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El arte urbano es una expresión que refleja la visión personal de los habitantes de una
ciudad sobre la misma ciudad — el espacio en el que estos conviven —. Dentro de
esta se pueden encontrar diversas manifestaciones, las cuales varían según la época y
el espacio. Algunas de estas son las diferentes manifestaciones del movimiento del hip
hop, el cual si bien tuvo sus orígenes en la década de los 80s en los Estados Unidos,
con el transcurrir de los años se ha diversificado en distintos idiomas alrededor del
mundo, entre ellos el hip hop en español que se ha desarrollado en el Perú durante los
últimos años.
Así, este estilo de baile es una expresión integradora, pues sin limitarse por las
diferencias culturales o de clase sus partidarios buscan la manera de exteriorizar una
idea que pueda ser beneficiosa para todos. Esta expresión, a través de pasos de baile
y coreografías, intenta exponer una idea al igual que todos los tipos de baile; aunque, a
diferencia del baile de salón, por ejemplo, este estilo logra demostrar que es posible
desarrollarse y ser capaz de lograr reconocimiento público utilizando, solamente,
espacios públicos como lugar de práctica, demostrando que en el calle se genera
aprendizaje y que con este aprendizaje se puede sobresalir en la ciudad, lo cual se
observó en el caso de ciertas crews de baile que no tuvieron apoyo en sus inicios, pero
al obtener reconocimiento público su situación cambió, pues muchas personas se
interesaron en ellos.
A partir de ello se puede entender que el baile urbano es, en cierto modo, similar a lo
explicado por Armando Silva en el texto “Imaginarios Habitados”, en relación a otra
manifestación urbana el Graffiti, pues ambas son fugaces e improvisadas, ya que sus
ideas son expresadas en un breve lapso de tiempo y su influencia social estará
determinada por las circunstancias históricas y contextuales. Así, el graffiti comprende
la escritura urbana que hace del muro un escenario en el que se representa un motivo
de forma marginal, anónima, que busca generar impacto a través del lugar en el que es
expresado, al igual que por los diseños, los materiales, las formas, y los colores
empleados. Además, este estará configurado por causas sociales que lo motivan,
relacionadas con la ciudad y a la vez, este es el espacio en el que se da la inscripción y
la representación.
Acerca del rap se puede comenzar explicando que es un género o estilo musical que
surge a partir de la agilidad mental del MC (Master of Ceremonies) quien canta la
rimas creadas con distintos mensajes mientras es acompañados por distintos ritmos
concebidos por los Dj´s o los beatboxers. Así pues, el mensaje detrás del género rap
se podría encontrar dentro del mensaje que establece el movimiento del hip-hop,
Caldeira en “Democracia y muros: nuevas articulaciones del espacio público” lo
expresa del siguiente modo: “Los movimientos hip-hop expresan con dramatismo los
dilemas de las personas que viven en un contexto de abusos y desigualdad que los
acerca al universo de la delincuencia violenta y que los lleva a no creer en las
alternativas que les podrían ofrecer el universo democrático y el resto de la sociedad.”
Para señalar esta idea, la autora contextualiza la situación actual de las comunidades
de las periferias de Sao Paulo: Una zona apoyada y reconocida por el estado; pero,
con una tasa de delincuencia alta. Esta tendencia puede ser encontrada en Lima. Pero,
en este caso, el movimiento hip-hop no se limita a encontrarse –en su mayoría- en la
periferia. Sino en lo que se entiende como calle, es decir, todo aquel lugar que se
encuentra fuera de la protección privada (una casa, un club, una universidad).
Entiéndase la calle, entonces, como el espacio público. Así, comparando la situación
limeña con la situación presentada por Caldeira, este contexto de abuso y desigualdad
no se vive dentro de una zona residencial de periferia; sino, en la calle. Al menos así
ocurre en el imaginario colectivo de quienes pertenecen al movimiento hip-hop, como
también quienes lo interpretan a partir de estereotipos o prejuicios.
Tras esto, es claro afirmar que existen una serie de preceptos, significaciones,
conceptos o ideas con las cuales las personas pertenecientes a este movimiento,
construyen una identidad. Pero, más aún, construyen un discurso que necesitan
exteriorizar. Un discurso que se basa en la crítica de lo que hoy se puede entender
como “democracia” que es coordinada con una necesidad de reconocimiento y de
“evasión” de un sistema de tendencia neoliberal que consideran los esclaviza.
Todas estas ideas dentro del movimiento, como ya se mencionó anteriormente, son
expresadas por medio de bailes y el graffiti; sin embargo, esta teoría se enfocará en el
aspecto oral: la música, exactamente en la música de género rap. Aquella en la cual,
los mensajes son explícitamente hablados de manera radical, pues el género mismo
implica versificarlo para llamar la atención; lo cual también se interpreta como un
llamado de atención hacia la ciudad misma que los alberga. Ahora bien, este trabajo se
desarrollará siguiendo un análisis del sub género llamado “rap consciente”, el cual no
se desarrolla de forma, necesariamente, improvisada y que puede ser parte de una
competencia de demostración de egos (también conocido como batalla de gallos): Es la
música rap con letras compuestas, en su mayoría, previamente, y que giran en torno a
la temática social, de aceptación, de crítica a la “democracia” y al reconocimiento.
Tomando como base las visitas realizadas a colectivos de este género y la misma
experiencia callejera de presenciar a estos músicos urbanos, el discurso crítico puede
ser identificado por distintos principios, los cuales, en ciertos casos también fueron
observados en las otras vertientes. Estos principios son los siguientes:
2) Quien emite la crítica, siente que tiene la legitimidad de mostrarse como ciudadano
ejemplar y mostrar los parámetros o bases para convertirse en tal.
4)Los músicos se consideran una minoría reprimida y afectada por una opresión
emitida desde un Estado ilegítimo, por lo que comparten sus experiencias de la
“crudeza” de la vida citadina.
7) Las mujeres solamente son mencionadas en las canciones cuando las letras
obtienen un giro romántico o sexual.
Sin embargo, existe otro grupo de mujeres que decide salir de su pasividad, pasará que
“los mensajeros” considerarán esto una tendencia anómala, a menos que ellas lo
hagan de forma audaz, ya que “la costumbre” los ha llevado a pensar que son ellos
quienes tienen la capacidad creativa para desarrollar las ideas a expresar. Esto
implicaría la existencia de un imaginario en donde las mujeres solo son receptoras
pasivas y no participativas. Es ahí donde se encuentra la gran contradicción del
mensaje crítico del rap: se habla de inclusión, de lucha conjunta y de reconocimiento;
pero, en la misma práctica del rap no es posible encontrar un reconocimiento a la
participación creativa de las mujeres. Aunque, en los casos extraordinarios en los que
se encuentran las mujeres compositoras, ellas serán independientes a algún grupo o
pertenecerán a alguno en el que todos sus miembros sean mujeres y podrían realizar
duetos con hombres, pero los temas girarían en torno a temas como el amor de pareja
o las drogas.
Finalmente, Néstor García Canclini señala que las ciudades están hechas con los
imaginarios que cada grupo deposita en ella, así también se configuran simbólicamente
a través de las canciones, pues allí la ciudad muestra su propia biografía, y en la
música muestra su historia compartida. Esto debido a que, “el análisis antropológico de
los comportamientos musicales abre hacia el conocimiento de lógicas más amplias de
articulación entre lo privado y lo público. Revela modos urbanos de segregar y
distinguir, permite mirar las letras que tematizan la corrupción, las exclusiones y las
desilusiones políticas como síntomas de reordenamiento de la ciudad.”
Bibliografía:
Caldeira, Teresa
2010 Democracia y muros: nuevas articulaciones del espacio público. Bogotá: Revista
Gestión de la Ciudad.
por los medios. Introducción La ciudad y los medios: Imaginarios del espectáculo
Gonzáles, Catalina
Silva, Armando