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Historia Contemporánea de 1914 al presente

Fernando de los Ángeles

LOS FASCISMOS: ¿TOTALITARISMO O REVOLUCIÓN?

- ¿Totalitarismo o Revolución? El problema de las caracterizaciones


historiográficas.
- Raíces socioculturales e ideología en Italia y Alemania.
- El Nazismo, su desarrollo como fuerza política. Su ideología y accionar

INTRODUCCIÓN

El surgimiento de los totalitarismos constituyó uno de los rasgos distintivos del


siglo XX. Era un sistema político que carecía de precedentes pero que fue igualmente
acogido por movimientos políticos que representaban posturas contrarias en el espectro
ideológico de la época: fascismo y nazismo en la extrema derecha, y estalinismo en la
extrema izquierda.

En rigor, se aplica el concepto de sistemas totalitarios a aquellos regímenes


políticos que presentan las siguientes características: Subordinación en forma absoluta
de los derechos de los individuos al poder político; Existencia de una ideología oficial
única, representada por un único partido político masivo; Control policial a cualquier
forma de disidencia al sistema establecido; Violación sistemática de los Derechos
Humanos; Control y dominio de la vida e intimidad de las personas.

La Unión Soviética estalinista, la Alemania nazi y la Italia fascista son


consideradas, de forma unánime por los historiadores, como regímenes poseedores de
tales características, aunque con diferentes matices entre ellos.

Una vez finalizada la Gran Guerra, y luego de la firma del Tratado de Versalles en
1919, los estados europeos debieron adecuar sus instituciones políticas a la nueva
realidad. Sin embargo, no todos lograron mantener como régimen político la
democracia liberal y parlamentaria. En los casos de Alemania e Italia, el sistema
democrático liberal sufrió una profunda crisis, situación que derivó en una
reorganización estructural de esas sociedades y Estados, bajo la forma de gobiernos
autoritarios y totalitarios. Una expresión de esto fue el surgimiento, desarrollo y ascenso
al gobierno del fascismo en Italia y del nazismo en Alemania. En la Unión Soviética,
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por su parte, la llegada de Stalin al poder implicó la adopción de una serie de medidas
que orientaron el “gobierno del proletariado” hacia el totalitarismo.

¿TOTALITARISMO O REVOLUCIÓN? EL PROBLEMA DE LAS


CARACTERIZACIONES HISTORIOGRÁFICAS

Para entender mejor el análisis y la utilización de algunos conceptos académicos


que han sido modificados o manoseados por algunos, los trataré por separado para una
mejor comprensión de los mismos. El propio Federico Finchelstein 1, plantea que “la
historia combina evidencia con interpretación”, por lo cual “el conocimiento
histórico requiere dar cuenta de cómo el Pasado experimenta y explica a través de
relatos continuidades y cambios a lo largo del tiempo”.

A lo largo del siglo XX, algunos conceptos utilizados frecuentemente tanto por
historiadores, profesores de Historia y personas en general, han ido cambiado el
significado original ya que hemos tomados términos académicos y transformados en
expresiones de uso cotidiano, por lo cual “[…] especialmente en las últimas dos
décadas, se descontroló completamente”.

Si nos remitimos, por ejemplo, al surgimiento de los Totalitarismos, en el siglo


XX, debemos tener presente que este surge por primera vez tras la Primera Guerra
Mundial los nuevos Estados surgidos de la fragmentación de los imperios derrotados
eran formalmente democráticos, al poco tiempo, muchos de ellos establecieron
gobiernos autoritarios. Entre 1920 y 1940 se produjo el desprestigio de la democracia
liberal, configurándose una creciente tensión entre la visión totalitaria del mundo y la
democracia. Las democracias estables más destacadas en la época de entreguerras
fueron las de Francia, Inglaterra y Estados Unidos. En estos países, se mantuvieron los
principios del pluralismo político, el control del poder a través de mecanismos
parlamentarios y la defensa de las libertades individuales.

Por otra parte, en este período se establecieron gobiernos totalitarios en varios


países europeos. La utilización de símbolos y uniformes, de grandes actividades
masivas, de propaganda en los medios controlados por el Estado y el traslado de la
actividad política desde las instituciones formales –parlamentos– hacia las calles de las

1
FINCHELSTEIN, F. (2018): “Del fascismo al populismo en la Historia”. Buenos Aires, Taurus.
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ciudades, motivó que las ideologías totalitarias contasen con el apoyo no solo de los
grupos dirigentes, sino también de parte de los obreros y de las clases medias.

Ahora pensamos un poco en el concepto “totalitarismo”, vemos que a lo largo del


siglo XX ha sufrido una transformación, inicialmente el termino era utilizado
esencialmente en debates de carácter político y cultural en los medios masivos. Ahora
¿dónde nace realmente el termino totalitarismo? El totalitarismo como concepto “[…]
hace su aparición en 1923, en los trabajos de opositores locales al fascismo italiano,
provenientes de distintas orientaciones políticas”2. Y a lo largo del siglo XX, fue
desarrollándose de diferente manera, por lo cual el concepto ha sido debate en diferentes
ámbitos, políticos y culturales. El propio Traverso sostiene que “[…] durante los
últimos años, [hubo] un renacimiento espectacular de este concepto, sobre todo
después de 1989, el año de la caída del Muro de Berlín, seguida a poca distancia del
fracaso de la Unión Soviética.” 3 el primer elemento que promovió dicho resurgimiento,
fue la atroz situación del genocidio judío, desarrollado.

Ahora ¿Qué es lo primero que se no viene a la cabeza cuando pensamos en


Totalitarismo? El siglo XX ha sufrido un periodo de transformación, “[…] frente a una
democracia liberal en crisis, durante el periodo de entreguerras se instauran nuevas
formas de gobierno, los regímenes totalitarios, cuya característica fundamental es
adaptar el proceso autoritario al problema de la integración de las masas” 4. Pero el
concepto, teniendo en cuenta el periodo en el cual se desarrolla, esta estigmatizado por
lo liberales como una ideología, que se contradice con el sistema político existente.

Cuando pensamos en con concepto de Totalitarismo o Fascismos, incluimos “[…]


regímenes tales como la dictadura nazi (hasta 1945) o la dominación estalinista
(hasta 1956 al menos), […]”5, estos regímenes desde sus inicios hasta la caída, han
presentado características particulares, sin embargo, desde la historiografía existe “[…]
la tendencia natural de reducirlo a una serie de ‘elementos concatenados’: partido

2
ROCCA RIVAROLA, María Dolores. “¿Totalitarismo o dictadura terrorista? El nazismo y estalinismo en
el debate desde la historiografía y la teoría política”.
3
TRAVERZO, Enzo “El Totalitarismo. Uso y abusos de un concepto”. Universidad de Ameins. p.99
4
BERSTEIN, Serge (1996) “Los Regímenes políticos del siglo XX. Para una historia comparada del
mundo contemporáneo”. Ariel. Barcelona. p.111
5
HERNANDEZ SANDIOCA, Elena (1992) “Los fascismos europeos”. La Historia en sus textos. Vol. 12. Akal,
Madrid. p.14
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único, dictador absoluto, ideología de Estado, monopolio de los medios de


comunicación y de los medios de coerción, terror y economía planificada”6.

A pesar las diferencias existentes, todos los regímenes presentan características


comunes; “hubo un control absoluto del Estado y del individuo”, a diferencia del
Estado liberal, cuya máxima expresión busca la administración de una sociedad libre, y
una economía sin limitaciones (economía liberal), los Estados totalitarios, sin embargo,
en el ejercicio del poder buscan un control masivo de la sociedad mediante “[…] un
sistema terrorista de control policiaco, que lo recubre y resguarda, y que viene a
complementarlo eficazmente en sus tareas de intervención sobre el tejido social,
tratando de llegar hasta donde el partido no llega, y ejerciendo, al mismo tiempo,
vigilancia y garantías de ‘anticorrupción’”7, este control planteado por el gobierno
busca en definitiva evitar los defectos e imperfecciones de las democracias liberales.

Esta idea centralizadora, sin embargo, omite las del proyecto social y los objetivos
que plantea cada uno de estos gobiernos. Ya desde sus comienzos y consolidación
política, ambos lograron acceder al gobierno de forma diferente; por un lado, el
estalinismo es producto de una revolución, como la revolución socialista de 1917;
mientras que el otro, logró hacerse del poder por la vía legal, “[…] aprovechando los
cálculos errados de las elites tradicionales y convirtiéndose luego en régimen a través
de una ‘revolución desde arriba’ […]”8. Pero si continuamos un análisis más detallado
podemos desglosar los principales pilares, que favorecieren el desarrollo tanto del
estalinismo y nazismo, y ver como en la práctica se diferenciaron.

La ideología dominante, de dichos regímenes, plantean solucionar


“milagrosamente” los problemas que atraviesan dichas naciones. El Estalinismo, cuyas
bases ideológicas están en el marxismo lo que prevalece es una idea social, por lo cual
“la practica totalitaria tiene como objetivo la instauración de la sociedad de clases.
Esta, […], implica, una doble coerción: en el orden político para neutralizar la
resistencia de la burguesía (y al mismo tiempo la de los adversarios socialistas de los
bolcheviques); y en el orden económico, expropiando a la burguesía para colectivizar
(es decir, al menos en un primer momento poner en manos del Estado) los medios de

6
TRAVERZO, Enzo (2001) “El Totalitarismo. Historia de un debate”. Eudeba, Buenos Aires. p.143
7
HERNANDEZ SANDIOCA, Elena (1992) Ob. Cit. p.14
8
TRAVERSO, Enzo (2001). Ob. Cit., p.144
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producción”9. Gracias a estas acciones, desarrolladas durante el periodo del


Comunismo de guerra, los bolcheviques lograron poner en sus manos todos los poder
existentes.

La Alemania hitleriana, tuvo un proceso diferente, al desarrollado en la URSS, ya


que la voluntad unificadora que plateaba el nazismo era la superioridad racial y no el
Estado, por lo cual era “[…] un simple instrumento al servicio de los objetivos raciales
[…]” , por lo cual la mayor voluntad planteada por el régimen es “[…] conseguir […],
en un futuro, una raza pura de todo germen de decadencia y de eliminar los
elementos impuros que podrían comprometer la integridad de la sangre alemana,
principalmente judíos, raza negativa por excelencia para el nazismo” 10. Hitler, en el
libro “Mi lucha”, estableció una teoría racial, donde establecía que la raza aria, era
superior, y estaba destinada a dominar el mundo. Por lo tanto, para Hitler y los demás
miembros de su partido, la historia no era el producto de la lucha de clases, ni la libre y
abierta competencia generada por los mercados. Para ellos, la historia se determinaba y
explicaba por la lucha entre las razas biológicamente superiores y las inferiores.

Si bien ambos regimen, practican la violencia, se diferencian en el tipo y modo de


emplearla. Por un lado los soviéticos practican una violencia interna, ya que los
afectados son los propios los propios ciudadanos soviéticos (y especialmente rusos), a
los cuales se los intenta disciplinar y someter, mediante los medios oficiales totalitarios,
los cuales ejercen coerción contra la sociedad. Sim embargo, la violencia ejercida por, el
nazismo esta dirigida, hacia “el exterior”, ya que su objetivo no son los alemanes, sino
todas aquellas razas inferiores, que ponen en riesgo la supremacía alemana (basada
principalmente en la raza “aria”). tras “[…] la normalización” represiva de la sociedad
alemana (Gleichschaltung), rápida pero intensa, la violencia nazi se desencadena en
el curso de la guerra, a partir de 1939, como una ola de terror ni ciega ni
indiscriminada, sino rigurosamente codificada y racionalizada”11.

El proyecto totalitario, basado en una ideología oficial, está subordinado al “líder


carismático y el partido único”, cuyo objetivo central es controlar a la población y
evitar desvíos a los postulados planteados por el sistema instaurado. El Estado
Totalitario, necesito un dirigente, capaz de conectarse con el pueblo ya que sería el
9
BERSTEIN, Serge (1996) Ob. Cit. p. 119
10
BERSTEIN, Serge (1996) Ob. Cit. p. 119
11
TRAVERSO, Enzo (2005) Ob. Cit. p. 104
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encargaría de difundir las aspiraciones de este, sin embargo, esta figura carismática,
también tuvo diferencias en el estalinismo como en el nazismo.

En la Rusia estalinista, el carisma de Stalin, es producto del estrecho control que


hace el Estado-Partido sobre la sociedad en su conjunto, sin embargo, como este no
contaba con el apoyo popular que, si contaba Lenin durante el proceso revolucionario,
“[…] pone en marcha el procedimiento que le permite concretar su poder real,
valiéndose del partido único como instrumento para poner en cintura al pueblo
ruso”12. Trotsky, principal rival dentro del partido, sostuvo que Stalin se adueñó del
poder valiéndose de un mecanismo impersonal, y no gracias a sus cualidades
personales. Sin embargo, el carisma de Hitler proviene “[…] del contacto con la masa,
ante la cual se muestra como un hombre de cualidades excepcionales, “llamado” por
el destino”13.

El sistema de partido único, que promovían estos regímenes, es el encargado del


control ideológico, debido a que su función esencial es defender y difundir el proyecto
totalitario, por lo cual se encarga de vigilar todos los medios de prensa, artísticos y
creaciones literarias. Este control realizado, surge de la idea de que, la vida intelectual y
artística y educativa, no puede ser ajena al ideal totalitario.

En síntesis, si bien el estalinismo es producto de una revolución social y el


nazismo de una contienda electoral, los dos implementaron dictaduras totalitarias, ya
que para valerse del poder, llevaron adelante prácticas, que fueron en contra
esencialmente de los ideales basados en la libertad.

Si pensamos en los dos proyectos, y su momento de formación, E. Nolte, sostiene


que el origen de los regímenes totalitarios, se da en 1917 y forma parte de lo que llamo
“guerra civil europea”, pero a pesar de la omisión que realiza el autor, es importante
destacar que este proceso revolucionario y contrarrevolucionario es producto de la
guerra de 1914. Ahora es importante preguntarnos si la idea de “revolución” tuvo el
mismo significado, para en nazismo y el estalinismo, por un lado “[…] el bolchevique,
se consideró siempre personificación de la “revolución”, a la cual se enfrentaba en
forma de régimen fascista la “contrarrevolución”, y Hitler declaró una y otra vez que
su partido protegía a Alemania y a Europa del peligro mundial de la destrucción

12
Ob. Cit. p.121
13
TRAVERSO, ENZO (2001) Ob. Cit. p.145
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bolchevique de la cultura”14. Estos regímenes, si bien se imitan y a la vez se combaten,


son producto de la Gran Guerra, pero su identidad se va forjando poco a poco, estos
“[…] dos regímenes en los que el “totalitarismo de clase” alcanza el “totalitarismo de
raza”, con sus genocidios respectos”15. Este proceso inicia un periodo de tiranías en
Europa, siendo el punto de inflexión la revolución socialistas rusa iniciada en 1917, por
lo cual Nolte, sostiene que el Nacionalsocialismo surge como reacción a la “barbarie”
bolchevique.

La idea de que los regímenes totalitarios, son revoluciones, surgen como


característica común en todos los gobiernos de este tipo, ya que estos justifican sus
acciones triunfantes o venganzas en nombre de un proyecto. Cuando el régimen atenta a
los detractores del totalitarismo, los cuales suelen ser purgados, se lo califica como una
“contrarrevolución”. Para triunfar, estos modelos buscan liderazgo a través de líderes,
quienes justificarán su permanencia en el poder como una revolución permanente.

RAÍCES SOCIOCULTURALES E IDEOLOGÍA EN ITALIA Y ALEMANIA.

El conflicto armado mundial iniciado en 1914, que ocasionó cambios profundos


en los sistemas de gobierno de los países beligerantes y una situación de crisis en los
regímenes democráticos, desestabilizó seriamente la política interna de Italia cuando en
este país todavía no se consolidaba la unificación recientemente lograda, y en momentos
en que se veía amenazado por los conflictos internos generados con el nuevo auge del
socialismo.

El clima de frustración que vivía Italia tras los acuerdos internacionales de paz
habría de servir de estímulo para el surgimiento de un nuevo conjunto de ideas que
retomaban ciertos elementos esenciales en su reciente proceso de unificación, como el
orgullo nacionalista unido al sentimiento de superioridad cultural y racial, la fuerza
militar, la existencia de un líder capaz de integrar los intereses de los diferentes sectores
sociales encauzándolos hacia metas nacionales, la defensa de la patria contra las
agresiones de otros países, y el deseo de venganza contra las potencias occidentales por
no haber hecho partícipe a Italia de los beneficios obtenidos por los vencedores en la
Primera Guerra Mundial.

14
NOLTE, Ernst (2001) “La guerra civil europea, 1917-1945”. FCE. México. p.16
15
TRAVERSO, E. Ob. Cit., p.155
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El fascismo, en sus orígenes, carece de un cuerpo doctrinario sólido por lo cual


Serge Bernstein sostiene que “representa los engranajes institucionales del Estado”,
ya que había nacido como un movimiento pragmático, que intentaba dar respuesta a la
situación de Italia en la posguerra. Pero, a medida que pasa el tiempo, se dibuja una
serie de principios que evolucionan conforme a las circunstancias, a diferencia del
programa, algo básico, existente en el nazismo.

El partido fascista, “va imponiéndose por etapas sucesivas, dando una nueva
significación a los órganos fascistas creados después de 1922”, se convirtió en un
partido milicia, único y fuertemente organizado. Adoptó la forma de milicia popular,
vale decir, que todos sus integrantes vivían sujetos a la disciplina impuesta por sus jefes,
vestían uniforme, pero no se encontraban movilizados permanentemente, por lo cual,
continúan con sus actividades normales, pero manteniendo la disciplina militar y la
obediencia a sus superiores.

Este fenómeno totalitario, el fascismo, surge como una reacción “anti”: frente al
intelectualismo, ya que primaba el culto por la fuerza física. Frente al orden burgués
liberal, adopta una postura antiparlamentaria, anti partidos políticos y contraria a la
libertad de expresión. Al tiempo que es contrario al liberalismo, también lo es contra el
socialismo debido a que aquel representa la ideología de la lucha de clases, aunque en
Italia los partidos socialistas, y, especialmente, comunista, habían alcanzado un gran
crecimiento.

El deterioro de las instituciones favoreció en el aumento permanente de los


poderes de Mussolini quien, en 1925, logró unificar el poder, ya que deja de ser el
presidente del consejo y asume en cargo de “Jefe de Gobierno, primer ministro,
secretario de Estado”. Frente a esto el Estado se convirtió en el órgano central de la vida
de la nación: el individuo está supeditado a la colectividad y “Mussolini, como jefe de
estado, siempre tiene razón”. Así, el Estado pasa a regular todas las esferas de la vida:
familiar, social, política y religiosa. Frente a la centralización del poder en Manos de
Mussolini, se dispone “[…] sin que sean abolidos los órganos legales del Estado, se
crean instituciones paralelas que dejan a las primeras vacías de contenido y que
preparan la instauración de un tipo de régimen que no tiene nada que ver, ni por sus
principios ni por su práctica, con el modelo de la democracia liberal”16.

16
BERSTEIN, Serge (1996)
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EL NAZISMO, SU DESARROLLO COMO FUERZA POLÍTICA. SU


IDEOLOGÍA Y ACCIONAR

Luego del fin de la Primera Guerra Mundial, se instauró en Alemania un gobierno


democrático, conocido históricamente como la República de Weimar, ya que en esa
ciudad se proclamó la nueva constitución que lo regiría. A ese gobierno le tocó
enfrentar las difíciles condiciones impuestas por los vencedores de la Primera Guerra
Mundial en el Tratado de Versalles, con los consiguientes problemas económicos y
políticos derivados de la guerra y los gastos de reparación que debieron cancelar.

A pesar de las duras condiciones impuestas, durante el periodo de Weimar,


lograron los alemanes supieron “[…] conciliar un sistema político liberal, en un
sentido muy lato, con avanzados programas de bienestar social que introdujeron
importantes mejoras en la vida de la gente normal” 17. Sin embargo, a pesar de los
planes impuestos, la inestabilidad fue el signo del período, ya que los ataques provenían
tanto de grupos de izquierda como de derecha, que acusaban de ineficacia al gobierno
constituido.

Esta situación llevó a que, en 1923, los nazis, junto a un reducido grupo de
militares intentaran un golpe de fuerza contra el gobierno, que terminó en fracaso. Este
intento golpista, provocó un “[…] procedimiento judicial contra Adolfo Hitler, Erich
Ludendorff y otros acusados más, tuvo lugar ante el Tribunal del Pueblo en Munich
de fines de febrero a fines de marzo dé 1924 […]” 18, el cual hizo que su líder, Adolf
Hitler fuera condenado a cinco años de cárcel, de los que solo cumplió nueve meses,
durante los cuales escribió Mein Kampf (Mi lucha), que resume sus ideas políticas: el
nacionalismo, la derogación del Tratado de Versalles, el racismo, la superioridad de la
raza aria, el antisemitismo, el desprecio al liberalismo y el rechazo radical del
socialismo y el comunismo. Un Estado centralizado y un jefe carismático, el Führer
asumirían la realización del “destino alemán”

El auge del partido nazi en Alemania corrió paralelo a los efectos de la crisis
económica de 1929, el mismo Hobsbawm sostuvo que “[…] si no se hubiera
producido la crisis económica, no habría existido Hitler […]” 19, esto demuestra la
17
WEITZ Eric D. (2007) “La Alemania de Weimar. presagio y tragedia”. Turner, Madrid.
18
NOLTE, Ernst (2001) “La guerra civil europea, 1917-1945”. FCE. México p.161
19
HOBSBAWM, Eric (2014) “Historia del Siglo XX”. Critica. Buenos Aires. p.81
Historia Contemporánea de 1914 al presente
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importancia, como la Gran Depresión, al igual que la crisis de 1923, favoreció el


surgimiento del Partido Nacionalsocialista Alemán.

En las elecciones generales de marzo de 1933, los nazis liderados por Hitler,
alcanzaron el triunfo, pero no en número suficiente como para modificar la
Constitución, ya que socialistas y comunistas consiguieron el 30% de los sufragios.
Estas elecciones eran necesarias, para lo cual algunos comunistas que apoyaban al
Partido Nacionalsocialista, ya que “[…] creían que el ascenso de Hitler al poder era
una etapa necesaria en el camino de la instauración de la dictadura del proletariado
por la que luchaban y el Partido Comunista Alemán, al hilo de esta lógica perversa,
no dudó en empeñarse en acciones convergentes con las de los nazis”20. Sin embargo,
en la práctica, el gobierno comenzó un rumbo diferente, por lo cual el 36% de los votos,
que ayudo a ganar al gobierno no fueron tomados en cuenta, esto provocó una gran
huelga.

En un clima de movilizaciones, se produce un incendio en el edificio de


Reichstag, lo cual sirvió como escusa, para afianzar el poder de Hitler. Sin saber
quienes fueron los responsables materiales del hecho, “la responsabilidad se dejó
recaer sobre los comunistas y cuatro mil de ellos, […], fueron detenidos” 21. Tras el
trágico incendio Hitler, presiona a Hindenburg quien termina firmando un decreto de
suspensión de libertades y derechos.

Los comicios, del 5 de marzo de 1933, arrojaron a los partidos de derecha mayoría
absoluta, el NSDAP con contó con los votos necesarios para realizar una reforma
constitucional y otorgar poderes “excepcionales” a Hitler. Sin embargo, según Procacci
“alcanzó su objetivo gracias a la anulación de la elección de los 81 diputados
comunistas y a la debilidad del Zentrum” 22. Tras esto acontecimientos se aprobó el
Acta de Habilitación que otorgaba plenos poderes a Hitler, por un período de cuatro
años. Esto permitió a Hitler alcanzar en 1934, tras la muerte del presidente Hindenburg,
el poder absoluto. Estos acontecimientos marcaron la “muerte” de la República de
Weimar, y dio a luz al régimen de los nazis.

20
PROCACCI Giuliano (2004) “Historia General del Siglo XX”. Critica, Barcelona. p.208
21
PROCACCI, Giuliano (2004) Ob. Cit. p.209
22
PROCACCI, G. Ob. Cit. p.209
Historia Contemporánea de 1914 al presente
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Pocos meses después, de haber accedido al poder, los nazis comienzan su


revolución nacionalsocialista, la cual derivo en una de las peores dictaduras. Como todo
régimen de facto, una de las primeras acciones fue la disolución de todos los partidos y
sindicatos, y se suprimieron todas las libertades y garantías individuales. A su vez, una
ley de junio de 1933 convirtió al partido nazi en el único autorizado, el cual fue
fortalecido por el apoyo del ejército y con un aparato policial que suprimía cualquier
forma de oposición, además el régimen nazi creo una gigantesca máquina de
propaganda, que se encargo de organizar el pueblo alemán en nombre de los valores
totalitarios del nazismo. Un fuerte aparato represivo procedió a disciplinar
comportamientos individuales y todas las manifestaciones culturales.

El nazismo no oculta su proyecto totalitario, por lo cual “[…] sus bases quedan
instauradas desde la fase de la dictadura legal, que va de enero de 1933 a agosto de
1934”23.

Para Hitler y los demás miembros de su partido, la historia no debe ser producto
de la lucha de clases, ni la libre y abierta competencia generada por los mercados. Para
ellos, la historia se determinaba y explicaba por la lucha entre las razas biológicamente
superiores y las inferiores, y en la cual, las primeras estaban predestinadas a dominar el
mundo. La humanidad, desde la perspectiva de Hitler, estaba compuesta por tres
grandes grupos raciales: los que creaban la cultura, los que la transmitían y los que la
destruían. Hitler, en el libro “Mi Lucha”, establece una teoría racial donde sitúa al
pueblo alemán dentro del primer grupo, y los judíos en el tercero. En el libro hace
establece que debe hacerse con las demás razas, especial mente con la de origen semita
como los judíos, ya que sostiene que “[…] El judío fue siempre un parásito en el
organismo nacional de otros pueblos, […]24, por esa hay que exterminarlos.

Los nazis explicaban la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial, como un


resultado de la progresiva degeneración de la pureza de la raza aria, producida por la
mezcla con una raza inferior, la judía, que había minado el sentimiento nacionalista, y
promovido el individualismo, el internacionalismo y el igualitarismo. Entonces, para
lograr el resurgimiento de Alemania se necesitaba un líder, un caudillo, un Führer que
guiase a su pueblo, entendido como grupo racial que debía recobrar su sitial en la
historia como raza superior. Ello implicaba, a su vez, que para restablecer este orden
23
BERTEIN, Serge (1996). Ob. Cit. p.120
24
HITLER, Adolf (1925). “Mi Lucha”. p.86
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natural la raza aria debía recuperar su espacio vital, indispensable para desarrollarse
como tal, lo que fundamentaba, teóricamente, una política de expansión territorial.
Detrás de la búsqueda del espacio vital se escondía una antigua inquietud alemana:
expandir sus territorios a los pueblos eslavos del Este

BIBLIOGRAFIA

- BERSTEIN, Serge (1996) “Los Regímenes políticos del siglo XX. Para una
historia comparada del mundo contemporáneo”. Ariel. Barcelona.
- FERNÁNDEZ GARCIA, Antonio (2001) “Las Ideologías Totalitarias”.
Universidad Complutense de Madrid.
- FINCHELSTEIN, Federico. (2018): “Del fascismo al populismo en la
Historia”. Taurus, Buenos Aires.
- HERNANDEZ SANDIOCA, Elena (1992) “Los Fascismos Europeos”. La
Historia en sus textos. Vol. 12. Akal, Madrid.
- HOBSBAWM, Eric (2014) “Historia del Siglo XX”. Critica. Buenos Aires
- NOLTE, Ernst (2001) “La guerra civil europea, 1917-1945”. FCE. México
- PROCACCI, Giuliano (2004) “Historia General del Siglo XX”. Critica,
Barcelona.
- ROCCA RIVAROLA, María Dolores. “¿Totalitarismo o dictadura terrorista?
El nazismo y estalinismo en el debate desde la historiografía y la teoría
política”.
- TRAVERZO, Enzo (2005) “El Totalitarismo. Uso y abusos de un concepto”.
Universidad de Ameins.
- TRAVERZO, Enzo (2001) “El Totalitarismo. Historia de un debate”. Eudeba,
Buenos Aires.
- WEITZ, Eric D. (2007) “La Alemania de Weimar. Presagio y tragedia” Turner,
Madrid.

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