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RELIGION

Las personas somos seres sociales llamados a convivir. Para que esa
convivencia sea pacífica y cada cual consiga desarrollar su proyecto
de vida, las sociedades se dotan de normas y leyes, basadas en una
moral común.

Lee con atención el Siguiente Artículo.

Analiza y comenta
 ¿A qué se refiere Sófocles cuando, al final de su texto habla de
“ciudad”?
 ¿Qué palabra se usaría en la actualidad?
 Establezcan un diálogo en el aula a partir de esta afirmación atribuida
a san Juan Berchmans:  “Mi mayor penitencia es la vida en comunidad”.

"MI MAYOR PENITENCIA ES LA VIDA EN COMUNIDAD" 


El hombre fue creado para vivir en comunidad pero se le hace muy difícil
tolerar la ideas de los demás, sus acciones y características diferentes a las
suyas. El hombre no puede vivir en soledad, necesita de otros para
sobrevivir pero eso lo hace igual de infeliz que de feliz y le propone un reto
cada día. Estoy de acuerdo con la frase porque vivir en comunidad es muy
complicado pero totalmente necesario para desarrollarse como personas, es
el mayor reto, porque así como trae problemas trae también las soluciones.
No lo tomo tanto como un castigo o penitencia sino como una prueba de lo
que somos y como nos desarrollamos.

La necesidad de vivir en sociedad está directamente relacionada con


la capacidad humana para el lenguaje. A lo largo de los siglos,
muchos pensadores han reflexionado sobre esta relación, y sobre
las ventajas y posibilidades que ofrece la vida en la sociedad.

Lee con Atención los Siguientes artículos.

ARTICULO 1.

Ser social y lenguaje.

La razón por la cual el hombre es un ser social, más que cualquier abeja y


que cualquier animal gregario, es evidente: la naturaleza no hace nada en
vano, y el hombre es el único animal que tiene palabra. Pues la voz es signo
de dolor y de placer, y por eso la poseen también los demás animales,
porque su naturaleza llega hasta tener sensación de dolor y de placer, e
indicársela unos a otros. Pero la palabra es para manifestar lo conveniente y
lo perjudicial, así como lo justo y lo injusto.

ARISTÓTELES, Política
ARTICULO 2.
La deuda social.

El hombre ha nacido en sociedad. Él ya no encuentra la


naturaleza enteramente salvaje, sino preparada de diversas maneras para
sus diversos fines [...]. Podría quizás tener una existencia más cómoda sin
aplicar inmediatamente sus fuerzas a la naturaleza; quizás podría
obtener una cierta perfección solo con el mero disfrute de lo que la
sociedad ya ha conseguido y de lo que ella ya hace en concreto por su
propia educación. Pero todo esto no le está permitido: tiene que buscar por
lo menos pagar su deuda a la sociedad, tiene que ocupar su plaza; por
lo menos tiene que esforzarse por llevar a una forma más elevada la
perfección del género que tanto ha hecho por él.
J. A. FICHTE, Lecciones sobre el destino del sabio
ARTÍULO 3

El contrato social.

Es la debilidad del hombre lo que le hace sociable; son nuestras comunes


miserias las que inclinan nuestros corazones a la humanidad.

J. J. ROUSSEAU, El contrato social


ARTÍCULO 4.

El valor de la educación.

El hombre no llega a ser hombre más que por la educación. No es más que
lo que la educación hace de él. Es importante subrayar que el hombre
siempre ha sido educado por otros hombres y por otros que a su vez
también fueron educados. La educación es un arte cuya práctica debe ser
perfeccionada a lo largo de las generaciones. Cada generación, instruida por
los conocimientos de las precedentes, es siempre más apta para establecer
una educación que se desarrolle de manera final y proporcionada a todas
las disposiciones naturales del hombre y que así conduzca a la especie
humana hacia su destino. Por eso la educación es el problema mayor y más
difícil que puede planteársele al hombre.

I. KANT, Reflexiones sobre la educación


Responde los Siguientes Puntos

 ¿Por qué el ser humano es un ser social según Aristóteles (Articulo


1)?
 ¿Qué no le está permitido al ser humano en su vida en sociedad
según Fichte (Articulo 2)?
 ¿En qué consiste la “deuda con la sociedad” que tiene el ser humano?
¿Cuál es el mensaje positivo del autor en este texto?
 Según Rousseau (Artículo 3), ¿cuáles son las razones por las cuales
los seres  humanos deciden vivir en sociedad?
 Resume las principales ideas del texto de Kant (Artículo 4).

 Los seres humanos somos seres sociales. Necesitamos vivir juntos.


Nacemos absolutamente indefensos y el período de crianza es muy
largo, lo que crea lazos familiares muy profundos y
responsabilidades recíprocas. Nacemos muy inmaduros y
necesitamos aprender casi todo. Afortunadamente, tenemos
una inteligencia con una capacidad asombrosa para asimilar
conocimientos.

El lenguaje
La especie humana puede progresar, puede perfeccionarse mediante
la educación, gracias a la cual adquirimos en muy pocos años lo que la
humanidad tardó decenas de miles de años en conseguir. Por ejemplo, el
lenguaje. Nuestros antepasados lejanos no hablaban. Pasaron muchas
generaciones hasta que desarrollaron el lenguaje verbal. En cambio, un niño
aprende a hablar en cuatro o cinco años.
El lenguaje es un componente esencial de la inteligencia y de la
convivencia humana. El lenguaje es necesario para pensar y para
comunicarnos. Conocemos todo lo que ha hecho la humanidad mediante las
palabras. Por eso es tan importante leer. Los libros nos permiten
aprovechar lo que otros han descubierto o pensado. 

La educación y el ser humano


Así pues, necesitamos la educación para humanizarnos. Emmanuel Kant, un
Gran filósofo, escribió: “La educación, la disciplina, nos permite pasar del
estado animal al estado humano. Un animal es solo lo que su instinto le
permite ser. La especie humana  necesita la razón, está obligada a
desarrollar, con su propio esfuerzo, todas las  cualidades que pertenecen a
la humanidad. Una generación tiene que educar   la siguiente”.
Kant también se pronunció sobre los fines últimos de la educación: “No
debemos  educar a nuestros niños para el mundo que hay, sino para un
mundo mejor, posible en el futuro, es decir, según la idea de humanidad y
de su perfección”. Dicho con otras palabras, debemos educar para realizar
el gran proyecto humano, el proyecto ético común de toda la humanidad.

Identidades propias y naturaleza común


El individuo no puede vivir solo, y las familias tampoco. Por eso inicialmente
se agruparon en tribus o aldeas, para después construir poblados y
ciudades y por último reinos, naciones y Estados. Pero cuando se conforman
estos grupos, en muchos casos, se producen enfrentamientos con otros,
pues tendemos a identificarnos con el grupo cultural al que pertenecemos
(latinos, africanos, árabes, indios....) y a considerar opuestos a los demás,
porque se nos olvida que todos tenemos una naturaleza común.
En el terreno político, ocurre algo parecido a lo que sucede en el deporte:
ser parte de un equipo no nos parece suficiente. Tenemos que estar contra
otro como si solo de esa manera pudiéramos afirmar nuestra personalidad,
nuestra identidad, nuestra pertenencia, enfrentándonos a otros. Sin
embargo no debemos olvidar que las diferencias son secundarias. Lo
esencial es la humanidad compartida, la naturaleza común. Lo que nos une
es mucho más importante que lo que nos diferencia. Por eso: somos
ciudadanos de una localidad, de un país, pero al mismo tiempo somos
ciudadanos del mundo.

Individuo y sociedad
Deberes y derechos

En las sociedades antiguas, la relación del individuo con la sociedad no


planteaba ningún problema. La familia, el grupo, la tribu, la nación eran
más importantes que el individuo y este debían sacrificarse por la
comunidad si era necesario.

A su vez, la comunidad era responsable de lo que hacía cualquiera de sus


miembros. En esos casos, la obediencia y la sumisión regían las
relaciones entre el individuo y la sociedad. En los antiguos imperios, en las
monarquías absolutas, los monarcas eran dueños de las vidas y haciendas
de sus súbditos. Podían obligarlos a ir a la guerra, aunque la única razón
para declararla fuera los intereses del monarca, o podían condenarlos a
muerte sin juicio previo. Poco a poco, los ciudadanos se fueron rebelando
contra esta situación tan injusta. Querían ser libres, poder tomar sus
propias decisiones, y que se respetaran sus derechos individuales, es
decir, los que protegen a cada una de las personas frente al Estado. 

La sociedad dejó de estar por encima de los individuos, para estar al


servicio de los individuos. Thomas Hobbes, un filósofo inglés del siglo XVII,
sostuvo que las personas se reunían en grupos para conseguir mayor
seguridad, pero que para ello debían perder una parte de su libertad. No se
puede tener todo. Si una persona quiere que la policía la proteja, tiene que
pagar impuestos para mantenerla, y limitar su libertad, porque debe
obedecer las leyes vigentes en el Estado

Estado e individuo
De nuevo se plantea el problema: ¿dónde está el punto medio entre la
libertad individual y el poder del Estado? ¿Tiene alguien derecho a pedir que
una persona arriesgue o pierda la vida por la sociedad o por el bien
común? Las sociedades occidentales se han vuelto muy individualistas. 

Cada uno va a lo suyo, lo que provoca falta de solidaridad. Las sociedades


orientales o africanas y los países musulmanes creen que los occidentales
van por mal camino, porque valoran tanto la independencia, que acaban
aislados, sin lazos con los demás.

Sin embargo, decimos que tenemos que trabajar por el “bien común”.
Se entiende por bien común lo que favorece a todas las personas de un
grupo. Pero ¿hasta dónde debo perder mi “bien privado” en favor del “bien
común”? En el siglo XX, aparecieron movimientos llamados totalitarios que
consideraban que el individuo no tenía valor, que lo valioso era el Estado, el
pueblo, la nación, la raza y la religión. Es decir, realidades por encima del
individuo. 

Los fascistas decían: “El Estado lo es todo, el individuo, nada”, y, por tanto,
podían sacrificar impunemente a los individuos en nombre del Estado. Los
terroristas que matan por un pueblo o una religión también son totalitarios,
porque consideran que la vida individual está por debajo de las realidades
colectivas. El individualismo lleva a un desinterés por el bien común. Los
totalitarismos acarrean desinterés por el bien de los individuos. ¿Dónde está
la solución.

MALAS SOLUCIONES.

En distintos momentos y sociedades se ha llegado a propuestas


que optaban por uno u otro extremo:

Las ideas totalitarias sostienen que el individuo recibe todo de la


sociedad. 
El individuo, en tanto que es producto de la sociedad, es dependiente de
ella.En este caso, el Estado tiene todos los poderes y puede sacrificar a
los individuos en nombre de la sociedad.
¿Qué sucede si el Estado se sitúa por encima del individuo? Que nadie
podría reivindicar derechos contra el Estado, puesto que todos los derechos
proceden de él.
A lo largo de la historia, muchos dictadores, alegando el “bien del Estado”,
cometieron todo tipo de crímenes contra sus propias ciudades

El individualismo extremo afirma que el individuo solo debe mirar


por su propio interés.

Pasarse al extremo contrario también es una mala solución, pues supone


que al individuo no se le puede exigir que se sacrifique por nada y no se
puede limitar su libertad.

BUENAS SOLUCIONES.

Frente a los abusos y crímenes cometidos por las malas soluciones,


la democracia permite conjugar la libertad individual con el
compromiso social. Todos tenemos los mismos derechos y concedemos a
los gobernantes el poder de hacer leyes que nos comprometemos a
respetar.
La justificación del Estado y de la política es permitir que todos
los ciudadanos tengan acceso a los bienes y valores fundamentales: la
protección de la vida, los bienes materiales imprescindibles, la libertad,
la igualdad, la seguridad. Locke, un famoso filósofo inglés, dijo: ‘La ley
no limita la libertad, sino que la aumenta”.

Los sistemas democráticos se rigen por dos principios elementales:

PRINCIPIO DE LIBERTAD: el ciudadano debe poder acceder a un


conjunto de libertades básicas -libertad de pensamiento, de expresión,
de movimientos, etc.- y de derechos fundamentales -igualdad, seguridad,
participación. Política.

PRINCIPIO DE LIMITACIÓN: las libertades solo pueden limitarse


para proteger a grupos sociales desfavorecidos, y siempre con el respeto a
los derechos humanos. Por ejemplo, puede limitarse la capacidad de
movimiento de alguien que sea un peligro público, o puede obligarse a
pagar impuestos a quien tenga más ingresos, siempre que ello favorezca a
las personas necesitadas o aumente el bienestar común.

Analiza y Comparte.

 Para ti, ¿Que es una Buena Solución?


 Para ti, ¿Que es una Mala Solución?
 Reflexiona sobre los límites del individualismo y escribe ejemplos
de casos extremos que perjudican la convivencia social. Piensa en el
polo opuesto: el totalitarismo que anula los derechos individuales, y
escribe ejemplos actuales de costos del  totalitarismo.

CONSULTA.

Los antiguos romanos decían: “Es dulce morir por la patria”. Investiga el
sentido de esta expresión.

Sociedad y politia

Todos vivimos en una comunidad política, en un Estado, y


constantemente recibimos propuestas políticas. Si no las
entendemos, no sabremos cómo evaluarlas y no podremos tomar
decisiones responsables. Seremos analfabeta políticos, nos podrán
engañar o nos podremos equivocar con facilidad. Sin cultura política
no hay verdadera democracia.

La reflexión sobre los principios que deben regir el sistema


político se ha producido a lo largo de toda la historia de la
humanidad. La organización política más adecuada para una
sociedad depende sobre todo de su historia.

Regímenes políticos y formas de Estado.


Una comunidad se organiza como Estado cuando tiene un territorio
propio con una población, autonomía para legislar e imponer las leyes, y es
reconocido como tal por la comunidad internacional.
Según su forma de Estado, puede ser una monarquía, cuando el jefe
de Estado es un monarca (rey, príncipe, etc.) que llega a su cargo por
herencia, o una república, cuando el jefe del Estado es un presidente. 

Según su régimen político, el gobierno de un Estado puede ser:

Democrático: la soberanía reside en el pueblo, que puede elegir o


cambiar a sus gobernantes. Si su forma de Estado es una monarquía, se
llama monarquía parlamentaria o constitucional (España o Reino Unido). Si
se trata de una república, el presidente es elegido por los ciudadanos,
directamente (como en Colombia y México) o indirectamente, a través del
parlamento (como en Alemania).

Autoritario o dictatorial: un tirano o un partido ocupa el poder y


gobierna sin respetar la voluntad popular. Si su forma de Estado es una
monarquía, puede ser una monarquía absoluta cuando el rey ejerce todo el
poder (Francia bajo Luis XIV) o una monarquía con un gobierno dictatorial
(Italia con el rey Víctor Manuel III y la dictadura de Mussolini). Una
república es autoritaria cuando su presidente es un dictador o es impuesto
por un partido u organización religiosa.

ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL ESTADO.

Según su forma de organización territorial, un Estado puede ser:

Unitario: con un poder central único, que puede estar descentralizado


en entidades administrativo-territoriales, tales como los departamentos,
municipios y territorios indígenas, como en el caso de Colombia.

Federal: cuando varios estados se unen para formar una unión o


federación
(Estados Unidos o Suiza). Los Estados unitarios o federales pueden ser
igualmente buenos si son justos.

LA DIVISIÓN DE PODERES.

La organización del poder en los Estados democráticos se basa en el


principio de la división de poderes, independientes entre sí:

Poder Legislativo: reside en el Congreso (Senado y Cámara


de Representantes). Se ocupa de la elaboración de las leyes y del control
del Poder Ejecutivo.

Poder Ejecutivo: reside en el Gobierno. Se ocupa de aplicar las leyes,


dirigir la administración y defender al Estado.

Poder Judicial: reside en los órganos judiciales o jurisdiccionales. Se


ocupa de que se cumplan las leyes y de sancionar su incumplimiento.
También controla que las leyes del Congreso y las decisiones del Gobierno
se dicten y ejecuten de acuerdo con las normas constitucionales.

DEMOCRACIA Y ELECCIONES.

En las democracias, el Gobierno se elige por votación de todos los


ciudadanos con derecho a voto. Se llama abstención no ejercer el derecho
al voto. Suele demostrar un desinterés o escepticismo de los ciudadanos
con respecto al mundo político.

La democracia puede ser directa o indirecta. Es directa cuando todos


los ciudadanos deciden sobre un asunto, por ejemplo, mediante un
referéndum (o referendo). Pero la regla general es que las democracias
sean indirectas, representativas. Mediante las votaciones se eligen los
representantes del pueblo. Se llaman así porque les otorgamos poder para
que nos representen en las instituciones y decidan en nuestro nombre.

La participación ciudadana se lleva a cabo sobre todo a través de los


partidos políticos, organizaciones que defienden idearios distintos y se
comprometen a cumplir un programa de gobierno si ganan las elecciones.
Además, se puede participar en política a través de los sindicatos y de
asociaciones vecinales, profesionales o de otro tipo

Lee con Atención los siguientes Artículos.

ARTICULO 1.

La división de poderes.

En cada Estado hay tres clases de poderes [...]. Por el primero, se hacen las
leyes para cierto tiempo o para siempre, y se corrigen o derogan las que ya
están hechas. Por el segundo, se hace la paz o la guerra, se establece la
seguridad y se previenen las invasiones; y por el tercero, se castigan los
crímenes o se deciden las contiendas de los particulares. Este último se
llamará
judicial, y el otro simplemente poder ejecutivo del Estado.

MONTESQUIEU, El espíritu de las leyes

ARTICULO 2.

La elección como principio rector de las organizaciones


Una elección es un procedimiento reconocido por las reglas de una
organización, bien sea un Estado, un club, una organización voluntaria o
de cualquier otro tipo, en la que todos o algunos de sus miembros eligen a
un número más reducido de personas para que desempeñen un cargo o
cargos de autoridad en el seno de la organización.

R. DOWSE y J. A. HUGHES, Sociología política

ARTICULO 3.

 
El verdadero fin del Estado es la libertad.

De los fundamentos del Estado se deduce evidentemente que su fin último


no es dominar a los hombres ni acallarlos por el miedo o sujetarlos al
derecho de otro, sino por el contrario liberar del miedo a cada uno para que,
en tanto que sea posible, viva con seguridad, esto es, para que conserve el
derecho natural que tiene a la existencia, sin daño propio ni ajeno. Repito
que no es el fin del Estado convertir a los hombres de seres racionales en
bestias o en autómatas, sino por el contrario que su espíritu y su cuerpo se
desenvuelvan en todas sus funciones y hagan libre uso de la razón sin
rivalizar por el odio, la cólera o el engaño, ni se hagan la guerra con ánimo
injusto. El verdadero fin del Estado es, pues, la libertad.

SPINOZA, Tratado teológico-político


Analiza y Comparte.

 ¿A qué poderes corresponden cada uno de los descritos en el texto


de Montesquieu (Articulo 1)? Explica en cada caso en qué consiste cada
poder.
 ¿En qué consiste la elección según Dowse y Hughes (Articulo 2)? 
 ¿Qué otros procedimientos pueden existir para nombrar a una
persona para que ocupe un cargo de autoridad? 
 ¿Debe usarse el procedimiento de elección para cualquier cargo con
autoridad?
 Explica el razonamiento de Spinoza (Articulo 3). 
 ¿Por qué dice que “no es el fin  del Estado convertir a los hombres  de
seres racionales en bestias”? ¿Qué quiere decir que el fin del Estado sea la
libertad? ¿Crees que es así en realidad? Justifica tu respuesta.

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