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LOS MILAGROS SABÁTICOS DE JESÚS EN EL EVANGELIO DE JUAN

Autor: Vitalie Mindru; Facultad Adventista de España

INTRODUCCIÓN

En su ministerio, Jesús dedicó gran parte de su tiempo en sanar a toda clase de personas y a toda
clase de enfermedades. De hecho según los evangelios, parece que Cristo se dedicó más en sanar
a la gente que en dar sermones. Entre las muchas curaciones de Jesús hay siete que se realizaron
en el día de sábado. Dado que el sábado era día de descanso y los judíos procuraban observarlo de
una manera muy estricta, las obras de curación en sábado hechas por Jesús provocaron a veces
conflictos entre Cristo y las autoridades religiosas judías. Partiendo de aquí mi deseo con este
estudio es de examinar de una manera general todo lo relacionado con el conflicto que se desato
en torno al sábado. Procurar de entender la actitud de Jesús y la actitud de sus adversarios.

En el mundo cristiano de hoy, hay muchos creyentes que piensan que las obras de Jesús en el día
de sábado son una muestra de que Él abolió el cuarto mandamiento. Ellos piensan que con eso
Jesús quiso enseñarnos que este mandamiento ya no es vigente. Por eso este estudio procura
analizar ¿Qué tipo de obras hacia Cristo en sábado? ¿Violaban estas obras el cuarto mandamiento
o eran en armonía con el mandamiento?

Debido a que el presente estudio no puede ser de larga extensión se limitara a analizar las dos
curaciones que se mencionan en el evangelio de Juan. Con el propósito de examinar en detalle los
dos milagros de curación que hizo Jesús en el día de sábado. Primero, Juan 5, “la curación del
paralitico de Betesda”, y segundo, Juan 9, “la curación del ciego de nacimiento”. Estos dos
milagros de Jesús que en Juan se llaman “señales de Jesús”, ofrecen muchos detalles que nos
puede ayudar a comprender mejor el comportamiento de Cristo con respecto al sábado.

El presente estudio procura contestar a varias preguntas: ¿Por qué Jesús hizo algunas curaciones
en el día de reposo?, a pesar de que Él sabía que esto pondrá en su contra a los dirigentes
religiosos del pueblo. ¿Era movido por misericordia hacia personas que padecían o tenía un
propósito más grande? ¿Por qué no esperaba hasta acabarse el sábado?

Por otro lado ¿por qué los dirigentes religiosos del pueblo judío se molestaron tanto por las
curaciones que hacia Jesús en el día de sábado? ¿Acaso no deberían compartir el mismo amor y la
misma preocupación de Jesús hacia los enfermos?

En conclusión ¿qué hay detrás de todo este conflicto en torno al día de sábado? ¿Qué lección
quiso transmitirnos Jesús con respecto a la observancia del sábado?
1. LOS MILAGROS SABATICOS DE JESÚS

El estudio de los evangelios nos muestra que uno de los conflictos que tuvo que afrontar Jesús
durante su ministerio ha sido con respecto a la observancia del sábado. El descanso sabático fue
establecido por Dios desde la creación. Luego Dios le dio a Moisés en forma escrita sobre piedras,
los diez mandamientos que incluye el descanso sabático. Según la Biblia, Jesús, El Hijo de Dios
estuvo involucrado con su Padre tanto en la creación, como en la proclamación de la Ley en Sinaí.

Sin embargo en la tierra después de que “el Verbo se hizo carne” (Jn 1:14), Jesús discrepo con los
dirigentes religiosos del pueblo en torno a la observancia del sábado. El conflicto se estaba
planteado de la siguiente manera ¿qué se debía y que no se debía hacer durante el sábado? ¿Cuál
era la manera correcta de guardar el cuarto mandamiento?

Durante su ministerio en varias ocasiones Jesús ha sido acusado de quebrantar o violar el


descanso sabático. ¿Eran estas acusaciones reales? ¿En verdad Cristo se propuso invalidar el
cuarto mandamiento? ¿Tenían razón sus adversarios cuando lo acusaban o estaban equivocados?
Desde luego ¿Quién tenía la autoridad de establecer que se debía y que no se debía hacer en el día
de reposo?

En los cuatro evangelios se mencionan siete milagros que hizo Jesús en el día de sábado. Es de
suponer que estas obras de Jesús no eran simple casualidad, porque en todo lo que hacía Jesús
había un propósito bien definido. Jesús podría muy bien evitar curar en el día de sábado y de esta
manera evitar conflictos con los fariseos. Sin embargo Jesús curaba deliberadamente en sábado.
Con respecto a esto Ellen White hace el siguiente comentario: “Un propósito sabio motivaba cada
acto de la vida de Cristo en la tierra. Todo lo que hacía era importante en sí mismo y por su
enseñanza. Esto (la curación en el día de sábado) iba a levantar la cuestión de lo que era lícito
hacer en sábado, y prepararía el terreno para denunciar las restricciones de los judíos acerca del
día del Señor y declarar nulas sus tradiciones.”[1]

Para nuestro estudio es importante ver de qué manera los judíos en tiempos de Jesús guardaban
el sábado. La ley tradicional judía contenía estrictos reglamentos en cuanto a lo que no se podía
hacer en sábado. “En este respecto, La Mishnah presenta una lista de 39 clases de trabajos que no
deben ser efectuados en sábado, el último de los cuales es “acarrear algo de una propiedad a
otra” (Mishnah Shabbah 7).”[2]

“La enseñanza de Cristo sobre el sábado, el séptimo día (Gn 2: 2,3) fue la base de la prescripción
del descanso de toda obra en el día del sábado. Pero luego los rabinos añadieron a esta legislación
una serie tal de interpretaciones, prescripciones y prevenciones tan casuísticas, que resultaban
ridículas e inhumanas, yendo así contra el mismo espíritu de la legislación. El Talmud dedica a esta
casuística dos tratados enteros, los Sabbaoth y Erubim.”[3]
“Así entre otras muchas cosas, se prohibía flotar las manos (Mt 12:2), saltar, encender la lámpara;
se había limitado el número de pasos que se podían andar (camino de sábado), hasta se debía
dudar en visitar a los enfermos, y llegándose a esta casuística, hasta prohibir las curas que
supusieran algún movimiento de miembros; si se desencajaba un pie, no se lo podía articular por
nadie; ni estaba permitido por su propio movimiento meterlos en agua; solo se permitía lavarlos
por fuera, con lavado ordinario. Y entre los 39 trabajos clave prohibidos en sábado estaba
expresamente citado el transportar un objeto de un lugar a otro.”[4]

“La actitud que había de tener ante una curación que tenía lugar en sábado queda ilustrada por
una curiosa regulación que prohibía que un hombre se echara vinagre en la boca para aliviar el
dolor de muelas, pero podía ponerse vinagre en la comida y, según concluían filosóficamente los
rabies, “si se curaba se curaba” (Shabbath 14:4).”[5]

Teniendo en cuenta este contexto podemos entender la actitud de Jesús cuando voluntariamente
escogía a curar a los enfermos en sábado. Como bien observa León Morris:

“Jesús no dejo de ejercer su compasión solo porque hubiera unas reglas que prohibían cualquier
tipo de curaciones en este día. A lo mejor decidió realizarla ese día para que saliera el tema, y
para dejar claro cuáles eran sus prioridades. Jesús, sostenía que era correcto hacer el bien en el
Día de Reposo. Por tanto, poniendo esa prioridad por delante, ignoraba la cantidad de
regulaciones impuestas por los escribas y es por ello por lo que se ganó la oposición de las
autoridades religiosas.”[6]

A continuación de nuestro estudio vamos a ver como se desarrollaron los acontecimientos


después de que Jesús curo a dos enfermos, como se menciona en el evangelio de Juan: El
paralitico de Betesda, y el ciego de nacimiento.

2. LA CURACION DEL PARALITICO DE BETESDA

La curación del paralitico de Betesda se encuentra solamente en el evangelio de Juan. Los demás
evangelios omiten este acontecimiento. Sin duda El Espíritu Santo guió a Juan para que narre este
milagro de Jesús. Hay mucho que podemos aprender de aquí. De hecho Juan nos dice que desde
este momento “…los judíos perseguían a Jesús e intentaban matarlo, porque hacía estas cosas en
sábado”. (v. 16). A continuación veremos lo que narra la Biblia sobre este acontecimiento.

2.1 El contexto y la presentación del milagro en Juan 5

El texto bíblico nos dice que “Después de esto había una fiesta de los judíos, y Jesús subió a
Jerusalén.” (v. 1) Los comentadores no están de acuerdo a que fiesta se refiere Juan. La mayoría
creen que se habla de la Pascua, otros piensan que se habla de Pentecostés, otros de la fiesta de
los Tabernáculos. En la narración de Juan este aspecto parece de menor importancia. La
presentación de la curación por parte de Juan sigue de la siguiente manera:
A. Había en Jerusalén “un estanque llamado Betesda, el cual tenía cinco pórticos” (v. 2). Este es el
lugar donde se produjo la curación. Betesda significa “casa de misericordia”.

B. Yacía una multitud de enfermos en este lugar que esperaban el movimiento del agua.

C. El motivo por el cual los enfermos esperaban allí es la creencia de que “un ángel descendía de
tiempo en tiempo y agitaba el agua; el que primero descendía al estanque y agitaba el agua
quedaba sano que cualquier enfermedad que tuviera.” (v. 4)

D. La persona que ha sido curada era un enfermo de treinta y ocho años. (v. 5)

2.2 La curación

Primero Jesús vio a muchos enfermos que estaban en aquel lugar. Es de suponer que Él se
compadeció de todas aquellas personas. Sin embargo a Jesús le llamo la atención un caso especial.
Un enfermo de treinta y ocho años. A continuación el relato sigue de la siguiente manera.

A. Primero, Jesús le pregunta directamente si ¿quiere ser sano? Es interesante observar que Jesús
no le pregunta si cree o si tiene fe, simplemente le pregunta si quiere.

B. Ante la sorpresa de esta propuesta, el paralitico sin embargo se acuerda de su situación


desesperada. Ha intentado tantas veces llegar al estanque y meterse pero no ha podido. Por esto
le contesta “Señor, no tengo quien me meta en el estanque” (v. 7)

C. Al final Jesús sana lo con la palabra, “Levántate, toma tu camilla (lecho) y anda”. (v. 8) El
Comentario Bíblico Beacon nos aclara que: “El lecho era una especie de estera flexible usada por
los pobres. Podía ser enrollado y llevado con facilidad; pero aun así, no debería ser transportado
en sábado.”[7]

2.3 El conflicto en torno al sábado

A continuación Juan menciona que era sábado aquel día (v. 9). El hombre sanado cogió su camilla
y se fue. Entre tanto Jesús ya desapareció, así que el hombre ya no podía agradecerle. En su
alegría de verse sanado después de tantos años, el hombre alababa a Dios. Sin embargo al
encontrarle unos fariseos le reprendieron porque cargaba con su camilla en el sábado (v. 10). En
su alegría él no se dio cuenta de que era sábado por eso contesto “El que me sano, él mismo me
dijo: Toma tu camilla y anda” (v.12) Pero el hombre no sabía contestar quien era él que le sano.

En la esta historia tenemos por una lado a Jesús quien se compadece de un pobre hombre y lo
sana, y por otro lado a los dirigentes judíos quienes no tienen ninguna consideración por la vida de
un infortunado, solamente están preocupados por el cumplimento estricto de las reglas de la
religión.

Poco más tarde Jesús encontró al quien sano en el Templo, y el hombre tiene la oportunidad de
agradecer a su Benefactor. Jesús le advierte: “… no peques más, para que no te suceda algo peor.”
(v. 14)

Sin entender la enemistad que los judíos tenían hacia Jesús, el hombre sanado les conto que Jesús
era él que lo sano. Esa curación de Jesús en el día de sábado provoco una fuerte reacción de parte
de las autoridades religiosas judías. A tal punto que Juan menciona que desde este momento, los
judíos empezaran a perseguir a Jesús para matarle. (v. 16) ¿Cuáles podrían ser los motivos de tal
fuerte enemistad contra Jesús después de un acto de curación?

Como se mencionó en el capítulo anterior para entender la enemistad de los judíos hay que tener
en cuenta cómo interpretaban ellos el cuarto mandamiento y como guardaban el sábado. Varios
comentaristas, concuerdan en el hecho de que los rabinos eran muy preocupados con la
observancia del sábado. Por ejemplo Ellen White hace el siguiente comentario:

“Los judíos habían pervertido de tal manera la ley, que hacían de ella un yugo esclavizador. Sus
requerimientos sin sentido habían llegado a ser ludibrio entre otras naciones. Y el sábado estaba
especialmente recargado de toda clase de restricciones sin sentido. No era para ellos una delicia,
santo a Jehová y honorable. Los escribas y fariseos habían hecho de su observancia una carga
intolerable…”[8]

2.4 La defensa de Jesús en Juan 5

Desde el versículo 17 a continuación, Jesús va a defender su actitud delante de las autoridades. De


hecho Jesús no procura disculparse, más bien él da a entender de que ellos no tenían ningún
derecho a juzgarle.

Acerca del motivo de quebrantar el sábado, Jesús se defiende diciendo: “Mi Padre hasta ahora
trabaja, y yo trabajo.” (v. 17). A pesar de que Dios ceso su actividad creadora en el séptimo día,
como se menciona en Gn 2:2, los judíos aceptaban el hecho de que Dios no cesa su actividad
durante el sábado. Raymond Brown dice:

“A pesar del mandamiento divino los teólogos de Israel advirtieron que el Señor no dejo de
trabajar realmente en el sábado. Hay toda una serie de sentencias rabínicas (Bernard I, 236;
Barrett, 213; Dood, Interpretación 324ss) en el sentido de que la divina providencia siguió activa
en el sábado, pues de otro modo, discurrían los rabinos la naturaleza y la vida habrían dejado de
existir.”[9]

Matthew Henry comparte la misma opinión cuando dice: “Es cierto que Dios descansó en el
séptimo día de la obra de la creación (Gn 2:1-3), pero no descansa en la obra de la conservación y
providencia (Hch 14:17), ni en la obra de la salvación.”[10] Luego añade “en la respuesta de Jesús,
los judíos encontraron otro motivo de molestia que era según ellos pensaban una blasfemia que
pronuncio Jesús. Cristo se hacía igual a Dios. (v. 18). Si Jesucristo no fuese realmente Dios esto
habría sido una blasfemia, pero esto es una gran verdad.” [11]

“En efecto Cristo no solo dice que, porque el Padre obra, Él toma un ejemplo de justificación moral
para obrar en sábado, sino que dice más. El “no hace nada por sí mismo”, sino que hace,
precisamente, “lo que ve hacer al Padre”, hasta tal punto que lo que hace el Padre, “lo hace
igualmente el Hijo”. Con ello Cristo al proclamar el mismo derecho del Padre, está proclamando la
dignidad de su divinidad.”[12]

A continuación la respuesta de Jesús a sus acusadores se puede resumir así.

A. Jesús declara que es una con el Padre en todo lo que hace.

B. Él se subordina al Padre en todo lo que hace.


C. Declara que tiene la autoridad como Hijo de Dios de realizar el juicio y de resucitar a los
muertos. (v. 19-29).

Podemos preguntarnos ¿Qué trabajo hace El Hijo y El Padre en el sábado? El profesor Samuele
Bacchiocchi ve en la actividad de Jesús en el día de reposo “parte del cumplimento de la esperada
redención sabática (Lc 4:16-21). Cristo demostró claramente su propósito al trabajar en ese día en
favor de la salvación de los perdidos (Jn 5:17; 9:4), para que los “oprimidos del diablo”
encontrasen en el sábado su plena liberación (Lc 13: 16).”[13] “El sábado es para Cristo el día de
obrar en favor de la redención del hombre en su totalidad.”[14]

Por esto hay que concluir que Dios nunca cesa su obra de redención. Cristo precisamente para
esto ha venido a nuestra tierra, para obrar a favor de la salvación de la humanidad. Por esto las
obras de Cristo en el sábado están en armonía con el propósito del sábado, símbolo de la
redención final en Cristo.

A continuación, Jesús dice quiénes son los que dan testimonio de Él.

A. El testimonio de Juan el Bautista

B. Las obras que el Padre las hace a través del Hijo.

C. El Padre mismo da testimonio de su Hijo.

La conclusión de Jesús es que los fariseos y los escribas no tienen ningún derecho de juzgarle y que
su autoridad está en el hecho de que es el Hijo de Dios que cumple la voluntad del Padre.

3. LA CURACION DEL CIEGO DE NACIMIENTO

La curación del ciego de nacimiento es el segundo milagro sabático de Jesús mencionado por Juan
en el capítulo 9. Esta curación que también no la menciona los demás evangelistas nos
proporciona otros detalles interesantes para poder comprender el conflicto en torno al sábado
que surgió entre los dirigentes religiosos judíos y Jesús.

3.1 El contexto y la presentación del milagro en Juan 9

Juan nos dice que: “Al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento” (v. 1). Sus discípulos lo
preguntaron “¿Por qué nació ciego?” Jesús rechaza la creencia popular de que toda enfermedad
que hay es el resultado del pecado de la persona. Sin embargo en el caso de esta persona, Él les
dijo que se va a manifestar el poder de Dios. En el versículo 6, se dice que Jesús “escupió en la
tierra, hizo lodo con la saliva y untó con el lodo los ojos del ciego”. Después le dijo: “Ve a lavarte
en el estanque de Siloé, que significa “Enviado” (v. 7). Volviendo del estanque la gente que la
encontraba se preguntaba si el sanado es la persona que era ciega. Y el mismo decía que él era. (v.
9)
Otra vez Juan menciona que “era sábado cuando Jesús había hecho el lodo y le había abierto los
ojos.” (v. 14) Y otra vez Jesús es acusado de quebrantar el sábado (v. 16).

3.2 El interrogatorio del ciego sanado

A continuación de la narración, Juan dice que: “Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego.”
(v.13). Ellos interrogaron al ciego sanado. Parece lo hicieron con la intención de anular el milagro y
de desacreditar a Jesús. El argumento fuerte de algunos de ellos era: “Este hombre no procede de
Dios, porque no guarda el sábado.” Acerca de esta acusación, Matthew Henry hace el siguiente
comentario:

“Este silogismo es incorrecto (Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el sábado) por la
sencilla razón de que lo que los fariseos entendían por “guardar el sábado” no era, en realidad,
observar la ley de Dios, sino las tradiciones de los ancianos. Por tanto, no se podía inculpar a Jesús
de quebrantar el sábado. Con esto se ve cuantas injusticias pueden cometerse cuando los
hombres hacen las normas de la religión más estrictas de lo que Dios las hizo. Solo la Palabra de
Dios debe ser nuestra norma autentica de fe y de conducta.”[15]

El resto de la narración se puede resumir en los siguientes puntos:

A. Interrogaron al hombre acerca del autor de la curación. El hombre habló bien de Jesús aunque
todavía no sabía si es el Mesías, lo llama profeta. (v. 17)

B. A cambio sus padres rehúsan decir algo favorable de Cristo, temen a no ser expulsados de la
Sinagoga.

C. El interrogatorio es una inútil serie de repeticiones de preguntas. Quizás con el propósito de


confundirle al hombre. Y de anular cualquier milagro.

D. Sin embargo el ciego sanado derrota a los fariseos con las propias armas de ellos. El Espíritu
Santo le da fuerza en aquel momento y él contesta con sabiduría y con valentía a los fariseos.

E. El hombre sanado da testimonio de Jesús y rehusó las presiones de parte de los fariseos.

La curación del ciego de nacimiento como hemos visto provoca otro conflicto entre los fariseos y
Jesús acerca de cómo se debe observar el sábado. Otra vez aparece el conflicto entre las reglas
rabínicas, las tradiciones de los ancianos y las enseñanzas de Jesús. Sobre este milagro, Matthew
Henry se plantea las siguientes preguntas:

“¿Por qué se empeñaba Jesús, no solo en hacer milagros en sábado, sino también de una forma
con la que sabía que había de ofender a los judíos? ¿No podía haber sanado a este hombre sin
haber hecho lodo?” La respuesta es que Jesús tenía la intención deliberada de mostrar que no
estaba dispuesto a someterse a las falsas normas de escribas y fariseos. Cristo se sometió a la ley
de Moisés, porque era la ley de Dios, pero no quiso someterse a las falsas leyes de hombres que
así usurpaban el poder de Dios. Lo hacia así para mejor exponer, de palabra y de obra, cuál era la
ley del cuatro mandamiento del Decálogo. [16]
3.3 Jesús y el sábado en el evangelio de Juan

Después de analizar los milagros de Cristo en sábado, ¿qué conclusiones podemos sacar? ¿Es la
actuación de Cristo una violación del descanso sabático? ¿Es el ejemplo de Cristo un argumento
de que el cuarto mandamiento ya no es necesario para el creyente? ¿Es verdadera la acusación de
los fariseos de que Cristo quebrantaba el sábado?

Matthew Henry cree que la acusación de los judíos de “quebrantar el sábado” (Jn 5:18), era “lo
que ellos creían ser quebrantamiento del sábado…”[17]

En el Comentario Bíblico Católico se dice:

“Algunos autores en la antigüedad pensaron si Cristo con esta orden (toma tu camilla y anda)
abolía la ley mosaica del sábado. Pero sería lo mismo que había que decir de otras curaciones y
enseñanzas semejantes. No es esta la finalidad que Cristo se propone aquí, sino la recta
interpretación del valor religioso del reposo sabático en función de la ley de la caridad.”[18]

“Estos pretendidos sabios erraron completamente en cuanto al objeto y la naturaleza del sábado.
No comprendieron que este “fue hecho para el hombre,” para el bien de su cuerpo y de su
espíritu. Es cierto que era un día que había sido separado de los demás de la semana para que
fuese santificado; pero jamás se tuvo en mira que esa santificación impidiese la ejecución de obras
de necesidad y de misericordia. El acto de sanar a un hombre no era una violación del sábado. Al
censurar a un nuestro Señor los Judíos dejaron ver la ignorancia de que adolecían relativamente a
su propia ley. Olvidaron de que tan gran pecado es añadirle algo a un mandamiento como
sustraerle alguna de sus clausuras.”[19]

CONCLUSIÓN

Como hemos podido ver las curaciones de Jesús en el día de sábado provocaron una reacción
adversa de parte de las autoridades religiosa de su tiempo. De hecho hoy en día, en el mundo
cristiano el sábado es un tema controvertido. Hay quienes ven en el día de sábado una reliquia de
la ley de Moisés que no es necesaria para los creyentes del nuevo pacto. Por otro lado hay quienes
defienden la vigencia del sábado para los que se consideran seguidores de Cristo.

El análisis que se ha hecho sobre los milagros sabáticos de Jesús demuestra que estos actos de
Jesús no ofrecen ningún argumento para una supuesta abolición del cuarto mandamiento. El
estudio cuidadoso de la Biblia deja claro que el propósito de Cristo con estos milagros de curación
era otro.

Jesús deja bien claro que no se va a someter a unos mandamientos humanos que pervertían el
verdadero propósito del mandamiento de Dios. Jesús obra a favor de liberar el descanso sabático
de toda clase de reglas que lo agotaba. Jesús quería llevar al hombre a las aguas puras de la verdad
bíblica sabiendo que solamente así el hombre conocerá la verdad y la verdad lo hará libre. De
hecho como creyentes que tenemos la Biblia en gran estima debemos rechazar toda la tradición
que quiere ponerse en lugar de la Biblia.

Por otra parte vemos que Jesús con su actuación da el verdadero valor al ser humano. Las obras de
misericordia están en armonía con el propósito de Dios para el sábado. Jesús pone el acento sobre
el ser humano más que sobre las reglas. Jesús ve el descanso sábado como un descanso activo,
como una excelente oportunidad de hacer bien al prójimo. Con respecto a esto, Ellen White dice lo
siguiente: “No será tenido por inocente quien descuide el alivio del sufrimiento ese día. El santo
día de reposo de Dios fue hecho para el hombre, y las obras de misericordia están en perfecta
armonía con su propósito. Dios no desea que sus criaturas sufran una hora de dolor que pueda ser
aliviada en sábado o cualquier otro día.”[20]

De hecho durante su ministerio, Jesús quiso devolverle al sábado la intención original deseadas
por Dios para este día, un día de comunión con Dios y con nuestros seres queridos, un día de
alegría por la salvación que Él nos ofrece.

Personalmente creo que esto es lo que Cristo quiso transmitirnos al sanar en el día de sábado. El
cristiano del siglo XXI debería estudiar cuidadosamente la Palabra de Dios para descubrir el
verdadero significado de ella. Entre las verdades que urge hoy en redescubrir es también y la
verdad con respecto al Día de Descanso. El ejemplo de Cristo presentado en el evangelio de Juan
nos da una importante lección de cómo debemos considerar hoy el sábado.

BIBLIOGRAFÍA

1) Biblia. Reina-Valera 1995. [s.l.] SBU, 2003, pp.846

2) Biblia Comentada. Profesores de Salamanca. Madrid: Editorial Católica MCMLXIV, 1963,


Tomo V; pp. 1329

3) BACCHIOCCHI, Samuele. Reposo divino para la inquietud humana. Berrien Springs: Biblical
Perspectives, 1993, pp. 230

4) BROWN, Raymond. El Evangelio según Juan. Madrid: Ediciones Cristiandad, 1979, Tomo I; pp.
758.

5) HARPER, A. F. y et al., Comentario Bíblico Beacon. Kansas City: Casa Nazarena de


Publicaciones, Tomo VII; 1983, pp. 806

6) HENRY, Matthew. Comentario Bíblico. Barcelona: Editorial Clie, 1999, pp. 1999

7) MORRIS, León. El Evangelio según Juan. Barcelona: Editorial Clie, 2005, Tomo I; pp. 489

8) RASI, Humbert M. y et al., Comentario Bíblico Adventista del séptimo día; Boise, Idaho: PPPA,
1987, Tomo V; pp.1125

9) RYLE, J. C. Los Evangelios Explicados: Juan. Barcelona: Editorial Clie, 1977, Tomo IV; pp. 427
10) WHITE, Elena. El Deseado de todas las gentes. Buenos Aires: ACES, 2005, pp. 786.

[1] WHITE, Elena. El Deseado de todas las gentes. Buenos Aires: ACES, 2005, p. 177.

[2] RASI, Humbert M. y et al., Comentario Bíblico Adventista del séptimo día; Boise, Idaho: PPPA,
1987, Tomo V; p. 926

[3] Biblia Comentada. Profesores de Salamanca. Madrid: Editorial Católica MCMLXIV, 1963, Tomo
V; p. 1075.

[4] Biblia Comentada. Op. Cit., p. 1075.

[5] MORRIS, León. El Evangelio según Juan. Barcelona: Editorial Clie, 2005, Tomo I; p. 351.

[6] Idem, p 351.

[7] HARPER, A.F. y et al., Comentario Bíblico Beacon. Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones,
Tomo VII; 1983, p. 84

[8] WHITE, Elena. Op. Cit., p. 175.

[9] BROWN, Raymond. El Evangelio según Juan. Madrid: Ediciones Cristiandad, 1979, Tomo I; p.
426

[10] HENRY, Matthew. Comentario Bíblico. Barcelona: Editorial Clie, 1999, p. 1379

[11] Idem, p. 1379

[12] Biblia Comentada. Op. Cit. p. 1329

[13] BACCHIOCCHI, Samuele. Reposo divino para la inquietud humana. Berrien Springs: Biblical
Perspectives, 1993, p. 152

[14] Idem, p. 146

[15] HENRY, Matthew. Op. Cit., p. 1407

[16] HENRY, Matthew. Op. Cit., p. 1407

[17] Idem, p. 1379


[18] Biblia Comentada. Op. Cit., p. 1076

[19] RYLE, J. C. Los Evangelios Explicados: Juan. Barcelona: Editorial Clie, 1977, Tomo IV; p. 187

[20] WHITE, Ellen. Op. Cit., p. 178

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