Sei sulla pagina 1di 54

UNIVERSIDAD NACIONAL SAN AGUSTÍN

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

ASIGNATURA: LITERATURA NACIONAL Y


REGIONAL

TEMA: BRYCE ECHENIQUE


CESAR VALLEJO
JAVIER HERAUD
JOSE MARIA EGUREN
ALBERTO HIDALGO

DOCENTE: Dr. REYNALDO ROSAS VALDIVIA

AREQUIPA – PERÚ
2019
INTEGRANTES:

1) MURGUÍA BANDA, AARÓN


2) PORTUGAL URDAY, JESSICA ALESSANDRA
3) QUISPE PACOMPIA, JENNY MARITZA
4) URQUIZO QUIROZ, GEANFRANCO ALAOR
5) VILCA ALVARO, ESTEFANY ALEXANDRA
DEDICATORIA:

Dedicamos este trabajo de investigación a nuestros padres que, con su amor, esfuerzo,
paciencia, sacrificio y su apoyo constante estamos aquí, en la Universidad Nacional
San Agustín, la casa superiora de mayor prestigio de Arequipa, culminando el segundo
semestre de nuestra vida universitaria.
AGRADECIMIENTO:

Agradecemos a Dios por bendecirnos con la vida, por guiarnos a lo largo de nuestra
existencia.

Agradecemos al Dr. Reynaldo Rosas Valdivia por haber compartido parte de su vida,


sus conocimientos a lo largo del presente semestre.
6

Introducción

Desde el nacimiento de un ser humano este presenta constantes actitudes,

aptitudes, destrezas que denotan la especial connotación de inteligencia lingüística-

verbal. Esa fluidez que posee en el uso de la palabra. Destreza en la utilización del

lenguaje, haciendo hincapié en el significado de las palabras, su orden sintáctico, sus

sonidos.

A lo largo de la historia hemos conocido a través del estudio diversos personajes

cuya inteligencia lingüística-verbal ha sobrepasado nuestro entendimiento, mezclado

con mucha sensibilidad (inteligencia intrapersonal) y capacidad artística dentro de sus

narraciones fantásticas, versos floridos y cargados de una vida dura, o dramas tratando

de representar la sociedad a la que pertenecían.

El Perú fue cuna de grandes literatos admirados y reconocidos hoy a nivel

mundial, y en este trabajo de investigación mostraremos su historia personal, obras

sobresalientes y un análisis crítico sobre ellos buscando resaltar aún más su brillantez

intelectual plasmado en hojas de papel que nos han llevado a mundos fantásticos o

sacado alguna lagrima porque nos recordó parte de nuestra historia.


ÍNDICE

Introducción.........................................................................................................................6
Capítulo I: Alfredo Bryce Echenique..................................................................................8
1.1. Biografía...............................................................................................................8
1.2. Obras...................................................................................................................13
1.3. Análisis de “Un mundo para Julius”...................................................................14
1.4. Apreciación crítica..............................................................................................15
Capítulo II: José María Eguren..........................................................................................16
2.1. Biografía.............................................................................................................16
2.2. Obras...................................................................................................................21
2.3. Poema “La niña de la lámpara azul”...................................................................23
2.4. Apreciación crítica del autor...............................................................................23
Capítulo III: Cesar Vallejo.................................................................................................24
3.1. Biografía.............................................................................................................24
3.2. Obras...................................................................................................................30
3.3. Poema “Los heraldos negros”.............................................................................31
3.4. Apreciación critica del autor...............................................................................32
Capítulo IV: Javier Heraud................................................................................................33
4.1. Biografía.............................................................................................................33
4.2. Poemas................................................................................................................35
4.3. Poema “El río”....................................................................................................35
4.3.1. Crítica literaria........................................................................................40
Capítulo V: Alberto Hidalgo.............................................................................................41
5.1. Biografía.............................................................................................................41
5.2. Obras...................................................................................................................44
5.3. Poema “Ser hecho a mano”................................................................................45
5.4. Biografía.............................................................................................................45
Conclusiones......................................................................................................................47
Sugerencias........................................................................................................................48
Referencias........................................................................................................................49

Capítulo I: Alfredo Bryce Echenique


8

1.1. Biografía

Alfredo Bryce Echenique nace el 19 de febrero de 1939 en Lima. Su padre Francisco

Bryce es de ascendencia escocesa y un alto funcionario de la banca nacional del Perú́ . Su

madre Elena Echenique tiene por antepasados a un virrey y al presidente de la Republica José́

Rufino Echenique (1851-1854). El buen conocimiento de la literatura francesa que posee la

madre, especialmente de Marcel Proust, será́ un factor de suma influencia en la vida del

futuro escritor. Desde 1950 cursó sus estudios primarios en el Inmaculado Corazón, y

secundarios, en el Santa María Marianistas primero y, luego, tras un incidente en este colegio

por el que hubo de ser hospitalizado, ingresó al San Pablo, un internado británico en Lima.

Bryce Echenique ingresa en 1957 a la Universidad de San Marcos, donde obtiene en

1963 el bachillerato en Derecho, y en agosto de 1964 el bachillerato en Literatura, con la tesis

titulada La función de diálogo en la narrativa de Ernest Hemingway. Aun cuando se recibe de

abogado y ejerce la profesión por breve tiempo, él se afirma en su vocación de escritor, hecho

que le indispone con sus padres. En 1963 se traslada a Europa, residiendo en Francia, y dando

inicio de esta manera a una suerte de autoexilio que se prolongó́ por más de 30 años. Sigue

estudios de especialización y gracias a una beca prepara su tesis doctoral sobre el escritor

Henry de Montherlant. En 1965 obtiene el diploma de literatura francesa clásica y, en 1966,

el de literatura contemporánea, en la Sorbona. Entre 1967 y 1968 trabaja como profesor de

lengua española en un colegio parisiense. En 1968 envía el volumen de cuentos Huerto

cerrado al concurso de la Casa de las Américas, de La Habana (Cuba), y obtiene una mención

especial. En 1969 es contratado como lector en la Universidad de Nanterre, dictando cursos

de Literatura Hispanoamericana, hasta 1973. Por entonces se casa con Maggy Revilla.
9

En 1970 presenta el manuscrito de su primera novela Un mundo para Julius al jurado

del premio Biblioteca Breve. Sin embargo, ese año el premio no se concederá́ a causa de una

ruptura entre los editores Víctor Seix y Carlos Barral. El manuscrito fue finalista junto a “El

obsceno pájaro de la noche”, del escritor chileno José́ Donoso, y será́ la primera novela

editada por Carlos Barral en su nueva colección de narrativa, Hispánica Nova.

Desde 1971 a 1975 Alfredo Bryce Echenique es docente en la Universidad de París-

La Sorbona. En 1972 se le otorga el premio nacional de literatura “Ricardo Palma”. De 1973

a 1980 ensena en la Universidad de París-Vincennes. Su primera novela, traducida por Albert

Bensoussan al francés, bajo el título “Julius” en la editorial Calmann-Lévy, es seleccionada

para el premio Novela Extranjera. En 1974 publica en Barral Editores “La felicidad, ja, ja…”,

nueva colección de cuentos, entre los que figura “Muerte de Sevilla en Madrid”. En 1976

viaja por los Estados Unidos, gracias a una beca de la fundación Guggenheim. En 1977

obtiene el doctorado con una tesis sobre los temas principales del teatro de Henry de

Montherlant. Este mismo año, bajo el sello Ediciones Libre-I se publica en Lima la novela

Tantas veces Pedro. Igualmente, la editorial Anagrama de Barcelona publica “A vuelo de

buen cubero y otras crónicas”. En Lima, en 1979, la editorial “Mosca Azul” edita “Todos los

cuentos”. En este mismo año la universidad francesa incorpora “Un mundo para Julius” en el

programa de agregación y del CAPES de español. En 1980 la casa “Alianza Editorial”

publica sus “Cuentos completos”. Por ese año aparecen “La Passión selon San Pedro

Balbuena”, traducción de “Tantas veces Pedro” realizada por Albert Bensoussan y Micheline

Mauriel Llescure, y “Je suis le roi”, traducción de “Huerto cerrado” por Catherine Saintoul.

Además, el diario “Le Monde” publica en su suplemento literario del sábado su cuento “Con
10

Jimmy en Paracas”. Bryce deja París para vivir en Montpellier, universidad en la que es

nombrado profesor asociado.

En 1981 aparece su novela “La vida exagerada” de Martín Romaña, que se publica en

París en 1983 con el título “La vie exagérée” de Martín Romaña, resultando seleccionada

para el premio Médicis. En 1985, la editorial “Plaza y Janés” edita en Barcelona “El hombre

que hablaba de Octavia de Cádiz”, segunda entrega de” Cuadernos de navegación en un

sillón de Voltaire”. Bryce deja Francia para trasladarse a Barcelona, España. Desde 1975

regresa al Perú́ con cierta regularidad. En 1986 aparece “Magdalena peruana y otros

cuentos”, libro que es finalista del prestigioso premio “Rómulo Gallegos” en su edición de

1987. La casa editorial “Anagrama” publica “Crónicas personales”. En 1987 publica “El

mentiroso que siempre dice la verdad” (en el primer tomo de “Palabra viva” de Roland

Forgues. Lima, Studium, 1987, pp. 187-195). Ese año es invitado por la Universidad de

Austin, Texas (EE.UU.), para dictar un seminario sobre novela latinoamericana

contemporánea.

Por esas fechas, el Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI) le dedica en Madrid

una edición de la “Semana de Autor”. En 1988 es miembro del jurado del premio Cervantes.

Aparece su novela “La ultima mudanza de Felipe Carrillo” (Plaza y Janés, Barcelona). En

1989 se traslada a Madrid y contrae matrimonio con Pilar de Vega. Un año antes se publica

en la editorial Anagrama, Barcelona, “Permiso para vivir: antimemorias”, obra donde hace un

balance de su trayectoria como escritor. Un artículo titulado “Una novela y sus

consecuencias” aparece en “Los novelistas como críticos” (FCE, México, 1991). En 1992

Peisa edita “Dos señoras conversan”, un conjunto de novelas cortas que contiene, además de
11

la “nouvelle” que da título al libro, “Un sapo en el desierto” y “Los grandes hombres son

así́”.

La singular narrativa de Alfredo Bryce Echenique ha propiciado la aparición de

numerosos textos críticos, entre los que destacan “Los mundos de Alfredo Bryce Echenique”

(1994) de Cesar Ferreira e Ismael P. Márquez, dos estudiosos peruanos que enseñan en

universidades norteamericanas; y “Bryce, un niño lleno de tristeza. Notas para una lectura

social de Un mundo para Julius” (1996) de la estudiosa belga Myriam van den Bulck.

En una amplia encuesta que hizo la revista Debate (No 81, 1995) entre críticos y

escritores peruanos “Un mundo para Julius” fue elegida la mejor novela de la historia literaria

de nuestro país. De hecho, esta narración supone uno de los análisis más profundos y liricos

de la clase media urbana limeña. Ese mismo año se publica “No me esperen en abril” y en

noviembre de 1998 su novela “Reo de nocturnidad”, publicada el año anterior, obtiene el

Premio Nacional de Narrativa concedido por el ministerio español de Educación y Cultura.

En mayo de 1999 la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en el marco de las

celebraciones del 448 aniversario de creación de dicha casa docente, anunció la concesión

para Alfredo Bryce del doctorado honoris causa en mérito a la notable calidad artística de su

vasta obra literaria. Tal distinción le fue otorgada al escritor el 15 julio de 1999, en ceremonia

especial, con un discurso a cargo de Carlos Eduardo Zavaleta titulado: “Alfredo Bryce

Echenique: La óptica tragicómica y la subjetividad bienintencionada”.

Regresó brevemente al Perú en 1999, y abandonó el país ante el clima político

reinante. Volvió a Barcelona en 2002 y publicó tres años más tarde su segundo libro de

memorias, “Permiso para sentir”, en el que denuncia ácidamente la transformación de Perú. 


12

Bryce Echenique protagonizó, en la primera década del presente siglo, un escándalo

relacionado con el plagio de artículos periodísticos, y el 9 de enero de 2009, un tribunal

administrativo peruano lo condenó a pagar una multa de 177 500 soles (unos 53 mil dólares),

por el plagio de 16 textos pertenecientes a 15 autores, varios de los cuales aparecieron

originalmente en medios españoles, entre ellos, uno de Sergi Pàmies publicado en “La

Vanguardia” y otro en “El Periódico de Extremadura”. Ante la irrefutabilidad de los cargos,

Bryce Echenique trató infructuosamente de probar que los artículos habían sido publicados

sin su autorización y negó ser el autor de ellos. Posteriormente declaró a la prensa

especializada, después de declarado ganador del Premio FIL, que le retornaron el importe de

la sanción pecuniaria y que sus asuntos caminaban por buena ruta. 

El 2 de julio de 2012, en el Hotel Country Club de Lima, presentó “Dándole pena a la

tristeza”, basada en la vida de su abuelo el banquero Francisco Echenique Bryce.

Bryce presentó 16 de mayo de 2019 en Lima "Permiso para retirarme. Antimemorias

3", el libro con el que anunció su despedida de la literatura después de una carrera de más de

50 años, en la que produjo más de 30 títulos, entre novelas, cuentos y memorias.

El veterano escritor guarda ahora con ilusión poder ver en el cine su célebre novela

"Un mundo para Julius", dirigida por la peruana Rossana Díaz Costa, después de otros

intentos por llevar a la pantalla alguna de sus obras.


13

1.2. Obras

Novelas:

 1970 - Un mundo para Julius

 1977 - Tantas Veces Pedro

 1981 - La vida exagerada de Martín Romaña

 1985 - El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz

 1988 - La última mudanza de Felipe Carrillo

 1990 - Dos señoras conversan

 1995 - No me esperen en abril

 1997 - Reo de nocturnidad

 1999 - La amigdalitis de Tarzán

 2002 - El huerto de mi amada

 2007 - Las obras infames de Pancho Marambio

 2012 - Dándole pena a la tristeza

Cuentos:

 1968 - Huerto cerrado

 1974 - La felicidad ja ja

 1979 - Todos los cuentos, Mosca Azul, Lima

 1986 - Magdalena peruana y otros cuentos

 1987 - Goig

 1995 - Cuentos completos


14

 1999 - Guía triste de París

 2009 - La esposa del rey de las curvas

Autobiográficos:

 1977 - A vuelo de buen cubero

 1987 - Crónicas personales

 1993 - Permiso para vivir ("Antimemorias" I)

 2003 - Doce cartas a dos amigos

 2005 - Permiso para sentir ("Antimemorias" II)

 2019 - Permiso para retirarme ("Antimemorias" III)

Artículos y ensayos:

 1996 - A trancas y barrancas

 2000 - La historia personal de mis libros

 2002 - Crónicas perdidas

 2004 - Entrevistas escogidas

 2005 - Entre la soledad y el amor

1.3. Análisis de “Un mundo para Julius”

Julius, el personaje central, es un niño inteligente, hijo de una familia adinerada que

vive con gran comodidad y todas las sutilezas de una clase que se ocupa solo de sus fiestas y

compromisos sociales.
15

A través de Julius, el menor de cuatro hermanos, vemos desfilar una serie de

personajes empezando por su madre Susan, su padrastro Juan Lucas, familiares, amigos; la

servidumbre compuesta por el ama, el jardinero, el chofer, el mayordomo, la cocinera, etc.

Cada uno de ellos nos muestra al detalle su comportamiento con toda precisión y fidelidad.

Por ser menor, no es considerado muy  importante en la familia, pues aún no entra en

la sociedad, eso hace que esté confiado al chofer para que lo lleve en el lujoso automóvil al

colegio, a la cocinera para que le dé la comida a la hora, al jardinero para que no fastidie a los

padres y hermanos; lo que contribuye a que el niño conozca y se acerque a una clase social

diferente a la de su familia, la cual pasa su vida en el country club, el golf, la piscina, las

partidas de canasta y las fiestas.

A pesar de su corta edad capta las diferencias y percibe la sinceridad, su espontánea

alegría, su falta de “mundo”; puede ver que existen otras situaciones muy diferentes a la suya.

Julius es principalmente el pretexto para darnos a conocer el modo de vida de la

aristocracia en contraposición con el mundo de los marginados.

1.4. Apreciación critica del autor

La narrativa de Alfredo Bryce Echenique ha quedado poblada de personajes que se

han movido siempre entre la necesidad de la búsqueda del camino y la constatación de la

perdida de rumbo, por lo cual quedan vinculados, en primer lugar, al desarraigo, al desamor y

otros desafectos y, finalmente, a la evidencia de un desencuentro de raíces profundas y

alcances diversos. Una aproximación irónica a la vida y a su metáfora, la escritura, verifica el


16

detallado análisis de la sociedad de las últimas décadas del siglo que lleva a cabo el autor,

quien se convierte en el mejor guía para poder comprender la sustancia más íntima de la

sociedad actual. Sus mundos y sus personajes abarcan por extenso los contornos de los

apuros y las emociones de cada edad y cada estado: desde la indagación en las huellas

imperecederas de la infancia o el impacto de los amores y amistades adolescentes hasta la

exploración del joven desarraigado y el muy maduro artista ya olvidado por sí mismo; desde

el anhelado, aunque en ocasiones traumático, encuentro con la escritura hasta la confirmación

de la debilidad de la conciencia política de los individuos y la constante duda en que se halla

sumido el hombre contemporáneo, sea éste personaje o autor, lo que se concreta en la

fracasada adivinación de si la verdad es la realidad aparencial o de si la ilusión y la fantasía

compiten en similar plano de igualdad.

Capítulo II: José María Eguren

2.1. Biografía

José María Eguren fue un poeta y artista plástico muy simbólico del modernismo

dentro del Perú. Además de la poesía, Eguren también se dedicó a la pintura y a la escultura,

siguiendo ese mismo camino simbolista tardío.

Nació en el barrio tradicional de la antigua Lima el 07 de julio de 1874, siendo

bautizado el mismo día de su nacimiento en la parroquia San Sebastián. sus padres fueron

Don José María Eguren Cáceda y Doña Eulalia Rodríguez Hercelles. Eguren durante su

infancia estuvo muy ligado a su hermano mayor Jorge y a sus dos hermanas Susana y

Angélica.
17

Desde muy corta edad sufría de una salud frágil por lo que faltaba muchos días a la

escuela y se retrasó mucho en sus estudios. Se mudó afueras de la ciudad de Lima para vivir

en un clima menos húmedo y más saludable para él donde su padre era administrador y donde

su familia se refugió lejos de los estragos de la guerra del Pacífico y sobre todo de la

ocupación de Lima. Gran parte de su infancia y juventud la pasó en contacto con el campo en

la hacienda Chuquitanta.

Eguren en el tiempo que no iba al colegio se la paso leyendo libros, al parecer Eguren

compensa aquel tiempo escolar perdido leyendo muchos libros y que tanto como la

enfermedad y la fiebre constantes le ocasionaron mirar la realidad con un punto de vista muy

diferente al resto de los niños de su edad. Cuentan sus biógrafos, que Eguren solía contemplar

la naturaleza con mucha alegría en las cercanías de la casa hacienda donde su lectura intensa,

la lejanía de su ciudad natal, Lima y la soledad alimentó de un modo único al que sería más

tarde reconocido como uno de los mejores poetas del Perú.

Realizó estudios escolares tardíamente desde 1884 en el Colegio de la Inmaculada

(Lima) de los padres jesuitas, y luego en el Instituto Científico de Lima. Tiempo después

abandonó los estudios regulares, por lo que tuvo una formación autodidacta, inculcada por su

hermano mayor Jorge.

Llevó una vida sencilla y recluida: “vivo cercando el misterio de las palabras y las

cosas que nos rodean”. Dijo dos años antes de morir.


18

Durante más de treinta años vivió en el entonces balneario de Barranco desde 1900,

que queda ubicado muy próximo al centro de Lima donde pasaba la mayoría de estos años en

productividad artística y literaria. Por dificultades económicas de su familia se trasladó a

Lima en sus últimos años y allí, trabajó en Lima como profesor y ejerció un modesto puesto

de bibliotecario en el Ministerio de Educación, llevado por el entonces Ministro de Educación

José Gálvez Barrenechea (que dicho fuera de paso era hijo del héroe máximo del Combate

del 2 de Mayo, José Gálvez Egusquiza); ejerció dichas funciones desde 1931 en que fue

nombrado (Manuel Pantigoso asegura que fue en 1930 al igual como lo refiere la “Revista

Universitaria” órgano de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cuzco) hasta pocos

años antes de su deceso (16 de Abril de 1942) dado a que la plaza que ocupaba en el

Ministerio fue suspendida; dicho cargo le proporcionaba una escasa renta la cual era

insuficiente para los males de los cuales se aquejaba y de las dificultades económicas, que por

entonces, el poeta atravesaba (dificultades que le hicieron vender su casa de Barranco para

poder sobrellevar dicho periodo); a dicho oficio, el poeta, como cuenta Carlos German Belli.

“Se enrumbaba desde Barranco para ir a campo traviesa hasta la Lima antigua, y cumplir sus

tareas de modesto bibliotecario”.

Se sabe que uno de los primeros reconocimientos que recibió Eguren como poeta

simbolista fue de la mano de otro bibliotecario, el sanmarquino Pedro Zulen. Fue también,

catalogador de Bibliotecas Escolares.

Tuvo una existencia muy retraída, consagrada a sus vivencias íntimas y creaciones

poéticas, sin comprometerse con las contingencias sociales, políticas, ideológicas de su

tiempo. De personalidad sencilla, simpático y afable, tímido e incapaz de llamar la atención

mediante excentricidades e impertinencias, A pesar de su voluntario apartamiento de la vida


19

pública, gozó de la admiración y afecto de hombres de la talla como Manuel González Prada,

Abraham Valdelomar y José Carlos Mariátegui, entre otros. En 1910, en la revista

"Contemporáneos" (dirigida por Bustamante y Ballivián) aparecen sus primeros versos. Un

año después, publica su primer libro, Simbólicas, que es recibido con desgano y hasta con

desdén por la crítica "oficial". Solo a partir de 1920 se le reconoce y exalta su valor, con los

homenajes de las revistas "Colónida", de Valdelomar, y "Amauta", de Mariátegui que

consideraban sus poemas como la muestra más honda y depurada de la estética simbolista en

lengua española, pese a pertenecer cronológicamente a la generación modernista de José

Santos Chocano.

Mariátegui le concedió una especial importancia a Eguren. Ya en el boletín “Libros y

revistas”, antecedente de “Amauta”, del que salieron dos números en febrero y abril de 1926

abre el primer número con una entrevista a Eguren a cargo de Armando Bazán. Allí el poeta

se define de manera contradictoria simpatizando con las nuevas corrientes estéticas y

destacando su filiación más con el pasado que con el tiempo presente: “Yo percibo

íntimamente un nuevo soplo y una nueva luz en la corriente del arte; hay el hondo fervor de

la fe y una intensa desesperación por cambiarlo todo; y esta nueva fe y esta desesperación

tienen sus raíces en la vida misma.” Y más adelante añade de manera contradictoria: “Mis

versos no deben ya publicarse. Hoy debe leerse solamente poesías que nos den la emoción de

nuestro tiempo.” (Bazán, 1926).

Eguren vio publicados en las páginas de Amauta los siguientes textos: “Canción de

noche, nº1, septiembre de 1926, p.8; “Favila. Poesía”, nº2, octubre de 1926, p.12; “Preludio”,

nº2, octubre de 1926, p.13; “Témpera”, nº5, enero de 1927, p.2; “Víspera”, nº8, octubre de

1927, p.4; “Viñeta oscura”, nº10, diciembre de 1927, p.5; “La niña de la garza”, nº11, enero
20

de 1928, p.13; “Hespéride!, nº21, febrero-marzo de 1929, p.10; “La noche de las alegorías,

nº21, febrero-marzo de 1929, pp.9-10; “Canción de regreso”, nº29, febrero-marzo de 1930,

pp.53-55.

La aparición del poemario “Simbólicas” (1911) de Eguren es tomada como un hito en

la superación del modernismo, ya que actúa como la fundación de la poesía contemporánea

del Perú, instaurando una tradición todavía viva y vigente en la actualidad. A este primer

libro le siguieron “La canción de las figuras” (1916) y otras dos colecciones de poemas,

“Sombra y Rondinelas”, que fueron publicadas por vez primera en “Poesías” (1929). La obra

poética de José María Eguren refleja su búsqueda de trascendencia y su nostalgia de mundos

perdidos o extraños. El poeta enriqueció el lenguaje con regionalismos, arcaísmos,

neologismos y palabras inventadas; en sus últimas poesías se inscribió en el mundo de las

vanguardias europeas en lo referente al uso de la metáfora y la imaginería del sueño.

En 1930, Eguren empezó a escribir breves piezas en prosa, los llamados “Motivos

estéticos”, de intención poética y filosófica; estos «motivos», aparecidos en diversas revistas

durante la década de los treinta, fueron recogidos póstumamente en un volumen, en 1959.

Artista versátil, José María Eguren también se dedicó a la pintura y la fotografía. Sus

acuarelas revelan la influencia de los impresionistas franceses y los prerrafaelitas ingleses.

Aunque no se dedicó a la música, ésta fue muy importante como referente cultural. Siguiendo

la estela de los simbolistas franceses, escribió que “la música es la más metafísica, la menos

pesada, de las artes”. En su obra aparecen timbales, violines, pianos, acordeones, flautas,

tambores; algunos de sus poemas se titularon Lied, en referencia a las piezas de Robert
21

Schumann, y sus compositores preferidos (Beethoven o Mendelssohn) también aparecen en

sus estrofas.

Agobiado por su disminución económica, sus últimos años los pasa desempeñando

fuera de Barranco en el modestísimo cargo burocrático de bibliotecario del Ministerio de

Educación. Su vida de sueños y fantasías termina después de una larga enfermedad el 19 de

abril de 1942.

2.2. Obras

En verso:

● Simbólicas (1911)

○ Lied I

○ Lied III

○ ¡Sayonara!

○ Los reyes rojos

○ El duque

○ Las bodas vienesas

○ Marcha fúnebre de una Marionnette

○ El dominó

● La canción de las figuras (1916)

○ La niña de la lámpara azul

○ El caballo

○ Peregrín, cazador de figuras


22

○ Nocturno

○ Lied V

○ Los ángeles tranquilos

● Sombras (1929)

○ La danza clara

○ El bote viejo

○ La Pensativa

○ El andarín de la noche

● Rondinelas en Poesías (1929)

○ Favila

○ Canción cubista

○ La canción del regreso

○ La muerte de marfil

● La primera edición de su poesía completa (1961) estuvo a cargo de Estuardo Núñez, uno

de sus estudiosos más tenaces.

● Poesías completas y prosas selectas (1970)

● Obras completas del poeta Eguren, a cargo de Ricardo Silva Santisteban, una en 1974 y

otra en 1997.

● Poesías completas (estudio de Manuel Beltroy Barranco-Lima, Colegio Nacional "José

Mª Eguren",1952).

● Antología poética (1972)

● Obra poética completa (1974)


23

● Blasón

● Los robles

En prosa:

● Motivos estéticos : Recopilación de sus ensayos, (1959)

2.3. Poema “La niña de la lámpara azul”

La niña de la lámpara azul


En el pasadizo nebuloso
Calcula mágico sueño de Estambul,
Su perfil presenta destelloso
La niña de la lámpara azul.

Ágil y risueña se insinúa,


Y su llama seductora brilla,
Tiembla en su cabello la garúa
De la playa de la maravilla.

Con voz infantil y melodiosa


el fresco aroma de abedul,
habla de una vida milagrosa
la niña de la lámpara azul.

Con cálidos ojos de dulzura


Y besos de amor matutino,
Me ofrece la bella criatura
Un mágico y celeste camino.

De encantación en un derroche,
Hiende leda, vaporoso tul;
Y me guía a través de la noche
La niña de la lámpara azul.

2.4. Apreciación crítica del autor


24

José María Eguren es uno de nuestros poetas más originales y exquisitos. El crítico

norteamericano Isaac Goldberg, en su estudio sobre la literatura hispanoamericana, lo sitúa al

lado de Rubén Darío y de José Santos Chocano, a los que considera como los mejores en

lengua castellana y estético arriba desvelado.

Eguren comenzó su obra poética con la influencia modernista. Después llegan a él, el

simbolismo francés, el sentimiento panteísta y sentido de misterio (Maeterlinck), la literatura

infantil, los clásicos españoles.

Se dice que Eguren es el poeta de la infancia, de los niños. Su poesía es un mundo de

maravilla, de fábula, de leyenda, con personajes de fantasía.

La poesía que escribió Eguren, combina de manera original tres modalidades poéticas:

● Modernismo

● Simbolismo

● Purismo

Del primero toma el gusto por la palabra como medio de expresión artística (plástica,

pictórica, musical); del segundo, el uso de la alegoría o símbolos para exteriorizar su emoción

poética; del tercero, su tendencia a hacer poesía desligada de las circunstancias y

contingencias de su ambiente y época.

Capitulo III: César Vallejo

3.1. Biografía
25

César Abraham Vallejo Mendoza nació en Santiago de Chuco, Perú, el 16 de marzo

de 1892. Sus padres fueron Francisco de Paula Vallejo Benítez y María de los Santos

Mendoza Gorrionera. Fue el menor de once hermanos. La familia pensó en dedicarlo al

sacerdocio, lo cual marcó su formación y explica la presencia en su poesía de abundante

vocabulario bíblico y litúrgico.

Sus estudios primarios los realizó en el mismo Santiago de Chuco, desde abril de

1905 hasta 1909 estudió la secundaria en el colegio San Nicolás de Huamachuco. Inició los

estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Trujillo y de Derecho en la Universidad

de San Marcos (Lima), pero abandonó sus estudios para instalarse como maestro en Trujillo.

Ingresa a laborar en el Colegio Nacional de San Juan, como profesor del primer grado

de primaria, donde tuvo como alumno a Ciro Alegría. Él apenas un niño, ya había

oído antes del inicio de clases, de quién sería su maestro, y no precisamente escuchó

buenas referencias, situación que le causó intriga. Hasta que, llegado el día, tuvo esta

primera impresión: “Junto a la puerta (del ingreso de los alumnos de primaria) estaba

parado César Vallejo. Magro, cetrino, casi hierático, me pareció un árbol deshojado.

Su traje era oscuro como su piel oscura. Por primera vez vi el intenso brillo de sus

ojos cuando se inclinó a preguntarme, con una tierna atención, mi nombre.”

Para 1915, Vallejo obtiene el grado de bachiller en Letras con la tesis “El

romanticismo en la poesía castellana”. Ese mismo año fallece Miguel, su hermano que lo

seguía en edad.
26

Miguel, tú te escondiste una noche de agosto, al alborear; pero, en vez de ocultarte

riendo, estabas triste. Y tu gemelo corazón de estas tardes extintas se ha aburrido de

no encontrarte. Y ya cae sombra en el alma. (Fragmento de A mi hermano Miguel)

En esta época trabajó como profesor en el colegio Barros, y en el Colegio Guadalupe.

En 1916 frecuentó el grupo El norte y se enamoró de María Rosa Sandoval, pero no tardó en

irse a Lima, donde conoció a lo más selecto de la intelectualidad limeña.

Vallejo, como indica el poeta Marco Martos:

“Es la imagen viva del migrante, él vivió una experiencia característica del pueblo

peruano (que permanece hasta hoy): salir de una pequeña comunidad e ir a una mayor.

En el caso suyo fue: Santiago de Chuco, Huamachuco, Trujillo, Lima, París, el

mundo, y siempre venciendo dificultades (más que nada en la ciudad europea)”

(Sucedió en el Perú, 2012).

En la capital, conoce a intelectuales que admiraba, don Manuel González Prada, José

María Eguren y Abraham Valdelomar, a quienes expone su estima y respeto, a través de

importantes crónicas publicadas en diarios del norte del país, textos que también le

suministraron sustento económico.

Allí consiguió mantenerse como redactor en Variedades, Amauta, El Comercio y

Mundial, pero lo importante fue que inició su amistad con algunos de los grandes poetas

hispanoamericanos: Juan Larrea, Vicente Huidobro, Pablo Neruda y conoció a Tristán Tzara.
27

En 1918 publicó su primer poemario: Los heraldos negros, en el que son patentes las

influencias modernistas, sobre todo de Julio Herrera y Reissig.

Los Heraldos Negros, irrumpe en el modernismo como una nueva voz frente al

neoclasicismo y romanticismo desarrollados por Ricardo Palma, Riva Agüero y Santos

Chocano.

Con este poema, nuestro autor hace su estética a partir de lo cotidiano y el lenguaje

coloquial, logrando lo que nadie había hecho hasta entonces. Expuesto a través del dolor

individual y grupal, la duda y la tristeza. “Esos golpes sangrientos son las crepitaciones de

algún pan que en la puerta del horno se nos quema” contrario por sencillez a lo que

inicialmente escribió y tachó: “Son esos rudos golpes las explosiones súbitas de alguna

almohada de oro que funde un sol maligno.”

De acuerdo con Merino (1996, pág.19): en julio de 1920, regresa a Santiago de

Chuco, para visitar la tumba de su madre. Al volver fue encarcelado injustamente durante

cien días, acusado de haber participado en el incendio y saqueo de una casa. En la cárcel,

transforma “Trilce” en lo que fue inicialmente un conjunto de poemas titulado Cráneos de

Bronce.

Escribe con avidez poemas que pasan a formar parte del vanguardista libro publicado

en 1922. Así, encontramos que los poemas I, XVIII, XX, XLI, LVIII y LXI, que fueron

escritos durante su estancia carcelaria, en este libro Vallejo lleva la lengua española a límites

insospechados: inventa palabras, fuerza la sintaxis, emplea la escritura automática.


28

Nadie comprendía Trilce, fue un libro adelantado a su tiempo, su creador había

revolucionado el lenguaje poético, siguiendo en cierta forma el patrón interrogativo visto en

Los Heraldos Negros, pero ahora yendo más allá, hacia una nueva percepción para darse

cuenta del flujo convulso de la vida, de las violentas contradicciones del pensamiento.

Sin pruebas para proceder con la sentencia, el 26 de febrero de 1921 el Tribunal de

Justicia ordenó su liberación, bajo libertad condicional.

Cuando es liberado embarcó en el vapor Oroya el 17 de junio de 1923 en dirección a

Europa. Llegó a París el 13 de julio.

Sus dos primeros años fueron duros, según Flores (1971, pág. 51):

“No teniendo recursos para pagar una habitación, solía tomar el metro en el que podía

descansar y dormir dos o tres horas, tomando conexiones hasta la hora en que cesaba

el servicio. Después era el deambular por los bulevares, el reposar en los bancos de

los paseos, de los que era echado por la policía.”

Muchos escritores en América y Europa concebían sus obras con una conciencia

nueva de vitalidad y renovación. Así, el dadaísmo, movimiento fundado por Tzara,

Huelsenbeck y Arp en 1916, al que Breton define como un “estado de ánimo”, había dejado

marcadas influencias en el pensamiento surrealista. Para 1924 ambos movimientos se separan

de forma definitiva y el surrealismo acaba por hacer desaparecer de la escena renovadora a

los “agitadores del sistema”, a los dadaístas que habían planteado la consigna más radical de

la época: “El pensamiento se produce en la boca.”


29

En 1928 profundiza sus estudios de marxismo y empieza a interesarse con más fervor

en temas sociales y políticos. Si bien Vallejo tenía el deseo de volver, se ve imposibilitado a

causa de que se había pedido su recaptura, en el marco del proceso judicial.

El pensador, político y escritor José Carlos Mariátegui, a quien conoció durante sus

años en Lima, diría: “Vallejo es el poeta de una estirpe, de una raza… (En Vallejo) Se

encuentra, por primera vez en nuestra literatura, sentimiento indígena virginalmente

expresado.” Comparándolo con el poeta arequipeño Mariano Melgar (1790-1815) y sus

yaravíes que, si bien son el “acento” de la cuestión indígena en nuestro país, no logra, como

lo hace Vallejo, alejarse de la técnica clasista venida de la retórica española.

En 1930 el gobierno español le concedió una modesta beca para escritores. Los años

sucesivos seguirán siendo duros. Las colaboraciones periódicas con la prensa de América y

Europa apenas le ayudan a aliviar las penurias económicas, que poco a poco le acercarán a la

idea de un mundo cuyos análisis conectan con las realidades sociales y culturales de su

tiempo: “Estoy dispuesto a trabajar cuanto pueda al servicio de la justicia económica, cuyos

errores actuales sufrimos (…). Debemos unirnos todos los que sufrimos de la actual estafa

capitalista para echar abajo este estado de cosas. Voy sintiéndome revolucionario y

revolucionario por experiencia vivida más que por ideas aprendidas.” (Merino, 1996, pág.

29).

Acusado de subversivo, es expulsado de Francia, asentándose junto con Georgette

Phillipart en Madrid (España), donde empieza a colaborar con periódicos comunistas. Para
30

entonces ya se había publicado su novela El Tungsteno y su libro de crónicas Rusia en 1931.

Reflexiones al pie del Kremlin, que alcanzó tres ediciones en tres meses.

En 1932 se afilió al Partido Comunista Español, regresó a París, donde vivió en la

clandestinidad, y donde, tras estallar la guerra civil, reunió fondos para la causa republicana,

que le inspiró una de sus últimas obras: España, aparta de mí este cáliz.

En París se casó con Georgette en 1934. En 1937, Vallejo viaja a Valencia para

participar en el Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura (Congreso

Antifascista, que ya había tenido 29 un predecesor en París 1935), en esos momentos España

estaba en plena Guerra Civil. Conmovido por los hechos y en respaldo a la resistencia

republicana, rescata “como emblemática de esos años la figura del miliciano y su esperanza

de justicia, de esfuerzo común, de abrazo definitivo de todos los hombres, como anticipación

de un mundo utópico en el que “sólo la muerte morirá”.

César Vallejo falleció el 15 de abril del 1938, un viernes santo con llovizna en París,

pero no un jueves, como escribió en su famoso poema:

“Me moriré en París con aguacero,

un día del cual tengo ya el recuerdo.

Me moriré en París —y no me corro—

tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.”


31

La historia ha consagrado a César Vallejo como uno de los más grandes innovadores

de la poesía del siglo XX (fue, en opinión del crítico Thomas Merton, "El más grande poeta

universal después de Dante").

3.2. Obras

● Los heraldos negros, 1918

● Trilce, 1922

● Escalas melografiadas, 1923

● Fabla salvaje, 1923

● Contra el secreto profesional 1930

● El arte y la revolución, 1932

● Poemas humanos, 1939

● España, aparta de mí este cáliz, 1940

Escribió obras de teatro (ninguna de las cuales fue estrenada o publicada durante su

vida):

● Les taupes (1929, escrita en francés)

● Lock-Out (1930, francés)

● Entre las dos orillas corre el río (años 1930)

● Colacho hermanos o Presidentes de América (1934)

● La piedra cansada (1937)

Narrativa
32

● Escalas melografiadas (1923)

● Fabla Salvaje (1924)

3.3. Poema “Los heraldos negros”

Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!


Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras


en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma


de alguna fe adorable que el Destino blasfema.

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones


de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre… Pobre… ¡pobre! Vuelve los ojos, como


cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!

Del libro “Los heraldos negros” (1918)

3.4. Apreciación Crítica del autor

Según afirma Moretik (1975), nuestro poeta nació y creció en un periodo de

profundos cambios históricos, sociales y políticos en esta parte del continente. Un factor fue

el desarrollo de los transportes con la creación del motor a vapor, que supuso la creación de

una red comercial en toda América, y que, a su vez, intensificó 11 las inversiones de capitales

extranjeros,
33

Se le atribuye haber iniciado el dadaísmo en América a consecuencia de los raros

fundamentos estéticos de su primer libro Los heraldos negros, publicado en Lima a principios

de 1918. Vallejo sonríe de esta imputación, y declara que él no sabría, en verdad, cuál es su

estética. Él canta, sencillamente, sin haber pretendido nunca hacer de la poesía una cosa

profesional.

Amor y dolor, vida y muerte son las constantes en la poesía de Vallejo. En toda la

producción se advierte estos atributos de los que hizo semilla y siembra, el inmortal aeda.

Con lira en mano va por el mundo al que convierte en escenario para la presentación de su

intenso drama que le permitió conquistar la inmortalidad. (...) Han pasado muchas décadas de

la vida y muerte de Vallejo y su influencia crece igual que crece su gloria por todo el

universo, y en especial en las instituciones culturales como los planteles educativos y

universidades.

En el ejercicio filosófico, nuestro poeta habla de la Muerte, temática de seguro muy

presente en la obra de muchos escritores, y también en él, tanto en su trabajo poético como en

su prosa periodística. Dicho esto, podemos destacar La necesidad de morir (pp. 203-204)

publicado en El Norte el 22/03/1926, texto en el que Vallejo discurre como por las aguas del

Estigia imaginando el escenario de las varias muertes que en el transcurso le tocó presenciar.

Porque la muerte, “más que un castigo, pena o limitación impuesta al hombre, es una

necesidad, la más imperiosa e irrevocable de todas las necesidades humanas.”

Capítulo IV: Javier Heraud


34

4.1. Biografía

Javier Luis Heraud Pérez Telleria nació en Lima el 19 de enero de 1942. Hijo de Jorge

Heraud Cricet y Victoria Pérez Telleria. desde muy niño mostró un gran interés por el

estudio, lo que se reflejó en el ámbito académico, al ocupar el segundo puesto de su

promoción en el colegio Markham, ganando los juegos florales de su institución y recibiendo

el Primer Premio de Literatura al concluir sus estudios secundarios; y el primer puesto de

ingreso en la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) en

1958. ese mismo año ejerció como profesor de inglés y castellano en el Instituto Industrial

No. 24, siendo probablemente el profesor más joven del Perú con 16 años.

En 1960 publica “El río”, a los 18 años, con gran aceptación de la crítica. Este libro

sería uno de los primeros libros de la conocida Generación del 60 en Perú, siendo Javier

Heraud una de las figuras más reconocidas de esta promoción, y el símbolo de esa

generación.

En 1961 ingresa a estudiar Derecho a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

por insistencia de su padre, carrera que nunca le interesó. Se inscribió ese mismo año en las

filas del Movimiento Social Progresista (MSP), de tendencia Social-Demócrata. En San

Marcos frecuentó nuevas amistades y se relacionó con los círculos literarios sanmarquinos.

Publicó "El Viaje". Se le nombró Profesor de Literatura en el Colegio Nacional Melitón

Carbajal, de Lima. En julio de dicho año fue a Moscú invitado al “Fórum Mundial de la

Juventud”. Llevó la representación de su partido, el MSP. Testimonios de tal viaje son los

poemas "Plaza Roja 1961" y "En la Plaza Roja". En 1962 renunció al Movimiento Social

Progresista. En su carta escribe: "Es el planteamiento falso de este llamado "socialismo


35

humanista" lo que está condicionando toda la marcha del Movimiento y lo lleva a una praxis

equivocada. Yo no creo que sea suficiente llamarse revolucionario para serlo…".

En 1962 viaja a Cuba gracias a una beca para estudiar cine, donde conoce a Fidel

Castro. En mayo de ese año se matriculó en la Universidad de la Habana como estudiante de

Literatura. Formó círculos de estudio de Literatura junto a otros compañeros y se vinculó

también con gente del séptimo arte. Escribió poemas en La Habana y en La Paz, con el

seudónimo “Rodrigo Machado”

Al volver a Perú en 1963 se une al Ejército de Liberación Nacional (ELN), con el

mismo seudónimo que utilizó en Cuba. Solo semanas más tarde, el lunes 15 de mayo de

1963, fallece en la selva peruana de Puerto Maldonado a la edad de 21 años en medio de una

persecución, disparos y ráfagas de metralleta, perece tras 19 disparos.

4.2. Poemas

 El rio (cuaderno de poemas): El rio, Una piedra, Solo, Mi casa, Unas cosas

 El viaje (cuaderno de poemas): El deseo, El poema

 Recuento del año

 Las estaciones (cuaderno de poemas): Poema, Invierno, Primavera, Verano, Otoño.

 Mi casa muerta

 Yo no me río de la muerte: Elegía

 Las llaves de la muerte

 Estación reunida (cuaderno de poemas): Las sombras y los días, En espera del otoño

 Poemas a la tierra
36

 Viajes imaginarios (cuaderno de poemas): Explicación, Viajes por los bosques perdidos,

Viaje por los sueños, Viaje por las calles, Viaje por las calles desiertas, Viaje por las

ruinas ignoradas.

 Ensayo a dos voces (con Javier Calvo)

4.3. Poema “El río”

1
Yo soy un río,
voy bajando por
las piedras anchas,
voy bajando por
las rocas duras,
por el sendero
dibujado por el
viento.
Hay árboles a mi
alrededor sombreados
por la lluvia.
Yo soy un río,
bajo cada vez más
furiosamente,
más violentamente
bajo
cada vez que un
puente me refleja
en sus arcos.

2
Yo soy un río
un río
un río
cristalino en la
mañana.
A veces soy
tierno y
bondadoso. Me
deslizo suavemente
por los valles fértiles,
doy de beber miles de veces
al ganado, a la gente dócil.
Los niños se me acercan de
día,
37

y
de noche trémulos amantes
apoyan sus ojos en los míos,
y hunden sus brazos
en la oscura claridad
de mis aguas fantasmales.

3
Yo soy el río.
Pero a veces soy
bravo
y
fuerte,
pero a veces
no respeto ni a
la vida ni a la
muerte.
Bajo por las
atropelladas cascadas,
bajo con furia y con
rencor,
golpeo contra las
piedras más y más,
las hago una
a una pedazos
interminables.
Los animales
huyen,
huyen huyendo
cuando me desbordo
por los campos,
cuando siembro de
piedras pequeñas las
laderas,
cuando
inundo
las casas y los pastos,
cuando
inundo
las puertas y sus
corazones,
los cuerpos y
sus
corazones.

4
Y es aquí cuando
más me precipito.
Cuando puedo llegar
a
38

los corazones,
cuando puedo
cogerlos por la
sangre,
cuando puedo
mirarlos desde
adentro.
Y mi furia se
torna apacible,
y me vuelvo
árbol,
y me estanco
como un árbol,
y me silencio
como una piedra,
y callo como una
rosa sin espinas.

5
Yo soy un río.
Yo soy el río
eterno de la
dicha. Ya siento
las brisas cercanas,
ya siento el viento
en mis mejillas,
y mi viaje a través
de montes, ríos,
lagos y praderas
se torna inacabable.

6
Yo soy el río que viaja en las riberas,
árbol o piedra seca
yo soy el río que viaja en las orillas,
puerta o corazón abierto
Yo soy el río que viaja por los pastos,
flor o rosa cortada
Yo soy el río que viaja por las calles,
tierra o cielo mojado
Yo soy el río que viaja por los montes,
roca o sal quemada
Yo soy el río que viaja por las casas,
mesa o silla colgada
Yo soy el río que viaja dentro de los hombres,
árbol fruta
rosa piedra
mesa corazón
corazón y puerta
retornados.
39

7
Yo soy el río que canta al
mediodía y a los
hombres,
que canta ante sus
tumbas,
el que vuelve su rostro
ante los cauces sagrados.

8
Yo soy el río anochecido.
Ya bajo por las hondas
quebradas,
por los ignotos pueblos
olvidados,
por las ciudades
atestadas de público
en las vitrinas.
Yo soy el río
ya voy por las praderas,
hay árboles a mi alrededor
cubiertos de palomas,
los árboles cantan con
el río,
los árboles cantan
con mi corazón de pájaro,
los ríos cantan con mis
brazos.

9
Llegará la hora
en que tendré que
desembocar en los
océanos,
que mezclar mis
aguas limpias con sus
aguas turbias,
que tendré que
silenciar mi canto
luminoso,
que tendré que acallar
mis gritos furiosos al
alba de todos los días,
que clarear mis ojos
con el mar.
El día llegará,
y en los mares inmensos
no veré más mis campos
fértiles,
40

no veré mis árboles


verdes,
mi viento cercano,
mi cielo claro,
mi lago oscuro,
mi sol,
mis nubes,
ni veré nada,
nada,
únicamente el
cielo azul,
inmenso,
y
todo se disolverá en
una llanura de agua,
en donde un canto o un poema más
sólo serán ríos pequeños que bajan,
ríos caudalosos que bajan a juntarse
en mis nuevas aguas luminosas,
en mis nuevas
aguas
apagadas.

4.3.1. Crítica literaria

Detalla Pérez (2013) dentro de su conferencia en el marco de un homenaje dedicado a

Javier Heraud:

“Cuando nos preguntamos por qué la crítica recibió con alborozo “El río” fue

porque la textura de su lenguaje, las formas discursivas, no son del lenguaje coloquial.

Este poema, de nueve estancias, es un texto fundador de lo que luego vendrá en la

poesía peruana. Es un poema que evidencia una crisis del sistema poético en nuestro

país porque este texto, este acento, ya no tiene raíces muy visibles con la tradición de
41

la lírica española. Hay una suerte de ruptura, de cambio, una suerte de tratar de

poetizar con otro lenguaje pero que todavía no está visible en ese estilo”

 El poemario El río de Heraud comienza con la afirmación “Yo soy un río”. A

diferencia de los anteriores, el joven poeta peruano no sólo sugiere una identificación con el

río como símbolo de la vida o camino de la poesía, sino que, en El río, la voz poética es el

propio río y también la poesía.

Es evidente que el viaje del río tiene dos dimensiones, una externa y espacial, y otra

interna y temporal. El viaje externo se realiza a través de espacios naturales (riberas, orillas,

pastos, montes) y espacios transformados por el ser humano (calles, casas, mesa, sillas,

puerta). El viaje interno acontece “dentro de los hombres”, es el viaje de la memoria que

permite el recuerdo de objetos (“retornados”) que fueron parte de la vida.

Los otros ríos (cantos o poemas) siguen la misma ruta y también se reúnen finalmente

en la unidad del océano. El poeta-río adquiere una nueva identidad “mis nuevas aguas” en la

cual se unen todos los otros ríos. Por lo tanto, la llegada al mar no es el final de la existencia,

sino que ese nuevo estado oceánico es la continuidad de la vida, en que las vidas-poesías se

volverán una sola en y con el poeta-océano. La unificación de todo lo existente (material e

inmaterial) es el fin y el inicio de una nueva vida. La luz y la oscuridad de las “nuevas aguas”

son ejemplos de esta unidad complementaria de todo. En el poeta-océano todo puede

unificarse.

Capítulo V: Alberto Hidalgo


42

5.1. Biografía

Nació en Arequipa el 23 de mayo de 1897, Manuel Alberto Santiago Luis Hidalgo

Lobato tuvo una niñez marcada por la tristeza y la amargura. Sus padres murieron

envenenados, casi simultáneamente, cuando tenía apenas cuatro años de edad, quedándose en

el más pleno desamparo, junto a sus hermanas Carmen y Mercedes, y su hermano menor,

Eduardo Rafael. Por ello, en algunos escritos, recordará con sinceridad y pesadumbre que en

su infancia; el afecto, la casa y los parientes le fueron postizos.

En 1914 ingresa en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de San

Agustín de Arequipa, para hacerse de una profesión. Pero no bien asiste a las primeras clases,

renuncia ante el fuerte llamado de la poesía. Ese mismo año dará las primeras muestras de su

auténtica vocación, al publicar, con su propio peculio y el aliento de César Atahualpa

Rodríguez, la revista “Anunciación”, donde aparecen sus primeros poemas.

A los 19 años, después de conocer a Valdelomar (en su famosa visita a Arequipa),

publicará su primer poemario, un breve libro que titula “Arenga Lírica al Emperador de

Alemania”.

En 1917 ha cumplido veinte años y la consagración literaria nacional le otorga su

primera palma por “Panoplia Lírica”. El libro se edita en Lima, Abraham Valdelomar lo

prolonga con una perdurable “Exégesis Estética”, donde lo llama “poeta dilecto”. Estos años

juveniles ya nos muestran al poeta ególatra y virulento que emerge desde la provincia con su

voz sonora y afiebrada.


43

Luego del exitoso debut, su próximo e inmediato destino será la capital de la

República. Allí se enrolará a la vida y bohemia literarias de los “Colonia”, vinculándose con

escritores de diversas escuelas y provocando algunos entuertos literarios por su actitud

desafiante y sus pugnas con el séquito de Clemente Palma. Retorna a Arequipa en 1918, y

comienza a escribir algunos textos periodísticos en una publicación llamada “La Semana”,

que codirigía con Miguel Ángel Urquieta y donde hace famoso el seudónimo de “El Divino

Quechua”. Ese mismo año lanzará un libro de poemas: Las Voces de Colores y otro en prosa:

Hombres y Bestias, ambos impresos en Arequipa. Este último ya da a conocer su vena

libelista y panfletaria (seguidora de Manuel González Prada y en parte de Federico More) con

una calidad literaria que mereció el elogio de propios y ajenos, y que, desde luego, le regaló

muchos enemigos.

En 1919 retorna a Lima, dispuesto a establecerse y abandonar esa provincia menor,

llamada Arequipa, que lo marcó con su espíritu provinciano, hecho de altura y profundidad.

A fines de 1919 decide abandonar también el Perú y parte con destino a Buenos Aires, en ese

entonces la ciudad más europeizante de Sudamérica y muy afamada porque Argentina en las

dos primeras décadas del siglo fue considerada como potencia mundial. Buenos Aires habría

de ser la ciudad que lo cobijaría desde 1919 hasta su muerte, y de algún modo la ciudad que

conquistó porque nadie es profeta en su tierra.

Desde Buenos Aires empezará a adquirir una dimensión continental como poeta y

escritor. En la década del veinte va a asumir por completo el espíritu vanguardista -creativo

hasta los “ismos”- y desarrollará su técnica poética simplista, adhiriéndose a la modernidad,

desde que se consideraba un poeta que usaba máquina de escribir. Al momento de su arribo
44

-en 1919- publica “Joyería” y al año siguiente trabaja en la administración de correos y como

colaborador periodístico en revistas y diarios platenses. 

Entre 1920 y 1928 aparecen varios libros de poesía, crítica y uno de cuentos. Son los

años más especulativos y delirantes del poeta, el período de búsqueda, el experimento, la

instalación de su imperio estético en la página en blanco. De ellos son testigos: “Química del

Espíritu” (1923), “Simplismo” (1925) y “Descripción del Cielo” (1928). Estos conforman su

etapa exclusivamente vanguardista.

El silencio editorial entre 1928-1932 se suspende con la aparición en 1933 de “Actitud

de los Años”, uno de sus libros más intensos, lleno de amor y poesía, provocada por la

prolongada agonía y posterior muerte de su joven esposa, Elvira Martínez de Hidalgo. Su

viudez la sentiría hondamente, pues desde aquel 6 de junio tenía una marca profunda de

tristeza y angustia.

Han de pasar cuatro años para que vuelva a aparecer otro libro de Alberto Hidalgo. Y

no será de poemas sino de una especie de carne cotidiana e íntima, “Diario de mi

sentimiento” que testimonia muchos hechos de su vida, anécdotas de otros escritores con los

que tuvo amistad, apreciaciones literarias y preocupaciones intelectuales.

En los años cuarenta es un ciudadano bonaerense a carta cabal y un escritor que

despliega su madurez vital y literaria en sus artículos y publicaciones. “Tratado de Poética”

(1944) y “El Universo está cerca” (1945) son dos textos que reúnen, en tono de ensayo, sus

preocupaciones científicas, filosóficas y poéticas. Pero el libro que sobresale es “Edad del
45

Corazón” (1940) que abre la década y que con su formato -como el de un periódico doble

tabloide- muestra un alto lirismo, propio de sus mejores momentos poéticos.

5.2. Obras

Algunas de sus obras son:

 Arenga lírica al emperador de Alemania. Otros poemas. (con prólogo de Miguel

Ángela Urquietado) (Arequipa: Tip. Quiroz Hnos. 1916).

 Panoplia lírica. (con un estudio crítico de Abraham Valdelomar) (Lima: Imp. Víctor

Fajardo. 1917).

 Cromos cerranos. (Santiago: s/e. 1918).

 Hombres y bestias. (Arequipa: Edición del autor. 1928).

 Las voces de colores. (Arequipa: s/e. 1918).

 Jardín zoológico. (Arequipa: Tip. Quiroz Perea. 1919).

 Joyería: poemas escogidos. (Buenos Aires: Virus. 1919).

 Muertos, heridos y contusos. (Buenos Aires: Imp. Mercatali. 1920).

 España no existe. (Buenos Aires: Edición del autor. 1921).

 Química del espíritu. (Buenos Aires: Imp. Mercatali. 1923).

5.3. Poema “Ser hecho a mano”

El aire almacenado en los textos de física y de química


cómo me satisface me enamora.
Ese es el aire que respiro.
46

La luz para la memoria de los siglos en la pintura establecida


por los colores siempre insomnes
es la luz con que veo.

El calor irradiado de los libelos y demás hogueras


resplandecientes de odio equitativo
es el calor que me circunda.

Mujeres de escultura y natación


a la existencia incorporadas de tanto presentirlas
pueblan de júbilo mis ansias
si alguien pudiera escamotearme el suelo debajo de los pies
mi cuerpo quedaría bien parado
le da levitación la poesía.

Si desnudo la música me viste


si cansado los libros me transfieren
si mudo el verso me declama.

Aire luz y calor placer y suelo vestuario


movimiento y habla
con herramientas de ala y pétalo
me los hago a medida de mi ser.

El hombre es un acto manual.

5.4. Apreciación critica del autor

Hidalgo es controvertido, sin duda, pero está en la lírica peruana como un anunciador, como

un intuitivo de la nueva poesía.

Es el introductor de la vanguardia (bajo la forma de Futurismo) en la poesía peruana y

también, cronológicamente, es uno de los primeros poetas vanguardistas en Latinoamérica,

compartiendo este espacio iniciático con Huidobro, Borges y Girondo, entre otros.

En la línea vanguardista, Hidalgo es, en el Perú, el pionero de la poesía espacial. Con

él ingresa la poesía caligramática y visual que luego tendría su mejor representación en el

extraordinario libro “5 metros de poemas", de Carlos Oquendo de Amat.


47

En su etapa dedicada al Perú confluye la madurez creadora con una palabra honda,

plena de futuro y esperanza.

Conclusiones

Primero, la literatura peruana es tan rica y reconocida a nivel mundial gracias a

autores cuya fantasía, imaginación, vida diaria (con aciertos, desaciertos, alegrías, tristezas,

triunfos, etc.). Enriquecieron las obras que su pluma logro plasmar sobre el papel.

Segundo, los movimientos literarios con que pertenecieron las obras de estos autores

(Post-moderna, Vanguardismo, Generación de los 60, Simbolismo) denota la capacidad


48

lingüista del Perú y su influencia a otras partes del mundo, donde algunos casos fueron únicos

o iniciadores de aquellas corrientes.

Tercero, dentro de la vida de los autores se caracterizó la vida política, la conciencia

social o la adhesión a un pensamiento ideológico que llevó a plasmar en sus obras su sentir

nacional, su desazón de la sociedad que vivieron. Denotaron una vida dedicada a un

pensamiento que en algunos los llevo a la muerte.

Sugerencias

Primero: Fortalecer a los estudiantes con la enseñanza de la vida y las obras de estos autores:

los retos actuales que presentan a esta sociedad, sin olvidar las ideas, valores morales y éticos

que transmitieron.

Segundo: desarrollar la capacidad de los estudiantes con la elaboración de poemas, poesías,

ensayos, cuentos, etc. Mediante concursos, presentaciones, juegos florales, entre otros.
49

Tercero: Promover la lectura entre los alumnos para ampliar la mente de ellos y dar una

imagen a nivel mundial de una sociedad cultural elevada.

Referencias

Anónimo. (s.f.). Alfredo Bryce Echenique. Recuperado de

https://historiaperuana.pe/biografia/

Anónimo. (s/f.). Alfredo Bryce Echenique. Recuperado de https://es.m.wikipedia.org/


50

Redacción RPP. (11 de mayo de 2019). Alfredo Bryce Echenique anuncia su retiro de la

literatura con tercer tomo de memorias. RPP. Grupo RPP. Recuperado de

https://rpp.pe/

Condori, D. (3 de septiembre de 2015). RESUMEN Y ANÁLISIS de la obra UN MUNDO

PARA JULIUS Alfredo Bryce Echenique [Mensaje en un blog]. Recuperado de:

https://tareafacilcom.blogspot.com/

De la Fuente, R. (2006). Alfredo Bryce Echenique: De la memoria al desencuentro.

Universidad de Valladolid, España. Recuperado de https://www.biblioteca.org.ar/

Lévano, J. (2019). el río (completo; 1960): 5 poemas de Javier Heraud. Recuperado de

https://poetasdelfindelmundo.com/

Biblioteca Peruana. (1976). JAVIER HERAUD. POESIAS COMPLETAS Y CARTAS. Lima,

Perú: PEISA.

Biblioteca Virtual Omegalfa. (2018). Cuaderno 126 de Poesía Crítica. JAVIER HERAUD.

Recuperado de https://omegalfa.es

Ohcultos Revista. (2011). JAVIER HERAUD. POEMAS. Biblioteca Virtual Beat 57.

Recuperado de https://sites.google.com/site/literaturaenpdf/

Guzmán-Zamora, F. (2009). La vida y la muerte en El río y El viaje de Javier Heraud.

Naufragios, 1(1). Recuperado de http://www.casavaria.com/naufragios/


51

Pérez, H. (octubre de 2013). Intertextualidad, pertenencia y afectos en la poesía de Javier

Heraud. En Casa de la Literatura Peruana (Presidencia). Conferencia llevada en Lima,

Perú.

Fiestas, E. (2016). Universidad “Jaime Bausate y Meza”. Pensamiento Social y Político de

César Vallejo a través de su trabajo periodístico. Recuperado de

http://repositorio.bausate.edu.pe/

Fundación BBVA. (2019). Los Heraldos Negros. Recuperado de

https://encuentratupoema.pe/

Alva, C. (2009). Pueblo Continente Apreciación crítico literaria sobre la poesía de César

Vallejo. Recuperado de http://journal.upao.edu.pe/PuebloContinente/

Valenzuela, I. (2015). Escritores.Org. Biografías. César Vallejo. Recuperado de

https://www.escritores.org/

Maribona, A. (2008) La literatura peruana según César Vallejo. La Republica. Recuperado de

https://larepublica.pe/

Mori, J. (2015). José María Eguren, bibliotecario. El Info-comunicador. Recuperado de

http://el-infocomunicador.blogspot.com/

Chate, K. (2016). José María Eguren. Recuperado de https://www.monografias.com/


52

Biografías y vida. (2015) José María Eguren. Recuperado de

https://www.biografiasyvidas.com/

Veres, L. (2009) José María Eguren: el modernismo y la vanguardia. Recuperado de

http://magazinemodernista.com

Fundación BBVA. (2019). La niña de la lámpara azul- leido por Javier Valdés. Recuperado

de https://encuentratupoema.pe/poema/

Wentzlaff-Eggebert, H. (Ed.). (1999). Naciendo el hombre nuevo … Madrid, España:

Iberoamericana

Camacho, B. (2014). LOS ORÍGENES DE LA VANGUARDIA. UNA LECTURA QUÍMICA

DEL ESPÍRUTU Y DESCRIPCIÓN DEL CIELO DE ALBERTO HIDALGO (tesis

doctoral). Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.

Pantigoso, M. (2018). ALBERTO HIDALGO EN LA LITERATURA PERUANA: DE LA

VANGUARDIA A LA EXPRESIÓN NACIONAL. IusInkarri (6), 239-252. doi:

https://doi.org/10.31381/inkarri.v0i6.1240

Potrebbero piacerti anche