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Colina, 24 de julio de 2020

Sr.
Mauricio Basoalto Gutiérrez
Director de Educación Corporación Municipal de Colina
Presente

REF: Solicita aplicación del


Art. 7º letra a) del
Reglamento sobre
evaluación docente.

Rosario Pérez Rojas , Profesora de Matemáticas, segundo ciclo, de la escuela Rosita


Renard, perteneciente a la comuna de Colina abajo firmante, viene en solicitar al
Director de Educación de la Corporación Municipal de. Colina, don Mauricio Basoalto
Gutiérrez, la suspensión de la evaluación docente, en razón de lo establecido en el
Artículo 7º letra a) del Reglamento Sobre Evaluación Docente aprobado por
Decreto N° 192 del Ministerio de Educación, publicado en el Diario Oficial el día 30 de
agosto de 2004.

En efecto, el Articulo 7º letra a) del Reglamento Sobre Evaluación Docente


autoriza a los jefes de los Departamentos de Administración Municipal de Educación y
a los Directores de las Corporaciones de Educación Municipal para suspender la
evaluación docente para el año inmediatamente siguiente por diversas causales, entre
las cuales se menciona en la letra a) de dicha disposición “Por razones de Fuerza
Mayor”.
Fundamentos de hecho y derecho:

Chile, atraviesa una situación de emergencia por el brote del Coronavirus


(COVID-19) y que por ello el funcionamiento del país es parcial, con cuarentenas
parciales, cordones sanitarios y con suspensión de clases entre otras medidas. Con
fecha 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud calificó como
pandemia el brote de dicha enfermedad.

Cabe tener presente, que conforme lo establece la misma Constitución Política


de la República, es deber del Estado dar protección a la población y a la familia, así
como respetar y promover los derechos esenciales que emanan de la naturaleza
humana garantizados por la Carta Fundamental y por los tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encuentren vigentes. Así, en resguardo del derecho a la
protección de la salud, garantizado por el artículo 19 N° 9°, de la Constitución Política y
en cumplimiento del Reglamento Sanitario Internacional, aprobado por la Organizaban
Mundial de la Salud, de la cual Chile es miembro, mediante el decreto supremo N° 4,
de 2020, del Ministerio de Salud, se declaró alerta sanitaria para enfrentar la
amenaza a la salud publica producida por la propagación a nivel mundial del
Coronavirus 2019.

En el mismo orden de ideas, la ley 18.575, señala que la Administración del


Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común
atendiendo las necesidades públicas en forma continua y permanente.

Por lo mismo, es una obligación de los órganos del estado, adoptar las medidas
con el fin de proteger la vida y salud de sus servidores o trabajadores, evitando la
exposición innecesaria de estos a un eventual contagio; y resguardar la vida y salud.

Ahora, respecto de la fuerza mayor prescrita por el artículo 45 del Código Civil,
que señala que la fuerza mayor o caso fortuito constituye una situación de
excepción que, en diversos textos normativos, permite adoptar medidas especiales,
eximir del cumplimiento de ciertas obligaciones y plazos, o establecer modalidades
especiales para el cumplimiento, entre otras consecuencias que en situaciones de
normalidad no serían permitidas por nuestro ordenamiento jurídico.

El COVID-19, por cierto, representa una situación de fuerza mayor o caso


fortuito, cuya propagación en la población está dejando graves consecuencias en la
vida, salud e integridad de las personas.

En ese mismo orden de ideas, la Contraloría ha precisado en su dictamen Nº


92.194 de 2016 que:
“Como se advierte, la evaluación docente es un procedimiento reglado, que contempla
específicamente, en lo que interesa, los recursos que pueden hacerse valer al
respecto, la oportunidad y forma en que las causales de suspensión deben invocarse,
situaciones a las cuales se refieren los artículos 7° -que alude, entre otras, a las
razones de fuerza mayor- y 46 del citado decreto N° 192, de 2004, previendo que
para los efectos del recurso de reposición, estas tienen que alegarse antes del inicio
del proceso de evaluación o al momento de verificarse aquellas (aplica dictámenes
N°s. 64.337, de 2011, y 38.514, de 2016).

Asimismo, esta Entidad de Control ha concluido, entre otros, en el dictamen N°


37.270, de 2014, que la suspensión de la evaluación docente constituye una situación
excepcional que exige sea solicitada expresamente por el interesado, debiendo
acreditarse la causal invocada.”

Al respecto, de acuerdo con la doctrina y jurisprudencia, podemos sostener que


para que un hecho sea calificado como fuerza mayor o caso fortuito es preciso que se
reúnan tres elementos copulativos: la inimputabilidad, la imprevisibilidad e
irresistibilidad. 
La inimputabilidad consiste en que el hecho o suceso que se indica o que se invoca
como constitutivo de caso fortuito o fuerza mayor provenga de una causa ajena a la
voluntad de las partes, es un hecho ajeno a las y los docentes este virus;
La imprevisibilidad alude a que el hecho invocado racionalmente no se haya podido
prever, nadie pudo prever esta pandemia.
La irresistibilidad se entiende por tal que no es posible evitar sus consecuencias ni
aun cuando se opongan al hecho imprevisto todas las defensas idóneas, no obstante,
se tengan todas las protecciones, el virus y su enfermedad puede afectarnos de igual
forma.

En estas circunstancias la pandemia COVID 19, es una fuerza mayor, causal


eximente de nuestra legislación, y en particular de suspensión del proceso de
evaluación docente.

Entendiendo además, que en mi caso particular la existencia de esta pandemia,


así como la cuarentena obligatoria que nos hemos visto obligados a realizar con el fin
de prevenir el aumento de contagios, ha generado en mi persona un caso de angustia
constante que me impide dormir en las noches. El tener además a mis padres en
edades que son más propensos a contagiarse, aumenta mi nivel de preocupación.
Además en mi entorno, vecinos con los que me he criado de pequeño, han fallecido
producto de esta enfermedad, aumenta en mayor grado mi desesperación.
Además, el no saber cuándo volveremos a clases, aumenta mi nivel de stress ya
que no sé en qué condiciones se va a dar ese regreso y de qué forma pudiera realizar
mi clase grabada o desarrollar las clases a planificar que exige el portafolio.
Las condiciones que se deben cumplir en el regreso, no serán de normalidad y
como la evaluación está considerada en un contexto sin dificultades externas o del
entorno, hacen imposible que en mi escuela puedan asistir a clases regularmente mis
estudiantes, pues en las salas no podrán haber más de 10 estudiantes, no pudiendo
haber interacción entre ellos y yo.
Todos estos elementos, acompañados de las noticias que muestran cada día
que esta enfermedad aumenta en forma exponencial, me hacen imposible poder
elaborar un portafolio en condicionen normales.
El tener que hacerlo, al final me perjudicará, ya que sus resultados influyen en el
tramo en qué seré encasillado (el tramo incide en mi remuneración).
.
Por lo antes dicho, vengo en solicitar a usted la suspensión de la
evaluación docente 2020.

Sin otro particular, se despide atentamente

NOMBRE: Rosario Pérez Rojas


R.U.T. 10.000.999-1
Domicilio: Población La Copa, Pasaje Claudio Arrau, casa N°777, Colina.
Teléfono: +569 8888 3333

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