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Todo se remontaría desde el siglo XVI hasta finales del siglo XIX en España, donde surge

una corriente en la literatura sobre la vida en el campo. Esto produce en la gente un gusto
por la vida tranquila y retirada, rodeada de naturaleza; trasladándose finalmente a la
realidad, cuando aristócratas, eclesiásticos e ilustres humanistas tienen como principal
ambición conseguir una casa de campo ,sobre todo en los siglos XVI y XVIII donde este
movimiento tiene más auge.

Estas edificaciones siempre estaban ubicadas cerca de caseríos, huertas o granjas, pero no
tenían el aspecto de las construcciones vinculadas con la explotación de la naturaleza, ya
que por lo general estas edificaciones evitaban arquitectónicamente todo lo que no fuera
estrictamente necesario. En cambio las casas quinta, que estaban destinadas al recreo,
admitían todos los refinamientos del diseño y lujos ornamentales.

En la actualidad, si preguntamos a alguien el significado de “quinta” nos dirá que


es el callejón que está rodeado de viviendas y poblado por personas de escasos
recursos económicos.
Pero ¿Cómo es que llegó a distorsionarse tanto el significado?
Resulta que uno de los responsables pudo ser don Oscar Heeren, quien en 1880
construyó en Barrios Altos, uno de los primeros ejemplos de este tipo de quinta,
con jardín y huerto. Eran un conjunto de viviendas de dos pisos, agrupadas en
hileras continuas e ininterrumpidas que bordeaban la plazuela, formando una “L”.
Más adelante, debido a la implantación de las primeras fábricas e industrias en
Lima, aparecen los callejones o quintas como respuesta a la demanda de obreros,
que tenían familia y debían trabajar cerca a estas fábricas.
Consistían en dos bloques, de múltiples módulos de vivienda, alargados en
paralelo, con una estrecha calle en medio de ambos y un solo ingreso para todos.
Las portadas que marcaban el ingreso eran simples y angostas para obtener una
mayor densificación dentro. La quinta resultó ser la solución para utilizar los
fondos de lotes profundos y disformes, ya que se utilizaba todo el espacio para
construir.
Probablemente al tener en común La Quinta Heeren y los callejones, el ingreso único y las
viviendas interiores juntas, sin dejar espacios. Se tomó como referencia esa tipología y se
trasladó al término popular de quinta.

1566: En este año se manifestó y pidió que el corregidor de Lima determinara lugar
aparente para la fundación de un pueblo en las afueras de la ciudad, para alojar a los
indígenas que poca solvencia económica tenía, desvalidos y vagabundos, y por
consiguiente, desalojarlos de las zonas más pudientes de la ciudad. Esta zona fue llamada
pueblo de indios o Santiago de Cercado. Allí residían en callejones, que eran casas
pequeñas y uniformes, dispuestas en filas dobles dentro de una propiedad.

El terremoto de 1746, impulsó y consolidó el uso de la quincha en la construcción de los


segundos niveles y estructuras abovedadas.

1790 – 1889. Barrios Altos se consolida por el fortalecimiento de la iglesia católica,


que se había situado dentro del Cercado, con monasterios, huertos y sus
respectivas iglesias. No es hasta la crisis en España debido a la decadencia
comercial que sufrían por la crisis económica del siglo XVIII, que el clero empieza
a ofrecer los amplios terrenos que ocupaban, a bajos precios. Son los
terratenientes adinerados de la época, que aprovecharon esta oportunidad para
comprar estas tierras para su uso personal. Desde ese momento, estos nuevos
propietarios empezaron a construir sus pomposas casas de campo con áreas de
esparcimiento interiores, lujosos acabados y múltiples ambientes sociales. El
panorama urbano concluía en una diversidad de grupos socioeconómicos
conviviendo en un solo distrito, por un lado estaban los trabajadores indígenas que
habían sido desplazados a esta zona de la ciudad, por ser ellos la más humilde;
por el otro estaba aún el clérigo situado en esta zona desde la creación del distrito,
y los nuevos vecinos, aristócratas con casas de fin de semana, junto con su
servidumbre y esclavos.
La densidad llega a su auge en este periodo de tiempo, estancándose hasta la demolición
de las portadas de la muralla, para posteriormente demolerla en su totalidad en 1870.

de estas propiedades luego de ser vendidas, se vuelve degenerativo e inevitable.


En estos años 40’s, Barrios Altos se transforma en un lugar de viviendas de bajo costo
debido a la subdivisión de los lotes de las casas de campo y afines, que los adinerados
habían residido, esta oferta de lotes atrae a compradores de los sectores económicos
menos favorecidos; por lo consecuentemente, realza y favorece la tugurización, que años
atrás había existido, crecido y estancado

Reyes

Desde su origen se constituyó en una prolongación natural de Lima,diferenciándose por


sus extensas calles asimétricas y el arraigo mayoritario desectores populares de artesanos,
pequeños y medianos comerciantes e industrialesespañoles, indígenas, mestizos,
africanos y sus descendientes. Desde entonces,los Barrios Altos mantienen su perfil
popular abierto a todas las razas y culturasdel Perú y el mundo.

 indígenas, españoles europeos y negros africanosse mezclaron, sumándose siglos


después, italianos, chinos, japoneses los cuales,con miles de migrantes de las provincias
del Perú, enriquecieron esta mezcla derazas, culturas y trabajo creativo. 

En el espacio de los callejones y cuartos de los Barrios Altos, donde viven lossectores
populares en opinión de una mayoría de escritores, va creándose un nuevoacorde, una
música nueva que aparece en el tránsito del siglo XIX al XX: el valscriollo, creación social,
porque en esta parte del mundo somos herederos de 5,000años de música, canto y danza.
Desde el inicio de la investigación, sabíamos quese tenía que escribir sobre la música y el
vals en los Barrios Altos. En verdad estan difícil hacer la historia musical de los sectores
populares que los musicólogosadmiten que no existe una metodología para hacerlo.

“río Huatica” que activó los molinos Revoredo, del Medio,Martinete, Santa Clara, la Casa de Moneda, San
Pedro Nolasco, Puno, regando:“Las huertas y jardines de Lima [que] eran muchos. El grueso de
ellos se ubicabaen los denominados “barrios altos” de dicha villa…” (Flores-Zúñiga 2008:
102).

 “[...] el barrio contabacon 35 manzanas, más de 200 casas y varias huertas, era un barrio
netamente deindios, los cuales laboraban como sirvientes en la ciudad y eran
además utilizadoscomo mano de obra diversa.” (Sifuentes 2004: 46)

En estasprimeras décadas, la cultura también se ubica en los Barrios Altos, la


Universidadde San Marcos en la plazuela de la Inquisición y el Colegio de Caciques
de indiosen el pueblo del Cercado en 1610. Pg32

 Al promediar el siglo XVII, Lima y por extensión los BarriosAltos, por sus suntuosas y
espaciosas casas, casa-huertas, iglesias, conventos ymonasterios fue considerada: “[…]
reina de las ciudades” (Lavallé 1993: 140),incluso, el virrey conde de la Moncloa (1689-
1705) fue: “[...] poseedor de unahuerta en las vecindades del pueblo indio de Santiago del
Cercado, los BarriosAltos...” (Flores-Zúñiga 2009: 616-17). Las riquezas atesoradas al
interior deLima, y su misión geopolítica de controlar desde Panamá al Cabo de
Hornos,hizo reflexionar a sus gobernantes para protegerla de los piratas y corsarios
queasolaban los mares, construyéndose sus murallas en un contorno de 11,700
metros,con 34 baluartes y 10 portadas (Gálvez 1985); pg32
Lo que acontece en los Barrios Altos, en el transcursodel siglo XVIII, es la presencia, cada
vez más visible, de “otras” personas que seasientan en casas, tiendas, tambos, callejones y
conventillos. Los nuevos vecinosle otorgan a esta zona de Lima una permanente vitalidad
social. En consecuencia,la creciente demanda inmobiliaria en Lima y los Barrios Altos,
determinó quela iglesia ingrese al lucrativo mercado inmobiliario, concentrando y
ofertandofincas para satisfacer la demanda de viviendas y lugares dedicados al comercio.
Elterremoto de 1746 en Lima y Callao permitió que aflore, con mayor nitidez enla
documentación de la época, la propiedad inmueble como sujeto de
transaccióneconómica. Así lo revela la abadesa del monasterio de la Santísima
Trinidad:“[...] habiendo quedado arruinada las fincas […] con la general desolación queha
padecido esta Ciudad con el terremoto del día 28 de octubre de 1746 y noteniendo dicho
Monasterio con qué poderlas reedificar […]” resolvió venderalgunas propiedades pg35

Fue consustancial a la mentalidad de condes,marqueses o miembros de alguna orden


nobiliaria, tener propiedades, porque nosolo les otorgaba prestigio social, sino también
poder económico. Las chacras,haciendas, minas, casas, tiendas, molinos, les sirvieron para
realizar una serie detransacciones económicas.pg 36

 Por esta zona estaba el cauce del río Huatica queelevaba el valor de casas, huertas,
curtiembres, camales, panaderías y 5 molinos delos 17 que hubo en Lima a fines del siglo
XVIII (Flores Galindo 1984: 19)pg37

Laspropiedades en los Barrios Altos no sólo permitieron a la nobleza limeña el cobrode


dinero en su modalidad de renta, sino que, en casos extremos, sirvieron degarantía para
solicitar préstamos, deviniendo en una de las formas de transferenciade la propiedad
inmueble a otras familias.pg39

Un buen número de familias nobles supo administrarsus propiedades, prestar dinero,


invertir en la compra de más tierras viviendomayormente de la renta de sus propiedades
rurales y urbanas. Pg 40
En 1774 el marqués de Villafuerte, don Lorenzo de laPuente y Castro era dueño de una
casa-huerta frente a la panadería de Santa Claraque la arrendó por 9 años al sacerdote
Agustín Bravo de Lagunas.
7
 ¿Hermano opariente del: “economista Bravo de Lagunas”? (Flores Galindo 1984: 22).
Laspropiedades en los Barrios Altos no sólo permitieron a la nobleza limeña el cobrode
dinero en su modalidad de renta, sino que, en casos extremos, sirvieron degarantía para
solicitar préstamos, deviniendo en una de las formas de transferenciade la propiedad
inmueble a otras familias. Pg39

La abrumadora presencia de esclavos en esta zona rural de Lima, y un bajocontrol social


permitieron una mayor relación horizontal entre las castas. Lospueblos de Miraflores y
Magdalena forman un mosaico: indígenas, mestizos,negros, zambos y uno que otro blanco
(Reyes Flores 1977). De estos y otrospueblos salen mujeres recauderas a vender su
pequeña producción al gran mercadode Lima y también lavanderas y artesanos. Los más
avezados, emigran a poblar laperiferia de Lima, a vivir en los callejones y conventillos de
los barrios de Abajo elPuente, Monserrate y Barrios Altos. Estos nuevos vecinos se
asimilan a los sectorespopulares de Lima, de gente libre y esclavos jornaleros que, a
cambio de entregarun jornal a su amo, viven libres. En el centro del poder colonial, en
Lima, el sectorpopular de libertos, esclavos, indígenas, mestizos, blancos empobrecidos,
marcanel ritmo de la producción de bienes y servicios. Ellos se encuentran en
permanenteebullición: artesanos que demandan por incumplimiento de contrato,
ambulantesdenunciados por el comercio formal, esclavos demandando a sus amos por
sevicia,por su derecho a hacer “vida maridable” o no ser vendidos lejos porque rompíasu
vínculo matrimonial, etcétera. Estos hechos cotidianos e imperceptibles peroefectivos,
fueron minando internamente el sistema colonial pg 42

El sector popular fue contestatario y el Estado colonial fue impotente encontrolarlo: “[…]
las clases bajas siguieron siendo díscolas, las calles
desordenadas y las esferas laboral y doméstica permanecieron lejos de la intervención del
Estado colonial.” (Walker 2009: 30). Los sectores populares son violentos desdesus raíces,
porque tuvieron al frente un Estado que institucionalmente ejerció la violencia. A lo largo
y ancho del Perú colonial, la violencia forma parte de la vidade los pueblos, más aún
cuando estos se rebelan y cuestionan el sistema, como larevolución de Túpac Amaru en el
Cusco (Roca 2013) donde se ejerció violenciade masas. Pero también hubo violencia de
individuo a individuo en las ciudadesdel Perú y en el centro de Lima pg43
Los gremios de indios sastres, silleros, zapateros y otros oficios, son testimonios
de que la simiente indígena se mantuvo vigenteen Lima. Este mosaico de etnias en Lima y
los Barrios Altos fue lo que causóasombro a otro viajero: “Hay pocas ciudades en el
mundo cuya población exhibeuna mayor variedad de colores o tintes de rostros como Lima, o,
quizás, un mayorcontraste de facultades intelectuales...” (Stevenson 1971: 157) pg 49
Elmosaicoenlaocupacióndelaspropiedades,nosrevelalopopulardeestapartedelosBarriosAltos:casa,casita,tienda,pulpería,
chingana,callejónysolar.Lapropiedadquereditúamayoresingresoseselcallejónde10cuartosylasdemenoresingresos,las9
tiendas.Aexcepcióndelastiendascuyosarrendatariospaganmenosqueuncuartodeuncallejón,losarriendosdelasotras
propiedades,entérminospg94

 Los gremios controlaron el trabajo en los talleres y la venta de la producciónartesanal al


mercado. Además, fueron elitistas, pues defendieron los intereses delos maestros,
marginando a oficiales y aprendices, escalones por donde se iniciaba y transcurría la
producción.En el Perú colonial, los aprendices fueron niños o adolescentes colocados
poruna autoridad o un familiar en el taller de un maestro para que este le enseñe unoficio:
Ventura Marielva Maestro platero de oro recibo por aprendiz a Lorenzo deAntoñete mayor
de dieciséis años que me lo ha entregado su hermano por cincoaños, me obligo a enseñarle
dicho oficio y adelantarle en él según su capacidad[sin] ocultarle cosa alguna, lo he de tener
en mi casa dándole de almorzar, comer ycenar, medias, zapatos y curarle sus enfermedades
y a los cinco años le dará el cargode oficial pagándole como tal.
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Con algunas adiciones u omisiones, así fueron los contratos de aprendicesde zapateros, sastres,
sombrereros, herreros, etcétera. Cuando el aprendiz pasaa ser oficial, se independiza del maestro,
retirándose del taller a ejercer su oficiolibremente para perfeccionar su trabajo y alcanzar la
“obra maestra” que le permitirá,en examen público y frente a un jurado, obtener el título de
maestro. El gremiode zapateros de Lima, por ejemplo, establecía en sus Ordenanzas que
los oficialesaspirantes a maestros tenían que rendir un examen público consistente en: “[...]
Pg 170
cortar el zapato, o pieza que les pareciera, y hallándola ajustada a reglas en
su largo y ancho, a medida de la horma, y no enfrenada [el jurado] lo aprobara”.
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 Sólolos maestros “examinados” y aprobados por el gremio estaban autorizados paraabrir
un taller-tienda, donde debían exhibir el título refrendado por el Cabildode Lima.pg 171

Cuadro 94: Barrios Altos - Chicherías (1838)


 
Nombre Calle Nº Clase
Manuela Cochabambina Barranca 141 4ª Tomasa Tarazona Buena
Muerte 161 4ªFaustino Guzmán Carmen Alto 483
4ªCasimira García Espalda Santa Clara 158 4ª José Gasoli Molino
Quebrado 29 4ªMaría Pajuelo Molino Quebrado 30 4ª Josefa Méndez Rufas 263 4ª
Fuente: AGN. Contribuciones H-4-Nº 1787, f. 77v.Cuadro elaborado por el autor.
Cuando Lima comenzó a modernizarse, en las primeras décadas del siglo XX,las
picanterías iniciaron su proceso de desaparición, las últimas que quedaronestuvieron por el
mercado del Baratillo y la avenida Grau. Sin embargo, la chichade jora sigue gustando,
pues en 1956 un informe médico destaca que: “Dentrodel barrio de la Huerta Perdida, es
notable la carencia de tiendas de abarrotes,no existiendo una sola para el abastecimiento de
artículos de primera necesidad,habiendo en su lugar gran número de cantinas y las
denominadas ‘chicherías’[
sic 
]…” (Ortega 1957: 48). Por estos años, 1955-1959, en un corralón de laempedrada calle Conde la
Vega, había una picantería de una señora con faccionesandinas, prieta, con trenzas y de estatura
baja, su nombre “Petita” Neciosuppg 191

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