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Desde el inicio del caso se menciona a alias ‘’el arropiero’’ como una persona cuya
orientación sexual era bisexual, por lo que sus víctimas varían entre hombres y mujeres, se
le describe además como una persona con carácter altamente violento y promiscuo,
características evidenciadas desde aproximadamente sus 12 años de edad, carácter que
posiblemente se ha forjado a causa de la dura y violenta crianza que recibió por parte de su
abuela y otros parientes, sumado a esto el abandono de su padre, y la ausencia de la figura
materna en su vida, quien fallece en el momento de dar a luz.
Luego de ser dado de baja en La Legión Española a los dieciocho años, por consumo de
marihuana e iniciar un proceso de desintoxicación y presentar una serie de posiblemente
fingidos ataques epilépticos, para luego ser declarado no apto para el servicio militar,
emprende rumbo a la costa mediterránea implementando la mendicidad, robando casas de
campo y prostituyéndose, motivado por la satisfacción de su apetito sexual, y en algunas
ocasiones la obtención de ciertos bienes materiales de sus víctimas como dinero, carteras,
relojes y joyería, esa misma motivación que lo llevo a trasladarse por países como Francia,
Italia y el resto de España, dejando a su paso gran cantidad de asesinatos y crímenes, de los
cuales se declaró autor de cuarenta y ocho muertes, sin embargo solo se llegó a probarle
ocho, nunca fue legalmente juzgado, pues faltaron acusaciones particulares y suficientes
testigos.
Por otro lado en otras pruebas médicas realizadas se arrojó que el criminal cumple con el
cromosoma XYY, conocido universalmente como el cromosoma de la criminalidad, debido
a su ‘’doble Y’’, distintivo en la virilidad a quienes lo poseen se les llama sarcásticamente
‘’superhombres’’, ya que esa condición genética suele en muchas ocasiones conllevar a
diversas alteraciones sexuales.
Con base en lo anterior y con la cantidad de crímenes que cometió muchos especialistas se
refirieron a él como un criminal nato, un asesino capaz de hacer mucho daño, con alto
grado de peligrosidad lo que impedía cualquier posibilidad de que en algún momento
llegara a estar en libertad mientras se mantenga vivo, con esto se resalta lo anteriormente
mencionado respecto a su falta de conciencia, culpabilidad y remordimiento denotando un
tipo de violencia que será especificado más adelante.
Existen muchos factores que pudieron llegar a influenciar en ‘’El Arropiero’’ que pudieron
desencadenar estas conductas, incluso algunos aún desconocidos, sin embargo uno que
logro ejercer una clara influencia en él fue el factor familiar , y las características distintivas
de la crianza en la que se vio envuelto, puesto que el junto a su única hermana, mayor que
él, fueron enviados forzosamente a vivir con su abuela, pues al momento de nacer fallece su
madre, en su crianza no solo participo su abuela, si no también varios parientes, quienes en
repetidas ocasiones y durante muchos años le propinaron duras golpizas en todo su cuerpo
como forma de educación, esta podría ser la principal causa de sus conductas y reacciones
violentas con sus víctimas, un detonante importante en su carrera y que llegara a tener
repercusiones no solo en sus crímenes sino también en su vida diaria y en sus relaciones.
La influencia familiar desde la infancia hace parte de todos aquellos elementos que
permiten tanto el desarrollo de nuestra personalidad como nuestro carácter, ambos
componentes que nos acompañan por el resto de nuestra vida, ya que se proporcionan todos
aquellos esquemas, modelos, roles y actitudes que serán utilizados como punto de
referencia desde las primeras etapas, es decir, desde la infancia, hasta la vida adulta, en el
caso de este victimario, la familia fue un factor predisponente a toda esta serie de crímenes
cometidos de forma tan particular y además por tanto tiempo, a todo esto se le agrega la
marcada ausencia de su madre, una figura materna que lo acompañe y guie, si bien estuvo
con su abuela y otros parientes, estos no lograron suplir las necesidades y vacíos que su
madre dejo con su muerte, y además un padre que sin ningún problema lo entrego a él y a
su única hermana a su suerte y que sean criados por su abuela, otro dato relevante es el
hecho de que su apodo del ‘’el arropiero’’ se debe a su padre, pues se dedicaba a vender
dulces caseros hechos a base de arrope.
A nivel general se puede decir que el estilo de crianza que tuvo Manuel Delgado según
Vega (2006) fue autoritario pues se reduce la participación del niño al mínimo, solo
obedece ordenes, y si no son acatadas las repercusiones son severos castigos, muy poca
comunicación, y reglas inflexibles, que causan en el niño retraimiento, temores,
irritabilidad, dificultad para establecer relaciones sociales y carencia de control interno.