¿Es posible la posesión demoniaca en los cristianos?

Ya la pregunta plantea la posibilidad de la “posesión demoniaca” pero que esta sea una
realidad en los cristianos es lo que desarrollaré. El teólogo sistemático Grudem habla de un
termino poco afortunado en la traducción ya que sugiere que en el N.T. se puede hablar de
una persona que tiene un demonio o de personas que sufren de influencias demoniacas pero
no sugiere que un demonio posea realmente a alguien. Aunque este mismo autor entra en
cierta contradicción porque si entendemos posesión demoniaca como la incapacidad de
ejercer voluntad propia y estar completamente dominado por el espíritu maligno, esto es
cierto en el caso del endemoniado gadareno, ya que en este caso en particular hay que notar
que después que esta persona fue liberada dice el texto bíblico que él estaba “en su sano
juicio”, otros sin embargo entenderán la posesión demoniaca como una forma de protesta
contra la opresión, teólogos como Tichill pasan a explicar el termino de una conducta
personal a un marco mas amplio ya que considera lo demoniaco como una caracterización
de las poderosas fuerzas y estructuras sociales en lugar de seres personales.
Ahora ¿puede un cristiano estar poseído por un demonio? Así como es posible la apostasía,
es decir, apartarse conscientemente de la fe luego de haber gustado de sus bendiciones y
como también es posible que el cristiano sea dominado por el pecado en algún área de su
vida, vamos a decir a posteriori que un creyente puede experimentar las influencias
demoniacas y que una persona que dícese ser creyente también puede ser posesionada por
un demonio, pero haremos la diferencia con un creyente que da evidencias y que esta llena
del Espíritu Santo, personas que cohabitan en el pueblo de Dios y que a ambas las
consideramos como cristianas.
Siguiendo a Murphy en lo siguiente, él plantea: ¿Cuál es el argumento bíblico para decir
que estas personas a quienes también llamamos hermanos y que son parte de pueblo de
Dios pueden ser demonizadas? Una lista de posibles ejemplos: primero esta el caso de rey
Saúl (1 Samuel 9-31), judíos habituales de la sinagoga que se les considera como parte del
pueblo de Dios ( Marcos 1:21-28), además de personas como Ananías y Safira que eran
creyentes pero que sin embargo “Satanás había llenado su corazón para que mintiese al
Espíritu Santo” (Hechos 5:1-10) si pensamos que esto, dice este autor, no nos puede pasar
es que hemos invertido nuestros silogismos, por ejemplo, decimos como premisa mayor:
Todo cristiano esta habitado por el Espíritu Santo, como premisa menor: El Espíritu Santo
no puede morar con los demonios. Conclusión: Los cristianos no pueden tener demonios.
Pero sin embargo no pensamos igual con el pecado que están dominante y dañino como los
demonios, nuestra premisa seria la siguiente, premisa mayor: Todo cristiano está habitado
por el Espíritu Santo. Premisa menor: El Espíritu Santo no puede morar con el pecado.
Conclusión: Los cristianos no pueden pecar. Por experiencia sabemos que sí los cristianos
habitados por el Espíritu Santo pecan.
En conclusión personal y pastoral, no creo que una persona nacida de nuevo en la cual el
Espíritu Santo es el motor y guía pueda ser posesionada por demonios, a los mas sí pueda
experimentar algún tipo de influencia externa como oposición al avance el evangelio, pero
también creo que personas a quienes a veces consideramos hermanos en la fe, que han sido
convencidas pero que no han experimentados una conversión pueden ser posesionados por
demonios, personas nominales, simples asistentes, personas de doble vida, personas que se
camuflan en el cristianismo pero que sin embargo las llamamos “hermanos”.