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EXAMENES DE LABORATORIO EN ABDOMEN AGUDO

El diagnóstico de Abdomen Agudo, es fundamentalmente clínico y es allí donde se


demuestra la capacidad del medico para llegar a una hipótesis mediante los datos
obtenidos durante el interrogatorio y el examen físico, los exámenes complementarios
sólo mejoran la probabilidad diagnóstica en un 10%. Por esta razón no puede esperarse
que estos análisis marquen el camino a seguir, sino más bien que se conviertan en una
ayuda en casos muy específicos, por ejemplo para descartar alguna posibilidad
diagnóstica de las consideradas en las hipótesis elaboradas al inicio de la atención del
paciente; además las pruebas que se soliciten deben estar claramente justificadas bajo
criterios de utilidad y exactitud.
Cabe entonces anotar que solicitar exámenes nunca debe ser hecho de manera rutinaria
con el concepto de “exámenes de rutina”, utilizando una “receta” estándar para todos los
pacientes sin individualizar las condiciones particulares de cada uno de ellos; además es
importante recordar que cualquier examen que se solicita sin una indicación clara
termina confundiendo al médico, generando morbilidad y aumentando los costos en la
atención al paciente. Una pregunta que ayuda al momento de solicitar un examen es
hacerse la consideración del efecto que tendría el resultado de cualquier examen en la
conducta con un paciente: si el examen sale positivo que acción se tomaría, y si el
examen sale negativo que acción se tomaría y si la respuesta a estas interrogantes es en
cualquier caso negativa, es decir, no resultaría en ninguna acción, no se debe solicitar el
examen. De una manera mas practica no se deben solicitar exámenes que no cambien la
conducta terapéutica en nuestro paciente.

Los exámenes de laboratorio que se pueden realizar, en urgencias y ante un paciente con
abdomen agudo son innumerables, sin embargo los de mayor costo efectividad son:

 Hemoleucograma.
 Pruebas de Coagulación.
 Determinación de la Química sanguínea.
 Gases arteriales.
 Análisis de orina.
 Prueba de embarazo.

Veremos a continuación la utilidad de cada uno de ellos por separado analizándolos de


acuerdo con premisa de cambiar o no la conducta terapéutica de los pacientes.
HEMOGRAMA

Este examen se puede fragmentar en dos partes que son: la cifra de hemoglobina
-hematocrito, y el recuento leucocitario.

La principal indicación del recuento y fórmula leucocitaria es la diferenciación entre


apendicitis aguda y dolor abdominal inespecífico. La leucocitosis dentro de las
diferentes causas de dolor abdominal se presenta así:

Apendicitis aguda 98%.

Colecistitis 70%.

Obstrucción intestinal 55%.

Gastroenteritis 43%.

Dolor abdominal inespecífico 31%.

Sin embargo debe tenerse en cuenta que la apendicitis en su inicio puede cursar con
leucocitos normales y por otra parte gran variedad de procesos abdominales cursan con
leucocitosis; como valor útil se toma 13.000 leucocitos/mm 3; a partir de aquí a mayor
cifra es más probable que la apendicitis se encuentre complicada, cifras mayores a
20.000/mm3 generalmente se asocian a peritonitis. Sin embargo el valor del hemograma
para predecir apendicitis aguda es muy pobre (LR+= 1 y LR-=1) y no es un examen de
rutina cuando se sospecha apendicitis como se demostró en un estudio multicéntrico
realizado en la ciudad de Cali.

Es muy importante la valoración del hematocrito. A pesar de que a la simple inspección


el médico puede identificar un paciente anémico, se debe recordar que un muchas
ocasiones no es fácil lograrlo y la decisión de transfundir a un paciente debe ser
cuidadosamente tomada por los riesgos a que esta tiene. En caso de pacientes que
cursan con abdomen agudo y shock hipovolémico (Aneurisma de Aorta Abdominal,
EER, Ruptura de víscera solida o hemorragia digestiva) el manejo inicial como en el
paciente traumatizado es el control del sangrado. En caso de solicitarlo, posterior al
control del sangrado, puede ser necesaria la medición seriada, pues el hematocrito tarda
un tiempo en descender en las hemorragias agudas.

PRUEBAS DE COAGULACION

En general en el paciente con abdomen agudo no es necesario solicitar pruebas de


coagulación a menos que durante el curso del interrogatorio se sospechan trastornos de
la coagulación al preguntar por eventos que sangran como el resultado de traumatismos
en la infancia, procedimientos odontológicos, historia de metrorragias en las mujeres y
sangrado durante cirugías previas.

En determinadas circunstancias de pacientes con abdomen agudo es importante el


estudio del sistema de la coagulación, pues este nos proporciona el diagnóstico y
evolución de una coagulopatía de consumo, generalmente acompañante de infecciones
intrabdominales severas por gérmenes gramnegativos. Tampoco debemos olvidar que
uno de los principales indicadores de insuficiencia hepática es la disminución de la
actividad de la protrombina, no recuperable con vitamina K, así como del fibrinógeno y
de otros factores producidos en el hígado, lo que predispone al paciente al sangrado de
cualquier origen.

Pacientes con ictericia obstructiva, por ejemplo coledocolitiasis, los trastornos de


coagulación son ocasionados por la deficiencia de la vitamina K, liposoluble que
necesita de la bilis para su proceso de absorción, en este caso la aplicación de vitamina
K revierte los trastornos encontrados.

Resumiendo son indicaciones para pruebas de coagulación:

 Sospecha de trastornos de la coagulación por el interrogatorio y examen físico


 Enfermedad Hepática previa o diagnosticada durante el interrogatorio

 Ictericia obstructiva.

 Sepsis de origen abdominal.

QUIMICA SANGUÍNEA

La evaluación de los componentes de la química sanguínea no son rutinarios durante la


evaluación del paciente con abdomen agudo, sin embargo, frecuentemente resultan
alterados de manera secundaria debido a las manifestaciones que acompañan la
enfermedad que produce el dolor abdominal. Como en las siguientes circunstancias:

 Determinación de electrolitos cuando el paciente tiene vómito, diarrea o tercer


espacio; así como en los casos de acidosis metabólica o de oliguria debida a
shock.
 Creatinina y Nitrógeno ureico informan acerca de la función renal, que puede
alterarse por deshidratación, shock hipovolémico o séptico. Puede decirse que
en la hemorragia gastrointestinal y en otros procesos que cursen con
deshidratación importante vamos a encontrar un aumento de estas, mientras que
en enfermedades hepáticas sus valores pueden verse disminuidos.

 Glucosa sanguínea nos aporta datos importantes en la evolución de la


cetoacidosis diabética, que es una de las principales causas de abdomen agudo
extra-abdominal. También es de suma importancia en pacientes con historia de
diabetes, como factor pronóstico de la pancreatitis aguda y así mismo puede
encontrarse alterada a causa de una severa enfermedad tumoral.

Otros elementos de la química sanguínea incluyen:

 Bilirrubinas: Encontrar una bilirrubina elevada es confirmar el hallazgo clínico de


ictericia. Cuando esta elevación se hace a expensas de la bilirrubina directa, puede
relacionarse con colestasis secundaria a obstrucción biliar. Cuando esta elevación se
hace a expensas de la bilirrubina indirecta se debe sospechar un proceso hemolítico
sanguíneo, caso en el cual, los datos del hemograma nos ayudan a confirmar la
hipótesis diagnostica.
 La Fosfatasa alcalina: puede elevarse en procesos que lleven a colestasis, pero no
permite distinguir si la colestasis es extra o intrahepática, siendo por ello un dato
poco específico, pero que asociado a otros marcadores de la inflamación hepática
como las bilirrubinas o las transaminasas sirven de ayuda para diferenciar los
procesos de dolor abdominal que se acompañan de ictericia.
 Amilasas: Aunque la hiperamilasemia no es exclusiva de patología pancreática a
medida que el valor aumenta es más probable que se trate de esta, así valores
mayores de 2.000 UI/L raramente están producidos por patología no pancreática,
igualmente es importante recordar que una cifra de amilasa normal no excluye una
pancreatitis. (5,7) Existen múltiples patologías que cursan con incrementos de la
cifra de amilasa, si bien generalmente en valores intermedios (500-2000 UI/L):
 Ulcera péptica perforada.
 Obstrucción del intestino delgado.
 Trombosis mesentérica.
 Peritonitis.
 Hepatitis viral.
 Embarazo ectópico.
 Anemia intensa.
 Toma de opiáceos.
 Inflamación de glándulas salivares.

Amilasa: nos sirve solo para confirmar el diagnostico de pancreatitis aguda, no para
verificar la gravedad ni la evolución de la misma.

 Lipasa: Los niveles séricos de esta enzima se originan en su mayoría del páncreas
por lo cual se considera una prueba mas sensible y más específica para el diagnóstico
de pancreatitis siendo mejor su desempeño que las amilasas.

 Proteina C Reactiva PCR: Es un indicador no específico de inflamación aguda. En la


literatura son reportadas sensibilidades del 98% en casos de apendicitis, pero su
elevación es compartida por otros procesos inflamatorios intrabdominales no
quirúrgicos perdiendo especificidad. La combinación del recuento de leucocitos y
Proteína C reactiva normales, disminuye la probabilidad de apendicitis, pero después
de 24 horas de iniciado el dolor. Por lo tanto su uso rutinario no esta indicado en
pacientes con abdomen agudo.

GASES ARTERIALES

La determinación de los gases arteriales no es necesaria en los pacientes con abdomen


agudo con excepción de los pacientes que se presentan con un cuadro de dolor
abdominal y sospecha de pancreatitis o pacientes con dolor abdominal acompañados de
signos de shock séptico con falla respiratoria y en los que la historia clínica no es
posible tenerla en su totalidad; puesto que asociado con otros exámenes permite
determinar la brecha aniónica o la diferencia de iones fuertes y con ello orientar al
cirujano en las diferentes posibilidades como que el paciente haya ingerido sustancias
tóxicas, que tenga una intoxicación por la ingesta exagerada de medicamentos, pensar
en la presencia de una cetoacidosis diabética, de una falla renal o de una patología
vascular mesentérica.

EXAMEN DE ORINA

Es una de las pruebas que más información nos va a aportar en la valoración de


urgencias de un abdomen agudo si se ha indicado luego de un interrogatorio a fondo y
un examen físico que haga sospechar la presencia de alguna patología urinaria.

Es necesario que la muestra sea tomada correctamente, para ello desechar la porción
inicial y final, obteniendo la muestra del chorro medio y procediendo rápidamente a su
procesamiento.

Puede proporcionar información sobre el estado hidroelectrolítico y sobre la capacidad


renal de concentración urinaria.

Debe buscarse la presencia de productos patológicos:

 Sangre.
 Proteínas.
 Bilirrubina.
 Cantidad y tipo de células encontradas.
 Reacción positiva a hemoglobinuria o hemólisis.
 Reacción positiva a nitritos.
 Reacción positiva a estearasa leucocitaria.

En cualquier caso el hallazgo de signos compatibles con patología urinaria, no puede


nunca descartar la necesidad de laparotomía en los pacientes con signos de peritonitis o
de abdomen agudo quirúrgico. Debe recordarse que aproximadamente el 25% con
apendicitis por histopatología tienen parciales de orina patológicos siendo muchos de
ellos tratados inicialmente como infecciones urinarias aumentando el riesgo de
perforación y peritonitis. De manera que en presencia de un abdomen agudo, solo debe
pedirse el parcial de orina ante la sospecha de origen urológico.

PRUEBA DE EMBARAZO

Esta prueba es de especial utilidad en las mujeres en edad reproductiva, las cuales son
una de las poblaciones de mayor dificultad para el médico en el momento de evaluar un
paciente con dolor abdominal. No debe solicitarse en forma rutinaria en toda mujer en
edad fértil sino que debe seguir a un interrogatorio a fondo en el que el médico debe
haber logrado la empatía necesaria para que la paciente le colabore y pueda narrar el
antecedente de relaciones sexuales, la manera en que ha llevado o no un ciclo de
planificación familiar y la historia de sus ciclos menstruales.
La medición de la Gonadotropina Coriónica Humana (HCG) puede hacerse de dos
maneras, cuantitativa y cualitativa, y ambas se encuentran aumentadas en caso de
embarazo y es positiva en más de 95% de las mujeres con embarazo ectópico. Cuando
se emplea la medición cuantitativa de la subunidad beta de la HCG, la especificidad
para diagnosticar un embarazo ectópico aumenta.

Como conclusión y recomendación final, para toda persona que se enfrenta a un


paciente con dolor abdominal, la adecuada elaboración de la historia clínica y un
examen físico completo son las principales herramientas que se tiene para un
diagnóstico acertado y los exámenes paraclínicos deben ser solo complementos para
confirmar o descartar otras patologías.
LECTURAS RECOMENDADAS

 Hickey H., Kierman G., Weaver K.: Evaluation of abdominal pain. Emergency
medicine clinics of North America. 1989;7(3).
 Robbins J., Mushlin A.: Preoperative evaluation of the healthy patient. Med Clin
North Am 1979; 63:1145.
 Shoemaker W., Grenvik A.: Disfunción de los órganos abdominales. En Shoemaker
W., Ayres M., Grenvik A., Holbrock T.: Tratado de Medicina Crítica y Terapia
Intensiva. Panamericana. 3ª edición, 1996.
 Wagner J., McKinney W., Carpenter J.: Does this patient have apendicitis?. JAMA
1996; 276 (19).
 Hoffman J., Jaber A., Schriger D.: Serum amylase determination in the emergency
departament evaluation of abdominal pain. J Clin Gastroenterol 1991; 401:6.

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