Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Quiero compartir hoy un texto sobre un proyecto de marca personal para mujeres
emprendedoras que estoy preparando y que pronto verá la luz. Aunque no lo parezca, tiene
mucho que ver con la temática de este blog porque, si lo piensas, todo lo que nos sucede y todo lo
que hacemos sirve para conocernos mejor. Y todo proceso de marca personal debe empezar por
definir quiénes somos y qué queremos ser.
Así, desarrollar una marca personal es algo más que ganar visibilidad y enseñar lo que haces o
vendes: es necesario conocerse a una misma.
Para ello, te invito a empezar por hacer un autodiagnóstico que te ayude a conocerte mejor.
¿Empezamos?
Una marca se construye en base a las propias fortalezas, que provienen normalmente de nuestras
aficiones, pasiones, valores, de nuestra experiencia, educación, habilidades, cualidades,
especialidades,… que nos hacen únicas.
Es decir, que es fundamental conocerse a una misma y preguntarnos cuáles son nuestros puntos
fuertes y también cuáles son nuestras debilidades.
Dedica unos momentos a pensar en qué es lo que te mueve normalmente, es decir, tus pasiones,
aquello que te fascina y te llena de energía. Trabajar en desarrollar tu marca personal es hacer
casar tus pasiones con aquello en lo que eres buena. Si tu deseo es cantar ópera pero no eres
capaz de afinar una sola nota, o te preparas a conciencia o analizas en qué otras aspiraciones o
pasiones enfocarte y dejar el canto para la ducha.
Un ejercicio muy interesante para iniciar el desarrollo de la marca personal es preguntar a los
demás lo que piensan de ti. Empieza por las personas cercanas y próximas. Si, además, todavía no
has definido cuál es el talento que mejor te define, pregunta a los que te rodean: ¿con qué te
identifican?
Para saber quién eres desde todos los puntos de vista y no quedarte sólo con la respuesta de los
que mejor te conocen, pregunta a círculos menos próximos, si lo ves factible. Pide opinión a tus
amigos, tus clientes, tus proveedores, tus colegas de trabajo, tus seguidores en redes sociales….
Una marca personal se construye en base a las ventajas competitivas que somos capaces
de ofrecer frente al resto de personas. Para ello, tienes que conocer qué rasgos de tu
personalidad o cualidades describen mejor el valor distintivo que ofreces.
Te propongo un ejercicio sencillo. Intenta definirte con tres palabras, por ejemplo: colaborativa,
persistente, enfocada al futuro, conectada, locuaz, formadora, comunicadora, paciente, creativa,
visionaria, intuitiva, diplomática, sociable, dialogante, organizada, cuidadora, paciente, soñadora,
emprendedora, colaboradora, etc. (palabras relacionadas con lo que eres).
Una vez tienes los rasgos de tu personalidad definidos en pocas palabras, trata identificar en qué
funciones y con qué responsabilidades sientes que puedes ser la mejor: negociadora,
comunicadora, vendedora, redactora, organizadora, artesana, escritora, creadora, calculadora,
analista, liderazgo, instructora, directora, facilitadora, visionaria, solucionadora de problemas,
redactora, diplomática, gestora, etc. (palabras relacionadas con lo que puedes hacer).
Las dos listas recogen cómo te ves y lo que te gustaría o puedes hacer. Es un análisis desde ti. Sin
embargo, muchas veces lo que quieres ser no coincide con lo que realmente transmites y, por
tanto, con lo que los demás ven de ti.
Si se produce esta falta de coincidencia, es posible que estés errando tu estrategia en uno de
estos dos niveles, o en ambos:
El objetivo por tanto de una estrategia de desarrollo de marca personal es hacer coincidir lo que
queremos ser con lo que somos y con lo que piensan los demás de nosotros.
No basta con hacer un ejercicio tan sencillo. Puedes empezar con el análisis de fortalezas y
debilidades y contrastarlo con tus objetivos. Bien, ¿Y ahora qué?. Hay que buscar soluciones para
que se alineen las dos listas, como por ejemplo:
• buscar formación para aquellas áreas en las que sea necesario aprender nuevas
habilidades.
• abandonar alguna de las ideas que teníamos para que sean más realistas y acordes a
nuestras capacidades.
• trabajar codo con codo con un mentor que nos ayude a fortalecer, afianzar o
simplemente a guiarnos por un camino que ahora mismo desconocemos.
• participar en grupos en redes sociales con gente en la misma situación que nosotras para
darnos ayuda mutua, al igual que participar en eventos de networking off-line.
Es decir, que puedes hacer el camino por tu cuenta o con ayuda de un experto. Todo depende de
ti, de tus recursos, tu tiempo y lo avanzado que tengas tu proyecto emprendedor y de marca
personal.
Tenemos que tener siempre presente que nosotras somos nuestras peores enemigas y somos las
que muchas veces nos juzgamos peor o vemos lo que nadie ve. Mi opción para profundizar en mi
autoconocimiento ha sido la de la práctica de mindfulness. Me ayuda a conocerme y he
aprendido a responder antes que reaccionar de forma automática. Tú puedes seguir éste u otro
camino. Todos son válidos si te ayudan a mantener la coherencia y la sensatez en tu vida, sin dejar
de ser quien eres y aceptándote tal cual eres. Todas somos diamantes pulidos por el día a día.
¡Deja que veamos tu brillo!.
Los distintos egos que vamos mostrando al mundo ocultan nuestro verdadero ser. El ego es como
el personaje que en cada momento representamos. A lo largo del día “representamos” varios
papeles: el de madre, el de esposa, el de emprendedora, el de clienta, el de vecina…. Somos
siempre la misma persona con un ego/personaje/disfraz diferente. El problema surge cuando no
nos quitamos un personaje y vamos con él cuando no toca. Debemos ser conscientes de qué
somos en cada momento. No te comportas como una madre con tu jefe, por ejemplo. No vas a en
bañador a la ópera y con abrigo a la playa en agosto, ¿verdad?. En tu faceta de emprendedora
tienes que ser consciente en cada momento de donde estás, en qué foro o red hablas y cuál es tu
comunidad. Por eso la coherencia con tus valores y principios es tan importante. Estés donde
estés y con el “personaje” o ego que corresponda, tu verdadero ser siempre estará ahí y tu marca
personal estará impoluta y será reconocida.
Eva Collado Durán titula su libro “Marca eres tú”. Es una frase muy adecuada y que no debemos
perder de vista. Tú eres tu marca como emprendedora y como persona. En los preliminares de tu
proyecto emprendedor no puede faltar el análisis de ti misma.
No lo olvides, apuesta por el autoconocimiento en tu estrategia de marca personal. Es una
apuesta ganadora.
Hasta que el proyecto Tu Marca en Redes salga a la luz, puedes ponerte en contacto a través de
este blog y mis redes sociales.