, $. 3, D .XVII, 2. - Const. 13, C . IV , 2 .
( 170 ) Fr. 82, D . XVII, 2.
(171) Fr. 65 , $ . 3, D . XVII , 2 .
• ( 172) S . 1. J. III, 25 , (26 ) - fr. 63, § . 10 ; fr. 64 ; fr . 65 , $. 3 , 6 , D .
XVII, 2 . - No puede ponerse el pacto ne abeatur, fr. 14, D . ibid . Sobre las con
secuencias de la renuncia intempesliva ó fraudulenta V . el §. 4 , J . cit. - fr. 17,
$. 1 , D . ibid .
En caso de renuncia no parec : que se acaba la compañía , sino solo respecto del
- sócio que se aparla . L . 11, tit. 10 , P . V . Sobre los efectos de la renuncia dolosa o inter
pestiva V . esta ley y la sig. 12 comb. con la 14.
(173) Fr, 5:),pr.; fr.48, § . 2, D . XVII, 2 ..
L . 10 , tit. 10 , P . V .
(174 ) $. , J. III, 28. (26 ) . Debe entenderse renovada la sociedad cuando
muerto uno de los sócios continúan los herederos del difunto . fr. 37, D . XVII,
2 . - Los herederos adquieren todos los derechos del difunto , debicndo pagar
( 387 )
4 . Concluyendo el tiempo (175 ) ó terminada la operacion que
fué causa de su formacion (176 ).
5 . Perdiéndose su objeto (177).
6 . Por la confiscacion de bienes de uno de los sócios , ó cuando
se concursan para pago de acreedores , á menos que la parte que
puso en la sociedad no consistiese en dinero , sino en obras é indus
tria (178 ).
Disuelta la sociedad , quedan á salvo los derechos de las perso
pas que con ella contrajeron .
$ . 390 . V . Delmandato .
A . Nocion.
El mandálo (179) es un contrato consensual por el que se obli
ga uno á hacer gratuitamente alguna cosa por otro ( 180) . El pri
mero se llama mandatario , el segundo mandante . Debe ser objeto
del mandato una cosa lícita (181) ; y aun cuando es contra la natu
lodas las deudas que su causante contrajo con la sociedad . fr. 65 , . 9; fr. 9 ;
fr. 35 : fr . 40 ; fr. 63. $ . 8 . D . ibid .
Concluye la sociedad por muerte de uno de los sócios , á menos que al tiempo de cons
tituirse conviniesen en que continuaria en tal caso . La misma1. 10.
(176 ) Fr. 65 , §. 6, D . ibid .
( 176 ) $ . 6 , J . III, 23 (26 ) .
Arg. de las Ll. 40 y 14 , iít. 10 , P. V .
(177) Fr. 63 , S. 10 in fin D . ibid .
Dicha ley 10 .
(178 ) $, 7, 8, J. ibid . - fr. 65 , S. 1, D . ibid.
Lá misma ley 10 .
(179) Gayo , III, 155. - J. UI, 26 (27) - Dig. XVII, 1. - Cod. IV , 35 :-
Donelo ', Comm . III, 10 al 14 ; XVI, 23 — Glûck, Comm . 17. part. § . 950 — 960
- Van Dam , Diss . de mandalo , L . B . 1 $ 24 .- M . J. D . Graofand , Diss. de
mandalo , Tr. ad Rhen . 1829.
La sociedad legal entre los cónyuges introducida en Europa por los bárbaros del Norte ,
llamada en España aganancialeso fué enteramente desconocida de los romanos. Acerca de
su introduccion en España V . Marina, Ensayo histórico critico ; Sempere , Historia del De
recho español. De sus efectos trataron muchos de nuestros intérpretes , Covarrubias , Gomez
Matienzo , Gutierrez. V. tambien Sancho Llamas , Comentario á las leyes de Toró , en la
1. 77 y 78.--Escriche , Dicc. de Leg.--Febrero , Libreria de Jueces.---Febrero novísimo, por
los SS.,Goyena, Montalvan y Aguirre .- Larrua , Lecciones dederecho español, etc.
( 180) Sobre la diferencia entre mandatum , jussum , consilium , V . el § . 6 ,
J. ibid . - fr . 6 , § . 5 ; fr. 12, S . 12 , D . ibid . - fr. 17, pr. D . L . 17. - fr. 2 ,
D . II, 2 ,
'1. 20 y sig. tit. 12, P. V. - Sobre el consejo. V. 1. 23 dhos. tit. y P.
(181) §. 7,J. III, 26, (27)- fr. 6, §.3; fr. 22,§.6,D .XVII,1.
L. 27, t . 12 , P. V.
,
(388 )
raleza de este contrato prometer cierto salario al mandatario (182),
bien puede dársele un honorario en remuneracion de los servicios
prestados (183 ) .
$ . 391. B . Especies del mandato .
Elmandato concluye :
1. Por el mútuo disenso de ambas partes (201).
2 . Por la muerte de una ú de otra (202).
3. Por la revocacion por parte del mandante (203).
4. Por la renuncia por parte del mandatario (204) ; pero ni la i
revocacion ni la renuncia han de ser intempestivas .
$. 416 . B . En la dote .
TITULO SEGUNDO .
De los pactos (1 ) .
(7) Dig. XVIII 2.-- Donelo , Comm . XVI. 18.-- Gluck , Comm . 16 . part.
$. 1001 al 100 % . - Behrens, Comm . de periculo et commodo rei sub lege addic
tionem in diem rendite . Kl. 1793.-- Musset, Observat. conventionibus ad con
dilionem inilis. Wetzlar, i813. cap. 1 al5 .
L . 40 , iít. 5, P: V.
(8) Gezsel , De vi reservali dominii. Colon . 1793. - Fetzer, De juri sepa
rationis quod , orlo concursu , venditori in re vendila compclit. Tubing, 1799 .
V . Ia 1. 41, lit. 5. P . V ,
(9 ) Fr. 11. §. 18. D. XIX. 1.
(10 ) Dig . XVIII. 3 . - Cod . VIII. 35 – Donelo , Comm . jur. civ . XVI. 19 -
Machin , De effectu legis commissorice parle prelii solu !a . Halæ , 1755 . – Wi}-
kens , De lege commissoria emptionis vendilionis . Geelt., 1786 . - Gluck , Comm .
16 .° part. $. 1006 al 1012.
L. 40, tit.5, P. y.
(11) Fr. 3 . D . XVIII. 1. - Bach , Demulcla pænitentiali in emplione vendi
lionė. Lips. 1756 .
(12 ) Fr. 78 . D . XVIII. 1. - 7. 21. § . 5 . D . XIX . 1. - fr. 135 . S . 3 . D . XLVI.
--Consi. 3. C . IV. 6 . - Carrari, Dissert.de paclo de non alienando. Tübing. 1789.
L . 41, tit. 5 , P . V . Pero no vale la prohibicion de enagenar para un tiempo indefinido.
L . 10 , lit. 5 , P . V . Esto equivaldria å unavinculacion que no pueden fundarse en el dia .
Por regla general, en el contrato de compra , venta , pueden ponerse todos los pactos que
no se opongan á las leyes ó moral. L . 38 , tit. , P . V .; y lo mismo puede decirse de toda
especie de contratos.
( 412 )
11. Pacta'légitima:
.420 . Nocion de los pactos legitimos.
· Pacta legltima eran aquellas convenciones que por derecho civil
de los emperadores habian obtenido escepcionalmente accion para per
seguir su cumplimiento (13) . Fuera de otras muchas convencio
nes (14 ) , se cuentan entre los pactos legítimos, el pacto de dona
cion (pactum donationis) , y la promesa de dote cuando se hace por
simple pacto .
8. 421. I. De la donacion.
A . Nocion y especies de ella.
Donacion (donatio ) es una liberalidad , por la cual transfiere uno
la propiedad de alguna cosa sin ser forzado a otro que le acepta ( 15 ).
Est liberalitas, nullo jure cogente , in accipientem facta . Las personas
que intervienen en la donacion son : el donante (donans, donalor), y
el donatario (donatarius). Divídese la donacion , en donacion entre
vivos (donalio inter vivos), y por causa de la muerte (donalio mortis
causa ), segun que es irrevocable desde luego , ó solo llega á hacerse
irrevocable despues de la muerte del donante ó de un tercero (16 ).
Aquí no trataremosmas que de la donacion entre vivos , dejando la
mortis causa para el S. 737.
S .422 . B. De la donacion entre vivos (17).
1. Quién puede hacer y admitir una donacion entre vivos?
La donacion entre vivos puede hacerse por todo aquel que tiene
(13) Fr. 6 . D . II. 14. « Legitima conventio est , quæ lege aliqua confirma
lur ; et ideo interdum ex pacto actio nascitur, vel tollitur, quotiens Lege vel Se
halusconsulto adjuvalur.» No se trata aqui de los pacios legitimos cuyo efeclo
era estinguir una obligacion ipso jure .
Segun hemosmanifestado, repetidas veces, los puctos legitimos de los romanos son por
nuestro derecho verdaderos contratos.
( 14 ) Por egemplo , el compromiso . V . el §. 435.
( 15 ) S . 1 . J. II. 7 . - fr . 29. pr. D . XXIX . 5 . - fr . 82. D . IV . 17., Donari :
videtur, quoil nullo jure cogente conceditur. --fr. 58. D . XVIII. 1.
Pr. y I. 1 , tit. 4 , P . V .
( 16 ) $. 1, 2. J. II. 7. - fr. 1. pr. D . XXXIX . 5 .- fr. 50 . D . XXXIX . 6.
L. 1, tit. 7 , lib . X, Nov. Rec. LI. 1 y 11 , tit. 4, P. V.
(17) Paulo , Sent. rec. V . 11. - God . Theod. VIII. 19.-- Iust. II. 7.-- Dig .
XXXIX , 5 . Cod. VIII . 54 al 56 .-- Donelo . Comm . V . 2, XIV , 26 al 52 - Slisser,
( 413 )
Ja libre disposicion de sus bienes; y todo el que puede adquirir en
general, puede hacerlo tambien por donacion entre vivos. Pero el
donante y donatario han de ser personas tales que no se reputen en
derecho como una sola , por ejemplo , el padre y el hijo de fami
lias (18 ) . :
8. 423 . 2. & Qué cosas pueden donarse ?
TITULO TERCERO.
De las transacciones.
(1) Cod. Theod. II, 9.-- Dig . II, 15, - Cod . II, 4.- Donelo , Comm . ad . tit.
C . de lransaclionibus. - Vinio , traclatus de lransactionibus en sus particiones ju
ris civilis, Roterd. 1674 , p . 993 . - De Lutiemberger, Diss , exhibens transactionis
notionem , eamque ineundi modos ex jur. rom . princip . Turbing. 1795. - G . B.
Redlich , Comm . de transactionibus. Lips. 1824 . - H . J. J. Colins, Diss. detran .
saclionibus,Gandavi, 1822. - T. J. de Reysinger, Delransaclionibus ex jur. rom .
Lovan . 1824 .
(2 ) En este sentido la transaccion comprende tambien el compromiso
(S. 433), y el pacto de juramento extrajudicial (S. 454) .
( 3) Toda transaccion supone derecho incierto y dudoso. fr . 1, D . II , 15 .
Por esta razon despues de ejecutoriarse la sentencia (post rem judicatam ) ,ya no
cabe transaccion . fr. 23, S. 1, D . XII, 6 . - Const. 32, C . II, 4 . - fr. 202 ,
D . L , 17 .
(4 ) Fr. 1, D . II , 15 . - Const. 38, C . II, 4 . - Const. 3, C . VI, 31.
L . 34 , tit. 14 , P . V .
(5 ) Fr. 16, D . II, 15 . - Const. 6, 17, 20, 33, 37, 38, C . II, 4 .
(421)
cion , como simple pacto , no producia accion alguna, y sí solamente
una escepcion (6 ).
2. En las transacciones el error puede recaer ya sobreaquello que
es litigioso ó dudoso , ya sobre lo que no lo es: si lo primero , el
error no tiene trascendencia ninguna; si lo segundo, anula la con
vencion (7 ).
3 . Las dos partes que transigen están tenidos á la eviccion de lo
que cada una de ellos entrega á la otra , á menos que la hayan ya
prestado á un tercero á quien traspasaron el dominio de la cosa liti
giosa (8 ).
§. 433. B. Del compromiso .
TITULO CUARTO.
De las convenciones de seguridad ó garantia .
A . Su nocion y especies .
1. Nocion.
Los que produce son : obligacion por una parte entre el fiador
y acreedor, y por otra entre el fiador y el deudor .
A . En cuanto á lo primero:
1.° ' El fiador y en caso sus herederos quedan obligados á pagar
la deuda , si el deudor no la satisface ( 10 ) ; además , el fiador que
se obliga pura y simplemente (in omnem causam ),debe,pagar no so
lamente la deuda principal sino tambien lo accesorio , como los in
tereses convencionales y legales, la pena estipulada y las costas pro
cesales (11) . En los demas casos solo tiene que pagar lo que él pro
metió y los intereses convencionales estipulados al tiempo de cele
brarse el primer contrato (12 ). . .
2.° Por otra parte , el acreedor podia dirigirse á su voluntad
contra el deudor ó el fiador (13 ); pero por derecho nuevo goza este
último del beneficio de órden ó de «xcusion (beneficium ordinis s. ex
cusionis) en virtud del que puede pretender que el acreedor reclame
la deuda al deudor principal (14 ). .
3.° Cuando hay muchos fiadores aunque todos quedan obliga
dos solidariamente , pueden por derecho nuevo reclamar el beneficio
de division (beneficium divisionis ex epistola D . Hadriani), en virtud
del cual el fiador reconvenido á pagar toda la deuda , puede pretender
(16 ) $. 6, J. III, 29, (21). - fr. 4 , pr. D. XLVI, 1. - fr. 43, D . III, 5 ,
(17) Fr. 36 , 59, D . XLVI, 1. - Const. 2, 11, C . VIII, 41. - Burmur, 1!
fidejussoribus eurumque privilegiis. Traj. ad Rhen . 1804 .
LI. 1 y 12 , tit. 12 , P . V .
( 18 ) Fr. 8 , § . 12 ;fr. 27, S . 1 , D. XLVI, 1. - Gründler, Comm .de fidejusso
re. Halæ . 1794 .
( 19) Fr. 4 , pr. D . ibid .
(20 ) $. 8 , 9 , J. IV , 6 . - Dig. XIII, 5 . - Cod. IV , 18. - Donelo , Comm . ad
lil, C , de constilula pecunia . In cper. T. VII, p. 975 . - Cock , De constitulo debih
alieni ejusque á fidejussione discrimine. Kil. 1777. - Glück , Comm . P . 15 , §. 819
y sig .
; (427 )
torio de la fianza , ya en que no requiere estipulacion para su vali
dez (21), ya tambien en que por su naturaleza puede estenderse mas
que aquella . Efectivamente el reo de constituto puede obligarse á co
sa diferente que el deudor principal (22), á pagar mas pronto , pero
no ma's (23); á pagar en otro lugar (24 ), y á otro acreedor (25 ). Por
lo demas , produce tal pacto los mismos efectos que la fianza , y la
ley concede iguales derechos al fiador y al reo de constituta pecunia ó
deconstituto ( 26 ) . La accion que nace de este pacto se llama consti
tulæ pecuniæ .
S.441. D. De la intercesion de las mugeres (27).
Generalmente todos los que pueden obligarse y tienen la libre
disposicion de sus bienes , pueden interceder ; pero esta regla sufre
algunas escepciones, sobre todo en cuanto a las mugeres.
A . Elsenadio consulto Veleyano , publicado en tiempo del empe
rador Claudio , declaró :
1 . Que fuesen nulas todas las intercesiones de mugeres ; y que
siendo demandadas en tal concepto , pudiesen no solamente oponer al
acreedor la escepcion del Scto . Veleyano (28 ), sino tambien repetir
por la condició indebiti lo que ya hubiesen pagado por error de dere
cho (29 ). Cuando proponen dicha escepcion , al acreedor le queda el
recurso de dirigirse contra el deudor principal (actio restitutoria s.
rescisoria ) (30 ), si la intercesion era una expromissio que deja libre
al deudor principal ( S. 436 ) de una deuda ya existente; pero si la
muger intercedió para libraral deudor de una deuda futura, el acree
(21) $. 9, J. IV, 6 .
(22) Fr. 1, § 5 , D . XIII, S
( 23 ) Fr.
Fr . 449
; 1fr. 11, S . 1; fr . 12, 13 , 19 , D . ibid .
124 ) Fr. Ö , pr. D . inid .
( 25 ) Fr. 5 , S. 2, D . ibid .
(26 ) Nov 4 , c. 1.- Nov. 136, præf. -Cust. 3 , C IV , 18 .-- Teof. á la
Inst. IV , 6 , § . 8, 9. ..
Segun advertimosmas arriba , por nuestro derecho en nadase diferencia la fianza del cons
tiluto del constituto de la deuda agena de derecho romano.
(27) Paulo . II , 11. - Dig . XVI, 1 - Cud . IV , 29 . -- Nov . 134, c. 8 . -- Done.
lo, Comm . jur. civ . XII , 29, 32 . - Hellfeld , De inlercesione mulierum ex Scto Ve
llejano. Jenoe 1759. - Glück, Comm . P . 14, y 15. §. 920 . – 927. - Suse . Dist.
de jure singulari feminæ inlercedentis. Gæti. 1805. - Bienen , De fidejussionemu
lierum quæstione. Lips. 1808 .
(28) Fr. 2, $. 1, D . XVI, 1.- Const. 1, 3, 16 , C . IV , 29 .
( 29) Fr 8 , $ . 3, D . ibid . - Const . 9, C . ibid . -- Si la muger constituyó pren
da o hipo !eca por deuda agena , puede pelir la restitucion. fr. 32, s. 1,
D . ibii ,
(50) Fr. 1 , $ . 2; fr. 8, S. 9 . - 15; ſr. 14 ; fr. 16 , §. A in fin.; fr. 20 ; fr. 32 ,
$ . 5 , D . ibid . - Const. 16 . C . ibid .
(428 )
dor obtiene contra este la accion producida por la intercesion de la
muger (uclio institutoria ) (31) . Cuando ella intercedió con un hom
bre , queda este obligado por el todo , a menos que cada uno se haya
obligado por su parte y porcion , pues en tal caso solo en cuanto á es
ta podrá reconvenirse al hombre , debiendo el acreedor dirigirse con
tra el deudor respecto de la parte de la muger, por la accion resti
tutoria ó inslituloria (32) . ..
2. Ya antes de Justiniano', la muger no podia invocar el benefi
cio del senado -consulto Veleyano en los casos siguientes: cuando se
le habian abonado los daños y perjuicios que le resultaban de la in
tercesion (33 ) , ó lo hacia con objeto de engañar al acreedor (34), ó
era este menor (35 ), ó ella prometia que no invocaria el beneficio
dei senado-consulto (36 ).
B. A estas escepciones añadió Justiniano otras muchas, y son
las siguientes.
1 . Cuando la muger mayor en el momento de la intercesion , se
ratificaba en su promesa , pasados dos años (37 ).
2 . Mandó tambien el emperador que la intercesion de la muger
fuese nula ipso jure si no se habia consignado en un documento pú
blico firmado por tres testigos. No tenia , pues , necesidad en este
caso de invocar el beneficio del senado -consulto , á menos que el
acreedor probase que se abonaron a la muger losperjuicios causados
por su intercesion (58); ó que ella hubiese intercedido para dar li
bertad á un esclavo ó constituir una dote (59) .
3 . Por último , Justiniano dispuso por la Nov. 134 , c . 8, de don
de se sacó la Auth . Si qua mulier , C . IV , 29, que la intercesion de
la muger casada en favor de su marido fuese siempre nula , aun cuan
do se ratificase en ella en diferentes ocasiones, sin esceptuar de esto
sino el caso en que ella, se hubiese enriquecido á consecuencia dedi
cha intercesion (40).
(51) Fr. 8 , §. 14 , D . ibid .
Fr. 48, D . XLVI, 1 . - Consi. 8 , C . IV , 29 .
Fr. 16 , pr.; fr. 21, pr.; fr. 22, D . XVI, 1. Const. 2, C . ibiil.
Fr. 2, §. 3; fr. 11; fr. 27, pr; fr. 50, pr . D . ibid . - Const. 18, C. ibid .
Fr. 12, D . IV , 4.
(36 ) Fr. 32 , §. 4 , D . XVI, 1 .
(37 ) Cons:. 22, C . IV , 29.
(38) Const. 23, C . ibid. -- Son muy varias las opiniones sobre el verdadero
sentido y estension de esta constitucion . - Thibaut Sisteme, §. 9'18 y Hæplner ,
Comm . S. 838 , not. 3.
(59 ) Const. 24 , 25 , C . ibid.
(40 ) Nov. 134 , c. 8 . - Auih . Si quamulier , C . ibid .
Nuestras leyes adoptaron en mucha parte las disposiciones del derecho romano acer?
de las fianzas de las mugeres. Por regia general no pueden ser fiadoras. L . 2, lit. 12 . P'. '
(429 )
4. "Por derecho antejustinianeo no podia renunciarse el beneficio
del senado-consulto Veleyano (41). Justiniano no hizo en este punto
olra innovacion sino la de obligar á renunciar á él , á la madre y abuela
que se encargasen de la tutela de sus hijos ó nietos (42).
III
TITULO QUINTO.
De las convenciones prohibidas.
$. 142. A .Nocion y especies de las convenciones prohibidas en general.
El derecho romano prohibe absolutamente y declara sin efecto
muchas convenciones obligatorias y válidas con arreglo á los princi
pios generales. No solamente producen escepcion , sino que tambien
puede repetirse por la condictio indebiti lo ya pagado (S $. 572, 417) .
Ya hemos hecho mencion de algunas; por ej.aquellas en que se esti
pulan intereses usurarios, ó sirven para encubrir la usura (§. 350);
el paclo 'comisorio en la prenda ó hipoteca (SS . 516 , 419) , y la in
tercesion de las mugeres de que acabamos de hablar ( . 441). Dire
mos ahora algo de las convenciones aleatorias , dejando para el 8 .530
tratar de los pactos dotales prohibidos por derecho.
pero hay algunos casos de escepcion y son . 1.0 Por la libertad . 2.0 Por razon de la dute,
como p. ej. si la muger alianzare por la dote prometida. 3.0 Cuando sabiendo la muger
que no podia ni debia ser fiadora , lo fuese renunciando el beneficio de la ley. 4.0 Sidura
en la fianza dos años despues de constituida , y diese prendas á aquel por quien salió , o la
renovase. 5 . Si recibió precio por la fianza. 6 .0 Si se vistiese de hombre o hiciese otro
cualquier engaño con el objeto de que se la admiliere por fiadora. 7.0 Si constituyó la fian
za por acto suyo ó que le inporte utilidad , como p . ej. si salió fiadora por aquel que la
fio á ella . 8.0 Cuando eutrò liadora por alguno y sucede despues que ha deberedar lusbie
nes de aquel por quien fió. L . 3, tit. 12, P . V . Debemos advertir tainbien que segun la
ley 61 de Toro (3, tit. 11, lib . X , Nov. Rec.) la muger no puede ser fiadora de su marido ,
aunque se diga y alegue que la deuda se convirtió en provecho de ella. Dispone pela mis
ma ley que cuando se obligaren de mancomun marido y muger, no quede ella obligada á
cosa alguna ; salvo si se probase que se convirtió la tal deuda en provecho de ella , pues en
fonces queda obligada á prorata de dicho provecho , no entendieudose por tal las cosas que
el marido le era obligado a dar; como vestirla, darla de comer, y demas cosas necesarias,
pues entonces á nada queda obligada, á menos que la fianza ú obligacion fuere de man
comun por las rentas reales. V . sobre esta ley Sancho Llamas. Com . á las leyes de Toro .
Ademas de las mugeres no pueden ser fiadores, los militares en activo servicio ; los obis
pos ni los clérigos. 1 . 2, tit. 12 P . V .; los labradores ä no ser entre ellos misinos ó por las
rentas reales. L1, 6 , 7 y 8 , tit. 11 lib . X , Nov. Rec.
(41) Pero la muger que habia intercedido podia, coando elacreedor intents -
ba su accion , renunciar a la escepcion del senado-consulto Veleyeno. fr. 32 , S .
4 , D . XVI, i.
(42) Nov. 118 , c. 5 .
L . 4 , tit. 16 , P . VI.
( 430 )
CAPÍTULO II.
(6 ) Fr. 6 , § . 3 , D . ibid .
Arg . de la misma l. 26 y 29 , tit. 12 , P. V .
(7) Fr. 27. . 1; fr. 44 . D . ibid . -- Const. 11. C . II. 19.
(8 ) Fr. 10 . §. 1 ; fr . 22, 27 . pr. D . ibid . - Esceptúase el pupilo que solo
se obliga respecto al que cuidó de sus negocios, en cuanto por aquella gestion se
hizo mas rico . fr . 6 . pr; fr. 37 . pr. D . ibid .
Arg . de las ll. 29, 30 y 33, tit. 12, P . V . '
( 9) Fr. 8 . $ . 3. ibid . - fr. 40 . D . XV !), 1. - Const. 24 . C . JI. 19 .
Arg. de dba. 1. 26 y sig .
(10 ) Fr. 3 . 9. 5 ; ff . 6 . pr. D . III. 6 .
Las mismss leyes 26, 27 , y 28.
(11) Fr. 17. 9. 3 . D . XIII.6 . - fr. 21. 9 . 2. D . III. 5 . - Const. 20 . C . II. 19.
(444 )
prestar la mayor diligencia (12); por tanto queda obligado á pagar
réditosde aquellas cantidades comprendidas en el negocio , que pudo
percibir y no percibió (13).
3 . Debe rendir cuentas de su gestion y entregar al dueño todo
cuanto haya adquirido para él ( 14 ).
4. El dueño tiene la accion directa negotiorum gestorum para
obligar al gerente á que cumpla sus deberes (15 ).
B . El dueño del negocio está obligado por su parte :
1 . ' A abonar y devolver al gerente todos los gastos que hizo, con
el rédito calculado desde el dia en que empleó su dinero (16 ).
2. A libertarle de las obligaciones ó compromisos contraidos con
motivo de la gestion (17).
3 . La accion que compete al gerente contra el dueño , se llama
negotiorum gestorum conlraria (18 ).
(12) § . 1. J. III. 27 (28 ) . - fr . 23 . D . L . 17 .-- {r. 32. pr. D . III. 5 . - fr.
25 . §. 16 . D . X. 2.--Consi. 20. C . II. 19.- Einert, Disp . de negoliorum gestoris
ad culpam levisimam proestandam obligalione. Lips. 1767. - Duivensz , Esplica
lio L . 31. D . de negol. geslís. Lugd . Bat. 1805. - De Vries, Explicatio L . 20. C.
de neg. gest. Lug. Bai. 1813. - Lehr, Theorie de la faule , p . 126 . - Hösse , De
la faule . p.520 . - Hay sin embargo casos en que 110 presta mas que el dolo y la
culpa lata ; por eg: cuando toma á su cargo una cosa de olro , que sin est sehu
biera perdido irremediablemente. fr. 3. §. 9. D . III. 5. Otras veces llega á pres
tar el caso forluito ; por eg . cuando emprende un negocio insólilo y espuesto a
riesgos ; fr . 11. ibid ; ó cuando se encarga de los negocios de otro á pesar de ha
bérselo prohibido este espresamente . fr . 8. $. 3. ibid .. - Const. 24 . C . II . 19.
El negotiorum gestor debe por regla general prestar la culpa leve; la lata si se encar
ga de una administracion en que ninguno pensaba y completamente abandonada; y la
levisima cuando habiendo alguno que queria administrar los bienes con mucho cuidado por
amistad ó parentesco con el ausente, enīra otro en la administracion . Ll. 50 y 34, lit. 12, P. V.
y Greg . Lop . en las glos. á estas leyes.
( 15 ) Fr. 19. § . 4 .ibid . - Comp. fr. 37. § . 1. ibid.. -Const. 24 . C . IV . 52.
Siempleó en uso propio cantidades portenecienles aldueño , debe pagar un inte
rés de 12 p . % . - fr. 38 . § . 1. ibid. - Si prestó fovdos sin garantia , queda res
ponsable del capital y de los réditos ordinarios. fr. 37. §. 1. ibid .
( 14 ) $ . 1 . J. II . 27 (28 ). - fr. 2 . D . ibid .
L . 26 y 31, tit. 12 , P . V
• ( 15 ) $ . 1 . J. cit. ,
Arg . de las cit. II. 26 y sig .
(16 ) F . 45 . D . ibid . -- Comp. fr. 2; fr. 19 . § . 4 ; fr. 57. D . ibid. - Const. 18
C . II. 19 .
LI. 26, 29 y 30. Nuestras leyes nada dicen de intereses . Si pertenecen a algun menor los
bienes administrados, el tutor que abandonó la administracion , será el que responda de las
impensas que parecieron útiles al tiempo de hacerlas, y despues resultaron no serlo.
(17 ) Fr. 2. D . ibid .
( 18) S . 1. J. cit.
. (445 )
S. 463. 4.De la accion funeraria (19).
Elatender a los funerales de un difunto sin mandato de la per
sona a quien incumbe esta obligacion , es una especie particular de
la gestion de negocios. El que se encarga de hacerlos , puede repetir
por la accion funeraria contra el que estaba obligado á enterrar al di
funto , los gastos ocasionados con este motivo (20) ; pero es preciso
que no haya tenido ánimo de donarlos (21), y que los funeralcs ha
yan sido proporcionados a las facultades del que murió : ni demasia
do suntuosos , ni escesivamente pobres (22) . La ley protege esta ac
cion con un privilegio muy especial : en efecto , cuando los acreedo
res concurren sobre los bienes del finado , los gastos del funeral
deben pagarse antes que ninguna otra deuda (23 ); y diferenciándo
se en ello de la accion contraria negotiorum gestorum , la que tiene
aquí el gerente puede intentarse aun cuando la persona obligada á
hacer el entierro , le hubiera prohibido atender á él (24).
$.464 . B. De la comunion (communio incidens).
1. Nociones generales.
Cuando resulta casualmente comunion de ciertas cosas entre di
versas personas sin que preceda convencion alguna (communio inci
dens), se forma reciprocamente y respecto á aquellas cosas, un vin
culo semejante al que existe entre los sócios (25 ). Esto sucede
(19) Dig . XI. 7. — Glück Comm . 11. part. §. 766 .
(20 ) Fr. 12 . $ . 2 . D . XI. 7 .- - Comp. fr. 14. $. 6 , 12 , 13 . D . ibid . En cuan
tu á la obligacion de soportar los gastosde entierro , V . fr . 12. § . 4 ; fr. 16 al 23 ;
fr. 28 ; fr . 31. pr. ibid .
L. 12, tit. 13, P. I.
(21) Fr. 14 . §. 7. ibid. - fr. 27. 8 . 1 ; fr. 44. D. III. 5 . - Const. 11 .
C . II. 19 .
Dha. 1. 12.
§. 5 ; fr. 14 . g. 8 , 6 , 10 , D . XI. 7.
Fr.12.1. 12.
(22)La misma
(23) Fr. 13 . §. 1; Fr. 45. D. ibid . — Const. 22. §. 9. C . VI. 40. — Paulo,
Sent, rec. I. 21. § . 16 .
La mismaI, 12 y 30, tit. 13, P. V .
( 24 ) Fr. 14. $ . 13 al 17. D . ibid .
Nuestras leyes no se hacen cargo de este caso.
( 25 ) $ . 3 , 4 . J. III. 27 (28 ). - fr. 25 . § . 16 . D . X . 2 . - fr. 2 . D . X . 3 . -- fr .
31. D . XVII. 2.
Arg. de la 1. 2 , tit. 18 , P. VI.
(446 )
en la herencia comun , entre los coherederos ; en las eosas individua
les comunes, entre los condueños ; y en la confusion de límites de
terrenos ó fundos contiguos que pertenecen a distintos dueños .
A. Effusum el dejectum .
Hay dos casos en que es uno responsable del daño causado por
(54 ) Fr. 31, 39, D . ibid . fr. 1, pr. D . XXXVI , 4 .
Fr. 22, s. 1, D . XII , 6.
(56 ) Const. 3 , c . IV , 5 .
(87)L. 40,Fr.tit.2614,, §.P. V12;
.
fr. 40, 5 . 2, D. ibid .
( 1) Inst. IV , 5 y Teof. á este tít. - Donelo , Comm . jur. civ . XV , 42.
Algunos de los llamados cuasi delitos en derecho romano se castigan en el nuestro como
contravenciones á las ordenanzas municipales , por ej. el positum aut suspensum , effusum
el dejectum , etc.
(451)
el hecho ilícito de otro , aun cuando no haya provenido por culpa
suya , salvo siempre su derecho contra el verdadero delincuente .
Es el primeros, cuando se causa algun daño arrojando cualquiera
cosa por la ventana á la calle , sin avisar antes. En tal caso , el que
habita la casa , sea el mismo dueño ó el inquilino , debe abonar el
doble del daño causado , compitiendo á este efecto la accion de effu
sis et dejectis (2). Cuando son muchos los que habitan aquella , todos
están obligados in solidum (3 ) .
8. 473. B . Damnum in navi vel caupona datum .
TITULO TERCERO. .
(2) Importa poco que el navio pertenezca al que lo ocupa (patron ) ó no.
fr. 1 , $ . 15 , D . XIV , 1.
(3) Fr. 1, $ . 1, 5 , D . ibid . - fr . 1, §. 5, cil. in fine.
(453 )
se contra el la accion exercitória (actin exercitoria ), como si el mis
mo hubiese contraido (4 ). Cuando hay varius , lodos quedan obliga
dos in solidum (5 ), pero no sus herederos , quienes solo pueden ser
reconvenidos por su parte y porcion (6 ). Mientras el capitan egerce
su destino , puede exijírsele que ejecute con el dinero del patron del
navío todas las obligaciones por el contraidas (7 ) ; pero despues que
hà cesado en su encargo , solo podrá demandársele en caso de que
por cualquiera causa se haya obligado personalmente (8 ) . A su vez,
el patron del navío puede dirijirse contra el tercero para el cumpli
miento de las obligaciones que este contrajo con el capitan (9).
8 . 477. 2. De la accion institoria .
El que dió una cosa por causa torpe ó vergonzosa para quien la
recibió (lurpiter aceptum ), puede reclamarla sin intereses (33), por
medio de la condiclio ob injustain s . turpem causam (34 ); pero no si
la torpeza está de parte suya (turpiter datum ) (35) , o de ambos (tur
pitcr datum et aceptum (36 ).
8. 483. Vol. Damnum infectum (37).
Cuando el dueño de una casa ú otro cualquiera que la posee en
(28 ) Fr. 6 , D. ibid .
La misma 1. 16 .
(29) Dig. XII , 7. - Cod. IV , 9. - Glück , Comm. P. XIII , § . 836.
(30) Arg. fr. 50, pr . D . XXIII , 3. - fr. 32, D . XII. 1.
(51) Los pasages siguientes nos dan ejemplos de esta doctrina : fr. 29 ,
D . XII, 6 . - fr . 50, D . XXIII, 3 . -- fr. 5 , §. ult.; fr. 6 , fr. 33 , S . 1; fr . 39; fr. 48,
D . XXIV , 1. - Const. 4 , C . IV , 9. - Const. últ. C . VIII, 43. - Const. 2 , 5 ,
C . VIII , 55.
(52) Dig . XII , 5 . — Cod. IV, 7. — Donelo , Comm . jur. civ . XIV, 25 . -
Glück ', Comm . P . XIII, S. 825 .
(33) Const 4 , C . IV , 7 .
L . 47, tit. 14 , P . V .
(34 ) Fr. 1, 2; fr. 4 , §. 2, D . XII , 5.
(35 ) Fr. 4 , § . 3 , ibid .
Ll. 50 y sig.
(36 ) Fr. 3, ibid .
Ll.33 y las demascitadas.
(37 ) Dig . XXXIX , 2 . - Westpbal , De libertate el servitulibus prædiorum ,
pág. 156 y sig .-- Weiske, De damno infecto ex soli vilio in ejusd . Cuæstion jur..
cid . pag. 1.
' LI. 10 , 11 y 12,tit. 32 , P. III. 8 8
(458 )
virtud de un derecho real (38 ), teme con fundamento que esperi
mente algun daño por amenazar ruina la contígua , puede exigir el
dueño de esta (39 ) que le dé caucion de que resarcirá aquel daño,
caso de tener lugar (40) (damnum infeclum ) ; lo cualdebe observar
se tambien con el que posee la casa ruinosa en virtud de un derecho
real, ó con cualquier poseedor, cuando no se sabe quién es el due
ño (41) . Si no dá la caucion aquel á quien se le exige, puedeel otro
pedir la missio ex primo decreto , en virtud de la cual consigue entrar
en posesion de la casa , y un derecho de prenda sobre la misma, la
prenda pretoria . Pasado algun tiempo , ha lugar a la missio eic secun
do decreto , por la que logra el que la consigue la propiedad del edi
ficio si su contrario era dueño de él ; y si no lo era , le sirve para
empezar a prescribirla (42).
§. IX . 484. Noxa et pauperies.
SECCION TERCERA .
CAPÍTULO I.
A . Nocion .
Para ser válida la paga, debe hacerse por una persona que tenga
(3 ) Ş. 2 , 5 , J. IV , 13 . - Gayo. IV , 116 , 117 .
( 4 ) Dig . XLVI, 3 . — Cod. VIII, 43. - nr. J . III , 29 (30 ) . - Donelo , Comm .
jur. civ . XVI, 9 . - 12. - Dubois, Diss . de solutione. Lovan . 1826 .
( 6 ) En sentidomas lalo solucion ó paga es toda estincion de obligacion , de
cualquier manera que sea .
(6 ) Fr. 176 , D . L , 16 . - fr . 49, D . XLVI, 3 . - Solucion se traduce general
mente porpaga ,si bien esta palabra se entiende comunmente por el pago de una
suma de dinero .
L. 1, tit. 14, P. VI.
( 461 )
la libre administracion de sus bienes (7 ). Vale, pues, la hecha por un
tercero , con tal que sea su ánimo librar al deudor , y el acreedor lo
acepte (8 ) . Ademas, debe hacerse al acreedor ó á su mandatario o
apoderado (9 ), y es tambien necesario que el acreedor tenga la li
bre administracion de sus bienes, pues que la aceptacion de un pa
go envuelve en sí una especie de enagenacios , como que estingue la
obligacion (10). $. 488. 2. Cosas en que debe hacerse .
1. Debe hacerse la paga en la forma y manera convenida, y no
puede obligarse al acreedor á recibir otra cosa que aquella que tenia
derecho á exigir en virtud de la obligacion . Sin embargo , si la deuda
consiste en cierta cantidad de dinero y apremiado el dcudor por el
acreedor no lo encuentra, puede entregarle en pago susmejores cosas,
prévia tasacion judicial. A esto se llama beneficium dationis in solutio
nem (11).
(7) §. 2 , in fin . J. II, 8. - fr. 14 , $ .8 , D . XLVI, 3. - fr. 29, D .XII, 0.
(8 ) Pr. J . III, 29 (50 ) . - fr. 8 , S . Š , D . XLVI, 2 . - fr. 23 , 40 , 53 , D . XLVI,
3. --Heert, De solutione pro alio facia . Giess. 1701.
L. 3,tit. 14, P. V.
(9) Fr. 59, D . III, 5. – fr. 12 , pr; fr. 32; fr. 34 , $. 7 ; ſr. 38, S. 1,fr. 59,
D. XLVI, 3.-- Si'el pago se hace à un tercero , pcr. ej. al acreedor del acree
dor , no queda libre eldeudor, si no lo ha consentido ó ratificado el acreedor,
fr. 49 , 58 , 64 , D . XLVI, 3 , ó fraudulentamente se niega á ratificarlo , fr . 6 ,
D . XLIV , 4 .
LI. Jy 5, tit. 14,P. V.
( 10 ) Fr. 15 , D . XLVI. 3 . - 5 . 2 , J. II, 8 . El tutor necesita la autorizacion del
juez para recibir el pago de un capital é cobrar los intereses relrasados por mas
de dos años, o que esceda la suina de 500 sueldos . Const 25 , 27, C . V , 57.
Para librarse de cualquier contingencia, debe hacerse la paga almenor ó á su guardador
con otorganiento del juez. L . 1, lit. 14 ; P . VI.
(11) Fr. 1. §. 1. D . XII. 1. - Aliud pro alio invito creditori solvi non pos
test. - Gayo , II . 169. - pr. J. III. 29 (30).
1) Respecto a la dacion en pago (dalio in solutionem ), V . Const. 16 , 17.
C . VIII. 43. - Nov. 4. c. 3 . - Blumenthal, Diss. de dalione in solutum . Gelt .
1850 .
2 ) Sobre el pago parcial: fr . 41. § . 1. D . XXII. 1 .
3 ) Sobre el caso en que alguno, debiendo varias partidas , pague solo aigu
nas ile ellas : fr. 1 al 8; ir , 89 §. 2; fr. 97; fr. 103. D . XLVI. 3. - Const. 1.
C. VIII. 43. Gmelin , Diss. De graviori caussa in quam á debitore ex pluribus
causis solutio facta esse praesumitur. Tübing. 1801. - Sobre el caso de efectuar
se el pago con el precio en venta de la prenda; Ir. 73 ; fr . 96 . 9. 3 ; fr . 97 ; fr. 101.
§ . 1 . D . XLVI: 5 . - f1. 55 . D . XLVI. 1. - Cuyscio , Ad L . 101. § . 1 . D . de so
lulio in recit, ad Paulum . — Id . del L . 96 , S. 3. D . de solul. In ejusd . Comm .
ad Papiniani resp . Lib. XI.
4 ) . Sobre la conditio Trilicaria : Dig . XIII. 5 . - Glück , Comm . 13.º parl.
8. 813 . - Gans, Des oblig . p . 48 .
Para que la paga sea válida, debe hacerse en la misma cosa debida y no en otra ni en su
. (462 )
. 2. En general, la deuda se ha de satisfacer integramente para
que el deudor quede libre; esta regla tiene escepcion en las personas
que gozan del beneficio de competencia ( 12). Respecto á ellas, el
acreedor no puede exijir el pago de su deuda, sino en cuanto por él
no caigan en la indigencia , y conserven medios de subsistir conforme á
su clase ; ó como dice el derecho romano , no se les puede conde
nar nisi in qnantum facere possunt. Este beneficio completamente per
sonal de los deudores, segun su naturaleza , y que no aprovecha á
los herederos (13 ) ni á los fiadores (14 ), corresponde á los esposos
entre sí, y especialmente al esposo demandado por su muger, en res
titucion de la dote (15 ); á los padres respecto a sus hijos (16 ); á
los hermanos y hermanas entre sí (17) ; á los socios, por lo que uno
debe al otro en razon de la sociedad (18 ) ; al suegro por la dote
prometida , respecto á su yerno y mientras dura el matrimonio (19);
á los militares (20) ; al donador reconvenido respecto de la dona
cion (21) ; al que ha hecho cesion de todos sus bienes á los acree
dores , respecto de lo que adquiere despues (22); al hijo de familia
valor, siempre que el acreedor no lo consienta. Sin embargo , si eldeudor no pudiese ha
cerlo en la misma cosa ó de la manera prometida , debe cumplirla en otra equivalente à ar
bitrio del juez, ó pagar los daños y perjuicios que en ese concepto sufrió el acreedor. L . 3,
tit. 14 , pº v .
El que debe muchas deudas, tiene derecho de escoger cuando paga algo, à qué deuda se
ba de aplicar lo que entrega: si no lo señala el ni el acreedor, se entiende verificado en la
que sea mas gravosa, y si todas lo son igualmente , se hará la aplicacion en todas ellas pro
ratu . L . 10 , iit. 14 , P . V .
(12) Hellfeld , Diss. de beneficio competentiæ ex proprio æque ac tertii jure.
In opusc . núm . 25 , y tambien V. á Holcio en la Themis , t. I, p. 387.
(15 ) Fr. 25 , D . XLII, 1.'
( 14 ) Fr. 24 , pr. ibid. fr. 63 , §. 1, D . XVII, 2.
Arg . de la l. 3 , lit. is, P. V .
(15 )L . 1,Fr.lit. 20, D . XLII, 1.- 5. 37, J. IV , 6.-- Const. an. §. 7, C. V, 15.
15 , P . V .
( 16 ) Fr. 16 , in fine, ibid . - $. 38 , J. ibid .
* La misma l. 1 , lit. 15 , P . V .
(17) Tal es la opinion general. Arg. fr. 63, pr. D. XVII , 2, por las pala
bras «jus fraternilatis .o
( 18) Pr. 63., pr. cit. - fr. 16 , 22 , S. 1, D . XLII , 1.- S. 38, J. IV, 6.
L. 15 , lit. 10 , P. V.
(19) Fr. 21, 22 , pr. D . XLII, 1.
( 20 ) Fr. 6 , pr.; fr. 18 , ibid .
( 21) Fr. 19 , $. 1, ibid .
· La misma 1. 1 . tit. 15 ; y 4 . tit. 4 , P. V . ,
(22) Fr. 4 , 6 , 7 , D . XLII , 3 . - $ . 40 , J . IV , 6 . - V . para mas detalles
el § . 766 .
L . 3 , tit. 13 , P . V .
( 463 )
no heredero de su padre (23 ) ; y en fin , el derecho canónico conce
de tambien este beneficio a los eclesiásticos (24 ).
3 . El pago debe hacerse al tiempo y en el lugar convenidos. Si
se ha fijado el lugar , en él debe hacerse el pago ; sino , se ha de res
tituir la cosa donde la recibió el deudor; cualquier otra prestacion
debe ejecutarse en el lugar donde se halle el deudor (25 ).
$. 489. C. Efecto del pago.
(44)Arg. Fr. 78;.fr. 95, 6: 2; fr. 107, D .XLVI, 3. –fr. 71, pr. D. XLVI,1.
de la l. 9 , lil. 14, P . V .
(45 ) Fr. 43; fr. 93, $ . 2 , 4 , D . XLVI , 3 .
(46 ) No sucede lo mismo , cuando son objeto del crédito un género ó can.
tidad ; por ej. Const. 11, C . IV , 2 .
L . 9 , tit. 14, P . Y .
(47) Debitor speciei liberatur interitu rei.. - fr. 23, D . XLV , 1. - fr. 14,
$ . 1, D . XVI, 5 . - fr. 20, D . XIII , 1. - r. 16 , § . 2, D . XVIII , 5 .
Dicha l. , tit. 14, P . V.
(48 ) Fr. 34 , S. 6 , D . XVIII, 1.
(49) Fr. 2 , §, 5 , D . XIII , 4 .
L . 23, tit. 11 , P . V .
(50) Fr. 95, pr. §. 1, D . XLVI, 3. - fr. 105, D . XLV, 1.
*( 467 )
8. 498. VI. De la concurrencia dedos tilulos lucrativos.
Cuando una persona tiene derecho á exigir cierta cosa por título
lucrativo , se acaba su crédito adquiriendo la misma cosa en virtud
de otro título lucrativo (51) .
CAPÍTULO II .
Con restitucion (1 ).
§. 502 a . I. Nocion de la restitucion in integruin
(13) §. 5. J. IV. 6.— fr. 5o. pr. in fine, D. XLIV. 7.-fr. 15. §. I. D. IV.
4.—-Vinio, Selecli quwsl. I. 10,—Glück, Comm. 5." part. p. 408. — Sobre lo
do Zimmern , Dist. de indicio quod vocanl rescindente ac rescissorio. H«-
delb. 1826.
(14) Fr. 9. 1. 5.-D. IV. 1
(15) Fr. 9, §. 4. D. XII. 2.
La restitución lia de concederse siempre con conocimiento de causa, es decir, uyrnaV *
adversario del menor. L. 2. lit. 19, P. 1ÍI. ,
(16) Glíick, De rilupelendwreslitvcionisin inlerjrum pralorite In Opuse. fose.
2. p. 259; fase. 4. p. 1. —Koch, De pripscripíione reslitutionis in in/egrum. Giess
1780. —Thibaul, De la prescripción §. 49.—Unlerhnlzner, De la prescriplm
t. II. p. 1 á 20 — Burchardi, §. 27.
(17) Según derecho antiguo todas las acciones que versaban sobre resti'u-
cion , escepto las concedidas por causa de la capias diminución (propler eapt.'ú
dimiiwlionem) debiau intentarse en el'cspacio de un año útil {mira auuuni¡*-
lem). fr. I. S. i. O. IV. C — fr. 19, 59. pr. 11. IV. 4.—fr, 28, 29. D. XLIH.-fr
1. pr ; fr 10. pr §. 18. D. XLU. 8.—Conforme á las disposiciones de Con-i.i::
tino y Justiniano , la acción do dalo malo debe intenurse y purgarse inlra W«-
nium conlinuum (Gonst. un. G. Th, II. 15 —Gonsl. 8. C. II. 21), y las restitu
ciones por falta de edad ó por ausencia, se han fie pedir inlra quadriennium «»-
linunm Gonst. 2. pr. G. Th. II. M>.— Const. 7 G il. 53.
(58) Gonst. 7 pr. G. II. 53.—Gonst.'». C. II. 21.—Cansí. 4.. G. 15 áO
Los menores pueden invocar la restitución durante su menor ( Jad y cuatro aüos desp*»
cumplida. L. 8, tlt. 19, P. VI: los que gozan del privilegio (V menores dentro de cuatro
años conüidos debele el diñen que sufrieron el daño; si fuese este mas de la mitad drt jcsU)
precio , dentrode .10 anos. L. 10, tít. 19, P. VI.
(475)
2. Si se pide como escepcion ó duplica, puede oponerse en cual
quier tiempo ( 19).
5. En fin. cuando se la hace- valer como réplica, debe introdu
cirse en el mismo término en que se eslingue la acción de restitu
ción ,(20).
j. 503. e. V. Efectos de la restitución.
/
El efecto en general de la restitución in tntcgrum es reponer en
cuanto es posible las cosas al estado que tenían antes de el acto que
la motiva. Debe pues cada parte restituir lo que recibió de la otra,
con sus accesiones y frutos; en cuanto los últimos no se compensan
con los intereses del dinero que también se han de restituir (21);
igualmente deben abonarse las partes las impensas necesarias y úti
les que lian hecho en la cosa durante su posesión respectiva (22). El
que fuere restituido en algún derecho que habia perdido ó renuncia
do, vuelve á entraren el ejercicio de aquel derecho, y queda libre
de la obligación contraída (25).
J. o02. f. YT. ¿Quién y contra quién pur-de pedir I* restitución?
El que había sido obligado por coacción ilegal ó por temor real
á ejecutar un acto que le perjudicase, pero válido en rigor de dere
cho á pesar de la coacción, podía pedir, fundado en este motivo, la
restitución contra dicho acto (54). El prelor le restituía:
1 . La acción derivada del derecho que habia perdido, y se la
concedía como acción útil, lo mismo que si la hubiera conservado
siempre. Esta acción primitiva restituida, tomaba el nombre de actio
rescissoria s. reslitutoria, y nada perdía de su naturaleza : es decir,
que era real ó personal , según la naturaleza del derecho resti
tuido (55).
J. 502. i. Por quien y contra quién puede invodrse el beneficio de restitución por causa do
menor edad.
sus henderos; en los demás casos, estos solo en cuanto se utilizaron de él. L. 3,
tit. 16, P. VII.
(46) Fr. 18, pr. D. IV, 5.— fr. 2; fr. 5, §. 3, D. XII, 5.
L. 6, tit. 10, P. va
(47) Tanto respecto al liempo dentro del cual podia intentarse. (Const. 8,
C. !í, 21), como respecto ríe la persona contra quien podia dirijirse (fr. ii, §. 1,
D. IV, 3. —Const. 5, C. II, 21), y de la cantidad á que tenian que ascender los
perjuicios sufridos, para dar lugar á esta acción de dolo (fr. 9, §. 6, fr. 10,
D. IV, 5). Cpr. fr. 5, 38, D ibi'd.
La misma l. 6, lit. 16 , P. VII.
(48) Fr. 1 1 in fine ; fr. 12, fr. 28 ; ir. 29 ibid.
L. 4, tit. 16, P. VII.
(49) Gayo, IV, in fine.—Paulo, I, 9.-Cod. Theod. II, 16.—Dig. IV, 4.-
Cod. II, 24-23.—Dónelo, Comm.jur. civ. XXI, 6-13.—Hedemann, Dist. de
auxilio quod wlali imperlilur sive de reslilulione minorum. Goett. 1741.—Glúck,
Comm. P. V. §. 456.
TU. 19, P. VI.
(50) Para la restitución se cuenta el tiempo de la menor edad naturalmen
te , es decir, que se le considera á uno menor hasta el último momento de
los 2o años. Fr. 5, 5, 3, D. IV, 4.
L. 2, tit. 19, P. VI.
(51) Fr. 1, pr. |. 1, 2, D. IV, 4.-Gonst. 5, pr. G. II, 22. -Const. 11,
C. V, 71. —El menor consigue la restitución aun en el raso que el daño le hayi
(479) ;
líos negocios en que han sufrido perjuicio (52). Sin embargo, se
esceptúan los casos siguientes: si el menor dijo fraudulentamente
que era mayor (5o) : si consiguió del príncipe venia de edad (54):
si sufrió perjuicio en un contrato para el cual liabia sido autorizado
por el juez : cuando después de llegado á su mayor edad, lo ratificó
espresa ó tácitamente (55), ó si siendo púbero lo confirmó con jura
mento (56): cuando el negocio no lo celebró el mismo menor, sitio
que viene ya de su causante mayor de edad (57) : si el menor dio
algo por ciertas causas, como dote , etc. (58) : cuando él ó su tutor
recibieron un pago ordenado por un decreto de solvendo (59) : por
último , no goza del beneficio de la restitución en los esponsales por
él contraidos ni en los delitos (60).
2. La restitución por causa de. menor edad , aprovecha también
á los herederos y á los cesionarios del menor , aun cuando sean ma
yores (61) ; pero no á los fiadores (62 ), como ni tampoco al terce-
provenido por imprudencia suya. (Fr. 44, D. IV, 4); con mis razón , cuantío es
por culpo do su tutor ó curador. (Fr'. 29, pr. ; fr. 47, D. IV, 4. —Const. 3,
C. II, 23), y aun cuando el acto haya sido confirmado por el juez. (Const. 2,
G. ibkl.-fr. 4, D. XLH, i.)
L. 2ysig.,tlt. »,P. VI.
(52) Fr. 5, §. 4.—Gayo, IV, 57:— «exceplis minoribus XXV, annorum;
namque hujus aeiatis hominibus iu ómnibus p'bus lapsis praetor suecurrit.»
La misma I. 2 y sig. , tlt. 19, P. VI.
(53) Const. 1-3, C. II, 43.
Si el menor dijese engañosamente que es mayor de edad y lo pareciese. L. 6, tlt. 19, P. VI.
(54) Const. 1, C. II, 45,— Cremers, Explicatto legis . 1 , C. de his qvt ne
nian wíalis impetraverunl. Gru>ning. 1808.
Este taso, aunque no espreso terminantemente en nuestro derecho, parece bastante
conformo é la equidad y aun al mismo derecho.
(55) 'Const. 1,*2.C. II , 46.—Cpr. fr. 5, §. 2, D. IV, 4.
Dicha 1. 6 , tlt. 16, P. VI.
(36) Auth Sacramento puberum, C. II, 28.
La misma I. 6. A pesar de lo terminante de esta ley, se tiene muchas veces por no vá
lida la renuncia del menor, aun la hecha* en juramento.
(57) Fr. 38, D. IV, 4.—Const. 2, C. II, 29.
Arg. de las 11. del tit. 19 , cit., y especialmente de la 1 y 7.
58) Fr. 9, §. 1, D. IV, 4.—Const. 1, C. II, 30.
59) Const. 25, C. V, 37.
L. 4, tlt. 14, P. V.
(60) Fr. 9, 8. 2, D. IV, 4.
Arg. de la 1. 7, tit. 1, P. VI.—L. 4, tit. 10, P. VI.
(61) Fr 18, §. 5, D. IV, 4.—fr. 24, pr. D. ibid.
L. 8 al fin, tit. 19, P. VI. "
(62) Fr. 13, pr. D. ibid —fr. 7, g. 1, D. XLIV, l.-Censt. 1, 2, C. II.. 24.
—Nichaus. Diss. de fideivssore mincris. Goelt. 177¡8, §. 14.
L. 5, tit. 19, P. VI.—L. 4. tit. 12, P. V,—V. la 1. 19, tit. 1 , lib. X, Nov. Rcc.
(480) . *
ro que se obligó al mismo tiempo que el menor, á no ser ctrandono
es posible separar el interés del uno de el del otro (63).
5. No puede invocarse el. beneficio sino contra el mismo que
contrajo con el menor (64) y contra sus herederos (65). No compe
te contra el tercer poseedor de la cosa (66), como ni tampoco en los
contratos qne con el menor celebraron sus padres (67). -
(03) Arg.fr. 10, pr. 1). VIII, G.-fr. 72, pr. D. XLV, 1.—fr. 23 , 24,
I). IV, 4. — ulaiiet, Diss. de restiiufione ta inlegrum mmorum ex causa indivi
dua majoribus proficua Gostt. 1779.
Arg. do las II. 2 y 8 , til. 19 , P. VI.
(64) Aun cuando invoque el senado-consulto macedoniano ó veleyano; fr. 3,
| 2, D. XIV, ti. — fr. 11, §. 7; fr. 12, D. IV, 4.—El menor puede también
pedir restitución contra el Estado; fr. 8, D. IV , I.— Pero cuando ticno á olro
menor por contrario , solo puede invocarlo en cuanto esle se hizo mas rico;
fr. 34, pr. D. VI, 4.—fr. II, §. 6, D. ibid.
(65) Const. (i, 7, C II, 22.
(66) En cuanto á las eseencioncs de esto, v. fr. 13 , §. 1 ; fr. 14; fr. 9,
pr.; fr. 59, §. t,D. IV, 4.
(<¡7) Fr. 24, §. 4, D. IV, 4.— Const. 2, C. II, 42.
(68) Cuando el menor obtiene restitución de la adición de una herencia,
puede reclamar los legados ya pagados, pero no las deudas. Fr. 5, D. XII, 6.—
fr. 22, 51 , D. IV, 4.
L. 8, lit. 19, P. VI. Para desamparar al menor la hereneia que hubiese ya cedido, del*
citar á todos los acreedores , y el juez le concede la restitución si entendiese que la heren
cia le es perjudicial , puniendo en seguridad los hienes de ella. L. 7, til. 19, P. VI.
(69) Fr. 27, j. 1; fr. 47 , |. 1,1). IV, 4.
(70) Const. 2, §. 2-4. C. Thood. H, 16.- Const. 7, C. II, 53—Ss escap-
lúa el heredero suyo que je abstiene de la herencia paterna; ¡mes pasados los
cuatro años el cuadrienio legal (<pja<li ienitm res'itutiJtiit) , puedo todavía duran
te otros tres , pedir aquella. Const. (i , C. VI , 3 1.
Ul menor puede pedir la restitución durante su menor edad , v cuatro años después (rt
cuadrienio legal). Dicha I. 8, tit. 19, P. VI.'
(481)
redero mayor de edad , desde que cedió la herencia , y para el me
nor desde el momento en que cumplió los 25 años (71).
El beneficio de la restitución, concedido al principio á sqjo los
menores (jura minorum) , se amplió después á las ciudades (72).
(71) Fr. 18, §. 5; fr. 19, D. IV, 4.—Gonst. 2, §. 2-4, C. Theod. II, 16.—
Gonst. «, 7, C.11,52.
(72) Const. 3, G. XI, 29.—Gonst. 1,C. 1, 50 —Const. 4, G. II, 54.
Y también á los bienes de los reyes é iglesias. L. 10 , til. 19, P. VI,
(73) Dig. IV, 6.—Cod. V, 51, 52, 54.—§. 5, J. IV, 6.—Glúck, Comm.
P. VI, §. 467.
(74) Fr. 7,D. IV , 1.—fr. 1; fr. 16; fr. 27; fr. 41, D. IV, 6.-Thibaul,
System, §. 1,015.
Es bastante oscura en nuestro derecho la materia ríe restitución por causa de ausencia,
error, etc. Las leves 10, 11, til. 23, P. III, hablan de lo restitución concedida al ausente pa
ra interponer una apelación que no fué interpuesta á su debido tiempo; la 28, tlt. 29,
P. 111, ue la que compete al ausente para pedir dentro de cuatro años que no tenga efecto-
la prescripción de una cosa suya usucapida duraste su ausencia. Creemos que en esta ma,
feria-de restitución , esceptuando la de menores, el juez fallará según las circunstancias en
cada caso particular.
(7J5-) Fr 15, 26, §. 9; fr. 29 ; fr. 09, D. IV, 6,-Const. 10 , C. II, 15.
(7(i) Fr.26,§. 1; fr. 40, §. 1, ibid.
(77) Fr. 14, ibid.
(78) Fr. 28, pr.;fr. 16, ibid.
• (482)
cú ó tres testigos (79): pero aun cuando no lo haga, alcanzará la
restitución si no dejó apoderado en la ciudad (80).
2. Según la diversidad de circunstancias puede el ausente ha
cer valer su derecho de diferentes maneras.
a) Cuando la ausencia le hizo perder un derecho ya adquirido,
el pretor le vuelve la acción correspondiente á ese derecho (adió
restüutorta 8. rescissoria) (81),
li) Cuando le ha impedido adquirir un derecho . le da el pretor
como acción útil , la misma que tendría el ausente si realmente hu
biese adquirido ese derecho (actiu instilutoria) (8á).
c) Por último, si puede hacer valer, su derecho por medio de
una escepcion, tiene la acción rescissoria contra el demandante (85).
Los cuatro años para invocar el beneficio de restitución á causa
de ausencia empiezan á correr desde que el ausente volvió á la ciu
dad , ó cesó el impedimento en el legalmente impedido (84).
LIBRO TERCERO.
(493)
dignatarios- del imperio y personas ilustres , deben, conforme á una
disposición de Justiniano , hacer un contrato escrito (dotalia instru
menta) (46). El consentimiento para el matrimonio, no ha de con
tener vicio alguno; así pues, todas las causas que le impiden ser li
bre vician el matrimonio. A estas pertenecen el furor y la demencia,
la coacción y el temor (47), el error acerca de la persona ó sus cua
lidades esenciales y el dolo.
CAPÍTULO II.
rniento paterno , fr. 23, D. XXIII , 2. —Ni podía el padre negar el consenti
miento á su hijo sujeto á su patria potestad sit: un motivo suficiente; pues de
lo contrario la autoridad le obligaba á | resiprlo. Fr. 19, I), ibld.
En España pata contraer esponsales ó matrimonio, los hijos de familia menores de 25
años , y las hijas menores de 23, necesitan obtener el consentimiento del padre ; á /alta de
padre . el de la madre, los liijVis hasta la edad de 21 anos j las Lijas hasta la de 22; en de
fecto de padre y madre, el del abuelo paterno, y del materno á falta de esle, los varones has
ta l.i edad de 23 años , y las hembras h.-sta la de 2!. A falta de todos , los espresados su
ceden los tutores en la autoridad 'le resistir los matrimonios de los menores, y en su de
fecto, el juez del domicilio; pero en este caso, adquieren la libertad de casarse.i su arbitrio,
los varonesa los 22 años, y las hembras á los 20. Ninguno de . los espresados tiene ne
cesidad c!e manifestar la causa de su disentimiento; p'-ro los interesados tienen el re
curso de irracional disenso , para que la autoridad (el «efe polfjico de la provincia) les 6U-
Í)la dicho consentimiento, para verifiear el matrimonio. Fuera do las edades espresadas,
os menores no tienen que pedir ni aun obtener el consentimiento paterno. L. 2, til 18,
lib X , Nov. Rcc, y decreto de las Cortes de li de abril de MI i , restablecido en 30 de
agesto de 18'6. —Debemos, sin embargo, advertir que aunque la falla del consentimien
to hace incurrir á los que no le obtienen en varias penas civiles , como por ej. la deshere
dación , no anula el matrimonio. Pes. 2í, c. 1, de ref/rm malrim —Ademas, ciertas perso
nas como grandes de España, militares , etc., deben obtener la real licencia para casarse.
C»6) Nov. 74, c. 4.—Nov. 117, c. 4, 6.
(47) Fr. 16, J. 2, D. ibid.—Paulo , L', 19, 7.—Const. 14, G. V, 4.
Estas causas son también suficientes en España , como dijimos en su lugar , para que se
declare la nulidad del matrimonio. Los teólogos las comprenden en aquellos versos :
Error, condilio , volum , cognalio , crimen , 1
Cultas disparitas. vis, ordo, lígamen, honeslas,
Si sis afjinis , si forte coire nequibis ,
Si Parochi el duplicis desil presentía lestit
Raptare sil muiier, nec partí reddila tula;.
(484)
8.502. p . H . De la restitucion ex clausula generali prætoris.
Ademas de las causas generales de restitucion de que acabamos
de hablar (100 ), el pretor prometia en una cláusula general de su
edicto sobre la ausencia , concederla por otra cualquier causa acon
sejada por la equidad (101) . Puede, en su virtud, pedirse esta especie
de restitucion (restitutio ex clausula generali prætoris) , siempre que
se ve uno imposibilitado de perseguir su derecho , ya por una causa
criminal, ya por el hecho de un tercero no imputable para el que
la invoca (102). Del mismo modo que la restitucion por causa de
ausencia , la de que vamos hablando solo se concede contra omisio
nes no imputables y los perjuicios que de ellas resultan .
Los siguientes casos están comprendidos en esta especie de res.
titucion :
1 . Cuando por enfermedad ú otro caso fortuito inevitable , se ha
visto uno imposibilitado de proseguir su demanda , esperimentando
por esto algun perjuicio .
1. 2 . Cuando por culpa del juez se ha visto uno privado de hacer
valer su derecho en tiempo útil (103) .
3. Cuando ha esperimentado algun perjuicio á consecuencia de
una falta disculpable (104 ) .
LIBRO TERCERO . !
SECCION PRIMERA.
: . Del matrimonio
CAPÍTULO I.
CAPÍTULO II.
Efectos del matrimonio .
3. 514 . I. Respectoá la persona de los cónyuges.
A. De los derechos comunes á ambos .
La nocion y esencia del matrimonio determinan la relacion per
sonalde los cónyuges entre sí (S. 504) : él es la union de toda la vi
miento paterno , fr. 25 , D . XXIII , 2. - Ni podia el padre negar el consenti
miento à su bijo snjeio a su patria potestad sir: un motivo suficiente; pues'de
lo contrario la autoridad le obligaba a prestarlo . Fr. 19 , D . ibid .
En España para contraer esponsalts ó matrimonio , los hijos de familia menores de 25
años , y las hijasmenores de 23 , necesitan obtener el consentimiento del padre ; á falta de
padre , pl de la madre , los hijos hasta la edad de 24 aiios y las brijas hasta la de 22 ; en de
fecto de padre y madre, el delabuelo paterno , v del malerno á falta de este, los varones has
ta la rdad de 25 anos , y las hembras hasta la de 21. A falta de todos , los espresados su
ceden los tutores en la autoridad de resistir los malrimonios de los menores , y en su de
fecto , el juez del domicilio ; pero en este caso, adquieren la libertad de casarse á su arbitrio,
los varones á los 22 años , y las hembras á los 20 . Ninguno de los espresados tiene ne
cesidad de manifestar la causa de su disentimiento ; pero los interesados tienen el re
curso de irracional disenso , para que la autoridad (el gef: politico de la provincia ) les su
pla dicbo consentimiento , para verificar el matrimonio . Fuera de las edades espresadas,
los menores no tienen que pedir ni aun obtener el consentimiento paterno . L . 2 , tit. 18 ,
lib X , Nov. Rec ., v decreto de las Cortes de t4 de abril de 1814 , restablecido en 30 de
agosto de 1876 . - - Debemos , sin embargo , advertir que aunque la falta del consentimien
to hace incurrir a los que no le obtienen en varias penas civiles , como por ej. la deshere
dacion , no anula elmatrimonio, Ses. 241, c. 1, de reform matrim . - Ademas , ciertas perso
nas como grandes de España , militares , etc., deben obtener la real licencia para casarse.
(16 ) Nov. 74 , c. 4 . - Nov. 117 , c. 4 , 6 .
(47) Fr. 16 , 5 . 2 , D . ibid . - Pano , li, 19 , 7 . - Const. 14 , C . V , 4 .
Estas causas son tambien suficientes en España , como dijimos en su lugar , para que se
declare la nulidad del matrimonio. Los teólogos las comprenden en aquellos versos :
Error, conditio , votum , cognalio , crimen ,
Cultus disparitas, ris, ordo, ligamen , honeslas,
Si sis affinis , si forte coire nequibis,
Si Parochi et duplicis desit presentia testis
Raplave sit mulier , nec parti reddila tulæ .
( 494 ) . .
da y suerte de los esposos. Todo cuanto se deriva de esta nocion,
forma los deberes y derechos del uno respecto al otro. Aqui no pue
den compienderse , propiamente hablando , los derechos jurídicos y
exigibles , sino solo los deberes, á menos que la ley disponga espre
samente otra cosa (1) .
Entre los derechos y deberes comunes á ambos cónyuges , con
tamos los siguientes :
: 1. El derecho de exijir uno de otro fidelidad recíproca (2)
2. El derecho de vivir inseparables , y exigirse mútuo apoyo y
proteccion (3 ) .
3 . El deber de soportar en comun la desgracia de cada uno de
ellos (4).
3. 515. B. Derechos particulares de cada cónyuge .
Dote (dos, res uxoria ) (13 ) es , todo aquello quela muger ú otro
( 10 L). 7,Const. 9,C . X, 39.— Const. 13 , C. XI , 1.- Comp. Noy. 23, c. 33.
111. 2, P. VI.
(11) Fr. 32, §. 1, D . L, 1.
La misma l. 7, tit. 2 , P. VI.
(12 ) Sin embargo , en caso de duda y hasta que se pruebe lo contrario , io
do cuanto se halla en casa del esposo , se considera suyo , y lo adquiero por y
para él. Fr. 51, D . XXIV , 1. - Const. 6 , C . V , 16 . - Schaper , De reg . jur.
quod in casu dubio omnia bona mariti esse præsumenda sint , caute adhibenda .
Helmst.En 1771.
España , habiendo comunidad de bienes entre los cónyuges, respecto de los adqui
ridos y ganados durante el matrimonio , todos se reputan comunes , mientras no se prueba
que són delmarido ó de la muger. L . 4 , lit. 4, lib. x , Nov. Rec.
(13 ) Ulpiano, VI. - Paulo , II, 21, 22. - Cod. Theod . JII, 13 . - Dig . XXIII, 3
al 5 . - Cod. V , 11 al 15 . - Nov. 91, 97, c. 2 al 6 ; 100 , 109. - Frag. Val. Tit.
De re uxoria ac dolibus. - Donelo , Comm . jur . Civ . XIV 4 al 8 . — Caponi,
Tract . de dole . Col. Allobr. 1753. - Finestres et de Monsalvo , De jure do
lium . Cervariæ , 1754. - Geyert , Diss. de juribus et obligalionibus circa do
tem . Gætt. 1785 . - Schenk , Das Recht der dos vor Justiniam , ó del derecho
dolal antes de Justiniano. Landshut, 1812. - Kambonnet, Spec . observ. quibus
illustralur historia juris dotium apud Romanos. Traj. ad Rhen . 1819 . - Glûck ,
Comm 24 . part. S. 1230 al 1232 - Hasse , Das Gülerrecht der Ehegat!en nach
rem . Rech!,'ó Del derecho de los bienes de los conyuges segun derecho romano.
T . I , Berlin , 1824 . -- Zimmern , Hist, du droit rom . I. I, S . 156 al 161. - von
Tigerstræm , Das remiche Dolalrechl , ó Del derecho dotal entre los romanos.
T . 1 , Berlin , 1851, 1. II , 18 .52.
Iu . 11 , P. IV; tit. 3, lib . X , Nov. Rec.
(506)
de un derecho deferido , debe restituirse á la muger este derecho ó
su objeto, cuando se disuelve el matrimonio (80).
(508)
zon de quiebra del marido (§. 525 in fine) y tenga que acudir á los
bienes de esle convencionalmente hipotecados al efecto , tenga dere-
oho no solo á oponer escepcion contra los demás acreedores hipote
carios posteriores, estando ella en posesión de dichos bienes, sino
también á intentar la acción hipotecaria contra el que posea los bie
nes hipotecado» á su dote , si el derecho de este no fuese anterior y
mas favorable: Justiniano no quiso que en tal caso pudiera oponerse
la escepcion de no estar disuelto el matrimonio.
• 2. Ademas prescribió Justiniano. por una constitución promul
gada en 5á9 (88):
a) Que la muger pudiese revindicar como dueña (quasi suas pro-
prias) y por medio de la acción real, las cosas ó bienes dótales exis
tentes á la disolución del matrimonio , muebles ó inmuebles , esti
mados ó no, y que ningún acreedor fuese preferido á ella por razón
de hipoteca. ,
1) Que la muger tuviese hipoteca legal sobre los bienes dótales,
con elección de poder revindicar la cosa por la acción real ó por la
hipotecaria, siendo preferida en razón de la última á todos los demás
acreedores hipotecarios del marido.
c) En fin quiso que estas dos acciones no pudieran empezarse á
prescribir hasta el momento en que la muger hubiera podido inten
tarlas.
3. En 530, concedió Justiniano á la muger para seguridad de
su dóte , una hipoteca legal general sobre los bienes del marido; es
ta hipoteca, que también corresponde á los herederos de la muger,
y á su padre cuando puede pedir la restitución, no alcanza al terce
ro que ha constituido la dote, ni dá preferencia sobre los acreedores
hipotecarios anteriores y mas favorecidos (89). '
4. Por último Justiniano mandó en 551, que la muger, pero
ella sola , gozase de privilegio por razón de esta hipoteca , sobre to
dos los demás acreedores, con prenda ó hipoteca, del marido (90).
Son nulas las donaciones que uno de los esposos hace al otro
durante el matrimonio ; pero adquieren fuerza si muere el donante
sin haberlas revocado (115 ). El donante puede hacerlo en cualquier
tiempo , pero no sus herederos, y no solamente negarse al cum
plimiento de su promesa , sino tambien repetir lo ya dado ; corres
pondiéndole á este efecto, si los bienes subsisten todavía en especie ,
la revindicacion , y si no subsisten , la condictio sine causa para re
clamar la parte en que se ha hecho mas rico el donatario hasta el
momento de la litis contestacion ( 116 ). Ya hemos dicho que murien
do el donante antes que este ultimo, sin haber revocado la donacion,
subsiste esta : si por el contrario muere el donatario antes que el
donante se anula , aun cuando espresamente no se revoque : por ulli
mo, si mueren ambos al mismo tiempo , subsiste la donacion supo
niéndose que el donante murió antes (117 ) . Todo esto solamente
tiene lugar:
1 . En las donaciones ya ejecutadas en todas sus partes y no en
la simple promesa de donacion , que aun cuando no se revoque no
CAPÍTULO III .
De la disolucion delmatrimonio .
$. 532. I. Ideas generales.
El matrimonio se disuelve : .
1. Por la muerte ó capitis diminucion de uno de los esposos (I).
. 2 . Por impedimento del matrimonio que haya sobrevenido duran
te este , principalmente cuando proviene de desigualdad de condi
cion (2) ó parentesco muy próximo (5 ).
3. Por el divorcio del cual vamos a hablar con alguna estension .
D . XXIV,
Era 1,ya muý
(1(2 )) Fr. 2. le en
cuestionab tiempo de Ulpiano si elmatrimonio se disol.
via por desigualdad de condicion , y Justiniano declaró queno se disolviese . Const.
28 . C . V , 4 .
(5 ) Por ej. cuando adopla á su yerno antes de emancipar á s'ı hija . . 2 , J. 1,
1r . 67,
10. - Por la desigual D . XXIII,
5. 3 , dad 2 . n ne se disuelve en España elmatrimonio , y si por algu
de condicio
na de las causas de que hablamos en su lugar.
(4 ) Dig. XXIV , 2 . - -Cód . V , 17. - Nov. 22, c. 4 . - 19 . – Nov. 117, c. 8 .
14 . - Nov. 123 , c . 40 . - Nov . 127 . c . 4 . - Nov . 134. c . 11. - Nov . 140 . — Ave
zan , De malrimonio , c . 39 . - 43 en Meerman , Thes . 1. IV , p . 350 . - Marche,
Hist. jur. civ . de divorliis. Lips. 1794. -- Waunaar, Diss. de divorliis et repudus.
Gand . 1829 . - Giûck , Comm . XXI, pari. 1259 y sig .
(6 ) En esto se diferencia el divorcio delmatrimonio en sí mismo nulo .
(6 ) Fr. 2 , 6 , 9 , D . XXIV , 2 . - Cic . Ad Div . VIII, 7 . -- Heinecio , Anlig. rom .
in adp. lib . I, § . 48 .
(515 )
rido como á la muger. Por derecho antiguo, para el repudio no se
necesitaba que el esposo que lo queria diese razon alguna , si bien las
costumbres le dificultaban bastante: hasta el tiempo de Teodosio y
Valentiniano no se determinaron las causas ó motivos necesarios pa .
ra él (rausæ repudië ). Entonces se estableció que el esposo que qui
siese repudiar al otro sin causa legilima sufriese ciertas penas per
diendo parte de sus bienes ,, así como tambien el que por su mala
conducta diese motivo fundado para el repudio (S. 535 a).
Justiniano confirmó y aclaró tales disposiciones (7) . Pero debe
mos advertir aquí que entre los romanos no tenia que intervenir el
magistrado en el divorcio , el cual se consideraba como negocio pri
vado .
S. 534. Efectos de la disolucions del matrimonio .
A . En cuanto a la persona de los esposos.
El efecto de la disolucion del matrimonio , ya provenga esta de la
muerte de uno de los esposos, ya del divorcio , es en cuanto a la per
sona de ellos concluir con todas las relaciones que median entre los
mismos producidas por el matrimonio ( S. 514 , 515 ). Uno y otro
pueden contraer otro nuevo ; sin embargo , la muger no puede ha
cerlo sino despues de transcurrido un año de la disolucion del ma
trimonio precedente. Mientras permanece viuda , conserva el nombre
y la clase de su difunto marido (8 ). Cuando el matrimonio se disuel
ve por divorcio , el esposo inocente , si está pobre , tiene derecho á
que el culpable le dé alimentos en proporcion de su fortuna . Por otra
parte , el esposo culpable cuando pierde , como pena, todos sus bie
nes en favor del otro , tiene derecho á que este le ,de los correspon
dientes alimentos para su manutencion .
$.535 a. B. En cuanto a los bienes de los esposos en general (9).
Las cousecuencias que produce la disolucion delmatrimonio res
pecto de los bienes de los esposos son las siguientes:
(7 ) Const. 8 , D . V , 17. - Const. 10 , 14, C . ibid .
Sabido es que en España el vínculo del matrimonio es indisoluble . Solo por muerte de
uno de los cónyuges, y en elmatrimonio rato y no consumado por la profesion religiosa, se
disuelve ese vínculo . Cap. 2 y 14 , Extrav. de conversione conj. L . 5 , lit. 10 , P. IV . La sepa
racion quod tharum , llamada generalmente divorcio tiene lugar por alguna causa grave que
impida á los cónyuges vivir juntos ; p. ej. adulterio , sevicia ó trato cruel elc. Pero no
pueden convenirse en ella los cónyuges, sino que debe declararlo el correspondiente tri
bunal eclesiástico . Pr. y l. 7 tit. 10 , P . IV.
(8)'L . Fr. 22, $. 1, D . L, 1.la -l.Nov.
7, cit. 2, P. IV . Segun 4, tit. 22,
2, libc.. X36, Nov.
. Rec. la muger puede casar libre
mente dentro del año de la muerte de su marido , sin incurrir en ninguna de las penas im
puestas por el derecho antiguo.
(516 )
A . El marido está obligado á restiluir la dote si no se estipuló
que la ganase muerta la muger , y cesan tambien sus derechos sobre
los bienes parafernales .
· B . Cuando el matrimonio se disuelve por divorcio , surte , ade
mas, por derecho nuevo los efectos siguientes (10) :
1 . Quedan sin efecto las disposiciones de última voluntad que
hizo uno de los esposos'en favor del otro durante el matrimonio , co
mo tambien los derechos abintestato que pudieran corresponderles
en tal concepto (11), y las capitulaciones matrimoniales (12) , á
menos que contengan disposiciones para el caso de divorcio , pues en
tonces surtirán sus efectos (13) . i
2 . Cuando tuvo lugar el divorcio por culpa de uno de los espo
sos, bien sea por adulterio , bien por cualquier otra causa , la muger
culpable pierde la dote y la gana elmarido ; así como este , si por su
culpa se efectuó el divorcio , pierde en favor de la muger la donacion
propter nuptias. Cuando no se habia constituido dote ni hecho dona
cion , segun las disposiciones anteriores á Justiniano ganaba el es
poso inocente la cuarta parte de los bienes del culpable , no pu
diendo esceder esta suma de cien libras de oro (14 ). Pero por las dis
posiciones de Justiniano , si no se constituyó dote , el marido nada
adquiere ; al paso que la muger recibe una porcion viril , babiendo
mas de tres hijos , ya sean del matrimonio disuelto , ya de otro an
(9) Acerca de esia materia V . Wächter, p . 115 y sig . p. 162 y sig. p. 256
y sig .
(10) Seguin el derecho antiguo , si se verificaba el divorcio por culpa de la
-muger , se reienia la dete (retentiones ex dote ) en favor de los hijos (propter kibe
ros) por la injuria que seguo las costumbres se suponia hecha almarido al pasar
aquella á segundas nuprias ( propter mores); v si per culpa del marido incurria
este en cierias penas respecto de la dote : Ulpiano , IV , . 9 . 13 . Esto lo abolió
Justiniano por la Const. un. $. 5, C. V , 13. — Valett, De retentionibus ex dote
faciendis , Gotl. 1820 .
(11) Fr. 49 , §. 6, D . XXXII. - II. un. D .XXXVIII, 11.- Nov. 117,6,5.v.
usque ad morlem .
(12 ) Arg . fr . 21, 68, ! . XXIII, 3 , vlos pasages citados en la precedente nola.
(13) Nov. 154, c. 10 in fine e...ut per omne casus viro pacta dolalibus illa
la igstrumentis sesrentur. ,
Disuello elmatrimonio debe elmarido restituir la dote, desde luego si consistiese en bie
nes raices, y dentro del año , sien muebles. Si hubiese hijos del matrimonio , les pertenecera
ellos la propiedad y el padre conscrvara e usufructo . L . 51, tit. 11, P . IV . No habiéndo
los, gana el inarido la dote en los tres casos siguientes: 1.0 Si así se pactó ; 2.0 Si la 100
ger comeliese adulteriv ; 5.• Si es costumbre usada en el lugar. L . 23, tit. 11, P. IV .
(14 ) Const. 8 , S . 4 , 5 , 7 ; Const. II, C . V , 17. - Nov. 22 , c. 18 . - Nov.
53 , c. 6 . - Nov . 74 , c . S . - Se aplicaban estas penas tanto en el caso de que uno
de los cónyuges diese por su mala conducta justa causa para el divorcio , como
en el de que ambos se separasen voluntariamente .
(517 )
terior ; en cualquier otro caso , la cuarta parte de los bienes del ma
rido ( 15 ).
3 . Disuelto el matrimonio por adulterio , ademas de la pena con
tra el esposo adúltero , establece la ley otras relativamente a los
bienes.
a ) Si el marido fué el.adúltero , pierde en favor de su muger,
no solo la donacion propter nuplias, ó și no la hubo la parte de bie
pes fijada por la ley , sino tambien todos sus bienes , los cuales pa
san á sus descendientes ; à falta de ellos á los ascendientes hasta el
tercer grado , y en su defecto , al fisco,
6 ) Cuando la muger fué adúltera , debe encerrársela en un con
vento , y pierde su dote en favor de su marido , y ademas una can
tidad igual a la tercera parte de su valor. El resto de sus bienes pasa
en parte á sus descendientes , y en parte al convento , el cual se los
lleva todos, no teniendo la muger descendienles ni ascendientes (16 ) .
c) Por último , cuando el marido acusó falsamente á su muger
como adúltera , puede ella pedir el divorcio , y no habiendo hijos , se
lleva ademas de la dote y donacion propter nuptias , la tercera parte
del valor de esta última sacada de los bienes del marido , pero si
hay hijos, pasan á ellos todos los bienes del marido (17) .
Las penas de que acabamos de hablar , no se aplican sino cuan
do uno de los esposos es culpable , y no cuando lo son ambos (18 ) ,
capítulo ra.
CAPÍTULO III.
culiis. Lips. 1770 . - Glück, Comm . P . XIV, § . 905. - 912. - C . Witte, De luc
tuosis hæreditatibus. Vratislaviæ , 1824 , p. 4.--.14 .
• (20 ) Fr. 5 , §. 4 ; fr. 7 , §. 3, D . XV, 1. - 9. 1, J. II, 9. «Si quid ex re pa .
tris ei obveniat.
L . 5, tit. 17 , P . 1V .
(21)Dha. Const. 37, pr. C . III , 28 .
I. 5 , tit. 17, P . IV .
(22 ) Fr. 3 ,4, pr; fr. 8 ; fr. 11 ; fr. 16 , § . 1; fr. 19, pr. D .XLIX , 17 . - Const.
1 . 4 , Ć . XII, 37.
LI. 6 y 7 , lit. 17 , P . IV . Lo que el soldado percibe de su muger como heredero , noes
tá comprendido por nuestras leyes en el peculio castrense .
(23) Const. un. C . XII, 31. - Const. últ. G . XII, 37. - Const. 7, C. 1, 51.
Const. 4 , 14 , C . II, 7. - Const. 7, C . VI, 61. - Const. 34, C . I, 5.
Nov. 123 , c. 19. . .
L . 7 , tit. 17 , P . IV . Se entiende por peculio cuasi castrense las donaciones reales y
que gana el hijo por la profesion de alguna ciencia ó arte liberal.
( 24 ) g. 1 , J. II, 9 . - Const. 1 , 2 , G . VI, 60. - Cod. VI, 61.
L . 5. tit. 17, P. IV.
( 557 )
i
• (554)
pupilo no fijó la cantidad" que en esto ha de emplearse , !o hace el
juez (83), como también cuando conceptúe que lo dispuesto snbre
este punto por aquel podría perjudicar al pupilo (84). Si el mismo
padre designó la persona en cuya casa debe educarse el huérfano,
deberá cumplirse tal voluntad (85): cuando no, la madre debe edu
carle , si permanece viuda : pero si ella murió ó los parientes del
mismo pupilo creen peligroso confiarle su educación , el juez elige á
este efecto á uno de ellos , el cual queda con esto obligado á lomar
la tutela (86).
f. 374. 2. De la autoridad del lulor (87).
cirse que el lutor interpone su auoridad en los actos jurídicos del pupilo , como que I»
tupie y representa en un ludo. Asi es que ya sea el pupilo mayor ó menor de la Infancia,
no se requiere para la validez del acto que él esté presente , bastando que el tutor celebre
el negocig en nombre de aquel.
(90) Pr. J. §. 1, J. I, 21.—ir. 9, pr. XXVI , 8.
L. 17. til. 16, P. VI.
(91) Pr. J. cit.r-fr. 13, §. 29, pr. D. XIX, 1.—Por esto los aclos de esta
especie se llaman negotia ctaitdicantia.
La misma I. 17, tlt. 16, P. Vi.
(92) Fr. 16, nr. I). IV, 4.—Const. 2, C. II, 25.
Ll. del tlt. 19, P. VI.
(93) Fr. 49, D. XXIX, 2.— fr. 14, §.1, 6, D. XLVI, 3. Respecto de la au
toridad , cuando el pupilo tiene muchos tutores v. la Gonst. 5, ('.. V, 59, comb.
con la fr. 4; fr. 5, § 2, D. XXVI, 8 —fr. l 't. 8. t, 2; fr. 100, I). XLVI , 3.
(91) §. 3. J. I, 21.— fr. 1, S. 13, D. XXVI, 1.—fr. 15, pr. §. 2; fr. 18,
D. XXVI, 8 —Const. 8, C. IV, 38.-Nov. 72, c. 2.—fr. 1, pr.; fr. 7, pr. 8 2,
D. XXVI. 8.
(95) S. 2, J. 1 , 21.—fr. 9, §. 5, D. XXVI , 8.
L. 17 tlt. 16, P. VI.
(96) Fr. 1, §. 1; fr. 17, D. ibid.
(97) Fr. 8, D. ibid.
(98) Fr. 2, D. ibid.— |. 2, J. I, 21.
(556)
CAPÍTULO II.
De la cúratela. ''
La cúratela se divide :
i . En curalela perfecta é imperf eta (cura plena, etminus plena),
A . Alaceptar la tutela .
A. Ipso jure.
Concluye la tutela ipso jure :
1. Llegando el pupilo á la pubertad ; por su muerte ó capitis dr
minucion ( 103) .
2. Por la muerte del tutor ó su capitis diminucion máxima á
media (104 ) .
3 . Si el tutor testamentario fue nombrado hasta cierto tiempo o
bajo cierta condicion , concluye la tutela llegando el tiempo ó eum .
pliéndose la condicion (105 ) .
4 . Pierden tambien la tutela de sus hijos ó nietos la madre ó
abuela , pasando á segundas nupcias (106 ) .
(99) Dig XXVI, 5 . — Cod . V , 45 . - Crassi , Deliberala ex materia juris
prolectorum . Tuhing. 1704. - Glück , Comm . P. XXXII, p. 293 y sig., p. 341,
y sig .
( 100 ) Fr. 4 , D . XXVII , 5 . - fr . 1 , $ . 3 , D . ibid .
( 101) Dig XXVII, 6. - Fragm . vat. §. 1.
(102) Pr. J. J , 21.
( 103) Ps. §. 1, 3, 4, J. I, 22.- Fr.4 , pr. D . XXVII , 3. - Fr. 13, pr. §.1.
D . XXVII , 1. - Const. 1 , 5 , C . V . 60 .
L . 21, 111. 16 , P . IV .
(104Dha.) 1.§.21. 4 , J.1. 22. - Fr. 14 , §. 5 ,5, D. XXVI, 1.
(105) $. 2, 5 , J. I, 22. - Fr. 14 , 9. 3 , , D . XXVI, i.
Lá misma 1. 21.
( 106 ) Const. 2 , 3, C . V , 35 . - Nov. 94 , c . 2. - Nov, 118 , c. 5 .
L . 5 , tit. 16 , P . VI. La muger puede sacar licencia para conservar la tutela de sus hijas,
aun cuando pase a segundas nupcias. Ley de gracias al sacar de 14 de abril de 1898 .
(557 ) .
$. 887. Por disposicion del juez.
De lu curatela . "
$. 588. I. Nocion de la curalela (1).
LIBRO CUARTO.
De la sucesión (i).
SECCION TERCERA.
Nociones preliminares.
(30) Dig. XXVII, ü. El protector que administra los bienes del pupilo tiene,
por regla general, los mismos derechos y obligaciones que el verdadero tutor,
E<, pues, responsable como él del dolo, de la culpa y de la diligenlia quam
in suis rebus , si obra animo lutoris; si no obra bajo este concepto, se le con
sidera como negoft'orum gestor, debe prestar como tal basta la culpa levísima,
ir: 1, §. I, 6; fr. 4, D. XXVII, 5.
Kstas acciones compelen también por nuestro derecho, tanle al curador, pupilo y menor,
como en su caso al tutor y curador.
(51) Fr. 1, §. 19-24; fr. 2, D. XXVII , 5.—Paulo , II, 50.
(i) Sobre el derecho de secesión Dónelo, Comm.jur. a'v. lib. VI, VII. VIII,
IX, c. 1. —i. —Madibn, PrirCcipia juris romani de ¡uccesionibus sea de jure
hicreditario. Francof. ad Viad, 1787.
(560 )
El curador no solamente debe dedicarse á administrar los bienes, sino
tambien á poner los medios conducentes para que el loco recobre el
juicio (15 ) . Las funciones del curador están en suspenso durante los
intérvalos lúcidos, y concluyen en el momento en que el furor ó la
· locura desaparecen completamente (16 ).
$ . 893. B. Curatela de los pródigos.
(9) Fr. 57 , D. XXIX, 2. «Hieres ¡n omne jus inorlui, non tantum sin^ula-
rum rerum dominium succedil.» — fr. 24, 208, D. L, 16, —fr. 11,1). XLIV , 3.
—Cpr. fr. 34, D. XLI, 1.—fr. 51, §. 1, D. XXV11I, 5.—fr. 13, S. 5, D. XL1II, 24.
—fr. 1 pr. D. !. 8.
Arg. Je la l. I, til. 3, P. VI.
(10) 8. 2, J. II, 23.—V. .-tías adelante los §§. 726, 750.—752.
L. 14, til. o, P. VI.
(ti) La donación de todos los bienes hechos á causa de muerte ó entre vi
vos, no produce nunca sino una sucesión á título particular. —V. nías arriba
elj. 451.
(562 )
tancias especiales, el menor recibe curador para resguardar sus in
tereses en los aclos jurídicos importantes ó casos siguientes: cuando
elmenor intenta una accion (32) ; recibe un pagodesu deudor (55);
ó el tutor tiene que dar cuenta de la tutela (34), Fuera de estos tres
casos al menor no se le da curador sino á peticion suya (35 ) ; pero
entonces no puede salir de la curatela hasta llegar a su mayor
edad ( 36 ).
$. 596 . 2. Efectos de la curatela de los menores.
(19) Fr. 151, D. L, 16. «Delata heoreditas intelligitur , quam qui possit ad-
eundo consequi.»
(20) Fr. 19 , D. XXIX , 2.
(21) 8. 6 in fin. J. 1!, 9.-fr. 59, D. XXIX, 2.
Pr. del tit. 13, P. VI.
(22) Const. 30, C. H, 3.— Const. 3, G. V, ii. — Coust. 4, C. VIII,
39. — Cpr. fr. 29, §. 2, I). XXXIX, 5. — fr. 61, I). XLV, 1.— Const. 19,
C. II, 3. — Malblanc , Diss. tmprobaiti pací i hwreditarii ex jure rom. Túb. 1798..
—Bonterweck , De fundamento successionü tam ullodialis quam feudalis el ra-
ttone differenlifB ínter suteessiotiem germanicam el romanam. Gcelt. 1786.—
(23) Fr. 39, D. XXlX, 2. «Quandiu polest ex testamento adiri licere-
ditas, abintestato non deferlur.» — Const. 8, C. VI, 59.
Arg de la I. i, tit. 15, P. \J.
(564 )
pacitadas de administrar sus bienes , pueden recibir curador, el que
se les dá á peticion suya y solo por el tiempo necesario (46 ) .
vj(28) Gayo, III, 34; IV, 144.—§. 5, J. IV, lo.-Dife. XLIH, 2. — Cod.
(33) Fr. 2, §. 21, D. XXXVIIl. 17.—Const. lo, C. VI, 30. -Coll. ttefr
Mos. elliom. XVI, §. 3.
(34) Gayo, II, 148, 149; III, 33.-37. — Ulpiano, XXVIII, 13.
(33) Ulpiano, XXVIII. 1.—ir. 6, §. 1, D. XXXVII , 1.
(3(5) §. 3, J. III, 9 (10).— Oír. XXXVII, 4.-7.—Cod. VI, 12.
(37) §. 3, J. cit.— Dig. XXXVII, H.—Cod. VI, 11.
(58) §• 3, J. cit. — Inst. III. 5, G. — Dig. XXXVMI, G.-I2.—Cod. % I*.
i, io. '
(39) Fr. 8, §. 3, D. XXXVII, 5 -fr. 3. §. 14.-1G, D. XXXVII, 10.
í 567 )
exigirla (14); cuando estando ya empeñada una cosa , la dà eltutor
en prenda alque dá dinero para pagar al primer acreedor, con tal de
que las condiciones del segundo empeño no sean mas gravosas que
las del primero (15 ); cuando se vende la cosa que el pupilo tiene
empeñada en su favor ( 16 ) ; cuando hacen algun pago ó présia
mo (17 ) ; por último , cuando tiene que dar por el pupilo caucion
judicial (18). Fuera de eslos casos la enagenacion hecha por el tu
tor sin autorizacion del juez es nula (19) , elmenor puede impug
narla (20 ) , y no queda obligado para con el tercero , sino en la par
te que se ha utilizado de ella ( 24 ).
Queda , sin embargo , válida , cuando el menor llegado á su ma
yor edad la ratifica , ó deja transcurrir cuatro años , siendo onerosa ;
y.decimos onerosa , porque no pudiendo el menor ni su curador ha
cer donaciones ni aun con autoridad judicial, aquel á quien se ha
cen , necesita para adquirir el dominio irrevocable de la cosa donada,
la prescripcion ordinaria , la cual no empieza a correr sino desde el
momento en que el menor llega á la mayor edad (22).
8. 602. III. Concluido el cargo. "
Concluida la tutela ó curaduría , el tutor y curador están obliga
(14) Fr. 1, §. 2; fr. 5 , §.6 , D. XXVII, 9. --Cônst. 2 , 16, 17, C. V,71.
Const. 1, C . V , 72.
( 15 ) Fr. 7 , S . 5 , 6 , D . XXVII, 9 .
( 16 ) Fr. 5 , $ . 5 , D . ibid .
117) Const. 23 , 24, C . V, 57.
(18 ) Const. ult. §. 3 . C . ibid .
Dicha I. 18 , especifica las siguientes causas: « por pagar las deudas que hubiese dejado
cl padre del huérfano, ó por casar alguna de las hermanas del mozo , o por casamiento del
mismo , o por otra razon derecha . La ley 60, tit. 18 , P . III, dice . por debda ó por gran
pró de los huérfanos.» En vista de estas leyes , el juez puede permitir la enagenacion de
los bienes raices , cuando de la informacion resulte que es ventajosa al menor , y así se
practica.
No dicen nuestras leves si es necesaria la licencia judicial para enagenar los muebles
preciosos. Mas la opinion comun lo niega , y en nuestro concepto con fundamento : sin em
bargo, deberá atenderse en esto a las circunstancias especiales del caso y á fas del pupi
lo , á su riqueza , etc .
Está prohibido al tutor y curador comprar pública ni secretamente los bienes de sus pu
pilos , bajo pena de mulidad del contrato , y abonar el cuatrotanto para la cámara del rey .
L . 1, tit, 12, lib . X . Nov, Rec.
( 19) Const. 14, 15 , 16 , C . ibid . - Fr. 5 , S . 15 , N . XXVII , 9 . - Cod. V , 73.
(20 ) Fr. 1 , $ . 2 ; fr . 5 , $ . 15 , D . ibid . — Const. 2 , C . V , 75 . - Arg. fr. 5 ,
f . Ì, D . XXII , 5. - No es contrario elſr. 13, §. 2 , D . VI , 2.
(21) Consi, 10 , 16 , C . V , 71. - Const, 16, C . V , 37. - Fr. 10 , D . XXVII, 9 .
(22) Const. 2 , 5 , C . V , 74 . - Los AA. esplican de diversas maneras esta
Const. 3 , V . Weyhe , Comm . de tempore præscriplionis ex alienatione rerum
guc minorum sunt. Gætt, 1810 .
Arg . de la L. 9 , tit. 19 , P . VI.
(568 )
dos á dar cuenta de su administracion (23). Ni el padre del pupilo
ni el príncipe pueden eximirles de esta obligacion , y sí solamente el
mismo pupilo despues de haber salido de la tutela ó el menor libre
ya de la curaduría (24 ) . Al pupilo se le nombra un curador que le
asista á este efecto (25 ). La base de las cuentas debe ser el inven
tario : se especifican todas las entradas y salidas, justificándose estas
últimas con los correspondientes documentos. Ajustada la cuenta, el
tutor ó curador tiene que entregar el residuo con los interesesdesde
esta fecha (26 ). El pupilo , elmenor y el loco (pero no los pródigos,
enfermos y ausentes ) tienen hipoteca legal sobre todos los bienes del
tutor ó curador para asegurar el buen desempeño del cargo , resti.
tucion de los bienes y abono de daños y perjuicios.
Debe tambien adyertirse que está prohibido al tutor bajo pena de
falsedad , celebrar ningun contrato con el fisco ; antes de haber ren .
dido sus cuentas (27) .
LIBRO CUARTO.
De la sucesion (1).
SECCION TERCERA.
Nociones preliminares.
§ . 604. • Qué quiere decir sucesion ?
( 30 ) Dig . XXVII, 5 . El protector que administra los bienes del pupilo tiene,
por regla general, los mismos derechos y obligaciones que el verdadero lutor,
Es, pues, responsable como él del dolo , de la culpa y de la diligenlia quam
in suis rebus, si obra animo luloris; si no obra bajo este concepto , se le con
sidera como negoliorum gestor , debe prestar como tal hasta la culpa levísima.
fr. 1 , $ . 1 , 6 ; fr. 4 , D . XXVII , 5 . -
Estas acciones compelen tambien por nuestro derecho, tanto al curador, pupilo y menor,
cuino en su caso al tutor y curador.
(51) Fr. 1, $ . 19 - 24; fr . 2 , D . XXVII, 5 . --- Paulo , II, 50.
( 1 ) Sobre el derecho de sucesion Lonelo , Comm . jur. civ . lib . VI, VII , VIII,
IX , c . 1. - 4 . - Madihn , Principia juris romani de succesionibus seu de jure
-hæreditario , Francof. ad Viad , 1787.
(580)
ni civil. Para tener el derecho de suceder, es preciso que la adop
ción subsista hasta la muerte del difunto (15). Los adoptados, según
el espíritu de la Nov. 1 18, parece dehen suceder también á sus pa
dres naturales, así como estos á aquellos (16). No hay duda ningu
na en que el adoptado por un estraño sucede como hijo á sus pa
dres naturales; pero es cuestionable si el adrogado y el adoptado por
el ascendiente vienen á la sucesión de su padre natural como hijos
en la primera clase, ó como simples parientes en la cuarta.
C. Hay ademas otras personas que por razones especiales y ba
jo ciertas condiciones (§. 627-630) tienen el derecho de suceder
abintestato.
(9) Casi escusado parece advertir que no teniendo laNov. 118, en cuents
el sexo para el derecho de sucesión , bajo el nomLre de hijos, nietos, hermanos,
hijos de hermanos ó sobrinos, etc., se comprenden también las hijas, nielas,
hijas de los hermanos ó hermanas, sobrinas , etc. Bajo la palabra sobrinos solo
comprendemos aquí á los sobrinos carnales ó hijas de hermanos ya muertos,
Ya hemos dicho quo los sohrinos , cuando concurren con sus tíos, suceden in ttaja,
como también que los parientes laterales no concurran nunca con los ascendiente*. 1 i.
til. 20, lib. X, Nov. Rec.
(10) Nov. 118, C. 5.
No habiendo hermanos ni sobrinos carnales entran los hermanos y sobrinos eon»«*jw-
neoi y uterino* ; los consanguíneos ó de parte de padre , solamente heredarán los bienes qn»
«I difunto haya obtenido de su padre , y los uterinos, ó sean los hermanos de parte ¿>
madre , los que hubiere tenido de parte de esta. Los bienes adquiridos de cualqu¡«
otra manera por el difunto se dividirán entre los consanguíneos y uterinos. L. 6, tft. 15.
Partida VI.
(11) Nov. U8, c. 3, in fin.
L 6, til. 13,'P. VI. A falta de parientes dunlro del cuaito grado citit, suii llamado»»
(587)
{. 643. C. Testamentos que en ciertos casos requieren todas las solemnidades ordinarias, j «
otros no. i
Nos resta todavía que hablar de los testamentos hechos por dos
ó mas personas en un mismo acto (41). En ellos no hay que repe
tir las solemnidades, escepto la rogación de los testigos, la cual
cada uno de los testadores debe hacer por separado. Pertenecen á
esta especie de testamentos:
i. Los testamentos recíprocos (leslamenta reciproca), en los que
TITULO TERCERO.
Nos resta todavía que hablar de los testamentos hechos por dos
o mas personas en un mismo acto (41) . En ellos no hay que repe
tir las solemnidades , escepto la rogacion de los testigos, la cual
cada uno de los lestadores debe hacer por separado . Pertenecen á
esta especie de lestamentos :
1 . Los testamentos reciprocos (leslamenta reciproca ) , en los que
(38 ) Nov. 107, c. 1.- Si el ascendiente no sabe escribir puede testar inler
liberos , observando las formalidades ordinarias.
(39) Nov. 107, c. 1 . - Schrader , De privilegialis parentum inter liberos
dispositionibus, Jenæ , 1819. - Euler, Comm . de testamento el divisione paren
tum inter liberos. Berol. 1320. — Müller , Diss . de leslamento parentum inler
liberos privilegiato . Lips. 1826 .
En el testamento parentum inter liberos deben observarse lasmismas solemnidades que
en el ordinario . L . 2 , iit. 18 , lib . X , Nov. Rec .
(40 ) Nov. 18 , c. 7 . - Nov. 107, c. 3 . - Franckenfeld , Diss de discrimi
ne nudæ divisionis el leslamenli parentum inter liberos. Gætt 1792.
(41) Al principio el derecho romano solamente concedia esta facultad a los
soldados. Const. 19 , C . II, 3, y despues á los esposos. C . Nov. Valentinia
oi. De lestan , Inserta en el (Jus civ . antej. de Berlin , l. II, p. 1320 ) .
(610 )
dos personas se instituyen mútuamente herederos; cosa bastante
comun entre esposos (42). "
2 . Los testamentos correspectivos (correspectiva) , en el cual uno
de los lestadores hace dependa la validez de su testamento de que
el otro no varie el suyo (43).
TITULO TERCERO.
(20) Fr. 16 , D .XXVIII, 7. - fr. 70, 71, pr. D .XXVIII, 8 . - fr. 64, D . XXX.
- Bruynen , Diss. de caplaloriis instilulionibus. Lugd -Bat. 1823 .
(21) Fr. 32, pr. ; fr. 68 , D . XXVIII , 5 .
L . 11, lit. 3, P. vi. -- No puede imponerse condicion á la legitima. L. 11, tit. 4 , P . VI.
( 22) S . 9, J. II, 14 . - fr. 34, D . XXVIII, 5 . - En el testamento militar pue
de hacerse la institucion ad diem . fr . 15 , S. 4 , fr. 41, pr. D . XXIX , 1 . - Const. 8,
C . VI , 21.
Por la razon antes indicada de que en España puede uno morir parte testado y parte
intestado , creemos que la institucion de hercdero hecha desde cierto dia ó hasta cierto dia,
producirá el efecto de que el heredero tenga la herencia desde o hasta el dia designado,
pasando antes ó despues á los herederos abintestato. Creemos derogada en esta parta ls
1. 18 , iſt. 3 , P . VI.
( 23) Fr. 75 , D . XXXV, 1. - « Dies incertus testamento conditionem facit.
fr. 4 , pr.; fr. 22 , pr. D . XXXVI , 2. ..
L . 15 , tit. 5, P . VI. '
(24) Fr. 17, $. 1, D . XXXV , 1. - fr. 95, $. 1, D. XXXII.
( 25 ) Fr. 72, Š. 6, D . XXXV , 1.-- Const. 4 , C . VI, 24 . - Cpr . Cod. VI, 4 .
(26 ) $. 31, J. II , 20 .
(27) Fr. 17, $ . 4 , D . XXXV, 1. - fr. 71, pr. D . ibid . Muhlenbruch, Doctr .
Pandect. $ . 652.
(28) $. 4 , J. II , 14. Acerca de la division de la herencia ; haya ó no sena
lado el testador la parte que debe llevar cada heredero v . § . 5 - 8 , J. ibid . —
fr 17, § . 5 , fr. 18 ; fr. 59, § . 2 , D . XXVIII , 5 . - Const. 23, C . VI , 37, - Do
nelo , Comm . jur. civ . VI, 22 , 23 . — Heinecio , Ant. rom . II , 14, §. 5 , 6 . —
(615 )
(97) Const. 3, C. Th. II, 19—Const. 27. C. III, 28. No falta quien opine
de distinta manera, pretendiendo que cuando la parte que dsbia recibir la per-
sana lurpis 110 equivale á 'a porción abintestato del hermano ó hermana , debe
darse la queja para completar esta porción contra la persona honesta.
(98) Glück , Conm. t. VII, p. 442 y sig.
(99") Nov. 115, c. 3, §. 14 al fin—Cpr. can. 4, §. 9. ibid.
L. 1, iit. 8, P. VI.
(100) Nov. lío , 1 , c. De manera, que si se probara que el demándame ::o
era el heredero abintestato mas próximo , no le aprovecharía ¡janar la causa,
fr. 6, f. 1,0. V. 2.
(101) Fr. 15. §. 2; fr. 16. pr.; fr. 19; fr. 25, §. I, D. V. 2.
Arg de la 1. S, tlt. 8. P. VI.
78
(618 )
1 . Para computarla debidamente , se atiende á la época de la
muerte del lestador , tanto respecto de los bienes como de las per
sonas y su número (45) . ,
2 .' Debe sacarse de la herencia despues de descontadas las deu
das (46 ) .
3. Para determinar si la legítima es la mitad ó la tercera parle
de la porcion abintestato del que la reclama, hay que contar todas
las personas que hubiesen heredado del testador , caso de morir
abintestato , y por consiguiente á los desheredados (47) y á la viuda
pobre (S . 627).
4 . Siendo la legitima parte de la herencia , el que tiene derecho
á ella no puede pedirla hasta despues de la muerte de la persona que
se la debe (48 ) y se ha de imputar en ella todo lo que el difunto le
dejó ya por institucion de heredero , ya por via de legado ó de dopa
cion mortis causa (49); pero no por donacion entre vivos á menos
que la haya recibido bajo tal condicion (50 ).
5. El que tiene que dejar legitima no puede disminuirla en su
vida haciendo donaciones inter vivos , las cuales no valen por ser
inoficiosas (donatio inofficiosa ), si al tiempo de hacerlas no se de
ja salva la legitima (51).
6 . Debe sacarse esta del cuerpo de la herencia (52) y no gra.
(45 ) Const. 6 , C . III, 28 . Aunque esta constitucion y las siguienies hablan
de la antigua legitima , subsisten sus disposiciones por no haler hecho Justi
niano alteracion alguna en este punto .
(46 ) Fr. 8 , S . 9 , D . V , 2 . - fr. 59, S . 1, D . L , 16 . .
(47) Fr. 8 , S. 8, D . V , 2. Acerca de esto se ba formado la siguiente regla :
Exhæredalus , numerum facit ad augendam , et partem facit ad minuendam le
gitimam .
(48) Segun la regla hæreditasdefunctinon dalur. V . mas arriba el §. 605.
(49) Fr. 8, S. 6 , D . V , 2 . - Const. 29 , 50 , pr. C . III, 28 .
(50 ) Fr. 25 , pr. D , V . 2. - Const. 35 , S. 2 , C , III , 28 . - Const. 20 , § . 1,
C. VI, 20.
Por nuestro derecho, aun cuando los cuatro quintos de la herencia son legitima de los
descendientes , el testador puede mejorar á uno de ellos en el tercio y ademas en el quin
to restante . Cuando en vida hace una donacion á alguno de ellos se entiende mejora taci
ta. Si la donacion es simple se imputa primero en el iercio, despues en el quinto y última
mente en la legitima; y si es con causa primero en la legítima . despues en el tercio y un
timamente en el quinto . La indole de esta obra no nos permite estendernos mas en esta
materia .
(61) V. mas arriba el S.427 y los autores allí citados en la nola .
No solamente, como se dice en el texto, al tiempo en que se hace la donacion , sino tam
bien al tiempo de la muerte del donante . L . 8, lit. 4 , P. V .
(52) Const. 36 , §. 1, C . III, 28. - Sin embargo si el que tiene derecho a
legitima es instituido in re cerla , no puede pedir la division de los bienes de
la herencia , y si solo que se evalúo aquella cosa y un suplemento por lo que le
falta hasta completar la legilima.
(629)
a) Contra el testamento Je un militar hecho en facción , con tal
que el testador sepa que habiá de tener en lo sucesivo herederos
legítimos (107).
b) Contra el testamento del hijo de familia en que dispone de su
peculio castrense, mientras el testador permanece hijo de familia:
lo mismo sucede respecto al peculio cuasi castrense , escepto si el
hijo es sacerdote (108). •
c) Contra la sustitución pupilar hecha por el padre (109).
d) Ni, por último, contraía exheredacion quee bona mente fu ; es
to es, cuando se escluye á un heredero legitimo con el único fin de
favorecer su bienestar (110).
CAPÍTULO IV.
(149) Aun admitiendo que según la const. 9, C. VI, 56, pueda dejarse la le
gítima de cualquiera manera, se requiere , según la disposición de la Nov. lio,
C. 3. la institución del sustituido egcmpLirmenle.
(150) Muclios autores admiten, por el arg. fr. 45, pr. D. XXVHI , 6, que
caduca igualmente la sustitución, cuando sobreviene después uu heredero legiti
mo al descendiente demente.
En la sustitución ejemplar el que la hace debe nombrar como sustituto, primero i lo*
descendientes del loco; en su defecto á los ascendientes y á falta de estos al hermano. L. H .
Ilt. 5, P. VI y Arg. de la I. i, til. 20, lib. X, Nov. Rec.
Según la citada I. U cesa la sustitución ejemplar: I o Orando el loco recobra el juicio,'
1.» Cuando le nace un hijo ; 5.° Cuando el que la hizo la revoca por otro testamento. Pa
rece, sin embargo que debe cesar también en los otros dos casos que menciona el autor en
el testo. •
' (1) Gayo, II, 158.-131. -Ulpiano, tít. XXIII.-Inst. II, 17.-Dig. XXVHI,
3. —Dónelo, Comm.jur. civ. VI, 16.
( 627 )
lurpis instituida en el testamento , mas que por su parte y porcion
abintestato ; y en caso de ser instituidas una persona honesta y otra
persona lurpis , por la parte que corresponde á esta última, confor
me á la voluntad del testador (97). .
$. 665. d. Efectos de la querella (98 ).
A . Si la querella se intenta con buen éxilo , es menester hacer
respecto a los efectos que produce las siguientes distinciones :
1 . Si la hubieren intentado descendientes ó ascendientes (quere
la ex jure novo , § . 661) , nunca se anula el testamento mas que en
la institucion de heredero ; esta se invalida enteramente cuando el
demandante pide la rescision total, y solo en parte cuando única
mente exige la rescision parcial (S . 664) ; todas las restantes dispo
siciones que contiene el testamento , y por consiguiente los legados y
fideicomisos quedan válidos (99) : así:
a) Cuando la institucion de heredero se anula completamente ,
la herencia se defiere abintestato : y aun aquellos herederos que no
tenian derecho á intentar la querella de inoficioso , participan del be
neficio de este órden de succesion (100 ) .
b) Cuando , por el contrario , la institucion de heredero se res
cinde solo en parte , se defiere la herencia por un órden misto : es in
testada en cuanto a la porcion que obtiene el querellante , y testa
mentaria en la parte que queda al heredero instituido. Las deudas y
legados se pagan entonces por todos , cada uno en proporcion de
su parte (101) .
2 . Cuando la querella haya sido intentada por los hermanos ó
hermanas (querela ex jure veteri, $ 661), hay que distinguir nue
vamente :
a ) Si se instituyó una persona turpis y se rescinde totalmente su .
institucion , el testamento es nulo integramente y se defiere la heren
( 97) Const. 3, C . Th. II, 19 – Const. 27. C . III , 28 . No falla quien opine
de distinta manera , pretendiendo que cuando la parte que debia recibir la per
sona lurpis no equivale a la porcion abintestato del hermano ó hermana , debe
darse la queja para completar esta porcion contra la persona honesta .
(98 ) Glück , Comm : 1. VII, p . 442 y sig .
(99 ) Nov. 415 , c. 3 , S. 14 al lin -Cor. cap. 4 , § . 9 . ibid . ,
L . 7 , tit. 8 , P . VI.
(100) Nov . 115 , 1, c. De manera , que si se probara que el deinar.danle : 0
era el heredero abintestalo mas próximo , no le aprovecharia gonar la causa .
fr. 6 , § . I, D . V . 2 .
( 101) Fr. 15 . 5. 2 ; ſr. 16 . pr.; fr. 19 ; fr. 25 , . , D . V. 2 .
Arg . de la I. 5 , ist. 8. P . VI.
78
(628 )
cia abinlestato : en tal caso , aun aquellos que no tenian derecho á
intentar la querella , loman su parte de herencia ; mas si la institu
cion de la persona turpis no se rescinde enteramente , la herencia se
defiere de nuevo por un órden misto , y los legados valen .
b ) Lo propio tiene lugar cuando hayan sido instituidas una per
sona honesta y otra persona turpis ; solo que la institucion de la se.
gunda se rescinde ya en la totalidad ó ya en parte , segun la cuota
que corresponde abintestato a los querellantes , mientras la institu
cion de la primera subsiste válida y se mantienen los legados y fi
deicomisos (102).
B . Si la querella se intenta con mal éxito , .quiere decir , si el
querellante pierde el pleito , naturalmente se sostiene el testamento,
y el que pidió pierde en general cuanto en este se le dejaba (105).
pudiese adir la herencia , pone la siguiente ley 2, otra fórmula : instituyo por heredero á
F . y si no lo fuere , séalo 2 ., en cuyo caso espresa la misma ley será heredero el sustituto
tanto en el caso de haber muerto el instituido antes de haber adido lo herencia, como en
el de que la repudiase .
(118 ) $. 2. J. II, 15 . - fr. 24; (r. 45, $. 1, D . XXVIII, 6.-- Const. 1,
C . VI, 26 .
L. 3, tit. 5, P. VI.
(119 ) Const. 5 C. VI, 26. Pero es cuestionable si la sustitucion, caducada
por la adicion del instituido, revive cuando este pide restitucion contra la ardicion
fr . 7. $ . 10 , D . IV , 4. - Vinnio , sel. quæst I, 14 - J. Voet, Comm , ad Pand .
XXVIII, 6 . § . 14 . - Cocevo, Jus controv , XXVIII, 6 , quest. 8 — Walch . Jus con
trov edic . 5 , p 222 .
(120 ) Aqai cortra la upivion de Crell, Diss. ulrum hærede instiluto intra
tempusdeliberandimorluo substilulus admittalur? Vitemb. 1734 , los herederos
del' instituido son preferidos al sustituio . Lo mismo tiene lugar con el legatario ,
á quien se le ha dado un sustituto .
Segun lo literal de la 1. 4 , uit, V , P. VI, cesa la sustitucion vulgar cuando el instituido
ade la herencia o espresa la quiere, aun cuando muera antes de adirla . .
(121) Const. un §. 4, C . VI. 51.
( 122) Pr. 25 , 45 , 5. 1, D . XXVIII, 6 . .
L . 13, til. V , P . VI.
(123) Fr. 14, 21, 23, P . ibid .
(124) - Cayo II , 179 — 184. - Ulpiano , XXIII , 7 , 9.-- Inst. II. 16 . –
Dig .XXVIII , 6 . - Cod . VI, 26 . - Donelo , Comm . jur. civ . VI. 25 , 26 . - V . G . S .
Madihn . Vicisiludines subslit, impuberum ; en sus Exerc . acad . Hale . N ." 9 .
A . G . Dencken, Diss. de succesione ex pupillari subslilulione. Gott , 1781.
J. B . Küstner (C . G . Richter) Diss . de pupillari testamento prælerila impuberis
(632 )
el padre por su hijo•impubero , quien no puede testar mientras no lle
gue á la edad de la pubertad . . .
1 . Este derecho es una consecuencia de la patria potestad ; no.
compete , pues sinó á las personas que la tienen ; requiriéndose ade
mas que los hijos ó nietos hayan sido respecto al testador y en el mo
mento de hacerse el testamento , herederos suyos (sui oposthumisui):
el testador sin embargo , puede sustituir pupilarmente por medio de
la fórmula legis Junio Vellejæ , á los nielos que en dicha época no esta
ban inmediatamente bajo su potestad , para el caso en que lleguen á
estarlo al tiempo de su muerte (125 ).
2. El que tiene derecho de sustituir pupilarmente , puede en
.general nombrar un heredero para todos los bienes del impuber sin
distinguir su origen , ya procedan de él mismo , ya los haya adqui.
rido el menor (126 ). ;
3 . Cuando usa de este derecho el testador, debe tambien nom
brarse á sí mismo un heredero directo (127 ) , el cual puede ser otra
persona distinta del infante sustituido ; porque el padre, existiendo
motivos legitimos, tiene derecho a exheredar. á este y sustituirle , no
obstante, pupilarmente (128 ). Es preciso , pues , considerar en la sus
titucion pupilar dos testamentos; el que hace el padre por sí mismo, y
el que hace por su hijo (129). El padre tiene facultad de confeccio
. narlos ambos en un contesto , y de hacer uno por escrito y el otro
de palabra (130 ). Si hace los dos á un mismo tiempo no debe llenar
matrenato Lips. 1788. Esta disertacion contiene tambien una historia de la sus-.
titucion pupilar. ,
L . 5, tit. 3 , P. VI.
( 125 ) Fr. 2, pr. D . XXVIII,6 – Pr. J. II , 16 .-- Teofilo á este pasage. -Ca
yo II, 185. - Ulpiano XXIII, 7 .
No estando los nielos en España bajo el poder de sus abuelos , en ningun caso podrán
estos sustituir pupilarmente á aquellos.
( 126 ) Fr. 10 S . 5 . D . ibid . Sin embargo , el padre que ha adrogado, no
puede sustituir pupilarmente sino en los bienes que provienen de él solo fr. 10.
§ . 6 . D . ibid . - pr. mas arriba el § . 549,
Ll. 6, 7, 8 , 9, tit. 5, P. VI.
(127) Fr. 1. §. 3 ; fr. 2. §. 1. D . ibid. - 5. 5. J. II, 16 .
L. 5 , tit. 5 , P . VI.
(128) Fr. 1, S. 2. D . ibid. - 8. 4, J. II, 16 .
L. 6, tit. 5, P. VI.
( 129) $. 2 , J . II , 16 - Gajus, II, 180 - J. F . A . Brunnemann (Pr. G . L
Winckler ) Substitulio pupillaris vel quasi duplex teslameutum . Lips. 1788.
L. 7, tit. 5 , P. VI. "
(130 ) Fr. 20 , §. 1. D . XXVIII, 6 .
L . 6 , tit . 2 , P . VI.
(633 )
mas que una sola vez las formalidades ordinarias , y nada importa
que nombre antes á su propio heredero ó al de su hijo (131) : mas
si los otorga en distintas épocas , debe hacer primero el suyo , ob
servando en cada uno las formalidades ordinarias ( 132). Sin em
bargo, el testamento del impuber se considera siempre como parte
constituyente y suplemento del paterno , por cnya razon subsiste ó
se invalida con este último (133 ) .
4 . Por lo demas la voluntad del padre no está ligada en manera
alguna , respecto a la persona del sustituto , ni á su número , ni al
grado de sustitucion ; puede pues , escluir á los herederos legítimos
del hijo (134 ) .
5. No es lícito nombrar al sustitulo para despues de la edad en
que el niño puede testar ; pero sí por tiempo mas corto que dicha
época (135 ).
6 . Cuando el padre instituye al impuber , no solo puede combi
nar espresamente la sustitucion vulgar con la pupilar (substitutio du
plox ), sino que siempre que nombra una sola especie de sustitucion ,
queda tácitamente comprendida la otra , salvo si declarase lo contra
rio (136 ).
7. La sustitucion pupilar concluye cuando el testamento let pa
dre es nulo (137) ; cuando el impuber pupilarmente sustituido, llega
(131) Fr. 20, pr. D . ibid .
(132) Fr. 2 , § . 4 , 7 , D . ibid .
( 133 ) . § . 5 , J. II, 16 .
Si la sustitucion pupilar se bizn en el testamento del padre, declarada la nulidad de este ,
cesa la sustitucion . L . 10 , tit. 5 , P . VI; lo cual no es en nuestro concepto estensivo al caso
en que se rescinda por la queja de inofcioso ; como ni tampoco al en que el padre hiciese
la sustitucion en otro testamento diverso del suyo. V . II. 41 al fin . tit. 7 , P . VI, 1. 8 , til. 6 ,
lib. X , Nov. Rec. - Greg. Lopez en la I. 20 , til. 5 , P. VI; glosa 13 y Gomez en la ley 24
de Toro .
( 154) Fr. 8 $. 5 , D . V . 2 .
Aunque la ley 12, tit. 5 , P . VI da facultad al padre para nombrar sustituto á su hijo con
esclusion de la madre , parece que implicitamente está derogada esta ley por la ley 1 ,
tit. 20 , lib. X , Nov. Rec. que dispone que los ascendientes sean legitimos herederos desus
descendientes como lo son estos de aquellos . :
( 135 ) Fr: 7 , 14 , D . XXVIII , 6 – Cpr. fr. 21, ibid .
L1.5 y 1o , lit. 5,P. VI. — Sin embargo, parece oponerse á esto la l.12 al fin, tit.5, P. VI.
( 136 ) Gayo II, 179, 180 . - fr. 1 . $ . 1; fr. 4 , pr. D . ibid . -- fr 29, D . XXVIII,
2 . - pr. J . II , 16 . - Const. 2, 4 , C . VI, 26 Un autor pretendo que solamente la
substitucion vulgar comprende tácitamente la pupilar; pero no al contrario .
L . 5, lit. 5 , P . VI. Esta ley pone un caso en el que en la sustitucion vulgar no se com
prende lácilamente la pupilar.
(137) $. 5 . J. II, 16 . Sin embargo , si un infante es instituido heredero,
la sustitucion pupilar permanece válida , aun cuando él heredara no ex leslamento
sino abinleslalo . fr. 2 . . 1 , D . XXVIII, 6 . — Tambien queda válida segun la Nov.
115 , c . 3 , si el testamento paterno es atacado como inoficioso : segun el derecho
(634 )
á la pubertad (138) ; cuando sale de poder del testador antes que
muera este (139) ó cuando muere el niño antes que su padre ; sin
embargo , en el último caso vale la sustitucion como vulgar , si el
hijo fué instituido heredero ( conforme al principio establecido en el
número 6 ) (140) .
g. 670.C . Privilegios de losmilitares en materia de sutituciones. .
CAPÍTULO IV . . .
De los testamentos inválidos.
$. 672. Consideracion general.
Un testamento se tiene por válido , hasta que alguna causa de
nulidad le haga mirar como inválido desde su origen, ó le invalide
despues (1).
(149) Aun admitiendo que segun la const. 9, C . VI, 36 , pueda dejarse la le
gitima de cualquiera manera , se requiere , segun la disposicion de la Nov. 115 ,
C . 3 . la instilucion del sustituido egemplarmente.
(150 ) Muchos autores admilen , por el arg . fr . 45 , pr. D . XXVIII , 6 , que
caduca igualmente la sustitucion , cuando sobreviene despues un heredero legiti
mo aldescendiente demente .
En la sustitucion ejemplar el que la hace debe nombrar como sustituto , primero a los
descendientes del loco; en su defecto á los ascendientes y á falta de estos al hermano. L. 11,
ut. 5 , P . VI y Arg. de la l. 1 , til. 20 , lib . X , Nov. Rec.
Segun la citada l. 11 cesa la sustitucion ejemplar : 1. 9 Cuando el loco recobra el juicio;
2 .º Cuando le nace un hijo ; 3. 0 Cuando el que la hizo la revoca por otro testamento . Pa
rece, sin embargo que debe cesar tambien en los otros dos casos que menciona el autor en
el testo .
(1) Gayo, II, 138.- 151. - Ulpiano, lit. XXIII.--- Inst. II, 17 .---Dig. XXVIII,
3. - Donelo , Comm . jur. civ . VI, 16 .
(647)
digo, al menos en cuanto la adición es beneficiosa (58).
4. Si se defiere la herencia á un furioso, hay que distinguir:
a) Siendo la herencia paterna la que se le defiere como heredero
suyo , la adquiere necesariamente , puesto que para nada ha de in
tervenir en ello su voluntad (39).
b) En cualquier otro caso en que se le defiera una herencia co
mo heredero voluntario, ni él, ni su padre, ni su curador pueden
aceptarla (40). Conforme á las disposiciones del derecho moderno,
el padre y el curador deben pedir la bon. poss. provisional, y admi
nistrar la herencia como el resto de bienes del loco (41), quien en
el caso de recobrar sus facultades está obligado á declarar su volun
tad de aceptar ó repudiar la herencia. Mas si muere en el propio es
tado de enagenacion mental, ó si después de su curación no hace de
claración alguna de su voluntad (42) , ó si repudia espresamente la
herencia , el que la administró tiene obligación de restituirla á los
mas próximos herederos después del loco que no acepta (43).
SECCION TERCERA.
CAPÍTULO I.
De la adquisicion en general.
f. 680. Diversas especies de adquisicion .
* * |. 690. C De la trasmisión.
i. Trasmisión do la herencia adquirida.
Pero hay muchos casos en que dicha regla sufre una escepcion:
porque á veces el heredero voluntario que muere antes de declarar
si acepta ó repudia la herencia , trasmite á sus herederos el derecho
de aceptarla. Así:
1 . Cuando el heredero no ha podido verificar la adición por al
gún impedimento legal , sus herederos tienen derecho á aceptar la
herencia que le estaba deferida luego que el impedimento cesa (21).
2. Cuando el heredero no- pudo verificar la adición por estar au
sente en servicio del Estado , pueden sus herederos pedir la restitu
ción por causa de ausencia, y aceptar todavía la succesion (22); es
to es lo que llaman hoy, aunque erróneamente, transmissio ex tafi
te restitutionis in integrum.
3. Cuando se defería la herencia á un infante, y su padre, en
cuyo poder estaba, no la adquiría á nombre de aquel , podia aun ha
cerlo á su propio nombre, conforme á una disposición de Theodosio,
en caso de morir el hijo en la infancia (in infantia). El mismo dere
cho tenia el padre cuando el infante era sui juris al tiempo de la de
lación : esta se llama transmissio ex capite infanlim (25). •
4. Cuando un ascendiente instituye heredero en testamento á
su descendiente, y este muere antes que el testador ó al menos an
tes de adir la herencia, trasmite su derecho de aceptarla á sus des
cendientes , que en tal caso se consideran como sustitutos por la ley;
mas no sucede lo mismo respecto á sus herederos de otra espe-
(24) Cod. VI, 52. Las opiniones de los autores están , poco acordes sobre
esta transmisiun. V. F. A. Nicineycr, Diss. de transmissione. Theodosiana. Hala?,
1812 — C. G. Diehl. Diss. de transmissione Theodosiana. Heidelb. 1814-Thi-
baut, Syslem. p. 675.
L. í, tic. 6, P. VI.
(2o) Const. 19, G. VI, 30. V. mas arriba el §. 688.
La misma I. 2.
(2(5) Quistorp. Rechtl Bemerk, t. II, n". 30 y G. L. Crell, Diss. ulrum he-
redi inslilulo inlra tempus deliberandi merino subslitvtus admiltafur, Vitomb.
1734. Estos dos autores sonde distinta opinión, por razón del fr. 72, D. XXIX,
2. Pero estepasage decide la cuestión según el derecho antiguo, que se halla
modificado después de la introducción de las transmisiones.
(27) Dig. V,3.—Cod. III, ot.-Glúck, Comm. 7." part. §. 562.-57I.-Pa-
blo, Petzold, Spec. observaliomim ad L. 5, C. de hered. pelil. Lips: 1804. —Thi-
baut, Sis/em. 8. 738.-743.-Schweppe , Pandectas. §. 8Ü1.-857.
Til. 14, P. VI.
(28) Fr. 1-3, D. V, 3. Si el heredero abintestato entabla la petición de la
(648 )
de un curador (46 ). Esta ficcion de la ley se acaba tan luego como
el heredero ade la herencia , y se considera como si la hubiese acep
tado desde el momento mismo de la muerte del difunto (47) .
f. 685.' 6. D . Causas que hacen á la persona indigna en materia . de sucesiones
y legados (48).
· Hay muchos casos en que la ley niega al heredero ó legatario la
parte que se le deja , por indigno. En tal caso , que se llama caso de
indignidad , dice la ley: hæres vel legatarius capere non potest, ó bien ,
ei eripitur. Esta porcion , que él ya no es capaz de percibir, se dá
unas veces al fisco y otras á distintas personas (49) ; llamándose la
accion por cuyo medio persiguen su derecho á una herencia deferi
da á persona indigna , hæreditatis petitio.
I. Entre estos casos hay algunos comunes á herencias y legados.
A . Tanto el heredero como el legatario son declarados indignos
en beneficio del fisco :
1. Si han matado al difunto ó atentado contra sus dias (50).
2 . Si habiendo atacado el testamento como inoficioso ó falso han
sido escluidos de su demanda (51) .
3 . Si se han encargado secretamente de remitir los bienes á per.
sonas declaradas inhábiles, fideicomissum tácilum (S. 727) (52).
(46 ) Fr. 1, $ . 4 . al fin , D . L . 4 - fr. 22. $ . 1 , D . XLII , 5 .
(47) Fr. 54 , D . XXIX , 2 - fr . 138 , pr.; fr. 193. D . L . 17 – 18. 2 .
D . XLVI, 2.
(48) Dig . XXXIV , 9 - Cod. VI, 35 - Zimmern , Crundriss des Erbrechts,
on el apéndice p . 78 — Rosihrt , Erbrecht, § . 7 .
(49)" Fr. 16 , pr. D. XXIX , 5 - fr. 2, §. 1; fr. 13 ; ſr. 6 . D XXXIV , 9 –
Const. 4. C . VI, 35.
Por nuestras leyes tambien pertenece al fisco en ciertos casos la herencia de que se pri
va al indigno. Esto que se halla en oposicion con nuestras costumbres puede además en
lenderse derogado en el dia , en que la confiscacion se halla abolida y no debe ser ninguna
pena trascendental á la familia del que la sufre. No faltan , sin embargo , razones para sos
iener lo contrario . .
(50 ) Fr. 3 , D . XXXIV , 9 -fr. 7 , § . 4 . D . XLVII !, 20 - Const. 10. C . VI
53 — C . F. Koch , De bonis hæreditalis heredi accisori tanquam indigno eripien
dis. Lips, 1778 .
L . 13, tit. 7, P. VI.– Nuestras leyes hablan principalmente de los casos en que el here
dero pierde la herencia .
(51) Fr. 8, §. 14 ; fr. 22 , $. 2, 3 , D. V , 2. - fr. 5 , § . 1 , 3 , 5 , 6 , 16,
D . XXXIV, 9 - fr. 13 , §. 9 ; (r. 29, S. 1, D . XLIX , 14 .
Dicha l. 13.
- (52) Fr. 10 , D . XXXIV , 9 - fr. 3 , § . 4 , D . XLIX , 14 - fr. 103, D . XXX .
La misma l. 13.- Si el fideicomisario descubriese el impedimento que tenia para perci
bir la herencia ó legado debe dársele como premio de su franqueza la mitad cuando menos.
L . 14 , til. 7 , P . VI.
(659;
queda obligado por lo que se hizo mas rico. El poseedor de buena fe
tiene asimismo obligación de restituir los frutos percibidos después
de intentada la acción , y los que ha podido percibir; pero no res
ponde d(! los que perecieron por caso fortuito (56).
6) El poseedor de mala fé debe restituir pura y simplemente to
dos los frutos con inclusión de los que pudo percibir (57).
4. El demandado por su parle puede oponer algunas pretensio
nes á las del adversario; así puede exigir:
a) Todo cuanto tenga derecho á pedir de la herencia como acree
dor (58).
b) Los gastos é impensas que en su razón hubiere hecho. Si los
hizo para adquirir los frutos, cualquier demandado , posea de buena
ó de mala fé, tiene derecho á exigirlos por cuanto está obligado á
restituir los mismos frutos (59). Cuando se han invertido en la sus
tancia de la herencia, el poseedor de buena fé puede pedir ra indem
nización de todo gasto aunque después se hayan perdido : el posee
dor de mala fé, puede hacer lo propio en las impensas necesarias;
pero en las útiles soló cuando existen todavía los beneficios ó venta
jas que produjeron. En las impensas voluntarias ó voluptuarias, no
tiene otro derecho que el de llevárselas (jus tollendi) (40).
5. La petición de herencia se estingue conforme á la regla ge
neral de prescripción de acciones, por el lapso de 50 años : y aun
que se dice que dura noventa años para los hijos llamados abintes-
talo á la sucesión paterna , y denlo veinte años para los hijos institui
dos en testamento, esto no tiene fundamento alguno (41).
(660)
ha obtenido la bon. poss. (§. 642), contra el que posee la herencia
á título de heredero ó de poseedor , ó bien que ha dejado de poseer
con dolo (dolo malo): tienden hacer que se ponga al demandante en
posesión' de las cosas corporales de la herencia (42).
2. La especie de misión á los bienes del difunto (tnissio inbona
defuncti que los modernos llaman, remedium ex lege ult. C. de edicto
Divi Hadriani tollendo (VI. 53); por medio de ella, el que ha sido
instituido heredero en un testamento escrito, inatacable en su forma
esterna y exento de todo vicio aparente, puede pedir que se te pon
ga provisionalmente en posesión de la herencia.
3. Otras varias misiones en posesión de los bienes del difunto,
pero que tampoco son mas que provisionales; especialmente:
o) La missio in possessionem ex edicto Carboniano, cuando se dis
pula al hijo del testador su derecho de sucesión , negándole la cua
lidad de' hijo ; este puede pedir, bajo la inspección de un curador,
que se suspenda el pleito hasta su pubertad, y se le ponga en pose
sión de la herencia paterna ; también puede pedir alimentos (45).
b) Ademas lamissio in possessionem quee ventridalur. Cuando una
muger queda en cinta á la muerte de su rharido, puede exigir tara-
bien bajo la inspección de un curador, la posesión provisional de la
herencia, y alimentos hasta que llegue á parir ó se pruebe que no
existe tal preñez (44). >
c) En fin, la bon. poss. quee furioso dalur (45), de que hablamos
ya al §.684.
CAPÍTULO IL
Efectos de la adquisicion de una herencia .
$. 690 . C De la trasmision .
1. Trasmision de la herencia adquirida .
La adquisicion de una herencia produce el efecto importante de
que el adquirente la trasmile á sus herederos como parte integrante
de sus bienes (18 ) .
( 17 ) Const. 22 , §. 1 .14 , C . VI, 30.
L . 5 y sig., tit. 6, P. VI.
( 18 ) Duareno , Comm . in til. Dig. de acq . vel. om . hered . cap. 5 : Opp.
p . 450 — Donelo Com . jur. civ . VII, 4 - J. H . Berger, Diss . de Transmissione
hereditalis . Vileb, 1688 ; y en sus Diss. sel., p. 463. - C . F . F . Bucher , Diss .
dejure lransmisionis hæredilalis el legati.Marb . 1805 - F . M . Sleppes,Die lrans
mission der Erbschaft nach ram . Rechle, ó De la transmission de la sucesion
por derecho romano. Munich . 1831.
(656 )
1. Como el heredero suyo adquiere la herencia que se le deja de
pleno derecho en el momento mismo de la delacion , se sigue que la
trasmite á sus herederos con tal que sobreviva un solo instante al di
funto , y aun cuando ignore que se le defirió (19 ) . Esto es lo que
· llaman hoy transmissio ex capite suilatis.
12. El heredero voluntario , por el contrario , no adquiere la he
rencia sino mediante la adicion , y en su virtud hay que aplicar á él
la regla , hæreditas nondum adita , non trunsmittitur ad hæredes ( 20 ) .
§. 694 . 2. Trasmision del derecho de adicion :
Pero hay muchos casos en que dicha regla sufre una escepcion :
porque a veces el heredero voluntario que inuere antes de declarar
si acepta ó repudia la herencia , trasmite á sus herederos el derecho
de aceptarla . Así:
1 . . Cuando el heredero no ha podido verificar la adicion por al
gun impedimento legal , sus herederos tienen derecho á aceptar la
herencia que le estaba deferida luego que el impedimento cesa (24).
2 . Cuando el heredero no pudo verificar la adicion por estar au
sente en servicio del Estado , pueden sus herederos pedir la restitu
cion por causa de ausencia , y aceptar todavía la succesion (22) ; es
to es lo que llaman hoy , aunque erróneamente , transmissio ex capl
te restitutionis in integrum .
3. Cuando se defería la herencia á un infante, y su padre, en
cuyo poder estaba, no la adquiria á nombre de aquel , podia aun ha
cerlo á su propio nombre , conforme á una disposicion de Theodosio ,
en caso de morir el hijo en la infancia (in infantia ) . Elmismo dere
cho tenia el padre, cuando el infante era sui juris al tiempo de la de
lacion : esta se llama transmissio ex capite infantiæ ( 25 ). •
4 . Cuando un ascendiente instituye heredero en testamento á
su descendiente , y este muere antes que el testador ó al menos an
tes de adir la herencia , trasmite su derecho de aceptarla á sus des
cendientes , que en tal caso se consideran como sustitutos por la ley ;
mas no sucede lo mismo respecto a sus herederos de otra espe
(19) ' Const. 3 , C . VIJI, 30.
( 20 ) Const. 7 , C . ibid .
(21) Fr. 3 , §. 30; fr. 4 , D . XXIX , 5 —Befr.p 4 , §.ult.;
t fr. 3 , D . XXXVII, 4
DE ,86,87. Di, 30 - lante iene este
(22) Fr. 30 , pr.; lr. 86, pr. D . XXIX , 2 - Const. 1 , c . 2, 51.
(23 ) Const. 18. § . 1 , 3 , C . VI, 30 — Realmente este caso no pertenece a los
verdaderos casos de transmision ; porque el padre tiene este derecho , palrio ju
re , y no como heredero del infante .
V . la l. 13 , til. O , P , VI.
( 657 )
cie. Este principio se funda tambien en una constitucion de Theo
dosio, y á semejante trasmision la llaman hoy , transmissio Theodo
siana (24 ).
5 . Cuando muere el heredero dentro del año en que ha tenido
noticia de habérsele deferido la herencia , ó antes de transcurrir el
término que se le concede para deliberar , y no ha hecho su declara
cion , todavia sus sucesores pueden aceptar la herencia en el tiempo
que queda hasta la conclusion del plazo . Esta especie de trasmision
se llama hoy , Iransmisio Justinianea , porque su base es una consti
tucion de dicho emperador (25 ).
El que tiene derecho á adquirir una herencia , fundado en algu
na de las trasmisiones referidas , escluye a todos aquellos que su cau
sante derecho hubiera escluido ; por consiguiente tambien á los sus.
titutos de este último (26 ).
. 8. 692. De los medios que compelen alheredero para perseguir su derecho.
1. De los medios petitorios.
(68) Const. 20,§. 1, alfiu, C. VI, 20. — Cpr. fr. 25, pr. D.V . 2.—Const.
55 , $ . 2, C . III, 25.
(69) Piespecto del derecho antiguo; Ulpiano, XVII, XVIII.- Respecto al de
recho nuevo: Dig . XXVIII, 5 ; XXIX , 2 . - God . VI, 10 y 15 .
Bibliografia. Gayo, Recill. ad Cod . lib. VI, lit. 51. - Donelo Comm .jur cio .
VII, 12, 18 . - Duoreno, De jure acrescendi; in Oper e. Frf. 1592. p. 1075 .
Th . Papilonio , De jure acrescendi en Ulto . Thes. i. IV. p 765 - Edm . Merilio ,
Dejure acrescendi el conjunclionis :ibid . t. IV, p. 1753. - Scipion Gentilis. Tract.
de jure acrescendi ( In Oper. Neap. 1763 , 1. I, p . 178 ). - Mayansio , De jure
acrescendi; in Disp . jur. civ . I. II, disp. 38 . - J . A . Bach , Diss. de jure acres
cendi; in Opusc p. 323. - Th . G . van Alphen , De origini, nalura et effeclue jur
accresc. Lugd -Bat. 1807. -- l'inc. G . A . Ludwig , Diss. 1 .4 de jure acrescendi.
Lips. 1817. - A . G . Huindecooper, Diss . de jure acrescendi ex legibus Rom .
Traj . ad Rhen . 1817. - J . Cousturier, Diss de jure acrescendi. Leodii. 1825 .
W . M . Rossberger, Jus acrescendi ex fonlibus juris rom . genuinis illustralum .
Lips. 1827. - Rudoril, De la callucorum vindicalio , en el Journ . pour la jurisp . .
kisl. 1. VI: p . 397. - = Rorshirt Erbrecht, cap. 2 . § . 29.
En España pudiendo morir uno parte trstado y parte intestado, segun repetidas veces
bemos dicho , no es de necesidad el derecho de acrescer, y por consiguiente cesaria en la
mayor parte de los casos que el autor menciona en este párrafo y los dos siguientes , pasan
do la porcion vacante á los herederos abintestalo . Subsistirà , sin embargo , tal derecho
siempre que provenga ó se deduzca de la voluntad del testadur.
(70 ) 8 . 5 , J. U !, 9 (10 ) - Cod . 10 . - Sobre la cuestion si vendida una suce.
sion, el derecho de acrescer compete al comprador ó al vendedor , v . fr. 2, § . 1 ,
D . XVIII, 4 ; y sobre este pasage Glück, Comm . 16 . part. p. 311. - Rubo, Diss.
(666 )
no tienen derecho de acrescer, sino cuando el que falta carece de sus.
tituto , ó bien este llega asíinismo á faltar (71).
3 . El testador no puede prohibir directamente el derecho de
acrescer ; pero sí indirectamente haciendo una sustitucion (72) .
4 . La agregacion o aumento se verifica de pleno derecho, y aun
ignorándolo ó resistiéndolo los demas herederos (73) ; pormanera que
no hay necesidad de aceptar la portion vacante : acresce cum omni
onere , y el heredero , en quien ' recae queda obligado por todas las
cargas que pesan sobre ella (74).
5 . El derecho de acrescer no aprovecha a aquellos cuya parle
hereditaria , sea por testamento ó abintestato , se halla determinada
segun la ley en un máximun absoluto ó relativo que ya han perci
bido; pero concurren , para comprobar la cuota de estemáximun (75) .
redeEn la sucesion
funda entetestamentaria
ros sese funda
rederos etesta(78regla
, el derecho
í es ppro
). Aq: unemo
deeacrescer
s los htestatus
iedparte entre cohe
rederopro
s parte in
teslatus decedere potest (78 ). Aquí es preciso considerar :
1 . El modo con que fueron instituidos los herederos : :
a) Son re et verbis conjuncti que el derecho romano califica de
conjuncti y hoy se dicen tambien mixtim conjuncli) , cuando se insti
tujen pura y simplemente , esto es, sin determinacion de partes y
en una misma frase , por egemplo , Titius et Sejus hæres esto.
b ) Son disjunoli s. re tantum conjucnti , cuando se instituye he
redero á cada uno pura y simplemente y en toda la herencia , pero
nombrándole en frase separada , como Tilius hæres esto , Sejus hæ
res esto.
c) Y son verbis tantum conjuncti, si están llamados en la misma
frase ; pero instituyendo á cada uno en su parte determinada de la
herencia , por egemplo Titius et Sejus hæredes sunto , æquis parti
bus (79)
2 . Hay que examinar ademas quién es el que falta . Asi:
a ) Cuando todos los . herederos están instituidos del mismo
modo , la parte del que falta acresce á los demas en porciones igua
les ; pero cuando son verbis conjuncti, acresce solo en proporcion de
lo que lleva cada uno (80 ) .
b) . Cuando no aparecen instituidos del mismomodo , la porcion
del mixlim conjunctus que falta , solo acresce á los conjuntos con él.
Si por el contrario faltase un disjunclus ó un verbis conjunctus, su por
cion vacante acresce a todos los demas , y por consiguiente tambien
á los mistim conjuncti ; pero estos , no pudiéndose considerar mas
que como una sola persona por razon de su enlace en la misma frase,
tampoco perciben mas que una sola parte para todos (81) .
(78) Cod. VI,51. Por esta razon jamás tiene lugar de pleno derecho en el
testamento militar ; sino únicamente cuando el soldado lo manda espresamente ,
porque de otro modo la porcion vacante vuelve a los herederos abintestato . fr .
37 , D . XXIX , 1 . - Cunst . 1 . C . VI, 21 .
(79) Ş . 8 . II, 20 . - fr. 89 , D . XXXII. fr. 142, D . L . 16 .
(80) Pero no ha lugar el derecho de acrescer para el que fué instituido á
parte determinada (pars quanla ) ó cosa fija , á este no le aprovecha , sino en el
caso de que falten todos los demas. — Ch . V . L . Henneman , Examen de la ques.
tion dedroit: Si un heritier institué in re cerla doit ctre consideré comme lega
taire á colé d' un aalre heritier institué sans cette restriction . Schwerin et Wis
mar, 1790 . - J . Volckmann , De heredibus in re certa scriptis. Lips. 1827.
(81) Const . un . §. 10 , C . VI, 61. - pr. $ . 8 . J. II, 20. - fr. 20 . $. 2 ;
fr. 59, § . 3; fr. 63; fr. 66 . D . XXVIII , 5 . - fr . 1, 11, D . VII, 2 .
L . 14, tit 5 , P . VI.
83
(678)
do sólo se determina el género y no el individuo , el legado toma el
nombre de legatum generis (§. 149). El legado de cosa determina
da solo por su ¿énero, es nulo si dicho género por su generalidad
comprende también cosas inútiles, y el difunto ninguna deja del gé
nero legado (55). Mas cuando hay en la herencia objetos del género
legado , el derecho de elegir pertenece á aquel á quien se le haya
dado el testador. Si tiene este derecho el. mismo legatario, el legado
se llama legatum oplionis s. eleclionis, y entonces el legatario puede
escoger lo mejor: si le tiene el heredero, por el contrario, no puede
dar* la cosa peor (54). Si el tesíador no ha concedido el derecho de
elección al uno ni al otro, corresponderá al legatario cuando el lega
do por su naturaleza produce acción real, y al heredero cuando el
legado solo produce acción contra él; como en general la elección es
del deudor en materia de obligaciones. Mas en el primero de estos-
casos, no podrá el legatario escoger lo mejor, ni el heredero, en el
segundo, puede obligarle á que acepte lo mas malo (55).
1. Nocion (18 ).
Se vé , pues , que la confeccion de un codicilo no requiere tan
tas formalidades como la de un testamento ; y en cuanto a su conte
nido lo mas importante es el nombramiento de heredero directo y la
réserva debida á los legitimos en testamento : es por tanto posible
que una disposicion de última voluntad , destinada a valer como tes.
tamento segun la intencion del difunto , conserve las condiciones ne.
cesarias para servir de codicilo , si la faltan las del testamento . En--
tonces dicha disposicion subsiste cuando el testador ha declarado es
presamente , que si su testamento no tenia efecto como tal testamen
10 , queria que valiese al menos como codicilo . Esta declaracion del
testador se llama hoy cláusula codicilar (cláusula codicillaris) ( 19) .
$. 704. B . Efectos de ella .
Es supérfluo añadir esta cláusula cuando se han llenado todas las
condicicnes y formalidades del testamento . Pero en el caso contrario ,
ó bien se han observado las formalidades necesarias en un codicilo ,
ó no. Si no se observaron , la cláusula no tiene efecto alguno (20 ):
si fueron observadas su efecto es hacer que se considere el testa
mento como un codicilo , y queden subsistentes , como fideicomisos,
las disposiciones en el contenidas (21) .
Cuando en tales circunstancias existe otro testamento anterior
válido , la herencia se defiere al instituido en este testamento como
heredero directo (22); pero le queda la obligacion de restituirla co
( 17)L . 25,Const. 52, C . VI, 42 — 5. 12, J. II, 23 — V. mas adelante el §. 706.
tit. 11.
P . II.
(18) Sam . Stryck , De clausula codicillari ; en sus Disert. jurid . Francfort,
tomo. I , núm . 184C. F . Tauchert, Diss. de clausula codicillari. Halæ , 1828
R . Sickel, Diss. de vi clausulæ codicillaris in lest, nullo Lips . 1829 .
(19) Fr. 29, $. 1 , D . XXVIII , 1 - Cpr. fr. 88 , S. 1 , D . XXXI - Const. 8 ,
$. 1, C . VI, 36 - Esta cláusula no se sobre-entiende segun los fr. 1 , D . XXIX , 7
y fr. 41, §. 3, D . XXVIII, 6 , combinados con el .fr. 20, pr. D . XX VIII , 1 ; es
cepto en el testamento militar, fr . 5 , D . XXIX , 1 . .
(20 ) Si el testador es incapaz para hacer disposicion de última voluntad,
queda igualmente sin efecto la cláusula . Por la misma razon el testamento in
oficioso por estado de demencia del testador no puede subsistir por medio de la
cláusula codicilar, fr 13 , D . V , 2 .
(21) Fr. 2 , $ . 4 , D . XXIX , 7 - fr . 88 , $ . 17, D . XXXI.
(22) En virtud del §. 7, I, II , 17 — 8r. 2. D , XXVIII , 5 - Const. 27 ;
C. VI, 23.
( 672 )
mo herencia fideicomisaria , al instituido en el segundo testamento
con cláusula codicilar.
2 . Cuando no existe otro testamento anterior válido , la herencia
recae directamente en los herederos abintestato , quienes están obli
gados á restituirla como fideiconiiso (23 ) . Tanto en uno como en
otro caso tiene derecho el heredero directo a la quarta l'alcidia y Tre
bellianica (24 ) .
3. Por lo demás siempre que en el testamento baya cláusula co
dicilar , el heredero instituido tiene opcion á reconocerle , bien como
tal testamento , ó bien como codicilo : una vez reconocido ya no pue
de arrepentirse : sin embargo , es licito á los padres instituidos en el
testamento , y tambien á los ascendientes agnados del difunto hasta
el 4 .° grado , y á los cognados hasta el 3 .°, que sostuvieron al prin .
cipio la validez de la última voluntad bajo el carácter de testamento ,
pero que fueron vencidos en su accionó la abandonaron , conservar
á dicha última disposicion sus efectos en concepto de codicilo. No
asi cuando desde un principio la aceptan como codicilo , que enton
ces no pueden intentar en adelante que surta sus efectos como tes
tamento (25) .
CAPÍTULO II.
11, 10 y sig14,J.II,2
(17)Dhas.Arg;$. 0.--fr.114,3: 14,D.XXX.
. y especialmente la 11, y 46. .
( 18 ) Fr. 12, D . XXXII. - fr. 112. $. 3 , D . XXX .
Arg . de la I. 15 , tit. 9 , P . VI.
(687)
gar el legado integro hasta que los pagos reiterados vengan á dismi
nuir la cuarta ; entonces ya deben reducirse (82). En el segundo ca
so es necesario completar inmediatamente la cuarta , y verificar la
reducción del legado ; haciéndose esta en proporción á ía edad del le
gatario y á la presunción de lo que ha de vivir (83). El legado en tal
caso se considera como un todo que debe reducirse para dar al here
dero su cuarta y dividirse con arreglo al número presunto de años
que restan de vida al legatario.
|. 732. De la reunión que hizo Justiniano de los dos Setos, en uno tolo.
Jusliniano reunió los derechos del Seto. Pegasiano con los del
Seto. Tiebeliano, y de esta reunión se derivan los siguientes prin
cipios :
1. El heredero directo encargado de restituir un fideicomiso
universal , tiene en todo tiempo el derecho de conservar el cuarto
de su porción hereditaria (quarta Trebclliana).
2. Los créditos y deudas de Ja herencia deben considerarse di
vididos de pleno derecho entre el fiduciario y el fideicomisario: este
por consiguiente queda siempre hwrcdis loco (18).
5. El fiduciario que voluntariamente no quiere aceptar la he
rencia, puede ser obligado á ello; pero entonces pierde el derecho
á sacar el cuarto, y todas las demás ventajas que pudiera pretender
corresponderle por la última voluntad del difunto (49).
4. Finalmente, cuando el fiduciario ha aceptado la herencia y
está en posesión , puede ser reconvenido por el fideicomisario me
diante la adío persónate ex testamento, para que se la restituya.
Cuando no está en posesión, debe al menos restituirla de palabra,
y el fideicomisario tiene contra el tercer poseedor pro harede 6 pro
posse*sóre, la petición de herencia fideicomisaria (haredilatis petitio fi-
deicomissaria (20).
f. 755. 4. De la cuarta Trebeliámra en particular.
• LIBRO QUINTO.
»
Del concurso de acreedores (1).
CAPÍTULO I.
Nociones preliminares.
I. 742 II. Del procedimiento con arreglo á las XII labias (2).
(13) Fr. 58, §. I, D. XVII, I—fr. 10, pr. D. II, 14—Const. 10, pr.
C. VII, 72.
• (14) Fr. 32. D. XLII, 3—Const. 6, G VII, 72.
(lo) Pr. J. 30—fr. 23, 40, 53, D. XLVI, 5.
(16) Const. "4, C. I, 19.
En Kspaña los mismos acreedores pueden conceder moratoria al deudor , 1. 6: pero no
el rev ni los tribunales, según la concedían jntes.
88
(708;
llamarse Uleree s. inducía: quinquetmaks. Pero solo pone al deudor á
cubierto de la ejecución, no de la introducción de la acción: el deudor
está obligado á contestar la demanda contra él intentada, si bien la eje
cución queda en suspenso hasta, después de concluida la moratoria.
5. La espera que dan los mismos acreedores. Esta espera es vo
luntaria cuando consienten en ella todos los acreedores , y forzosa
cuando la otorga solo la mayoria : el fundamento de la segunda es
una disposición de Justiniano (17). Según la constitución de dicho
emperador , los acreedores tienen á su arbitrio el aceptar inmediata
mente la cesión de bienes , 6 dar un plazo á su deudor ; y cuando la
mayoria es de este dictamen, la minoría debe conformarse con él.
La mayoria no se determina por el número de individuos , sino por
el valor ó importe de los créditos ; de manera que si un acreedor
concurre por cantidad mayor que todos los demás, su voto solo, ven-
qe á todos los otros reunidos. Cuando están divididas las opiniones de
los acreedores , y son iguales las sumas que tienen derecho á exigir
por una y otra parte , prevalecerá el dictámen favorable á la espera
(hwmanior sententia). La calidad délos créditos importa poco: los
acreedores quirografarios pueden vencer á los hipotecarios. Además,
semejante dilación forzosa presupone que el deudor no es culpable
de su insolvencia, y que esta se halla probada ; porque mientras ca
da acreedor pueda quedar completamente satisfecho con la venta de
bienes del deudor, ninguno puede ser obligado á conceder la espera.
Después de abierto el concurso, tampoco se puede obligar á la mi
noría de acreedores á que consienta en la espera.
4. El concordato ó quila, cuando los acreedores- declaran que se
avienen á perder una parte de su crédito, y se contentan con el tan
to por ciento. La quita es como la espera, (¡voluntaria si la consien
ten todos los acreedores, ó forzosa si reúne solo la mayoría de votos.
Pero la quita forzosa no es admisible por derecho romano, sino cuan
do la pide el succesor en una herencia insolvente y antes de la adi
ción á los herederos del deudor difunto. Unicamente en este caso se
puede obligar á la minoría de acreedores á que acepte la quita re
suelta por la mayoria (18).
capítulo n.
Nociones preliminares .
$ . 741. 1. Nocion del concurso de acreedores.
La apertura del concurso hace que pasen todos los bienes pre
sentes y activos del deudor, á manos de- sus acreedores, en cuanto
* aquel gozaba de la libre facultad de disponer de ellos, y con el fin
de enagenarlos y hacerse pago, según las disposiciones de la ley,
prévia la autorización judicial. Sigúese de aquí:
1. Que los acreedores que entran en los bienes del deudor, no
se pueden considerar como sucesores universales suyos, y única
mente tienen el carácter de sucesores particulares, puesto que suce
den en la totalidad de bienes activos y no en las deudas de su cau
sante derecho.
2. Que, sucediendo en los derechos activos del deudor, adquie
ren la facultad de recobrar tanto por acción real., como por acción
personal , cuantas cosas pertenecen á este y se hallan en poder de
otro; especialmente los créditos que puede reclamar.
3. Pero los derechos activos del deudor pasan á los acreedores
en los mismos términos que aquel los tenia, y así los acreedores no
adquieren contra el tercero mas derecho que el correspondiente al
deudor. Resulta de esto :
a) Que si alguno gozaba ya, antes de abrirse el concarso, el
derecho de retención en cosa del deudor, puede hacerle valer, des
pués de abierto, contra los acreedores hasta que le hayan paga
do (3), salvo si los acreedores tuviesen derecho á exigir que devuelva
la cosa, por medio de la acción hipotecaria; pero aun entonces, le
han de abonar las impensas necesarias y útiles que hizo en ella (4).
b) Que el acreedor de prenda, aunque está obligado á denunciar
su crédito al concurso , no lo está á devolver la prenda en cuya po-
CAPITULO V.
|. 752. Noción.
Son de esta especie (ex jure debili) los acreedores personales del
deudor común que por alguna razón pueden pretender que se separe
de la masa, cierta parte de bienes para ser reintegrados con ella de
sus créditos con esclusion de los demás acreedores.
Pertenecen á esta clase :
A. Los acreedores y legatarios del difunto, cuyo heredero es el
CAPÍTULO VI.
sentLaes yapertura
activare del concurso hace que pasen todos
la libre facultaa, segun las dis
sentes y activos del deudor , á manos de sus acreedores, en cuanto
los bienes pre
aquel gozaba de la libre facultad de disponer de ellos , y con el fin
de enagenarlos y hacerse pago , segun las disposiciones de la ley,
prévia la autorizacion judicial. Síguese de aquí:
1. Que los acreedores que entran en los bienes del deudor, no
se pueden considerar como sucesores universales suyos, y única.
mente tienen el carácter de sucesores particulares , puesto que suce
den en la totalidad de bienes activos y no en las deudas de su cau.
sante derecho .
2 . Que, sucediendo en los derechos activos del deudor, adquie
ren la facultad de recobrar tanto por accion real, como por accion
personal , cuantas cosas pertenecen á este y se hallan en poder de
otro ; especialmente los créditos que puede reclamar.
3 . Pero los derechos activos del deudor pasan a los acreedores
en los mismos términos que aquel los tenia , y así los acreedores no
adquieren contra el tercero mas derecho que el correspondiente al
deudor. Resulta de esto :
a ) Que si alguno gozaba ya , antes de abrirse el concarso , el
derecho de retencion en cosa del deudor, puede hacerle valer , des.
pues de abierto , contra los acreedores hasta que le hayan paga
do (3 ), salvo si los acreedores tuviesen derecho a exigir que devuelva
la cosa , por medio de la accion hipotecaria ; pero aun entonces, le
han de abonar las impensas necesarias y útiles que hizo en ella (4 ).
b ) Que el acreedor de prenda , aunque está obligado á denunciar
su crédito al concurso , no lo está á devolver la prenda en cuya po
(2 ) Fr. 28 , pr . D . L . 16 .
(5 ) Fr. 13 , $. 8, D . XIX , 1 . - fr . 22, D . XVIII, 4 .
(4 ) Fr. 29, ſ. 2 , D . XX , 1. - fr. 44. § . 1 . D . XXXIX , 2 .
(725)
INDICE.
SECCION I.
NfftMi
J 1. Idea de derecho y de la ley en ge J 9. 5. De la jurisprudencia. . . .
neral 1 | 10. B. Del derecho en el sentido su-
S 2. Del derecho en relación con la li ieti vo.
bertad de obrar id. 1. Dererecho y deber (
| 3. A. Del derecho en el sentido ob s n. 2. Deberes perfectos é imperfec
jetivo, i tos id.
1. Del derecho natural y posi J 12. 3. Derechos perfectos t' imper
tivo . 2 fectos 7
S 4. 2. De las fuentes del derecho I 13. , 4. Garantía que da el Estado á
positivo '3 los derechos jurídicos. . id.
í 5. a. Del derecho que provie-. S 14. ti. Del siigcto y del objeto del
ne de las leyes. . . id. derecho id.
S 6. 4. Del derecho derivado de 5 ib. 6. Clasificación general de los
la costumbre. ... i derechos id.
S 7. 3. De la preferencia que res § 16. 7. Clasificación general de los
pecto al derecho anterior deberes 8
merece el mas moderno. . id. § 17- 8. De ¡as acciones y de las es-
S 8. 4. Del derecho público y del cepcioues id
privado 5
SECCION II.
Historia de las fuentes del derecho romano.
%. 18. 1. Del derecho romano y de su
historia. . ....... 9 PRIMER PERÍODO.
$. 19. 2. Fuentes de la historia del de
recho romano id. Desde la fundación de Roma hasta las XII Tai-las.
5. 20. 3. Periodos de la historia del de
recho romano H i 21. Constitución primitiva de Roma. li
( 716 )
1. La masa comprende todo cuanto pertenece a los bienes disponi
bles del deudor al tiempo de abrir el concurso, y cuanto puede con
tribuir al pago de los acreedores :- ademas, todos los frutos de estos
mismos bienes, y en fin todo lo que adquiere el deudor mientras
dura el concurso. Sin embargo , el acreedor que hizo uso de la cesion
de bienes, goza del beneficium competentiæ respecto á los bienes nue
vamente adquiridos despues de la apertura del concurso y aun du .
rante el.
2. Quedan escluidos de la masa :
a ) Las herencias, legados y donaciones simplemente deferidos
al deudor antes ó despues de abierto el concurso ; pero no adquiri
dos todavía por este (1 ).
6) Los vestidos diarios del deudor y su familia , así como los
muebles usuales y de necesidad cuotidiana ( 2).
c) Las insignias honoríficas del deudor (3 ) .
d ) La dote de su muger, porque la muger tiene el derecho de
repetir la dote , aun constante el matrimonio , cuando el marido viene
á pobreza , y revindicar los bienes dotales todavía existentes ( 4 ) .
e) Todas las cosas que no pertenecen al deudor aunque se ha
llen en su poder : por egemplo , las prestadas ó depositadas , y espe
cialmente los peculios de sus hijos en cuanto estos tienen la propie
dad de ellos; pues el peculio profecticio del hijo pertenece a la masa
como propiedad del padre. .
· La masa se administra por un curador particular que desempeña
su cargo bajo la inspeccion del juez : llámase curador de los bie
nes (5 ) y los administra del siguiente modo ;
1 . Es nombrado por los acreedores á pluralidad de votos y con
firmado por el juez : en caso de discordia entre los acreedores , el
juez le nombra directamente (6 ). ,
2 . El que puede ser curador en general, y tiene suficiente cono
(1) Fr. 6 , pr. §. 1 -4 , D . XLII, 8. - Const. 2, 3 , C . VII. 75 . - Comp. fr. 7,
. 17, D . II, 14 .
(2 ) Arg . fr. 6 - 8 . D . XX, 1 .
' L . 1, ijt. 15 , P . V .
( 3 ) Fr. 29, D . XLII, 5 .
14 ) Const. 29, 30. C . V , 12.
' Arg. de la l. 29, tit. 11, P . IV .
(5) Dig. XLII, 7.
A este curador se le llama en nuestro derecho administrador , el cual es algunas veces la
misma persona que el defensor del concurso. Sus principales obligaciones son las que enu
mera el autor en el testo .
CAPITULO V .
Son de esta especie (ex jure debili) los acreedores personales del
deudor comun que por alguna razon pueden pretender que se separe
de la masa , cierta parte de bienes para ser reintegrados con ella de
sus créditos con esclusion de los demas acreedores.
Pertenecen a esta clase :
A . Los acreedores y legatariosdel difunto , cuyo heredero es el
SECCION IV.
CAPÍTULO VI.
TITULO IV.
| 321. c. Preferencia de las hipole-
cas privilegiadas. . . Modus de extinguirse los derecltos de prenda e hi
§ 322. 3. Hipotecas no privilegia- . poteca.
das
5 323. B. Derechos del acreedor
primero en orden. . 320 Pkíbii
5 324. C. Derechos del acreedor pos
terior.—Jt:s offertnai. . id. § 326. I. Modos de estingu irse comu
5 325o. III. Acciones que provienen de nes á todos los demás
la prenda é hipoteca. derechos 330
A. Acciones petitorias. . . 327 § 327. II. Según la naturaleza especial
§ 5256. B. Acciones posesorias. 32'.l del derecho 331
LIBRO XI.
De las obligaciones.
{ 328. Noción y estension de las obligaciones consideradas cjmo derechos .... 332
SECCION I.
Nociones generales.
SECCION II.
Fuentes de las obligaciones.
CAPITULO I.
o. Obligaciones del
Ve tan u'uii(¡ac¡unes que nacen de cunccncion. vendedor. . . 369
J 371. b. Obligaciones del
comprador. 371
S 372. 3. Acciones d»l contrato
! ."km. I. Noción de la convención. . 357 de venta. . . . 373
1 354. II. De las promesas y Je los vo 5 373. E. De la rescisión de la
tos id.
2 353. 111. De las condiciones de las S 574. II. Del contrato de arrendamiento.
convenciones. 374
A. Ideas generales. . . . 338 í 373. ti. De las especies de arren-
| 336. tí. Causas que vician el con 375
sentimiento. 1 376. 1. Del arrendamiento de
i . El dolo 330 cosas.
| 337. i!. La fuerza 360 a. Objeto de él. ... id.
¿i 338. 3. El error id. J 377. b. Obligaciones de los
J 339. 4. La simulación. . . 361 contrayentes.
í 360. IV. De las diferentes especies de a. Obligaciones del
condiciones id. locador. . . 576
| 361. V. Efectos de la convención. . 562 § 578. b. Obligaciones del
5 363. VI. Especies de la convención. conductor . . 378
A. Nociones generales. . . 363 § 579. r. Cómo se araba el
5 363a. ti. Según derecha romano arrendamiento
en particular. de cosas. . . 379
I. De ios contratos y pactos. 364 § 380. 2. Del arrendamiento de*
% 563A. 2. Convenciones que prulu- obras.
cian acción por derecho a. Objeto de él. . . . 380
romano id. § 581. b. Obligaciones de los
contrayentes. . . id.
TITULO I. J 582. c. Modo de concluirse el
arrendamiento de
De los contratos. obra 381
J 385. C. Acciones que nacen del
contrato de arrendamiento. 382'
| 564. Causa obUgalionum ex contraclu. 363 5 584. III. Del contrato enfiteutico. . id.
§ 583. IV. Del contrato de sociedad.
/. Obligaciones qum consensu contrahuntur. A. Idea general 385
§ 386. ti. De las especies de socie
5 563. Noción y especies de ellas. . . id. dad id.
5 366. I. Del contrato de venta. % 587. C. Obligaciones y derechos
A. Noción 566 de los socios entre si. . 584
i 567. B. Del oí jeto de la venta. . id. § 388. 1). Derechos y obligaciones
S 568. C. Cuándo se entiende per-r de los socios respecto ;i
feccionada 567 un tercero 383
{ 569. D. Efectos de la venta. •§ 589. E. De la disolución de la so
1. Del riesgo y daño de ciedad 586
la propiedad de la g 590. V. Del mandato 587
cosa vendida. . . 508 A. Noción id.
$ 570. 2. De las obligaciones de 391. B. Especies del mandato. . 588
los contrayentes en 392. C. Obligaciones mutuas de
particular. los contrayentes . . 589
(736)
»
(727 )
SECCION III.
Suerte que esperimentó el derecho romano despues de la muerte de
Justiniano.
Páginas. Paginas
SECCION VI.
De los diferentes métodos de enseñanza y de la bibliografia del derecho
тотапо.
$ 107. De los métodos en general. . 105 D. Colecciones de disertaciones
$ 108. Métodos de los glosadores. . . 106 sobre las antigüedades y la
109. Métodos posteriores. . . id . historia del derecho.
Š 110. Inconvenientes de descuidar los 4 . De un mismo autor. . . . 118
cursos exegéticos. . 2. De diferentes autores. . . id .
$ 111. Bibliografia escogida de dere VI. Obras dogmáticas.
cho romano. A . Manuales.
I. Obras bibliográficas. . . . . 1. Sobre la Instituta.
II. Obras lexicográficas. . . . a. Segun el orden legal, . 119
. . .
crito . . . . . . . . .
(729)
SECCION II.
De las personas.
Páginas. Paginas.
$ 116. Idea de persona en general. . 136 132. .. Diversas especiesde hi
Ś 117 . Homoqui plures personas sustinet. id. jos ilegitimos. . : 150
$ 133. 1. Diversas especiesde co.
laterales. . . . .
CAPITULO I. $ 134. g. Del parentesco simple
y del doble. . . . 151
De las personas fisicas. $ 138. 6. De la afinidad.
a. Nocion de ella. . . . .
$ 118 . I. De la capacidad en general. , 137 $ 136 . b. De los grados de afini
con un can
SECCION III.
De las cosas.
$ 146 . De las cosas en general. . . 160 I $ 164. 2 . Frutos. . . . . 166
Š 147. Cosas incorporales. . .. 1$ 155 . B . Impensas. . . . . .
Š 148. Cosas muebles é inmuebles. . Iš 156 . Division de las cosas respecto á
149. Del género y de la especie.- -- su dueño.
Cosas fungibles y no fungibles. A . Cosas que no pertenecen á
150. Cosas individuales y universali nadie . . : . : . : : ,: . .
dad de cosas. . |$ 1570. B. Cosas de particulares,deco
$ 151a. Cosas divisibles é indivisibles. 164 munidad ó corporacion y
$ 1516. Cosas presentes y futuras. . . id . públi cas. . .
§Š 152.
153.
Cosas principales y accesorias. 165 $ 1576. C. Cosas que están fuera del
A . Causa rei. comercio. . . . . . .
1. Acciones, . . . id . I
( 730 )
SECCION IV.
De los derechos ymodo de perseguirlos.
Páginas.
§ 174 . d . De la causa . . .
$ 175. e. De los pactos. . . 1999. E.. Deciones. . . . de. las
la duracion . . ac. 203
on
INSTITUCIONES
ĐỀ CŨ ROYARD.
PARTE ESPECIAL.
LIBRO J.
De los derechos reales.
Páginas. Páginas
SECCION III.
De la adquisición de la herencia.
LIBRO II.
De las obligaciones.
$ 328 . Nocion y estension de las obligaciones consideradas como derechos. . . . . 35%
SECCION I.
Nociones generales.
CAPITULO 1. CAPITULO III.
Nocion y division de las obligaciones en ge
neral.
De los perjuieias y su resarcimiento .
$ 329. I. Nocion de la obligacion . . 333 339. I. Nocion del perjuicio . . . 342
340 . II. De la causa del daño. . . . 515
330 . II. Division de la obligacion . 341. AB .. Del
Del caso
A . Con relacion al sujeto. . . id § 342. dolo fortuito . . . . id.
y de la culpa .
wyn
CAPITULO I.
a . Obligaciones del
De las obligaciones que nacen de convencion . vendedor. . :
Páginas.
|$ 371. b. Obligaciones del
comprador. . .
$ 353. 1. Nocion de la convencion . . 557
$ 372 5. Acciones del contrato
venta. .
Š 384. II. De las promesas y de los vo § 373. E . De de
la rescision de. la.
tos. . . . . . . venta. . . . . . .
$ 553. II . De las condiciones de las
convenciones.
$ 374. II. ADel contrato de arrendamiento.
. Nocion . . .
A . Ideas generales. . . . $ 375 . B. De las especies de arren
$ 356. B . Causas que vician el con damiento. . . .
sentimiento .
1. El dolo . . .
|$ 376. 1. Delcosas.arrendamiento de
357 . 2. La fuerza . . . . a.6. Obligaci
Objeto deones
él. .de . los.
on
♦
(737)
TITULO IV. TITULO I.
De los rmrtnios de seguridad ó garantía. Ce las obligaciones que nacen rumo de contratos.
Piginal.
8 135. Su noción y especies. . . 423
i 436. DeA.la Suintercesión. . . .
noción y especies.
id.
5 459. Noción 4 i!
id.
8 460. A. De la gestión de negocios. id.
5 437. B. De la fiama. 425 1. Noción id.
1. Noción. . . . id. 2. Condiciones de la negotio-
J 438. 2. Efectos de la fianza, I 461.
42o
S 439. o. Fian/a de la fianza. 420 rum pestio .... 4ió
5 440. C. Del constituto de la deuda i 462. 5. Efectos de la negotiorum
apena Id. geslin id.
5 463. 4. De la acción funeraria. . 443
J 411. D. De la intei cesión de las mu- S 464. B. De la comunión (conimunio
Scres 427 incidens) id.
I. Nociones generales. . . id.
TITULO V. | 463. 2- De la comunión en la he
De las convenciones prohibidas. rencia y en las cosas in
dividuales 448
| 46S. 3 De la confusio'n de los li
¡ 142. A. Noción y especies de las mites de las heredades. id.
convenciones prohibidas 467. 4. Acciones divisorias. . . 417
en general 429 468. De la paga de lo indebido, . id.
| 443. B. De las convenciones aleato 1. Noción de ella id.
rias en particular. . . 430 5 409, 2. Condiciones de esta obli-
gacion 448
CAPITULO II. § 470. 3. De lacondictioindebiti. 449
De las obligaciones que nacen del delito.
444. I. Noción del delito. . . . 4"1 TÍTULO II.
443. II. División de los delitos. . . id.
5 446. III. De los delitos privados en Obligaciones que nacen de un cuasi delito.
particular 4~2
A. Del hurto id.
1. Su noción y especies, id. § 471. Noción de estas obligacisnes. .
I. De los casos en que es uno
430
S 447. 2. De las obligaciones que • Sj 472.
rfí.pi'iisalil',' del hecho ilí
nacen del hurto. . . 434 cito de otro id.
5 448 3. De la reruni amotio. . 433 A. Kffusum et dejectum. . . id.
§ 449. B. De la rapiña 4"G 5 473. 15. Damnum iniuni velcaupona
1. Noción id. datutn 431
i 430. 2. Obligaciones que nacen | 474. II. Cuasi delitos id.
de la rapiña. . ■ id. A. Jndex qui ¡item suam fecit. id.
J 451. 3. Tenas de fas vías de 3 473. B. Positum aut suspensum. . 433
hecho 437
5 4*>2. C. Del daño hecho contra
justicia. . . , . . 438 TITULO DI.
i. Noción id.
I 453. 2. De la ley Aquilia. . Id. De otras diversas obligaciones.
Sj 4 ¡4. 3. De la acción de la ley
Aquilia. ..." 43',) id.
§ 435. D. De la injuria. . . . 440 5 476. I. De la acción exercitoria. .
1. Noción S 477. II. Do la acción inslitoria. .
id. 4,53
5 456. 2. De las especies de in 8 478. III. Obligaciones contraídas por
jurias id. el hijo de familia en virtud
J 437. 3. Efectos' de la injuria. 441 de las que queda obligado
el padre 434
479. IV. Le\ fthodia de jactu. . 4o;;
CAPITULO III. 480. V. Actio ad exhibendum. . 436
481. VI. Condictio sine causa. . . 437
De las obligaeione que nacen de ditersas causan. 483. VII. Condictio obturpem causam id.
483. VIII. Damnum infectum. . . id.
§ 438. Consideración general. . . 441 484. IX. Noxa et p.-.uperies. . . 438
( 758 )
· SECCION III.
Modos de estinguirse las obligaciones.
Páginas .
CAPITULO I.
Modo de estinguirse sin necesidad de acudir al | $ 502. II. Del mútuo disenso. . . 471
beneficio de la restitucion in integrum .
Páginas. CAPITULO II.
§ 485 . Lasobligaciones se estinguen ipso Con restitucion .
jure, ó por via de escepcion . 459
Causas generalesde estincion. $ 5020 . I. Nocion de la restitucion
un
in integrum . : . : . .
$ 486 . I. De la paga. . . . . . . § 502b. II. Condiciones de la restitu
555
cion pretoria . . . . .
§ 487. BA .. Nocion . . . . . . . .
Condiciones de la paga. $ 502c. III. Del procedimiento en male
ria de restitucion . . .
5
1. Respecto de las pusunas. 461 $ 502d . IV . Duracion de la restitucion.
$ 488. 2 . Cosas en que debe hacerse.
489. C . Efecto del pago. . . . . 463 § 502e. V. Efectos de la restitucion . .
490 D . De la prueba del pago. . . Iš 502f. VI. ¿ Quién y contra quién pue.
$ 491. II. De la oblacion y de la con . 161 $ 502g. de pedir la restitucion ? .
signacion. . . . . . De lastituci
diversas causas de la res
on . . . . . . .
$ 492. III. De la compensacion . . . . 502h . 1. De la restitucion por cau
en
133
especie que se debe. . 1 . Por causas de violencia . , id .
$ 495. VI. De la concurrencia de dos ti - 100 $ 502i. B . Por causa de dolo . . : .
tulos lucrativos. . . . 467 $ 502k. C . Por causa de menor edad . . 478
$ 496 . VII. De la novacion. . . . . id $ 5021. Por quién y contra quién puede
A . Nocion . . . . . id. invocarse el beneficio de resti
S 497. B . Diversas especies de nova •
tucion por causa de
edad . . . .
menor
. . . .
cion . . . . 468 $ 5C2k. Sus efectos y su duracion
§ 498. C . Efectos de la novacion . . . 469 $ 5021. D . Por causa de ausencia .. .. .. ..
. . . .
32
$ 499. VIII. Del pacto remisorio . . . $ 502m . E . Por causa de error . . . .
$ 500. IX . De otras diversas causas de $ 502m . F. Por causa de capitis diminu
estincion . . . . . . . 470
cion . . . . . . . .
Causas especiales de estincion . $ 5020. G . Por causa de enagenacion
Judicimutandi causa . .
$ 502p. H . De la restitucion ex cláu
' $ 501. J. De la aceptilacion. . . . id./ sula generali prætoris .
LIBRO III.
SECCION I.
Del matrimonio.
CAPITULO I.
J 522. 6. Deberes del marido res
Mudos de celebrarse el matrimonio. pecto á la dote. . . 502
5 525Í. 7. De la restitución de la
dote id.
Ji 504. I. Noción del matrimonio. . . , 4Ko a. Personas que pue
| 50o. De los esponsales Í86 den pedirla. . . id.
A. Su celebración. . . . id. | 524. A. Del objeto de la res
$ 506. U. Efectos di? los esponsales. 487 titución. . . . 504
5 507. C. De la disolución de los § 525. t. De la acción en res
esponsales id. titución de la dote. 806
| 508. III. Condiciones de la celebración § 526. i. De la época de la res
del matrimonio. . . . 488 titución. ... id.
A. Impedimentos absolutos. id. J 527. f. De la garantía que tie
f 509. B. Impedimentos relativos. . 489 ne la muger para
i. Por causa de parentesco, id. seguridad de su do
5 510- 2. Por causa de afinidad, id. te 507
j¡ 511. 5. Por otras causas. . . 490 J 528. ti. De la donación por cau
$512. C. Efectosde los impedimentos. 492 sa del matrimonio. . 508
¡ 515. IV. De la forma en la celebración 5 529 . C. De los bienes paraferna
del matrimonio id. les 510
5 530. D. De los pactos dótales. . 511
j 831. E. De la donación entre es
CAPITULO II. posos 512
Efectos del matrimonio. CAPITULO III.
$ 514. Respecto á la persona de los cón De la disolución del matrimonia.
yuges 493
A. De los derechos comu
nes á ambos id. ji 532. I. Ideas generales
555. II. Del divorcio
514
id.
§ 515. B. Derechos particulares de i 534. 111. Efectos de la disolución del
cada cónyuge. . . . 494 matrimonio 515
$ 516. II. Respecto á los bienes de los A. En cuanto á la persona de
cónyuges 495 los esposos id.
S 517. A. Do"|a dote id. J 533n. B. En cuanto á los bienes de
1. Noción de la dote. . id. los esposos en general. id.
§518. 2. Del objeto de la dote. . 496 8 5354. C. En cuanto á los hura nup-
5 519. 3. Diversas especies de la
id. $ 536. IV. Penastialia en particular . . 517
dote de las segundas bodas. 319
S 52*1. 4. De la forma en la cons | 337 y 538. Penas de la muger que viola
titución de dote. . . 498 el año de lulo. . . . 521
| 521. 5. Derechos del marido
sobre la dote. . 499
SECCION II.
De la patria potestad.
SECCION III.
De la tutela y de la curaduría.
% 569. Idea de la tutela y de la cura tres especies de tutela. . . 532
duría 543 S 582. V. Derechos y obligaciones del
tutor 553
CAPITULO 1. A. Al aceptar la tutela. . id.
| 585. B. Después de haber acepta
do la tutela. ... Ü.
De la tutela. i. Cómo debe cuidarse de la
educación del pupilo. . id-
I 570. I. Noción de tutela 54? S 384. 2. De la autoridad del tutor. 551
J 571. II. Quiénes no pueden ser tu 5 585. De los protulores. ... 556
tores 544 J 586. VI. Modos de acabarse la tutela, id.
J 572. 111. Escusas de los tutores. . . 546 A. Ipso jure id
$ 573, y 574. Continuación. id. | 587. Por disposición dol juez. . . 557
{ 575. " Continuación. . . . 548
5 576. IV. Diferentes especies de tutela. id.
| 577. A. De la tutela testamen CAPITULO 11.
taria 540
J 578. Continuación id De la cúratela.
J 570. B. De la tutela legitima. . . 55 i
5 5R0. C. De la tutela dativa. . . id. § 588. F. Noción de la cúratela. . . 537
f 681. Orden de preferencia entre estas § 589. II. División de la cúratela . . ü
( 741)
Págings . Páginas
LIBRO IV .
De la succesion .
SECCION 1
Nociones preliminares.
$ 604. 1. ¿ Qué quiere decir succesion ? 569 1 $ 611. B. Reglas que deben ob
servar e en la suce
603. I. Nocion de herencia. . . . sion testamentaria
$ 606. III. Dei heredero ó sucesor uni 571 y abintestato . . . id .
$ 607. IV . Delversal. . . . .. .. id. 1 $ 612. VIII.Hæreditasetbonorum
sucesor .particular. posses
$ 608 . V. De la capacidad para suce 572 sio . . . . . . .
A . Nocion y diferencia en
eDeder delacion adquisicion
. 's tre ellas. . . . . id .
de la herencia. . . *.. 573
610. VII. Causas de 1r: herencia $ 613. B . Diversas especies de la
. . . id . bonorum posesion . .
A . Ideas generales. . . id . C . Orden de sucesion en la
bonorum posesion . . 576
SECCION II.
De la delacion de la herencia .
SKCC10N 111.
De la adquisición de la herencia.
SECCION IV.
II
1001908440