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Medidas Físicas
Una magnitud es todo aquello que se puede medir, que se puede representar por un número y
que puede ser estudiado en las ciencias experimentales (que observan, miden, representan).
Ejemplos de magnitudes: velocidad, fuerza, temperatura, energía física (no la energía espiritual),
etc.
Los físicos utilizan una gran variedad de instrumentos para llevar a cabo sus mediciones. Desde
objetos sencillos como reglas y cronómetros hasta microscopios electrónicos y aceleradores de
partículas. Algunos instrumentos de medición son:
PARA MEDIR MASA:
Balanza.
Báscula
Espectrómetro de masa
Catarómetro.
PARA MEDIR TIEMPO:
Calendario.
Cronómetro.
Reloj.
Reloj atómico.
Datación radiométrica.
Metro y regla.
Calibre.
Vernier.
Micrómetro.
Reloj comparador.
Interferómetro
Sextante y Transportador (Para medir ángulos).
PARA MEDIR TEMPERATURA:
Termómetro.
Termopar.
Pirómetro.
PARA MEDIR PRESIÓN:
Barómetro.
Manómetro.
Tubo de Pitot (utilizado para determinar la velocidad).
Anemómetro (utilizado para determinar la velocidad del viento).
E (mide la carga).
Amperímetro (mide la corriente eléctrica).
Galvanómetro (mide la corriente).
Ohmetro (mide la resistencia).
Voltímetro (mide la tensión).
Wattmetro (mide la potencia eléctrica).
Multímetro (mide todos los anteriores valores).
Puente de Wheatstone.
Osciloscopio.
Colorímetro.
Espectroscopio.
Microscopio.
Espectrómetro.
Contador Geiger.
Radiómetro de Nichols.
Sismógrafo.
pHmetro Medidor del pH.
Pirheliómetro.
4.- Errores
El error de medición se define como la diferencia entre el valor medido y el "valor verdadero". Los
errores de medición afectan a cualquier instrumento de medición y pueden deberse a distintas
causas.
Las que se pueden de alguna manera prever, calcular, eliminar mediante calibraciones y
compensaciones, se denominan deterministas o sistemáticos y se relacionan con la exactitud de
las mediciones. Los que no se pueden prever, pues dependen de causas desconocidas,
o estocásticas se denominan aleatorios y están relacionados con la precisión del instrumento.
Nótese que no decimos que el error de apreciación es la mínima división del instrumento,
sino la mínima división que es discernible por el observador. La mínima cantidad que
puede medirse con un dado instrumento la denominamos apreciación nominal. El error de
apreciación puede ser mayor o menor que la apreciación nominal, dependiendo de la
habilidad (o falta de ella) del observador.
Así, es posible que un observador entrenado pueda apreciar con una regla común
fracciones del milímetro mientras que otro observador, con la misma regla pero con
dificultades de visión sólo pueda apreciar 2mm.
Errores sistemáticos: Se originan por las imperfecciones de los métodos de medición. Por
ejemplo, pensemos en un reloj que atrasa o adelanta, en una regla dilatada, en el error de
paralaje, etc.
Los errores introducidos por estos instrumentos o métodos imperfectos afectarán
nuestros resultados siempre en un mismo sentido. Los errores de exactitud constituyen
una fuente de error sistemático, aunque no son los únicos ni lo mismo.
Imaginemos el caso de una balanza bien calibrada que se usa para conocer el peso de las
personas en los centros comerciales u otros negocios. Como es usual, en público todas las
personas medimos nuestra masa (nos pesamos) vestidos, los valores registrados con estas
balanzas tendrán un error sistemático debido la masa de la vestimenta. La única manera
de detectar y corregir errores sistemáticos es a través de la comparación de nuestras
mediciones con otros métodos alternativos y realizando un análisis crítico de los
instrumentos y procedimientos empleados. Por esto es Experimentos de Física – S.Gil 2011
9 aconsejable intercalar en el proceso de medición patrones confiables que permitan
calibrar el instrumento durante la medición.
Errores casuales o de azar: Son los que se producen al azar. En general son debidos a
causas múltiples y fortuitas. Ocurren cuando, por ejemplo, nos equivocamos en contar el
número de divisiones de una regla, o si estamos mal ubicados frente al fiel de una balanza.
Estos errores pueden cometerse con igual probabilidad por defecto como por exceso. Por
tanto, midiendo varias veces y promediando el resultado, es posible reducirlos
considerablemente. Es a este tipo de errores a los que comúnmente hace referencia la
teoría estadística de errores de medición que formularemos sucintamente en lo que sigue.
La distribución normal es una distribución de probabilidad de variable continua que describe los
datos que se agrupan en torno a un valor central. Todo proceso en el que solo existan causas
aleatorias de variación sigue una ley de distribución normal. Esta condición que aparece con
frecuencia en fenómenos naturales (de ahí que se la denomine “normal”), puede obtenerse en los
procesos industriales si los procesos se llevan a un esta do en el que solo existen causas comunes
de variación.
La representación gráfica es la curva de distribución normal también denominada campana de
Gauss en honor del renombrado científico alemán Carl Friedrich Gauss a quien se le atribuye
erróneamente su invención pero que sin duda la usó frecuentemente para analizar fenómenos
astronómicos con éxito.
Los valores de las mediciones tienden a agruparse alrededor de un punto central, la media
La representación de los datos es simétrica a ambos lados de la media
Las desviaciones estándares quedan situadas a igual distancia unas de otras
La proporción de mediciones situada entre la media y las desviaciones es una constante en
la que:
Al realizar una medición con un instrumento de medida este nos devuelve un valor formado por
una serie de cifras. Dicha serie de cifras recibe el nombre de cifras significativas. Se denominan
cifras significativas al conjunto de los dígitos que se conocen con seguridad en una medida. De
todas las cifras significativas siempre hay una, la última, que estará afectada por un error. Por esta
razón al resto de cifras se le denominan cifras exactas.
10.- Redondeo
Cuando realizamos algún tipo de operación matemática puede ser interesante reducir el número
de decimales que obtenemos para evitar trabajar con valores excesivamente grandes. El redondeo
puede ayudar a esta tarea provocando que los resultados sean lo más precisos posibles.
Cuando el primero de los dígitos descartados es cinco o mayor que cinco, la cifra anterior
se aumenta en una unidad. Ejemplo: 45.367892 redondeado a 4 c.s. es 45.37. Dado que
nos tenemos que quedar con 4 cifras, hay que descartar desde la 5ª en adelante, es decir
desde el 7. 7 es mayor que 5 por lo que aumentamos en una unidad la anterior. Por tanto:
45.37
Cuando el primero de los dígitos descartados es menor que cinco, la cifra anterior se
mantiene igual. Ejemplo: 123.643421 redondeado a 5 c.s. es 123,64. Dado que nos
tenemos que quedar con 5 cifras, hay que descartar desde la 6ª en adelante, es decir
desde el 3. 3 es menor que 5 por lo que la cifra anterior la dejamos igual. Por tanto:
123.64.
Cuando realizamos operaciones matemáticas con valores decimales, el resultado debe
redondearse hasta un número determinado de cifras significativas.
Cuando sumamos o restamos, el resultado debe tener el mismo número de
decimales que el valor que menos tenga: Ejemplo: 12.07 + 3.2 = 15.27
Cuando multiplicamos o dividimos, el resultado debe tener el mismo número de
cifras significativas que el valor que menos tenga: Ejemplo: 12.07 · 3.2 = 39
(No 38.624 ya que 3.2 tiene 2 c.s.)