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mala administración?
La Voz
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Baja moral
La baja moral de los empleados en tu organización puede ser producto de una
mala administración. Cuando los empleados se quejan entre sí, realizan sus
tareas con el menor esfuerzo o no logran cumplir con sus deberes laborales a
tiempo en absoluto, es posible que estén experimentando una falta de
motivación a causa de un gerente que no se relaciona con el personal. Quizás los
empleados perciban un trato desigual por parte de algunos colegas que culmina
en favoritismo; o no tienen el poder de liderazgo necesario para mantenerlos
activos. Además, lo más probable es que un mal supervisor no le preste atención
a las necesidades de los empleados, como el permitir un equilibrio entre las
responsabilidades laborales y la vida personal o proporcionar una capacitación.
Productividad reducida
Si la administración no define con claridad las expectativas de desempeño o el
seguimiento de los empleados con respecto a sus niveles de productividad, tu
organización puede experimentar una reducción en los ingresos. Una vez que los
empleados se unen a tu organización, lo correcto es que reciban un plan de
desempeño con los estándares para sus puestos listados. Las evaluaciones
regulares les ayudan a los empleados a saber que la organización está
satisfecha con su desempeño. Si la administración no establece estándares de
desempeño ni lleva a cabo un seguimiento con revisiones, es posible que los
miembros del personal se sientan menospreciados. El preguntarse
constantemente si cumplen con los requisitos esperados disminuirá la
productividad. Sin estándares establecidos, la administración enfrentará un
desafío disciplinario cuando el mal desempeño laboral acabe por afectar la
productividad.
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CARLOS ROBERTO
Cuando hablamos de productividad en las empresas se suele poner el foco
directamente en el trabajador. Y quizás es un planteamiento equivocado, o
por lo menos incompleto. Porque muchos de los problemas que tiene la
empresa para mejorar su productividad tienen que ver con la
organización, asignación de tareas, sistemas para medir el trabajo o la
calidad de éste.
Muchas personas no se toman un minuto de su día para pensar en lo que realmente tienen que
desarrollar en su trabajo, en su vida familiar, algunos planes que trazar, actividades para
efectuar, sino que se encargan de vivir el día a día, sin siquiera notar las consecuencias, tanto
laborales, como a nivel de salud.
Por eso es importante que te sinceres contigo mismo. Date cuenta si estás equivocándote, si es
que puedes seguir llevando la batuta de tu vida, si necesitas un descanso, o si es que el cuerpo
ya no te lo estará pidiendo. Es momento de no ignorar nuestra mala organización.
1. Consecuencias laborales: La mala organización no solo procura que te atrases, sino que
te agotes mucho más rápido que en tiempos pasados, porque tendrás tantas ideas en la
cabeza que no sabrás a ciencia cierta qué hacer primero. Por lo que tu rendimiento podría
disminuir, te podrías agotar fácil y rápidamente, sentir que el tiempo no te alcanza y
finalmente estresarte. Una de las consecuencias que nunca trae aspectos positivos para
solucionarlos.
2. Consecuencias familiares: Acaso en algún momento te has preguntado qué es lo que te
estás perdiendo cuando estás perdido tratando de organizarte. El tiempo con la familia es un
detalle que no se recupera, de manera realista, miremos el panorama y digamos que
realmente el tiempo que perdemos en cualquier cosa, o postergando cualquier otra tarea es el
mismo tiempo que no veremos mañana o pasado, sino que seguiremos sobrecargados, lo que
en sí nos lleva a elegir en ciertos momentos entre la familia y el trabajo.
3. Consecuencias en la salud: En el siglo XXI la enfermedad que agobia a la mayor parte
de los seres humanos es el estrés y muchos han llegado a la conclusión de que se trata que
el estrés es causado por la sobrecarga laboral o en todo. De hecho existen personas que
sufren de un colapso, y se cuerpo les pide un descanso. Todo ello procurado en la mayor
parte de las oportunidades por la falta de planificación, lo cual va de la mano con la mala
organización.
¿Ahora sí lo vemos?
Vemos que sí existen consecuencias devastadoras para nuestra vida, sin embargo, ahora
podremos tipificar algunas consecuencias en detalle, de modo que podamos especificar cómo
enfrentar cada uno de los casos, aunque en sí, todo se resume a una mejor planificación.
*Pérdida de tiempo: tenemos razones de peso para pensar que en realidad esto es lo que más
pesa de las consecuencias más fuertes de la mala organización. En el aspecto laboral el tiempo
significa dinero, en la vida personal significa distancia, porque al final terminamos alejando lo que
probablemente es lo que nos conviene, y lo más importante, desde todos los aspectos de
nuestra vida podríamos concluir que el tiempo no es recuperable, pero esto no significa que no
podamos comenzar el hábito de aprovechar el tiempo en cualquier momento. Lo importante es
que vayamos a asumir nuestro compromiso. Uno verdadero.
*Menor rendimiento: ¿Alguna vez has sentido que tus días transcurren de manera automática?
¿Que no te disfrutas lo que haces? Quizás es porque te estás perdiendo todo lo bueno que hay
en tu trabajo y trabajas como un robot. Una buena organización genera mayor creatividad para
solucionar problemas dentro de la oficina y en tu mismo hogar, pero por sobre todas las cosas
dejas a un lado el agotamiento físico.
La forma en como organizamos los diferentes aspectos de nuestra vida, especialmente el laboral
es lo que nos permitirá permanecer tranquilos, por ello se dictan y preparan programas de
capacitación en los que se incluyen este tipo de temas, de modo que pueda haber un mayor
aprovechamiento del tiempo. Si usted desea enterarse sobre nuestras capacitaciones, consulte
por aquí y sírvase a contactarnos por nuestros números.
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La organización dentro de una empresa requiere trabajo constante de todas las
partes que participan en ella, tanto directivos como empleados. Es un proceso
esencial, en el que se da el enlace con la administración y se señalan las funciones y
actividades que corresponden a cada puesto.
Una buena organización suministra los métodos para que las actividades se
desempeñen correctamente, evita la lentitud, reduce costos y duplicidad de
esfuerzos al delimitar funciones y responsabilidades, y ayuda a utilizar mejor los
medios y recursos. Es indispensable ser conscientes de lo que implica cada puesto y
si no causa gastos innecesarios.
Peter Drucker* señaló que el 60% de los problemas dentro de algún negocio se
deben al déficit en la comunicación. Una empresa nace a través de la comunicación y
cuando ésta falta se afecta de forma interna. En promedio, un 70% de las empresas
nuevas, fracasan en los primeros 5 años y uno de los motivos más comunes es una
organización deficiente.
Para entender la importancia del control interno en las empresas, conviene empezar por
entender el propósito del control interno, que tiene como objetivo resguardar los recursos
de la empresa o negocio evitando pérdidas por fraude o negligencia, como así también
detectar las desviaciones que se presenten en la empresa y que puedan afectar al
cumplimiento de los objetivos de la organización.
Todo esto puede llevar a que se den situaciones no previstas y con un impacto financiero,
como ser malversación o pérdida de activos, incumplimientos de normas ya sean legales
o impositivas que generen un pasivo contingente, fraudes asociados a información
financiera fraudulenta que podrían dañar la reputación de la empresa, entre otros. Dichas
situaciones podrían ser prevenidas gestionando el control interno con anticipación.
Por ejemplo, si se cuenta con sistemas de gestión que incorporan controles automáticos
en las áreas de ventas y cobranzas, y la información generada en estos sistemas se
contabiliza en línea en los registros financieros, usando la tecnología de la información, se
requeriría menor cantidad de personas involucradas en los procesos administrativos y se
podría dotar personal en otras áreas que aumenten la productividad del negocio, como
ser ampliar el área comercial para obtener incrementos en los niveles de ingresos.
Finalmente, el control interno en las empresas es una tarea ineludible para aquellos que
desean lograr competitividad en sus negocios; ya que una empresa que implementa
controles internos disminuye la ocurrencia de errores y fraude en la información
financiera, los entes reguladores lo catalogarán como una empresa que cumple las leyes
y regulaciones y a su vez generarán un impacto positivo en su negocio, pudiendo inclusive
atraer a inversionistas que apuesten al crecimiento del mismo.
Consecuencias de un mal
control interno en mi empresa
HORACIO ROCHA
2017-06-26 18:47:34
Business in Mexico
Robo
El robo es considerado otro tipo de fraude, malversación de
activos. Este se manifiesta bajo diferentes formas, por ejemplo:
De información
De activos fijos
De efectivo
Material obsoleto
Bajo aprovechamiento de recursos
Inconsistencias en el registro de inventario
Lee cómo evitar comprar en exceso por medio del control interno
La auditoría interna, por ejemplo, es una línea de defensa del sistema de control
interno de las compañías, aunque la propuesta moderna va más allá pues
comprende un modelo más integral, de mayor generación de valor, de varias
etapas y funciones que desde la identificación de riesgos materializados en el
pasado y/o potenciales para el negocio, hasta la gestión de controles para
mitigar la severidad y la frecuencia en la potencial ocurrencia de esos eventos de
riesgo, derivan en mayor eficiencia estratégica, táctica (financiera por ejemplo),
operacional que se traducen no solo en “dólares a favor” sino en mayor
conocimiento del negocio y toma de decisiones basada en información (ventaja
competitiva en muchos sectores).
Subestimar los roles sobre el sistema del control interno, es a la larga, mucho
más costoso que incluir este factor dentro de la ecuación de la gestión de su
negocio. Si no lo cree así lo invito respetuosamente a cuantificar cuán caros le
salen a su organización los fallos de control interno de los que se enteran
(imagínese los costos que no quedan cuantificados transparentemente a falta
por ejemplo de centros de costos en su contabilidad). En Latinoamérica aún
existe en muchas compañías la idea errónea de que el control es un costo en sí
mismo precisamente porque no se gestiona correctamente, lo que limita las
posibilidades de demostrar financiera y estadísticamente que es un “mito”. En
otras latitudes se han demostrado los beneficios de implementar un sistema de
control eficiente y usted tiene la potestad de minimizar el impacto de las fallas de
control interno y “asegurar” generación de valor a las partes interesadas de su
organización. Usted no tiene la responsabilidad de ser experto en gestión del
control interno, pero sí la responsabilidad de “saber saber”, lo que implica
asesorarse mejor y “hacer las cosas diferentes, si requiere resultados diferentes”.
Lo invito estimado lector a interiorizar la siguiente premisa: “Lo que no se define
no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede controlar. Lo que no se
controla, no se mejora. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.
Wallace Oliveira
Planificación Estratégica
Está claro que en los últimos años las empresas han prestado cada vez más atención a sus
controles internos, como una manera de prevenir el fraude y la manipulación en sus
procesos.
Pero vale la pena señalar que para las organizaciones, la importancia de los controles
internos no está sólo en su carácter preventivo, sino también en su gran eficacia en apoyo de
la gestión empresarial en sus diversas instancias: la planificación estratégica, la
implementación y control de procesos y la toma de decisiones críticas.
Pero después de todo, ¿qué son exactamente los controles internos y para qué sirven?
Los controles internos representan una fuente importante y esencial para proporcionar
información y apoyo a las decisiones más importantes de los administradores, ayudándoles a
dirigir las empresas para la consecución de los objetivos previstos.
Es importante tener en cuenta que tanto el estilo de gestión de negocios como la manera de
gestionar la comunicación interna son factores que de una compañía a otra, pueden causar
una variación u otra de la finalidad y utilidad de los controles internos.
Pero por regla general, las organizaciones que invierten fuertemente en tecnología de la
información y por lo tanto tienen sistemas altamente informatizados, tienen ventaja frente a la
competencia, ya que sus controles internos les permiten una rápida detección y corrección
de fallos y desajustes en sus diferentes procesos, lo que significa una gran ventaja
competitiva.
Narda Hernández
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A todos nos han llegado a decir: “tienes que tener control sobre las actividades
que llevas a cabo en tu trabajo”, el jefe todo el tiempo está revisando y, a veces,
no entendemos por qué tiene que pasar por varias revisiones y autorizaciones
una misma información, hasta nos hemos llevado regaños por no poner atención
a ciertos detalles que “debiste controlar”. El control interno de una compañía es
toda una metodología pero, ¿Qué es el control interno? ¿Cómo identificar
controles y mejorar tu trabajo? ¿Cómo prevenir, identificar errores o fallos de
control? De paso sorprendes a tu jefe con nuevos conceptos.