UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ

FACULTAD DE AGRONOMÍA

FENOLOGÍA DE LA CEBOLLA

Asignatura:
Ecofisiología

Docente:
Valencia Auca Caleb H.

Presentado por:

Huata Fierro, Yassmin Diana

Rios Chavarría, Claudia Sofía

Huancayo-2020
 FENOLOGÍA DE LA CEBOLLA

El ciclo de vida de las plantas de cebolla es de mediana complejidad, no solo por ser un
cultivo bianual, sino por la gran cantidad de factores que regula el paso de la fase de
crecimiento vegetativo a la formación de bulbo y de esta a la reproductiva.

1. FASES DE DESARROLLO
1.1. CRECIMIENTO VEGETATIVO
Empieza con la germinación de tipo epideo. El cotiledón emerge y se torna verde, pasando
luego por los estados de rodilla y bandera antes de enderezarse. En esta primera etapa la
planta dedica los asimilados disponibles para el crecimiento del sistema radicular, y sobre
todo del área foliar. En esta etapa se observa aumento en el número de hojas y en el área
de las láminas de las hojas, de tal manera que cada nueva hoja alcanza un tamaño mayor
que la hoja inmediata anterior. La principal fosa de la planta son las láminas de las hojas
nuevas, seguido por las vainas y el sistema radicular. En esta etapa las vainas se
mantienen finas y se van acumulando a medida que aparecen hojas nuevas (Dogliotti y
Galván, 2011).

En este período en que se forma el sistema de hojas es decir la primera mitad del ciclo
vegetativo de la planta. Todo eso exige que el suelo esté muy bien provisto de sustancias
nutritivas, fácilmente absorbibles de manera que durante el periodo de crecimiento intensivo
las plantas no sufran escasez de elementos.

Cada elemento mineral tiene funciones en la planta que le permiten mejorar su rendimiento,
como el caso del manganeso (Mn) quien participa en la cadena transportadora de
electrones del PSII (Cedeño Dueñas et al., 2018).

También la deficiencias de B afecta de manera indirecta la absorción de luz y con él, la

eficiencia del PSII al disminuir el área foliar y constituyentes de las hojas (Novoa et al.,
2018).

El P afecta de manera indirecta la fotosíntesis debido a que el P es un elemento importante

en moléculas de ácidos nucleicos y ricas en energía, como ATP y NADPH (Novoa et al.,
2018). Bajos niveles de P generan menor contenido de clorofila como mecanismo de la
planta para proteger al PSII del daño lumínico al absorber menor cantidad luz (Novoa et al.,
2018).

El K modifica el flujo de gases en la planta al participar en la regulación estomática (Novoa

et al., 2018), lo que afectaría de manera indirecta la eficiencia del PSII y tasa fotosintética.

El abono nitrogenado aplicado en demasía y unilateralmente no es recomendable ya que

hace que las plantas crezcan más vigorosas, de gruesos falsos tallos que maduran
tardíamente haciendo que los cuellos de los bulbos no cierre bien y se tenga problemas
durante su almacenaje (Porcuna, 1992).

Temperaturas por encima de 32 °C en las etapas iniciales del desarrollo de las plantas,
pueden provocar bulbificación prematura, característica indeseable en este cultivo (Vallejo y
Estrada, 2004) por que Hay un efecto negativo sobre los centros de reacción (proteína D1)
y transporte de electrones.

Excesos de agua durante baja demanda del cultivo genera disminución en el transporte de
electrones y fijación de CO2. Cuando la tasa de reparación es igual a la tasa de daño la
eficiencia de los fotosistemas no se ven afectados, por lo que la concentración de nitrógeno
no solo es importante para la síntesis de pigmentos, sino también de proteínas estructurales
del aparato fotosintético (Pérez Asseff et al., 2007).

El frío afecta la fluidez de la membrana y la transmisión de la plastoquinona en el transporte

de electrones (Zhu et al., 2018). Los fotosistemas son afectados por las bajas temperaturas,
siendo el fotosistema I (PSI) el más sensible (Zhu et al., 2018). La apertura estomática es
afectada por las bajas temperaturas disminuyendo su apertura para evitar la deshidratación
producto a la menor absorción de agua de la planta (Jurczyk et al., 2019).

1.2 FORMACIÓN DE BULBO

Se inicia con la paralización del sistema vegetativo aéreo y la movilización y acumulación de

las sustancias de reserva en la base de las hojas interiores, que a su vez se engrosan y dan
lugar al bulbo, ​el hinchamiento del bulbo estar relacionado con la hidrólisis a fructosa y
glucosa de los fructanos previamente acumulados, lo cual incrementa los solutos
osmóticamente activos de las células de las escamas más externas y por lo tanto, la
absorción de agua, lo que conlleva la expansión celular (Brewster, 2008).

Durante este periodo tiene lugar la hidrólisis de los prótidos; así como la síntesis de glucosa
y fructosa que se acumulan en el bulbo. Se requiere:
● fotoperiodos largos,
● si la temperatura durante este proceso se eleva, esta fase se acorta.

Se realizó un comparativo entre el fotoperíodo y la temperatura; concluyendo en que para

inducir el desarrollo del bulbo es necesario un fotoperíodo mínimo antes que elevar cada
vez más la temperatura. A temperaturas muy elevadas no se da la bulbificación,
formándose en el tallo muchas yemas laterales desarrollándose a partir de ellos numerosos
pseudotallos (Brewster et al., 2008).

El hinchamiento del bulbo podría estar relacionado con la hidrólisis a fructosa y glucosa de
los fructanos previamente acumulados, lo cual incrementa los solutos osmóticamente
activos de las células de las escamas más externas y por lo tanto, la absorción de agua, lo
que conlleva la expansión celular (Brewster, 2008).

El inicio de la bulbificación es afectado por varios factores del ambiente, pero el factor único
que determina la bulbificación en cebolla es el fotoperíodo. La planta de cebolla es una
planta con respuesta de días largos (DL) y cualitativa al fotoperíodo. Si el largo del día no
supera un determinado valor crítico, dependiente de la variedad, la planta no bulbifica. No
importa cuánto tiempo pase ni cuál sea el valor de otras variables, si no se supera ese
fotoperíodo crítico no hay bulbificación. Sin embargo existen otros factores externos y de la
propia planta que pueden hacer variar los requerimientos de fotoperíodo crítico (FPc) para
bulbificar. El más importante de estos factores es la temperatura media (Dogliotti y Galván,
2011).
Se ha demostrado que la competencia entre ellas por la luz puede modificar el proceso de
desarrollo del bulbo. Bajo condiciones de buena fertilización y riego adecuado, la madurez
del bulbo se adelanta tanto por la alta densidad de plantas como por las plantaciones
tempranas cuya etapa de bulbeo coincide con los aumentos de duración del día, así mismo
con un mayor índice de área foliar, por lo tanto mayor intercepción de luz por el cultivo. La
maduración temprana es el resultado de una transición de un suceso fenológico a otro; es
decir la formación de las láminas foliares a formación de las catáfilas del bulbo, suceso
acelerado por las altas intercepciones de luz por el cultivo (Mondal y Brewster, 1986).

En la etapa de bulbeo el sistema radicular es más activo, respecto a la absorción de

nutrientes, si se tiene un buen desarrollo radicular, desde luego mayor será el nitrógeno
absorbido. Grandes cantidades de nitrógeno, son absorbidas cuanto más grande sea el
bulbo a cosechar (dependiendo de la variedad), pero el exceso retrasa la madurez del
bulbo, alargando y engrosando el cuello, dificultando el curado debido a lo suculento del
bulbo, consecuentemente los bulbos no soportan el almacenamiento. Si se aplica un riego
excesivo o prolongado el nitrógeno será movilizado fuera del alcance del sistema radicular,
por lo cual desciende el nitrógeno captado por la planta (Oregon State University, 1999).

1.2.1 FACTORES QUE INFLUYEN EN LA FORMACIÓN DEL BULBO

● FOTOPERIODO
El fotoperiodo es la duración del día, es decir la alternancia entre el día y la noche,
es decir, las diferencias de duración entre las horas luz y oscuridad. La cebolla es
una planta fotoperiódica que requiere para formar el bulbo 12 a 17 horas luz, la baja
intensidad luminosa demora la formación del bulbo, se reduce el crecimiento y si se
forma es de menor peso.
El ácido indolacético (AIA) y el ácido giberélico promueven el crecimiento del follaje
e inhiben la bulbificación, la acción de días cortos hace decrecer el AIA y con ello
también el crecimiento vegetativo y la bulbificación, mientras que el ABA induce la
formación de bulbos y el etileno la apresura.
● TEMPERATURA
La temperatura es probablemente el factor directo de la bulbificación ya que con un
mínimo de fotoperiodo y con adecuadas temperaturas se logra este proceso.
❖

1.3 REPOSO VEGETATIVO

La fase de reposo vegetativo es en la que el bulbo maduro está en latencia y la planta no se

desarrolla (Maroto, 1994)

1.4 FASE REPRODUCTIVA

La cuarta fase se produce en el segundo año del cultivo, comienza con la floración y termina
con la producción de semillas. Se produce una vez lograda la inducción floral por efecto de
bajas temperaturas. Durante el desarrollo floral, el ápice comienza a elongarse y a dar
forma al escapo floral. El escapo es hueco, cilíndrico y más grueso en su parte media. En el
extremo se forma una umbela con pétalos blanco azulados (Castillo 1999).

2. FISIOLOGÍA DE LA CEBOLLA

El desarrollo fisiológico del cultivo de la cebolla experimenta cambios desde que emerge
hasta que mueren. La cebolla presenta en el primer periodo de campo dos traos criticos,
que va desde la siembra del trasplante y el segundo el trasplante hasta la cosecha de los
bulbos. En el segundo periodo se registra el tercer tramo crítico, que abraca desde la
plantación del bulbo madre hasta la producción de la semilla.

2.1. FISIOLOGÍA DEL CRECIMIENTO

Esta etapa comprende los cambios que pasa de la germinación al estado de rodilla y
bandera o aparición de hojas cotiledonales y emergencia de las primeras hojas, se produce
entre 5 a 7 días dependiendo de la variedad y época del año,
El número de la hojas es variable, alcanzando su máximo desarrollo foliar durante el inicio
de la bulbificación, todos aquellos factores que promueven un crecimiento vigoroso seran
considerados responsables del incremento del rendimiento.

2.2. FISIOLOGÍA DE FOTOMORFOGENESIS

La capacidad productiva de los cultivos y variedades, son el resultado de procesos como la
cantidad de luz absorvida (Brewster, s.f.)
La época de siembra está determinada por las exigencias de la variedad en cuanto al
fotoperiodo o longitud del día es decir horas luz necesarias y se clasifica en:

● Cultivares de Ciclo Temprano o días cortos, requieren de 10 a 12 horas de luz.

● Cultivares de Ciclo Intermedio, requieren de 13 a 14 horas de luz
● Cultivares de Guarda o Tardias requieren de 15 horas de luz.

2.3. FISIOLOGÍA DE BULBIFICACIÓN

En el bulbo se acumulan las sustancias de reserva. El crecimiento y formación de las hojas
es un proceso continuo durante las fases de desarrollo vegetativo de la planta, luego se
hace más lento al desarrollarse el bulbo, la tasa y eficiencia fotosintética disminuye y la
translocación de los asimilados se incrementan.
La iniciación, promedio de la formación de los bulbos se encuentran influenciados por varios
factores del medio ambiente.
La formación del bulbo ocurre como respuesta a una interacción entre la duración del día y
la temperatura, específicamente de días largos y altas temperaturas.
La prematura formación de los bulbos, resulta de una reducción de los rendimientos. Los
fotoperiodos largos y la incidencia de temperaturas altas aceleran la formación de bulbos,
mientras que temperaturas bajas retrasan, además que inducen a la floración prematura.
 BIBLIOGRAFIA

DOGLIOTT; GALVÁN, 2011. Bases fisiológicas del crecimiento y desarrollo del cultivo de
cebolla. Curso de Fisiología de los Cultivos – Módulo HorticulturaFacultad de Agronomía –
Universidad de la República. UR. Consultado 20 de Mayo 2015.

BREWSTER, J.L., 2008. Onion and other alliums. 2nd edition. Wallingford: CAB
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MAROTO, J. 1983. Horticultura herbácea especial. Editorial Mundi–prensa. Madrid–España.

MONDAL, M. and BREWSTER, J.. 1986. Bulb development in onion (Allium cepa, L.). Effect
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