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Marcos Naturales de América Latina.

Silvia Quintanar y Rodolfo López

GENERALIDADES DEL CONTINENTE AMERICANO


ORIGEN DEL NOMBRE AMÉRICA. EVOLUCIÓN DE LA CARTOGRAFÍA.
DESCUBRIMIENTO

Origen del nombre

El nombre de América tiene origen en el equívoco de que las tierras del Nuevo
Mundo habían sido descubiertas por el navegante florentino Américo Vespucio, quien
entre los años 1.499 y 1.502 efectuó dos viajes a lo largo de la costa atlántica de
América del Sur.
En el primer viaje, entre 1.499 y 1.500, acompañó la expedición española de
Alonso de Ojeda, recorriendo la costa septentrional de América del Sur, desde el Cabo
Branco en Brasil, hasta el Cabo de la Vela (actual Cabo Gallina), en la península de
Guajira, República Bolivariana de Venezuela.
En el segundo viaje, realizado en 1.502, al servicio de Portugal, reconoció la
costa brasileña, al sur del cabo San Roque, llegando con seguridad al trópico de
Capricornio; y con menos certeza, hasta el Río de la Plata y norte de la Patagonia,
hasta el golfo San Jorge.
Vespucio relató sus viajes en cartas dirigidas a sus protectores de la Casa de los
Médici. En estas cartas, escritas en la jerga de los marineros de la época, Vespucio
describió a los pobladores del Nuevo Mundo, a la fauna y a los lugares geográficos,
desconocidos por los europeos hasta el momento. Reconoció las desembocaduras de
los ríos Amazonas y Orinoco, la Corriente de las Guayanas y mencionó por primera
vez la Cruz del Sur.
Las cartas de Vespuecio llamaron poderosamente la atención en el mundo
europeo, De ellas se hizo una traducción al latín, que tuvo amplia difusión entre los
sabios y eclesiásticos de su época. Posteriormente se hicieron nuevas ediciones en
francés, alemán, holandés, etc.; que permitieron el acceso de las cartas al pueblo
europeo en general. En los círculos sociales se comenzó a hablar de “las tierras de
Américo”.
El geógrafo francés Martín Waldseemüller, a quien el Gimnasio Vosguense de la
ciudad de Saint Dié, en Lorena, había encargado una ampliación de la obra de
Ptolomeo, agregando los datos referentes a los nuevos descubrimientos, fue el
primero en dar el nombre América a las tierras recién descubiertas.
En su obra titulada “Introducción a la Cosmografía”, escrita en latín en 1.507,
Waldseemüller propuso el nombre Amerigien (Tierras de Américo) para las Indias
Occidentales, según el nombre de su supuesto descubridor. Esa denominación
apareció también en un planisferio que acompañaba la obra de Waldseemüller y en un
globo terráqueo, publicado en el mismo año por dicho Gimnasio. Ambos fueron
dibujados en base al material proporcionado por Vespucio. Esa denominación de
América, tuvo una fortuna, que seguramente, el mismo Vespucio no había
sospechado, y se mantuvo en todos los trabajos cartográficos y obras geográficas que
pertenecían al Nuevo Mundo.

Evolución de la cartografía

El nombre de América se divulgó rápidamente para indicar la masa continua de


tierras correspondientes a América Central y del Sur, ya denominadas
precedentemente Mundos Novas, significándose así que constituían tierras distintas a
las ya conocidas, y que estaban separadas de Asia. Sin embargo, durante algún
tiempo después de la introducción del nuevo nombre de América; América del Norte
era todavía considerada por muchos como apéndice de Asia.
La separación de América del Sur por el sur, quedó comprobada por primera vez,
en 1.520, con la expedición de Magallanes, peor en esa época, aún se persistía en

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considerar a América del Norte y del Sur, separadas por uno o más estrechos,
situados en América Central. Pese a ello, en la famosa carta de Diego de Rivero de
1.529, la región ístmica centroamericana aparece bien representada.
La duda acerca de la conexión de América del Norte con Asia, duró todavía más
tiempo y recién hacia 1.560, comienza a ser indicada la separación con el nombre de
Estrecho de Anian.
La gran autoridad de los cartógrafos que utilizaron el nombre América, influyó,
sin duda, para que quedase definitivamente consagrado, sin que seguramente
Vespucio, hubiese ambicionado para sí tal homenaje. Indudablemente, más mérito
tuvo Colón (a quién recuerda Colombia) e incluso los Vikingos.

Descubrimiento

Los primeros europeos que con certeza llegaron a tierras americanas fueron los
normandos o vikingos. Desde Islandia, colonizada por ellos en el siglo IX d.C., llegaron
en el año 918 a Groenlandia, cuyo significado es Tierra Verde. En el año 985. Eric el
Rojo estableció en la costa meridional de Groenlandia la primera colonia normanda,
seguida poco después por varias otras.
Leif, hijo del anterior, alcanzó Nueva Escocia o Massachussets. Pocos años
después, Thorffinn-Karlsefne, buscando las tierras halladas por Leif, alcanzó el
Helluland o Tierras Rocosas (Labrador) y el Markand o Tierras Boscosas (Terranova).
Las instalaciones normandas en el nordeste de América del Norte, eran simples
factorías y duraron poco tiempo a causa de la creciente hostilidad de los indígenas. El
relato de estos viajes de los normando a América, mezclado con muchos elementos
fantásticos, quedó conservado en manuscritos de monjes cristianos, que recién fueron
descubiertos a fines del siglo XIX. Por consiguiente, el descubrimiento indudable de
las tierras americanas por los normandos en épocas muy anteriores a los viajes de
Colón, en nada empaña los méritos de éste. Con el descubrimiento de América por
Colón, se inicia la conquista y colonización definitiva y su incorporación al ambiente
cultural de Europa y Oriente.

FORMA. POSICION GEOGRAFICA, LÍMITES, PUNTOS EXTREMOS. DIVISIONES.


SUPERFICIE

Forma

América es una S gigantesca. Está formada por dos grandes masas triangulares,
de base ancha en el norte y vértice en el sur, unidas por un estrecho istmo y por una
guirnalda insualar.

Posición geográfica

Con respecto al meridiano de Greenwich, las tierras americanas están casi


totalmente situadas en el Hemisferio Occidental, salvo la porción más occidental de las
Islas Aleutianas, que quedan incluidas en el Hemisferio Oriental.
Con respecto al Ecuador está repartida en ambos hemisferios, aunque la parte
situada en el Hemisferio Norte es algo mayor que la situada en el Hemisferio Sur (64%
contra 36%).
Considerando el globo terráqueo dividido en un Hemisferio Continental y otro
Oceánico (el primero como centro de proyección en el Canal de la Mancha y el
segundo, en Nueva Zelandia); más de las 2/3 partes de América (66,66%), se halla en
el primero, que es la zona de mayor actividad humana del mundo y el resto, es decir,
la meno parte de América del Sur, junto con Antártica y Oceanía, se hallan en el
segundo.

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Límites

América es uno de los continentes netamente aislados.

Norte: Mar Glaciar Artico


Oeste: Océano Pacífico
Este: Océano Atlantico
Sur: Pasaje de Hoces1 o de Drake

Pertenecen a América las llamadas islas continentales, que son las que emergen
de la plataforma continental americana o están relacionadas por umbrales submarinos
con la misma.
Inadmisiblemente, en alguna oportunidad, la considerable extensión de
Groenlandia, le permitió adjudicarle autonomía geográfica. Groenlandia es parte de
América del Norte, debido a sus evidentes relaciones, física y humana con las tierras
árticas próximas.
En cuanto a las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur, pueden considerarse
subantárticas, es decir que depende del criterio con que se limite la Antártica, para que
las islas queden incluidos en América o en la Antártida. En realidad son una transición
entre ambos continentes. Las islas oceánicas son las que surgen del fondo de las
cuencas oceánicas, es decir son independientes de las plataformas continentales y se
hallan a distancias variables de las mismas.
Pertenecen a América las siguientes islas oceánicas, que guardan relaciones
naturales o humanas con el continente: en el Océano Pacífico: Guadalupe y Revilla
Gigedo, Cliperton, Cocos, Malpelo, Galápagos, San Félix y San Antonio, Juan
Fernández; el Océano Atlantico: Bermudas, Rocas, Fernando de Noronha y San
Pablo, Trinidad y Martín Vaz.
Las Islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur son consideradas transpón entre
América y antártica.

Puntos extremos

Continentales

Norte: Cabo Murchison, situado en la Península de Boothia (Canadá) 71º 55´ L.N
Sur: Cabo Froward, situado en la Península de Brunswick (Chile) 53º 55´L.S.
Este: Cabo Branco (Brasil) 34º 45´ L.W.
Oeste: Cabo Príncipe de Gales, en la Península de Seward (Alaska) 168º00´ L.W

Insulares

Norte: Cabo Morris Jesup, en Tierra de Peary, Groenlandia (a 700 Km. del Polo
Norte 83º 40´ L.N.
Sur: Isla Diego Ramírez en el Pasaje de Drake, Chile (a 3.700 Km. del Polo Sur)
56º 27´ L.S.
Este: Cabo Nordeste en Groenlandia 10º 30´ L.W.
Oeste: Cabo Wrangell, en la Isla Attu de las Aleutianas 172º 30´ L.E.

1
Francisco de Hoces, comandante de una de las carabelas de la expedición española de Fay García de
Loaysa, fue el primero en doblar la extremidad meridional de Sudamérica en 1.526, al ser llevado hasta
allí por una tempestad. Por tal motivo debe llevar el pasaje su nombre, y no el de Francis Drake, pirata
ingles, que lo navegó mucho después, en 1.579.

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Divisiones

De acuerdo a la disposición Norte-Sur del eje mayor de América, resulta la


clásica división en tres expresiones geográficas bien individualizadas: América del
Norte, Central y del Sur. América Central comprende a su vez, una porción continental
o istmica y una porción insular.
Existen tres criterios para separar a estas tres Américas; el más utilizado es el
criterio político.
Desde el punto de vista político, el límite entre América del Norte y América
Central se halla en el límite internacional entre Mexico y Guatemala y Belice; el límite
entre América Central y América del Sur en el límite internacional entre Panamá y
Colombia.
Desde el punto de vista físico (es decir en cuanto a la morfología y
configuración de las costas) la separación entre América del Norte y América Central
es el Istmo de Tehuantepec, que marca un estrechamiento de 220 Km. de ancho y un
descenso orográfico a tan sólo 245 m. Con el mismo criterio la separación entre
América Central y del Sur es el Istmo de Panamá, de 67 Km de ancho, siendo la parte
más estrecha de América (atravesado por el Canal de Panamá).
Desde el punto de vista estructural o geológico la unión entre América del
Norte y Central se halla al oeste del valle del río Motagua que desemboca en el Golfo
de Honduras, Las estructuras de América Central y del Sur se adosan lateralmente en
los valles de los ríos Atranto y San Juan en Colombia.
Desde el punto de vista humano, cultural o de poblamiento, se distingue una
América Anglosajona al norte del límite entre México y Estados Unidos y una América
Latina, al sur del mismo.

Superficie

América es el segundo continente en extensión después de Asia. Tiene


42.221.500 Km2
Las superficies parciales son:
América del Norte 23.608.000 Km2
América Central Istmica: 552.500 Km2
América Central Insular 231.000 Km2
América del Sur 17.830.000 Km2
Consecuencias de la posición y configuración geográficas

Una característica de América es su extraordinario desarrollo en latitud (126º de


desarrollo continental y 140º de desarrollo continental-insular); abarca algo más de las
¾ partes de la distancia que media entre ambos polos. Las consecuencias de esto
son: el efectivo distanciamiento entre los extremos, las subdivisiones en Norte, Central
y Sur y la variedad de climas y producciones.
Entre ambas Américas hay semejanza de dimensiones y de forma. El desarrollo
en latitud es casi idéntico, pero la diferencia fundamental reside en la posición
astronómica. América del Norte está más cerca del Polo Norte que América del Sur del
Polo Sur. América es cruzada por el Círculo Polar Artico, el Trópico de Cáncer, el
Ecuador, el Trópico de Capricornio; pero no es cruzada por el Círculo Polar Antártico.
Esta diferencia en la posición en latitud trae diferencias en el predominio de las zonas
térmicas matemáticas: En América del Norte predominan los climas templados, en
segundo lugar los fríos y sólo el extremo meridional de México se interna en la zona
cálida intertropical; en América del Sur predominan los climas cálidos, en segundo
lugar los templados y no penetra en la zona fría.
En el sentido de las longitudes también existen diferencias entre ambas
Américas. América del Norte está desplazada hacia el oeste con respecto a la del Sur.

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Hay un desplazamiento de 40º entre América del Norte cuyo meridiano central es el
100º W y América del Sur, cuyo meridiano central es el de 60º W.
La primera consecuencia de la diferente posición en longitud de las Américas es
la diferencia horaria: América del Norte tiene hora atrasada con respecto a América del
Sur.
Otra consecuencia y de mayor importancia es la posición relativa en cuanto a las
áreas comerciales. Las distancias entre los puertos europeos y los de la costra
atlántica de ambas Américas quedan compensadas, ya que a diferencias de latitud se
agregan diferencias de longitud. En cuanto a la apertura de mercados no
convencionales podemos decir que América del Norte se sitúa en ventaja frente a los
mercados asiáticos y América del Sur frente a los mercados africanos.
La posición céntrica favorable de América del Norte con respecto a Europa y
Asia, ha quedado valorizada mejor a partir de la apertura del canal de Panamá en
1917; pues con él se aproximaron considerablemente las regiones económicamente
mejor desarrolladas de América del Norte y Asia.
En cuanto a la configuración de las costas, América del Norte difiere
considerablemente de América del Sur, por sus mayores articulaciones cubriendo las
islas y penínsulas el 23% de la superficie total, valor más bajo que el que corresponde
a Europa 35% y cuya significación antropogeográfica, disminuye aún al hacer la
comparación, si se tiene en cuenta que casi todas las penínsulas e islas de América
del Norte, son territorios poco favorables para la instalación humana.

Rasgos generales del relieve

Si observamos un mapa de América y comparamos los rasgos estructurales y


morfológicos fundamentales de América del Norte y América del Sur se advierte de
inmediato ciertas analogías.
En efecto, en ambos continentes se distingue en la parte oriental, la presencia
de cratógenos, es decir núcleos cristalinos, resistentes y estáticos, que constituyen el
basamento del continente y que muestran semejanza en la composición petrográfica.
Si bien durante los largos tiempos precámbricos, han sufrido la acción de
repetidos movimientos orogénicos, desde entonces se han mantenido casi invariables,
y solamente han sufrido fracturación de tipo vertical, que ha favorecido en las partes
ascendidas la reactivación de la erosión y en las hundidas la formación de llanuras.
Las regiones plásticas u orogénicas han ido ampliando el área continental.
Regiones deprimidas separan a los núcleos cristalinos expuestos de los orígenes.
En la parte occidental se hallan elevados sistemas de cordilleras y mesetas de
notable semejanza, geológicamente jóvenes, pues han sido creados por los
movimientos orogénicos del Cenozoico, y que se disponen como un respaldo
montañoso que contornea a América a todo lo largo de la costa pacífica.
Finalmente en la parte central deprimida se extiende una sucesión de amplias
llanuras de orígenes sedimentarios recientes y cruzados por densas redes fluviales.
Si se analizan en detalle los rasgos morfológicos de esas unidades estructurales,
es posible sin embargo advertir la existencia de importantes diferencias:
a) América del Norte posee un solo cratógeno: el Escudo Canádico o Laurentino
que tiene una topografía elaborada sobre todo por la acción de los glaciares del
Pleistoceno. Sus rasgos morfológicos más salientes son la existencia de una extensa
red fluvio-lacustre y una cubierta de sedimentos de origen glacio-fluvial, que cubre
parcialmente a las rocas antiguas, las cuales afloran en grandes extensiones.
Ese paisaje morfológico no tiene su equivalente en ninguno de los macizos
cristalinos de América del Sur. Guyania y Brasilia, con su cubierta de sedimentos y
rocas volcánicas antiguas, y su paisaje de elevaciones tabulares elaboradas bajo clima
tropical húmedo, por la reacción fluvial reactivada a raíz de movimientos epirogénicos
ascendentes recientes. Por otra parte, la cubierta de sedimentos y rocas volcánicas
antiguas y recientes de los llamados nesocratones patagónicos, no pudo ser eliminada

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por la glaciación del Pleistoceno, y se conserva en Patagonia Extraandina, formando


un relieve de mesetas escalonadas que degradan hacia el Atlántico, y que están
cortadas por amplios valles fluviales limitados por terrazas.
b) En la región oriental de América del Norte existe además un sistema de
montañas antiguas, los Montes Apalaches, de Edad Paleozoica, constituidos por
cadenas y valles longitudinales que poseen ricas cuencas hulleras y petroleras. No
tienen en América del Sur ninguna estructura que se les parezca. Estos macizos y
montañas orientales de América, son de considerable edad, como lo demuestra sus
formas redondeadas a causa de la acción erosiva, que ha sido intensa durante lagas
épocas geológicas y han impreso al paisaje los rasgos típicos de la madurez. Carecen
de manifestaciones volcánicas actuales y los movimientos sísmicos que a veces se
registran, son repercusiones de sismos extrarregionales.
c) En el ambiente montañoso occidental hay también diferencias. El Macizo
Plegado del Oeste no se continúa en la Cordillera de los Andes como se afirmaba
antes. El Macizo Plegado del Oeste presenta dos líneas orogénicas: la Cordillera de la
Costa del Pacífico al oeste y las Montañas Rocosas al este. Ambos encierran una
sucesión de mesetas y cuencas interiores, extendidas de manera ininterrumpidas de
norte a sur.
En cambio en América del Sur, la Cordillera de los Andes aparece formada
principalmente por largas cordilleras separadas por valles longitudinales, y solamente
en la porción central (sur de Perú, Bolivia NW argentino y NE chileno) presenta
altiplanos interiores con gran desarrollo.
d) Un rasgo de semejanza entre las secciones montañosas occidentales de
ambas Américas, es la presencia de partes fracturadas, parcialmente hundidas e
intensamente trabajadas por los hielos, constituyendo archipiélagos montañosos,
limitados por profundos y recortados canales, y que están ubicados justamente en los
extremos de la larga sucesión de cordilleras, o sea en Alaska y Columbia Británica en
América del Norte y en el sur de Chile y Argentina en América del Sur.
Las montañas occidentales de ambas Américas, por sus formas agudas de tipo
alpino, demuestran que aún no han experimentado en forma intensa los efectos de los
agentes externos, siendo asimismo indicio de su juventud, la actividad volcánica de
algunos tramos y los frecuentes sismos.
e) Las llanuras sudamericanas separan a los macizos orientales antiguos entre
sí. Muestran una inclinación general hacia el oeste, es decir hacia el Atlántico,
apoyándose su porción más elevada en el ambiente cordillerano occidental. Este
rasgo no se presenta en las llanuras norteamericanas que descienden en tres rumbos.
En cuanto al origen de las llanuras norteamericanas son en parte glacio-fluviales, cosa
que no ocurre en América del Sur.
f) En cuanto a la altura media, América del Norte tiene 715 m y América del Sur
580 m.; siendo las alturas máximas el Aconcagua en América del Sur con 6.959 m. y
el Monte Mac Kinley de 6.190 m. en América del Norte.

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Cuadro sinóptico de grandes unidades estructurales sin


considera argentina
Era arcaica o Arqueozoico Cratógenos y 1. Escudo Vanádico o
Tiempos Proterozoico Distrofismo Laurentino
Precámbrico hurónico 2. Macizo de Adirondack
3. Macizote Guayania
4. Macizo de Brasilia
Era Primacia o Cámbrico Diastrofismo 5. Tierra de Grant
Paleozoica Ordivísico caledónico 6. Tierra de Peary
Silúrico 7. Norte de los Apalaches
Devónico
8. Sur de los Apalaches
Carbonífero Diastrofismo 9. Montes Ozarak-Ouachita
Pérmico Varísico
Era Secundaria o Triásico Sus ciclos orogénicos se manifiestan
Mesozoica Jurásico aisladamente en América (Sierra Nevada,
Cretáceo Ventania, Patagónides, Is. Malvinas).
Predomina la erosión sobre las montañas
paleozoicas que se reducen a peniplanicies
Era Terciaria o Eoceno Diastrofismo 10. Macizo Plegado del
Cenozoica Oligoceno terciario Oeste
Mioceno 11. Cadena Centroamericana
Plioceno del Pacífico
12. Cadenas Pacífico-
Antillanas
13. Cordillera de los andes y
Sistemas Orogénicos
adosados; de origen antiguo
más antiguo pero cuya altura
y morfología actual son
repercusión de la orogenia
andina
a. Cadena Caribe
b. Cadena de la Costa de
Perú y Chile
Era Cuaternaria o Pleistoceno o Invasión Los glaciares se desprenden
Antropozoica Glacial glaciaria desde los polos avanzando
hacia las latitudes medias.
Alcanzan mayor desarrollo en
el hemisferio norte. El relieve
es aplanado y profundizadas
las depresiones. Con el
derretimiento de los mismos
quedan lagos y colinas
morénicas.

Holoceno o Formación de Litorales de América del


Aluvial llanuras Norte.
14. Artica

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15. Atlántica
16. Del Golfo de México
17. Praderas Canadienses
18. Grandes Llanos
19. del MIsisipi
Llanuras de América del Sur
20. Del Orinoco
21. Del Amazonas
23. Chacopampeana y
Mesopotámica.
24. Valle Longitudinal Chileno
25. Llanura Costera del
Oeste de Colombia y
Ecuador.

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AMERICA LATINA, LÍMITES Y POSICION GEOGRAFICA


El concepto de América Latina se utiliza por contraposición al de América
Anglosajona, constituida por Estados Unidos y Canadá. Es decir, América Latina sería
la parte de América ubicada al sur de Estados Unidos.
Después de la independencia se llamó Hispanoamérica, al conjunto de naciones
nacidas de los antiguos territorios hispanos y cuando se incluía a Brasil, país de
colonización portuguesa, se empleaba el nombre de Iberoamérica.
El adjetivo “latino” viene a ser una concesión a un concepto difundido desde hace
tiempo en Estados Unidos, que lo adoptó para abarcar de una manera simplificada, en
tono casi despectivo, para referirse a Iberoamérica en cuanto no pertenece a la
América Anglosajona. El término, en un principio excluyente, ha sido recogido por los
así calificados y enarbolado por ellos con intención autoafirmativa.
Los habitantes de estos países aceptaron la denominación, considerando que su
origen era latino (español y portugués en la época de la colonización y en varios
casos, con fuerte emigración, ya en los siglos XIX y XX, de españoles, portugueses a
los que se agregaron italianos).
Es el bagaje cultural ibérico el que subyace en el conjunto de naciones
englobadas bajo la denominación América Latina. Así, tomando esta acepción puede
hablarse de América Latina y el Caribe (refiriéndose a América Central Insular, en
parte de la cual ha predominado un poblamiento británico, es decir también
anglosajón).
Los límites de América Latina son
Norte: límite con Estados Unidos
Oeste: Océano Pacífico
Este: Océano Atlántico
Sur: Pasaje de Drake
Pertenecen a América Latina las siguientes islas oceánicas (que emergen del
fondo de las cuencas oceánicas) que guardan relaciones naturales o humanas con el
continente:
a) en el Océano Pacífico: Guadalupe y Revilla Gigedo, Cliperton, Cocos,
Malpelo, Galápagos, San Félix y San Ambrosio, Juan Fernández.
b) en el Océano Atlántico: San Pablo, Rocas, Fernando de Noronha, Trinidad y
Martín Vaz.
La superficie de América Latina es de 20.600.000 kilómetros cuadrados, mientras
que la totalidad de América es de 42.221.500 kilómetros cuadrados.
En cuanto a la posición geográfica, con respecto al meridiano de Greenwinch,
América Latina está totalmente situada en el Hemisferio Occidental. Con respecto al
Ecuador está repartida en ambos hemisferios, aunque la parte situada en el
Hemisferio Sur es mayor que la situada en el Hemisferio Norte.
Con respecto a esta ubicación en latitud, la mayor parte de América Latina se
sitúa en la zona intertropical (Trópicos de Cáncer al norte y de Capricornio al sur)
cálida y una parte menor de su superficie en la zona templada sur (entre el Trópico de
Capricornio y el Círculo Polar Antártico.)
Para su mejor estudio América Latina puede dividirse en México, América Central
(Istmica e Insular) y América del Sur. La parte de América Central Insular se divide a
su vez en Bahamas, Grandes Antillas y Antillas Menores de Barlovento y Sotavento.

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DIVISION POLÍTICA DE AMÉRICA LATINA


Estados independientes

América del Norte:

México: México

América Central Ístmica:

Belice: Belmopan (Ex Honduras Británicas, reclamado por Guatemala)


Costa Rica: San José
El Salvador: San Salvador
Guatemala: Guatemala
Honduras: Tegucigalpa
Nicaragua: Managua
Panamá: Panamá

América Central Insular:

Cuba: La Habana
Haití: Puerto Príncipe
República Dominicana: Santo Domingo
Antigua y Barbuda: Saint John´s
Bahamas: Nassau
Barbados: Bridgetown
Dominica: Roseau
Granada: Saint George`s
Saint Kitts y Nevis: Basseterre
San Vicente-Granadinas: Kingstown
Santa Lucía: Castries
Jamaica: Kingston

América del Sur:

Argentina: Buenos Aires


Bolivia: La Paz (poder ejecutivo y legislativo), Sucre (poder judicial)
Brasil: Brasilia
Colombia: Bogotá
Chile: Santiago
Ecuador: Quito
Guyana: Georgetown (Ex Guayana Inglesa)
Paraguay: Asunción
Perú: Lima
Surinam: Paramaribo (Ex Guayana Holandesa)
Trinidad y Tobago: Puerto España
Uruguay: Montevideo
Venezuela: Caracas

Dependencias

Estadounidenses:

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Puerto Rico: San Juan


Islas Vírgenes estadounidenses: Charlotte Amalie (Las integran Saint Thomas, Saint
John, Saint Croix y Water Island)
Guantánamo: (base naval norteamericana. El territorio es cedido en arriendo a
perpetuidad por Cuba a EEU por el Tratado cubano-estadounidense de 1903).

Francesas:

Guayana Francesa: Cayena


Guadalupe. Basse Terre
Saint Martin: Marigot (Separada de Guadalupe en 2007, ocupa el norte de la pequeña
isla, cuya parte sur es un territorio que pertenece a la Federación de las Antillas
Holandesas)
Martinica: Fort de France
Cliperton

Holandesas:

Aruba: Oranjestad
Antillas Holandesas: Willemstad (Federación de Curazao y Bonaire en Antillas
Menores de Sotavento y Saba, San Eustatius y sur de Sin Maarten (en neerlandés) en
Antillas Menores de Barlovento.

Británicas:

Anguilla: The Valley


Islas Cayman: George Town
Islas Vírgenes Británicas: Road Town
Montserrat: Plymouth
Turks y Caicos: Cockburn Town (geográficamente forman parte del archipiélago de
las Bahamas)
Falkland Islands (Islas Malvinas): Puerto Stanley (Puerto Argentino). Territorio
británico de ultramar, reclamadas enérgicamente por Argentina.

EL CONCEPTO DE MARCOS NATURALES

Los marcos naturales están conformados por el relieve, el clima, el clima, el


suelo, el agua, la flora y la fauna. Estos elementos se relacionan entre si de acuerdo a
una dinámica propia. El concepto de marco o medio natural o simplemente naturaleza
es generalmente contrapuesto al de medio artificial, humanizado o cultural. El medio
natural es modificado por las sociedades, que lo utilizan de acuerdo con sus
necesidades, su cultura y sus recursos. Está conformado por viviendas, caminos,
puertos, fábricas, usinas, sembradíos, lagos artificiales, etc.
En la actualidad todos los lugares de la tierra han sido directa o indirectamente
afectados por la acción humana. Estrictamente hablando, en ellos la naturaleza no se
encuentra en estado original. Por eso, cuando se hace referencia a los marcos
“naturales” suele utilizarse comillas.
Todo marco natural es un subsistema cuyos elementos están en permanente
interrelación. Dicho de otra manera, un marco natural es el resultado de la acción
mancomunada de elementos abióticos (de la atmósfera, la hidrósfera y la litósfera) y
elementos bióticos (suelo, animales y plantas).
En cada hábitat, cada uno de estos elementos afecta directamente a los hombres
y las sociedades humanas y, a su vez, es afectado por ellos.

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Estos componentes son modificados a través del tiempo por la acción de la


energía solar, las fuerzas internas de la Tierra (pliegues y fracturas, vulcanismo,
movimientos sísmicos, etc), y por la acción combinada del viento, la gravedad, las
lluvias, los ríos, los glaciares, etc.
Los marcos naturales condicionan la distribución de la población, las actividades
económicas y entre ellas obviamente el turismo y este a su vez, produce impactos
sobre los marcos naturales.

LA DIVERSIDAD NATURAL DE AMÉRICA LATINA

América Latina presenta una notable variedad de marcos naturales, tanto


latitudinalmente como longitudinalmente.
Los principales condicionantes de la diversidad natural latinoamericana son:
a) el gran desarrollo en latitud,
b) la disposición de las montañas jóvenes en el sentido de los meridianos,
c) las tres grandes geoformas dominantes: montañas jóvenes en el Oeste,
llanuras centrales y mesetas antiguas en el Este,
d) la gran variedad de climas,
e) los efectos de las corrientes oceánicas
f) la continentalidad y la influencia moderadora del mar,
g) las diferencias de las fachadas costeras del Atlántico y el Pacífico y,
h) la gran diversidad biológica, que alberga una proporción importante de las
especies del mundo

GRANDES UNIDADES MORFOESTRUCTURALES


(sin Argentina)
La Era Arcaica o Tiempos precámbricos tuvo dos grandes períodos
geológicos: el Arqueozoico y Proterozoico. En esta era tuvieron origen los cratógenos:
Macizo de Guayania y Macizo de Brasilia.
En la Era Primaria o Paleozoica se distinguen los períodos Cámbrico,
Ordovícico, Silúrico, Devónico, Carbonífero y Pérmico. Durante los cuatro primeros
períodos se produjo el diastrofismo caledónico y durante los dos últimos mencionados
el diastrofismo hercínico.
La Era Secundaria o Mesozoica incluye los períodos Triásico, Jurásico y
Cretáceo. Los ciclos orogénicos de la Era Primaria y Secundaria tienen escasa
importancia en América Latina. La erosión actuó sobre las “montañas viejas”
reduciéndolas a penillanuras.
A la Era Secundaria siguió la Era Terciaria o Cenozoica, cuyos períodos son:
Eoceno, Oligoceno, Mioceno y Plioceno. En la Era Terciaria se produjo el diastrofismo
terciario y sus movimientos son los responsables de la formación de las llamadas
“montañas jóvenes”, de gran altura, siendo a su vez responsable del “rejuvenecimiento
de formas de relieve más antiguas.
Sus expresiones son el Macizo Plegado del Oeste, las Cadenas
Centroamericanas del Pacífico, las Cadenas Pacífico-Antillanas, la Cordillera de los
Andes y los sistemas orográficos adosados: como la Cadena Caribe y la Cadena de la
Costa de Perú y Chile. Estos sistemas orográficos son de origen más antiguo pero su
altura y morfología actuales son repercusión de la orogenia andina.
La última era se denomina Cuartaria o Antropozoica. Comprende dos períodos:
el Pleistoceno o Glaciar y el Holoceno o Aluvia.
En el Pleistoceno se produjeron las invasiones glaciares. Los glaciares se
desprendieron de los polos avanzando hacia las latitudes medias. Alcanzaron mayor

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desarrollo en el Hemisferio Norte, pero también alcanzaron la Patagonia Argentina y


Chilena.
Durante las glaciaciones el relieve fue aplanado y profundizadas las depresiones.
Con el derretimiento de los mismos quedaron lagos y colinas morénicas. Un reducto
de ese período son los llamados campos de hielo continental, ubicados en los Andes
Australes de Chile y Argentina.
En el Holoceno o Aluvial se forman las grandes llanuras de América del Sur: del
Orinoco, del Amazonas, Chacopampeana y Mesopotámica. También otras angostas
llanuras como el Valle Longitudinal Chileno y las litorales tales como la Litoral del
Caribe, la llanura costera del Oeste de Colombia y Ecuador, la llanura del Caribe
Colombiano y la del Litoral del Noreste Brasileño

RASGOS GENERALES DEL RELIEVE DE AMERICA LATINA


Si observamos un mapa de América Latina y comparamos los rasgos
estructurales y morfológicos podemos distinguir en la parte oriental, la presencia de
cratógenos, es decir, núcleos cristalinos, resistentes y estáticos, que constituyen el
basamento del continente y que muestran semejanzas en la composición petrográfica.
Si bien durante los largos tiempos precámbricos, han sufrido la acción de
repetidos movimientos orogénicos, desde entonces se han mantenido casi invariables,
y solamente han sufrido fracturación de tipo vertical, que ha favorecido en las partes
ascendidas la reactivación de la erosión y en las hundidas la formación de llanuras.
Las regiones plásticas u orogénicas han ido ampliando el área continental. En la
parte occidental se hallan elevados sistemas de cordilleras y mesetas de notable
semejanza, geológicamente jóvenes, pues han sido creados por los movimientos
orogénicos del Cenozoico, y que se disponen como un respaldo montañoso que
contornea a México, América Central y del Sur a todo lo largo de la costa pacífica.
Finalmente en la parte central deprimida de América del Sur, se extiende una
sucesión de amplias llanuras de origen sedimentario reciente y cruzado por densas
redes fluviales que separan a los núcleos cristalinos expuestos de los orogenes.
En América del Sur encontramos dos macizos cristalinos, Guayania y Brasilia,
cubiertos por sedimentos y rocas volcánicas antiguas, y su paisaje de elevaciones
tabulares elaboradas bajo un clima tropical húmedo, por la erosión fluvial reactivada a
raíz de movimientos epirogénicos ascendentes recientes. Por otra parte, la cubierta de
sedimentos y rocas volcánicas antiguas y recientes de los llamados nesocratones
patagónicos (de menor extensión que los cratones), no pudo ser eliminada por la
glaciación del Pleistoceno, y se conserva en la Patagonia Extrandina, formando un
relieve de mesetas escalonadas que degradan hacia el Atlántico, y que están cortadas
por amplios valles fluviales limitados por terrazas.
El Macizo Plegado del Oeste y la Cadena Centroamericana del Pacífico no se
continúan en la Cordillera de los Andes como se afirmaba antes. El Macizo Plegado
del oeste presenta dos líneas orogénicas: la Cordillera de la Costa del Pacífico al
oeste y las Montañas Rocosas al este. Ambas encierran una sucesión de mesetas y
cuencas interiores, extendidas de manera ininterrumpida de norte a sur.
En América del Sur, la Cordillera de los Andes aparece formada principalmente
por largas cordilleras separadas por valles longitudinales, y solamente en la porción
central (sur de Perú, Bolivia, Noroeste argentino y Noreste chileno) presenta altiplanos
interiores con gran desarrollo.
La Cordillera de los Andes presenta partes fracturadas, parcialmente hundidas e
intensamente trabajadas por los hielos, constituyendo archipiélagos montañosos,
limitados por profundos y recortados canales, que están ubicados en el extremo sur de
la larga cordillera en el sur de Chile y Argentina.
Las montañas occidentales de América del Sur, por sus formas agudas de tipo
alpino, demuestran que aún no han experimentado en forma intensa los efectos de los

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agentes externos, siendo asimismo indicio de su juventud, la actividad volcánica de


algunos de sus tramos y los frecuentes sismos.
Las llanuras sudamericanas separan a los macizos orientales antiguos entre sí.
Muestran una inclinación general hacia el este, es decir hacia el Atlántico, apoyándose
su porción más elevada en el ambiente cordillerano occidental.
En cuanto a la altura media de América del Sur es de 580 m.; siendo la altura
máxima el Aconcagua con 6.959 m.

CARACTERISTICAS GENERALES DE LA HIDROGRAFIA


LATINOAMERICANA

La configuración física de América Latina y la situación de los centros de


dispersión de las aguas al oeste, determinan en su red hidrográfica una serie de
características particulares:
A) Extraordinario desarrollo de la pendiente atlántica, pues los ríos que la
recorren son los más importantes por su cuenca y caudal, siendo también por lo
general ríos navegables por ser de llanura. Muchos de ellos son verdaderos “gigantes
fluviales”. Se debe al gran desarrollo continental y a la abundancia de precipitaciones.
B) Escaso desarrollo de la pendiente del Pacífico, a causa de la presencia de los
sistemas montañosos occidentales en la proximidad de la costa. Los ríos son de
caudales medios, fuerte pendiente, de cauces estrechos y con frecuencia poco
navegable, pero de buenas posibilidades para aprovechamiento hidroeléctrico y riego.
C) Existencia de amplias cuencas arreicas y endorreicas en zonas interiores de
las regiones montañosas occidentales, así como en una extensa zona del interior de la
República Argentina.
D) Amplias cuencas lacustres, y lagos glaciarios en los Andes Patagónico-
fueguinos.
E) Existencia de un centro principal de dispersión de aguas. En América del Sur
la divisoria interoceánica coincide con el ramal más occidental de la Cordillera de los
Andes, siempre muy próxima al Océano Pacífico, por lo tanto los ríos de esa pendiente
son más cortos y torrentosos. En cambio la pendiente atlántica, de amplias llanuras
con leves pendientes, comprende algunos de los ríos mayores de la Tierra (el
Amazonas es el primero en caudal y en cuenca y el segundo en longitud y la cuenca
del Río de La Plata es la segunda por su extensión y la cuarta en su caudal).
Los ríos de la pendiente atlántica son lentos, meandrosos, inundables y
caudalosos debido a la abundancia de precipitaciones de la zona intertropical en
América del Sur. Hay otros centros menores que dividen aguas como el borde austral
del Macizo de Guayania (divide los ríos guayaneros y los afluentes de la mano
derecha del Orinoco de los ríos de la cuenca del Amazonas) y las sierras del Macizo
de Brasilia que dividen las aguas del Amazonas de los ríos de la cuenca del Plata, a la
par que dan origen a algunos ríos que desembocan en el Atlántico como por ej. El Río
San Francisco..
En Méjico se distinguen los ríos de la pendiente del Pacífico y los de la pendiente
atlántica o del Mar Caribe. También hay lagos y áreas endorreicas en las mesetas
interiores. En América Central Istmica se distingue la pendiente del Pacífico y la del
Mar Caribe y en las Antillas los ríos son cortos..
América del Sur tiene dos grandes pendientes: la del Océano Atlántico y la del
Océano Pacífico. La del Atlántico se subdivide en pendiente del Mar Caribe y la del
Atlántico propiamente dicho.

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ESTUDIO PARTICULAR DEL RELIEVE MEJICANO


El Macizo Plegado del Oeste en Méjico

El Macizo Plegado del Oeste abarca toda la región montañosa occidental de


América del Norte desde el Mar de Bering hasta el Istmo de Tehuantepec. Está
constituido por dos sistemas de cordilleras que encierran una sucesión de mesetas y
cuencas interiores: un reborde exterior o costanero y un reborde interior. Es una región
resultante de los movimientos orogénicos de la era terciaria, que abarca unidades de
distinta identidad geológica y petrográfica. Hay así plegamientos, fracturas, actividad
volcánica, terrenos horizontales, ascenso y descenso de bloques o levantamientos de
conjunto. Los rebordes orogénicos exterior e interior han ascendido recientemente, a
partir del Plioceno, con relación a las mesetas y cuencas interiores, representadas por
compactos macizos no plegados.
Reborde exterior o encadenamiento occidental. El reborde exterior o Cadenas
Costaneras del Pacífico del Macizo Plegado del Oeste, corren paralelamente a la
costa, desde las islas Aleutianas, hasta el Istmo de Tehuantepec, aunque se
prolongan hasta Guatemala.
Desde el punto de vista físico (es decir en cuanto a morfología y configuración de
las costas) la separación entre América del Norte y América Central es el Istmo de
Tehuantepec, que marca un estrechamiento de 220 km. de ancho y un descenso
orográfico a tan sólo 245 m. En cambio desde el punto de vista estructural o geológico,
la unión entre América del Norte y Central se halla al oeste del valle del río Motagua,
que desemboca en el Golfo de Honduras.
Volviendo al encadenamiento occidental o reborde exterior de México, puede
observarse que, unidas las Cadenas de la Costa de California y la Sierra Nevada por
un corto trecho, vuelven a separarse a partir de la latitud de la ciudad de Los Angeles,
formando nuevamente dos encadenamientos: el occidental, que se interna en la
Península de Baja California; y el oriental, que comienza en los Montes San Gabriel y
San Bernardino y que prosigue a lo largo de la costa occidental de México.
El cordón occidental del Monte Palomar bordea por el este la depresión del lago
Saltón y toma en México los nombres de Juárez, San Pedro Mártir, Santa Isabel, de la
Giganta y del Cabo o de San Lázaro. La península de Baja California es de
constitución calcárea y presenta varios volcanes extinguidos. La altura de las sierras
va disminuyendo gradualmente hacia el sur (la mayor altura es el monte de La
Encantada de 3.078 m.), hasta que finalmente se hunden en el cabo San Lucas.
Reaparecen luego en las islas Tres Marías, para volver otra vez al continente a partir
del Cabo Corrientes, formado en el sur de México la Sierra Madre del Sur.
La Sierra Madre del Sur es paralela a la costa del Pacífico y de poca elevación
(poco más de 600 m.). Tiene una actividad de ascenso vertical por vecindad con la
fosa oceánica de Acapulco. Va descendiendo gradualmente hacia el este, donde
encierra a la pequeña y accidentada Meseta de Oaxaca, conjuntamente con el ramal
paralelo denominado Sierra de Oaxaca. Se pierde en suaves serranías en el Istmo de
Tehuantepec. Aparece en el estado de Chiapas donde forma la Sierra Madre de
Chiapas, que penetra en Guatemala para terminar en el valle del río Montagua. Entre
el valle del río Grijalva y el Usumacinta se extiende la Meseta de Chiapas.
Los montes San Bernardino descienden hacia el valle del Colorado para da paso
al río. El encadenamiento prácticamente se interrumpe en el desierto de Gila, y más al
sudeste se interna en territorio mexicano con el nombre de Sierra Madre Occidental,
reborde occidental de la Meseta de Chihuahua.
La Sierra Madre Occidental es en sí una meseta, con altitud dominante a 2000-
3000 m. Está formada por acumulaciones volcánicas, a su vez recortadas por la

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erosión fluvial que ha originado cañones profundos de más de 1000 m. Al oeste de la


Sierra Madre Occidental y descendiendo con rápida pendiente hacia el Golfo de
California se encuentra la árida Meseta de Sonora.
Una gran estructura activa actualmente es la conocida como eje, faja, cinturón,
cordillera a los que sigue el adjetivo volcánico o neovolcánico. El Cinturón
Neovolcánico de Anahuac está formado por un conjunto de mesetas escalonadas que
van de los 500-800 m en Colima y Nayarit a los 2600 en Toluca. Sobre las mesetas
que constituyen esta estructura se asientan volcanes aislados, de pequeñas y grandes
dimensiones, conjuntos de volcanes jóvenes y sus productos, y residuos de montañas
antiguas erosionadas El Cinturón de Anahuac, también conocido como Cordillera
Neovolcánica (estrictamente no lo es), muestra entonces un alineamiento de volcanes
activos y extinguidos, que con rumbo Oeste-Este se extienden desde el Océano
Pacífico hasta el Golfo de México, en un largo de 900 km. Está formada por rocas
volcánicas recientes, que constituyen un relieve de conos de material piroclástico
(bombas, lapillis y cenizas) justamente con mantos de andesitas y basaltos,
profundamente recortados por la erosión fluvial. El amontonamiento de la enorme
masa de productos eruptivos, durante todo el Cenozoico, con espesor de miles de
metros y el clima húmedo, ha favorecido la acción de los agentes erosivos, originando
un paisaje con profundos valles, algunos ocupados por lagos. Hay asimismo grandes
fallas por las cuales tiene lugar la actividad volcánica y sísmica, que muestran a esta
región como una de las más perturbadas del globo.
La serie de volcanes de la Cordillera de Anahuac se dispone según el eje
principal de la cadena, o bien en sus ramificaciones, los de mayor altitud están
cubiertos por nieves eternas. De oeste a este se hallan el nevado de Colima (4.339 m.)
con su enorme cráter de 500 m. de diámetro, el Jorullo aparecido en 1.779 y el
Paricutín formado en 1.943 y aún en plena actividad. Al este de ciudad de México, el
Ixtaccihuatl o “mujer dormida”, llamado así por el perfil de su cumbre cubierta de
nieves eternas a 5.286 m. y el Popocatépetl o “montaña que humea” que llega a 5.452
m. Finalmente, con la proximidad del Golfo de México se levanta el Citlaltépel o Pico
de Orizaba, que con 5.700 m. es la montaña más elevada de México. Está formado
por un cono truncado, cubierto de nieve eterna, con numerosos cráteres secundarios
ocupados por lagos, Cierra la hilera de volcanes el Cofre de Perote (4.319 m.) donde
la Cordillera de Anahuac se une a la Sierra Madre Occidental. Entre la Cordillera de
Anahuac y la Sierra Madre del Sur se el llamado valle de México con la cuenca del río
Balsas o Mexala.
Reborde Interior. Al sur de las Montañas Rocosas de Estados Unidos el reborde
Interior forma los Montes de Sacramento y de Santiago antes de alcanzar la frontera
con México. Luego pasa a este país, formando una serie de cordones paralelos, que
en su conjunto constituyen la Sierra Madre Oriental. Está constituida esencialmente de
rocas sedimentarias, formadas por depósitos de sedimentos en el océano y
posteriormente levantados, deformados y fracturados.
Su primer tramo está formado por lomadas bajas, cuyas elevaciones vistas
desde las áridas mesetas situadas al oeste, apenas si sobresalen del nivel de las
mismas. Un reciente proceso de erosión retrocederte por parte de los ríos que
desaguan en el Golfo de México, ha hecho que la Sierra Madre Oriental, presente el
aspecto de cadena elevada vista desde la costa del Golfo de México, como reborde
oriental de la Meseta Mexicana. A medida que avanza hacia el sur la sierra aumenta
su altitud (más de 3.000 m.) y se vuelve más compacta, asimismo se hacen cada vez
más frecuentes las manifestaciones volcánicas. Su faja oriental, cubierta por densa
vegetación selvática, desciende rápidamente a la angosta planicie costanera del Golfo
de México. Cuando termina la Sierra Madre Oriental, al unirse a la Cordillera de
Anahuac, en el volcán Cofre de Perote, la llanura costanera tiene solamente un ancho
de 75 km.
Mesetas Interiores. Al sur de la Meseta del Colorado de Estados Unidos y entre
las Sierras Madre Occidental y Oriental se extiende la Meseta de México. Su altura

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

crece hacia el sur, presentando diferencias orográficas y climáticas que permiten


subdividirla en dos subregiones: la septentrional o Meseta de Chihuahua, cuencas y
bolsones intermontanos que recuerdan el paisaje de la Gran Cuenca de Estados
Unidos, y la meridional o Meseta de Anahuac, ambas separadas por las estribaciones
meridionales de las Sierra Madre Occidental (que tuerce al sudeste) y el valle del río
Pánuco).
La Meseta de Chihuahua tiene una altura media de más de 1.000 m., suelo
rocoso, con clima marcadamente árido y vegetación pobre. Presenta una serie de
cadenas interiores orientadas de norte a sur, que la dividen en cuencas interiores sin
desagüe al mar. En el interior de estas cuencas existen lagos salados temporarios, en
vías de desecación y cuyo nivel depende de la intensidad de las lluvias locales. Entre
esas depresiones, denominadas localmente bolsones, la más conocida es el Bolsón
de Mapimi, recorrido por el río Nazas. Las cadenas interiores orientadas hacia el
sudeste, degradan finalmente hacia la llanura litoral del Golfo de México, formando la
porción meridional de la Sierra Madre del Este.
La porción meridional de la Meseta de México recibe el nombre de Meseta de
Anahuac. Es más elevada, de unos 2.000 m. de altitud y está cubierta por abundante
material volcánico, y atravesada por numerosos filones metalíferos, especialmente de
mineral de plata. Hacia el sur está cerrada por el Cinturón Neovolvánico o Cordillera
Neovolcánica de Anahuac. Esta meseta es mucho menos seca que la septentrional.
Su drenaje se efectúa hacia ambas vertientes: la Pacífica por el río Lerma-Grande de
Santiago y la del Golfo de México por el río Pánuco.
A diferencia de la Meseta Septentrional de México, presenta valles, separados
por cadenas volcánicas y ocupados parcialmente por el fondo de antiguos lagos, que
han sido rellenados por corrientes de lava y por materiales aluvionales transportados
por los ríos.

Llanura Costera del Golfo de México

Se extiende desde la península de Florida hasta la penínsulas de Yucatán, Está


formada por sedimentos arenosos, limosos, arcillosos, a los cuales se agregaron
bancos coralinos que formaron las penínsulas mencionadas. En la costa presenta
numerosas lagunas litorales, que con el tiempo van siendo rellenadas y provocan una
amplitud de la llanura.
La península de Yucatán está constituida en su mayor parte de una plataforma
baja (apenas excede los 200 m.), de estructura calcárea coralina. De drenaje muy
difícil; las aguas de infiltración generan una hidrografía en gran parte subterránea;
debido a los procesos kársticos o de disolución de las rocas calcáreas. Está perforada
por grutas y por dolinas que los mexicanos llaman “cenotes”. Hacia el interior se
prolonga en la altiplanicie calcárea de El Petén.

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ESTUDIO PARTICULAR DEL RELIEVE DE AMERICA CENTRAL


La porción central de América no constituye en su conjunto una unidad
geográfica. Está integrada por un istmo que a manera de inmenso puente une las dos
masas continentales de América del Norte y del Sur y un numeroso conjunto de islas
que cierran por el este al Mar Caribe o de las Antillas. Queda íntegramente
comprendida en los hemisferios norte y occidental. Para facilitar su estudio, se la ha
dividido en América Central Continental o Istmica y América Central Insular o Antillas.

América Central Continental o Istmica

Por su posición, su litoral nordeste se halla bañado por el Mar Caribe y su litoral
sudoeste por el Océano Pacífico. De acuerdo a consideraciones geológico-
estructurales, su límite septentrional es el valle del río Motagua y su límite austral, los
valles de los ríos Atrato y San Juan en Colombia. Hacia el oeste del valle del río
Motagua, tiene lugar la unión de América del Norte con América Central, mediante
mantos de rocas volcánicas del Terciario Superior y Cuaternario, sobre las cuales se
levantan numerosos conos volcánicos activos.
La historia geológica de América Central Istmica es complicada. Durante
larguísimo tiempo entre América del Norte y América del Sur, se extendió un amplio
brazo de mar que comunicaba al Atlántico con el Pacífico, impidiendo el intercambio
de la flora y la fauna. La tercera fase de la orogenia andina, en el Plioceno, provocó un
ascenso epirogénico, que junto a la intensa actividad volcánica, determinó la formación
del puente continental, que separó definitivamente a los océanos Atlántico y Pacífico.
Es una de las zonas de mayor debilidad de la corteza terrestre, estando
fuertemente perturbada por la actividad volcánica y los movimientos sísmicos. Se
cruzan en ella dos alineamientos de fallas: el que corresponde a los hundimientos de
los tres mares mediterráneos terrestres (americano, europeo y del sudeste asiático) y
el que rodea a la cuenca del Océano Pacífico por el este (Círculo de Fuego). Las
profundas fosas revelan la existencia de dislocaciones y hundimientos. Presenta
numerosos volcanes activos y muchos apagados, y extensas zonas se hallan
cubiertas por espesos mantos de lavas o materiales sueltos.
Toda América Central Ístmica es montañosa, con excepción de algunas angostas
llanuras litorales. Presenta dos sistemas orográficos: la Cadena Centroamericana del
Pacífico y las Cadenas Pacífico-Antillanas. La primera corre adosada a la costa del
Pacífico y es de constitución volcánica. Las segundas están representadas por una
serie de cadenas bajas, que se dirigen oblicuamente desde el Pacífico hacia el Mar
Caribe, se hunden en él para reaparecer de nuevo en las Antillas. Carecen de
volcanes.
La depresión ocupada por los golfos de Fonseca, los lagos de Managua y
Nicaragua y el valle del río San Juan, separa dos regiones de caracteres fisiográficos
diferentes: al norte, el terreno es más amplio y elevado, mostrando los dos sistemas
orográficos; al sur el terreno es más angosto y bajo, y solamente se advierte la
Cadena Centroamericana del Pacífico.

Cadena Centroamericana del Pacífico

Se extiende como prolongación de la Sierra Madre de Chiapas en Méjico hasta la


desembocadura del río San Juan en Colombia. Desciende hacia el Océano Pacífico
formando una estrecha llanura litoral. Es interrumpida con frecuencia por dislocaciones
transversales que originan profundos golfos como los de Fonseca, Nicoya y Dulce.
Pueden distinguirse algunos tramos: Cordillera Volcánica Guatemalteco-Salvadoreña,
Cordillera Volcánica Nicaragüense-Costarricense y Cordillera Panameño-Colombiana
del Pacífico.

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La Cadena Centroamericana del Pacífico se inicia en Guatemala, como


prolongación de la Sierra Madre de Chiapas. Su característica principal es que todos
sus picos importantes son volcanes activos o apagados. Se inicia con los volcanes de
Tacaná (4.064 m.) y Tajumulco (4.211 m.) apagados y sigue con el Atitlán (3.525 m.),
activo intermitente. El Tajumulco es el pico más elevado de América Central. Próximos
a la ciudad de Guatemala se levantan los volcanes Acatenango (3.950 m.), Fuego
(3.825) y Agua (3.752 m.), todos ellos muy activos. En El Salvador se destacan los
volcanes activos Santa Ana (2.385 m.), Izalco (1.885 m.), San Salvador, San Vicente y
San Miguel (2.135 m.).
La cordillera Volcánica Guatemalteco-Salvadoreña se hunde en el Golfo de
Fonseca y luego reaparece en Nicaragua, con el famoso volcán Cosigüina (1.159 m.)
que en 1835 tuvo una de las erupciones más formidables que se recuerdan, llegando
sus cenizas hasta Colombia. Toma el nombre de Cordillera Los Marrabios y luego
forma el Istmo de Rivas, que limita por el oeste a la cuenca de los lagos Managua y
Nicaragua. Se destacan el volcán Momotombo, al norte del lago Managua (1.130 m.) y
el volcán Concepción en la Isla Ometepe situada en el lago Nicaragua.
En Costa Rica, la Cadena Centroamericana del Pacífico está representada por la
cadena de Guanacaste con el volcán Miravalles (2.029 m.). Luego se bifurca en
Cordillera de Talamanca, hacia el oeste y la Cordillera Central o Volcánica hacia el
Este. Entre ambas queda encerrada la Meseta Menor.
En ambas cordilleras hay volcanes activos, como el Chirripó; en la Cordillera de
Talamanca y el Poás (2708 m) y el Irazú (3.423 m.) en la Cordillera Central, desde
cuya cima se divisa el Mar Caribe y el Océano Pacífico.
La Meseta Menor tiene una altura media superior a 1.000 m. y, por su clima
templado, favorable a la instalación humana, concentra la mayor parte de la población
de Costa Rica.
La Cordillera Nicaragüense-Costarricense se prolonga en Panamá a partir del
Vn. Chiriquí (3.478m.), en la Cordillera de Tabasará, pero luego disminuye de altitud
con rapidez, en la Cordillera de Veragua, hasta que en el Alto de Culebra, es
atravesada por el canal interoceánico. El punto de división de las aguas desciende
hasta 87 m y la depresión entre los dos relieves están ocupadas de cavidades
lacustres como la del Lago Gatún que fueron utilizadas para la construcción del canal.
Esta zona de angostamiento del istmo y descenso general de la altura del relieve
se considera el límite físico entre América Central y del Sur.
Hacia el este del canal vuelve a elevarse y forma las serranías de San Blas y de
Darién, que bordean al Mar Caribe y termina contra el valle del río Atrato. Más al oeste
se inicia otra alineación montañosa con la sierra del Sapo que prosigue en Colombia
con la sierra de Baudó, que culmina en Alto del Buey (1.890 m.). La sierra de Baudó
constituye la costa norte colombiana sobre el océano pacífico, y los valles de los ríos
Atrato y San Juan que limitan hacia el este, constituyen a la vez el límite estructural
entre América Central y del Sur.

Cadenas Pacífico-Antillanas

Estas cadenas se extienden en la zona comprendida entre Chiapas (sur de


Méjico) y el valle del río San Juan en el límite entre Nicaragua y Costa Rica. Se dirigen
desde la Cordillera Centroamericana del Pacífico, hacia el Mar Caribe. Son cadenas
bajas que no sobrepasan en ningún caso los 3.000 m. de altitud. El primer lineamiento
se desprende de la Sierra Madre de Chiapas y forma en Guatemala los montes
Cuchumatanes (3.060 m. y la sierra de Santa Cruz; luego tuerce hacia el noreste y
forma en Belice los Montes Maya que descienden hacia el Oeste hacia la altiplanicie
calcárea de El Petén donde se encuentran los restos arqueológicos de la ciudad maya
de Tikal.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

El segundo lineamiento comienza con los Montes Chuacos y prosigue con la


Sierra de Minas que termina sobre el Golfo de Honduras. Entre ambos lineamientos
queda el valle del río Polochic (lago Izábal).
El tercer encadenamiento está separado del anterior por el valle del río Motagua,
está formado por los montes Espíritu Santo y Omoa, para terminar también sobre el
Golfo de Honduras.
En Honduras y Nicaragua hay otras cadenas pacífico-antillanas como Nombre de
Dios, de la Esperanza, Dipilto-Colón, Isabel, Dariense, Huapi, Chontalense y Yolaina.
Al este de la Cadena Centroamericana el Pacífico, en Guatemala, Salvador,
Honduras y Nicaragua se extiende la llamada Meseta Mayor, formada por acumulación
de material volcánico. Hacia el este se subdivide en tramos menores intercalados
entre las Cadenas Pacífico-Antillanas. Tiene unos 2.000 m. de altura media, pero
hacia el sur y el este va descendiendo hasta algo menos de 1.000 m.
En las zonas deprimidas entre las Cadenas Pacífico-Antillanas, a las mesetas del
oeste de material volcánico, siguen hacia el este valles fluviales rellenados por
sedimentos aluvionales.

Llanuras

Son estrechas franjas aluvionales, extendidas a lo largo de las costas del océano
Pacífico y del Mar Caribe. La que corresponde a este último es más amplia,
especialmente en Honduras y Nicaragua. Son por lo general, llanuras bajas y
pantanosas, malsanas, con albuferas y manglares. La de mayor amplitud es la Llanura
de los Mosquitos en el oriente de Nicaragua.

América Central Insular

Este conjunto situado entre el océano Atlántico y el Mar Caribe y extendido


desde las penínsulas de Florida y Yucatán hasta la costa norte de Venezuela,
comprende tres grupos insulares principales: las Grandes Antillas o Antillas Mayores,
las Pequeñas Antillas o Antillas Menores y las Bahamas.

Antillas Mayores

Los tres primeros lineamientos de cadenas Pacífico Antillanas, se hunden hacia


el este en el Mar Caribe, para luego reaparecer en las Grandes Antillas, donde
constituyen sus cordones orográficos. Entre éstos, que como en la zona ístmica
carecen de volcanes y son de poca elevación, quedan valles rellenados por
sedimentos fluviales o llanuras de pequeña extensión.
El primer alineamiento, que corresponde a los Montes Maya, prosigue en la isla
Cozumel, se hunde en el Cl. de Yucatán formando un umbral submarino, para
reaparecer en el oeste de Cuba, donde forma la Sierra de los Organos o de
Guaniguanico y la Sierra Habana-Matanzas.
El segundo alineamiento comienza con la sierra de Minas que luego de hundirse
en el golfo de Honduras, reaparece en las islas de Gran y Pequeño Caimán y luego en
el sudeste de Cuba, donde forma la Sierra Maestra, que culmina en Monte Turquino
de 2.175 m. Se hunde en el Cl. del Viento y prosigue luego en la isla de Haití o La
Española, donde forma la Cordillera Central o Principal, en la cual se levanta la altura
máxima de todas las Antillas, el Pico Duarte o Trujillo de 3.185 m. Se abre en Sierra de
Ocoa y Montes de Seibo, que se hunden a su vez en el Cl. de Mona y reaparece luego
en la isla de Puerto Rico en la Cordillera Central que alcanza 1.338 m. para terminar
finalmente en las Islas Vírgenes.
En la isla La Española, al norte de los valles de los ríos Yaque del norte y Yuna
(este último denominado de la Vega Real por Cristóbal Colón) que termina en la bahía
de Samaná, se halla la Cordillera Norte o de Montecristi que son la prolongación de la

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Sierra Banes y Altiplano de Baracoa o Sierra Cristal, situadas en Cuba. Por el este
termina en la península Samaná.
En la misma isla, al sur de los valles Artibonite-Yaque del Sur, se halla la
Cordillera media, representada por los Montes Matheaux en Haití y la Sierra de Neiba
en República Dominicana.
El tercer encadenamiento comienza con la sierra de Omoa, que después de
hundirse en el golfo de Honduras, reaparece primeramente formando las islas de la
Bahía (Utila, Roatán, Guanajá) y luego las islas Cisnes. Forman luego los Montes
Azules de Jamaica (2.292 m.) y en el Sur de Haití el Macizo de Hotte y de la Selle y el
Macizo de Bahoruco en República Dominicana; que se prolonga en el Caribe en la
Cresta de la Beata, cuya eminencia forma la isla del mismo nombre.
Es interesante destacar que entre el primer alineamiento y el segundo se
desarrolla la superficie cubana, cuyo relieve muestra algunas semejanzas con los de
Florida y Yucatán. Las llanuras cubren los dos tercios de su territorio. Está formada por
extensos afloramientos de sedimentos calcáreos (de ahí la abundancia de formas
karsticas) depositadas por sucesivas transgresiones marinas sobre una antiguo zócalo
cristalino. La alteración del sustrato calcáreo ha desarrollado tierras arcillosas rojizas
muy aptas para la agricultura. La baja península de Zapata está cubierta por marismas
y ciénagas. Salvo la isla de Pinos que es calcárea, los archipiélagos de Sabana,
Camagüey, de los Canarreos y Jardines de la Reina, son de origen coralino. Las
montañas de Trinidad y Sancti Spíritu, son afloramientos del antiguo zócalo rocoso.
Entre el segundo y el tercer alineamiento se extiende una larga fosa tectónica,
ocupada por el río Motagua-golfo de Honduras, la fosa de Bartlett, el golfo de
Gonaives, la depresión de Cul-de-Sac en Haití, ocupada en parte por el lago Sumatre
y la Hoya del lago Enrriquillo (a -47 m., de alta salinidad y refugi de cocodrilos) en
República Dominicana, y la bahía de Ocoa.
Exceptuando Cuba, en el resto de las Antillas Mayores las llanuras tienen mínima
extensión, suelen ser litorales o simplemente valles y depresiones ubicados entre los
cordones orográficos, En Jamaica tiene más desarrollo la litoral sur, mientras que en
Puerto Rico la litoral norte.

Antillas Menores o Pequeñas Antillas

Con las islas Vírgenes, situadas al este de Puerto Rico, se inicia el arco de las
Antillas Menores, que se extiende hasta Aruba. Se las agrupa en islas de Barlovento
(desde las islas Vírgenes hasta Granada, en arco con dirección al sur y concavidad al
oeste), llamadas así por estar directamente enfrentadas a los alisios de noreste; y de
Sotavento (desde Tobago hasta Aruba paralelas a la costa venezolana) por estar
abrigadas con respecto a esos vientos.
Las Antillas Menores de Barlovento corresponden estructuralmente a
Sudamérica (Cadena Caribe) a la que también se vinculan sus economías.
Los ingleses utilizaron para las islas distintas denominaciones, llaman Leewards
(Sotavento) a la parte más septentrional de las de Barlovento y Windwards
(Barlovento) a las islas más meridionales de ese grupo.
Las Antillas Menores de Barlovento son un arco insular de origen volcánico y
coralino, separadas entre sí por canales cuya profundidad puede llegar a ser de 2.000
m. Este arco fracturado se dispone como una guirnalda que delimita al Mar Caribe por
el este. Es una región altamente perturbada de la corteza terrestre, y parece constituir
una estructura independiente, intercalada entre las Grandes Antillas por el norte y
América del Sur por el sur.
La composición geológica de las islas permite constatar la extensión de dos
arcos concéntricos de distinto origen, uno externo, más reciente, con predominio de
rocas cuaternarias, sobre todo coralinas, y que carece de actividad volcánica; y otro
interno, formado por islas volcánicas, también recientes, donde se hallan algunos
volcanes en actividad.

21
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

El arco insular coralino comprende Sombrero, Anguila, San Martín, San


Bartolomé, Barbuda, Antigua, la mitad oriental de Guadalupe, María Galante y
Barbados.
El arco insular volcánico comprende San Eustaquio, Saba, San Cristóbal, Nevis,
Redonda, Montserrat, porción occidental de Guadalupe, Dominica, Martinica, Santa
Lucía, San Vicente, Granadinas y Granada.
En Guadalupe se destaca el volcán en actividad La Soufrieri de 1.484 m., en San
Vicente el volcán Soufrieri de 1.234 m., cuya última erupción de 1.902, recubrió media
isla con una espesa capa de cenizas y causó la muerte de 2.000 personas. El volcán
Mont Pelée, de 1.380 m., localizado en la isla Martinica, tuvo en el año 1.902, una de
las erupciones más desastrosas de los tiempos modernos. De su cráter y costado salió
una nube de gases ardientes, que precipitó sobre la ciudad de Saint Pierre y provocó
la muerte de unas 28.000 personas. Se salvó un preso que estaba en una cárcel
subterránea.

Bahamas o Lucayas

Archipiélago de cerca de 700 islas e islotes diseminado entre el Estrecho de


Florida y las islas de Cuba y La Española.
Las superficies emergidas tienen su origen en la acumulación de arena eólica,
sobre los escollos de coral, determinados por una intensa actividad madrepórica,
sobre una serie de bancos de plataforma, de una profundidad media de 100 m.
Estratigráficamente el archipiélago está formado por rocas calizas en su interior y
por adherencias coralígenas en superficie.
Todas estas islas llanas en general, presentan una forma alargada de noroeste a
sudeste, en dirección de las corrientes marinas responsables de su configuración, así
como de los canales y de los brazos de mar y depresiones submarinas que las
fragmentan. Algunas de estas depresiones submarinas tienen una profundidad de
hasta 2.000 m., incluso 6.000 como en el canal Mayaguana.
Las principales islas son: Andros, New Providence, Bimini, Gran Bahama, Gran
Abaco, Eleuthera, Exuma, Cat, San Salvador (Watling o Guanahani, isla en la que
desembarcó Colón el 12 de octubre de 1.492), Long, Crooked, Acklins, Samana,
Mayaguana, Gran Iguana, Caicos, Turku.

ESTUDIO PARTICULAR DE LA HIDROGRAFIA DE AMERICA


CENTRAL
América Central Istmica

Posee ríos cortos que pertenecen (excepto la cuenca del Usumacinta en


Guatemala, que se dirige al Golfo de Campeche) a la pendiente oriental o del Caribe y
a la pendiente occidental o del Pacífico.
Los ríos de la pendiente oriental son más largos que los de la occidental en razón
de aproximación de la divisoria de aguas hacia la costa. Tienen régimen más regular y
presentan amplios tramos navegables.
El río Hondo, que desemboca en la Bahía de Chetumal, forma límite entre
México y Belice. En Belice se destaca el río que da nombre al país.
En el golfo de Honduras desemboca el río Polocich, que alimenta al lago Izábal,
y está unido al mar por el canal de Golfete; el río Motagua, el Río Chamelocón y el río
Ulúa, que es el más importante de Honduras.
En el mismo país, más al este se destacan el Aguán y el Patuca y formando
límite entre Honduras y Nicaragua el Coco o Segovia.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

En Nicaragua se destacan el Prinzapolca, el Grande, el Escondido y el San Juan,


que forma límite con Costa Rica.
La actividad volcánica ha tenido consecuencias importantes sobre las cuencas
lacustres de Nicaragua. Las erupciones a lo largo de las riberas meridionales y en el
interior del lago de Managua, provocaron su separación del contiguo lago de
Nicaragua, con el que antaño formaba una única cuenca; ambos lagos están unidos
por el río Tipitapa, que drena hacia el Lago Nicaragua.
Hasta el Pleistoceno, el lago de Nicaragua, vertía parte de sus aguas en el
Océano Pacífico a través de un emisario, el río Grande del Sur; el hundimiento de la
costa del Caribe durante el Holoceno, orientó las aguas del lago hacia el río San Juan.
El afluente principal del lago Managua es el río Grande (Viejo), antes uno de los más
caudalosos de América Central, pero que hoy ha tenido que ceder gran parte de sus
aguas al río Grande de Matagalpa.
El río San Juan es navegable en todo su curso por lo que se ha proyectado un
nuevo canal interoceánico, canalizando el San Juan y realizando un corte del Istmo de
Rivas a la altura de San Juan del Sur sobre el Pacífico. (En realidad fue un proyecto
norteamericano anterior al de Panamá).
En Panamá los ríos son cortos, siendo el principal el Chagres, cuyas aguas
represadas forman parte del complejo del Canal de Panamá.
Los ríos de la pendiente occidental son extremadamente cortos, y cuando caen
las lluvias tropicales crecen considerablemente produciendo inundaciones.
Entre los ríos más importantes se destaca el Lempa en El Salvador. Al Golfo de
Fonseca llegan: el Goascarán, que forma límite entre el Salvador y Honduras, el
Chaluteca que pasa por Tegucigalpa y el Estero Real. En Costa Rica se destaca el
Grande de Tárcoles que pasa por la capital y en Panamá el Chepo y Tuira. Todos ellos
son poco navegables.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

ESTUDIO PARTICULAR DEL RELIEVE SUDAMERICANO 2

Macizo de Guayania:

Ocupa la parte Noreste de América del Sur. Está limitado al Norte por la falla del
Río Orinoco inferior (1) y el Océano Atlántico, al Oeste el Río Orinoco, al Sur el Río
Negro (2) y la depresión del Río Amazonas inferior y al Este el Océano Atlántico.
Se trata de un antiguo núcleo cristalino o cratógeno, de edad precámbrica, está
formado por un basamento de rocas metamórficas (gneisses, esquistos), con grandes
intrusiones graníticas. Sobre ese basamento se encuentra parcialmente, una cubierta
de areniscas continentales rojas y grises del Triásico y Cretácico, que llegaron a
constituir una cubierta coherente sobre todo el macizo.
Durante el Terciario Superior, a raíz de empujes desde el oeste provocados por
los movimientos andinos, el Macizo de Guayania experimentó dislocaciones y
hundimientos en su parte noroccidental, originándose allí los Llanos del Orinoco.. El
resto del macizo sufrió en cambio un levantamiento en masa, de tipo epirogénico, que
provocó reactivación de la erosión fluvial, favorecida, por otra parte, de la intensa
alteración de las rocas superficiales, determinada por el clima cálido húmedo, con
intensas precipitaciones estivales , provocadas por los vientos alisios del Noreste.
Como resultado de la erosión fluvial se ha originado un relieve de serranías
tabulares o “mesas”, denominadas “tepuys” en Venezuela, de areniscas dispuestas en
mantos horizontales que terminan en cantiles pronunciados hacia los valles de los
ríos. Esas serranías son los remanentes actuales de la antigua cubierta sedimentaria
mesozoica.
Hay un sistema principal de sierras tabulares o “mesas”, que es a su vez divisorio
de aguas entre la cuenca del Río Orinoco y los ríos guayaneros y la cuenca del
Amazonas. Las sierras se ubican en el límite de Brasil con Venezuela y Guyana,
Surinam y Guayana Francesa y son: Imerí (3), Tapirapecó (4), Curupirá (5), Parima
(6), Pacaraíma (7), Cerro Roraima (8) (máxima altura de todo el macizo con 2772 m.,
ubicado en límite entre Vezuela, Brasil y Guyana), Lúa (9), Acaraí (10) y Tumuc
Humac (11).
Desde este sistema serrano el descenso es bastante rápido hacia la llanura del
Amazonas, en cambio la pendiente hacia el Orinoco y hacia el Atlántico es más suave
y termina en una angosta llanura litoral baja y pantanosa, con cordones arenosos,
médanos y albuferas. A menudo con tierras por debajo del nivel del mar, mantenido
con un complicado sistema de canales y diques que los holandeses habían construido
a imitación de los polders de su país.
Esta pendiente hacia el norte es una penillanura, interrumpida por algunas
sierras, entre las que se destaca la denominada Cinturón Ferrígeno de Imataca (12) y
morros asilados de cumbres redondeadas.
Al Noroeste del Cerro Roraima, excelente lugar para los espeleólogos, se
encuentra la denominada Gran Sabana, ubicada por encima de los 800 m. (Parque
Nacional Canaima), en cuyo extremo Noroeste se halla el cerro Auyán Tepuí de 2698
m.. En la acentuada escarpa que delimita dicho cerro hacia el norte, de origina el Río
Ángel, subafluente del Carona (141) por la margen derecha, que posee una catarata
de 972 m, que es la más alta del mundo: el Salto del Ángel (13) y que lleva el nombre
del aviador que lo descubrió, Jimmy Ángel en el año 1937.

Sistema fluvial del Orinoco y los ríos guayaneros

Son ríos que corresponden a la pendiente atlántica propiamente dicha y que


están separados de la cuenca del Amazonas por el reborde meridional del Macizo de
Guayania.
2
Los números en negrita corresponden al mapa de relieve sudamericano

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Sistema del Orinoco

El Río Orinoco es uno de los más importantes de América Latina, con una
extensa cuenca y un largo de 2200 km. Tiene la forma de un gancho o letra C. Nace
en el extremo sur de la Sierra de Parima y su curso se desarrolla íntegramente en
territorio venezolano, describiendo un amplio arco hasta alcanzar la falla que separa el
Macizo de Guayania de los Llanos del Orinoco. A lo largo de su curso recoge a
manera de abanico las aguas de numerosos afluentes de ambas márgenes.
Los de la margen derecha son de meseta, más cortos y caudalosos, con
numerosos rápidos, saltos (los más altos del mundo) y angosturas; pues recorren
Guayania. Los de la margen izquierda, más largos, son en cambio de llanura. Cruzan
los llanos y se originan en la Cordillera de los Andes o bien en la Cordillera del Caribe.
A poca distancia de sus nacientes, el Orinoco pierde un tercio de su caudal por el
Casiquiare, verdadero canal natural de 225 Km. de largo, navegable, que une al Río
Guaianía, curso superior del Río Negro, afluente del Amazonas. No hay allí pues
divisoria de aguas. Es un fenómeno de captura incompleta muy particular. Esta
conexión sorprendente se descubrió, cuando en 1724, el sacerdote jesuita Manuel
Ramón, se encontró con una partida de portugueses que llegaban desde el Amazonas
en sentido contrario.
El Orinoco recibe el carácter de gran río al recibir importantes afluentes, tales
como el Ventuari, por la margen derecha y el Guaviare (su afluente Inárida) por la
margen izquierda. Desde allí terminado su curso superior va contorneando el Macizo
de Guayania, y su lecho se ve interrumpido con frecuencia por afloramientos rocosos
que determinan rápidos y saltos como los llamados Raudal de Maipures y Raudal de
Atures, que dificultad la navegación. En este tramo la orilla derecha es alta y la que
corresponde a los llanos es baja.
Desde los Andes colombianos le llega poco después el Río Vichada, el Río Meta,
con su afluente el Casanare, el Río Arauca y luego, al recibir al Río Apure, de 1300
Km., el Río Orinoco enfila directamente hacia el Este. Allí comienza su curso inferior y
toma dos importantes afluentes que surcan el Macizo de Guayania: el Río Caura y el
Río Caroní (su afluente Río Paragua) y desde la Cadena Caribe le llegan también
otros afluentes menores (Manapire y Pao). El Río Tigre es afluente de la zona del delta
del Orinoco.
Frente a Ciudad Bolívar, el ancho del cauce es solamente de unos 800m., por lo
cual esa ciudad se llamó antes Angostura. Hasta allí llega la navegación de ultramar.
El puerto está construido sobre estructuras flotantes porque el nivel del río varía en 13
m.
Unos 200 Km. antes de su desembocadura, el Orinoco comienza a formar un
pantanoso gran delta triangular de 20.000 kilómetros cuadrados en el cual se abre en
36 brazos o “caños”, siete de ellos navegables que llegan al Golfo de Paria, o la Boca
de la Serpiente o al Atlántico, al sur de la Isla Trinidad.
El Río Orinoco es de régimen netamente tropical, crece en verano durante las
lluvias que hacen ascender su caudal hasta 25.000 metros cúbicos por segundo, pero
su caudal medio es enorme de 14.000 metros cúbicos por segundo, casi como el del
Río Misisipi.

Ríos guayaneros

Son ríos de meseta, de régimen tropical, cortos, caudalosos, que nacen en su


mayoría en el reborde meridional del Macizo de Guayania. Su lecho es rocoso, cortado
con frecuencia con rápidos y saltos. Su curso inferior que es la única parte navegable
recorre una angosta llanura litoral. Sus desembocaduras han sido ensanchadas por la
s mareas en amplios estuarios.

25
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

El más importante de todos es Río Essequibo, que atraviesa de sur a Norte


Guyana. Recibe varios afluentes por la margen izquierda como el Rupununi, el Potaro
que presenta la Catarata de Kaieteur, el Río Mazaruni, en este caso con las Cataratas
de Tiboku y el Cuyuni.
Dentro del mismo país se destaca el Río Demerara, a orillas del cual está
edificada Georgetown, la capital y el Río Berbice.
El Río Courantyne, forma el límite entre Guayana y Surinam y el Río Surinam
que da nombre al país y a sus orillas se halla edificada la capital Paramaribo, ha dado
lugar al represarlo a la formación del gran lago articial Von Blommestein. El Río Cottica
es paralelo a la costa. El Río Maroní forma el límite entre Surinam y Guayana
Francesa y el Río Oyapock, el límite entre Guayana Francesa y Brasil.

Macizo de Brasilia:

El Macizo de Brasilia toma gran parte de Brasil, Uruguay, Este de Paraguay,


Misiones y Noreste de Corrientes. Es un cratógeno que limita al este con el Océano.
Atlántico, al norte con la Llanura Amazónica, por el Oeste llega hasta los ríos Madeira
(15), Guaporé (16), Paraguay (17), Paraná (18), pasando la delimitación al Río
Uruguay (19) por el Río Aguapey (20). Más al Oeste forma el subsuelo profundo de
las llanuras.. Por el sur llega hasta el Río de la Plata (21).
Los relieves carecen de un rumbo definido y se han formado por repercusión de
la orogenia andina que determinó movimientos epirogénicos de ascenso que
reactivaron la erosión fluvial. Los relieves son restos de erosión por lo que son
divisorias de aguas. También participaron en la gestación de los relieves algunas
fracturas y hundimientos y elevaciones de bloques.
Predominan en el relieve las formas planas, grandes mesetas denominadas
“chapadas” o “planaltos”. Estas chapadas descienden con suavidad hacia el Oeste,
presentando un borde abrupto hacia el este. Las denominadas “serras” son los
rebordes de las mesetas que vistos desde el Este parecen sierras.
En los lugares donde más avanzó la erosión se han formado cerros aislados,
redondeados, como jorobas, denominados “morros”. Debido a la presencia de las
rocas cristalinas antiguas es frecuente en los ríos la aparición de rápidos o
“corredeiras” y saltos o “cachoeiras”.
Dentro del Macizo de Brasilia pueden considerarse tres secciones o rebordes,
siendo más elevados hacia el Este. Presenta entonces el siguiente perfil:

Reborde Exterior: u Oriental:

El Reborde Exterior u Oriental es el más elevado. Está situado al Este de los ríos
Parnaíba (22), San Francisco (23) y Paraná-Aguapey-Uruguay. Cae abruptamente al
mar en acentuada escarpa, aunque en la mitad norte deja una angosta llanura litoral.
Al norte del Río San Francisco se destaca el Planalto de Borborena (24), del que se
desprende hacia el Oeste la divisoria Río San Francisco-Parnaíba, representada por
las sierras de Dos Hermanos (25), Piauí (26) y Tabatinga (27).
Al sur del Río San Francisco se halla la Sierra Itiuba (28), que intercepta al curso
del río formando las cataratas de Pablo Alfonso (29) de 82 m. de caída. Hacia el sur se
prolonga en las chapadas de Diamantina (30), Espinazo (31) (con yacimientos de
hematina de la que se extrae hierro) y Mantiqueira (32).
Junto a la costa se hallan las sierras Dos Amores (33), Caparao (34) (con la
mayor altura de todo el macizo: el Cerro Bandeira de 2890 m.), Do Mar (35) (con
llamativos morros como el Corcovado y Pan de Azúcar rodeando la Bahía de
Guanabara (36) donde está edificada Río de Janeiro) y Gerald (37), cuyas
estribaciones más occidentales se extienden en los estados brasileños de Santa
Catarina y penetran en nuestro país para formar la Meseta Misionera (38) y las

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Cataratas del Iguazú (39) (de 72 m. de caída), al interceptar el río del mismo nombre.
Las estribaciones occidentales más australes de la Sierra Gerald, constituyen en el
estado de Río Grande do Sur la denominada Meseta Gaúcha. En la Meseta Gaúcha
se encuentran los centros turísticos de Gramado y Canela, uno de los lugares de
mayor concurrencia, sin considerar la zona de playas brasileras.
En Uruguay los relieves son más bajos y se denominan localmente “cuchillas”.
Se destacan las cuchillas Santa Ana (40), Haedo (41) y Grande o Principal (42). Las
tierras rojas procedentes de la descomposición de los meláfidos (rocas volcánicas
ricas en hierro) son características de toda la cuenca del Alto Paraná.

Reborde Central:

Se halla ubicado entre los ríos Parnaíba-San Francisco-Paraná por el Este y el


curso del Río Araguaya (43) y Río Paraguay por el Oeste.
Se inicia al Norte con la chapada de Mangabeiras (44), la Sierra Goiás (45),
Pireneus (46), Maracajú (47), Amanbay (48) [que desprende hacia el este Mbaracajú
(49), formando los saltos de La Guaira o de las Siete Caídas (50)] y Caá Guazú (51).

Reborde Interior u Occidental:

Se halla ubicado entre los ríos Araguaya y Guaporé-Madeira. El núcleo del


relieve es la extensa Chapada de Matto Grosso (52), cuyo reborde meridional es la
Sierra de Cayapó (53) que desciende bruscamente hacia el Gran Pantanal (54) del Río
Paraguay.
La meseta desprende hacia el Oeste la Sierra Parecis (55) y de los Pacaás
Novas (56) y hacia el norte la Sierra Roncador (57), la de los Grajaús (58) y la de
Roraima (59).

Hidrografía del Macizo de Brasilia

El Macizo de Brasilia, uno de los grandes focos de dispersión hidrográfica de


América del Sur, se halla desprovisto de heleros, de la misma forma que el de
Guayania; pero ambos, acumulan los vapores acuosos provenientes del Atlántico que
se transforman en lluvias alimentadoras de los cursos fluviales y son la causa de sus
crecidas en verano y otoño.
Distinguiremos en esta región ríos de meseta de curso escarpado, interrumpido
frecuentemente por cascadas, saltos y cataratas que obstaculizan la navegación.
Al sur de la Isla de Marajó, en la desembocadura del Río Amazonas, uno de los
ríos más importante es el Parnaíba, que nace en la Chapada de Mangabeiras.
Los ríos del noreste brasileño que nacen en el Planalto de Borborena son
intermitentes, reciben el influjo irregular de las lluvias, por consiguiente son caudalosos
en algún momento o simples cursos de agua y hasta vacíos lechos de piedras y arena
en otro.
Estos ríos ofrecen aproximadamente 4500 km. de navegación, en épocas de
lluvias a embarcaciones de pequeño calado, mientras que el Parnaíba puede ser
navegado por canoas durante todo el año.
La cuenca más importante del Noreste brasileño, es la del Río San Francisco.
Nace en la Sierra das Canastras, muy próximo al Río Grande, curso superior del Río
Paraná. Luego de un breve trecho de un curso superior encajonado, el Río San
Francisco corre de sur a norte, al pie occidental de la Sierra de Espinazo y Chapada
de Diamantina, en medio de un amplio valle navegable, donde le llegan afluentes de
ambas márgenes, aunque en algunos tramos se encajona entre afloramientos
rocosos.

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A la altura aproximadamente de uno de sus afluentes, el Grande, el Río San


Francisco comienza a desviarse a raíz del enfrentamiento con la Sierra Piauí y la
Sierra Dos Irmaos y prácticamente ya no recibe afluentes ya que penetra en la árida
región del Noreste. Aquí se presentan los primeros saltos y casadas , hasta las
Cataratas de Paulo Alfonso de 79 m. de caída, a 200 km. de su desembocadura en el
Atlántico. Éstas se forman por el espolón de Itiuba que el río salta y luego cae en una
llanura costera, donde vuelve a ser navegable.
El San Francisco atraviesa una de las zonas más áridas del país, el desierto
ballano y pernambucano3. Las lluvias son raras y sobre todo irregulares, a pesar de lo
cual tiene profundidades de 5 a 6 metros. Su régimen es bastante variable. Las aguas
del río suben de 6 a 8 metros sobre el nivel del estiaje cuando llueve mucho, y la
anchura media del cauce oscila entre los 500 y los 1000 m; pero alcanza varios
kilómetros en las grandes crecientes de enero a mayo.
Por la zona que recorre puede considerarse al San Francisco como una especie
de NIlo brasileño, regando el árido suelo Ballano con las aguas de las regiones
lluviosas de Minas Gerais.
Entre el San Francisco y el norte del estado de San Pablo, se hallan una serie de
cuencas orientales que nacen en el lado este de la meseta. Los cursos corren hacia el
mar con un regular volumen de aguas que provienen de las lluvias constantes y
regulares del litoral. Sus secciones navegables son escasas debido a la proximidad
costera de la meseta. Al abandonar ésta por medio de gargantas se precipitan
formando saltos. Los ríos más notables son el Jacuipe, Paraguaçú, Jequitinonha,
Doce, Paraíba.
El Río Doce nace en los faldeos orientales de la Sierra de Espinazo y corre por
un profundo valle. Es tal vez el más importante puesto que nace y atraviesa por una
rica zona minera y está destinado, por esto, a servir con sus saltos y bosques
adyacentes a la gran industria siderúrgica.
En el Sureste encontramos algunas cuencas de ríos que nacen en la Sierra Do
Mar y en la denominada meseta gaúcha, son cursos pequeños y poco navegables que
forman saltos y rápidos. El Jacuf, que atraviesa terrenos carboníferos y forma el
Guaíba, en cuyas orillas se halla la ciudad de Porto Alegre. Luego la cuenca de San
gonzalo, denominado canal, cuyas aguas proceden de la Laguna Merim o Mirim y
comunica a ésta con la Laguna de Los Patos. En la Laguna Merin desaguan el río
uruguayo Cebollati y el Río Yaguarón que forma límite entre Uruguay y Brasil.
También corresponden al Macizo de Brasilia las cuenca superiores del Río
Paraná y el Río Uruguay, que al confluir van a formar el Río de la Plata.
El Río Uruguay nace en la Sierra Gerald, parte del reborde externo o costero del
Macizo de Brasilia, dirigiéndose hacia el oeste por territorio brasileño y cambiando de
rumbo al Sur-Sureste para formar el límite argentino-brasileño y luego el límite
argentino-uruguayo. A la altura de la provincia de Corrientes pueden mencionarse los
saltos de Moconá por su valor importancia turística y a la altura del límite entre la
provincia de Entre Ríos y Uruguay la Represa de Salto Grande y toda la zona de
termas a ambos lados del río, entre las que se destacan las Termas de Federación (al
norte de Concordia) y Villa Elisa (cerca de Colón) del lado argentino y las de Arapey,
Daymari y Guaviyú, del lado uruguayo.
Entre sus afluentes de margen izquierda se destacan el Río Ibicuy en territorio
brasileño, el Rïo Cuareim, que forma el límite brasileño-uruguayo, los ríos Arapey y
Dayman y el Río Negro, que es a la vez el río del interior uruguayo de mayor
importancia económica.
..El Río Negro. Nace en Brasil en la unión de la Cuchilla Grande y la de Santa
Ana, penetra en territorio uruguayo, sigue en dirección suroeste y desagua en el Río
Uruguay. Este río que recibe al Tacuarembó por la derecha y al Yi por la izquierda ha
sido utilizado en su parte media para la construcción de Rincón del Bonete, una presa

3
Nombre de Estados de Brasil.

28
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

para la producción de energía eléctrica, que creó un lago artificial muy ramificado
Unos 90 km río abajo se ha construido otra presa para igual fin, Rincón de Baigorria,
originando así un nuevo lago. El Río Santa Lucía llega al Río de la Plata en las
proximidades de Montevideo.
El Río Paraná se forma por la confluencia de los ríos Paranaíba y Grande.
El Río Grande nace en los faldeos de la Sierra Do Mar en la zona costera de
Brasil y se dirige al oeste. Luego recibe al Río Paranaíba por la margen derecha,
cambiando su rumbo en dirección al Sur-Suroeste. El Río Paraná en su curso superior
recibe en territorio brasileño, por margen izquierda los importantes ríos Tieté, Paraná-
Panema e Iguazú, el río que en su tramo final forma el límite entra Argentina y Brasil y
las famosas Cataratas del Iguazú, de gran atractivo turístico.
El Río Paraná forma primero el límite entre Paraguay y Brasil y luego el límite
entre Paraguay y Argentina, hasta que recibe por margen derecha su principal afluente
el Río Paraguay.
Antes de ingresar a la parte argentina paraguaya, el rió ha sido aprovechado
para energía hidroeléctrica en la represa de Itaipú, próxima a la denominada Triple
Frontera donde se sitúan Foz do Iguaçú (Brasil), Ciudad del Este y Puerto Iguazú
(Argentina).
Aguas abajo, en el límite paraguayo-argentino (prov. de Corrientes el caudal del
río ha sido aprovechado para generar energía hidroeléctrica en la Represa de
Yaciretá.

Cordillera de los Andes

Andes es un nombre derivado de la tribu de los Antis del este de Perú, o de los
andes o terrazas peruanas.
Se inicia en la depresión del Río Yaracuy (60) y se extiende hasta la Isla de los
Estados (61) manteniéndose siempre paralela y muy próxima a la costa del Océano
Pacífico. La cordillera de los Andes puede considerarse prolongada en el Arco de las
Antillas Australes (Georgias del Sur, Sándwich del Sur, Orcadas del Sur, Shetland del
Sur) y Antartandes en la Península Antártica Argentina.
La Cordillera de los Andes cae hacia el Oeste en forma abrupta, dejando entre
ellas y la costa pacífica una angosta faja costanera, que en el sur de Perú y Chile, está
ocupada por la Cordillera de la Costa y el Valle Longitudinal Chileno. En cambio su
pendiente oriental es más amplia y suave hasta confundirse con las llanuras o
sistemas orográficos adosados a ella.
Entre sus dos extremos, su longitud total es de 7.500 Km. Su ancho máximo lo
alcanza en Bolivia con 800 Km. y el ancho menor en Chile, a la altura del Golfo de
Ancud con solamente 100 Km. Su altitud media es de uno 4.000 m., pero posee las
cimas más elevadas de toda América. Su pico culminante y a su vez la mayor altura
de todo el continente americano es el Aconcagua de 6.959 m, situado en territorio
argentino al noroeste de la provincia de Mendoza.
La Cordillera de los Andes es de edad Terciaria, pero no constituye un sistema
orográfico uniforme, si bien ha sido plegado y ascendido con simultaneidad, encierra
elementos estructurales y morfológicos muy diversos. La actividad volcánica es
significativa en varios tramos, si bien con intensidad marcadamente reducida con
relación a épocas geológicas pasadas.
Presenta características de la montañas jóvenes, con cumbres elevadas y de
cimas agudas, con laderas abruptas y con valles encajonados y profundos. En algún
tramo conserva todavía un considerable englazamiento, y en otros es posible advertir
la acción glaciaria del pasado. El límite inferior de las nieves persistentes varía de
acuerdo con la latitud, dirección de las montañas y condiciones climáticas. En los
Andes Septentrionales, el límite inferior de las nieves perpetuas oscila entre 4.600 y
4.800m., pero en los andes Centrales la aridez eleva el límite de las nieves hasta

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altitud no alcanzada en otra pare del Globo, de 5.200 a 6.000 m. (en la Puna). En los
Andes Meridionales, el límite comienza a descender lentamente de Norte a Sur, se
mantiene alto en Andes Áridos, bajando en Andes Patagónicos-Fueguinos hasta 700
m. en Tierra del Fuego.
Dentro de la Cordillera de los Andes se pueden distinguir tres grandes tramos: A)
Andes Septentrionales (desde la depresión del Yaracuy en la costa del Mar Caribe
hasta el Nudo de Pasco (63) en Perú), b) Andes Centrales (desde el Nudo de Pasco
hasta el Macizo del Cerro Tres Cruces (64), en el límite argentino-chileno) y c) Andes
Meridionales (desde el Cerro Tres Cruces hasta la Isla de los Estados).

Andes Septentrionales:

En este tramo la cordillera presenta varios cordones alargados que se reúnen en


nudos orográficos.
Los Andes Septentrionales, a su vez, comprenden tres secciones: los Andes
Venezolano-Colombianos, los Andes Ecuatorianos y los Andes del Norte de Perú
Los Andes Venezolano- Colombianos se inician en Venezuela con dos cadenas
que encierran la depresión de Zulia (65), zona llana ocupada en parte por el Golfo de
Venezuela (66) y el Lago Maracaibo (67) y convergen hacia el sur en Nudo de
Bucaramanga (70). Dichas cadenas son al oeste la Sierra de Perijá (68) y al este la
Cordillera de Mérida (69), con el Pico Bolívar de 5007 m., culminante de Venezuela.
En su zona encumbrada la Cordillera de Mérida, cuyas alturas no bajan de 4700 m.
presenta mesetas o páramos.
Al norte de la Cordillera de Mérida, se extienden las Tierras Altas de Lara-Falcon,
cuya altura oscila entre los 200 y los 1.000 m. Esta amplia formación es de suelo
quebrado con aristas montañosas, separadas por depresiones más o menos extensas.
Entre esta formación y la costa Caribe se extienden llanuras litorales con leve
inclinación hacia el mar.
La depresión de Zulia, es una llanura de origen tectónico. La sedimentación
marina dio origen a los riquísimos yacimientos petrolíferos. Está rodeada por las
salientes de las penínsulas de Guajira y Paranagua. Las tierras litorales son
inundables y pantanosas, con acumulación de arenas que forman dunas en amplias
fajas litorales, en algunos casos cubiertas con manglares.
La Cadena de Perijá, comienza en la península de Guajira y luego sigue con
rumbo sur formando primero el límite entre Colombia y Venezuela y penetrando luego
en Colombia. Sus mayores elevaciones apenas sobrepasas los 2.000 m. Perijá está
relacionada hacia el oeste del valle del Río César (afluente del Magdalena que
desciende de las alturas de la Península de Guajira rumbo al sur) con la Sierra Nevada
de Santa Marta que interrumpe la llanura litoral del Caribe colombiano. En este macizo
montañoso se alcanza la máxima altura de Colombia, el pico Cristóbal Colón, con
5.775 m. Se encuentra próximo a la costa del Mar Caribe, entre la sierra de Perijá y el
delta del Magdalena; está formada por un núcleo intrusivo granodiorítico que es la
representación más septentrional del gran batolito andino. Sus cumbres, que
condensan la humedad de los vientos alisios del noreste, mantienen una amplia
cubierta de nieves eternas y de ella baja pequeños glaciares. El área comprendida
entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la ciudad de Cartagena, se corresponde en
gran parte con la que rodea al Lago de Maracaibo; es un área de rellenamiento pero
rápidamente colmada por los aportes fluviales. Alternan zonas anegadizas, ciénagas y
zonas más elevadas donde no llegan las aguas.
Los andes colombianos están representados por tres largas cadenas separadas
por los valles longitudinales del Cauca (72) y del Magdalena (73). Ellas son: la
Cordillera Occidental o del Chocó, la Cordillera Central o de Quindío y la Oriental o de
Sumapaz.
La Cordillera Oriental se une a la Central en el Nudo de Colombia (77), mientras
que la Central y Occidental se reúnen en el Nudo de Pasto (78).

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La Cordillera Occidental, que es la más baja de las tres (unos 2000 m), está
separada de la Sierra de Baudó (74), terminación meridional de la Cordillera
Centroamericana del Pacífico por el valle de los ríos Atrato (75) y San Juan (76).
La Cordillera Central es la más elevada. Queda comprendida entre los rotundos
valles tectónicos del Cauca al Oeste y el Magdalena al Este, hacia los cuales
descienden por laderas de pronunciada pendiente. Hacia el norte se inicia con la
amplia Meseta de Antioquia, recorrida por el Río Nechi y en la cual se halla edificada
Medellín. Hacia el sur se convierte en una elevada cordillera que culmina en los conos
volcánicos nevados de Ruiz (5321 m.), Tolima (5620 m), Huila (5700 m) y Puracé
(4646 m. que es Parque Nacional).
El 13 de noviembre de de 1985 el volcán Nevado de Ruiz erupcionó y los flujos
piroclásticos que fundieron su manto glaciar generaron flujos de lodo por las vaguadas
de los ríos que avanzaron cuesta abajo, entre 70 y 100 km., hasta encontrar los
principales poblados localizados donde los ríos encuentran sus valles de salida. La
población de Armero fue la más afectada al quedar completamente arrasada y morir
cerca de 21000 personas de sus 25000 habitantes; también perdieron la vida otros
30000 habitantes en otros lugares y pequeños poblados. Esta fue la segunda erupción
volcánica más devastadora en el siglo XX después de la erupción del Mont Peleé en
1902.
La Cordillera Oriental que se inicia en el Nudo de Bucaramanga, es la más larga
y maciza de las tres. Culmina en el Nevado de Cocuy (5475 m) y el de Sumapaz o de
Bogotá (4560 m). Presenta también amplias mesetas elevadas o páramos como la
Meseta de Cundinamarca donde se halla Santa Fe de Bogotá, capital de Colombia.
En los contactos de los faldeos orientales de la Cordillera Oriental con los llanos,
una isla montañosa la Sierra Macarena (Parque Nacional), tiene la apariencia de una
alta mesada que se desprende netamente de la cordillera en dirección sureste.
El tramo de los Andes ecuatorianos es conocido como “Avenida de los Volcanes”
y está constituido por las cordilleras Occidental y Oriental, que se extienden desde el
Nudo de Pasto al Nudo de Loja (79). En realidad hay tres alineamientos, pero el sector
montañoso más oriental representado por la Cordillera Cutucú y más al sur la
Cordillera del Cóndor en el límite con Perú, es de menor altura.
Las Cordilleras Occidental y Oriental se mantienen próximas entre si, encierran
una serie de altiplanos (constituidos por espesos mantos de lava y ceniza volcánica),
de unos 2500 a 2800 m. de altura, separados por cordones transversales, se
denominan regionalmente “hoyas o cuencas”, los más bajos y “paramos” los más
altos.
La Cordillera Occidental: más elevada, presenta intrusiones del batolito
granodiorítico andino, la Oriental se caracteriza en cambio por la intensidad de su
vulcanismo.
En la Cordillera Occidental se distinguen volcanes como el Cotocachí (4.939 m.),
Pichincha (4.790 m.) a cuyo pie se halla Quito, Illininiza de (5.300 m.) y Chimborazo
(6.273 m.), que es la cumbre culminante de Ecuador.
En la Cordillera Oriental o Real existió una importante línea de falla a lo largo de
la cual han salido los materiales eruptivos, que han edificado una sucesión de conos
volcánicos de considerable actividad como el Cayambé (5.840 m.), Antisana (5.705), el
Cotopaxi (5.897 m.), el Tunguragua (5.087) y el Sangay (5.412 m.). En particular el
Tungurahua es muy activo. Sus repetidas erupciones se extienden hacia el interior de
la meseta intercordillerana, provocando pérdidas de viviendas, vidas humanas y de
animales.
Probablemente entre estas dos cordilleras existió en épocas antiguas, un valle
longitudinal similar al del Cauca y del Magdalena en Colombia; que después se fue
colmatando a raíz de los intensos fenómenos volcánicos que afectaron la región.
La meseta intercordillerana queda dividida en una serie de cuencas menores, por
cordones y contrafuertes transversales. Las cuencas son de extensión, altura y relieve

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desigual. De norte a sur se hallan las cuencas de Tulcán, Ibarra, Quito, Latacunga, Río
bamba, Alausí, Cuenca y Loja, que alojan las ciudades del mismo nombre.
Los Andes del Norte de Perú se inician en el Nudo de Loja y se extienden hasta
el Nudo de Pasco, lugar donde se inician los Andes del Sur de Perú.
Muestran una disposición similar a la de los Andes Colombianos, con tres
elevadas cordilleras, separadas por profundos valles longitudinales, recorridos por los
importantes ríos Marañon (80) y Huallaga (81).
Es difícil llegar al plano inferior de sus profundos cañones a causa de la
acentuada inclinación de sus paredes. Los ramales orográficos no son bien definidos,
se hallan fraccionados, escalonados y presentan espolones que los cortan
diagonalmente. La irregularidad de la superficie de este sector es de fractura
excepcional y de un vigor no igualado en los Andes de Colombia y Ecuador. Los
cañones de paredes verticales, sólo interrumpidos por algunos conos de deyección,
construidos por tributarios, atestiguan la rudeza del lugar, y asimismo, junto con los
otros elementos morfológicos, representan la prueba más evidente de la difícil
circulación y del aislamiento de estas extensas zonas.
La Cordillera Occidental: se levanta a corta distancia de la costa del océano
Pacífico, a la cual acompaña casi sin interrumpirse. Por el oriente desciende en forma
rápida al valle del río Marañon. Es la más elevada de las Cordilleras del Norte de Perú,
y estructuralmente constituye la prolongación de la Cordillera Occidental de Ecuador,
presentando también al batolito granodiorítico.
Al oeste del valle longitudinal del río Santa o Huaraz, o callejón de Huaylas, la
Cordillera Occidental, que toma en estas altitudes el nombre de Cordillera Blanca (82);
presenta un cordón paralelo: la Cordillera Negra (83), más baja y completamente
desértica.
En la Cordillera Blanca (llamada así por sus cumbres perpetuamente nevadas),
se encuentra el cerro Huascarán de (6.761 m.), que es el más elevado de Perú y de
los Andes septentrionales. El último tramo de la Cordillera Blanca, antes de llegar al
Nudo de Pasco, se denomina cordillera de Huayhuash, que culmina en el Cerro
Yerupaja de (6.636 m.), a cuyo pie oriental se origina el río Marañón, curso superior
del Amazonas.
La Cordillera Central: del norte de Perú, más baja pues su mayor altura es de
4.700 m.
La Cordillera Oriental: del norte de Perú, más baja aún, queda comprendida entre
los valles de los ríos Huallaga al oeste, y Ucayali al este. Está atravesada
transversalmente por profundos desfiladeros denominados “pongos”, como el Pongo
de Monseriche, por el que cruza el río Marañón, y el Pongo de Aguirre, por el que pasa
el río Huallaga. Todavía más al Este del Valle del Ucayali se levantan algunas
pequeñas sierras aisladas y de poca elevación, cubiertas por la densa selva
amazónica.
Las tres Cordilleras principales del norte de Perú, se reúnen en el Nudo de
Pasco, que es otro de los grandes centros de dispersión de aguas de Sudamérica; en
el se originan los ríos Marañón y Huallaga hacia el Norte; Pachitea hacia el Este,
Mántaro hacia el sur y Huaura hacia el oeste.

Andes Centrales:

A partir del Nudo de Pasco se inician los Andes Centrales que se caracterizan
por el progresivo ensanchamiento del área montañosa entre las cordilleras principales
que encierran extensos altiplanos: Altiplano Peruano (84), Meseta del Titicaca o del
Collao (85), Altiplano Boliviano (86), Puna Argentina (87) y Puna de Atacama (88). Es
la región andina de mayor altura media y de mayor variedad de formas.
En el sur del Perú hay una Cadena Occidental, una Central y una Oriental.
La Cordillera Occidental: del sur de Perú es la prolongación estructural de la
Cordillera occidental del norte de Perú, se mantiene paralela a la costa del Océano

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Pacífico, con rumbo sudeste. Toma nombres distintos según los diferentes tramos y en
las cercanías de Arequipa, se inicia el tramo meridional denominado Cordillera
Volcánica por sus volcanes activos como el Misti (5.822 m.), y el Pichu Pichu en las
cercanías de Arequipa. Estos conos, los campos de lavas y los profundos depósitos de
ceniza destacan un nuevo rasgo superficial que se extiende hacia Bolivia y Argentina.
Entre la Cadena Occidental y la Central, cuyo tramo más meridional se denomina
Cordillera de Vilcabamba (90), (a cuyo pie oriental se hallan Cuzco y otros importantes
centros del imperio incaico como Machu Pichu) se encuentra el Altiplano Peruano
propiamente dicho que está recorrido por los ríos Mántaro y Apurimac (de la alta
cuenca del Ucayali), que forman los pongos del mismo nombre y, entre la Cordillera de
Carabaya (92), nombre que toma la Cordillera Oriental, luego de unirse a la Cadena
Central en el Nudo de Vilcanota (91)y la Cordillera Volcánica, en territorio peruano, se
encuentra la Meseta del Collao o del Titicaca, parte septentrional del Altiplano
boliviano..
La ladera oriental de la Cordillera de Carabaya .está cubierta por densas selvas y
en ella se origina el Río Madre de Dios.
El ensanchamiento que se había iniciado en el sur del Perú se concreta en
territorio boliviano. Los Andes Bolivianos presentan también dos cordilleras, la
Occidental y la Oriental separadas por una amplia y elevada meseta; el Altiplano
Boliviano o Puna de Bolivia.
La Cordillera Occidental (prolongación de la Cordillera Volcánica del sur de Perú)
es muy elevada y conserva el carácter volcánico que tiene más al norte. Sus cenizas
avanzan en el interior del altiplano, hasta la altiplanicie del Desaguadero y el reborde
de los extensos salares de Uyuni y Coipasa. Esta Cordillera Occidental, de aspecto
acentuadamente desértico, desciende hacia el oeste en escalones, hacia la Pampa del
Tamarugal en el norte de Chile; en tanto que hacia el oriente cae en forma más suave
al Altiplano Boliviano, o “Techo del Nuevo Mundo”. El Altiplano Boliviano constituye en
casi su totalidad una cuenca sin desagüe al océano, rodeada por elevados cordones
montañosos, solamente el río de la Paz, afluente del Beni y los ríos de la alta cuenca
del Pilcomayo han logrado avanzar sus cabeceras por erosión retrocederte hasta el
mismo interior del Altiplano.
El Altiplano configura una depresión relativa con dirección general Noroeste-
Sudeste, su mayor altitud se da en La Paz con 4.100 m., y la menor en el lago Poopó
a 2.370 m.; y aún menos en los salares sudoccidentales. Su superficie no es uniforme,
su interior presenta cadenas montañosas dislocadas, formadas por roca antiguas,
tanto precámbricas como paleozoicas, y campos de lava y escorias, que subdividen al
altiplano en una serie de depresiones interiores menores, rellenadas por espesas
acumulaciones de escombros y arenas, procedentes de la desagregación mecánica
bajo las condiciones propias del clima desértico frío de la altura que allí reina.
En las partes más deprimidas se han formado lagos o bien salares. Los lagos
más importantes son el Titicaca y el Poopó, unidos por el río Desaguadero que drena
hacia el segundo. En términos geológicos, parece que estos espejos de agua son
relictos de superficie más amplias que cubrían zonas hoy ocupadas por depósitos de
arcillas y de sales, que indican pisos lacustres que pueden seguirse en algunos
niveles. En el lago Titicaca no existen señales de terrazas costaneras, pero hay
evidencia de un lago geológico mayor en su cuenca de alimentación y en las
proximidades del río Desaguadero.
Los salares son depósitos de boratos, que se han originados por el lavado de los
minerales de boro emitidos por la actividad volcánica del campo puneño. Los salares
más extensos son los de Uyuni y Coipasa, de 15.000 Km 2 en conjunto, y que
representan la porción más deprimida del Altiplano. Los suelos del Altiplano, en
general son arcillosos, de coloración rojiza.
La Cordillera Occidental boliviana, al sur del Licancabur (5.900 m.) penetra en
territorio chileno con el nombre de Sierra Almeida (94), para formar el límite argentino-
chileno desde el volcán Socompa (95) hasta el Macizo del Cerro Tres Cruces. Entre

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ella y las estribaciones occidentales chilenas Domeiko (96) y Claudio Gay (97), de
acentuado carácter desértico se extiende otra cuenca sin desagüe, la Puna de
Atacama. Su suelo árido cubierto de escombros y arenas, presenta depresiones
ocupadas por salares, siendo el mayor el de Atacama.
Al Este del encadenamiento principal se encuentra la Puna Argentina o
simplemente Puna, que en realidad tiene un tramo chileno (entre la sierra Almeida y el
límite internacional).
La prolongación sur de la Cordillera de Carabaya en Bolivia es la Cordillera
Oriental o Real (98), que culmina en el Vn. Sorata o Illiniza (99) de 6650 m., máxima
altura de Bolivia y se extiende desde el límite peruano-boliviano hasta el Nudo de
Cochabamba (100). Hacia el este de la Cordillera Oriental se hallan las Sierras
Subandinas bolivianas( 93) que toman distintos nombres y cuya región, a esa latitud
septentrional boliviana, es conocida como región de las yungas..
Desde el Nudo de Cochabamba hacia el sur, se extienden tres encadenamientos
orográficos separados por valles longitudinales fluviales, y atravesadas asimismo por
valles transversales de tipo antecedente Los potentes cursos que han cortado la
montaña para ganar el interior de los altiplano, constituyeron el áspero relieve que
margina sus valles. Esos ríos con el Grande, de la cuenca del Mamoré, el Parapetí de
desagüe endorreico, y al sur los ríos Pilcomayo, Bermejo y Salado del Norte,
pertenecientes a la cuenca del Plata
El más occidental de los tres encadenamientos mencionados cierra el Altiplano
Boliviano propiamente dicho por el Este con la Cordillera de los Frailes (101), de
Chichas (102) y de Lípez (103), que terminan por unirse a la Cordillera Occidental en
el Volcán Lincancabur (104). El encadenamiento central se denomina Cordillera
Central en Bolivia y Cordillera Oriental o Precordillera Salto-Jujeña (106) en nuestro
país está formado por elevados bloques de montañas de rocas precámbricas y
paleozoicas, separadas entre sí por profundas quebradas de erosión. La Precordillera
Salto-Jujeña, en la que se encuentra la famosa Quebrada de Humahuaca, cierra por el
este la Puna Argentina, cuyo reborde meridional es la Cordillera de San Buenaventura
(107). El encadenamiento oriental que se desprende del Nudo de Cochabamba es
más bajo y está formado por pliegues regulares alargados y angostos, separados
entre sí por depósitos aluvionales que ocupan los sinclinales. Se denomina Sierras
Subandinas tanto en Bolivia como en nuestro país (108). Es zona de sierras y fértiles
valles. En el norte de Bolivia mantienen el rumbo noroeste a sudeste; pero tuercen
hacia el sur a partir del curso transversal del río Grande para prolongarse en Argentina

Andes Meridionales4:

Se extienden desde el Cerro Tres Cruces hasta la Isla de los Estados y


comprenden dos tramos: a) los Andes Áridos Argentino-Chilenos y los Andes
Patagónico-Fueguinos, al norte y al sur respectivamente del Paso de Pino Hachado en
Neuquén.
Los Andes Patagónico-Fueguinos tienen menor altura que los Andes Áridos y
están cortados por valles transversales surcados por ríos y glaciares cuaternarios y a
veces ocupados por lagos, elementos que agregan atracción turística al paisaje
montañoso.
Como hemos visto anteriormente las islas ubicadas entre Chiloé y la Península
de Taitao inclusive corresponden a la Cadena de la Costa ; pero más al sur los
encadenamientos de la Cordillera de los Andes, parcialmente hundidos, fracturados e
invadidos por el mar forman directamente el litoral. Hay una dorsal exterior que se
parte en un cordón de islas separado del continente por un surco litoral sumergido.
En el faldeo chileno se ubican un conjunto de lagos, volcanes, fuentes termales
de gran atractivo turístico en especial pueden mencionarse Pucón, en las
4
Los Andes Meridionales se desarrollan en la parte del programa correspondiente a Argentina. Acá
simplemente se describen algunas características del relieve del sur de Chile.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

inmediaciones del Lago y Volcán Villarrica y la zona del Lago Llanquihue, enmarcada
por el Volcán Osorno y donde se encuentran los centros turísticos de El Frutilar y
Puerto Varas.
Los distintos grupos montañosos presentan formas escarpadas, picos altísimos,
paredes rocosas que caen a pico y que han sido teatro de diversas escaladas.
Hay dos campos de hielo continental, uno enteramente chileno que rodea al
Cerro San Valentín (4058m) y el otro compartido con Argentina en la zona limítrofe
entre ambos países y que en Argentina a dado lugar a los focos turísticos de Calafate
(Lago Argentino y Glaciar Perito Moreno) y El Chaltén (Cerro Fitz Roy) y en Chile al
Parque Nacional Torres del Payne.
En la sección austral, constituida por la Cordillera Fueguina, en La Isla Grande
de Tierra del Fuego, la cordillera de los Andes tuerce su rumbo general Norte-Sur para
ubicarse en el sentido Oeste-Este. Los Andes, que vuelven a emerger después de
haberse sumergido en el estrecho de Magallanes, se configuran en un atormentado
conjunto de montañas quebradas y heladas, interrumpidas por fiordos y brazos de
mar, conocidos con el nombre de “canales fueguinos”.
Los enormes glaciares son una peculiaridad de la zona y derivan de las
condiciones climáticas que periten nieves perpetuas a modestas alturas (cerca de los
1000 metros). Éstos se presentan bajo formas de gigantescas corazas de hielo, que
descienden con majestuosas coladas hasta el nivel del mar.

Cadena Caribe:

Es uno de los sistemas orográficos adosados a la Cordillera de los Andes, de


origen más antiguo que la misma, pero cuyo aspecto y altura actual depende de la
orogenia andina.
Está compuesta por tres encadenamientos paralelos que se extienden de oeste a
este entre la Depresión del Río Yaracuy (109) y la Isla Trinidad.
El Cordón Septentrional o Insular se ha fracturado y hundido. Los trozos que
emergen forman las denominadas Antillas Menores de Sotavento (110) , paralelas al
litoral.
Los restantes cordones se interrumpen en el Golfo de Paria (111) y en la
depresión ocupada por el Golfo de Barcelona (112)-Río Unare (113). El Cordón
Central o Litoral es el que presenta la mayor altura, el Pico Naiquatá (114), de 2765
m., cercano a Caracas.. El último cordón es el Austral o Interior, separado del anterior
por un valle longitudinal.

Cadena de la Costa de Perú y Chile:

Tiene similar origen al de la Cadena Caribe, es decir es un sistema adosado a la


Cordillera de los Andes, de origen más antiguo pero cuyo aspecto y altura actuales
depende de la orogenia andina..
Se inicia en la Península y Bahía de Paracas (115) en Perú, representada por
cerros bajos y aislados, siempre adosada al litoral pacífico. Ya en Chile forma un
cordón sólo interrumpido por los valles fluviales transversales. La cadena se hunde en
el Canal de Chacao (116), para reaparecer formando la Isla de Chiloé (117), el
Archipiélago de los Chonos (118), la Península de Taitao (119) y hundirse
definitivamente en el Golfo de Penas (120). Su mayor altura es el Cerro Caligua (121),
2330 m., al oeste de la capital chilena.

Hidrografía de la Región Andina

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La hidrografía andina es sumamente articulada y fundamentalmente exorreica.


Es sabido que la Cordillera de los Andes es la divisoria principal entre los ríos de la
pendiente Pacífica y Atlántica; mientras que la Cadena Caribe es divisoria entre la
Pendiente del Mar de las Antillas y la cuenca del Orinoco, de la pendiente Atlántica
propiamente dicha. Sólo en los Andes Centrales se desarrollan cuencas arreicas y
endorreicas, estas últimas especialmente desarrolladas en la Meseta del Titicaca,
Altiplano Boliviano y en las Puna Argentina y de Puna de Atacama en Chile.
La vertiente sur de la Cadena Caribe es desaguada por ríos que corresponden a
la cuenca del Orinoco. Sólo la cuenca del Unare que tiene sus nacientes en al serranía
de Andaluz de los Llanos del Orinoco, atraviesa la Cadena para desembocar en el
Golfo de Barcelona.
La vertiente septentrional del Cordón litoral genera ríos cortos de gran poder
erosivo que se manifiesta en espacios amplios de “malas tierras” o bad-lands,
surcados por cárcavas.
El río Tuy recorre el valle longitudinal del Macizo Occidental de la Cadena caribe
para desembocar en el Golfo de Barcelona. La depresión de Barquisimeto es
desaguada hacia el Caribe por el río Yaracuy y hacia el Orinoco por el río Cojedes,
afluente del Río Apure.
La hidrografía de los Andes Venezolano-Colombianos es exorreica. Sus ríos
corresponden al Pacífico, al Atlántico propiamente dicho y a la pendiente del Mar de
las Antillas.
Al oeste de la Península de Paranagua, se destaca la cuenca del lago
Maracaibo. Su cuenca lacustre de 62.000 Km 2. se halla en contacto con el Golfo de
Venezuela a través de la Bahía de Tablazo, que comunica con el lago por un canal de
40 Km. de largo y un ancho que varía de 7 a 17 Km. Dicho canal se halla obstruido por
barras constituidas por la acumulación de arenas llevadas por el mar que disminuye el
calado y dificulta la navegación.
El lago profundo y sus aguas combinan las características salobres del mar, que
penetra con las mareas y las dulces que llegan con los aportes fluviales. La
penetración de las aguas dulces en el lago mantienen su jerarquía de tal, y la corriente
así generada hacia el norte recibe la oposición de las fuerzas del mar, cuyas mareas
en esas áreas son de singular amplitud. Los ríos más caudalosos que recibe el lago
Maracaibo se hallan en el sur y sudoeste debido a que las montañas donde nacen
están bajo la acción directa de los alisios. De estos ríos cortos que no superan los 50
km., se destaca el Catatumbo y su afluente, el Zulia que da nombre al estado de Zulia
y a la depresión de Zulia. Estos ríos alcanzan las costas después de penetrar en
lagunas y pantanos, y arrastrar sedimentos que van rellenando la depresión. Hacen
avanzar la costa debido a que la erosión es frenada por los manglares. Todos son ríos
de montaña en el curso superior y de llanura posteriormente.
Los ríos que recibe el lago Maracaibo desde el este, son ríos de poca
importancia, cortos y casi todos de montaña y de fuerte poder erosivo.
El Río Magadalena (1.550 km.), es el más importante de la pendiente del Mar de
las Antillas. Constituye una vía de navegación de gran valor para la vida económica de
Colombia. Nace en el Nudo de Colombia, gran centro de dispersión de aguas y corre
siempre hacia el norte entre las Cordilleras de Quindío y Sumapaz. El valle superior es
encajonado y de gran poder erosivo. Pierde rápidamente altura y en Neiva a 475 m.
sobre el nivel del mar y a 1.300 Km. de su desembocadura ya ha descendido unos 400
m. Hasta allí remonta la navegación fluvial de cabotaje, sólo interrumpida en los
rápidos de Honda. A pesar de recibir numerosos afluentes no adquiere gran caudal
sino a unos 200 Km. de su desembocadura cuando por la margen izquierda se le une
su mayor afluente, el Cauca. Allí forma un extenso delta, y se convierte en río de
llanura, se expande ampliamente, es meandroso y transporta gran cantidad de
sedimentos lo que atenta contra la navegación de esa parte del río. El Magdalena
desemboca en el Mar de las Antillas por medio de un cause único: la Boca de la
Ceniza, que ha sido canalizado para permitir el acceso de los barcos a Barranquilla.

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El Canal del Dique que data de la época de la Colonia, lleva a Cartagena pero se
halla parcialmente cegado. La cuenca del Magdalena asciende a 260.000 Km2 y su
caudal medio es de 7.500 m3/seg. Es un río de régimen irregular con crecidas
equinocciales violentas, que a veces provocan inundaciones favorecidas por la tala
excesiva.
Afluentes: por la margen derecha le llega como mayores afluentes, el Funza o
Bogotá que forma la famosa Catarata de Tequendama, de 140 m. de caída (desnivel
que salva al salir de la meseta de Cundinarmarca a solo 20 Km. de Bogotá), el
Sogamoso (afluente: Suárez), y el César, que viene desde la Sierra Nevada de Santa
Marta, y antes de unirse al colector atraviesa las ciénagas y lagunas de Zapatosa
vinculadas a las frecuentes y abundantes lluvias que determinan desbordes de los
cursos hidrográficos. En esa zona de escurrimientos complejos el cause único del
Magdalena se desdobla.
Por la margen izquierda, el mayor afluente es el Cauca de 100 km., cuyos rasgos
hidrológicos son similares a los del Magdalena.Nace en el Nudo de Colombia y recorre
de sur a norte el valle comprendido entre las Cordilleras Central y Occidental, pero
esta depresión es menos profunda, continua y ancha que la del Magdalena y no
representa para Colombia una vía de comunicación de la importancia de aquella. El
principal afluente del Cauca es el río Nechi que recorre la meseta de Antioquia.
La hidrografía de los Andes Ecuatorianos es exorreica, en términos generales los
ríos bajan al Pacífico desde la Cordillera Occidental y a la llanura amazónica desde la
Cordillera Oriental. En algunos casos las hoyas intermontanas están ocupadas por
sistemas hidrográficos que constituyen las cuencas superiores de ríos que atraviesan
las cadenas externas por estrechas gargantas (Pastoza, Paute y Zamora), hacia la
cuenca amazónica y valles más amplios hacia el Pacífico, río Mira, Guayllabamba,
Blanco, Guayas, Naranjol, Tumbes y Guvones.
En Perú la Cordillera Occidental es divisoria de aguas, entre los ríos de la
pendiente pacífica (algunos de esta pendiente, especialmente en el sur, han cortado
por su acción erosiva retrocederte la Cordillera Occidental con pasos que llegan a las
depresiones interandinas, por ejemplo: el Mages o Tambo, y la cuenca amazónica y
cuenca interna del Titicaca. Estos ríos ocupan dentro de la región andina valles
longitudinales como el Marañón y el Huallagas o depresiones del Altiplano Peruano
como el río Mántaro y el Apurimac (el primero afluente del segundo).
Las laderas orientales de las Cordilleras Orientales por supuesto dan nacimiento
a numerosos ríos de la cuenca amazónica.
En Bolivia la Cordillera Occidental da nacimiento a ríos de la pendiente pacífica y
las cadenas orientales a ríos de la pendiente atlántica. Al norte, los ríos Mamoré y Beni
corresponden a la cuenca del Amazonas y al sur los ríos Pilcomayo y Bermejoa la
cuenca del Río de la Plata.. Dichos ríos han elevado sus cabeceras hasta pleno
altiplano por acción erosiva retrocederte.
Al Altiplano Boliviano corresponde la cuenca endorreica más importante: la del
río Desaguadero que desde el Titicaca a 3.812 m. de altura (el lago navegable más
alto del mundo), baja al lago Poopó a 3.694 m. El lago Titicaca tiene 8.340 Km 2 de
superficie. Sus profundas aguas (sondeo máximo a 272 m.), tienen una temperatura
estable que no fluctúa con las variaciones térmicas ambientales y son asimismo de
sabor dulce. El lago presenta gran número de islas e islotes. Sus costas son muy
articuladas en las Península de Copacabana y Achacachi. En sus lagunas y pantanos
costeros se reciben numerosísimos y pequeños cursos de agua que conforman esta
vertiente interior.
El lago o laguna Poopó es más pequeña y de solamente 3 m. de profundidad
máxima, experimentando su superficie variaciones muy acentuadas. Sus aguas son
muy saladas. Es posible que en el futuro se transforme en un gran salar.

LAS GRANDES LLANURAS

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

En América del Sur las llanuras centrales adquieren gran desarrollo. Separan los
macizos antiguos entre sí y se extienden entre éstos y las elevadas montañas del
oeste. Se distinguen: los Llanos del Orinoco, la Llanura Amazónica y la Llanura
Chacopampeana y Mesopotámica..

Llanos del Orinoco

Como región geográfica comprende la parte de Venezuela conocida como


Región de los Llanos o Depresión Venezolana y la parte de Colombia conocida como
Llanos Nororientales u Orinoquia Colombiana.
Los límites de los Llanos del Orinoco son: la Cadena Caribe, la Cordillera de los
Andes, la divisoria Orinoco-Amazonas, el curso del Orinoco, con la Boca Grande o de
los Navíos en el delta y el Océano Atlántico.
Están formados por sedimentos del Terciario Superior y Cuaternario
transportados por los vientos y principalmente por los ríos, que se apoyan sobre
sedimentos marinos (antiguo brazo de mar) del Terciario Inferior, que a su vez están
asentados sobre bloques fallados y dislocados pertenecientes al basamento cristalino,
es decir, al Macizo de Guayania.
Los llanos presentan muy poca altura, son un ancho corredor encorvado, que se
estrecha y desciende hacia el Atlántico donde termina en un amplio delta. El delta es
una vasta extensión de sedimentos fluviomarinos, con grandes y complejos cuerpos
insulares, separados por una red fluvial netamente cambiante.
Pueden ser divididos en tres zonas: llanos orientales, occidentales y
meridionales.
Los Llanos Orientales se extienden al norte del Río Apure y de la falla por la que
corre el Orinoco Inferior. Además de declinar hacia el Atlántico descienden hacia el
Apure y el Orinoco. Dentro de ellos los llamados Llanos Altos corresponden a una gran
llanura de pie de monte, formada por la unión de vastos abanicos fluviales, que
descienden hacia los colectores y cuyo grosor disminuye a medida que se avanza
hacia el oeste. En esta zona se deja sentir durante la estación seca, la acción del
viento que remueve y transporta los materiales arenosos sueltos, formando
acumulaciones medanosas. Los Llanos Bajos que corresponden a la proximidad del
Orinoco, son muy nivelados e inundables. Los llanos Orientales presentan en algunos
casos “mesas” (como las llamadas Serranías de Andaluz), bloques tabulares de
areniscas rojas, separados por amplios valles fluviales, rellenados por sedimentos, que
representan afloramientos aislados del Macizo de Guayania.
Los Llanos Occidentales se extienden parte en Venezuela y parte en Colombia,
entre los ríos Apure y Meta. Es la parte más lisa, de pendiente suave hacia el Orinoco,
en ellos abundan los aluviones transportados por los ríos que bajan de los Andes.
Los Llanos Meridionales se extienden en Colombia, entre los ríos Meta y la
divisoria del Orinoco-Amazonas (Inirida (122)-Guaianía (123)). Su suelo es bastante
irregular, con la presencia de bloques de rocas antiguas, procedentes de la dislocación
del Macizo de Guayania, con una cubierta de areniscas rojas. Estas altiplanicies
forman una espaciosa gradería en declive hacia el Orinoco, que de los 800 m., al pie
de los Andes, llega a los 200 m. de altitud, a lo largo de ese río. Se observan rupturas
de pendiente, provocadas por dislocaciones y fracturas que determinan saltos de los
ríos que las cortan. Por ejemplo: Saltos de Angostura I, II y III sobre el río Guaviare.

Hidrografía de los Llanos del Orinoco

A excepción de la cuenta del Unare, que se abre al Mar Caribe y del río San
Juan, que desemboca directamente en el Golfo de Paria; la hidrografía de los Llanos
del Orinoco corresponde a los afluentes de la margen izquierda del río Orinoco.
Los ríos de Orinoquia Colombiana llevan una dirección sudoeste a noreste.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

La red hidrográfica de los llanos venezolanos, revela la variada disposición del


relieve. Hacia el oeste, los cursos afluentes o subafluentes del Orinoco, se disponen
como las varillas de un abanico. Los cursos de agua descienden principalmente de la
Cordillera de Mérida, y por tanto su recorrido es de noroeste a sudeste y se realiza
primero por la bajada de pie de monte.
Más al este de la cuenta del Unare, las “mesas” impulsan las aguas en todas
direcciones y el Orinoco no recibe afluentes importantes, Al oeste del delta, los llanos
de Monagas, son de origen deltaico y bajan suavemente hasta el Golfo de Paria y el
caño Mánamo.
Todos estos ríos de régimen tropical, provocan inundaciones en la época de las
lluvias.

Llanura Amazónica

Sus límites son: por el norte el Macizo de Guayania y los Llanos del Orinoco (en
los cuales se continúa por una zona de transición que coincide con la divisoria Inirida-
Guaianía); hacia el oeste la limita la Cordillera de los Andes; por el este termina en el
Océano Atlántico; por el sur la limita el Macizo de Brasilia (del cual está separado por
las fallas de los ríos Guaporé y Madeira) y más al oeste pasa en transición a la llanura
Chaqueña, pudiéndose considerar la separación, en la suave divisoria entre la cuenca
del Amazonas (ríos Madeira y Guaporé) y del Plata (Río Paraguay).
Es la llanura más extensa de Sudamérica, cubriendo una superficie aproximada
de 5 millones de kilómetros cuadrados. En su mayor parte pertenece a Brasil,
hallándose el resto en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
Entre los macizos cristalinos, se produjo un leve descenso a lo largo del actual
valle del Amazonas Interior, que permitió la penetración de un brazo de mar que se
mantuvo desde el Silúrico hasta el Carbonífero. Este brazo de mar dejó sedimentos
marinos, sobre todo areniscas y calizas con fósiles de animales de ambiente marino.
Estos sedimentos se presentan levemente inclinados hacia el eje del valle del
Amazonas Inferior y se disponen adosados sobre ambos macizos cristalinos en
afloramientos de fajas paralelas.
En el Carbonífero Superior, el valle del Amazonas Inferior experimenta un
movimiento de ascenso, seguramente vinculado al diastrofismo hercínico del oeste;
ese ascenso provoca el retiro definitivo de las aguas marinas.
En el Terciario Medio se produjo un nuevo descenso del valle del Amazonas
Inferior, que permitió la acumulación de los sedimentos del Terciario Superior y
Cuaternario, transportados por los ríos que bajan de la región andina y de los macizos
cristalinos. Esos sedimentos forman las distintas terrazas altas que acompañan al valle
del Amazonas, estando en una posición más elevada, que el actual fondo del valle
debido a los movimientos epirogénicos ascendentes, que en el Cuaternario afectaron a
los macizos antiguos y determinaron el ahondamiento del valle del río Amazonas.
La llanura amazónica es sin duda la mayor superficie sedimentaría originada por
la comulación de un solo sistema fluvial, el del Amazonas, que la atraviesa de oeste a
este en su parte más deprimida, reuniendo las aguas de sus importantes afluentes de
ambas márgenes. Los aluviones contribuyeron a rellenar y a elevar esta zona
deprimida.
La porción occidental de la llanura amazónica, aguas arriba de la
desembocadura de los ríos Negro y Madeira, tiene un contorno aproximadamente
circular y su superficie está formada por sedimentos fluvio-lacustres muy recientes
(inmenso lago que hizo ceder a la junta Guayania-Brasilia, estableciendo la
separación).
Con una sola excepción en su reborde próximo a los andes (hacia donde el
relieve asciende en suaves terrazas), el resto de la llanura se encuentra a muy escasa
altura sobre el nivel del mar, estando siempre por debajo de los 200 metros. Es un
territorio casi completamente llano, con pendientes muy poco pronunciadas en

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

dirección al este, lo cual facilita el desbordamiento de los cauces de los ríos, en la


época de las intensas lluvias. La densa red fluvial, caracterizada por ríos muy
caudalosos, que forman deltas interiores, lagunas y brazos secundarios, llamados
paranás, furos e igarapés, indica la existencia de un drenaje incompleto, a causa del
terreno bajo y horizontal.
A uno y otro lado del lecho principal del Solimoes, donde la llanura es amplia y
de poca pendiente, se hallan los paranás, que son cauces secundarios paralelos al río
principal, que regulan el caudal de este último, durante las grades crecientes. El
exceso de agua se incorpora a los paranás por los furos o canales transversales.
Desde los paranás se puede penetrar en el interior de las islas, mediante los igarapés,
pequeños riachos a veces casi ocultos por la selva.
Los deltas interiores de Amazonia se presentan de preferencia en la zona
comprendida entre Tabatinga y la desembocadura del Tapajoz, ello se explica por la
notable horizontalidad de la zona, ya que entre Tabatinga y Manaos, situadas a 2.000
Km. de distancia, hay solamente 60 m. de diferencia de altitud (Tabatinga 85 m. y
Manaos 25 m.)
La red potámica de la llanura amazónica presenta dos tipos de ríos, de acuerdo
con la denominación local: los ríos brancos, de aguas turbias cargadas de sedimentos
y los ríos pretos de aguas transparentes, que dejan ver las rocas del lecho. Los ríos
brancos corresponde a los terrenos aluvionales, donde tiene lugar un constante
desgaste de las orillas, en cambio los ríos pretos se deslizan sobre rocas cristalinas,
son por ejemplo, los afluentes del curso inferior del Amazonas, que a pocos kilómetros
de su desembocadura presentan todavía cachoeiras (saltos) o corredeiras (rápidos)
en el lugar donde abandonan las rocas antiguas de Brasilia o Guayania, para entrar en
la llanura. Su lecho es más o menos fijo, alternando las angosturas con las
expansiones, y en las cuales se observa con frecuencia afloramientos de rocas y de
bancos arenosos. Los ríos brancos poseen en cambio cursos divagantes, en los
cuales las aguas erosionan las partes cóncavas altas de las orillas y acumulan en la
parte cóncava más baja.
En cuanto a la zona de transición con los Llanos del Orinoco, el sustrato granítico
del escudo de Guayania reaparece bajo la forma de una peniplanicie con ondulaciones
poco marcadas, de donde surge sólo algún morro aislado. Mesas comparables a las
del Macizo de Guayania, aparecen al pie de la Cordillera Oriental de Colombia, se
trata por ejemplo de las Mesas de Yambí y de Iguaje, que terminan hacia el este en
pronunciados bordes.
Por otro lado la zona de transición de la llanura amazónica hacia el Chaco Boreal
ya correspondiente a la gran Llanura Chacopampeana, corresponde al norte de
Bolivia. La separación está dada por la divisoria Amazonas-Plata. Al norte se halla la
baja planicie de Pando que permanece inundada varios meses en la zona de la
confluencia del Beni y Mamoré. Más al sur la llanura amazónica boliviana toma el
nombre de Llanos del Beni o Mamoré, o altiplanicie de Mojos y Chiquitos. Son tierras
bajas cruzadas por serranías que por su orientación noroeste a sudeste, marcan una
hidrografía en igual sentido; si bien la potencia de los colectores se impone, tomando
direcciones normales a los pliegues. Las rocas primitivas afloran en éstas y los suelos
impermeables facilitan el estancamiento de las aguas en la época de lluvias.
El río Beni y Grande-Mamoré forman al confluir el río Madeira, principal afluente
del Amazonas.

El sistema fluvial del Amazonas

El río Amazonas es denominado también Paranatinga, que en idioma nativo


significa “rey de las aguas”. Vicente Yánez Pinzón lo llamó Santa María de la Mar
Dulce. Francisco de Orellana, amigo de la fantasía, lo bautizó Amazonas, porque
comentó haber visto a sus orillas mujeres amazonas.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Este inmenso río es el tercero del mundo por su longitud (luego del Nilo y del
Misisipi) pero primero por su caudal y su cuenca. Nace en los Andes Peruanos y
recogiendo las aguas de numerosos afluentes andinos y de los Macizos de Guyana y
Brasilia, atraviesa casi completamente América del Sur de oeste a este.
Su longitud varía según se considere como curso superior al Marañon (5.300
Km.) o al Ucayali-Apurimac (6.200 Km.), en rigor se debe tomar el primero por ser más
caudaloso en la unión de ambos en Nauta. Jacques Costeau establece como naciente
del Amazonas, al Apurimac.
El Marañón nace junto al Nudo de Pasco a 4.000 m de altura. Corre hacia el
norte entre las cordillera Occidental y central del norte de Perú. Este curso superior es
torrente rápido, impetuoso, con saltos y rápido, encajonado frecuentemente en
gargantas profundas. Atraviesa luego las Cordilleras Central y Oriental, formando
saltos que en la región se denominan pongos, como el Pongo de Manseriche al
atravesar la Cordillera Oriental. Allí dobla bruscamente al este y entra a la llanura,
duplicando casi su caudal con los aportes del Huallaga y del Ucayali.
Desde lo alto el Río Amazonas se percibe como una gigantesca franja ondulada
que se desliza a través de las selvas más exuberantes de la Tierra. Por ello y por su
proximidad a la franja ecuatorial suele ser denominado “el Ecuador visible”. No es una
cinta plateada. Lleva por momentos todos los colores inimaginables. Y a veces hasta
dos colores a la vez. Así, por ejemplo, durante muchos kilómetros, los ríos Negro y
Solimoes marchan juntos, pero sin confundir sus aguas; el río aparece partido en dos
mitades: una negra (color coca cola, según Costeau) y otra amarilla.
Al entrar el río en la llanura pasa por Iquitos, importante centro urbano de la
amazonia peruana y entra en territorio brasileño en Tabatinga, cambiando su nombre
por el de Solimoes. Allí se encuentra solamente a 80 m.s.n.m. y faltándole recorrer
todavía más de 3.000 Km., de manera que la pendiente del río es suavísima (en Brasil
de sólo 20 mm. por Km.), pese a todo la presión de su enorme masa es formidable. Su
corriente se vuelve muy lenta, y el cauce se hace divagante, formando numerosos
brazos laterales que encierran islas; en resumen un interminable delta interior, que se
cubre con las crecientes y retiene después las aguas regularizando el régimen. Las
fuertes crecidas e inundaciones modifican frecuentemente el lecho: las islas nacen,
crecen, se deslizan a favor de la creciente. Basta un tronco de árbol para darles vida.
Otras veces, con pavoroso estruendo, se precipitan al río partes de sus orillas, incluida
su vegetación. Durante la época de creciente, en que el río sube de nivel entre 15 y 20
m. inunda vastas extensiones.
El ancho del río va aumentando progresivamente y oscila entre 3 y 40 Km. antes
de recibir al Xingú, aunque en las crecientes llega a 100 Km. Desde una banda, la otra
se ve como una línea borrosa. La profundidad del río es grande, en gran parte supera
los 70 m. y en algunos puntos supera los 200 m.
En la desembocadura del río Negro, en donde está Manaos, el río se halla a sólo
26 m. s.n.m. A partir de allí comienza a llamarse Amazonas. En realidad los nombres
Marañon-Solimoes-Amazonas no corresponden a los tres tramos de su curso, porque
el río prácticamente carece de curso medio.
A partir de la confluencia con el Xingú, comienza su desembocadura, formando
un delta inferior y un estuario externo de 250 Km. de ancho entre los brazos de
Macapá y Pará (el Plata tiene 220 Km.), a causa de que la fuerza de las mareas y la
acción de las corrientes, impiden la acumulación de sedimentos en la desembocadura.
Las grandes islas de Marajó, Caviana y Mexiana, no son debidas a acumulación
sedimentaria, sino que son desprendimientos del continente por la acción erosiva de
las mareas. Estas islas exteriores protegen a las interiores del delta. Las mareas se
propagan hasta Santarém, en la desembocadura del Tapajoz, a 500 Km. del Atlántico.
Las mareas remontan el río con un estruendo formidable que se oye a cientos de
kilómetros de distancia. La ola que forma se denominada macareo recibe el nombre
nativo de pororoca. Es una muralla de agua de 3 a 4,5 m. de altura. Durante casi seis

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horas los 100.000 m3 de agua que el río arroja por segundo al mar, son detenidos en
forma espectacular.
Cuando se inicia el reflujo de las aguas, el Amazonas, detenido, avanza hacia el
mar en forma no menos impresionante. Su ímpetu es tal que ni siquiera el océano lo
detiene: una cinta marrón de agua dulce se distingue nítidamente hasta 300 Km. agua
adentro. El Amazonas arroja al océano cerca de 3 millones de metros cúbicos de
sedimentos por día. De no mediar las mareas esos sedimentos hubiesen construido el
más extenso de todos los deltas.
El Río Marañón-Solimoes-Amazonas recibe numerosos afluentes (suman más de
1.100), que le llegan de los hemisferios norte y sur, pero la cuenca del Amazonas es
asimétrica; los ríos que le llevan las aguas desde el sur, son casi dos veces más
extensos que los procedentes del norte.
Afluentes que proceden del sur: (margen derecha). A poco de abandonar la
región andina se le une en la región amazónica peruana, el Huallaga que nace
próximo al Marañon (también en el Cerro de Pasco) y recorre el valle de las cordilleras
Central y Oriental del norte de Perú. Como vemos la procedencia es igual, parecido el
recorrido e innavegable. Como es menos caudaloso que el Marañón se le considera
afluente. Luego le llega al Ucayali, que le aporta las aguas de la extensa sección
medional de los Andes Peruanos, siendo emisario de importantes ríos tales como el
Apurimac y el Urubamba. Más al este recibe siempre por la misma margen derecha,
los ríos que proceden de la ladera oriental de los Andes Peruanos: el Javarí (límite
entre Perú y Brasil), el Juruá y el Purús.
El Madeira que aporta al Amazonas un quinto de su caudal, siendo su principal
afluente, trae las aguas de los Andes Bolivianos y del Matto Grosso. Se forma por la
confluencia del Beni y el Mamoré, recibiendo por margen izquierda al Abuná, que es
límite entre Bolivia y Brasil. El Beni tiene por afluente al Madre de Dios que traelas
aguas de los Andes peruanos; y el Mamoré (cuya cabecera es el Grande) tiene por
afluente el Guaporé que forma el límite entre Bolivia y Brasil trayendo las aguas de la
Meseta de Mato Grosso. En la época de lluvias el Guaporé se confunde con tributarios
del Río Paraguay.
Afluentes que proceden del norte: procedentes de los Andes Ecuatorianos
llegan el río Santiago, el Pastaza, el Tigre, el Napo y el Putumayo-Icá, que baja del
nudo de Pasto y es límite entre Perú y Colombia. El Caquetá-Yapurá viene del nudo
de Colombia, Luego recibe al principal afluente de la margen izquierda: el Negro. Es
de aguas limpias y en su curso superior, denominado río Guaianía está conectado a la
cuenca del Orinoco, mediante el río Casiquiare. El principal afluente del Negro es el
Branco o Blanco, de aguas turbias, que le lleva aguas de la vertiente meridional
delMacizo de Guayania. Otros afluentes que vienen desde el norte son el río
Tombetas, y el Río Paru, que también descienden de Macizo de Guayania.
El régimen del Amazonas es ecuatorial, bastante regular, de caudal abundante
durante todo el año. No obstante presenta dos crecidas anuales, puesto que las
precipitaciones al verano se producen alternadas en los dos hemisferios: una
correspondiente al verano del hemisferio norte y otra correspondiente al verano del
hemisferio sur.
Es el río más caudaloso del mundo. Su valor medio es de 100.000 m 3 /seg. (el
Congo tiene 60.000 m3 /seg. y el Plata 50.000 m 3 /seg.) pero su caudal máximo
alcanza los 160.000 m3 /seg.
Su cuenca, la mayor del mundo, alcanza a 7.000.000 Km 2 y con sus numerosos
afluentes forma una red navegable de 50.000 Km.

El Chaco Boreal

La Llanura Chacopampeana y Mesopotámica se subdivide en Llanura Chaqueña,


Llanura Pampeana y Llanura Mesopotámica. La Llanura Chaqueña se subdivide a su

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vez en Llanura Chaqueña propiamente dicha y Chaco Boreal. Los límites del Chaco
Boreal son: al norte la divisoria Amazonas-Paraguay. Al este el Macizo de Brasilia, al
sur el Río Pilcomayo y al oeste las Sierras Subandinas bolivianas.
En líneas generales el relieve del Chaco Boreal está representado por formas de
relieve planas y de baja altura, es decir altiplanicies que se extienden al pie de las
Sierras Subandinas bolivianas penetrando en el oeste paraguayo y llanuras que
corresponden a las fajas ubicadas a ambos lados de la línea de atracción
representada por el eje fluvial del Paraguay.
El relieve característico del Chaco Boreal, sobrepasa por el este la línea del
Paraguay, para avivarse en las proximidades de las sierras, cerros y colinas que,
formando alineamientos o mogotes aislados, representan nuevamente a afloramientos
del Macizo de Brasilia.
Los sedimentos de estas zonas planas son principalmente palustres y fluviales
(limos y arcillas) aunque no faltan las regiones loéssicas y arenosas de origen eólico.
El espesor del manto sedimentario es considerable.
Estas altiplanicies y llanuras tienen tramos de excesiva horizontalidad (aunque la
pendiente es algo más pronunciada que la de la llanura amazónica). Los ríos que las
atraviesan son meandrosos y poco navegables. Es frecuente la formación de zonas
que carecen de desagüe con la consiguiente formación de zonas anegadizas, esteros
y lagunas.

Desde el punto de vista topográfico predominan las lomadas anchas y chatas y


las hondonadas amplias, de poca permeabilidad, que retienen bajo las formas
anteriormente mencionadas las aguas de lluvia o de los desbordes de los ríos. Sin
embargo la permeabilidad de los suelos de otras zonas facilita la existencia de aguas
que surgen en muchos manantiales. En realidad las zonas bajas se anegan durante la
estación lluviosa. Durante la estación seca las zonas pantanosas desaparecen y los
pozos excavados para el abastecimiento de agua potable, se quedan llenos de agua
salobre.
En el Chaco Boreal podemos distinguir el Gran Chaco Boliviano, el Chaco
Paraguayo y el Gran Pantanal conocido como Gran Pantanal de Mato Grosso.
En Bolivia, al sur de la divisoria Amazonas-Paraguay se extiende el Gran Chaco
Boliviano (sur del Departamento de Santa Cruz, y parte oriental de los departamentos
de Chuquisaca y Tarija). Es una altiplanicie que desciende suavemente hacia las
llanuras aluvionales situadas junto al Paraguay. Al sur de la divisoria, el Gran Chaco
es una altiplanicie que desciende suavemente hacia las llanuras aluvionales situadas
junto al Paraguay. Interrumpen la altiplanicie las serranías de San José y Santiago de
1.425 m., a ambos lados de la ruta que une Santa Cruz de la Sierra con Puerto
Suárez.
El Chaco Paraguayo comprende la región de Paraguay situada al oeste del Río
Paraguay. Es una altiplanicie que desciende hacia el este convirtiéndose en llanura
junto al eje fluvial.
El Gran Pantanal es una zona de sedimentación reciente, de suelos
alternamente arcillosos y arenosos. Es una enorme hoya deprimida. Es una llanura
inundable; suelo aluvional de acumulación reciente, de aspecto plano o levemente
ondulado, con innumerables elevaciones alargadas, que durante las crecidas se
transforman en islas donde buscan refugio los animales.
No está constituido por un solo bajío sin por una serie de ellos, formando en
conjunto un país ondulado, donde las vaguadas están ocupadas por los lechos de los
afluentes del río Paraguay, que se convierte en colector de descarga.
Las ondulaciones son generalmente originadas por albardones del río y por los
tacuruzales termiteros y hormigueros que contribuyen a la formación.
Se extiende en estado brasileño de Mato Grosso, al sur del reborde oriental de la
Meseta de Mato Grosso y al este de las sierras de San Jerónimo y Maracajú, desde

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Cáceres al norte hasta Puerto Murtinho en el sur, ambos puertos sobre el Río
Paraguay, invadiendo incluso tierras bolivianas y paraguayas.
En el Pantanal Bajo, con inundaciones, los ríos lanzan sus aguas en pequeños
arroyuelos, llamados corixos, por donde siguen hacia los pastizales hasta que las
aguas se enseñorean de toda la llanura. El espejo de agua se ve manchado apenas
por las pequeñas “cordilleras”, como denominan los lugareños, a las modestas
elevaciones alargadas donde el ganado, las aves y los mamíferos salvajes se refugian.
En cambio, en el Pantanal Alto, son las lluvias las que traen la inundación. Las
aguas descienden desde las cumbres de las sierras por surcos llamados gaznates, de
centenares de kilómetros. Cuando por fin su flujo, se interrumpe, comienza la época
seca, aunque una lluvia intempestiva, puede hacer que los vazantes vuelvan a fluir.

Hidrografía del Chaco Boreal

De los relieves andinos del oeste bajan numerosos arroyos y torrentes que han
construido extensos conoides y altiplanicies aluvionales de pie de monte, pero se
pierden por evaporación e infiltración, sin caudal suficiente para enfrentar la
horizontalidad. En el Gran Chaco Boliviano se destaca el R. Parapetí que se pierde en
los Bañados del Izozog. Además de esta zona de drenaje endorreico, existen en la faja
occidental áreas arreicas. Sólo en la parte oriental, junto a la línea de atracción del
Paraguay, hay numerosos ríos y arroyos, afluentes de la margen derecha del
Paraguay, los cuales gracias a las condiciones pluviométricas favorables, avanzan sus
cabeceras hacia el oeste, por erosión retrocederte.

Río Paraguay y su cuenca hidrográfica

El río Paraguay es el tributario más importante del río Paraná. Sus nacientes se
hallan en el reborde meridional de la Meseta de Mato Grosso a 300 m. sobre el nivel
del mar. La zona de estas nacientes se extiende sobre un valle lagunoso, al este de
Diamantino, llamado “Breval das Sete Lagoas”, que se inunda en épocas de lluvias.
Allí se define el divortium aquarum entre el sistema del Plata y el Amazonas (en esta
zona se originan afluentes de la cuenca del Tapajoz). En épocas de grandes
crecientes se comunican sus aguas.
Formado el río Paraguay, desarrolla sus primeros 50 Km. con el nombre de
Diamantino que toma al pasar por las proximidades de esta localidad brasileña. Luego
recorta las estribaciones meridionales del Macizo de Matto Grosso, formando
correderas y saltos hasta reunirse con el Jaurú que le llega por su margen derecha.
Las nacientes del Jaurú se acercan bastante a las de los tributarios del Guaporé.
La red potámica del Paraguay puede dividirse en tres tramos de acuerdo a sus
caracteres diferenciales: el primero, que acabamos de citar, forma su sección serrana;
el segundo, que abarca desde la confluencia del Jaurú hasta la confluencia con el río
Apa (afluente por margen izquierda y que sirve de límite entre Paraguay y Brasil), zona
de extensión conocida con el nombre de Gran Pantanal o Xarayez, nombre de las
tribus de indios que habitaban la región; el tercero es el tramo de descarga o curso
inferior que abarca desde la confluencia con el Apa hasta su desembocadura en el río
Paraná.
Su longitud ha sido estimada en 2.800 Km. Su lecho acusa un perfil muy regular
revelando que es un río maduro. Basta recordar que al entrar en El Pantanal el río está
a 125 m sobre el nivel del mar y en su nivel de base a 48 m.
En la sección de El Pantanal el Paraguay recibe por margen izquierda al Bento
Gómez y al río Cuiabá (frente a la laguna Mandioré), el más importante del tramo
siempor por margen izquierda el Paraguay recibe al Taquarí, Negro, Miranda y otros
de menor importancia.

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Por el oeste el Paraguay no recibe afluentes de importancia, sino corrientes


intermitentes, que se pierden antes de llegar al río principal De todos estos cursos
existe uno permanente el Curiche Grande (que forma límite entre Bolivia y Brasil), que
comunica los lagos Uberaba y Caiba, saliendo de este último un emisario que lleva sus
aguas al Paraguay. Más al sur afluye desde el oeste el río Otuquis, que se embalsa en
el bañado homónimo.
Entre Coimbra y Bahía Negra el río Paraguay forma el límite entre Bolivia y
Brasil, luego entre Brasil y Paraguay hasta la confluencia con el Apa.
El Pantanal cubre en las máximas crecientes 220.000 Km., con un largo de 770
Km. y con anchos variables que oscilan entre los 200 Km. en la zona norte y reducido
al álveo del río en los tramos donde se estrecha por las cercanías de las estribaciones
serranas.
En el Pantanal, el río Paraguay es de cauce muy tortuoso, visible en el estiaje
con un ancho de 100 a 300 m. y una profundidad de 4 a 10 m. Los cursos de los
afluentes sólo aparecen a la vista en la estación seca. Por lo general sus depresiones
quedan aisladas en su origen, pero su comunicación va realizándose paulatinamente y
la fusión de los pantanales parciales se establece en la zona de desbordes del río
Paraguay.
Durante el período de lluvias esta gran hondonada, va llenándose gradualmente
con una honda que se propaga lentamente de norte a sur y del centro de la hoya hacia
la periferia. La función que desempeña esta gigantesca hondonada es la de un
embalse con caracteres muy particulares, donde el agua de las crecientes se acumula
lenta y progresivamente, para luego entregarla, con la misma lentitud y regularidad, al
caudal del río Paraguay, durante la época de sequías. Constituye pues un regulador
de su régimen hidráulico, moderando el ímpetu de las crecientes.
En el tramo paraguayo el río corre por un lecho ancho, de unos 650 m. y poco
profundo. Forma numerosas islas y tiene un recorrido más recto. Su margen izquierda
es elevada y escarpada y su margen derecha es baja e inundadle, sobre anchos que
varían entre 10 y 15 Km. El fondo del lecho tiene arenas y pedregullo, presentando
una serie de restingas que lo atraviesan de margen a margen y pertenecen a las
prolongaciones de la Sierra de Amambay.
El último tramo argentino paraguayo comienza cuando recibe por margen
derecha al río Pilcomayo y se extiende hasta la desembocadura en el Paraná. Es río
meandroso, con islas, de orillas bajas y las aguas desbordan por ambas márgenes
durante las crecientes inundando de 10 a 15 Km. su ancho es de 700 m. En el curso
inferior del Paraguay los afluentes de la margen oriental son siempre más abundantes
y caudalosos que los de la opuesta. Por la margen izquierda recibe al Apa , Aquidabán
y el Ipané que nacen en la Sierra de Amambay, más al sur afluye el Jejuí Guazú. Por
último el Manduviré y el Salado, de sólo 28 Km., que nace en la Laguna Ypacarai. Más
al sur recibe un tributario muy destacado el Tebicuary que nace en la sierra Caá
Guazú..
Por la margen derecha recibe en territorio paraguayo un importante número de
ríos, riachos y arroyos. El Pilcomayo y el Bermejo son los afluentes argentinos más
destacados. El último le acarrea gran cantidad de material sólido.
El río Praguay al desembocar en el Paraná produce lo que se llama el remanso
del Paraná, ocasionado por un movimiento helicoidal de las aguas de este último río.
El Paraguay echa sus aguas en el Paraná por dos brazos o bocas: Paso de la Patria
que es el principal y el Riacho Atajo, formándose en este lugar algunas islas deltaicas
como la Isla Cerrito.
En cuanto a la navegabilidad del Río Paraguay, los barcos procedentes de
Buenos Aires llegan hasta Asunción, al disminuir la profundidad al norte de la misma,
se hace trasbordo a barcos de menor calado que llegan hasta Corumbá (situada en la
margen derecha del Río Paraguay y cerca de la localidad boliviana de Puerto Suárez),
punto final de los viajes que vienen de Buenos Aires.

45
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Aguas arribas de Corumbá la navegación no sólo se ve dificultada durante el


estiaje por los altos fondos sino en creciente por los camalotes flotantes que los
lugareños denominan “butumes” y que son enormes masas de fango y restos de
vegetación que, llevados por las corrientes se encajan en las angosturas del río. Entre
Corumbá y Cáceres los barcos brasileños son de escaso calado lo que le permite
circular por los afluentes y el mismo río, consiguiéndose así la utilización al máximo del
único medio de comunicación que se posee.
Frente a la desembocadura del Río Bermejo ocurre otro fenómeno. En creciente
sus aguas corren con violencia impulsando los barcos que navegan por el Paraguay
(que se halla en bajante) hacia la margen oriental, encallándose a veces, o echándolos
a pique.
En cuanto al régimen fluvial puede decirse que el Río Paraguay presenta poca
variación de caudal a lo largo del año debido a que se halla regularizado por el
Pantanal. Alimentado por lluvias tropicales de verano, aunque sus crecientes aguas a
bajo del Pantanal se retrasan en exceso, dándose frente a Asunción el máximo en
invierno, culminando en junio y el mínimo en verano, alcanzando el menor nivel en
diciembre-enero.

Valle Longitudinal Chileno (128):

Se extiende entre la Cordillera de la Costa y la Cordillera de los Andes, desde la


capital chilena hasta el Golfo de Ancud (129), a partir del cual ha sido ocupado por el
mar.

Otras llanuras litorales pequeñas:

a) La depresión de Zulia
b) La Llanura caribeña colombiana (130), que abarca la zona del bajo curso del
Magdalena y la zona baja vecina al Golfo de Darién.
c) Las llanuras húmedas del oeste de Colombia y Ecuador (131)
d) Las llanuras desérticas que se extienden al sur del Golfo de Guayaquil (132):
se inician en el Desierto de Sechura (133), siguen por el litoral peruano y al sur de la
Bahía de Paracas ocupan una depresión entre la Cadena de la Costa y la Cordillera de
los Andes, a la vez que adquieren mayor altura. Pueden mencionarse la Pampa del
Tamarugal (137) y el Desierto de Atacama (138).

RELIEVE SUBMARINO
En general, América Latina presenta plataformas angostas sobre el litoral
pacífico, en correspondencia con el relieve terciario y descenso rápido a grandes
profundidades a poca distancia de la costa. El Océano Atlántico presenta plataformas
amplias que se corresponden con la zona de llanuras, peniplanicies o mesetas
escalonadas.
Como hemos afirmado sobre el Océano Pacífico las plataformas alcanzan exiguo
desarrollo. En América Central sólo se ensancha algo en el Golfo de Panamá y en
América del Sur en el Golfo de Guayaquil, costa norte de Perú y frente a los
archipiélagos del sur del Chile.
El desarrollo de plataforma sobre el Atlántico es el siguiente:
En la costa mejicana del Golfo de México se observa un ensanchamiento frente a
la península de Yucatán.
El litoral caribe es la excepción a la regla atlántica, tiene plataforma exigua
excepto en la zona que corresponde a la llanura aluvial de Nicaragua, al lago de

46
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Maracaibo-Golfo de Venezuela y frente al Golfo de Barcelona y la península de Araya,


donde se apoya la isla Margarita.
Desde el Golfo de Paria hasta el cabo San Roque, todo el litoral Nororiental de
América del Sur, presenta plataforma amplia, alcanzando el ancho máximo de 400 km.
Frente a la desembocadura del Amazonas, ello es debido a la gran masa de
sedimentos que aporta dicho río.
Desde el cabo San Roque, hasta algo al sur de la Bahía de Todos los Santos, la
plataforma es un estrecho zócalo por la presencia del Planalto de Borborena en las
proximidades de la costa.
Desde la latitud de las islas oceánicas de Trinidad y Martín Vaz (relacionadas
con el continente por el umbral del mismo nombre) la plataforma se va ensanchando
progresivamente. Esta enorme superficie va a ser la prolongación submarina del
Macizo de Brasilia primero, llanura pampeana después y Patagonia Extrandina por
último.
Presenta un notable ensanchamiento a la latitud de Santa Cruz donde encierra
las Islas Malvinas y un ensanchamiento menor a la latitud de Tierra del Fuego por la
presencia del Banco Burwood o Namuncurá. Al sur de Tierra del Fuego el ancho
disminuye terminando en punta en la isla Diego Ramírez.
En cuanto a otros umbrales que se relacionan con el continente pueden
mencionarse el umbral del que emergen las islas Galápagos que se relacionan con
Costa Rica por el umbral de Cocos. Sobre el Atlántico desde la Pla de Florida hasta
las Is. de Trinidad y Tobago hay un umbral y bancos de los que emergen las Bahamas
y el arco insular de las Antillas.
Más al sur el Banco Burwood se relaciona con el umbral del que emergen las
denominadas Antillas Australes.
Las fosas oceánicas coinciden con zonas de subducción. Sobre el Pacífico, fosas
muy profundas se hallan próximas a la costa del continente por el avance hacia el
oeste de las placas americanas.
De norte a sur mencionamos: la fosa de Acapulco (–5.700 m.), la fosa de
Guatemala (–6.600 m.), la fosa del Perú o Milne Edwards (–6.867 m.) y frente al norte
de Chile las de Krümmel, de Richards o de Atacama (–7.635) y de Haeckel.
Sobre el Atlántico se mencionan: la de Puerto Rico que es la más profunda de
todo el atlántico (–9.205 m.), la de Bartlet (–6.959 m.) y la de las islas Sándwich del
Sur o Meteoro de –8.259 m.

TIPOS DE COSTAS Y ACCIDENTES COSTEROS


América Latina presenta extensos litorales sobre los océanos Atlántico y
Pacífico, que difieren notablemente entre sí.
La costa pacífica es en general alta. El relieve cae en forma abrupta, hay sólo
angostas llanuras litorales. Los encadenamientos determinan un trazo marcadamente
rectilíneo, solamente interrumpido por depresiones tectónicas como los golfos de
Fonseca, Panamá y Guayaquil, o bien tramos muy accidentados donde han
intervenido la acción de los hielos y posteriormente el hundimiento y penetración del
mar como en el sur de Chile y Argentina.
La costa atlántica es en general baja, salvo donde los macizos antiguos llegan al
mar. Por su menor altitud son más recortadas, es decir ofrecen una mayor penetración
oceánica como en el Mar de las Antillas.

Costas y accidentes geográficos del Océano Pacífico

47
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Entre Punta Concepción al norte de la ciudad de Los Angeles y Cabo Corrientes


podría hablarse de un litoral dálmata5, con penínsulas e islas alargadas paralelas a la
costa. Se destaca la península de California que determina la formación del Golfo de
California, en cuyo fondo se encuentra el delta del Colorado.
Desde el punto de vista turístico en este tramo costero se destaca Puerto Vallarta
en la Bahía Banderas, cerrada por el sur por el Cabo Corrientes.
Entre el Cabo Corrientes y la Bahía de Acapulco encontramos un litoral
acantilado6 sin articulaciones importantes. En la Bahía de Acapulco se encuentra
balneario del mismo nombre, cuya fama en parte se debe a los “clavadistas” que se
lanzan al mar desde los acantilados. Entre la Bahía de Acapulco y el golfo de
Tehuantepec, se presenta un tramo costero bajo con presencia de albuferas7.
La costa pacífica de América Central puede ser dividida en dos secciones, al
norte y al sur del golfo de Fonseca. La parte norte, desde el litoral de Chiapas hasta el
Golfo de Fonseca, es baja, de emersión, por ascenso tectónico, rectilínea y sin
accidentes notables, en buena parte es de origen volcánico, pues esta actividad con
la acumulación de sus materiales apenas desmantelados ha formado varios sectores
de la costa.
La sección sur, al sur del Golfo de Fonseca es en general alta, de inmersión y
accidentada. Alternan acantilados, falaise8 y playas9
Como accidentes costaneros presenta las penínsulas de Nicoya, Osa y Asuero,
que provocan la formación de los golfos de Nicoya, Dulce y Panamá respectivamente.
El litoral de las provincias de Guanacaste y Puntarenas ostenta las mejores
playas de Costa Rica y el litoral pacífico de Panamá las playas mejor equipadas del
país, se destacan las playas del llamado Cinturón del Pacífico (en las que el sol “sale”
por el Pacífico y se “pone” para el lado del Mar Caribe) y las playas de las Islas
Taboga y Contadora en el Archipiélago de las Perlas, con muchas islas deshabitadas y
en cuyas aguas abundan las ostras perlíferas.
Esta costa alta, accidentada se prolonga en el litoral de Colombia hasta la Bahía
de Buenaventura.
El tramo costero entre la Bahía de Buenaventura y el Golfo de Guayaquil
presenta una costa baja, pantanosa, con manglares10. Es una costa de emersión,
formando por el aporte de los ríos, que allí acumulan sus materiales y desaguan
formando deltas11. En el litoral ecuatoriano se destacan las bahías de Manta y Santa
Elena. Dentro del golfo de Guayaquil se halla la isla de Puná.
Desde el Golfo de Guayaquil hasta el canal de Chacao es una costa rectilínea,
con acantilados y falaise, a la cual se adosa en casi toda la extensión la Cordillera
de la Costa. En el norte (Departamentos de Tumbes y Piura) y centro de Perú
/Departamento de Ica) se advierten antiguas playas marinas ascendidas por

5
Las costas tipo dálmatas han sido originadas por el hundimiento de cordones orográficos paralelos a la
costa. Los valles fueron invadidos por el mar quedando emergidos los cordones más altos, que forman
penínsulas e islas alargadas paralelas a la costa.
6
Los acantilados son paredones verticales que caen a pique sobre el mar. Cuando son de menor altura
suelen denominarse barrancas.
7
Las albuferas son lagunas litorales cerradas por barras de arena de estrecha comunicación con el mar.
8
La costa tipo falaise son acantilados con playas costeras que se han originado a partir de la destrucción
de los mismos. También se los denomina acantilados “muertos” porque el mar ya no actúa sobre ellos, en
contraposición a los acantilados “vivos” o acantilados propiamente dichos que continúan en desgaste.
9
Las playas, de gran valor turístico, en especial si van acompañadas por el clima han sido formadas por
la acumulación de arenas en litorales rectilíneos o en bahías. Las playas pueden ir acompañadas por
altos médanos formados por la acción del viento. Ej: Necochea.
10
Los manglares son bosques que se desarrollan en costas bajas de las zonas cálidas y húmedas
ecuatoriales. Sus árboles (en especial la especie denominada precisamente mangle) tienen la
particularidad de poseer raíces en gran parte aéreas, que se desarrollan entre los límites de las mareas.
Son costas inaccesibles por el difícil tránsito.
11
Se denomina delta a una de las dos formas principales de desembocadura de los ríos. Los deltas se
caracterizan por la formación de numerosas islas -por acumulación del material sedimentario que arrastra
el río-, que están separadas por numerosos brazos del río principal.

48
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

levantamientos de carácter local. Se denominan “tablazos”, como el Tablazo de Ica,


conformado por bellos paisajes de dunas y oasis. Las playas peruanas son ideales
para la práctica de surf.
En la costa desértica de Perú y el norte de Chile se presentan islotes en donde
viven grandes cantidades de aves marinas guaneras, cuyos excrementos han formado
grandes depósitos de guano que es aprovechable para la producción de un
fertilizante que se utiliza en agricultura. Las aves también viven en algunas puntas del
litoral. Muchas de ellas han sido aisladas mediante muros, para garantizar su
tranquilidad
Entre otros accidentes no demasiado notables se destacan, la Bahía de Pisco,
cerrada hacia el sur por la Península de Paracas y ya en Chile, la Bahía de Coquimbo,
la Bahía de Valparaíso con el puerto homónimo y las bahías de Concepción y Arauco.
En la Bahía de Coquimbo se destacan las playas de La Serena y al norte de
Valparaíso la famosa Viña del Mar y otros balnearios enlazados hacia el norte, como
Reñaca, Concon y Zapallar.
Al sur del canal de Chacao la costa es de tipo fiórdico-dálmata12.
Un largo canal, prolongación del Valle longitudinal Chileno, al hundirse toma el
nombre de Seno de Reloncaví, Golfo de Ancud, Golfo de Corcovado, Canal Moraleja y
por último Golfo de Penas.
En Chile se llana seno a los valles hundidos tipo fiord. Entre los accidentes más
notables se destacan: la Isla Chiloé, Archipiélago de los Chonos, Península de Taitao,
Isla Wellington, Seno de la Ultima Esperanza, Península de Muñoz Gomero, Seno
Skyring, Isla Riesco, Seno Otway, Península de Brunswick, Estrecho de Magallanes,
Isla Grande de Tierra del Fuego, Islas Desolación, Santa Inés, Clarence, Hoste y
Navarino.
El Estrecho de Magallanes tiene costas bajas, con playas de arena y rodados.

Costas y accidentes geográficos del Océano Atlántico

Desde el Cabo Sable de la península de Florida hasta la península de Yucatán


(cabo Catoche) se reitera la costa baja de emersión, formada por acumulación
constante de sedimentos con deltas y albuferas, que constituyen verdaderos
criaderos de mosquitos transmisores de paludismo. Por eso son saneadas con
fumigaciones y se amplía el drenaje mediante dragado de las bocas. En este tipo de
costa es muy difícil y costosa la instalación de puertos, los que deben se
acondicionados en su acceso mediante dragados continuos.
En la costa mejicana sobre el Golfo de México se destacan los siguientes
accidentes costaneros: Laguna Madre y Lagos Tamiahua, y de Términos. Frente al
istmo de Tehuantepec, se forma el Golfo Campeche, cerrado al naciente por la
península calcárea de Yucatán.
Desde la Península de Yucatán (cabo Catoche) hasta la Península de Guajira
(cabo Gallina), la costa es baja, de emersión, con lagunas litorales o albuferas,
llamadas ciénagas en Colombia, en general malsana, difusión de enfermedades

12
Los fiordos son golfos, angostos, profundos, muy ramificados, con paredes acantiladas. Se han
formado por la erosión glaciaria en valles intermontanos y posterior invasión del mar. Su perfil submarino
es en forma de U como el de las artesas glaciarias. Generalmente tienen aguas más profundas que el
mar exterior. Por tener aguas profundas y tranquilas son especialmente aptos para la instalación de
puertos.
En el litoral fiórdico dálmata se combina la acción glaciaria formando fiordos o senos (como se
denominan en el sur de Chile) en un una zona montañosa con cordones orográficos paralelos a la costa
por ello se forman islas y canales paralelos a la costa (de allí el nombre de “canales fueguinos).

49
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

tropicales, con tramos de manglares y cayos coralinos13 sobre la plataforma de


Belice, Honduras y Nicaragua
En el frente oriental de la Península de Yucatán se destacan los centros
turísticos de Cancún, frente a Isla Mujeres y Tulum y Playa en la franja conocida como
Riviera Maya a la Isla de Cozumel.
Mas al sur se ubica la Bahía Chetumal; el Golfo de Honduras con las Islas de la
Bahía; el Cabo Gracias a Dios donde se inicia la malsana costa nicaragüense de de
los Mosquitos. Frente a estas costas y rodeadas de las turquesas aguas del Mar
Caribe se encuentran las islas colombianas de San Andrés y Providencia. San Andrés
es un destino turístico que suele combinarse con Cartagena.
En la costa caribe de Costa Rica se destacan el Parque Nacional Tortuguero
donde cada año vienen las tortugas marinas a desovar y las playas de Puerto Limón.
En la costa de Panamá y en archipiélago San Blas hay también decenas de
pequeñas playas y todas tienen arrecifes coralinos cercanos.
Luego se destaca el Golfo de Darién que forma en su fondo el Golfo de Urabá.
En el caribe colombiano se destacan los centros turísticos de Cartagena (con las
Islas del Rosario) y Santa Marta, ubicada cerca de la Ciénaga de Santa Marta,
complejo lagunero cerrado por una barra arenosa permeable, refugio y hábitat de flora,
fauna y especies migratorias.
Entre las penínsulas de Guajira y la del Paraguaná sigue una costa baja pero de
hundimiento con manglares, que ocupa el golfo de Venezuela-Lago de Maracaibo.
Desde la Península de Paraguaná hasta la Isla de Trinidad se presenta una
costa alta dálmata. El cordón montañoso de la Cordillera del Caribe corre paralelo a la
costa y termina por una marcada fractura en el cual se han formado por hundimiento
los golfos de Barcelona y Paria.
Otra cadena más septentrional, también fracturada se ha hundido parcialmente y
solamente sobresale en tramos, formando las denominadas Antillas Menores de
Sotavento, paralelas a la costa. En esta zona se destacan por sus atractivas playas y
vida submarina de Araba, de Venezuela como Los Roques, Isla Margarita y Cuche y
de Trinidad y Tobago.
Dentro de América Central Insular distinguimos las Islas Bahamas, las Antillas
Mayores (Cuba, La Española, Jamaica y Puerto Rico) y las Antillas Menores de
Barlovento y de Sotavento.
Las costas de origen coralino se presentan en las Bahamas, en gran parte de la
Isla de Cuba y en el arco externo de las Antillas Menores de Barovento. Costas altas
acantiladas se observan donde los cordones montañosos terciarios se aproximan al
litoral como en Sierra Maestra de Cuba, Haití, Jamaica y Puerto Rico. En el arco
interior de las Antillas Menores de Barlovento hay costas de origen volcánico.
Las islas del Caribe son destinos turísticos por sus playas, mares aguas tibias,
transparentes de color turquesa, ideales para el snorkel y el buceo. En Cuba se
destaca el centro balneario de Varadero. Adquiere también importancia Cayo Coco,
Cayo Guillermo y Cayo Largo.
En República Dominicana Punta Cana y Puerto Plata. También son muy
distinguidos los destinos en las Is Bahamas, Caymán, Is. Vírgenes, Puerto Rico,
Jamaica y Saint Marteen.
Desde el golfo de Paria hasta el delta del Orinoco, la costa el baja, de emersión,
pantanosa y con un extenso delta.
Desde el delta del Orinoco hasta la desembocadura del Parnaíba sigue la costa
baja, de emersión, con manglares, intensa abrasión marina y formación de
estuarios. Se destacan los estuarios de los ríos guayaneros y el estuario exterior del

13
Las costas coralinas se forman por acumulación de sustancias calcáreas de los organismos de los
corales. Las colonias de estos animales microscópicos se desarrollan sobre fondos poco profundos, de
mares tropicales, de aguas límpidas. Así se construyen barreras y arrecifes de coral (cuando no emergen
y se disponen en forma paralela a la costa) e islas muy bajas y alargadas denominadas cayos o atolones
cuando se presentan en forma de anillo, generalmente abierto.

50
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Amazonas, en el cual se encuentran las islas Caviana, Mexiana, y Marajó, separadas


del bloque continental por la intensa acción de las mareas.
Desde el estuario del Parnaíba hasta Punta de la Baleia (al sur del estado de
Bahía, hay una costa alta, de inmersión, acantilada y con falaise y que en algunos
tramos es acompañada por arrecifes calcáreos. Los accidentes más importantes son
los cabos San Roque y Branco (o Blanco) y la Bahía de Todos los Santos y los
destinos turísticos más visitados conocidas del nordeste brasileño con excelentes
playas y reconocida gastronomía marina. Se destacan Jericoacoara, Fortaleza, Natal,
Joao Pessoa, Porto Galinhas,Maragoggi, Maceió, Salvador de Bahía, Praia do Forte,
Costa do Sauipe y Porto Seguro.
Desde Punta de la Baleia hasta Cabo Frío la costa es baja con albuferas y los
accidentes más notables Punta de la Regencia y Cabo Santo Tomé.
Entre Cabo Frío y la Isla Santa Catarina, donde se encuentra la ciudad de
Florianópolis puede hablarse de costa alta, tipo dálmata pero también con la
presencia de buenas playas Se destacan la Bahía de Guanabara donde está edificada
Río de Janeiro, la Bahía de la Isla Grande y la Bahía de Paranagua. Entre las islas se
destacan la de San Sebastián, la de Guaruja y la de Santa Catarina.
Como centros turísticos se destacan al norte de Río de Jeneiro, Buzios y al sur
Angra Do Reis. Luego en las inmediaciones del puerto de San Pablo: Santos la Isla de
Guaruja y en sus litoral norte las playas de Ubatuba y Parati Al norte de la Isla de de
Florianópolis, donde se destacan, entre otras las playas de Jureré, Canasvieiras,
Costa do Santinho, y Joaquina, se encuentran Camboriú y Bombinhas, y al sur
Garopaba.
Al sur de la Isla Santa Catarina comienza la costa baja de emersión con
albuferas como las de Los Patos y Merín, que se prolonga en todo el litoral uruguayo.
En este tramo se destaca el balneario de Torres en Brasil y Puerto Paloma y Punta del
Este en Uruguay. La capital de Uruguay, Montevideo tiene sobre el Río de la Plata las
playas de Pocitos, Malvín y Carrasco.
Entre Punta del Este y la Punta Rasa del Cabo San Antonio, se halla la
amplísima desembocadura del Río de la Plata.
En el litoral bonaerense alternan playas con médanos y barrancas. En la Bahía
Blanca y en la Bahía Anegada, la costa es baja, anegadiza, flanqueada por bajas
islas y bancos.
Al sur de la desembocadura del Río negro, las costas patagónicas son de
acantilados y falaise, con restingas, islotes guaneros y al sur con estuarios de
abrasión marina. Este litoral se prolonga has el Cabo San Diego de Tierra del Fuego,
en el Estrecho de Le Maire. Los accidentes más destacados son el Golfo San Matías,
la Península de Valdés, el golfo San Jorge, la Bahía Grande y la Bahía San Sebastián.
La costa sur de Tierra del Fuego a partir del Cabo San Diego es fiórdico-
dálmata. Presenta la Isla de los Estados y el Canal de Beagle.
Las Islas Malvinas tienen costas altas, con rías, antiguos valles fluviales
estrechos, limitados por cordones montañosos, posteriormente hundidos e invadidos
por el mar.

OCEANOS Y MARES
Dos océanos y sus mares dependientes rodean a América, son el Océano
Atlántico y el Pacífico. A su vez ambos océanos se comunican en el norte por medio
del Estrecho de Bering y en el sur por el Estrecho de Magallanes, el canal de Beagle y
el Pasaje de Drake. Se presenta una comunicación artificial en el Canal de Panamá.

Mares dependiente del Atlántico

51
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Mediterráneo Americano: es una denominación común que asocia al Golfo de


México y al Mar Caribe o de las Antillas. Es un mar insular de guirnalda.
Golfo de México: está comunicado con el Océano Atlántico por el Estrecho de
Florida y con el Mar Caribe por el Canal de Yucatán.
Es una enorme cubeta de contorno casi circular, limitada por dos umbrales, el
que une Yucatán con Cuba, y el que hace lo propio ente la Península de Florida y
Cuba, prolongándose luego hacia el este para sostener el Archipiélago de Las
Bahamas o Lucayas, Su forma de artesa queda definida por el hecho de que su mayor
profundidad, la fosa de Sigsbee de –4.000 m. se halla en un punto equidistante de sus
costas.
Mar Caribe o de las Antillas: este mar se encuentra entre el continente y el arco
de las Antillas Mayores y Antillas Menores de Barlovento. Se comunica con el Golfo de
México por el Canal de Yucatán, y con el Atlántico con innumerables estrechos o
pasos entre los que se destaca el Canal del Viento entre Cuba y Haití y el Paso de la
Mona entre La Española y Puerto Rico. Algunos autores llaman al conjunto Mar de las
Antillas y lo subdividen en Mar Caribe y Mar del Caimán, separados por el umbral
que une el Banco de Nicaragua con el Banco de Pedro con Jamaica y Haití.
La cubeta del Caribe con tal limitación puede subdividirse en cubeta colombiana
y cubeta venezolana, separadas por el banco Beata (prolongación del extremo
meridional de La Española). Una serie de fosas y bancos, posiblemente originados por
fallas, accidenta los bordes orientales y meridionales de la cubeta venezolana. Las
mayores profundidades de la cubeta caribe se hallan frente a las Antillas Menores de
Sotavento y superan los 5.000 m. (Fosa de los Roques).
Dentro del Mar Caimán se distinguen la Hoya de Yucatán, limitada por el umbral
que une Yucatán con Cuba y el Banco o Umbral de los Caimanes que conecta Belice
con Sierra Maestra de Cuba y la Hoya de los Caimanes. La Hoya de los Caimanes se
halla situada ente el Umbral de los Caimanes y el Umbral Bancos de Nicaragua-
Bancos de Pedro. La mayor profundidad de esta hoya es la Fosa Bartlett de 6.959 m.,
aunque otros autores le asignan 7.239 m. Dicha fosa se une a la fosa de Puerto Rico
por el Canal del Viento. La Hoya de Yucatán llega a 5.500.
Mar Argentino: es el mar que se asienta sobre la plataforma continental
argentina. Es un mar abierto. Constituye el pedestal de las Islas Malvinas.

Mares dependientes del Pacífico:

Golfo de California: queda comprendido entre la Península de California y el


continente. Su ancho oscila entre los 90 y los 210 km. Y su mayor profundidad es de
sólo 800 m. Se ha formado por un hundimiento tectónico que hacia el norte se
prolonga en la depresión del lago Salton y hacia el sur en el valle del río Balsas.

MAREAS
Las mareas se producen a que el agua se comprime hacia una región de
superficie cada vez menor, es decir se embotella, haciéndolo propicio el relieve
costero alto. Por similares causas las mareas muy altas en los estrechos
santacruceños, donde en Río Gallegos llegan a 16 m. También son amplias las
mareas en lugares próximos a mares abiertos, sin obstáculos para la propagación de
la onda de marea, como en la costa noroeste de Sudamérica. Las mareas son nulas o
de escasa amplitud en el Mar de las Antillas y Golfo de México (menos de 30 cm.)
porque la onda de marea es frenada por un cordón de islas y arrecifes.

CORRIENTES OEANICAS

52
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

OCEANO ATLANTICO

Originadas en las costas africanas y motivadas por la acción de los alisios y el


movimiento de rotación de la Tierra, se dirigen hacia América, las corrientes cálidas:
Ecuatorial del Norte y Ecuatorial del Sur.
La Ecuatorial del Norte, se bifurca frente a las Antillas Menores de Barlovento,
en una que penetra en el Mar Caribe, y otra, llamada de las Bahamas o de las Antillas,
que bordea externamente a las islas.
El Ecuatorial del Sur se bifurca frente a Brasil (cabo San Roque), en Corriente
de Brasil y Corriente de las Guayanas, que va a engrosar la Ecuatorial del Norte.
La Ecuatorial del Norte, engrosada por el aporte de la Corriente de las
Guayanas, recorre el Mar Caribe (se la puede denominar en este tramo Corriente
Caribe), y penetra en el Golfo de México. Al salir por el estrecho de Florida, y recibir el
aporte de la Corriente de las Antillas, toma el nombre de Corriente del Golfo o Gulf
Stream. Es una corriente muy caudalosa y rápida (160 m./seg.), como resultado de la
diferencia de nivel que existe, entre las aguas del Golfo de México y las de la costa
atlántica de Estados Unidos, debido, probablemente, al efecto acumulador de los
vientos alisios.
Una vez en el océano Atlántico, corre primero hacia el noreste, manteniéndose
próxima a la costa de Estados Unidos, hasta el cabo Hatteras (para algunos autores el
nombre de este tramo sería Corriente de Florida), en cuya latitud se desvía hacia el
noreste y se pone en contacto, con las aguas frías de la Corriente del Labrador a la
latitud de la isla de Terranova.
La Corriente de Brasil, que es el ramal sur de la Corriente Ecuatorial Sur, avanza
hacia el sur y se encuentra a la latitud del Río de la Plata, con la corriente fría
denominada Deriva Oceánica del Este, que “tira” al este, para cerrar el circuito del
Atlántico Sur (Corriente fría de Bengala). El encuentro de corrientes de distintas
temperaturas, origina nieblas peligrosas y contrastes térmicos que ocasionan la
muerte de pequeños peces, que atraen cardúmenes mayores, convirtiéndose así la
zona en importante área de pesca. Es una zona de transición, con abundante plancton
que pertenece tanto a aguas subtropicales como subantárticas.
La Corriente Circunpolar Antártica, gira en torno al continente de oeste a este.
Sus aportes profundos y aguas excedentes del Pacífico, originan la Corriente del
Cabo de Hornos, que corre paralela a la Circunpolar en aguas del Pasaje de Drake.
Frente al archipiélago de Malvinas se bifurca en Corriente de Malvinas y Rama
Noreste, que, al desviarse al este, se transforma en la Deriva Oceánica del Este.
La Corriente de Malvinas actúa en superficie hasta Punta del Este, se profundiza
y aflora esporádicamente hasta Cabo Frío. Cuando corre en sentido contrario a la del
Brasil, los filetes de rozamiento generan otra zona de afloramiento.

OCEANO PACIFICO

Se alejan del continente americano, la Corriente Ecuatorial del Norte y la


Corriente Ecuatorial del Sur.
La Ecuatorial del Norte enfrenta los archipiélagos orientales de Asia dirigiéndose
al norte. A la latitud de Japón recibe el nombre de Kuro Shivo o Corriente Negra
(luego recibe el nombre de Extensión de Kuro Shivo y Corriente del Pacífico Norte);
cruza el Pacífico hacia el este para enfrentarse a América (donde y podría
denominares Corriente de Alaska. Impide la congelación de sus aguas a pesar de la
elevada latitud. Parte de la corriente penetra en el Mar de Bering.
Por el Mar de Bering desciende desde las zonas polares, la corriente fría de Oya
Shivo o Corriente Blanca (en realidad a esta latitud debería llamársela Corriente de
Kamchatka, porque el nombre de Oya Shivo se lo ponen los japoneses, por arrastrar

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

ocasionalmente manchones de hielo, en contraposición de Kuro Shivo), que determina


la congelación de sus aguas. Es de aclarar que no arrastra témpanos.
Frente al sudoeste de Estados Unidos y noroeste de México, corre hacia el sur la
Corriente fría de California (aunque algunos consideran un desprendimiento de Kuro
Shivo que se torna fría en relación a las aguas circundantes en su camino de retorno
hacia el Ecuador, conceptos más científico se inclinan por explicarla, como un
fenómeno de surgencia de aguas profundas), cerrando el circuito del Pacífico Norte.
Tiene efectos negativos sobre el clima del continente: origina desiertos costeros.
En primer lugar disminuye la evaporación superficial de las aguas en el lugar. Vientos
húmedos que provengan desde regiones marítimas más occidentales, precipitan sobre
la corriente al encontrarse con la pared fría de condensación. Dichos vientos, ya
menos húmedos, prosiguen su camino hacia el continente, que se encuentra más
caliente, lo que es desfavorable para la condensación. A lo sumo producen nieblas.
(Para que la lluvia se produzca es necesario que una masa de aire en desplazamiento,
pase de un ambiente a determinada temperatura a otro más frío).
La Corriente Ecuatorial del Sur circula por Oceanía formando la Corriente
Oriental de Australia y retornando al este como Corriente del Pacífico Sur.
En este aporte, más fenómeno de surgencia y aporte profundo de aguas
antárticas, radica el origen de la denominada Corriente del Perú o Humboldt. Ejerce
su acción en la costa norte de Chile, costa de Perú, sur de Ecuador, hasta las islas
Galápagos. Como factor positivo su riqueza plactónica, garantiza actividad pesquera,
Permite a bajas latitudes, la presencia de fauna austral como lobos marinos, ballenas y
pingüinos, estos últimos incluso en Galápagos. Las influencias negativas sobre el
clima costero son idénticas a las producidas por la Corriente de California.
En el Océano Pacífico la Contracorriente Ecuatorial (cálida) está bien
desarrollada, se halla presente todo el año, se encuentra siempre al norte del Ecuador,
pero más al norte en Enero.
Esta contracorriente es mantenida en circulación por la región de las calmas
ecuatoriales, debido al mayor nivel de la superficie del mar, en la parte occidental del
océano, a causa del apilamiento de agua, a que dan lugar los vientos alisios.
Durante nuestro invierno la corriente del Perú, en parte cierra el circuito del
Pacífico Sur, realimentando la Ecuatorial del Sur y en parte converge con la
Contracorriente Ecuatorial, que prosigue su camino al continente y forma la Corriente
Occidental de Colombia, que baña la costa pacífica de América Central Istmica.
En algunos veranos (cada 7 a 10 años), la Contracorriente Ecuatorial dirige parte
de sus aguas hacia el sur, en este caso se la llama Corriente del Niño, porque se
presenta para Navidad. Baña hacia el sur el litoral del golfo de Guayaquil y Norte de
Perú, llegando a veces hasta Lima. Su acción es perjudicial tanto en tierra como en el
mar. En tierra determina lluvias torrenciales a lo largo de una costa desértica,
provocando arrastre de los materiales rocosos sueltos y arena, inundaciones y
aluviones y destrucción de caminos y viviendas. En el mar provoca la muerte de los
peces propios de las aguas frías de la Corriente del Perú, lo cual repercute en la vida
de las aves productoras de guano, que se alimentan de dichos peces, Perecen en
grandes cantidades al carecer de dichos alimentos

FACTORES GEOGRAFICOS QUE DETERMINAN EL CLIMA


Latitud: las temperaturas descienden un grado cada 180 km., desde el Ecuador
hacia los polos. Como América Latina tiene gran desarrollo en latitud, tiene todos los
tipos de climas, desde los más fríos hasta los más cálidos. Por la distinta ubicación en
latitud en América del Sur predominan los cálidos, siguiendo los templados; la región
se ensancha en la zona cálida y se afina en las zonas templadas y frías.
Relieve: influye por la altitud y por la orientación y disposición del relieve.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Altitud: las temperaturas descienden un grado cada 180 m. de ascenso; por eso
a la misma latitud, las zonas occidentales de América (por presencia de cordilleras
terciarias elevadas) son más frías. En la zona intertropical, latitud y altitud
contrarrestan sus efectos con un resultado positivo para la instalación humana. Las
zonas llanas son inhóspitas; no favorecen el establecimiento humano, en especial el
del blanco.
Orientación y disposición de los cordones montañosos: las cadenas
terciarias del oeste americano, limitan a la costa la influencia de los vientos húmedos
del Pacífico; únicamente las traspasan en el extremo sur del continente (áreas de los
vientos permanentes del Oeste), pero lo hacen ya secos.
Los vientos del Atlántico, debido a la presencia de llanuras y montañas bajas, no
sólo actúan en el oriente, sino que llegan al interior e interior oeste, pero en esta zona
del interior se acentúan las condiciones de aridez. Como no hay cordones orográficos
en el sentido de los paralelos, las masas de aire polar o de aire tropical, avanzan
libremente sobre el continente, provocando fuerte y bruscos cambios de temperatura.
Distancia al mar: el mar es regulador de los excesos térmicos. Las amplitudes
térmicas y estacionales, son reducidas junto al mar, determinando la presencia de
variedades oceánicas o marítimas. Lo contrario ocurre en el interior del continente, con
variedades continentales.
Corrientes oceánicas: ya se analizó el efecto de cada corriente sobre el clima
del continente, pero como regla general podemos decir, que las corrientes cálidas del
Atlántico, benefician la parte oriental de América, mientras que las corrientes frías del
Pacífico, determinan climas desérticos en la parte occidental.

DISTRIBUCION DE TEMPERATURAS
Isotermas anuales

La observación del mapa permite establecer:


Las temperaturas disminuyen hacia el norte en América del Norte y hacia el sur en
América del Sur.
En ambas Américas el trazado de las isotermas acusa la influencia del relieve en el
oeste, de los vientos y de las corrientes oceánicas.
En América del Sur, es reducida la representación de las bajas temperaturas.
Con respecto a las heladas, también pueden extraerse conclusiones, baste decir
que en América del Sur hay más de 240 días en el año libres de heladas, en el
vasto sector comprendido, al norte de la isoterma de 15 grados, es decir la mayor
parte del continente.

Isotermas estacionales

Isotermas de enero (de enero y julio)

Es invierno en América del Norte y Central y verano en América del Sur (excepto
una pequeña parte al norte del Ecuador).
La masa continental de América del Norte pierde rápidamente su calor, mientras
que las aguas oceánicas están relativamente más cálidas. Por esta causa y por el libre
avance de los vientos fríos antárticos; en el continente, las isotermas se acercan al
Ecuador, y se alejan de éste en los mares.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

En este mes América del norte queda comprendida entre las isotermas de 20
grados en el sur y -35 grados en el norte. Las dos terceras partes de su superficie
tienen temperaturas medias por debajo de cero grado. La isoterma de cero grado
marca el límite sur de las tierras de nevadas abundantes y con vías de comunicación
bloqueadas por los hielos.
Observar la influencia de las corrientes cálidas de Kuro Shivo y del Golfo, que
“empujan” hacia el norte las isotermas en los océanos, mientras que la corriente fría de
California “empuja” hacia el sur.
Observar que América del Norte es más fría que Europa a la misma latitud; esto
se debe a la influencia de la corriente del Golfo en este último continente.
El continente sudamericano se encuentra recalentado, en tanto que el mar se
encuentra relativamente frío. Las isotermas se alejan del Ecuador al cruzar el
continente, por lo anterior y porque una cuña de aire cálido, las empuja hacia el sur.
Debido a que es verano, y de acuerdo al camino aparente del Sol, el Ecuador
térmico se ha desplazado hacia el sur, pero las mayores temperaturas no se dan en la
zona tropical (donde atenúan las lluvias y humedad), sino más al sur, en el interior de
nuestro país, por aridez y continentalidad.
Se observa muy pronunciada, la influencia de la corriente fría de Humboldt en el
Pacífico y en el Atlántico la del Brasil.
Más de dos terceras partes del continente tienen temperaturas superiores a 20
grados. América del Sur queda comprendida entre las isotermas de 30 y 10 grados
centígrados.

Isotermas de julio

Corresponde al verano en América del Norte y Central y a invierno en la mayor


parte de América del Sur.
América del Norte está recalentada, en tanto que los mares están más fríos. Por
esto y por invasión de aire tropical, las isotermas se alejan del Ecuador en el
continente. La corriente del Golfo, anula la curvatura normal hacia el sur, que debiera
darse en el Atlántico. Mientras que las corrientes de Kuro Shivo y California siguen
actuando en el Pacífico.
Se dan valores inferiores a 0 grado en California y se nota la influencia de la
corriente del Labrador.
El Ecuador térmico se desplaza más al norte aún que el Trópico de Cáncer,
coincidiendo con la isoterma cerrada de 35 grados, que coincide con los desiertos del
noroeste de México y sudoeste de Estados Unidos, donde la ausencia de tapiz vegetal
acelera el recalentamiento. En cambio en el trópico mayor humedad y altitud moderan
el calentamiento.
En América del Sur las isotermas se acercan al Ecuador en el sur del continente,
por estar el mismo sobreenfiamiento, no ocurre lo mismo al norte en que el
enfriamiento se modera por humedad y lluvias.
Las temperaturas inferiores a cero grado, sólo se dan en la zona subantártica, El
invierno de América del Sur es menos riguroso que el de América del Norte, por mayor
influencia marítima y por su posición en latitud. La influencia de la corriente de
Humboldt es menor en invierno.

Máximas y mínimas absolutas

La temperatura máxima de América ha sido registrada en el Valle de la Muerte


en California (Greenland Ranch) y alcanzó a 56º 6’C.
La mínima se anotó en Snag, Canadá y es de –63ºC.
La temperatura máxima y mínima de América del Sur han sido registradas en
nuestro país, la máxima en Orán, Salta de 49ºC y la mínima en Colonia Sarmiento,
Chubut, con –33ºC.

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CENTROS DE PRESION Y LA CIRCULACION ATMOSFERICA

Los centros de presión pueden ser de alta o de baja presión. Los centros de alta
presión emiten vientos que son atraídos por los centros de baja presión. Pueden ser
permanentes o estacionales.
En el continente americano influyen los siguientes centros de presión
permanentes:
Anticiclón Ártico
Ciclón de Aleutianas y Ciclón de Islandia
Anticiclón del Pacífico Norte y Anticiclón del Atlántico Norte.
Bajas Presiones Ecuatoriales.
Anticiclón del Pacífico Sur y Anticiclón del Atlántico Sur.
Bajas Presiones Subtropicales.
Anticiclón Antártico.
Debido a la rotación de la Tierra los anticiclones del hemisferio norte emiten
vientos en el sentido de giro de las agujas del reloj y, mientras que los anticlones del
hemisferio sur emiten vientos en contra de las agujas del reloj.
De acuerdo con el desplazamiento aparente del Sol de Trópico a Trópico, se
produce el desplazamiento del Ecuador térmico y por lo tanto de las Bajas Presiones
Ecuatoriales. Simultáneamente se desplazan los otros centros pero en especial los
anticiclones de las latitudes medias de los océanos. En enero el desplazamiento es
hacia el sur y en julio hacia el norte.
En cuanto a los centros de presión estacionales, recordemos que debido al
rápido calentamiento y enfriamiento de los continentes con respecto al mar, el interior
de los continentes suele convertirse en centros de presión estacionales, que invierten
su función a lo largo del año.
Así el Anticiclón de Manitoba que emite vientos en América del Norte es invernal,
al bajar la temperatura y subir la presión (enero) y en verano, al subir la temperatura y
bajar la presión (julio) se convierte en Ciclón de Manitota por lo que “aspira” vientos.
En el caso de Sudamérica es una anomalía, siempre tiene la Depresión del
Noroeste o Ciclón Chaqueño, que acentúa su acción en verano (enero) debido al
calentamiento. El invierno sudamericano no es más frío que las temperaturas
marítimas, porque la menor extensión continental y la humedad moderan el
enfriamiento. Por lo tanto las presiones siguen siendo más bajas que en el océano y la
circulación sigue siendo centrípeta, aunque más atenuada. El menor gradiente bárico
“frena” los vientos procedentes del Atlántico.

Enero

Los centros anticiclónicos permanentes de las latitudes medias de los océanos


están desplazados hacia el sur siguiendo el camino aparente del sol y a la vez se
aproximan al continente.
El Anticiclón del Pacífico Norte o de las Islas Hawai, emite vientos hacia el Ciclón
de Aleutianas y hacia el Ciclón de Islandia. Son vientos húmedos y tibios que
producen lluvias litorales de tipo orográfico en el litoral de Alaska y Columbia Británica.
Al transponer las cadenas litorales pasan secos. Se vuelven a cargar de humedad en
la Bahía Baffin y el Estrecho de Davis, para provocar lluvias en le sudoeste de
Groenlandia. Se denominan Vientos Occidentales. Como el Anticiclón de Hawai está
desplazado hacia el sur alcanza a producir lluvias en el litoral de California.
El Anticiclón del Atlántico Norte o de las Islas Azores emite vientos hacia las
áreas de bajas presiones ecuatoriales, los llamados Alisios del Noroeste, que actúan
hasta el interior de la llanura amazónica, Antillas y costa de América Central Istmica.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

No penetran en esta última, porque son rechazados por pequeños centros de alta
presión que se forman en las tierras altas del interior.
Los vientos alisios provenientes de Azores tampoco pueden actuar sobre el
interior de América del Norte dado que allí se ha formado el Anticiclón de Manitoba,
que rechaza su entrada y emite vientos fríos y secos hacia las márgenes
continentales. Los alisios provenientes del Anticiclón de las Islas Azores sólo pueden
producir lluvias sobre las costas.
En América del Sur el Anticiclón del Pacífico Sur emite hacia las calmas
ecuatoriales, los denominados Alisios del Sureste, pero no producen lluvias en el litoral
de Perú y del norte de Chile por la presencia de la Corriente de Humboldt. Hacia el sur
emite los llamados Vientos Occidentales que provocan lluvias en la ladera occidental
de los Andes, pero al trasponer éstos pasan a la Patagonia Argentina secos. No
actúan sobre la parte central de Chile porque al estar desplazado el anticiclón hacia el
sur deja el área fuera de su influencia.
En Anticiclón del Atlántico Sur emite los Alisios del Sureste hacia las calmas
ecuatoriales, pero debido a la rotación de la Tierra y a la presencia de la Depresión del
Noroeste, se produce la llamada Inflexión del Alisio. Estos vientos húmedos que
producen lluvias barren toda la parte norte de nuestro país girando en sentido contrario
a las agujas del reloj y saliendo por Bahía Blanca.
En ambas Américas los Anticiclones Polares provocan periódicos avances de
aire frío, determinando repentinos descensos de temperatura sobre el área que
afectan. En este mes actúa preferentemente el Anticiclón Artico.

Julio

Los centros anticiclónicos de las latitudes medias de los océanos están


desplazados hacia el norte, siguiendo el camino aparente del sol.
El Anticiclón de las Islas Hawai emite vientos hacia el Ciclón de Aleutianas y
hacia el Ciclón de Islandia. Provocan lluvias litorales en Alaska y Canadá. Al
transponer las cadenas litorales pasan secos para volver a provocar lluvias en el
suroeste de Groenlandia. Se denominan Vientos Occidentales. No actúan sobre
California porque el anticiclón que los origina está desplazado al norte dejando el área
fuera de su influencia.
El Anticiclón de las Islas Azores emite vientos hacia las calmas ecuatoriales,
hacia el Ciclón Estacional de Manitoba y el de Islandia. Emite los vientos denominados
Alisios del Noreste, hacia las bajas presiones ecuatoriales provocando lluvias en la
llanura amazónica, América Central Istmica (que en este mes es más lluviosa) y
América Central Insular.
Cuando emite hacia el Ciclón de Manitoba y el de Islandia se produce lo que se
llama inflexión del alisio. De esta manera favorece no sólo el litoral atlántico de
América del Norte sino provoca lluvias en todo el interior del continente.
El Anticiclón del Pacífico sur emite hacia las calmas ecuatoriales los vientos
denominados Alisios del Sureste que poca influencia tienen en América del Sur debido
a la presencia de la Corriente de Humboldt. También emite hacia el sur los
denominados Vientos Occidentales, que provocan lluvias en la ladera occidental de los
Andes, pasando secos a la Patagonia. En este mes también benefician a la zona
central de Chile ya que el anticiclón que los origina se ha desplazado al norte.
El Anticiclón del Atlántico Sur emite hacia las bajas presiones ecuatoriales los
denominados vientos Alisios del Sudeste. Debido a la rotación de la Tierra también se
produce la inflexión del alisio. Esto se debe también que el centro de presión
chaqueño no es capaz de engendrar vientos hacia fuera como lo hizo el
norteamericano. Por el contrario sigue la circulación centrípeta. Se mantiene la
Depresión del Noroeste, aunque debilitado (ha disminuido el gradiente bárico), lo único
que hace es frenar la entrada a nuestro país de la inflexión del alisio.
En este mes actúa más el Anticiclón Antártico.

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CICLONES Y HURACANES

Son pavorosas tormentas, de lluvias torrenciales y vientos violentísimos, de


características giratorias en torno del “ojo de huracán” donde reina completa calma. Se
originan por pequeñas células de muy baja presión, que se desprenden de las bajas
presiones ecuatoriales, desplazándose hacia el noroeste y ganando por ello en
gradiente bárico, con respecto a las zonas que va atravesando.
Afectan las islas del Caribe, la costa de América Central Istmica y prácticamente
toda la costa atlántica de Estados Unidos.
A pesar de tener radio de acción reducido, son temidos porque provocan
destrozos y muertes, en especial, si hallan a su paso, concentraciones humanas.
En 1930, uno de ellos provocó la destrucción total de la ciudad de Santo
Domingo.
Se detectan por satélites artificiales. Una vez detectada su formación, un servicio
especial estadounidense, se encarga de pronosticar su trayectoria y zona a afectar.
El impacto de los ciclones o huracanes es mayor es mayor en las ciudades y
obviamente centros turísticos costeras donde a las fuertes ráfagas de viento, se
suman los destrozos de las intensas marejadas que producen. Hacia el interior del
continente el huracán pierde energía por fricción.
Los huracanes o ciclones son apodados a menudo con nombre de mujer. Al
parecer cumplen una función importante dentro del equilibrio planetario. Son
expulsores de calor de las zonas ecuatoriales.

REGIMEN Y MONTO DE PRECIPITACIONES


REGIMEN DE PRECIPITACIONES:

Se refiere a la distribución de las precipitaciones a lo largo del año


Las precipitaciones pueden ser:

Regulares (uniformemente distribuidas) Dentro del régimen de precipitaciones


regular puede distinguirse:
Regular con máximo equinoccial (de primavera y otoño coincidiendo con la
culminación cenital de Sol).
Llanura amazónica; Andes colombianos; ecuatorianos y del Norte de Perú; litoral
pacífico norte de América del Sur al norte del Golfo de Guayaquil
Regular con máximo estival
América Central Insular; litoral caribe de América Central Istmica; litoral noreste
de América del Sur desde Caracas hasta la desembocadura del Amazonas; litoral
sudeste de América del sur de Cabo San Roque hasta Mar del Plata.
Regular con máximo invernal
Litoral pacífico de América del Sur; al sur del centro de Chile.

Periódicas (concentradas en una estación)


Se distinguen dos regímenes de precipitaciones periódicas:i
Periódico estival
Litoral pacífico y tierras altas del interior de América Central Istmica; en América
del Sur: al norte (llegando hasta el Mar Caribe) y al sur de llanura amazónica (llegando
hasta el Río Negro), siempre considerando el interior del continente.
Periódico invernal
Centro de Chile

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Irregulares propiamente dichas


Son zonas consignadas como de sequía permanente, cuyas insuficientes
precipitaciones por el régimen atlántico estival y pacífico invernal según corresponda.
Península de California y norte de México; Diagonal Árida Sudamericana, que se
extiende desde el litoral sur del Golfo de guayaquil, comprendiendo el litoral peruano,
el oeste del Altiplano boliviano, norte de Chile, Puna, Cuyo, Pampa Occidental y
Patagonia Argentina.

MONTO DE PRECIPITACIONES

El monto de precipitaciones se refiere a la cantidad de precipitaciones caídas a lo


largo del año y se mide en mm.
Las precipitaciones pueden ser calificadas por su monto en;
Insuficientes: menos de 250 mm. anuales
Escasas: entre 250 mm y 500 mm. anuales
Suficientes: entre 500 mm. y 1000 mm. anuales
Abundantes: entre 1000 y 2000 mm. anuales
Excesivas: más de 2000 mm. anuales.
Las lluvias excesivas y abundantes corresponden en general a las zonas de
régimen regular. Ellas son:
El litoral colombiano del Pacífico, sobre el faldeo occidental de la Sierra de
Baudó y de la Cordillera del Chocó, donde se obtienen las máximas precipitaciones de
toda América, con registros anuales de hasta 10.000 mm. Esto se debe, en cierta
manera, a la presencia del ramal norte de la Contracorriente del Ecuador.
La parte occidental de la Llanura Amazónioca, donde se suman a las lluvias
convectivas la acción conjunta de los alisios del noroeste y del sureste.
El Litoral noreste de América del Sur, desde el delta del Orinoco hasta el delta
del Amazonas; la laderas de barlovento de América Central; algunos sectores del
litoral sudeste de Brasil, y el área misionera. Son zonas expuestas a la acción de los
alisios.
El Litoral pacífico sur de América del Sur, áreas expuestas a los vientos
occidentales y lluvias de tipo orográfico. Se destaca su rápido decrecimiento hacia el
este, denunciando por las isohietas paralelas, dispuestas en forma perpendicular a la
dirección de los vientos y muy próximas entre sí.
Todas las mencionadas son zonas de lluvias excesivas.
Son áreas de precipitaciones suficientes y escasas, las áreas americanas que
corresponden a régimen periódico, excepto en América Tropical, donde por latitud y
acción de los vientos, el monto es abundante.
Son lluvias de frente, y por lo general las lluvias suficientes se sitúan en el interior
este y las escasas en interior oeste.
En el interior del noreste brasileño, se encuentran una zona de lluvias escasas.
La causa principal de esta anomalía parece ser que los alisios llegan en forma
irregular, dado que si consiguen hacerlo, las lluvias llegan hasta 1.00 mm. Sin
embargo, pueden transcurrir a veces dos y tres años sin que tales vientos lleguen
hasta allí, produciéndose desastrosas sequías, y, además, algunos consideran que el
intenso calor del verano, es factor negativo para la condensación del agua.
Son áreas de precipitaciones insuficientes las zonas determinadas como de
sequía permanente, que ya se mencionaron: Península de California y norte de
México; Diagonal Árida Sudamericana, que se extiende desde el litoral sur del Golfo
de guayaquil, comprendiendo el litoral peruano, el oeste del Altiplano boliviano, norte
de Chile, Puna, Cuyo, Pampa Occidental y Patagonia Argentina.
En la costa peruana y el norte de Chile, es donde las precipitaciones alcanzan
los valores más bajos de toda América, pudiendo pasar varios años in llover: Iquique
se vanagloria de que pasaron 14 años sin llover.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

TIPOS DE CLIMAS Y SUS VARIEDADES


En América Latina, por su gran desarrollo dentro de la zona intertropical, se
advierte un predominio de los climas cálidos, deprimentes para la salud y la actividad
del hombre y de los animales domésticos más estimados por el hombre. Siguen luego
en menor desarrollo los climas subtropicales y templados y son casi ausentes los fríos.
También encontramos un gran desarrollo de los climas desérticos.

CLIMAS FRIOS: tienen menos de 10º C de temperatura media anual.


En América Latina se desarrolla una sola de sus variedades, el Frío Oceánico, ya
que el Frío Ärtico y el Frío Continental se desarrollan en América del Norte.
Frío Oceánico: Clima característico del sur de Chile al sur de la Isla de Chiloé.
Tiene escasa amplitud térmica. Precipitaciones regulares con máximo invernal, salvo
al sur de los 50º latitud sur, donde los máximos son estivales. De tipo orográficas y, en
gran parte, níveas. El monto decrece hacia el este, de excesivas a abundantes, por
depender de los vientos occidentales del Pacífico.

CLIMAS TEMPLADOS: son los mejores para el asentamiento humano. Se notan


bien diferenciadas las cuatro estaciones. Su temperatura media anual se halla entre 10
y 15º C. Se distinguen las siguientes variedades:
Templado Oceánico: Clima de la parte norte del sur de Chile, estrecha franja al
norte de la isla de Chiloé, transformándose gradualmente hacia el norte en subtropical
con estación seca. Tiene poca amplitud térmica. Lluvias regulares con máximo
invernal, de tipo orográfico. Disminuyen en monto hacia el este y hacia el Ecuador de
abundantes a suficientes. Vientos occidentales.
Templado de Transición: Característico de nuestra Pampa Húmeda y del sur de
Uruguay. Tiene amplitud térmica moderada. Las lluvias son regulares pero con
máximos equinocciales e invernales14 Son suficientes y disminuyen en monto hacia el
interior. Los vientos predominantes son inflexión de los alisios.
Templado Continental: Corresponde a gran parte del interior argentino (zona de
Sierras Pampeanas, Sistema de Famatina, Precordillera, Pampa Seca y Noreste de
Patagonia). Tiene gran amplitud térmica, Lluvias periódicas estivales, escasas,
decrecen en monto hacia el sudoeste. En vientos corresponde a la inflexión de los
alisios.
El relieve serrano y montañoso introduce diferencias térmicas por la altura y de
precipitaciones entre las laderas enfrentadas a los vientos húmedos y las laderas
abrigadas con respecto a los mismos.

CLIMAS SUBTROPICALES: se consideran una transición entre los templados y


los más cálidos. Se diferencian de los templados por la falta de un invierno frío. Sus
temperaturas medias anuales se hallan entre 15 y 20º C.
Se distinguen las siguientes variedades:
Subtropical Sin Estación Seca: Característico del Sur de Brasil, el Este
paraguayo, Norte de Uruguay, Misiones, Corrientes y una estrecha franja al oeste de
la franja ribereña del Río Paraguay y Paraná en la llanura chaqueña.
Presenta elevada humedad atmosférica. Escasa amplitud térmica. Régimen de
precipitaciones regular con disminución invernal, con máximos equinocciales
invernales. Vientos predominantes: inflexión de los alisios. Precipitaciones abundantes
que disminuyen hacia el interior.
Subtropical Con Estación Seca: Corresponde al centro de Chile. Tiene baja
humedad. Aumenta la amplitud térmica. Precipitaciones periódicas invernales. Se
14
En la llanura atlántica de Estados Unidos y en la llanura del Misisipi el régimen de precipitaciones se
corresponde más adecuadamente con el modelo planetario. Las lluvias son regulares con máximo estival
al este, tornándose periódicas estivales en el interior.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

caracteriza por su escasa nubosidad y la transparencia de su cielo azul. Lluvias


decreciendo en general hacia el Ecuador de suficientes a escasas. Hay influencia
orográfica. Predominan los vientos del Pacífico.

CLIMAS CALIDOS: tienen más de 20º C de temperatura media anual. Se


distinguen las siguientes variedades:
Cálido Ecuatorial: Es el clima característico de la Llanura Amazónica. Tiene
temperaturas elevadas todo el año de más de 25º C. No se nota estación fría.
Amplitud térmica prácticamente nula.
Es muy húmedo y nuboso. No hay vientos, es la zona de las calmas ecuatoriales.
Precipitaciones regulares con máximas equinocciales (primavera y otoño). El monto es
excesivo. Son lluvias de convección o cenitales: diariamente el excesivo calor produce
intensa evaporación, y luego de la culminación del sol, se llega a la saturación, y
condensación, produciéndose las lluvias después del mediodía-
Cálido Subecuatorial: Puede considerarse una transición del clima cálido
ecuatorial al tropical continental. Se ubica en América del Sur a ambos lados de la
zona abarcada por el clima cálido ecuatorial. Las temperaturas son similares a las que
registran en la anterior variedad. La amplitud térmica es escasa. Las precipitaciones
son abundantes, periódicas estivales, con sólo cuatro meses de invierno seco.
Tropical continental: Es característico de gran parte de México, el litoral
pacífico de América Central Ístmica, llanura del Caribe colombiano, parte central de
Venezuela y la granja norte de la Orinoquia colombiana, parte norte del interior del
Macizo de Brasilia, el Chaco Boreal y la llanura chaqueña propiamente dicha. Tiene
gran amplitud térmica estacional. Veranos muy cálidos. Humedad atmosférica baja.
Alto coeficiente de heliofanía. También gran amplitud diaria. Precipitaciones periódicas
estivales (6 meses de invierno seco) Precipitaciones abundantes y suficientes aunque
en el noreste brasileño llegan a ser escasas.
Tropical Marítimo: Abarca la zona de América Central Insular y el litoral caribe
de América Central Ístmica. Temperaturas altas y constantes pero más soportables
que en el cálido ecuatorial por la menor humedad. Escasa amplitud térmica. Lluvias
excesivas y abundantes; regulares con máximo estival. No hay calmas ya que las
zonas de esta variedad están bajo la acción directa de los alisios todo el año. Zona
afectada por ciclones o huracanes.

CLIMAS DE MONTAÑA

Se da un escalonamiento térmico que depende de la altura y de la latitud: en las


zonas intertropicales hay tierras calientes, templadas, frías y nieves eternas o piso
gélido. En cambio en las zonas templadas en la base, inmediatamente con el ascenso
se pasa a tierras frías y nieves eternas.
Existen diferencias de temperatura entre las laderas soleadas y umbrías (en el
hemisferio sur la soleada es la norte).
La amplitud térmica diaria es siempre grande por aire seco. Si bien los lugares
expuestos al sol, llegan a soportar altas temperaturas al mediodía, inclusive en
invierno (lo que las hace especialmente aptas para la práctica de deportes invernales);
el enfriamiento nocturno es siempre grande.
Las precipitaciones son de tipo orográfico, pero varían en monto de acuerdo a la
orientación de los cordones montañosos y a la dirección y humedad de los vientos.
Son lluviosas las laderas de barlovento (si los vientos son húmedos), e
invariablemente secas las laderas de sotavento. Recordemos que la ladera de
barlovento es la enfrenada al viento y la sotavento la abrigada de lluvias en los niveles
inferiores y de nieve en las superiores.
El régimen de precipitaciones depende de la zona en que esté ubicada la
montaña.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Son frecuentes los vientos locales, que ascienden por un faldeo como vientos
frescos y húmedos, para descender como vientos cálidos y secos por el faldeo
opuesto.

CLIMAS DESERTICOS

Su característica fundamental es que tienen precipitaciones insuficientes. El


régimen de precipitaciones depende de la zona, pero en general se caracteriza por su
irregularidad.
A la gran amplitud térmica estacional se le suma una más acentuada entre día y
noche, e, incluso, entre sol y sombra, debido a la sequedad atmosférica extrema. Este
hecho produce desintegración mecánica de las rocas, con formación de escombros y
arenas en su fase final. Son frecuentes fuertes vientos cargados de polvo.
Se distinguen las siguientes variedades:
Desértico Cálido: tiene más de 20º C de temperatura media anual.
En América del Sur está motivado por la presencia de la corriente fría del Perú.
Corresponde al litoral pacífico ecuatoriano (al sur del Golfo de Guayaquil), el litoral
peruano y del norte de Chile. Esta zona podría ser considerado como un desértico
cálido de tipo oceánico: sin lluvias pero húmedo, nuboso, con nieblas y de poca
amplitud térmica.
Desértico frío: tiene menos de 10º C de temperatura media anual. Esta
característica térmica se da por dos razones: altitud (Altiplanos Centrales Andinos y
Andes Áridos) y latitud (Patagonia Argentina).
En los Altiplanos Centrales Andinos se suma a su posición en el interior oeste del
continente, el hecho de que el marco montañoso que los encierra retiene la humedad
de los vientos que proceden del exterior.
Los Andes Áridos y la Patagonia Argentina corresponden a flancos de sotavento,
con vientos previamente destacados.
LAS FORMACIONES FITOGEOGRAFICAS Y SU RELACION CON EL CLIMA

Descripción estructural de la vegetación

Forma biológica

Las plantas pueden clasificarse de acuerdo con su forma biológica. Las dos
primeras, árboles y arbustos, son formas leñosas de posición erecta. La palabra
“árbol” denota una planta perenne que posee un único tronco principal, a veces con
unas pocas ramas en la parte inferior, pero ramificado en la superior, de manera que
en el individuo adulto esta parte contribuye a los estratos superiores de la vegetación.
El término “arbusto” se refiere generalmente a una planta leñosa que comienza a
ramificarse cerca del nivel del suelo, de manera que el follaje queda cercano a él.
Además existen también plantas trepadoras leñosas que ascienden por los árboles:
las lianas. Pueden ganar altura enrollándose y subiendo por árboles adultos, o bien
ser elevados durante el crecimiento de árboles jóvenes a los que se habían
anexionados previamente. Aunque el término “liana” suele asociarse por lo general a
bosques ecuatoriales y tropicales, también se las puede encontrar en bosques de
latitudes medias.
La cuarta forma biológica, la constituye el grupo de las hierbas. Son por lo
general pequeñas plantas que carecen de tallos lignificados. Poseen gran variedad de
forma y de estructura de hoja, pueden se anuales o perennes. A este tipo de forma
biológica se le aplica el adjetivo herbáceo. El estrato herbáceo ocupa por lo general
una posición baja en una comunidad vegetal estratificada. Más pequeños y casi en
contacto con el suelo o adheridos a los troncos de los árboles se hallan los briófitos,
forma biológica que comprende al phylum de este timo nombre y que incluye los
musgos y hepáticas.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Finalmente citaremos a los epífitos, plantas que viven sobre otras que les sirven
de soporte, de modo que no están en contacto con el suelo. Un ejemplo conocido lo
constituyen las orquídeas tropicales, que viven sobre los árboles y a veces han sido
denominas plantas aéreas. Hay helechos que también pueden adoptar este género de
vida

Tamaño y estratificación

Cada una de las formas biológicas descritas anteriormente pueden clasificarse


de acuerdo con su tamaño. Los términos “alto”, “medio” y “bajo” pueden servir para
definir los límites de cada forma biológica. Por ejemplo, un árbol mayor de 25 m es
“alto”; de 10 a 25 m es de tamaño “medio” y de 8 a 10 m “bajo”.

Cobertura

El grado en que las hojas de un determinado vegetal cubran la superficie de


suelo existente bajo ellas recibe el nombre de cobertura o expansión horizontal.
Podemos emplear cuatro términos en la descripción del grado de cobertura:
insignificante o muy dispersa; discontinua, en fragmentos o grupos; y continua. Por
ejemplo, lo árboles pueden ejercer una cobertura discontinua mientras la capa
herbácea es continua o viceversa.

Función o periodicidad

De importancia primaria en la clasificación de las formas de vegetación natual es


la respuesta del follaje (hojas) de las plantas al ciclo climático anual. Los vegetales
caducifolios pierden sus hojas y quedan en estado de letargo durante la estación
desfavorable, que es la demasiado fría o demasiado seca para su crecimiento normal.
Los vegetales perennifolios conservan sus hojas verdes durante todo el año, aunque
en algunos casos quedan en letargo durante la estación fría o seca. Donde el clima es
suave (es decir, húmedo y no frío durante todo el año) las plantas de hora perenne
crecen continuamente. Una tercera clase, la de los vegetales semicaducifolios, es
aquella en que las plantas pierden sus hojas a intervalos que no están en fase con una
estación determinada. Así pues, un bosque semicaducifolio no perderá nunca todas
sus hojas al mismo tiempo. En una cuarta clase podemos separar las plantas
suculentas de hoja perenne y las cactiformes; las primeras poseen hojas muy
gruesas y carnosas y las segundas tallos carnosos verdes sin hojas funcionales, como
ocurre en los cactos.

Los factores ambientales en la ecología vegetal

Podemos identificar cinco factores ambientales que determinan las distintas


formaciones fitogeográficas. Estos factores son: 1) climáticos, 2) geomorfológicos
(relacionados con el modelado), 3) edáficos (relacionados con el suelo), 4 bióticos
(relacionados con los organismos vivientes) y 5) geográficos (latitud).
Muchas de las plantas que se hallan afectadas por factores ambientales pueden
reaccionar a veces tendiendo a modificar el medio en que se hallan, alterando de este
modo los factores primarios.
Al considerar cómo afectan los factores físicos ambientales a la estructura
vegetal y a su distribución, deben distinguirse dos tipos de escalas. Una es la escala
general, que incluye factores climáticos tales como la variación de insolación, duración
del día y la noche, temperatura, precipitación y régimen de vientos, con la estación y la
latitud. La otra escala de consideración debe referirse a las variaciones de medio físico
que existen en un hábitat relativamente pequeño y entre hábitats adyacentes. Es decir,
aunque existan grandes regímenes climáticos como pueden ser los desiertos y las

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regiones húmedas, podemos también encontrar en el interior de una región de clima


general húmedo unos cuantos hábitats pequeños (tales como una duna o un
acantilado) que sean extremadamente secos para que puedan vivir las plantas.
Podemos igualmente encontrar en un gran desierto pequeños hábitats que
permanezcan húmedos la mayor parte del tiempo (tales como filtraciones al exterior o
fuentes).

Bosque costero del Pacífico Austral o Bosque Patagónico-Fueguino


Corresponde con al frío húmedo

Está formado por falsas Hayas coligüe y vistosas flores. Entre los árboles se
destacan al norte: Pino pehuén o Araucaria araucana, Coihue, Ciprés, Maitén, Raulí y
Arrayán. Al sur Lenga, Ñire, Guindo y Canelo.

Pradera y Estepas herbáceas


Corresponde con el Templado de Transición

La pradera, en sentido estricto, está constituida por vegetación herbácea alta,


predominando las hierbas. Los árboles y arbustos están casi ausentes, pero pueden
encontrarse en la misma región como fragmentos de bosque o de bosque claro en los
valles y otras depresiones topográficas. Las hierbas tienen profundas raíces y forman
un césped continuo y denso. Florecen en primavera y a comienzos del verano. Las
praderas de hierba alta están asociadas típicamente a los climas continentales de
latitudes medias que se denominan subhúmedos; es decir, a aquellos en los que la
evapotranspiración está casi equilibrada con la precipitación. En verano la temperatura
del aire y del suelo es elevada, de modo que en las zonas altas de humedad del suelo
no es la adecuada para permitir el crecimiento de los árboles y las fuentes profundas
de agua están más allá del alcance de las raíces de los mismos.
La pradera de hierba alta pasa gradualmente a la de hierba baja y finalmente a le
estepa de gramíneas, siempre en sentido de aridez creciente. La estepa, denominada
a veces pradera de hierba baja, es una formación constituida de hierbas de pequeño
tamaño que suelen formar macollas que se distribuyen esparcidamente y se tornan
amarillentos o desaparecen en épocas de sequía.
En la estepa pueden encontrarse arbustos aislados y árboles de pequeño
tamaño, y existen todas las gradaciones posibles hacia las formaciones de
semidesierto y bosque claro. El grado de cobertura del suelo es pequeño y queda al
descubierto gran cantidad de suelo desnudo.
Las estepas de las latitudes medias están asociadas a un régimen climático
continental semiárido en el que, a pesar de un máximo de precipitación en verano, la
evaporación excede por regla general a la precipitación. Los inviernos de las estepas
de latitudes medias son fríos y secos, los veranos calurosos o muy calurosos.

Selva ecuatorial
Corresponde al cálido ecuatorial y subecuatorial

Está formada por árboles altos y muy juntos unos a otros de manera que sus
copas forman un dosel continuo de hojas que proyecta una sombra muy espesa sobre
el suelo y los estratos de vegetación inferiores. Los árboles se caracterizan por tener
corteza lisa y estar desprovistos de ramas en los dos tercios inferiores. Los troncos
están comúnmente reforzados en la base con raíces radiales semejantes a paredes.
Las hojas son grandes y perennes; y es por esta razón que la selva ecuatorial también
se describe a menudo como “bosque perennifolio de hoja ancha”. Las copas de los
árboles tienden a formar dos o tres capas o estratos; el superior está constituido por
copas dispersas que alcanzan los 40 metros de altura y sobresalen notablemente por

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encima del segundo estrato, cuya altura es de 15 a 30 metros y que es contínuo. El


estrato tercero, todavía más abajo, lo forman árboles pequeños y dispersos de 5 a 15
m de altura y de copas de tamaño reducido.
Típicas de la selva ecuatorial son las lianas, gruesas enredaderas leñosas
adheridas a los troncos y a las ramas de los árboles. Algunas son delgadas como
cuerdas, pero otras alcanza diámetros de hasta 20 cm. Llegan hasta los niveles
superiores donde existe luz abundante y pueden tener la parte superior muy
ramificada. Las lianas pueden adherirse aun árbol en crecimiento y ser ascendidas de
este modo hasta los estratos superiores, donde la liana carece ya de recursos para
seguir subiendo. Otras ascienden enrollándose por el tronco del árbol.
Los epifitos son abundantes en la selva ecuatorial. Estas plantas se adhieren al
tronco, ramas y hojas de los árboles y lianas empleando el “huésped” como medio de
soporte físico. Los epífitos son muy variados y pueden ser helechos, orquídeas,
musgos y líquenes. Algunos son estranguladores. Estas enredaderas mandan sus
raíces al suelo rodeando el tronco del árbol, llegando quizás en último extremo a
reemplazarlo. Otras estranguladoras comienzan en forma de lianas.
Una característica botánica particularmente importante de la selva ecuatorial es
el gran número de especies arbóreas que coexisten. Se dice que en 2,5 km 2 pueden
encontrarse más de 3.000 especies. Los individuos de una misma especie están,
pues, muy separados unos de otros. En consecuencia, si se desea extraer de la selva
alguna especia arbórea en particular con fines comerciales, es necesario llevar a cabo
intensa labor de búsqueda para poderla sacar de su aislamiento. Arboles
representativos de la selva ecuatorial del amazonas son la nuez del Brasil o nuez o
castaña de pará, peroba, canelo canela, guayacán, laurel negro, palo cruz, roble,
cedro, cacao, árbol de madera balsa, este árbol de madera liviana, sustituto del
corcho, se usa principalmente en náutica y aeronáutica. Numerosas palmeras, caoba,
teca ebano, jacarandá, tornillo, uctumano (conífera). Especies gomosas como el árbol
del caucho o Hevea Brasiliensis, castilloa, balta o sepotilla, aromáticas como el palo
rosa y el palo santo; medicinales como la quina; tintóreas, como el palo brasil y
curtientes. Especialmente en la selva peruana vale la pena mencionar algunas
especies que producen productos alimenticios como mangos, paltos, zapotes,
guayabos, naranjas y papayos, la mayoría de los cuales son objeto de cultivo.
El suelo de la selva ecuatorial está cubierto de una sombra densa que el follaje
de las plantas está muy pegado a la tierra, fenómeno que da al bosque un aspecto
abierto y hace que sea fácil de atravesar. La superficie del suelo está cubierta
únicamente por una delgada capa de hojas. La rápida consumición por la acción de las
bacterias de la materia de las plantas muertas se traduce en la ausencia de humus
(materia orgánica) sobre la superficie del suelo y en el perfil del mismo. Estas
condiciones son típicas de los procesos podogénicos (formación de suelo) de
laterización, con los que identifica la selva ecuatorial.
En la Selva amazónica se diferencias tres niveles:
El Iguapo: o selva inundable con cada crecida de los ríos, con predominio de
maderas blandas. De aquí es característico el capoquero, árbol semisumergido
de enormes raíces.
La Varzea: o selva que se inunda en crecidas extraordinarias.
La Terra Firme: más alta, densa y variada en especies, con las más valiosas
maderas, Nunca alcanzada por las inundaciones.
La selva ecuatorial es la respuesta de la vegetación a un régimen climático
uniforme que se caracteriza por poseer temperaturas siempre elevadas, sin heladas, y
precipitación abundante durante todos los meses del año. El balance hídrico anual se
caracteriza por un gran excedente de agua, de manera que la humedad del suelo es la
adecuada en todo momento y la gran cantidad de escorrentía superficial existente
actúa constantemente transportando bases y sílice de los suelos de la región. Al no
existir una estación fría o seca, las plantas crecen continuamente durante todo el año.

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Algunas especies en particular tienen sus propias estaciones de cambio de hojas,


motivadas posiblemente por ligeras variaciones en el período de luz efectiva.
Donde el hombre ha alterado la vegetación, pueden encontrarse variaciones en
la estructura de la selva ecuatorial. En lugares donde la selva ha sido cortada o
quemada (para construir pequeñas parcelas cultivables o vías de comunicación), las
nuevas plantas crecen de una manera lenta y densa que puede definirse con el
nombre de jungla. La jungla está formada por una maraña de lianas, cañas de bambú,
palmeras espinosas y arbustos gruesos ramas que constituyen una barrera
impenetrable, en contraste con el paso despejado que presenta la selva ecuatorial
virgen.
La vegetación costera de las zonas de la selva ecuatorial está enormemente
especializada. En las costas que reciben aportes de sedimentos en suspensión (limos)
de las desembocaduras de los ríos y donde la profundidad del agua es escasa se
forman los manglares, bosques formados por árboles de largas raíces. Este tipo de
raíces sirven para atrapar los sedimentos transportados por las corrientes de marea,
extendiéndose de este modo la tierra mar adentro. Los manglares poseen
comúnmente una zonación vegetal constituida por el denominado manglar rojo y
blanco. Otro tipo de árbol común en las marismas costeras de los trópicos es el pino
anillado; y la vegetación típica de los depósitos costeros recién formados son los
cocoteos.

Selvas tropicales
Corresponde en general con los climas tropicales marítimos

Es estructuralmente similar en muchos aspectos a la ecuatorial, pero posee


características propias impuestas por su localización, que es en las costas de
barlovento, situadas aproximadamente entre los 10º de latitud y los trópicos de Cáncer
y Capricornio
Es menos exuberante que la ecuatorial. Menos densa y menos especies.
También suelen presentarse manglares en la costa.

Selva Subtropical y pinares


Corresponde con el norte del Subtropical sin estación seca de América del Sur

La Selva subtropical es menos densa y menos variada que la tropical. Su


especie más característica es la yerba mate, además lapacho, petiribí, guatambú e
Incienso. Los pinares son distritos en los que predominan la Araucaria Angustifolia,
pino paraná, pino brasil o pino misionero. Esto ocurre en el noreste misionero
prolongándose en Brasil, donde alcanza su más amplia difusión.

Sabanas y Selvas en Galerías


Corresponde en gran medida con los Tropicales continentales de Sudamérica

También denominada sabana seca, es un tipo de vegetación formada por


árboles muy aislados que se elevan sobre un estrato inferior más o menos continuo en
el que denominan típicamente las gramíneas. La sabana comprende árboles y
arbustos xerófilos o caducifolios. En algunas localidades, los árboles son palmeras.
Las gramíneas de la sabana tropical se caracterizan por ser de gran tamaño, de hojas
gruesas y rígidas, y comúnmente más altas que un hombre, e incluso superiores. En la
estación seca, estas hierbas forman una alfombra de paja amarillenta altamente
inflamable que está sometida a incendios periódicos. Se acepta generalmente que, en
mayor o menor grado, el incendio periódico de las hierbas de la sabana es el
responsable de la predominancia de éstas sobre la invasión del bosque. El fuego no
mata las partes subterráneas del estrato herbáceo, pero limita el desarrollo de los

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árboles a unos pocos individuos de especies resistentes al fuego. La acción de los


animales, que mata muchos árboles jóvenes, es también un factor que preserva la
hierba a expensas del bosque. En Brasil suele denominárselas “Formaciones
campestres”, llamado “Campos cerrados” a las sabanas y “Campos” a los pastizales.
Aquí los árboles son en su mayor parte perennifolios, de profundas raíces, y capaces
de captar la humedad de los niveles inferiores del suelo a los que no pueden llegar las
hierbas durante la estación seca.
Las Selvas en galería son la prolongación de las Selvas ecuatoriales y tropicales
a lo largo de los ambientes más propicios, es decir los ríos.

Parque subtropical:
Corresponde a la parte sur del clima subtropical sin estación seca

También denominado sabana húmeda, está constituida por árboles esparcidos,


bastante separados unos de otros, que permiten el desarrollo de un denso estrato
inferior que puede ser de hierbas o arbustos. El parque subtropical está asociado a un
régimen climático en el que la aridez está lo suficientemente desarrollada como para
impedir que crezcan los árboles dando lugar a un espeso grado de cobertura.
Los árboles son de altura media, las copas son horizontales o en forma de
paraguas, y los troncos poseen una corteza gruesa y rugosa. Los árboles tienden
hacia forma xerofíticas con hojas pequeñas y espinas, o pueden ser caducifolios
perdiendo sus hojas en la estación seca. Los árboles son de especies capaces de
resistir los incendios que afectan el estrato inferior durante la estación seca; de este
modo los incendios evitan el crecimiento de muchas especies de árboles de bosque
húmedo que de otro modo se desarrollarían en este régimen climático húmedo-seco.
En las isletas de árboles (tala, timbó, urunday y ñandubay), entre pastizales
siempre verdes. Junto a los ríos se dan formaciones en galería que prolongan hacia el
sur la Selva subtropical. En ellas se destacan la palmera yatay, el ceibo y el laurel.
Presentan un sotobosque de caña tacuara. En los esteros del Iberá hay formaciones
acuáticas características. Entre sus especies se destacan el irupé o victoria cruziada,
camalotes, lechugas y lentejas de agua, juncos, espadañas, totoras y pirí.

Bosque chaqueño
Corresponde con el Tropical continental de Argentina, oeste paraguayo y
sudeste boliviano

Es un Bosque xerófilo con claros herbáceos (al revés de la Sabana). Presenta


también Selva en galerías. Sus especies características son: el quebracho colorado
chaqueño (productor del tanino para el curtido de cueros), el Quebracho colorado
santiagueño (durmientes) y el quebracho blanco (carbón).

Monte xerófilo
Corresponde al Templado continental de la Argentina

Es una formación rala de pastos duros, arbustos, árboles bajos y cactáceos en


las planicies. Las mismas especies adquieren en las laderas favorecidas por
precipitaciones o junto a los ríos robustez y lozanía, adquiriendo la jerarquía de
auténticos bosques serranos en algunos casos. Entre los árboles que en condiciones
más desfavorables suelen presentarse con aspectos de arbustos; se destacan el
horcoquebracho, coco, molle, espinillo, chañares, algarrobos, palmeras caranday,
brea, mistol, piquillín, aguariba, caldén, sombra de toro. Entre los arbustos: tola, jarilla
y tabaquillo. entre las cactáceas cereus, opuntia, cardones. Entre los pastos duros:
yareta.

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Caatingas
Corresponde al Tropical continental del interior del noreste brasileño

También denominada sabana espinosa y matorral tropical (que pueden


considerarse como dos formaciones diferentes). Consiste en árboles y arbustos
xerofíticos que responden a un clima con una estación seca muy prolongada y
solamente una corta, pero intensa, estación lluviosa. La caatinga espinosa, también se
denomina “bosque espinoso” y “thornwoods” está constituida de arbustos leñosos altos
y poco separados unos de otro que comúnmente llevan espinas y en su mayoría
caducifolios. También puede haber cactos. El estrato inferior herbáceo puede estar
formado de hierbas anuales que desaparecen en su mayor parte en la estación seca,
o de hierbas perennes. En las áreas más secas, el estrato inferior puede estar
constituido únicamente de manchones aislados de hierba separados por una gran
superficie de suelo desnudo.
La caatinga corresponde a un régimen climático húmedo-seco. Los suelos
muestran la influencia de la aridez y están sujetos a calcificación y (en las zonas de
poco drenaje) a salinización.
En la caatinga brasilera se destaca la palmera carnúba.

Matorral Mediterráneo Chileno


Corresponde al Subtropical con estación seca

También denominado “Parque chileno”. Es una formación que varía


rápidamente de norte a sur por la variación en el monto de las precipitaciones:
Matorral, Bosque mediterráneo o subtropical y Parque chileno. El Matorral, es similar
al Chaparral californiano. Es una transición al desierto ubicado al norte. Es una
formación xerófila integrada por pastos duros y arbustos siempre verdes, que
reverdecen en invierno. El Bosque mediterráneo, está integrado por árboles bajos de
hojas persistentes y coriáceas. Es característica una Acacia: el Espino. El Parque
chileno es una asociación de árboles del bosque patagónico (muy desastado por
acción humana) y pastos.

Formaciones Tropicales escalonadas


Corresponde en gran medida con los Tropicales marítimos y continentales de
América Central

En los niveles bajos, selvas tropicales; muevo bosques mixtos (incluye a las
coníferas) y por último, bosque de coníferas. Esta regla altitudinal puede alterarse por
condiciones distintas de suelos o precipitaciones: así pueden aparecer, Praderas,
Estepas de cactos y ágaves, o de suculentas y Sabanas más o menos secas.

Formaciones Andinas escalonadas


Corresponde en general con el clima de Montaña de América del Sur

Las lluvias empujadas por los vientos hacen que las precipitaciones aumenten en
las laderas de las montañas, siempre que no tengan una orientación resguardada de
los vientos. La sequía que aparece eventualmente en los llanos es más corta o incluso
desaparece en las montañas. Por esta razón los bosques montanos o selvas son
especialmente exuberantes y ricos en epífitos. Las laderas de las montañas tropicales
suelen ser muy escarpadas, por lo que el suelo presenta buen drenaje y el agua no se
estanca como sucede a veces en los llanos. El descenso de la temperatura es poco
apreciable en al principio, por lo cual se llaman las “tierras calientes”. A media que se

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asciende por la ladera de la montaña se alcanza el nivel de las nubes, con su


humedad máxima y sus bosques de niebla. Este nivel no se halla a una altura
determinada. Cuanto más húmedo es el aire al pie de la montaña tanto más bajo es el
nivel de nubes; en un clima con estación seca y estación húmeda, las nubes se hallan
más altas durante la primera. Los bosques de niebla aparecen entre los 1.000 y los
2.500 metros o incluso más y muestran diversas condiciones de temperatura que
condicionan las existencias de diferencias en la flora. La altura de los árboles
disminuye a medida que se sube por la montaña. Los bosques de niebla situados a
gran altura poseen árboles robustos y bajos. El carácter común a todos los bosques de
niebla es su gran riqueza en epífitos. Al aumentar la altura disminuye el número de
epífitos que prefieren las temperaturas elevadas, pero aumenta el de helechos y
musgos. En los bosques de niebla típicos los musgos cuelgan como largos cortinajes
de las ramas y están cubiertos de gotitas de agua. En los bosques de niebla son
también frecuentes los helechos arboriformes que crecen bien en un clima húmedo y
frío. En el nivel más húmedo de muchas montañas tropicales se caracteriza por la
presencia de formaciones densas de palmeras.
Por encima del nivel de nubes disminuye rápidamente las precipitaciones. Si el
bosque se extiende más arriba por la ladera de la montaña, las hojas de sus árboles
se vuelven más pequeñas y xeromorfas. Los musgos son substituidos por líquenes y
finalmente se alcanza el límite del bosque que pasa a una zona de matorral. Esta zona
de matorral se halla a menos altura en los trópicos que en los subtrópicos. La zona del
matorral es estrecha, y también los matorrales se vuelven más pequeños con la atura,
esta zona se da entre los 3.100-3.300 metros de altura.
Por encima del matorral encontramos los prados de altura o estepas xerófilas
que a media que aumenta la altura da lugar al piso alpino, que en los trópicos
húmedos recibe el nombre de “páramos”. Es descrito como siempre húmedo y
nebuloso, inhóspito y frío. A medida que desciende la temperatura, las plantas se ven
obligadas a extender sus raíces de manera más superficial. Por esta razón la
cobertura vegetal se vuelve cada vez menos densa hasta que finalmente un nivel sin
vegetación en la zona de nieves y escarchas. Este tipo de desierto frío es
característico de las montañas tropicales. El límite superior de la vegetación se halla
en lo 4.400-4.500 metros y coincide más o menos con una temperatura anual de
aproximadamente +1º C.
Hay que aclarar que esto es solo un esquema general, porque en las
formaciones escalonadas, las circunstancias locales determinan importantes
variaciones.

Desierto y Formaciones Desérticas


Se corresponde con los climas desérticos

El desierto seco es una formación de plantas xerófilas muy dispersas que casi no
ejercen ninguna cobertura apreciable con respecto al suelo. En los períodos de sequía
(que son los más generales), la vegetación visible consiste en pequeñas plantas
esclerófilas (plantas con hojas pequeñas, duras y reforzadas por tejidos mecánicos. Se
encuentran en zonas con una larga sequía estival) o arbustos espinosos, plantas
suculentas (cactos), o gramíneas xerófilas. Pueden existir numerosas pequeñas
especias anuales, pero aparecen sólo después de que una de las raras pero
torrenciales lluvias haya saturado el suelo.
Los desiertos tropicales de las costas del Oeste gozan de una notable
uniformidad y suavidad térmica debida a la persistente niebla costera. Uno de los
procesos pedogénicos dominantes en los desiertos secos es la salinización, que
localmente da lugar a zonas cubiertas de una corteza salina donde sólo pueden
sobrevivir las plantas adaptadas a este medio (halófitas). También se encuentra
plantas adaptadas a vivie en la arena que se denominan psamófilas.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

Cada desierto tiene su vegetación característica; en el Desierto de Sonora (costa


este del Golfo de California), se destaca la pitahaya, Cacto gigante de unos 15 m. En
el Desierto de Chihuahua (norte de México), las ágaves o Yucas. La costa peruana es
un Desierto propiamente dicho, sólo interrumpido en los oasis fluviales (orillas de los
ríos). Prescindiendo del relieve se llama “lomas”, a las escasas zonas verdes. La
consta norte de Chile, es también Desierto propiamente dicho. El Tamarugo es el
único árbol que crece allí, de ahí el nombre de Pampa del Tamarugal. Los altiplanos
andinos y los Andes Aridos, son una Estepa de arbustos y pastos duros. Entre los
arbustos encontramos la queñoa y la tola y entre los pastos duros, la Yareta, la paja
brava y el Ichú o pasto andino. En la Pampa seca predomina un arbusto llamado
Jarilla o planta brújula y en la Patagonia extraandina que es una estepa arbustiva
encontramos el neneo; en los lugares más húmedos se dan los pastos duros como por
ejemplo el coirón y yareta.

CARACTERISTICAS GENERALES DE HIDROGRAFIA

La configuración física del continente americano y la situación de los centros de


dispersión de las aguas al oeste, determinan en su red hidrográfica una serie de
características particulares:

Extraordinario desarrollo de la pendiente atlántica, pues los ríos que la recorren


son los más importantes por su cuenca y caudal, siendo también por lo general ríos
navegables por ser de llanura. Muchos de ellos son verdaderos “gigantes fluviales”. Se
debe al gran desarrollo continental y a la abundancia de precipitaciones.
El Amazonas es el primero en caudal y en cuenca y el segundo en longitud. El
Río de La Plata es el segundo por su cuenca y cuarto en su caudal.
Escaso desarrollo de la pendiente del Pacífico, a causa de la presencia de los
sistemas montañosos occidentales en la proximidad de la costa. Los ríos son de
caudales medios, fuerte pendiente, de cauces estrechos y con frecuencia poco
navegable, pero de buenas posibilidades para aprovechamiento hidroeléctrico y riego.
Existencia de amplias cuencas arreicas y endorreicas en zonas interiores de las
regiones montañosas occidentales, así como en una extensa zona del interior de la
República Argentina.
Amplias cuencas lacustres, y lagos glaciarios en los Andes Pagónico-fueguinos.
Existencia de un centro principal de dispersión de aguas: Los Andes en América
del Sur. Hay otros centros, las sierras del Macizo de Brasilia y borde autral de
Guayania.
En América Central se distingue la pendiente del Pacífico y la del Mar Caribe.
América del Sur tiene dos grandes pendientes: la del Océano Atlántico y la del
Océano Pacífico. La del Atlántico se subdivide en pendiente del Mar Caribe y la del
Atlántico propiamente dicho.

HIDROGRAFIA EN AMERICA DEL SUR

La marcada asimetría ente las pendientes atlánticas y pacíficas, la divisoria de


agua interoceánica coincide con las cordilleras terciarias de la región occidental. En
América del Sur, la divisoria interoceánica coincide con el ramal más occidental de la
Cordillera de los Andes, siempre muy próximo a la costa Pacífica, y por lo tanto los
ríos de esa pendiente son más cortos y torrentosos. En cambio la pendiente atlántica,

71
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

de amplias llanuras con leve pendiente, comprende algunos de los ríos mayores de la
Tierra, lentos, meandrosos, inundables y caudalosos, debido a la abundancia de
precipitaciones en la zona intertropical.
En América del Sur, la pendiente atlántica se puede dividir en dos
subpendientes: septentrional y meridional respectivamente separadas por elevaciones
centrales de escasa altitud. Estas subpendientes están formadas por sierras bajas
dejadas como restos de erosión, de antiguo relieve de plataforma por acción de los río.
En América del sur, al norte de la divisoria de la pendiente atlántica, se halla el
gigantesco sistema fluvial del Amazonas, y, conectado con él, por medio del
Casiguiare, el río Orinoco. En ambos casos no ha actuado en ningún momento la
glaciación.
Al sur de la divisoria de la pendiente atlántica, se hallan grandes sistemas
hidrográficos que se dirigen hacia el sur, como es la cuenca del Río de La Plata, al que
llegan afluentes de las montañas antiguas del este, como de las montañas jóvenes del
oeste.

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


REGION ANDINA VENEZOLANA

Es a la vez considerada dentro de la República Bolivariana de Venezuela c


Región Caribe, o Fachada Costero Montañosa, o del Norte.
Es la de menor superficie (20% del país) pero es la más importante pues en ella
reside la mayor parte de la población (77%) y es política, cultural, histórica y
económicamente la más importante del país. En ella tiene asiento la principal actividad
económica: la explotación del petróleo y las principales ciudades e industrias.
Como hemos observado en el estudio sistemático, predomina el relieve
montañoso: la Cadena Caribe, los Andes Venezolanos, con la sola depresión de Zulia
y la zona baja y pantanosa del golfo de Paria, La franja es ancha en el oeste y se
angosta sensiblemente al este.
En cuanto al clima lo hemos determinado en el análisis general como clima de
altura o de montaña debido a la marcada incidencia del relieve modificador
fundamental. Se observan distintos estratos térmicos: las “tierras calientes desde el
nivel del mar hasta los 1.000 m., las “tierras templadas” entre los 1.000 y 2.000 m. y
las “tierras frías” de2.000 a 3.000 m.; por encima de ellas y cuando la altura de la
montaña lo permite, loso “páramos” de 3.000 a 4.700 m. y las nieves eternas o piso
gélido (por encima de 4.700 m.). El nivel más beneficiado es el de las tierras
templadas donde los rigores térmicos descienden y las lluvias prodigan de manera
tendiente a superar los índices de evapotranspiración. Los vientos alisios, que soplan
del noreste de manera permanente, son los que al llegar cargados de humedad del
Atlántico favorecen las tierras elevadas que actúan como frentes de condensación.
Algunas áreas correspondientes a Paranagua y las tierras bajas de macizo occidental
de la Cadena Caribe son “devoradores de humedad” por ser calientes, tienen lluvias
escasas o sea es más seca a causa de la falta de relieves elevados. Esta aridez hace
el clima más soportable; también es seca la orilla norte del lago Maracaibo por hallarse
de espalda a los alisios. De lluvias escasas en los niveles inferiores se pasa a lluvias
abundantes en las laderas de barlovento. La zona más lluviosa es la pequeña

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

extremidad más occidental del estado de Zulia. En general las lluvias no son sólo de
carácter orográfico, sino también convectivo. En cuanto al régimen de lluvias sería un
regular con máximo estival hacia el este que varía a un definido periódico estival hacia
el oeste. En la República Bolivariana de Venezuela como en Colombia, la palabra
invierno se utiliza para designar el período anual en que las lluvias son más frecuentes
y abundantes, en tanto que el verano corresponde al lapso en las lluvias son escasas.
La pluviosidad, no las temperaturas es la base de tales distinciones. Durante la
estación seca toda la República bolivariana de Venezuela se cubre durante días de
una especie de niebla que el sol no disipa y que se llama “calima”: la forman partículas
microscópicas de sal que quedan dispersas en el aire una vez que las brisas marinas
perdieron su humedad. Los ciclones que devastan las extensas superficies del caribe
también llegan a afectar el noreste del país, principalmente en la península de Paria.
El resultado fitogeográfico de este clima es lo que llamamos Formaciones
andinas Escalonadas con una marcada diversidad de asociaciones vegetales y que
corresponden a los distintos pisos térmicos, En las tierras calientes se desarrolla en
correspondencia con el monto de precipitaciones la selva tropical y sabanas y
manglares (tierras bajas del golfo de Paria, depresión de Yaracuy, parte sur de la
depresión de Maracaibo) o el monte xerófilo y palmeras cocoteras en la costa
(Península de Araya, en buena parte la formación Lara-Falcón y la zona árida de la
depresión de Maracaibo). En las tierras templadas las praderas (las más aptas para la
cría de ganado) y el bosque tropófilo o “selva veranera” que se caracteriza por
presentar alternativamente, según sea la estación húmeda o más seca el aspecto de
selva húmeda o de bosque caducifolio y, en algunas partes xerófilo. Esta asociación
es típica de las Cordillera Caribe y de la Cordillera de Mérida. En las tierras frías se da
el bosque caducifolio cada vez más ralo y bajo. En los páramos la vegetación es
herbácea xerófila que desaparece en el nivel de las nieves eternas. La palabra páramo
toma distinta acepción en Ecuador y norte de Perú.

REGION DE LOS LLANOS O DEPRESION VENEZOLANA

Situada entre la Cadena Caribe y la Cordillera de los Andes, el Océano Atlántico


y el curso del Orinoco. Su relieve corresponde a los Llanos del Orinoco (que se
prolongan en Colombia). La hidrografía corresponde a los afluentes de la margen
izquierda del Orinoco. Hacia el oeste los afluentes del Orinoco descienden de la
Cordillera de Mérida, y por tanto su recorrido es de noroeste y a sudeste y se realiza
primero por la bajada de piedemonte. Más al este de la cuenta del Unare, las “masas”
de Anzoátegui impulsan las aguas en todas direcciones y el Orinoco no recibe
afluentes importantes. Al oeste del delta, los llanos de Monagas, son de oren deltaico y
bajan suavemente hacia el golfo de Paria y el caño Mánamo.
Todos estos ríos de régimen tropical, provocan inundaciones en la época de
lluvias.
Clima: el clima de los llanos se caracteriza por sus altas temperaturas y la
estacionalidad de las lluvias abundantes.
El delta tiene clima tropical marítimo, con precipitaciones regulares de máximo
estival. El clima característico y predominante es el tropical continental, con régimen
de precipitaciones periódico estival.
Vegetación: la formación característica y predominante es la sabana, con
amplios pastizales que se elevan hasta ocultar un hombre a caballo. En la estación de
las lluvias, las hierbas crecen de manera súbita. Las formaciones herbosas
interminables, que convierten a la región en zona pastoril por excelencia, alternan con
bosques en los que crecen palmeras moriche y otras especies, caucheras y otras
plantas de aplicación forestal. A lo largo de los fecundos cursos de agua se dan
bosques y selvas en galerías.
El delta del Orinoco, por su suelo en extremos húmedo, cuando no empanado da
lugar a una vegetación muy particular. El exceso de humedad del suelo, hace que la

73
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

selva sólo aparezca en las partes más altas de ese inmenso archipiélago fluvial.
Abundan las especies hidrófilas y algunas halófitas que forman densos manglares.
En las laderas de la Cadena Caribe y en especial en la Cordillera de Mérida,
aparecen ya las formaciones andinas escalonadas, con interesantes pisos arbóreos.

LA GUYANIA VENEZOLANA

Se sitúa al sur del Orinoco. Ocupa la mitad de la superficie del país, pero en ella
tiene asiento sólo un pequeñísimo porcentaje de la población (2% pero aumenta su
importancia relativa), es la región menos conocida.
Sus ríos interrumpidos por rápidos, así como la extremada dispersión de los
grupos humanos, hicieron que esa región haya quedado casi inexplorada, hasta
nuestros días. Hasta hace pocos años, las únicas vías de acceso eran las grandes
corrientes fluviales, Los más importantes: Carona, Caura, Ventuari, no fueron
reconocidos en todo su curso hasta 1.930; el Orinoco lo fue en 1.951.
Su relieve corresponde al macizo de Guayana o escudo guayanés ya descrito.
Los ríos se dirigen en general al norte bajando desde el reborde montañoso
meridional. Son ellos los ríos guayaberos y los afluentes de margen derecha del
Orinoco cuyas características hemos descrito. Ofrecen un enorme potencial
hidroeléctrico, aunque sólo son navegables en los cursos finales. A pesar de ello
siguen siendo prácticamente las únicas vías de penetración hacia el interior.
Las costas son bajas, arenosas, o pantanosas con manglares.
El clima es tropical marítimo en la costa. En la Guayania venezolana el clima
es tropical continental y en el límite con Brasil se pasa al subecuatorial, lo mismo
que en el interior de las Guayanas. Acorde con esto en tropical marítimo y
subecuatorial se da la selva tropical (aunque en el fondo de los valles donde se
concentra la humedad, se desarrolla la selva ecuatorial, cerrada e impenetrable), y en
el tropical continenetal menos lluvioso, donde se tala la selva, o en partes cubiertas
por suelos poco óptimos: la sabana.

COLOMBIA
REGION ANDINA: SUBREGION COLOMBIA
El relieve se caracteriza por la presencia de tres largas y altas cordilleras que se
ensancha para dar lugar a amplias mesetas, separadas entre sí por los valles
profundos de los ríos Magdalena y Cauca. Su masa montañosa es menos continua,
más abierta y menos elevada en términos medio Q´ más hacia el Sur. Hacia el Norte,
sus estribaciones se pierden en la llanura Caribe ocupada en gran parte por el delta
interior pantanoso del Magdalena y sólo interrumpida por la presencia de la elevada
cordillera Nevada de Santa Marta.
En cuanto al clima es de altura o de montaña en la subregión andina
propiamente dicha y una subregión Caribe. En cuanto al clima de montaña se observa
exactamente el mismo escalonamiento térmico que vimos en la subregión venezolana:
tierras calientes, templadas, frías, páramos y nieves eternas. Las diferencias térmicas
de los distintos niveles provocan vientos locales que pueden ser brisas o bien
desplazamientos más fuertes de masas de aire que adquieren singular violencia en los
meses equinocciales. Este ascenso y descenso de aire se revela en las formaciones
de nubes como ocurre en la sabana de Bogotá. Las oscilaciones térmicas son
reducidas lo que determina la desaparición del concepto clásico de las estaciones.
Todo el área es de precipitaciones abundantes alcanzando promedios excesivos en

74
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

las fajas occidentales y aún en las faldas orientales de la Cordillera Central. Sólo en
algunas hoyas aisladas las marcas pluviométricas suelen ser suficientes y en ciertos
parajes escasos. El régimen de precipitaciones corresponde al regula con máximo
equinoccial. En realidad harás aclara que son dos períodos lluviosos y dos secos. En
la subregión caribe el clima es tropical continental. En realidad la proximidad del mar
determina una mayor cantidad de humedad atmosférica y escasa oscilación térmica lo
que lo acercaría al subecuatorial, pero el hecho principal que determina su
consideración como tropical continental sería su régimen pluviométrico definidamente
estival con seis meses secos ya que los alisios del noreste dejan en las islas antillanas
gran parte de la humedad que acarrean. En cuanto al monto de precipitaciones en la
árida península de Guajira apenas llueven 25 días en el año (alrededor de 500 mm.),
aumentando hacia el oeste de la misma, siendo en general abundantes pero con
defecto del agua por la gran evapotranspiración. Algunos relieves en especial la sierra
Nevada de Santa Marta, vuelven a presentar escalonamiento térmico.
En cuanto a la vegetación en la subregión andina propiamente dicha se
caracteriza por el escalonamiento del paisaje fitogeográfico determinado por la altitud.
En general, en los valles, laderas y partes bajas (tierras calientes) selvas tropicales,
que se ralean con la altura (tierra templadas) entrecortándose por sabanas.
En las mesetas (tierras frías) las praderas o “campos” aptos para el pastoreo. A
niveles más altos páramos y nieves eternas. Las selvas tropicales están integradas por
una gran variedad de especies de diversas aplicaciones, tienen valiosas especies
maderables (construcción y ebanistería), uso industrial, medicinal, tintóreas,
resinosass y cauchíferas: roble, caoba, ébano, nogal, tagua, cumarú, sarrapia, balato,
chicle, quina, balsa, arenillo, laurel, comino crespo, cedro negro y colorado, pino,
dividivi, caraña, cacao silvestre.
En la subregión caribe predominan las sabanas aunque en las zonas más
húmedas aparecen selvas tropicales. En el este de la península de Guajira una
vegetación arbustiva, rala xerófila y espinosa, alterna con algunos árboles. En la Sierra
Nevada se observa escalonamiento en pisos de acuerdo a la altura en forma similar a
la subregión andina propiamente dicha.

BOLIVIA

REGION ANDINA

Es la región más pequeña (40% de la superficie), pero alberga la mayor parte de


la población (80% de los habitantes)
Se subdivide en: Altiplano Propiamente Dicho, Cordillera Oriental y Yungas.

SUBREGION DEL ALTIPLANO

Comprende la Cordillera Occidental, que forma el límite con Chile y el Altiplano


boliviano, meseta de considerable altura media (3.900 m.), dividida por cadenas
orográficas en cuencas menores. En el fondo de estas últimas hay salinas (cloruro de
sodio) y salares (boratos), como los de Coipasas y Uyuni, este último es el más grande
de Sudamérica.
El clima es Desértico Frío (por altura), continental, con rasgos atenuados en la
parte septentrional, donde aumentan las precipitaciones y las profundas aguas del
Titicaca ejercen efecto atemperante. Llueve rara vez, excepto en dos meses del
verano. Debido a la gran altura y la disminución de la presión, es habitual el soroche,
apunamiento o “mal de montaña” que afecta a las personas no acostumbradas y que
se manifiesta con mareos, zumbido de oídos, fatiga, falta de aire. Los indígenas, en

75
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

cambio, sufren de soroche crónico (enrojecimiento de nariz y ojos por ruptura de


capilares). Tienen muy desarrollada la caja toráxico y rápida frecuencia cardiaca.
La vegetación es muy pobre, oscila entre el desierto absoluto y la estepa
arbustiva y gramínea de pastos duros. Sin embargo, pese a la pobreza, es de gran
valor económico para los habitantes de la región. Las quejosas (leña y madera) son
los únicos árboles. La tola, que es un arbusto, se utiliza como combustible doméstico.
Entre los pastos duros: yaretas y pajas bravas sirven como alimento de los animales, y
para techar chozas y hacer cestos. Con la totora (especie de junco) se hacen los
“caballitos de totora” para navegar en el Titicaca.
Hidrográficamente es una región de desagüe interno. El lago Titicaca tiene
como emisario al río Desaguadero (navegable por pequeñas embarcaciones) que lleva
sus aguas al Lago Poopó. A veces sus desbordes llegan a la Laguna Coipasa, al norte
del salar homónimo, por medio del río Lacajahiura.

SUBREGION DE LA CORDILLERA ORIENTAL

Limita por el esta al altiplano propiamente dicho. Corresponde en líneas


generales a la Cordillera oriental, pero presenta una serie de valles que por su altitud y
posición tienen un clima más benigno. Puede llamárselos “valles templados”. En ellos
la vegetación natural varía de monte xerófilo en las partes secas a sabanas húmedas
con buenos campos herbáceos de pastoreo en las partes más favorables.
La Cordillera Oriental es predominantemente metaífera. El principal mineral
exportable en la época colonial fue la plata, de la cual se extraían enormes cantidades
en el Cerro Rico de Potosí, que tuvo 5.000 bocas de explotación

SUBREGION DE LAS YUNGAS

Están situadas al este de la Cordillera Oriental. Entre sus cordones descienden


hacia los llanos, numerosos estrechos valles fluviales. Los septentrionales están
recorridos por los caudalosos tributarios del Amazonas; los del sur por integrantes del
Sistema del Plata. La parte inferior de estos valles, entre los 500 y los 1.800 m. de
altura reciben el nombre de “yungas”. Están beneficiados por precipitaciones
orográficas abundantes, por estar enfrentados a los vientos amazónicos y atlánticos y,
tienen, por su baja altura, temperaturas elevadas. Presentan tierras muy fértiles. Se los
ha llamado también “valles calientes” para diferenciarlos de los de la Cordillera
Oriental. El clima varía con la altura y la vegetación corresponde a una exuberante
selva tropical, que hacia el sur se prolonga en la selva tucumano-oranense.
El cultivo más característico es la coca, arbusto del que se extrae la cocaína y
cuyas hojas son masticadas por los indígenas para atenuar el hambre y soportar mejor
los efectos de la altura.

REGION DE LOS LLANOS

Cubre el 60% de la superficie y sólo tiene el 20% de la población. En esta región


débilmente poblada, es difícil la incorporación de los pueblos originarios, ya que no
posee defensa contra las enfermedades tropicales. Se subdivide en Llanos Húmedos
o del Beni y Mamoré y Llanos Secos o Gran Chaco, a su vez integrados por los Llanos
de Santa Cruz y el Gran chaco propiamente dicho.

SUBREGION DE LOS LLANOS HUMEDOS

Desde el punto del relieve corresponden a la Llanura amazónica. Al norte se


halla la baja planicie de Pando que permanece inundada varios meses en la zona de
la confluencia del Beni y Mamoré. Al sur se encuentran las altiplanicies de Mojos y
Chiquitos.

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

La separación de los Llanos Secos está dada por la divisoria Amazonas-Plata


porque los Llanos de Santa Cruz corresponden a la cuenca y llanura amazónica pero
sus características humano-económicas son Gran Chaco.
El río Beni y Grande-Mamoré forman al confluir el río Madeira, principal afluente
del Amazonas. El Beni tiene como afluente al Madre de Dios que trae las aguas de los
Andes Peruanos. El Mamoré tiene por afluente al Guaporé, que forma el límite entre
Bolivia y Brasil.
El clima es cálido subecuatorial. La vegetación oscila de selva tropical en las
tierras del Pando a “campos cerrados” (sabanas y selvas en galería) más hacia el sur.

SUBREGION DE LOS LLANOS SECOS

Muchos autores los subdividen en Llanos de Santa Cruz y Gran Chaco


propiamente dicho. Nos inclinamos, a pesar de sus diferencias a estudiarlos en
conjunto.
Los Llanos de Santa Cruz están recorridos por los ríos de la cuenca amazónica,
corresponden a una altiplanicie o penillanura, surcada por dorsales en dirección Este-
Sudeste – Oeste-Noroeste. Equivalen a los restos de erosión de la antigua plataforma
que reposó sobre el Macizo de Brasilia. Se distinguen la serranía Negra, de
Huanchaca y de San Simón. Al sur de la divisoria, el Gran Chaco es una altiplanicie
que desciende suavemente hacia las llanuras aluvionales situadas junto al Paraguay.
Se destacan las serranías Usanzas, Santiago (1.425 m.) y San José. Estas
altiplanicies están cubiertas

PERU
REGION DE LA COSTA

La región de la Costa es una angosta franja que se extiende entre el Pacífico y


las estribaciones occidentales de la Cordillera de los Andes hasta una altitud de 1.200
a 1.800 m. El relieve presenta colinas y cerros que alternan con “pampas”, que son
acumulaciones dendríticas de tipo desértico, a menudo recubierto de arena, y, que
cuando están cerca del mar forman las dunas. Están cortadas transversalmente por
pequeños oasis, formados por valles de forma aproximadamente triangular, con su
base en el litoral del Océano Pacífico y el vértice en las estribaciones andinas, donde
nacen estos torrentosos ríos. Se destacan también antiguas terrazas marinas
denominadas “tablazos”, que en algunos casos sobrepasan los 300 m. de altura. En su
sector norte la faja costera es más estrecha, teniendo su mayor amplitud en las
pampas desérticas del Desierto de Sechura. La costa central es más estrecha,
mientras que al sur de la Península de Paracas (Bahía de Pisco), está recorrida por la
Cordillera de la Costa de Chile y Perú, que en este tramo es una cadena discontinua,
de alturas moderadas (máximo 1.200 m.) que hacia el litoral desciende en acantilados,
mientras que hacia el lado oriental forma extensas planicies desérticas, hasta su límite
con las estribaciones occidentales andinas, La plataforma continental sólo se
ensanchan su sector norte, con importantes recursos petroleros. En el resto se hallan
próximas al litoral, profundas fosas marinas. Singular trascendencia económica tienen
las aguas frías de la corriente de Humboldt, por su riqueza pesquera. En cambio, las
ocasionales irrupciones de la corriente del Niño, con sus aguas cálidas producen
mortandad de peces y aves guaneras.
El clima es desértico cálido “tipo oceánico”, es decir, con escasa amplitud
térmica, húmedo, nuboso, con niebla, con precipitaciones muy escasas, mal
distribuidas y con grandes oscilaciones anuales. En los lugares más áridos, no hay
precipitaciones mensurables, y en sectores más favorecidos fluctúan entre los 40 y
100 mm. Anuales. La humedad es proporcionada por las nieblas costeras,
denominadas localmente “garúas” y que se producen especialmente en invierno.

77
Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

La vegetación es una formación xerófita, desértica, muy escasa. Está


constituida por matorrales y árboles aislados o en pequeños grupos de algarrobos y
acacias. Se llaman “lomas” a las comunidades vegetales de hierbas temporales que se
desarrollan en las colinas costeras favorecidas por las neblinas.
El desierto está interrumpido por los oasis, formados por los ríos que descienden
por la fuerte pendiente de la vertiente occidental de la Cordillera de los Andes. Se
estima que más de unos 50 llegan hasta el mar. Sin embargo, menos de la mitad
forman oasis con superficies importantes para su aprovechamiento agrícola. Se
destacan los ríos Tumbes, Chira y el Santa. Los ríos tienen suficiente agua en la
época de las lluvias andinas (enero a abril), pero la agricultura corre serios riesgos en
la época de sequía, en los valles de poca dotación de agua.

REGION ANDINA

Conocida dentro del país como Región de la Sierra. Más estrecha al norte,
ensanchándose hacia el sur. La realidad peruana está signada por esta Cordillera
Andina no sólo en el pasado sino en la actualidad. La región fue centro del antiguo
imperio incaico y aún hoy la mayor parte de sus habitantes conserva formas de vida
similares a las de sus antepasados ya que la población es esencialmente originaria.
El desierto costero da la impresión de un país “joven”; las cordilleras son un país
“viejo” y además pobre.
En cuanto al relieve, los Andes peruanos participan en su sección norte de las
características de los Andes Septentrionales, es decir de aspecto más accidentado,
largos cordones orográficos que se reúnen en nudos, separados por profundos
valles fluviales longitudinales. En su sección sur corresponde ya al ensanchamiento
del área montañosa correspondiente a los Andes Centrales y la presencia del
altiplano como forma predominante del relieve.
En el sudeste peruano se encuentra el Lago Titicaca, que pertenece a Perú y
Bolivia. En cuanto a hidrografía como ya se ha analizado en las estribaciones de la
Sierra Vilcabamba dividen las aguas de los tributarios del Amazonas de la cuenca
endorreica del Titicaca-Poopó.
Dicha divisoria también podría coincidir con la separación climática, porque en la
parte general lo hemos determinado de la siguiente manera: en los Andes del norte de
Perú y en lo que llamamos altiplano peruano: Clima de Montaña y en la parte
correspondiente a la Meseta del Titicac (Meseta del Collao) Desértico Frío de altura.
En ambas zonas la altura y las irregularidades del terreno gravitan
preponderantemente. El cielo de la región serrana es límpido, principalmente por la
humedad ambiente reducida y la ausencia de elementos impuros.
Clima de montaña: en el múltiple ámbito serrano las profundas cortaduras del
suelo y de los valles interandinos tienen variantes térmicas acentuadas, pues
dependen de la profundidad, la orientación y la exposición solar de los vientos. Puede
observarse en ciertos casos el clásico escalonamiento térmico: tierras calientes,
templadas, frías, páramos y nieves eternas. Las oscilaciones diarias son mayores
que las anuales. Las lluvias son más regulares hacia el norte, haciéndose periódicas
estivales hacia el sur (insignificantes en invierno). Son provocadas por la mayor fuerza
y penetración de los alisios que llegan del Atlántico y que, en definitiva, también
originan el caudal de los importantes ríos que nacen en la sierra. De acuerdo con
estos vientos la humedad y las lluvias disminuyen principalmente hacia el oeste y en
menor grado hacia el sur. Los encadenamientos más secos son los occidentales y,
considerándolos aisladamente, las laderas que miran al oeste. Las isohietas se
distribuyen en fajas angostas y paralelas a las líneas principales del relieve oscilando
entre 2.00 mm. al este y 250 mm. al oeste.
En cuanto al Desértico Frío de altura: las características son insuficiencia de las
precipitaciones, irregularidad en las mismas y, debido a la baja humedad, oscilación
diaria acentuada e incluso entre el sol y la sombra. Bajas temperaturas debido a la

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

altura. Son frecuentes las tormentas eléctricas y los fuertes vientos. Es típico el
¡soroche” o mal de la montaña, debido al enrarecimiento del aire.
En coincidencia con el clima de montaña encontramos las típicas Formaciones
Andinas Escalonadas. En la sección más septentrional (a causa de la cercanía de la
línea ecuatorial) las selvas ecuatoriales, de permanente verdor, se dilatan desde el
este hasta la vertiente occidental de la Cordillera Oriental y a través de toda la zona
montañosa aunque lógicamente empobrecidas. Algo más al sur, en las tierras
calientes, corresponden a los valles más húmedos (llamados “yungas”, aunque más
propiamente el término se utiliza en Bolivia) la vegetación casi adquiere las
características de una selva tropical. A las tierras templadas corresponde la
asociación quechua encima de la anterior, cubre las sierras hasta cierta altura con
una vegetación compuesta de árboles, arbustos y extensos “jardines” y “campos”, en
los que abunda la cantuta (flor sagrada del inca).
En las tierras frías la vegetación se reduce. Los árboles pierden altura y
disminuye su número, dando paso sucesivamente a arbustos para culminar en
páramos o “jalpa” o en “punas”. Existen sobre ambas formaciones diferencias, Los
páramos estrictamente considerados se hallan en los Andes Ecuatorianos y del norte
peruano (al norte de Cajamarca), aunque por extensión los hemos mencionado en
Colombia y Venezuela. En los páramos las lluvias son más regulares y abundantes y
se caracteriza por pastos altos y densos. En las punas (voz quechua que significa
“tierra alta”) características de todos los Andes Centrales, la prolongada estación seca
sólo permite la existencia de una vegetación miserable que alterna con grandes
espacios de verdaderos desiertos, sin desarrollo de suelo y con grandes techos de
roca desnuda. Corresponden a una estepa herbácea xerofítica y resinosa, donde
también hay cactáceas y arbustos achaparrados.
En coincidencia con el clima desértico frío de altura se hallan las “punas” ya
mencionadas.

REGION DE LA LLANURA ORIENTAL O DE LA “MONTAÑA”

Es la región m´s extensa del Perú. Cubre el 60% de la extensión y aglutina sólo
el 13% de la población. También se la conoce como Región Amazónica o Región de la
Selva.
En cuanto al relieve e hidrografía, corresponde a la llanura y cuenca amazónica.
Comprende los encadenamientos orientales de los Andes Peruanos, conocidods como
“ceja de montaña”, entre los 2.000 y los 600 m. de altura.
El clima es cálido ecuatorial y la vegetación es la selva ecuatorial. Erróneamente
la región es conocida como región de la Montaña, aludiendo a su formación vegetal
cerrada de “montes”.
La selva ecuatorial se presenta como selva alta y selva baja. La selva alta trepa
por las estribaciones andinas alcanzando alturas considerables y cubriendo la “ceja
de montaña”. De la selva alta es típica la quina, balsa y caucho. En el resto se
presenta la típica selva baja.
La fauna corresponde al Distrito amazónico de la Subregión guayano-brasileña,
que es una de las más abundantes y variadas de América

ECUADOR
REGION DE LA COSTA ECUATORIANA

Se compone de un franja comprendida entre el Océano Pacífico y las


estribaciones de la Cordillera Occidental de los Andes. Se presenta como un sistema
de llanuras que descienden gradualmente desde el piedemonte andino hacia el mar,
interrumpido por cordones bajos (hasta 800m.), aislados, que no tienen conexión con

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

los Andes y por lomas que alternan con las terrazas aluvionales de los numerosos ríos
que drenen la región.
Los ríos de corta extensión, pero de caudal considerable. Cuentan con muchos
afluentes, inundan vastas extensiones, y en muchas extensiones, son las únicas
interrupciones que presenta la selva. Todos nacen en las cordilleras andina, y no
pocos de ellos (especialmente en el norte donde son mayores las precipitaciones), lo
hacen en las cuencas intermontanas y cortan decididos la Cordillera Occidental
mediante profundas gargantas. De norte a sur se destacan el río Mira, con su afluente
el San Juan que forma parte del límite con Colombia; el río Santiago; el río Esmeraldas
formado por el Guayllabamba y Blanco (y su afluente el Quinindé); río Chone (con su
afluente el Calceta) y Portoviejo; río Guayas al que se suman el río Daule y el Vinces;
río Naranjal; Juvones y Tumbes, ya en el límite con Perú.
La costa de Ecuador es una zona de golfos y bahías de abundante pesca, con
playas soleadas y arenosas. El accidente más notable es el Golfo de Guayaquil. Tiene
forma casi triangular y, fundiéndose en su iniciación con el límite con Perú, se extiende
hasta La Puntilla de Santa Elena. Los ríos aportan grandes masas de sedimentos, que
contribuyen a formar deltas e islas cercanas a la costa. La mayor el la de Puná, en el
centro del Golfo de Guayaquil y separada de la costa por el canal de Jambeli, al
sudoeste, y el del Morro, al noroeste. El primero facilita el acceso de embarcaciones
mayores, no así el segundo, que sólo admite el de buques de poco calado. Hacia el
norte se destacan la Bahía de Santa Elena, la de Manta y la de Caráquez, cuya
entrada está obstruida en parte por un arrecife transversal que imposibilita la entra de
los buques al profundo y seguro seno. La Bahía de Ancón de Sardinas es el último
gran seno entre la boca del río Santiago y el cabo Manglares. Esta costa es anegadiza
y presenta bajos de arena y lodo. A pesar de las bahías que suponen reparos a la
navegación, o islotes y las tierras bajas cubiertas de manglares disminuyen su
importancia potencial.
El clima es cálido ecuatorial al norte, pasando al sur de la Bahía de Caráquez,
en toda la zona litoral a desértico cálido tipo oceánico. En la cuenca del Guayas y en el
piedemonte andino occidental, es decir en el interior de la zona meridional, podría
calificarse como un tropical continental, cálido y lluvioso, pero con varios meses secos.
La transición de norte a sur se concreta en la configuración de una estación seca que
los habitantes llaman verano y que, en realidad, corresponde al invierno del hemisferio
sur. La corriente fría del Perú influye en las áreas vecinas a la costa, desde la latitud
de la Bahía de Caráquez, determinando un tipo de clima seco y fresco.

REGION ANDINA O DE LA SIERRA

Constituye el centro geográfico, político y administrativo e histórico del país. En


ella se asentaron las civilizaciones precolombinas más destacadas, allí se dieron los
principales acontecimientos de la independencia. Su producción está destinada al
consumo interno y varias características comprueban su pobreza y situación marginal
con respecto a la Región de la Costa.
Comprende la zona interandina y pare de la superficie de las vertientes andinas
húmedas exteriores.
Relieve: esta región es la más eleva de país siendo algo así como su columna
vertebral.
En ella la Cordillera de los andes se presenta formando dos altas cadenas
volcánicas paralelas, orientadas de norte a sur, que están separadas por una alta
meseta o altiplano de 2.500 m. de altura media. Esta zona intercordillerana de un
ancho que oscila entre 60 y 125 km., está dividida por cordones transversales en
cubetas menos llamadas: cuencas u hoyas o por el contrario páramos, de acuerdo a
sus características físicas y humano-económicas. Las hoyas o cuencas bajas, su
fondo se halla entre 2.00 y 2.800 m. abrigadas con respecto a los vientos, de fértiles
suelos de origen volcánico, bien regadas por los valles amplios terrazados de los ríos

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

andinos, que marcha alternativamente para el Pacífico y Atlántico, en donde pueden


alcanzarse menores alturas (1.600 m.), la de Cuenca por el río Paute y Naranjal, la de
Lonja por el río Zamora y Juvones. Las de Ambato y Riobamba por el Pastaza. La de
Ibarra por el Mira. La de Quito por el Guayllabamba. Su clima, “templado fresco”,
regular y confortable, y su aptitud para los cultivos las ha convertido en núcleos
aglutinadores de la población. Los páramos son más latos (entre 3.200 m. y el nivel
de las nieves eternas). Son alargadas mesetas interrumpidas por cumbres andinas
nevadas o por profundas quebradas. Sirven de asiento a pequeñas y heladas lagunas
de origen tectónico y volcánico. De clima más frío y continental, No aptas para la
agricultura, por el frío, se dedican a la ganadería. Allí el aire enrarecido provoca el
“soroche” o mal de la montaña más típico de los altiplanos de los Andes Centrales. En
toda la región se han registrado fuertes terremotos.
El clima es de altura o de montaña. De acuerdo a lo observado en relieve solo
podemos hablar aquí de tierras calientes, de ciertos valles bajos, ya que predominan
las tierras templadas, luego las tierras frías, páramos y nieves eternas.
Más que de características generales, el relieve impone aquí microclimas. Cada
cuenca situada a distinta altura sobre el nivel del mar y encerrada por las montañas
tiene clima de características particulares, inducido no sólo por las diferencias de
altitud, sino por la dirección de los vientos, la exposición al sol y la posición de las
montañas. Las lluvias, cuyo monto, al parecer no es muy abundante (la aridez
aumenta por la posición deprimida y encañonada de algunas cuencas), son bastante
regulares, caen en los equinoccios de verano, aunque en invierno no es
acentuadamente seco, admite en las áreas más elevada fuertes heladas que destacan
la realidad del verano “local”. Las lluvias son torrenciales y de corta duración que
tienen en la Cordillera Oriental una poderosa barrera sólo perforada por algunas abras
por las que aquellos cuelan. Son variables en intensidad y duración. Los vientos de
altura invaden los valles por las noches, pero con el paso de las horas alcanzan a
veces el carácter de verdaderos huracanes.
Vegetación: Formaciones Andinas Escalonadas. En los niveles más bajos o sea
los valles de las hoyas hay una asociación de tipo semixerófilo integrada por arbustos,
árboles y vegetación herbácea de aspecto más bien pobre. Entre los árboles y
arbustos se encuentran algarrobos, molle, pala de cera, capulíos y, lo mismo que el
Perú, el árbol de la quina o chinchna. En los niveles medios y altos de las hoyas los
árboles van desapareciendo quedando sólo pastos, arbustos y cactus.
En los páramos ha desaparecido el árbol. La flora es típica, de pajonales, con
predominio del ichú o para de los páramos o pasto andino en medio de cuyo matorral
prosperan ciertas forrajeras indígenas. Donde no predomina el ichú el páramo se
cubre de frailejones y espadañas, que alternan con muy pocos achaparrados arbustos
(pumamaquis y quishuares). Gran número de valerinas y de gencianas ponen su nota
de color, con sus policromas flores. Cerca de las cumbres más altas subsisten musgos
y líquenes.

REGION DE LA SELVA ECUATORIANA O REGION AMAZONICA, ORIENTE


ECUATORIANO O LLANURA ORIENTAL

Es la región más extensa del país. En cuento al relieve e hidrografía


corresponde a la llanura y cuenca amazónica. Comprende algunas elevaciones
orientales de la Cordillera de los Andes (la tercera cordillera ecuatoriana). Comprende
a los ríos Putumayo (en el límite con Colombia), Napo, y Pastaza, entre otros, todos
afluentes de margen izquierda del río Marañon.
El clima es cálido ecuatorial y la vegetación selva ecuatorial que trepa por las
estribaciones andinas batidas por los vientos húmedos y alcanza alturas
considerables. Puede distinguirse así la selva alta en el piedemonte andino oriental
que domina la mayor parte de la extensión ya que las desmembraciones territoriales le

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

han cortado el acceso directo al Amazonas y a la selva baja. De esta zona de selva
alta es típica la quina, la balsa y el caucho o hevea.
En cuanto a la fauna corresponde al Distrito Amazónico de la Subregión
Guayano-Brasileña de la Región Neotropical.

CORDILLERA DE LOS ANDES

Andes es un nombre derivado de la tribu de los Antis del este de Perú, de los
ande o terrazas peruanas; y no de la palabra “anta” que en legua quichua significa
“Cobre”.
La Cordillera de los Andes se inicia en la depresión Yaracuy-Cojedes, o
depresión de Barquisimeto, y se extiende hasta la Isla de los Estados, manteniéndose
siempre paralela y muy próxima a la costa del Océano Pacífico.
Hacia el oeste cae en forma abrupta, dejando entre ellas y la costa pacífica una
angosta faja costanera, que en el sur de Perú y Chile, está ocupada por la Cordillera
de la Costa y el Valle Longitudinal Chileno. En cambio su pendiente oriental es más
amplia y suave hasta confundirse con las llanuras o sistemas orográficos adosados a
ella.
Entre sus dos extremos, su longitud total es de 7.500 Km. Su ancho máximo lo
alcanza en Bolivia con 800 Km. y el ancho menor en Chile, a la altura del Golfo de
Ancud con solamente 100 Km. su ancho medio es de 250 Km. Su altitud media es de
uno 4.000 m., pero posee las cimas más elevadas de toda América. Su pico
culminante es el Aconcagua de 6.959 m. (en algunas obras aparece 7.021 m.). Esta
situado en territorio argentino al noroeste de la provincia de Mendoza.
La Cordillera de los Andes puede considerarse prolongada en el Arco de las
antillas Australes y en los Antartandes.
Es de edad Terciaria, pero no constituye un sistema orográfico uniforme, si bien
ha sido plegado y ascendido con simultaneidad, encierra elementos estructurales y
morfológicos muy diversos. La actividad volcánica en varios tramos, si bien con
intensidad marcadamente reducida con relación a épocas geológicas pasadas.
Presenta características de la montañas jóvenes, con cumbres elevadas y de
cimas agudas, con laderas abruptas y con valles encajonados y profundos. El algún
tramo conserva todavía un considerable englozamiento, y en otros es posible advertir
la acción glaciaria del pasado. El límite inferior de las nieves persistentes varía de
acuerdo con la latitud, dirección de las montañas y condiciones climáticas. En los
Andes Septentrionales, el límite inferior de las nieves perpetuas oscila entre 4.600 y
4.800m., pero en los andes Centrales la aridez eleva el límite de las nieves hasta
altitud no alcanzada en otra pare del Globo, de 5.200 a 6.00 m. (en la Puna). En los
Andes Meridionales, el límite comienza a descender lentamente de norte a sur, se
mantiene alto en Andes Áridos, bajando en Andes Patagónicos-Fueguinos hasta 700
m. en Tierra del Fuego.
Dentro de la Cordillera podemos distinguir tres tramos: Andes Septentrionales:
desde la Depresión de Barquisimeto y la costa del Caribe, hasta el Nudo de Pasco en
Perú; Andes Centrales: desde el Nudo de Pasco hasta el cerro Tres Cruces, en
Catamarca y los Andes Meridionales: desde el Cerro Tres Cruces hasta la Isla de los
Estados.
Andes Septentrionales
Comprende tres secciones
a) Andes Venezolanos-Colombianos
b) Andes Ecuatoriano
c) Andes del norte de Perú
En este tramo la Cordillera presenta varios y largos cordones que ser reunen en
Nudos orográficos.

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Andes venezolano-colombiano: se inicia en el Caribe, con dos cadenas que


encierran la depresión de Zulia, ocupada por el golfo de Venezuela y lago de
Maracaibo: Mérida al Este y Perijá al oeste.
La Cordillera de Mérida o Andes Venezolanos, se inician en la depresión de
Yaracuy-Cojedes con la Sierra de Arca y altiplanicie de Barquisimeto; prodigue rumbo
sudoeste, hasta que se reúnen con Perijá en el Nudo de Santurbarán, cerca de
Bucaramanga (en otros lugares figura Nudo de Pamplona y en otros Nudo de Cocuy).
En su zona encumbrada presenta mesetas elevadas o páramos como la Mesa de
Mucubíes. Culmina en el pico Bolívar, mayor altura de la República Bolivariana de
Venezuela de 5.007 m., en los Nevados de Mérida, que no bajan de 4.700 m. Al norte
de la Cordillera de Mérida, se extienden las Tierras altas de Lara-Falcon, cuya altura
oscila entre los 200 y los 1.00 m. Esta amplia formación es de suelo quebrado con
aristas montañosas, separadas por depresiones más o menos extensas. Entre esta
formación y la costa Caribe se extienden llanuras litorales con leve inclinación hacia el
mar.
La depresión de Zulía, es una llanura de origen tectónico. La sedimentación
marina dio origen a los riquísimos yacimientos petrolíferos. Está rodeada por las
salientes de las penínsulas de Guajira y Paranagua. Las tierras litorales son
inundables y pantanosas, con acumulación de arenas que forman dunas en amplias
fajas litorales, en algunos casos cubiertas con manglares. La Cadena de Perijá,
comienza en la península de Guajira y luego sigue con rumbo sur formando el límite
entre Colombia y Venezuela, con los nombres de Montes de Oca y Serranía de los
Motilones, en Colombia lleva el nombre de Ocaña. Sus mayores elevaciones apenas
sobrepasas los 2.000 m. Perijá está relacionada hacia el oeste del valle del César con
la Sierra Nevada de Santa Marta. En este macizo montañoso se alcanza la máxima
altura de Colombia, el pico Cristóbal Colón, con 5.775 m. Se encuentra próximo a la
costa del Mar Caribe, entre la sierra de Perijá y el delta del Magdalena; está formada
por un núcleo intrusivo granodiorítico que es la representación más septentrional del
gran batolito andino. Sus cumbres, que condensan la humedad de los vientos alisios
del noreste, mientras una amplia cubierta de nieves eternas y de ella baja pequeños
glaciares. El área comprendida entre la Sierra Nevada de Santa Marte y la ciudad de
Cartagena, corresponde en gran parte a la de Maracaibo; es un área de rellenamiento
pero rápidamente colmada por los aportes fluviales. Alternan zonas anegadizas,
ciénagas y zonas más elevadas donde no llegan las aguas.
En Colombia se observan tres largos encadenamientos: occidental; central y
oriental, que hacia el sur se reúnen en el Nudo de Pasto. Están separados entres sí
por los valles longitudinales de los ríos Gauca, y Magdalena, de gran importancia para
las comunicaciones.

La cordillera Occidental Colombiana o de Chocó: está separada de la cadena


de Baudú (terminación meridional de la Cordillera del Pacífico de América Central), por
los valles de los ríos Atrato y San Juan, y de la Cordillera Central, por el valle del
Cauca. Es la mas baja de las tres cordilleras colombianas, aunque supera los 4.000 m.
Se inicia cerca de las costa del golfo de Darién, formada por las serranías bajas
de Abibé, San Jerónimo y Ayapel o Cetará, seperadas entre sí por los ríos Sinú y San
Jorge que se reúnen hacia el sur en el Núcleo de Paramillo de 3.960 m. La zona baja,
vecina al golfo de Darién, situada al oeste del bajo curso del Magdalena tiene de 200 a
300 m. de altura y la costa Caribe penetra en las estribaciones que separan los ríos
sinú y San Jorge.

La Cordillera Central Colombiana o de Quindéo: es la más elevada, queda


comprendida entre los rotundos valles tectónicos del Cauca al Oeste y Magdalena al
este; hacia los cuales descienden por laderas de pronunciada pendiente. Hacia el
norte, se inicia con la amplia meseta de Antioquia, recorrida por el río Henchí y en la
cual se hallan algunas ciudades importantes, como Medellín. Hacia el sur se convierte

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

en una importante Cordillera que culmina en los conos volcánicos nevados de Ruiz
(5.400 m.), Tolima (5.620 m.), Huila (5.700 m.) y Puracé (4.646 m.) El paso de
Quisideó de 3.400 m. de altura por el cuna pasa el camino que une Almería con
Ibagué, comunica los valles del Cauca y del Magdalena.

La Cordillera Oriental Colombiana o de Sumapaz: se inicia en Bucaramanga,


la más laga y maciza de lastres, Culmina en el Nevado de Cocuy (5.475 m.) y el de
Sumapaz (4.560 m.) o de Bogotá. Presenta también amplias mesetas elevadas o
páramos, como la de Cundinamarca; donde se halla Santa Fe de Bogotá, Capital de
Colombia, y el páramo de Sumapaz.
Su paso más importante es el de las Cruces, a 1.875 m. de altitud. En los
contactos de los faldeos orientales de la cordillera Oriental con los llanos, una isla
montañosa, la Macarena, tiene la apariencia de una alta mesada perpendicular a la
Cordillera de Bogotá.
Hacia el sur, la Cordillera Oriental se une a la Central en el Nudo de Colombia;
importante centro de dispersión de aguas, en el cual toman origen varios ríos
importantes pertenecientes a diversas pendientes: el Cauca y el magdalena, que van
al Caribe; el Coquetá hacia el Atlántico y el Pateá hacia el Pacífico. Pocos kilómetros
más al sur, en el Nudo de Pasto, se unen las cordilleras Central y Occidental. Esta
zona se llama también meseta Túqueres y está perforada por varios volcanes activos,
como el Pasto (4.266 m.), Cumbal (4.764 m. y Chiles (4.748 m.)

Andes Ecuatorianos

Se inicial en el Nudo de Pasto y se extienden hasta el nudote Loja. Están


constituidos por dos Cordilleras volcánicas que se mantienen próximas entre sí, que
encierran una serie de altiplano de unos 2.500 m. a 2.800 m. de alturas medias y
separados entre sí por cordones transversales. A los Andes Ecuatorianos se los
conoce como “Avenida de los Volcanes”. En realidad hay tres alineamientos, pero el
sector montañoso más oriental es de menor altura y mucho más macizo.

Andes del Norte de Perú

Muestran una disposición similar a la de los Andes Colombianos, con tres


elevadas cordilleras, separadas por profundos valles longitudinales, recorridos por los
importantes ríos Marañon y Huallagas.
Es difícil llegar al plano inferior de sus profundos cañones a causa de la
acentuada inclinación de sus paredes. Los ramales orográficos no son bien definidos,
se hallan fraccionados, escalonados y presentan espolones que los cortan
diagonalmente. La irregularidad de la superficie de este sector es de fractura
excepcional y de una vigor no igualado en los Andes de Colombia y Ecuador. Los
cañones de paredes verticales, sólo interrumpidos por algunos conos de deyección,
construidos por tributarios, atestiguan la rudeza del lugar, y asimismo, junto con los
otros elementos morfológicos, representan la prueba más evidente de la difícil
circulación y del aislamiento de estas extensas zonas.

La Cordillera Occidental: se levanta a corta distancia de la costa del océano


Pacífico, a la cual acompaña casi sin interrumpirse. Por el oriente desciende en forma
rápida al valle del río Marañon. Es la más elevada de las Cordilleras del Norte de Perú,
y estructuralmente constituye la prolongación de la Cordillera Occidental de Ecuador,
presentando también al batolito granodiorítico.
Al oeste del valle longitudinal del río santa o Huaraz, o callejón de Huaylas, la
Cordillera Occidental, que toma en estas altitudes el nombre de Cordillera Blanca;
presenta un cordón paralelo: la Cordillera Negra, más baja y completamente desértica.

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En la Cordillera Blanca (llamada así por sus cumbres perpetuamente nevadas),


se encuentra el cerro Hascarán de (6.761 m.), que es el más elevado de Perú y de los
Andes septentrionales. El último tramo de la Cordillera Blanca, antes de llegar al Nudo
de Pasco, se denomina cordillera de Huayhuash, que culmina en el Cerro Yerupaja de
(6.636 m.), a cuyo pie oriental se origina el río Marañón, curso superior del Amazonas.

La Cordillera Central: del norte de Perú, más baja pues su mayor altura es de
4.700 m., queda comprendida entre los valles del Marañón al Oeste y Huallanga al
este.

La Cordillera Oriental: del norte de Perú, más baja aún, queda comprendida
entre los valles de los ríos Huallagas al oeste, y Ucayali al este. Está atravesada
transversalmente por profundos desfiladeros denominados “Pongos”, como el Pongo
de Monseriche, por el que cruza el río Marañón, y el Pongo de Aguirre, por el que pasa
el río Huallangas. Todavía más al este del Valle del Ucayali se levantan algunas
pequeñas sierras aisladas y depoca elevación, cubiertas por la densa selva
amazónica.
Las tres Cordilleras principales del norte de Perú, se reunen en el Nudo des
Pasco, que es otro de los grandes centros de dispersión de Sudamérica; en el se
originan los ríos Marañon y Huallagas hacia el Norte; Pachitea hacia el este, Maútaro
hacia el sur y Huaura hacia el oeste.

Andes Centrales

A partir del Nudo de Pasco se inicia el tramo de los Andes Centrales, que se
caracterizan por el progresivo ensanchamiento del área montañosa entre dos
cordilleras principales, la Occidental y la Oriental, que encierra el Altiplano Peruano,
meseta del Titicaca, el altiplano Boliviano, la Puna de Atacama en chile y la Puna
argentina. Es por consíguete la región andina de mayor altura media y de mayor
variedad de formas.

La Cordillera Occidental: del sur de Perú es la prolongación estructural de la


Cordillera occidental del norte de Perú, se mantiene paralela a la costa del Océano
Pacífico, con rumbo sudeste. En ella se destaca la Cordillera de Huanzo, con el
Coropuna de 6.613 m., y enseguida en la proximidad de Arequipa, se inicia el tramo
con volcanes activos como el Misti (5.822 m.), y el Pichu Pichu. Estos conos, los
campos de lavas y los profundos depósitos de ceniza destacan un nuevo rasgo
superficial que se extiende hacia Bolivia y Argentina.

La Cordillera Oriental: del sur de Perú, que marca el límite occidental de la


llanura amazónica, se presenta subdividida en varios ramales paralelos separados por
los profundos valles de los ríos que al reunirse constituyen el Ucayalí. De oeste a este
se distinguen, la Cordillera de Vilcabamba, entre los cañones de Aurimac y del
Urubamba, y a cuyo pié oriental se hallan Cuzco y otros importantes centros del
Imperio Incaico como Machu Pichu. La Cordillera de Vilcanota, entre el Urubamba y el
Paucartambo, y más el este aún, los Andes de Carabaya, cuya ladera oriental cubierta
por densas selvas, dan origen al río Mare de Dios.
Estas cadenas Oriental convergen hacia el sur en el Nudo de Vilcanota de 5.300
m., desde el cual se desprende hacia el sur un ramal que se une a la cordillera
Occidental y delimita el Altiplano Peruano, separándolo de la Meseta del Titicaca,
parte septentrional del altiplano Boliviano.
El ensanchamiento que se había iniciado en el sur del Perú se concreta en
territorio boliviano. Los Andes Bolivianos presentan también dos cordilleras, la
Occidental y la Oriental seperadas por una amplia y elevada meseta; el altiplano o
Puna de Bolivia.

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La Cordillera Occidental: prolongación de la Occidental del sur de Perú, que en


parte constituye la frontera entre Chile y Bolivia, es muy elevada y conserva el carácter
volcánico que tiene más al norte. Entre sus picos sobresalen los volcanes Tocara
(5.8759 m.), Sajama (6.520 m.), Carabao (6.100 m.) y Oygüe (5.870 m.). Sus cenizas
avanzan en el interior del altiplano, hasta la altiplanicie del Desaguadero y el reborde
de los extensos salares de Uyuni y Oipasa. Esta Cordillera Occidental, de aspecto
acentuadamente desértico, desciende hacia el oeste en escalones, hacia la Pampa del
Tamarugal en el norte de Chile; en tanto que hacia el oriente cae en forma más suave
al Altiplano Boliviano, o “Techo del Nuevo Mundo”. El Altiplano Boliviano constituye en
casi su totalidad una cuenca sin desagüe al océano, rodeada por elevados cordones
montañosos, solamente el río de la Paz, afluente del Beni y los ríos de la alta cuenca
del Pilcomayo han logrado avanzar sus cabeceras por erosión retrocederte hasta el
mismo interior del Altiplano.
El Altiplano configura una depresión relativa con dirección general Noroeste-
Sudeste, su mayor altitud se da en La Paz con 4.100 m., y la menor en el lago Poopó
a 2.370 m.; y aún menos en los salares sudoccidentales. Su superficie no es uniforme,
su interior presenta cadenas montañosas dislocadas, formadas por roca antiguas,
tanto precámbricas como paleozoicas, y campos de lava y escorias, que subdividen al
altiplano en una serie de depresiones interiores menores, rellenadas por espesas
acumulaciones de escombros y arenas, procedentes de la desagregación mecánica
bajo las condiciones propias del clima desértico frío de la altura que allí reina.
En las partes más deprimidas se han formado lagos o bien salares. Los lagos
más importantes son el Titicaca y el Poopó, unidos por el río Desaguadero que drena
hacia el segundo. En términos geológicos, parece que estos espejos de agua son
relictos de superficie más amplia que cubrían zonas hoy ocupadas por depósitos de
arcillas y de sales, que indican pisos lacustres que pueden seguirse en algunos
niveles. En el lago Titicaca no existen señales de terrazas costaneras, pero hay
evidencia de un lago geológico mayor en su cuenca de alimentación y en las
proximidades del río Desaguadero.
Los salares son depósitos de Boro, que se han originados por el lavado de los
minerales de Boro emitidos por la actividad volcánica del campo puneño. Los salares
más extensos son los de Uyuni y Cipasa, de 15.000 Km2 en conjunto, y que
representan la porción más deprimida del Altiplano. Los suelos del Altiplano, en
general son arcillosos, de coloración rojiza.

La Cordillera Occidental boliviana, al sur del Licancabur (5.900 m.) penetra en


territorio chileno con el nombre de Sierra Almeida, para formar el límite argentino-
chileno desde el volcán Socompa hasta el Macizo del Cerro Tres Cruces. Entre ella y
las estribaciones occidentales chilenas Domeko y Claudio Gay, de acentuado carácter
desértico se extiende otra cuenca sin desagüe, la Puna de Atacama. Su suelo árido
cubierto de escombros y arenas, presenta depresiones ocupadas por salares, siendo
los mayores los de Atacama, de Punta Negra y de las Isla.
Al oeste del encadenamiento principal se encuentra la Puna Argentina o
simplemente Puna, que en realidad tiene un tramo chileno (entre la sierra Almeida y el
límite internacional). Por el este termina en un reborde elevado representado por
Precordillera Salto-Jujeña y al sur por la Sierra de San Buenaventura.

La Cordillera Oriental: a partir del Nudo de Vilcanota, se dirige hacia el sudeste


hasta el Nudo de Cochabamba. Es muy elevada y su tramo principal o Cordillera Real,
presenta un conjunto de importantes cumbres nevadas, como el Sorata o Illampú
(60.650 m.), el Huayna Potosí (6.200 m.), el Illimani (6.882 m.), y la Cordillera de
Quimsa Cruz. La ladera occidental cae suavemente por la alta cuenca del río Beni. En
el Nudo de Cochabamba termina el elevado y estrecho tramo andino de rasgos
vigoroso. Allí la Cordillera toma caracteres que lo acercan a lo que podría calificarse

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Marcos Naturales de América Latina. Silvia Quintanar y Rodolfo López

de altiplanicie que mira al Altiplano y que ortográficamente forma desde Cochabamba


hacia el sur la Cordillera de los Frailes, de Chichas y de Lipez que terminan por unirse
a la Cordillera Occidental en el volcán Licancahú.
Al este de este reborde y al sur del Nudo de Cochabamba se desprende un haz
de cadenas discontinuas paralelas separadas por valles longitudinales fluviales, y
atravesadas asimismo por valles transversales de tipo antecedente, esos ríos con el
Grande, de la cuenca del Mamoré, el Parapeto de desagüe endorreico y al sur los río
Pilcomayo, Bermejo y Salado del Norte, pertenecientes a la cuenca del Plata. Los
potentes cursos que han creado la montaña para ganar el interior de los altiplano,
constituyeron el áspero relieve que margina sus valles.
Ese conjunto de cadenas que parten de Cochabamba pueden ser agrupados en
dos sistemas: al oeste: la llamada Cordillera Central. Formada por elevados bloques
de montañas de rocas precámbricas y paleozoicas, separadas entre sí por profundas
quebradas de erosión, que en Argentina se denomina Precordillera Salto-jujeña, o
Cordillera Oriental y al este se extienden las Sierras Subandinas Bolivianas, de
poca elevación, formada por pliegues regulares alargados y angostos, separados entre
sí por depósitos aluvionales que ocupan los sinclinales. En el este peruano y en el
norte de Bolivia mantienen el rumbo noroeste a sudeste; pero tuercen hacia el sur a
partir del curso transversal del río Grande para prolongarse en Argentina en las Sierras
Subandinas. Estas sierras bajas están cubiertas totalmente por la selva tropical y son
de norte a sur, las sierras de Bala, Eva-Eva, de Cochabamba, de Masavi, de Charagua
y de Villa Montes.

Clima

El clima de los llanos colombianos-venezolanos se caracteriza por sus altas


temperaturas y la estacionalidad de las lluvias abundantes.
El delta tiene clima tropical marítimo, con precipitaciones regulares de máximo
esitival. El clima característico y predominante es tropical continental, con régimen
de precipitaciones periódico estival, En la Orinoquia Colombiana, se pasa de un
tropical continental en su parte norte a un subecutorial en su parte sur, lugar en que
aumentan las precipitaciones y disminuyen a cuatro el número de meses secos.
Tanto en Colombia como en la República Bolivariana de Venezuela, la palabra
invierno es utilizada para designar al período de lluvias (porque los españoles
asociaban el invierno a la humedad), en tanto que el verano corresponde al lapso en
que las lluvias son escasas. La pluviosidad, no la temperatura son las bases de tales
distinciones.

Vegetación

La formación característica y predominante es la sabana, con amplios pastizales


que se elevan hasta ocultar un hombre a caballo. En la estación de las lluvias, las
hierbas crecen de manera súbita. Las formaciones herbosas alternan con bosque en
los que crecen palmeras moriche y de otras especies, caucheras y otras plantas de
aplicación forestal. A lo largo de los fecundos cursos de agua se dan bosque y selvas
en galerías.
El delta del Orinoco, por su suelo en extremo húmedo, cuando no empantanado
hace que la selva sólo aparezca en las áreas más altas de ese inmenso archipiélago
fluvial. Abundan las especies hidrófilas y algunas halófitas que forman densos
manglares.
En las laderas de la Cadena Caribe y en especial en la Cordillera de Mérida,
aparecen ya las formaciones andinas escalonadas, con interesantes pisos arbóreos.
El gran Pantanal de Matto Grosso

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Se extiende desde Cáceresy Poconé al norte hasta Puerto Murtinho en el sur, al


este de las sierras San Jerçónimo, Maracajú y Bodoquena, invadiendo incluso tierras
bolivinas y paraguayas.
Es una llanura inundable; suelo aluvional de acumulación reciente, de aspecto
plano o levemente ondulado, con innumerables elevaciones alargadas, que durante
las crecidas se transforman en islas donde buscan refugio los animales.
El clima es tropical continental. Los suelos de constitución calcáreo-arenosa. La
vegetación de sabana: gramíneas de alto valor nutritivo y asociaciones arbóreas.
Abunda la palmera carandá, parecida a la carnaúba, también de sus hojas se extrae
una cera de uso difundido en la región. Es la madera de construcción del Pantanal.
Con sus troncos se hacen corrales, postes, paredes y tejados de casas. La sabana se
está desmontando para dar espacio a nuevos pastos, así comienzan a desaparecer la
arapuntanga o mogo, la cerejeira, el louro, el anguico y otras maderas de calidad.
Fauan: el guazú-pitá o ciervo del pantano se halla al borde de la extinción.
Son característicos también carpinchos, venados, armadillos o tatús, osos
hormigueros, antas, bugíos (monos corpulentos), yaguares, gatos monteses y del
pajonal, coatíes, boas y yacarés. Millones de aves viven dentro del Pantanal en las
proximidades de las lagunas: emas (especie de ñandú), garzas, socós, ánades,
tuiuiús, papagayos, araras, tucanes.
En el Pantanal Bajo, con inundaciones, los ríos lanzan sus aguas en pequeños
arroyuelos, llamados corixos, por donde siguen hacia los pastizales hasta que las
aguas se enseñorean de toda la llanura. El espejo de agua se ve manchado apenas
por las pequeñas “cordilleras”, como denominan los lugareños, a las modestas
elevaciones alargadas donde el ganado, las aves y los mamíferos salvajes se refugian.
En cambio, en el Pantanal Alto, son las lluvias las que traen la inundación. Las
aguas descienden desde las cumbres de las sierras por surcos llamados gaznates, de
centenares de kilómetros. Cuando por fin su flujo, se interrumpe, comienza la época
seca, aunque una lluvia intempestiva, puede hacer que los vazantes vuelvan a fluir.
El Pantanal se inunda en el verano (de octubre a marzo), pero en las épocas de
sequía brota el pasto con el que se alimentan más de seis millones de cabezas de
ganado. La ganadería vacuna, extensiva y trashumante es la principal actividad
económica. La raza criolla o tucura ha sido mejorada por cruzamientos con la raza
nelore.
En las crecidas los animales son obligados a buscar los puntos altos (nunca más
de 5 m. sobre el nivel medio del suelo). Entonces, el trabajo primordial de los vaqueros
es vigilar al ganado para evitar que los rebaños queden aislados y mueran ahogados o
por inanición. El anegamiento de los pastos se produce muy lentamente. Se cuenta
con tiempo suficiente para retirar los animales evitando pérdidas excesivas. La hierba
sumergida rara vez se oculta toda bajo las aguas, por lo cual los animales pueden
alimentarse,
El surazo sopla a través del valle del río Paraguay y puede causar la muerte de
muchos animales. El ganado debilitado por la inundación, se niega a pastar en las
aguas frías y muere de inanición. Las vacas viejas, agotadas por la crianza del último
becerro, sucumben a la caída brusca de la temperatura, y las reses aprisionadas en
las áreas arcillosas, fallecen a las pocas horas.
El avión es allí el instrumento de trabajo. El sobrevuelo por la hacienda permite
localizar animales en peligro. Incluso los caoeros (peones de canoas) ayudan en las
taresas.
Con la elevación de las aguas, millones de peces quedan imposibilitados de
regresar a los ríos; así, sus cuerpos proveen de fosfato y calcio a la tierra ya cubierta
de abonos naturales. Súper fertilizados por los peces los pastizales brotan
inmediatamente, después del descenso de las aguas, ofreciendo magníficas pasturas
para el ganado.
En la época seca (de abril a septiembre), los vaqueros llevan los animales a los
corrales para ser tratados, contados, vacunados, marcados, castrados y separados,

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Se arreglan las cercas y se levantan las casas destruidas. Es precisamente en esa


época cuando el ganado se engorda en invernada, clasificados para luego ponerlo a la
venta. Los rebaños van generalmente a los mataderos de Cuiabá o Campo Grande o a
las haciendas de engorde de otras zonas de Matto Grosso o de San Pablo.
Río Paraguay y su cuenca hidrográfica

El río Paraguay es el tributario más importante del río Paraná. Sus nacientes se
hallan en el reborde meridional de la Meseta de Mato Grosso (Sierra de los Parecis), a
300 m. sobre el nivel del mar. La zona de estas nacientes se extiende sobre un valle
lagunoso, al este de Diamantino, llamado “Breval das Sete Lagoas”, que se inunda en
épocas de lluvias. Allí se define el divortium aquarum entre el sistema del Plata y el
Amazonas. En esta zona se origina también el Arinos, de la cuenca del Tapajoz. En
épocas de grandes crecientes se comunican sus aguas.
Formado el río Paraguay, desarrolla sus primeros 50 Km. con el nombre de
Diamantino que toma al pasar por las proximidades de esta localidad brasileña. Luego
recibe las aguas del Sepotuba y recorta las estribaciones meridionales del Macizo de
Matto Grosso, formando correderas y saltos hasta reunirse con el Jaurú que le llega
por su margen derecha. Las nacientes del Jaurú se acercan bastante a las de los
tributarios del Guaporé. Tiene por afluente por su margen derecha al Aguapié, que
nace en la Sierra homónima.
La red potámica del Paraguay puede dividirse en tres tramos de acuerdo a sus
caracteres diferenciales: el primero, que acabamos de citar, forma su sección serrana;
el segundo, que abarca desde la confluencia del Jaurú hasta la confluencia con el río
Apa (afluente por margen izquierda y que sirve de límite entre Paraguay y Brasil), zona
de extensión conocida con el nombre de Gran Pantanal o Xaravez, nombre de las
tribus de indios que habitaban la región; el tercero es el tramo de descarga o curso
inferior que abarca desde la confluencia con el Apa hasta su desembocadura en el río
Paraná.
Su longitud ha sido estimada en 2.800 Km. Su lecho acusa un perfil muy regular
revelando que es un río maduro. Basta recordar que al entrar en El Pantanal el río está
a 125 m sobre el nivel del mar y en su nivel de base a 48 m.
En la sección de El Pantanal el Paraguay recibe por margen izquierda al Bento
Gómez y al río Cuiabá (frente a la laguna Mandioré), el más importante del tramo, que
a su vez recibe al San Laurenco y al Piquiré (afluente: Correntes) Aguas abajo siempor
por margen izquierda el Paraguay recibe al Taquarí (afluente Coxim, subafluente:
Jaura), Negro, Miranda (aflunte Aquidauana), Nabileque y Branco.
Por el oeste el Paraguay no recibe afluentes de importancia, sino corrientes
intermitentes, que se pierden antes de llegar al río principal: Corixá Grande, Las Petas,
Candelaria, San Fernando, de La Cal. De todos estos cursos existe uno permanente
que comunica los lagos Uberaba y Caiba, saliendo de este último un emisario que
lleva sus aguas al Paraguay.
Entre Cimbra y Bahía Negra el río Paraguay forma el límite entre Bolivia y Brasil,
luego entre Brasil y Paraguay hasta la confluencia con el Apa.
En el último trayecto descrito afluye desde el oeste el río Otuquis, que se
embalsa en el bañado homónimo recibiendo las aguas del río Tucavaca y su afluente
San Rafael.
El Pantanal cubre en las máximas crecientes 220.000 Km., con un largo de 770
Km. y con anchos variables que oscilan entre los 200 Km. en la zona norte y reducido
al álveo del río en los tramos donde se estrecha por las cercanías de las estribaciones
serranas.
En el Pantanal, el río Paraguay es de cauce muy tortuoso, visible en el estiaje
con un ancho de 100 a 300 m. y una profundidad de 4 a 10 m. Los cursos de los
afluentes sólo aparecen a la vista en la estación seca. Por lo general sus depresiones
quedan aisladas en su origen, pero su comunicación va realizándose paulatinamente y

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la fusión de los pantanales parciales se establece en la zona de desbordes del río


Paraguay.
Durante el período de lluvias esta gran hondonada, va llenándose gradualmente
con una honda que se propaga lentamente de norte a sur y del centro de la hoya hacia
la periferia. La función que desempeña esta gigantesca hondonada es la de un
embalse con caracteres muy particulares, donde el agua de las crecientes se acumula
lenta y progresivamente, para luego entregarla, con la misma lentitud y regularidad, al
caudal del río Paraguay, durante la época de sequías. Constituye pues un regulador
de su régimen hidráulico, moderando el ímpetu de las crecientes.
En el tramo paraguayo el río corre por un lecho ancho, de unos 650 m. y poco
profundo. Forma numerosas islas y tiene un recorrido más recto. Su margen izquierda
es elevada y escarpada y su margen derecha es baja e inundadle, sobre anchos que
varían entre 10 y 15 Km. El fondo del lecho tiene arenas y pedregullo, presentando
una serie de restingas que lo atraviesan de margen a margen y pertenecen a las
prolongaciones de la Sierra de Amambay.
El último tramo argentino paraguayo comienza cuando recibe por margen
derecha al río Pilcomayo y se extiende hasta la desembocadura en el Paraná. Es río
meandroso, con islas, de orillas bajas y las aguas desbordan por ambas márgenes
durante las crecientes inundando de 10 a 15 Km. su ancho es de 700 m. En el curso
inferior del Paraguay los afluentes de la margen oriental son siempre más abundantes
y caudalosos que los de la opuesta. Por la margen izquierda recibe al Apa (su
afluente: Perdido), Aquidabán y el Ipané que nacen en la Sierra de Amambay, más al
sur afluye el Jejuí Guazú (navegable en gran parte de su curso) que tiene como
afluente al Aguaray Guazú. Por último el Manduviré y el Salado, de sólo 28 Km., que
nace en la Laguna Ypacarai. Más al sur recibe un tributario muy destacado el
Tebicuary que nace en la sierra Caá Guazú (afluente Tebicuary-mi).
Por la margen derecha recibe al Arroyo Salado, riacho Alegre, Yacaré; riacho
González, río Yacré Sur, Verde, Monte Lindo, río Negro, río Aguaray Guazú, Confuso,
Pilcomayo, Eh-Eh, Monte Lindo, Pilagá, Salado, Bermejo, Oro y Guyaycurú. El
Pilcomayo y el Bermejo son los afluentes argentinos más destacados. El último le
acarrea gran cantidad de material sólido.
El río Praguay al desembocar en el Paraná produce lo que se llama el remanso
del Paraná, ocasionado por un movimiento helicoidal de las aguas de este último río.
El Paraguay echa sus aguas en el Paraná por dos brazos o bocas: Paso de la Patria
que es el principal y el Riacho Atajo, formándose en este lugar algunas islas deltaicas
como la Isla Cerrito.

Navegabilidad

Los barcos procedentes de Buenos Aires llegan hasta Asunción, al disminuir la


profundidad al norte de la misma, se hace trasbordo a barcos de menor calado que
llegan hasta Corumbá, punto final de los viajes que vienen de Buenos Aires.
Aguas arribas de Corumbá la navegación no sólo se ve dificultada durante el
estiaje por los altos fondos sino en creciente por los camalotes flotantes que los
lugareños denominan “butumes” y que son enormes masas de fango y restos de
vegetación que, llevados por las corrientes se encajan e las estrecheses del río. Entre
Corumbá y Cáceres los barcos brasileños son de escaso calado lo que le permite
circular por los afluentes y el mismo río, consiguiéndose así la utilización al máximo del
único medio de comunicación que se posee.
Frente al Bermejo ocurre otro fenómeno. En creciente sus aguas corren con
violencia impulsando los barcos que navegan por el Paraguay (que se halla en
bajante) hacia la margen oriental, encallándose a veces, o echándolos a pique.

Régimen fluvial

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Hay poca variación de caedla, Se halla regularizado por el Pantanal. Alimentado


por lluvias tropicales de verano, aunque sus crecientes aguas a bajo del Pantanal se
retrasan en exceso, dándose frente a Asunción el máximo en invierno, culminando en
junio y el mínimo en verano, alcanzando el menor nivel en diciembre-enero.

GRAN CHACO BOLIVIANO


Muchos autores lo subdividen en Llanos de Santa Cruz y Gran Chaco
propiamente dicho. Nos inclinamos, a pesar de sus diferencias a estudiarlos en
conjunto.
Relieve: los llanos de Santa Cruz son una altiplanicie correspondiente a la
cuenca amazónica, con pendiente hacia el noroeste; al sur de la divisoria el Gran
Chaco es una altiplanicie que desciende suavemente hacia las llanuras aluvionales
situadas junto al Paraguay. Su hidrografía está representada por la cuenca endorreica
e los Bañados del Izozog y por los afluentes de la margen derecha del Paraguay.
Clima: en los llanos de Santa Cruz se pasa rápidamente del cálido subecuatorial
al norte al tropical continental al sur; el Gran Chaco es decididamente tropical
continental. Olas de frío procedentes del sur refrescan ocasionalmente el Chaco, lo
llaman “surazo”.
Vegetación: los llanos de Santa Cruz tiene sabanas y selvas en galería; el Gran
Chaco: Bosque Chaqueño, pero junto al río Paraguay selvas en galería. El bosque
chaqueño es bastante abierto y alterna con altas hierbas.

GRAN CHACO PARAGUAYO


Conocida dentro del país también como Región Occidental o Chaco Paraguayo.
Situada al oeste del curso del río Paraguay.
Relieve: altiplanicies al oeste, llanuras junto al eje fluvial.
Hidrográficametne, corresponde a los afluentes de margen derecha del río
Paraguay. Algunos cursos de agua, que descienden desde el oeste se pierden por
infiltración. Las depresiones se transforman en esteros en la época de las lluvias.
El clima es tropical continental.
La vegetación es Bosque Chaqueño y Selvas en galería junto al eje del
Paraguay de los principales ríos.
El bosque chaqueño es una formación arbórea alta de Quebracho colorado
(balanzae y lorentzii), de crecimiento muy lento y madera excepcionalmente dura y
pesada.

Llanos del Orinoco:

Situados entre la Cadena Caribe, los Andes, la disocia Orinoco-Amazonas, el


Macizo de Guayana y el Océano Atlántico. La disocia mencionada se halla entre el Río
Inirida (122), correspondiente a la cuenca del Orinoco y el Guaianía (123),
correspondiente a la cuenca del Amazonas.
Los llanos del Orinoco describen un arco que se angosta y desciende hacia el
Océano Atlántico donde terminan en un amplio delta.

Llanura del Amazonas:

Está situada entre el Macizo de Guayana, el Macizo de Brasilia, los Andes y el


Océano Atlántico. Está separada de los llanos del Orinoco por la divisoria situada entre
los ríos Inirida y Guaianía y separada de la Llanura Chacopampeana y Mesopotámica
por la divisoria de la cuenca del Amazonas con el Río Paraguay de la cuenca del
Plata.

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Era Arqueozoico Cratógenos y 1)Escudo Canádico


precámbrica Proterozoico distrofismo 2)Macizo de Adirondack
hurónico 3) Macizo de Guayania
4) Macizo de Brasilia
Era Primaria o Cámbrico Diastrofismo 5)Tierra de Grant
Paleozoica Ordovícico caledónico 6)Tierra de Peary
Silúrico 7/Norte de los Apalaches
Devónico

Era arcaica o Arqueozoic Cratógenos y 1) Escudo vanádico


Precámbrica o distrofismo 2) Macizo de
Proterozoic huronico Adirondack
o 3) Macizo de Guayania
4) Macizo de Basilia

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