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Universidad privada de Michoacán

(UPM)

Protocolo de investigación
“Acontecimientos de
América latina”

Nutrición

Materia: Comunicación oral y escrita

Alumna: Pablo Cesar Granados Lozada

Profesor: Jesús Alexandre Servín Díaz

Fecha de entrega:
INTRODUCCIÓN

El presente documento tiene como objetivo analizar la crisis en Bolivia de


manera que ilustra la difusa línea entre golpe de estado y revuelta.
Tuvo lugar el 10 de noviembre de ese año en el contexto de protestas iniciadas
en octubre contra el gobierno del presidente Evo Morales y hechos de violencia
contra sus funcionarios y partidarios.
Es un tema realmente fascinante ya que es algo que vivimos diariamente y
que nos cambia la perspectiva de ver las cosas como son en otros países y sus
ambiciones de cada presidente.
En el se podrá observar los conflictos de este país sobre las organizaciones
sociales de las ciudades que lo dirigen los llamado comités cívicos
Es una lectura realmente interesante sobre este caso , llenarnos información un
poco sobre crisis , protestas , acusaciones, poco a poco vamos escribiendo en
que se basan

DESARROLLO

La lógica de los golpes buenos y malos de la guerra fría ya no aplica, pero


las etiquetas y sus consecuencias persisten.

El conflicto desatado en Bolivia por los resultados de las elecciones


generales del pasado 20 de octubre que favorecen al gobierno pero que la
oposición considera fraudulentos no encuentra una salida política ni
institucional. Grupos de manifestantes a favor y en contra del presidente Evo
Morales se enfrentan a diario en distintas ciudades del país, lo que ha
provocado la muerte de tres personas y decenas de heridos de distinta
gravedad. La policía no tiene capacidad para garantizar el orden, pero no se
sabe si porque el Gobierno le pide abstenerse de actuar en algunos casos,
porque no cuenta con suficientes recursos o porque, al estar dividida
internamente, no puede ser usada con confianza por las autoridades.

Las organizaciones sociales de las ciudades que dirigen el conflicto, los


llamados “comités cívicos”, piden la renuncia del presidente y la convocatoria
de nuevas elecciones, una opción que es impensable para el oficialismo. Al
mismo tiempo, estos comités  rechazan la auditoría de los comicios que está
realizando la Organización de Estados Americanos, en cuyo dictamen el
Gobierno deposita su esperanza de solucionar el conflicto. La oposición
política, encabezada por el candidato Carlos Mesa, ha perdido peso y se ha
sumado, con un talante más moderado, a la postura de los comités cívicos.

A primera hora de la mañana, un grupo de mujeres cocaleras, antiguas


compañeras de lucha del ahora presidente, marchó desde el campo a la ciudad
del mismo nombre, que se encontraba bloqueada en distintos puntos. Durante
todo el día se produjeron enfrentamientos con piedras y palos entre grupos de
campesinos, protagonistas habituales de las luchas sociales bolivianas, y
jóvenes citadinos pertrechados con escudos y cascos. En los choques murió un
joven de 20 años que acabó con el cráneo roto y decenas de personas
resultaron heridas. Al mismo tiempo, la alcaldesa de un municipio colindante,
Vinto, una militante del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), fue retenida
durante varias horas y vejada por un grupo de manifestantes, que la acusaba
de financiar y liderar a las personas que habían querido desbloquear y romper
el paro cívico.

La Paz y sobre todo El Alto (que reúne a las zonas habitadas por inmigrantes
rurales de la primera ciudad) son las únicas urbes del país en las que las
actividades todavía se realizan con cierta normalidad, aunque hay algunos
bloqueos, marchas y concentraciones de ambos lados, y cada noche se
observan combates entre universitarios que quieren llegar a la plaza Murillo,
donde se encuentra el Palacio de Gobierno, y policías que lo impiden. El resto
de las ciudades del país protagonizan huelgas cuyo seguimiento es variable.
Tras casi dos semanas de protestas contra el fraude electoral, los huelguistas
alegan que están ya muy cansados, aunque ninguno habla en público de una
suspensión de las movilizaciones.

El dirigente más visible de la protesta, Fernando Camacho, líder de los comités


cívicos  de Santa Cruz, se trasladó a La Paz para entregar en el Palacio de
Gobierno una “carta de renuncia” preparada para que Evo Morales solo tuviera
que firmarla. Su llegada se convirtió en una pequeña odisea, porque, en un
primer intento, un grupo de militantes del MAS entró en el aeropuerto de El Alto
y estuvo a punto de agredirlo. El Gobierno tuvo que evacuarlo en una avioneta.
Horas después, Camacho, que iba “solamente con la carta de renuncia y una
Biblia” en las manos, volvió a aterrizar en El Alto y logró salir del aeropuerto,
rodeado de gente que lo repudiaba y que lo aplaudía, gracias a un complejo
operativo policial.

Camacho convirtió la entrega de la carta a Morales en su principal misión


después de que se cumpliera el ultimátum de 48 horas que le había dado al
presidente para que renunciase, lo que causó comentarios humorísticos en las
redes. Sin embargo, sus dificultades para llegar a la sede del Gobierno lo
volvieron a proyectar como el hombre del momento.

Evo Morales ha asegurado que no declarará el estado de emergencia, que en


Bolivia se le llama estado de sitio y se le asocia históricamente con fuertes y
violentas acciones militares. Las Fuerzas Armadas se encuentran acuarteladas
y han afirmado que, de ser necesario, harán respetar el orden constitucional

¿En que se basan las acusaciones de fraude de que sacuden Bolivia?

Distintos sectores de la sociedad boliviana creen que hubo fraude en las


elecciones del pasado 20 de octubre ¿En qué se basan para pensarlo? Para
muchos la prueba de la manipulación de las elecciones fue la circulación en las
redes sociales de fotos y vídeos de cajas llenas de votos, que estaban
almacenadas en casas particulares y eran trasladadas en automóviles o,
incluso, llevadas por personas que caminaban por la calle. Las fotografías han
causado un fuerte impacto en la sociedad pero, en realidad, no constituyen una
prueba de fraude, y por ello ni siquiera fueron mencionadas en el informe
preliminar de la misión de observación de la Organización de los Estados
Americanos (OEA).

Según la ley boliviana, una vez que los jurados electorales firman el acta de
recuento de una mesa, el día de las elecciones, los votos físicos ya no tienen
valor, puesto que en ningún caso se ha de volver a contarlos. Si un acta recibe
observaciones, dice la ley, debe volverse a votar en la mesa a la que esta
corresponde. Así que nadie se preocupa demasiado por conservar con cuidado
los votos.

La renuncia de Evo Morales:

La renuncia del presidente Evo Morales ha provocado un debate internacional


sobre cómo calificar la turbulencia desatada en Bolivia: ¿es una rebelión o un
golpe de Estado?

Algunas personas respaldan la versión de una rebelión del pueblo en contra de


la tendencia del presidente hacia el autoritarismo. Otras dicen que fue una
descarada intervención del Ejército.
Pese a que se desconoce gran parte de la historia, en ambas posturas existen
muchas muestras a las que hacer referencia.

No obstante, según los académicos, la coexistencia de estas dos


interpretaciones insinúan una verdad importante: la línea divisoria entre los
golpes de Estado y las rebeliones pueden ser tenues o incluso inexistentes.

Sin embargo, la superposición de estos términos a menudo conlleva


connotaciones morales que no podrían ser más divergentes: como lo vemos en
la actualidad, los golpes de Estado se desaprueban, pero las rebeliones se
apoyan.

Las personas que se quedan enganchadas en si es un golpe de Estado o una


revolución están perdiendo de vista el objetivo”, señaló Naunihal Singh un
reputado politólogo que investiga las transiciones del poder y los golpes de
Estado. “La pregunta es qué sucede después”.
Eso ha abierto el espacio a una especie de guerra de términos, en la cual la
toma del poder político puede considerarse legítima al etiquetarla como
rebelión o ilegítima si la llamamos golpe de Estado.

CONCLUSIÓN

En mi opinión puedo decir que su partida o renuncia de Evo Morales fue algo
positivo para Bolivia , solo que no asume responsabilidad alguna solo huye en
vez de enfrentarla Además, Morales burló tres veces la voluntad del pueblo
boliviano. La primera fue presentarse a la reelección, a pesar de que la
Constitución aprobada por una Asamblea Constituyente controlada por él
mismo, contenía una prohibición expresa a la reelección sucesiva. La segunda
burla fue pasar por encima del referéndum, que él mismo convocó. El pueblo
boliviano dijo, No a la reelección, sin embargo, Morales se lanzó por cuarta vez,
gracias a un fallo del tribunal de justicia, al mejor estilo de Ortega; y una
decisión del tribunal electoral, de nuevo, al mejor estilo de Ortega. La gota que
derramó el vaso fue el fraude electoral, declarado por la misión de la OEA y
acreditado por la empresa de auditoría electoral contratada por el Gobierno.
Pero esta burla le costó el poder.

La renuncia forzada de Evo Morales es, sin duda, el acontecimiento más


potente del momento para América Latina. Y polarizador. Para unos, se trata
de una rebelión popular pacífica que logró sacar del poder a un régimen
autoritario. Para otros, se trata de un golpe de Estado.
Los nicaragüenses, mayoritariamente, celebramos el desenlace puesto que
Morales era uno de los aliados incondicionales del régimen dictatorial de
Ortega. Suficiente razón para celebrar.

BIBLIOGRAFÍA

FERNANDO MOLINA
La Paz 26 OCT 2019 - 11:11 CDT
https://elpais.com/internacional/2019/10/25/america/1572027831_226380.html

Enrique Sáenz  16 noviembre, 2019 https://confidencial.com.ni/tres-conclusiones-


aguafiestas-sobre-bolivia/

Por Max Fisher 15 de noviembre de 2019


https://www.nytimes.com/es/2019/11/15/espanol/america-latina/bolivia-golpe-de-
estado.html

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