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Qué es aprender:

Logicas de los mundos:

Si le ocurre a un mundo estar al fin situado –por el hecho de que adviene ahí un sitio– y disponerse
entre la singularidad y el hecho, es a la red de las consecuencias a la que le corresponde, entonces,
decidir 414 [APRENDER ES LLEVAR A CABO LA DECISIÓN POR LA SINGULARIDAD, EL MAESTRO
MUESTRA, MARCA, LOS SITIOS DE IGUALDAD, PERO ÉL NO DECIDE, ESA DECISIÓN ES UN ACTO DE
INTELIGENCIA, Y LA ÚNICA INTELIGENCIA OPERATIVA EN EL MOMENTO DE IGUALDAD ES LA DEL
ALUMNADO, POR ESTO ES QUE ES ESTE EL QUE DECIDE, Y ESTA DECISION ES EL APRENDIZAJE
PROPIAMENTE DICHO] [el maestro soporta –es el soporte de- esa decisión, y sin este soporte no
podría llevarse a cabo, pero el maestro no realiza esa decisión]

De lo que se trata es de formalizar lo que quiere decir, para un cuerpo, tratar un punto. Lo cual
equivale a formalizar, en suma, la eficacia de una “decisión” para un sujeto determinado 534

sea un sitio (un objeto afectado de autopertenencia) que es una singularidad (su intensidad de
existencia, por más instantánea y evanescente que pueda ser, es sin embargo máxima). Diremos
que ese sitio es una “singularidad fuerte”, o un “acontecimiento”, si el valor del acarreamiento
del valor (nulo) de su inexistente propio por el valor (máximo) del sitio mismo es, él mismo,
máximo. 417

un acontecimiento es un sitio que tiene la capacidad de hacer existir en un mundo al inexistente propio del
objeto subyacente al sitio. Este vuelco del inapareciente al aparecer singulariza, en la retroacción de sus
implicaciones lógicas, el sitio acontecimiental 498

en adelante, puedo identificar fundamentalmente “sitio” y “multiplicidad acontecimiental”


–evitando así las aporías banales de la dialéctica entre estructura e historicidad–, y que economizo
todo recurso a una misteriosa nominación. Además, en lugar de la oposición rígida entre situación y
acontecimiento, despliego los matices de la transformación, desde la móvil-inmóvil modificación
hasta el acontecimiento propiamente dicho, pasando por la neutralidad del hecho. 401

Un múltiple que es un objeto de ese mundo –cuyos elementos son indexados sobre el trascendental
del mundo– es un “sitio” si le ocurre contarse a sí mismo en el campo referencial de su propia
indexación. O también: un sitio es un múltiple al que le ocurre comportarse en el mundo con respecto a sí
mismo como con respecto a sus elementos, de tal suerte que es el soporte de ser de su propia aparición.
Incluso si la idea es todavía oscura, se ve su contenido: un sitio soporta el posible de una singularidad, porque
convoca a su ser en el aparecer de su propia composición múltiple. Él se hace, en el mundo, el ser-ahí de su
ser. Entre otras consecuencias, el sitio se dota de una intensidad de existencia. Un sitio es un ser al que le
ocurre existir por sí mismo. 403

Un sitio que no existe máximamente es sólo un hecho. Aunque ontológicamente identificable, no es, en el
aparecer, lógicamente singular. Hemos llamado modificación al simple devenir de un mundo, visto desde el
punto de un objeto de ese mundo. Interna a las correlaciones trascendentales establecidas, la modificación no
nombra ningún sitio. Llamaremos hecho a un sitio cuya identidad de existencia no es máxima. Llamaremos
singularidad a un sitio cuya intensidad de existencia es máxima. Henos aquí en posesión de tres grados
distintos del cambio: la modificación, ontológicamente neutra y trascendentalmente regular; el hecho,
ontológicamente supernumerario, pero existencialmente (y por ende, lógicamente) débil; la singularidad,
ontológicamente supernumeraria y de valor de aparición –de existencia– máximo. 413

Si le ocurre a un mundo estar al fin situado –por el hecho de que adviene ahí un sitio– y disponerse entre la
singularidad y el hecho, es a la red de las consecuencias a la que le corresponde, entonces, decidir 414
415

Un sitio es un objeto de un mundo que cae globalmente bajo las leyes de diferenciación y de identidad que
ese mundo asigna localmente a sus elementos. Un sitio se hace aparecer. De allí se infiere, si se examinan las
consecuencias posibles de las existencia de un sitio, una distinción crucial entre un hecho y un
acontecimiento. A grandes rasgos, un acontecimiento es un sitio que tiene la capacidad de hacer existir en un
mundo al inexistente propio del objeto subyacente al sitio. Este vuelco del inapareciente al aparecer
singulariza, en la retroacción de sus implicaciones lógicas, el sitio acontecimiental 498

Hemos enlazado esta noción de punto con la de decisión. Por lo cual el punto es, en suma, un operador
topológico –una localización corporal respecto del trascendental– que, simultáneamente, espacia y conjunta lo
subjetivo (un procedimiento de verdad) y lo objetivo (las multiplicidades que aparecen en un mundo). 441

Un punto del mundo (en realidad, del trascendental de un mundo) es lo que hace comparecer la infinidad de
los matices de un mundo, la variedad de los grados de intensidad del aparecer, la red ramificada de las
identidades y de las diferencias, ante la instancia del Dos que es “sí” o “no”, la afirmación o la negación, el
abandono o el rechazo, el compromiso o la indiferencia... 441, 442

hay “punto” cuando, por una operación que implica un sujeto y un cuerpo, la totalidad del mundo se pone en
juego en un cara o ceca. Cada múltiple del mundo se correlaciona, entonces, o bien con un “sí”, o bien con un
“no”. 442

un punto es una suerte de función que asocia, a toda intensidad de aparecer en un mundo, uno de los valores
de un conjunto de dos elementos, un elemento máximo y un elemento mínimo 449

… un sujeto existe como localización de una verdad, en la medida en que afirma sostener cierto
número de puntos. Por eso, el tratamiento de los puntos es el devenir-verdadero del sujeto, y al
mismo tiempo, el filtro de las aptitudes del cuerpo. 70

De lo que se trata es de formalizar lo que quiere decir, para un cuerpo, tratar un punto. Lo cual equivale a
formalizar, en suma, la eficacia de una “decisión” para un sujeto determinado 534

El ser y el acontecimiento
… el no-ser del acontecimiento es una decisión. 340

Llamo fidelidad al conjunto de procedimientos por los cuales se discierne, en una situación, a los
múltiples cuya existencia depende de la puesta en circulación de un múltiple acontecimental. 259
Lo que nos enseña la doctrina del acontecimiento es, más bien, que todo el esfuerzo consiste en
seguir sus consecuencia, no en exaltar su ocurrencia. 235

… un acontecimiento es más un intervalo que un término; se establece, en la retroacción de la


intervención, entre el anonimato vacío que bordea al sitio y el en-más de un nombre. 231

La intervención tiene como operación inicial hacer el nombre de un elemento impresentado del
sitio, para calificar el acontecimiento del que ese sitio es el sitio. 228

Un acontecimiento de sitio X se pertenece a sí mismo. […] El acto de nominación del


acontecimiento lo constituye, no como real […] sino como susceptible de una decisión en cuanto a
su pertenencia a la situación. 228

… o bien el acontecimiento está en la situación y rompe el al-borde-del-vacío del sitio,


interponiéndose entre el mismo y el vacío, o bien no está y su poder de nominación sólo se dirige
[…] al vacío mismo. 206 [eso es lo que hay que decidir]

Un acontecimiento es siempre localizable […] ningún acontecimiento concierne, de manera


inmediata, a la situación en su conjunto. Un acontecimiento está siempre en un punto de la
situación. 201

… si bien es siempre localizable en la presentación, no resulta presentado ni presentable como tal.


201

… un sitio es “de acontecimiento” únicamente, cuando es calificado, de manera retroactiva, por el


acontecimiento. 202

Sólo un Sujeto es capaz de indiscernir. Es también la razón por la que él fuerza a lo indecidible a exhibirse
como tal, sobre la subestructura de ser de una parte indiscernible […] el impasse del ser es el punto en el
que un Sujeto se convoca a sí mismo a decidir, porque el menos un múltiple, sustraído a la lengua propone a
la fidelidad y a los nombre que induce una nominación supernumeraria, la posibilidad de una decisión sin
concepto. 471

… nuestra definición de sujeto […]: soporte de un forzamiento fiel que articula lo indiscernible a la decisión
de un indecible. […] la suplementación que el sujeto opera se adecua a las leyes de la situación. 458

… pese a que un habitante de la situación no conoce nada de lo indiscernible –por consiguiente, de la


extensión– puede sin embargo pensar que la pertenencia de cierta condición a una descripción genérica
equivale a la veridicidad de cierto enunciado en esa extensión. Reconocemos que este habitante está en
posición de sujeto de una verdad: el fuerza la veridicidad al punto de lo indiscernible. Lo hace con los únicos
recursos nominales de la situación, sin tener que representar esa verdad… 452

Un sujeto, instancia finita de una verdad, realización discernida de un indiscernible, lengua autonímica, es
aquello que fuerza la decisión, descalifica lo desigual y salva lo singular. Por esas tres operaciones […] el
acontecimiento viene al ser. 450

Lo genérico es igualitario y todo sujeto, en última instancia, se dispone a la igualdad. 449


… llamaré sujeto al proceso de ligazón entre el acontecimiento (por lo tanto, la intervención) y el
procedimiento de fidelidad (por lo tanto, su operador de conexión). […] … se puede reconocer en lo que
llamaba subjetivación al grupo de conceptos vinculados a la intervención y en lo que llamaba proceso
subjetivo, a los conceptos relacionados con la fidelidad. 266 y 267

… llamaré sujeto al proceso de ligazón entre el acontecimiento (por lo tanto, la intervención) y el


procedimiento de fidelidad (por lo tanto, su operador de conexión). […] … se puede reconocer en lo que
llamaba subjetivación al grupo de conceptos vinculados a la intervención y en lo que llamaba proceso
subjetivo, a los conceptos relacionados con la fidelidad. 266 y 267

… el sujeto nombra, en el vacío, el universo por venir… 440

… el vacío, […] nombre propio del ser […] La subjetivación es el nombre propio en situación de ese
nombre propio general. 433

… lo que califica el nombre de acontecimiento es que sea extraído del vacío. 365

Teoría del sujeto

En la subjetivación, la certeza es anticipada. En el proceso subjetivo, la consistencia es retroactiva.


Poner en consistencia la prisa de la causa: es el todo del sujeto 272

la anécdota muestra que es la interrupción de un algoritmo lo que subjetiva, no su efectuación.


En cuanto al proceso subjetivo, no existe sino por recomponer la consecución respecto de la
interrupción. Nunca es la persecución del algoritmo, pues la entrada en escena de la fuerza rompe
la ley ante la cual debe existir en su plaza 278

Un sujeto es aquel término que, sometido [asservi] a la regla que determina un lugar, le
puntualiza, sin embargo, la interrupción de su efecto. Su esencia subjetivante es esta interrupción
misma, por la cual el lugar, en que la regla está desreglada, consiste en la destrucción. Del mismo
modo, un sujeto es lo que hace proceso de recomponer, del punto de la interrupción, otro lugar y
otras reglas. El sujeto está sujetado [Le sujet est assujetti], en la medida en que no existe nada
pensable bajo este nombre, fuera de un lugar reglado [hors un lieu reglé], un esplace. Y también
en cuanto aquello de lo cual el sujeto es la destrucción, es esto mismo que lo determina a estar
emplazado. Que el proceso subjetivo sea del punto de la interrupción designa la ley del sujeto
como división dialéctica de la destrucción y de la recomposición. Ahí está lo que garantiza que el
proceso subjetivo escape parcialmente a la repetición. Se destruye el efecto de lo Mismo, y lo que
se instituye de esta destrucción es otro Mismo. 280

Un sujeto es aquel elemento de un álgebra de donde la ley de composición que él sufre deviene
azarosa. 281

Ustedes tienen cuatro lemas.


1.- Un sujeto está en posición algebraica de exclusión interna. Aunque
asignable a la ley, focaliza la interrupción de su efecto.
2.- Un sujeto está en posición de
exceso topológico en la plaza. Aunque perteneciente al esplace, como término singular, él
coadhiere, como término colectivizador, a vecindades que interfieren las plazas.
3.- Un sujeto es destrucción/recomposición, pues nunca hay no-lugar. El exceso
en la plaza ordena un re-emplazamiento [re-placement].
4.- La subjetivación designa el sujeto en la
dimensión principal de la interrupción, el proceso subjetivo de la recomposición 282

Todo esplace es así el l’après-coup de la destrucción de otro. La subjetivación es la anticipación


cuya estructura es la plaza vacía; el proceso subjetivo, la retroacción que emplaza [place] el
forzamiento. El sujeto es el esplace, en tanto que devenido mediante lo inexistente de lo que fue
destruido. 284, 285

todo sujeto constituye la unidad dividida de lo genérico y lo construible 292

Pensada como ruptura, la subjetivación está justamente en una lógica del forzamiento. El «¡No!»
de la rebelión no está implicado por las condiciones locales. Está forzado por la inexistencia de un
constreñimiento absoluto que forzaría la sumisión de manera trascendente a las condiciones
inmediatas. Entre la implicación formal y el forzamiento pasa toda la ambivalencia que introduce
la dialéctica en el viejo problema del determinismo. El surgimiento del sujeto es efecto de la
fuerza en el lugar. No resulta de ello que el lugar lo implique. 294

Condiciones

La tarea de una verdad es entonces apostar al suplemento. Se tendrá el enunciado “el


acontecimiento ha tenido lugar”, lo que viene a decidir lo indecidible. […] puesto que lo
indecidible es sustraído a la norma de evaluación, esta decisión es un axioma. 180

[Lacan] Si una verdad no puede originarse en una donación, es forzoso que se origine en una
desaparición. A este desaparecer original […] yo lo llamo acontecimiento. 189

… no es tanto una verdad del sujeto como una verdad de la situación analítica misma. 190

la distinción crucial entre la verdad y el saber, que es también la distinción entre el pensamiento y
el conocimiento. 190

… la rara intervención del analista– el marcaje anticipante de lo que se habrá podido decir de
verídico, en el caso de que tal signo, tal acto, tal significante haya sido supuesto como
componente de la verdad.. 197 [el maestro emancipador hace un marcaje de los “posibles” puntos
de igualdad]

La inauguración del proceso de una verdad es exactamente lo que Lacan llama un “encuentro” […]
lo “súbito”. Es lo que yo nombro “acontecimiento”. El acontecimiento es indecidible. 270

El sujeto no es otra cosa, en su ser, que una verdad captada en su puro punto; una cantidad
evanescente de verdad, […] Esta evanescencia es el entredós de la indecidibilidad del
acontecimiento y la indiscernibilidad de la verdad. 270

no hay verdad de la verdad. 296

Libro de Cerletti
Para que un acontecimiento tenga un lugar no solo debe darse una singularidad, sino que ella no
debe ser reabsorbida (esto es, normalizada) de inmediato por la situación. Debe comenzar a
producir efectos. (40, 71)

… también es nuevo aquello que se aprende, ya que, en nuestros términos, no se trata de un saber
propio de la enciclopedia en vigor, sino de algo nuevo que involucra a alumnos y maestro. (109)

… lo nuevo se hace con fragmentos de lo viejo, y nunca se sabrá si lo nuevo es realmente nuevo
sino con posteridad, cuando sean desplegadas en toda su dimensión sus consecuencias. (121)
[cuento de Galeano]

Por cierto, si uno pudiera hacerlo por sí mismo, no sería necesario el maestro. (173)

La experiencia inédita vivida por Jacotot le hizo constatar que es posible aprender sin un maestro
explicador, que si alguien quiere aprender puede ser capaz de disponer las relaciones con el otro
de una manera original y propia. Aprender sin un maestro explicador no quiere decir, sin embargo,
que se prescinda de todo maestro. (173)

… no se tratará de enseñar el propio saber (en rigor, ni siquiera hay que tenerlo: esa es justamente
la escandalosa posibilidad del maestro ignorante), sino de hacer explícito que el otro es capaz de
aprender lo que quiera. Lo que se enseña cuando se emancipa es a usar la propia inteligencia. La
función del maestro será plantear al alumno un desafío del que no pueda salir más que por sí
mismo. Es interrogar como igual y no como un conocedor que ya sabe todas las respuestas. El que
enseña emancipando sabe que él también está aprendiendo, y las respuestas del otro son nuevas
preguntas para él. La palabra circula entre todos y no en una sola dirección. […] que cada uno
hable, no como maestro o alumno, sino como hombre o mujer. Es decir, no como aquel que es
examinado en vista de una evaluación, sino como aquel de quien interesa lo que pueda decir. No
se trata de explicar lo que los científicos, los artistas o los filósofos dicen o hacen, sino de ser, en
alguna forma, científicos, artistas o filósofos. (174)

Desjerarquización = igualdad (175)

… para que podamos hablar de educación en un sentido pleno, de ocurrir, de acuerdo a lo que
hemos planteado, una apropiación de los conocimientos que el Estado a través de sus
instituciones pone en circulación. Es decir, deberá haber, en algún momento, una decisión de
cómo relacionarse con esos conocimientos. Esa decisión supone salirse del camino esperable (del
lugar objetivo en el que el sistema educativo puso a quienes lo integran) y trazar recorridos
propios. El actor y el efecto de esta decisión lo hemos llamado sujeto-subjetivo… (185, 186) [la
educación es autoeducación]

El maestro ignorante:
Se llamará emancipación a la diferencia conocida y mantenida de las dos relaciones, al acto
de una inteligencia que sólo obedece a sí misma, aunque la voluntad obedezca a otra
voluntad. (11, 12)

Ahora bien Jacotot no había transmitido nada. No había utilizado ningún método. El
método era puramente el del alumno. (12)

La emancipación es la conciencia de esta igualdad, de esta reciprocidad que, ella sola,


permite a la inteligencia actualizarse en virtud de la comprobación. (25)

Lengua materna

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