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Organización Administrativa: Principios y Tipos:

La organización administrativa es el proceso de planificar, controlar, dirigir y


organizar los recursos propios de una empresa, con la finalidad de alcanzar
los objetivos de la misma. Se encarga de coordinar los diferentes
departamentos, conjuntamente con los empleados que laboran en cada uno de
estos.
El objetivo es poder trabajar como un equipo y consolidar los propósitos
planteados por la organización. La organización administrativa permite el uso
óptimo de los recursos a través de una planificación y control meticulosos en el
lugar de trabajo. Para esto es necesario tomar decisiones y resolver los
problemas que surjan durante ese proceso.
Uno de los recursos donde tiene acción directa es el humano. La intención
principal es crear un ambiente pacífico y positivo, vinculando a cada empleado
con su trabajo y con la empresa.
La organización debe trabajar estrechamente con el personal, valorando e
incentivando su labor. De esta manera les brindará una sensación de seguridad
y unidad que se traducirá en un trabajo mancomunado para alcanzar los
objetivos de la empresa.
Principios
Relacionada  con los objetivos
Una empresa debe tener sus propósitos de manera clara y precisa. Ahí estará
reflejado el alcance del grupo, el cual definirá las diferentes estrategias y
acciones que se programarán y ejecutarán.
Todas las acciones establecidas en la empresa deben estar relacionadas con
los objetivos y metas de la organización, indistintamente del área a la que
pertenezcan. Así se reducirá el desperdicio de hacer labores orientadas hacia
otro norte que no sea el requerido.
Especialización
El trabajo que llevará a cabo el personal debe estar delimitado a un campo de
acción específico. Para lograr la eficiencia es necesario subdividir la tarea a
realizar en actividades claramente definidas, ya que mientras más específicas
sean estas, mayor será la eficacia del individuo en hacerla.
Jerarquía
Una organización administrativa está conformada por múltiples órganos, por lo
que se hace imperioso ordenarlos, tomando como criterio una serie de
relaciones de supremacía y subordinación. La intención es que la persona que
se encuentre en el tope sea quien ejerza el control sobre los subordinados.
En este orden jerárquico el órgano superior puede dirigir, inspeccionar y
ordenar a los que están debajo de este. Sin embargo, el poder no es absoluto;
tiene sus límites jurídicos.
Paridad entre autoridad y responsabilidad
Dentro de la organización es importante delegar responsabilidades en las
personas que se consideren capacitadas para llevar a cabo la tarea. Esto debe
ir acompañado con un grado de autoridad, aspecto indispensable para el
cumplimiento de lo asignado.
Unidad de mando
Cada función dentro de la organización administrativa debe estar asignada a un
departamento, el cual debe tener un solo jefe. Esto debe estar claramente
definido, a fin de evitar situaciones ambiguas en cuanto a liderazgo se refiere.
Difusión
Se deben publicar las funciones de cada cargo que tengan responsabilidad y
autoridad, al igual que facilitarlas (por escrito) a todas aquellas personas de la
compañía que tengan relación con este.
Amplitud o alcance de control
Un jefe debe tener un número máximo de subordinados. Cada cargo tiene
características específicas, y con base en estas características será calculada
esta cantidad.
Este límite —en cuanto a subalternos al mando— se establece con la finalidad
de no sobrecargar al gerente y permitir que pueda cumplir sus funciones
eficientemente.
Coordinación
Cada unidad que conforma la organización tiene su función específica, pero
todas deben estar sincronizadas hacia el logro de las metas de la empresa.
La idea es que no sean entes aislados ni antagónicos, sino que trabajen
armónicamente entre sí. De esta manera, todas las partes funcionaran de
forma eficaz y oportuna.
Continuidad
Una vez que se ha estructurado y establecido una organización administrativa,
la estructura debe mantenerse, haciéndole las mejoras que sean necesarias a
la par de recibir los ajustes necesarios, considerando los cambios de los
medios internos y externos ligados a la empresa.
Tipos
Organización lineal
Es una forma donde existe una jerarquización de la autoridad: hay un jefe con
sus respectivos subordinados. Su organización es simple y piramidal, donde las
líneas de autoridad y responsabilidad son directas y únicas.
La comunicación sigue estrictamente las líneas formales del organigrama. Al
ascender en la organización se tiene una visión global y centralizada de la
empresa.
A medida que se desciende, existe una visión más específica de cada
función. La autoridad tiene centralizadas la toma de decisiones y el control
sobre la organización.
Organización funcional
En esta organización las personas dedicadas a una actividad común se
agrupan en departamentos. Las tareas son agrupadas por funciones, siendo
una de las formas más básicas para dividir las áreas de trabajo.
La autoridad es funcional, no solo existe un jefe superior sino varios, cada uno
en su especialidad. La comunicación entre cada uno de los niveles es directa y
sin intermediarios.
Las decisiones son delegadas a cada uno de los cargos funcionales, aportando
cada cargo a la organización una asesoría de su especialidad.
Organización matricial
Se basa en la creación de equipos, integrados por empleados de diversas
áreas que tienen un proyecto como objetivo común. Una vez finalizado este, la
organización deja de funcionar como tal.
Los recursos humanos y materiales se asignan temporalmente a los diferentes
proyectos, por lo cual los empleados tienen dos jefes: uno del cargo y otro del
proyecto.
Para ejecutar el proyecto se reúnen varios expertos en un equipo de trabajo,
por lo que la jerarquía queda reducida, existiendo mayor grado de flexibilidad y
autonomía. Debido a que están involucrados varios departamentos, la
comunicación es directa entre estos.
Organización en comités
El comité está constituido por un grupo de personas con autoridad de línea y
de staff, los cuales tienen a su cargo el estudio de una situación específica.
Existen formales o informales:
Formales
Su autoridad está delimitada, así como también sus deberes, ya que están
integrados dentro de la organización formal de la compañía. Por lo general,
tienen un carácter permanente.
Informales
Se forman cuando se desea realizar un estudio particular. Son organizados por
una persona que desea un estudio o decisión sobre algún problema, por un
tiempo corto determinado.
Organización en trébol
Tiene como objetivo focalizar sus esfuerzos en propuestas y funciones claves,
dejándoles a profesionales externos el cumplimiento de las actividades
complementarias.
Esta organización se encuentra actualmente en boga, debido a que los
directivos están reduciendo sus costos operacionales contratando empresas
externas para que realicen ciertos trabajos.
ADMINISTRACIÓN CENTRALIZADA VS DESCENTRALIZADA

La centralización es una forma de administración en donde la autoridad en la


toma de decisiones es concerniente a un grupo reducido. La delegación de las
actividades es realizada por el administrador, pues es sólo él, el que tiene los
derechos reservados de iniciativa y poder y, por tanto el mando, al ejercer las
funciones respectivas, donde la subordinación es un elemento meramente
operativo. La acción depende directamente del jefe o del órgano al que
pertenece teniendo por consecuencia altos niveles de responsabilidad.
La descentralización por el contrario, es la delegación de la responsabilidad. La
subordinación es más un aspecto formal en la estructura de la organización o
entidad, dejando la autonomía propia como herramienta en la iniciativa.
Los aspectos formales de la administración suponen un reto importante: lograr
un equilibrio necesario para que los procesos no dependan de una sola
cabeza, pues limita en gran parte las acciones y aportes de otros, pero que al
mismo tiempo las responsabilidades delegadas cumplan unos criterios
unificados que posibiliten el desarrollo pleno de los objetivos en el ejercicio de
las actividades.
Una centralización completa de las actividades en DSpace, puede ocasionar
desestimulo en la publicación, pues los diferentes entes (autores, editores,
revisores, lectores) pueden sentir que no se les tiene en cuenta sus
necesidades o peor aún, creer que el proceso de la publicación como tal es
demasiado rígido. Por otro lado la rigurosidad que se debe tener con las
publicaciones no debe ser un sinónimo de inflexible.
Para descentralizar la responsabilidad en DSpace y facilitar al mismo tiempo la
administración del RI, se debe propiciar un espacio para que los roles de los
diferentes usuarios del repositorio, puedan manifestar en alguna medida sus
gustos, percepciones y preferencias, siguiendo unos acuerdos mínimos que
garanticen cierta uniformidad en las acciones, pero que permitan el suficiente
espacio que construya una cultura autónoma de respecto y responsabilidad.
Los manuales y protocolos como soporte en las diferentes acciones que se
pueden realizar en DSpace, facilitaría en gran medida una interacción que
permita construir un repositorio adecuado a las necesidades de sus usuarios,
pues son en últimas ellos los que lo construyen.
Elaborado: Jorge Mario Escobar
Bienes municipales
[DAd] Bienes de titularidad municipal que pueden ser de dominio
público o patrimoniales. Los bienes de dominio público serán de uso o servicio
público. Serán comunales aquellos bienes que, siendo de dominio público, su
aprovechamiento corresponde al común de los vecinos. Los
bienes comunales y de dominio público son inalienables, inembargables
e imprescriptibles. Los bienes patrimoniales o de propios son aquellos que no
se destinan al uso público ni están afectados a algún servicio público.
LBRL, arts. 79 a 83; RD 1.372/1986, de 13 de junio, por el que se aprueba
el Reglamento de Bienes de las Entidades Locales, arts. 1 a 8; STC 166/1998.

Con los derechos y acciones, forman el llamado patrimonio municipal. Los


bienes municipales se clasifican en bienes de dominio público y
bienes patrimoniales. Los bienes municipales de dominio público son los
destinados al uso o servicio público; entre ellos, cabe mencionar los
caminos, calles, plazas, paseos, aguas, obras
públicas de servicio general, mercados, lonjas, etc. Los
bienes municipales patrimoniales están integrados por dos clases: los
de propios y los comunales. Bienes de propios son los que, siendo
de propiedad del municipio, no están destinados al uso o servicio público.
Bienes comunales son los que, siendo de dominio municipal, su
aprovechamiento y disfrute pertenece exclusivamente a los vecinos.

Código civil, artículo 344. Ley de bases del Régimen local, artículos 79 a 83.


Los bienes municipales y su régimen jurídico
Definición de bienes y su clasificación.
Desde el punto de vista jurídico, bienes son todas las cosas, corporales o no,
que pueden constituir objeto de una relación jurídica, un derecho, una
obligación, o de uno y otra a la vez. Existe una categoría especial de bienes,
denominada bienes públicos, los cuales se caracterizan por beneficiar a todos
los individuos, de manera indivisible y no estar sometidos al principio de la no
exclusión, esto es, que resulta prácticamente imposible impedir que un
individuo disfrute de un bien público, como las vías de comunicación o la
iluminación de las calles.
Los Municipios, al igual que la Nación y los Estados, poseen bienes,
denominados bienes municipales, los cuales forman parte, junto con los
ingresos por ellos producidos, del activo de la Hacienda Pública Municipal,
según lo establece el artículo 124 de la LOPPM.
La LOPPM considera como bienes municipales, en el artículo 131, sin
menoscabo de legítimos derechos de terceros: “ los bienes muebles e
inmuebles que por cualquier título formen parte del patrimonio del Municipio, o
aquellos destinados en forma permanente al algún establecimiento público o
servicio del Municipio o a algún ramo de su administración, salvo disposición o
convenio expresos en contrario”.
En este mismo artículo, los bienes municipales se dividen en bienes del
dominio público y bienes del dominio privado, tal cual la división establecida en
el artículo 539 del Código Civil.
Son bienes del dominio público municipal, según el artículo 132 de la LOPPM:
• Los ejidos, exceptuando las tierras correspondientes a los pueblos y
comunidades indígenas.
• Las vías terrestres urbanas, rurales y de usos comunales.
• Los que adquiera el Municipio mediante expropiación conforme a la ley.
Los bienes del dominio público son los que están destinados al disfrute de toda
la comunidad, utilizables por todos los habitantes sin discriminación, en forma
gratuita. También se les llama bienes dominiales. Su característica principal es
que son inalienables e imprescriptibles , según disposición del artículo 133 de
la LOPPM. Ello se explica por su destino de uso común, en virtud de lo cual, su
apropiación por ciertos particulares con exclusión de los demás, ocasionaría un
evidente perjuicio a la comunidad. No obstante, pueden los Concejos
Municipales desafectar los bienes del dominio público de tal condición, con el
voto favorable de las tres cuartas partes (3/4) de sus integrantes, previa
consulta al respectivo Consejo Local de Planificación Pública y las opiniones
favorables del Síndico Procurador y del Contralor Municipal.
Los bienes del dominio público del Municipio, pueden ser de uso público o de
uso privado, de acuerdo a norma establecida en el artículo 540 del Código
Civil. Los de uso público, son de uso común y general de los ciudadanos, en
forma gratuita y libre. Los de uso privado son aquellos cuya utilización está
sujeta a determinadas condiciones, como es el caso de los usos sometidos a
concesión o los que requieren de un permiso especial. Tal es el ejemplo de las
aceras en ciertos bulevares, para el uso de clientes de una determinada
explotación comercial (Vg. restaurantes o fuentes de soda).
También son bienes del dominio público municipal, las avenidas, calles, plazas,
aceras, parques y todos aquellos que por su naturaleza y destino no
pertenecen a particulares y están a la disposición de uso público. Cuando estos
bienes dejan de destinarse al uso público, pasan al dominio privado del
Municipio.
Los bienes del dominio privado del Municipio, son aquellos sobre los cuales
éste ejerce su propiedad, como cualquier persona de derecho privado, como
serían, por ejemplo, los terrenos propios del Municipio y los bienes fiscales
empresariales, entre los cuales se incluyen las instalaciones, maquinaria y
equipo de las empresas industriales y comerciales. También son bienes del
dominio privado del Municipio, los bienes fiscales de servicio público que, al
igual que los anteriores, pueden originar, en casos excepcionales,
determinados ingresos fiscales.

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