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LA MELODIA

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Tenemos entonces que la repetición de las ideas nos permite “entender” Y
“ABSORVER” lo que estamos escuchando. Tal repetición puede ser idéntica a su
plantilla o no.
En el caso de las melodías de canciones infantiles, (EJEMPLO 3) es muy
usado el uso de las repeticiones “literales”, y eso mismo las vuelve tan fáciles de
entender que, como quien diría, hasta un niño puede aprenderlas. Fijémonos como esta
melodía esta formada por dos frases con una repetición identica cada una (lo que se
denomina canon) incluso en la letra.
También en el tema Samba pa ti de Santana sucede lo mismo en casi toda la
canción, las frases vienen casi todas duplicadas, aunque aquí en la partitura he borrado
las pequeñísimas variaciones que hace Carlitos entre una frase y otra para que nos
resulte más didáctico. (Si no se los cuento quizás no se percatan, jeje) En este caso la
primera frase consta de dos partes que se repiten y la segunda se repite idénticamente en
su primera parte aunque luego hay una variación a modo de remate, recurso muy
utilizado. (EJEMPLO 4)

Otra forma de utilizar el patrón es variando su altura melódica (o armónica)


manteniendo el ritmo o viceversa. Adjunto una versión del gracias a la vida de la violeta
parra, el cual me parece un tema precioso en que se refleja perfectamente que un solo
patrón rítmico da para hacer una canción entera, sin restarle calidad por eso.
Un ejemplo claro de las repeticiones con las mismas figuras rítmicas y diferente
altura melódica seria el Standard de jazz Autum Leaves, (EJEMPLO 5 )el cual repite la
misma frase descenderte hasta cuatro veces, bajando un tono cada vez y manteniendo
los mismos intervalos, con lo que se crea una melodía fácil y pegadiza.
En el caso de que mantengamos las notas o intervalos y cambiemos las figuras
rítmicas, el parecido entre una frase y otra es mucho mas obvio todavía, aunque no tan
contundente. Aquí podemos hacer referencia al típico solo de guitarra donde hacemos
un punteo que en realidad es la melodía de la voz con variaciones de rítmica, o una
octava mas arriba o incluso si queremos en la sexta o la tercera de la melodía original,
pero manteniendo los intervalos.

LOS CLIMAX DE LA MELODIA

Llamamos clímax al punto álgido de una melodía, cuando tenemos la sensación


de que llegamos a donde nos guiaba toda la canción. Dicho clímax es percibido por el
oído como algo que ya a sido resuelto, donde esta todo ya dicho y donde solo queda
empezar a bajar en intensidad para volver a llegar a un punto de relajo.
Tal clima se puede conseguir con algunos truquillos:
Normalmente, si hay un clímax, también deberá de haber relajo. Y este se
encontrara en el entro tonal de la melodía, es decir en su tónica, fundamental, prima o
como quieran llamarla.
A medida que nos alejamos subiendo o bajando (las mas veces subiendo) del
punto de relajo la tensión aumenta, debido a que la cantidad de información que el oído
tiene que procesar es mayor tanto armónica como rítmicamente y necesita mas tiempo
para eso, así que nos mantendremos yendo y viniendo por el centro tonal, alejándonos
paulatinamente hasta llegar al punto mas alto (generalmente) de la melodía, el llamado
clímax.
En el famoso bolero “Bésame mucho” la melodía empieza en el punto máximo
de relajo (Re, en la tonalidad de Re menor) y va ascendiendo por la escala melodica
progresivamente y pasando por todas sus notas a conciencia, dando la posibilidad al
oído de saber en que terreno esta pisando a cada momento. El punto cumbre de la
melodía es un Mi ubicado a una distancia de nueve intervalos de la fundamental, del
que luego volveremos descendiendo en un repaso de vuelta hasta el punto de relajo, no
sin antes habernos quedado allá arriba unos momentos suficientes como para sostener y
reforzar el clímax, además de para impresionar a las niñas. Aquí dejo un grafico muy
básico para visualizar esto:

Lógicamente podemos empezar la canción en un punto que no sea la


fundamental la que tiene el tiempo fuerte, si no que puede ser también la tercera o la
quinta, notas bastante pasivas, o en cualquier otra, pero siempre teniendo en cuenta que
mientras mas tensión acumulemos mas tendremos que justificar dicha tensión .No es lo
mismo empezar una melodía con un salto intervalito de una octava en que el oído tiene
de golpe y porrazo una escala completa de información entre dos notas, o sea ,un
montón de intervalos de los que aun no sabe nada, y una octava que no resuelve nada
porque no nos da mas pistas acerca de en que terreno se mueve la armonía, que ir
subiendo poco a poco. En el primer caso siempre tendremos que rellenar ese espacio
que nos hemos saltado para quitar la excesiva tensión, volviendo luego hasta un punto
de relajo.

En el EJEMPLO 6 comenzamos la melodía con un salto de octava, y luego


irremediablemente empezamos a volver con un descenso escalonado, y luego subimos
nuevamente hasta una distancia de diez grados mas arriba para llegar hasta el clímax y
luego bajar ortodoxamente. Fijémonos que la segunda parte (después de la repetición) la
melodía se mantiene arriba, manteniendo la tensión con respecto a la primera.
GRAFICO ALICE IN WONDERWORLD 1raPARTE:

Hemos de tener en cuenta que no solo la distancia entre los dos extremos de la
melodía ocasionan un clímax, sino también la velocidad y brusquedad en la que se
recorre dicha distancia, ya que el clímax no es mas que la acumulación de tensión de
una manera que no sobrepase musicalmente.
Podemos tener una melodía prácticamente estática, que juegue solo en uno o dos
grados de distancia y ocasionar su clímax solamente a una tercera de distancia
de la nota de partida, o podemos ocasionar clímax de saltos de oncena o lo que
queramos.
También tenemos las herramientas armónicas para ocasionar tensiones y relajos,
y podemos modular a otras tonalidades para dar giros inesperados etc.

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