Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
literatura y pandemia
The Respiratory System: Literature and Pandemic
Sistema respiratório: literatura e pandemia
Javier Guerrero
P R I N C E T O N U N I V E R S I T Y, E S TA D O S U N I D O S
PhD, New York University. Su trabajo plantea intersecciones entre cultura visual,
sexualidad y cuerpo con especial énfasis en la enfermedad y el archivo. Es
autor de Tecnologías del cuerpo. Exhibicionismo y visualidad en América Latina
(Iberoamericana - Vervuert, 2014), y editor de diversos volúmenes y libros,
entre los que se encuentran: Relatos enfermos (Conaculta, 2015), Vulgaridad
Capital (Taller de Letras, 2015) y Biopolíticas de la visualidad en la necrópolis
contemporánea (Cuadernos de Literatura, 2019). Asimismo, es coeditor de Cuerpos
enfermos/Contagios culturales (Estudios, 2011), Excesos del cuerpo. Relatos de
contagio y enfermedad en América Latina (Eterna Cadencia, 2009/2012) y del
libro A máquina Pinochet e outros ensaios (e-galáxia, 2017), antología de artículos
y ensayos de la escritora chilena Diamela Eltit. También es autor de la novela
Balnearios de Etiopía (Eterna Cadencia, 2010). Actualmente, prepara dos nuevos
libros: Synthetic Skin: On Dolls and Miniature Cultures y La impertinencia de
los ojos: oscuridad, opacidad, ceguera. Correo electrónico: jg17@princeton.edu
Artículo de reflexión
Esta es una versión pre-print del artículo que será publicado en el número 47 de Cuadernos de Literatura
2
Sistema respiratorio: literatura y pandemia
3
JAVIER G UE R R E R O
1.
La pandemia ha sido utilizada para postergar o desmovilizar movimientos
que exigen reivindicaciones sociales impostergables. El caso de Chile
resulta paradigmático, ya que las acciones del gobierno han intentado
neutralizar el estallido social y esconder los actos de lesa humanidad per-
petrados por el Estado. La pérdida de los ojos de jóvenes manifestantes
causada por el ejercicio de una violencia desmedida continúa impune. Sin
embargo, el virus también ha expuesto con crudeza el fracaso del capita-
4
Sistema respiratorio: literatura y pandemia
2.
La capacidad del virus de habitar cualquier cuerpo –independientemente
de su raza, etnia o género–, pero su especial propensión sobre los cuerpos
más vulnerables, logra extender la violencia sistemática que sufren a diario
las poblaciones afroamericanas, hispanas o de otras minorías en el mundo
postindustrial. Las protestas desencadenadas por el asesinato de Floyd no
están marcadas por partidos, ni organizaciones específicas fuera de algu-
5
JAVIER G UE R R E R O
6
Sistema respiratorio: literatura y pandemia
3.
¿Pero quiénes son los muertos de la pandemia del covid-19? ¿Cómo
exponer las miles de vidas y cuerpos que se han quebrado durante este
tiempo? Marianne Hirsch llama la atención sobre una paradoja que ha
marcado el relato visual de la actual crisis y destaca que frente a la capa-
cidad microscópica de visualizar el “enemigo invisible” o a la fascinación
fotográfica por las metrópolis despobladas o clausuradas, se produce una
invisibilización de los cuerpos que han perecido a causa del virus. Pese
a la proliferación de algunos proyectos fotográficos puntuales, como el
del fotógrafo argentino Julio Pantoja o el de la artista británica Heather
Glazzard, no se han materializado hasta el momento imágenes icónicas
representativas de la pandemia (Hirsch).
La muerte ha sido totalmente desplazada y enmascarada. Como ha
propuesto Claudio Lomnitz, en Estados Unidos y Europa, el siglo xx se
ha caracterizado por un férreo rechazo de la muerte (20). En este caso, el
virus parece potenciar la fragilidad de la vida; pero el padecimiento de los
enfermos se ha sustituido por la publicación de estadísticas de muertes re-
gistradas en sitios como Worldometer o el Coronavirus Resource Center
de Johns Hopkins University. Sin embargo, el asesinato de George Floyd
ante las cámaras ha sustituido y potenciado los cuerpos seropositivos del
coronavirus que Hirsch echaba en falta. Los ocho minutos y cuarenta y
seis segundos que duró su homicidio, documentado por los dispositivos
móviles del presente –como también sucedió en el caso de Philando Cas-
tille, una vez más en Minnesota– fijan una imagen que derriba cualquier
separación entre violencia policial, racismo y pandemia.
Sea como fuere, y más allá del asesinato de Floyd, nada o casi nada
parecen decir los filósofos y pensadores del presente acerca de la muerte.
Al respecto, aunque mucho se ha opinado y escrito hasta el momento so-
bre la pandemia, me interesa destacar un artículo que en mi opinión toca
la zona más álgida del curso viral. Frente a la crisis de interpretación que
ha demostrado la repuesta al covid-19, Rita Segato acude a la exterioridad
cartesiana y los errores del especismo para llamar la atención sobre cómo
el virus viene a fijar nuestra impostergable mortalidad. Es decir, pensar que
dominamos la naturaleza y que, por lo tanto, estamos fuera de ella, consti-
tuye un lugar de omnipotencia que ha definido la condición destructiva del
animal humano. En este sentido, Segato formula una pregunta provocado-
ra: “Quién tendrá entonces la permisión de narrarlo a futuro, para usar la
expresión de Edward Said, o quién detendrá el derecho a narrar, usando
7
JAVIER G UE R R E R O
4.
La respuesta artística ante la epidemia del sida y vih ha fijado las inequívocas
relaciones entre enfermedad y política. En Latinoamérica, escritores como
Pedro Lemebel, Mario Bellatin, Fernando Vallejo, Daniel Link, Reinaldo Are-
nas, Severo Sarduy, Néstor Perlongher, Caio Fernando Abreu, Ángel Lozada;
artistas visuales como Giuseppe Campuzano, Roberto Obregón, las Yeguas
del Apocalipsis, Liliana Maresca; activistas como Víctor Hugo Robles, el
Che de los Gays; o cineastas como Anahí Berneri, para nombrar solo a unos
pocos, han sabido localizar críticamente los signos más complejos u ocultos
del virus. Pedro Lemebel, por ejemplo, captura las geopolíticas del sida, y
no solamente cuando entiende el virus como arma letal teledirigida desde el
norte, capaz de inocular la lógica neoliberal en los cuerpos muertosdehambre,
o cuando hace del sida un sofisticado bisturí que permite la reinvención del
cuerpo y la reasignación del sexo. El principal propósito de su libro Loco
afán (1997) comprende la capacidad de estos cuerpos sudacas de “devolver-
le el sida” al primer mundo. En Salón de belleza (1994), Bellatin escribe un
espacio cosmético que desafía el biopoder, cuando pasa a ser un laboratorio
experimental en el que se discute la materialidad del cuerpo. El moridero de
la novela suspende todo el entramado del farmacopoder (Preciado, Testo)
8
Sistema respiratorio: literatura y pandemia
9
JAVIER G UE R R E R O
Severo Sarduy ajusta cuentas con la vida desde un más allá que marca
el libro como uno de sus últimos soportes materiales.
5.
Cuando Nathalie Bouzaglo y yo nos embarcamos en la producción del volumen
Excesos del cuerpo. Relatos de contagio y enfermedad en América Latina (2009),
intentamos desorientar las metáforas que dominaban su semiología literaria.
Pensamos en cómo la condición anómala y frágil del cuerpo podía convertirse en
potencia productiva. La espesura de las poéticas de los once escritores convoca-
dos al que sería nuestro laboratorio de contagio nos permitió intervenir el campo
literario e incidir en la fijeza de la enfermedad, sus poéticas y políticas. Después
de publicar el libro, otras escrituras han inquietado las tecnologías lectoras más
instaladas y propagadas de enfermedades tan estigmatizantes y culturalmente
señaladas como el alzheimer, la demencia senil, o incluso aquellas dolencias o
anomalías que definen el cuerpo como enfermo. Por ejemplo, tanto las argentinas
Tamara Kamenszain y Sylvia Molloy, con El eco de mi madre (2010) y Desarticu-
laciones (2011), respectivamente, como la poeta venezolana Jacqueline Goldberg,
con El cuarto de los temblores (2018), ponen en crisis el recinto hospitalario y
producen una poética que excede la oposición binaria salud-enfermedad, a la vez
que descontinúan –como ha formulado Florencia Garramuño – ideas de perte-
nencia, especificidad y autonomía adjudicadas a la literatura (23).
Ricardo Piglia, por su parte, incide en cómo la enfermedad impacta
la materialidad de la escritura y sus formas. Su decisión de escribir con los
ojos Los casos del comisario Croce (2019), una vez que la esclerosis lateral
amiotrófica afectó su movilidad, le posibilitó destituir la enfermedad como
obstáculo e incorporarla a la tecnología que ha impactado la historia de la
escritura y sus máquinas. Sin poder dictar los textos a su asistente, Piglia
sumó una nueva máquina a aquellas sobre las que ya había reflexionado
en ensayos y conferencias: “la máquina de escribir con un rollo de papel
continuo que usaba Kerouac, pasando por la grabadora con la que Puig
10
Sistema respiratorio: literatura y pandemia
6.
Una segunda intervención que considero importante pensar a propósito de la
relación entre política y estética, la constituye la Escena de avanzada chilena.
Nelly Richard ha propuesto que a pesar de que el vector arte/política condense
las principales claves de lectura de la historia del arte latinoamericano, el poten-
cial emancipador del nuevo arte político estaría en la capacidad de la obra de
problematizar la relación entre imagen y mirada. El espectador se siente llamado
a “desensamblar y reensamblar críticamente sus materiales contradiciendo así la
idea prefijada de un relato ya listo” (13). Muchos de los artistas que integraron la
neovanguardia en Chile en el tránsito entre la dictadura de Pinochet y el modelo
de rearticulación nacional que le sucedió, como Raúl Zurita, Paz Errázuriz, Lotty
11
JAVIER G UE R R E R O
12
Sistema respiratorio: literatura y pandemia
7.
El 9 de junio de 2020, Gwenn Carr, la madre de Eric Gardner, acudió al sepelio de
George Floyd en Houston. Como antes consigné, Garner pronunció la misma frase
de Floyd, “I can’t breathe”, al ser asesinado cinco años atrás en Brooklyn. Carr relató
que cuando por primera vez vio el video en el que Floyd clamaba por su madre, pese
a que la misma había muerto hacía dos años, sintió que su hijo le hablaba desde la
tumba: “I could hear Eric’s death echoing from the grave” (“2 Black Mothers”).
Sostener la politicidad de la literatura pese a que ella no constituye un espacio
privilegiado de inscripción del horror resulta un problema a discutir. La literatura no
necesariamente es un vehículo de ideas de justicia y equidad. Como sabemos, se trata
de un dispositivo capaz de ser cooptado por cualquier ideología o posición política.
Tanto ella como las artes visuales, el cine o la música han sido históricamente ocupa-
das por agendas totalitarias y genocidas. No obstante, la baja vigilancia a la que está
sometido el quehacer literario –a diferencia de tantos dispositivos e instituciones del
presente–, abre la posibilidad de producir intersecciones, okupaciones, que puedan
sintonizar la respiración de estos tiempos. Porque el estruendoso grito ahogado de
George Floyd y la parálisis respiratoria que han experimentado decenas de miles de
cuerpos a causa de la pandemia apuntan a un mismo sistema.
13
JAVIER G UE R R E R O
Obras citadas
“2 Black mothers who have lost sons in police custody speak out:
‘My heart was crushed’”. Today.com. Web. June 2, 2020.
Agamben, Giorgio. “L’invenzione di un’epidemia”.
Quodlibet. Web. 26 de febrero de 2020.
Bellatin, Mario. Salón de belleza. Lima: Jaime Campodónico Editor, 1994. Impreso.
Bouzaglo, Nathalie y Javier Guerrero, eds. Excesos del cuerpo. Relatos de contagio y
enfermedad en América Latina. Buenos Aires: Eterna Cadencia, 2009. Impreso.
Butler, Judith. “Capitalism Has its Limits”. Verso. Web. 30 de marzo de 2020.
Campillo, Robin, dir. BMP (Beats per Minute). Les Films de Pierre. DVD.
Center for Behavioral Health Statistics and Quality. Key substance use and mental health
indicators in the United States: Results from the 2015 National Survey on Drug Use
and Health (HHS Publication No. SMA 16-4984, NSDUH Series H-51). Web. 2016.
Eltit, Diamela. Fuerzas especiales. Santiago de Chile:
Editorial Planeta Chilena, 2013. Impreso.
_____. Impuesto a la carne. Santiago, Chile: Seix Barral, 2007. Impreso.
_____. Jamás el fuego nunca. Santiago de Chile: Seix Barral, 2011. Impreso.
_____. Lumpérica. Santiago de Chile: Ediciones del Ornitorrinco, 1983. Impreso.
_____. Mano de obra. Santiago de Chile: Editorial Planeta Chilena, 2002. Impreso.
_____. Réplicas: Escritos sobre arte, literatura y política.
Santiago de Chile: Seix Barral, 2016. Impreso.
_____. Sumar. Santiago de Chile: Seix Barral, 2018. Impreso.
Garramuño, Florencia. Mundos en común: ensayos sobre la inespecificidad en
el arte. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2015. Impreso.
Gemetto, Jorge. “La máquina de escribir con los ojos”. Sujetos/
cultura y política. Web. 17 de octubre de 2018.
Goldberg, Jacqueline. El cuarto de los temblores. Caracas:
Oscar Todtmann editores, 2018. Impreso.
Han, Byung-Chul. “La emergencia viral y el mundo de mañana”.
Traducción de Alberto Ciria. El País. Web. 22 de marzo de 2020.
Hirsch, Marianne. “Photography in the Age of Social Distance”.
HemiPress. The Hemispheric Institute. Web. June 1, 2020.
Kamenszain, Tamara. El eco de mi madre. Buenos Aires: Bajo La Luna, 2010. Impreso.
Lemebel, Pedro. Loco afán: crónicas de sidario. Santiago
de Chile: LOM Ediciones, 1997. Impreso.
Link, Daniel. La ansiedad: novela trash. Buenos Aires:
El Cuenco de Plata, 2004. Impreso.
14
Sistema respiratorio: literatura y pandemia
15