¿Para cuándo reinará la Paz en el mundo? Una de esas tantas
preguntas que nos hacemos cada uno todos los días, y para ser muy, muy realistas, un valor que la mayoría del mundo no lo está practicando.
Aunque la RAE defina como un “acuerdo para poner fin a una
guerra”, y pues es evidente su definición, muchas personas alrededor del mundo tienen conceptos o definiciones distintas, y por más que sean distintas, igual significa PAZ.
Todos queremos lo mismo, y no se trata de gritarlo a los cuatro
vientos, se trata de demostrar, con respeto, tolerancia y amor. En ocasiones, observamos en la televisión, programas, series, películas, novelas, incluso, en las noticias, que nos informan a diario de lo que pasa en nuestro país y en el mundo, imágenes y videos con contenido violento, que nos provoca como receptores todo tipo de emociones, rabia, tristeza, angustia, pero no todo es malo, también momentos de alegría, felicidad, orgullo, y como dice Juanes el su canción “ODIO POR AMOR”, es tiempo de cambiar.
Se puede decir que la paz empieza desde la casa en el seno del
hogar, incluso a lo interno de cada ser porque quien no alcanza el nivel de paz interior no puede irradiarla ante los demás. Su expansión en la comunidad, en los espacios laborales y en todos los ámbitos de la vida humana irá generando la paz mundial y planetaria que, si es posible siempre y cuando se cultive la tolerancia, se practique el respeto y se preserve tanto la libertad como la justicia.
Una persona pacifica es la que se siente responsable y
protagonista de un presente y un futuro mejor, entiende que la paz no es solo ausencia de guerra, sino que es una acción constante en la vida diaria. No es quien no hace nada para cambiar su entorno, por el contrario, se inquieta y busca promover por todos los medios los beneficios de la justicia y la verdad.
Como la frase célebre de la madre Teresa de Calcuta “La paz
comienza con una sonrisa”, o la de Eleanor Roosevelt “No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla” diferentes puntos de vistas, pero con un mismo propósito: “La Paz”. Dos grandiosas frases célebres de grandes mujeres, que nos enseñan a ser mejores personas, a ser personas tolerantes, respetuosas y amorosas con los demás, sin importar su credo, raza o condición social, y especialmente, nos invita a reflexionar, que todos los problemas que tengamos en la vida no se resuelven a través de malos actos, que, si queremos “luchar” por nuestros derechos, luchemos, pero de forma pacífica y de una vez por todas ponerle fin a esta guerra llamada MALDAD.