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LOS ARBOLES Y PAVIMENTOS DE SANTAFE DE BOGOTA

Los pavimentos de las calles de Santafe de Bogota presentan danos importantes


en un alto porcentaje de la red vial, uno de los factores que contribuye a su
deterioro es la vegetacion que se siembra en los separadores, zonas verdes
adyacentes y taludes de los canales de aguas lluvias.
En este trabajo se describen las causas del problema y se plantean algunas de
las posibles soluciones.
Al efectuar una implantacion desordenada de especies foraneas o exoticas sin
tener en cuenta el cambio o las condiciones ambientales en sus regiones de
origen, casi siempre

secas y con suelos arenosos, con suelos provistos de una rica capa vegetal, y
con estratos arcillosos subyacente con un grado de saturacion alto, las especies
mencionadas encuentran un medio mas favorable que les permite alcanzar un
rapido crecimiento y tamanos mayores.

Los suelos de la formación sabana tienen una alta compresibilidad y por lo


tanto presentan cambios notables de volumen cuando varia su contenido de
humedad.

En las epocas de verano los arboles foraneos ejercen sobre ellos elevadas
presiones de succión para extraer el agua y con ellas aumentan de manera
importante los esfuerzos efectivos, produciendose la disminucion de la
humedad y el volumen de los suelos arcillosos.

Estos efectos se limitan al volumen vital de la masa del suelo, es decir, aquella
que se encuentra atravesada y envuelta por las raices del arbol. La mayoria de
los hundimientos que los arboles causan en las calzadas son superiores a los
cuatro centimetros y por lo tanto, ellos son un factor que reduce la capacidad de
la via. Existen algunas soluciones de caracter temporal, como son la poda
continua y el corte de raices, que pueden reducir los danos propiciados por los
arboles; pero definitivamente, la solucion mas economica y confiable es la de
reemplazar las especies foraneas por especies nativas. Ver ficha general IRRD
402940.
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-15852995

.
Aquí le presentamos algunos de estos árboles y le contamos un poco de su historia.
Un nogal de 200 años
Este nogal, que según expertos tiene más de 200 años, vive en la calle 77 con carrera 9.ª, en el
barrio El Nogal, que se nombró en su honor. Este ha logrado sobrevivir pese a la expansión urbana
a su alrededor y es un tesoro de la ciudad. Carolina Delgado /EL TIEMPO

El Ciprés de la Quinta de Bolívar

La Quinta de Bolívar alberga la historia del libertador y de cientos de plantas. Hugo Pedraza,
jardinero del lugar desde hace 33 años, dice que uno de los cipreses ya está viviendo su tercer siglo,
pero el ingeniero Bermúdez afirma que tendría entre 150 y 180 años. Carolina Delgado / EL
TIEMPO

 Rosas de más de 100 años

Esta mata de rosas ya cumple más de 100 años en la quinta a pesar de ser considerado como un
arbusto frágil. Carolina Delgado / EL TIEMPO

Cuatro palmeras en Terraza Pasteur

En la carrera 7.ª con calle 24 está el centro comercial Terraza Pasteur, que adorna su entrada con
cuatro palmas fénix. Sin embargo, estas tienen más de 70 años y se encuentran en la séptima desde
antes de la edificación de la terraza. Carolina Delgado / EL TIEMPO

Palmas de cera en El Chicó

En el Museo del Chicó –carrera 7.ª con calle 92– se encuentran más de cinco palmas de cera que,
según expertos, también cumplen más de 100 años adornando el paisaje. Carolina Delgado / EL
TIEMPO

Los cauchos de la Biblioteca Nacional

Frente a la Biblioteca Nacional –calle 24 con carrera 5.ª– hay una palma fénix que a pesar de que
no nació en este lugar, pues fue sembrada allí cuando ya estaba grande, hoy sigue adornando el
espacio, después de más de 50 años. Carolina Delgado / EL TIEMPO

Un eucalipto detrás de Lourdes

En la parte trasera de la iglesia de Lourdes se encuentra un eucalipto de unos 100 años de edad. El
fundador del Jardín Botánico de Bogotá lo mencionó en su estudio Plantas útiles de Colombia.
Carolina Delgado / EL TIEMPO
Una palma de cera adorna la Séptima

En la calle 72 con carrera Séptima se ubicaba una bolera hace unos 60 años, en ese momento la
entrada era adornada por una palma de cera que ya tenía cerca de 40 años de edad. Hoy la misma
palma que ya cumple 100 años continúa dándole vida al paisaje de la avenida. Carolina Delgado /
EL TIEMPO

Para celebrar la Independencia

El parque de la Independencia –carrera 7.ª con calle 26– fue levantado a inicios del siglo XX para
conmemorar el primer centenario de la Independencia, de ahí su nombre. A su vez, para adornar la
zona verde se sembraron palmas de cera que aún permanecen en él.

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