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COMUNIDAD TRINITARIA

Itinerario trinitario de la experiencia de Dios


Ejercicios Espirituales desde una lectura trinitaria

I- COMUNIDAD SANTÍSIMA TRINIDAD


Lleva el nombre de “Comunidad Trinitaria”, aquellos hombres y mujeres que habitan el
territorio paraguayo, sean estos sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos solteros o
casados, marcados por la experiencia de la “comunión”, experiencia ligada a una gran
corriente del “amor-ágape” y de la “amistad-philein”, nacida del Padre, se encarna en el
Hijo por la fuerza creativa y siempre en movimiento del Espíritu Santo y se expresa en
los gestos, expresiones, palabras y actos cotidianos de la vida de los miembros de la
comunidad trinitaria.
La Comunidad Trinitaria vive un estilo de vida que encarna en los gestos y palabras la
vida misma de Jesús, quien revela al Padre y es habitado por el Espíritu Santo. El punto
central de su espiritualidad es “hacer carne en la carne de sus miembros el “sensus Chisti”
(los sentimientos de Cristo), de manera a acoger su modo de revelar al Padre, a través de
sus actos de desplazamiento, su manera de hablar, su trato cercano y siempre humano, su
acogida al otro, su escucha atenta, su paciencia infinita y siempre fiel, su manera de
revelar y expresar en su cuerpo la presencia amorosa del Padre en medio de este mundo.
Los miembros de la Comunidad Trinitaria lleva en su cuerpo personal y comunitario la
“sequela Trinitari” (secuela trinitaria), es decir, manifiestan las marcas y las expresiones
que permitan reconocer la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en el
ambiente donde habitan y viven.
El trinitario habita el mundo en poeta. Se trata de “hacer” (poiein) visible y actuante (arte
visible y escénico) la sinceridad vital del hombre y de la mujer visitado por la Trinidad
en sus vidas, a través de un acto de generosidad haciéndose (poética en gerundio) en un
presente continuo. Es decir, el cuerpo del trinitario está marcado por el amor del Padre,
del Hijo y del Espíritu que lo lleva a vivir amando en un acto durable. En este acto poético,
el cuerpo y el gesto se unen para manifestar la presencia siempre cercana y amorosa de la
Trinidad en medio de este mundo. Así, el poeta trinitario pone por obra en un acto durable
su proyecto vital nacida de la contemplación activa de los misterios de la vida de Cristo,
según aparece, particularmente, en el Evangelio de San Juan.
La Comunidad Trinitaria reconoce un logos de acción trinitaria en los siguientes
movimientos: (1) rizómico: evoca el tallo horizontal y subterráneo con varias yemas
emitiendo raíces de sus nudos y crecen indefinidamente. Propone la creación de
conexiones y redes; (2) polínico (polinización): Se refiere al polen adosado al cuerpo de
una abeja que permite la germinación. Abre a la manera de encarnarse en el ambiente
donde se habita, portando las marcas trinitarias en los gestos cotidianos. (3) proxémico:
Es el acto de la proximidad del lenguaje inter-corporal en afinidad al espacio y al tiempo.
Recorreremos un largo trayecto de intimidad con la Santísima Trinidad. Será un tiempo
propicio de reconocer su presencia en nuestras vidas al dejarnos marcar por el sello
trinitario de Dios: su amor, su comunión abierta, su belleza, su fecundo silencio, su
cercanía, su fina y atenta compañía. Dios es bello. Lo descubriremos en este trayecto.
Dejémonos habitar por esta brisa divina, permitámosla entrar a nuestra casa, nos habite
su sinfonía y permanezcamos eternamente en la comunión divina. También, seremos
invitados a acoger con generosidad y determinación el lado dramático de nuestro entorno
para que allí también sepamos ser un discípulo fiel que está ahí de pie y firme, incluso en
las derrotas y en los fracasos, asumiendo la pasión y la cruz. Y de ahí, disponernos, con
el corazón siempre adherido a la Comunión, vislumbrar a través de la misma cruz, la Vida
definitiva, la alegría que seca toda lágrima. En fin, lanzarnos en tanto hijo e hija muy
amado y amada en el amplio y festivo abrazo del Padre, Hijo y Espíritu Santo.

II- PROCEDIMIENTO

Los Ejercicios Espirituales en la vida cotidiana van dirigidos a cualquier persona que se
pregunte honestamente qué quiere Dios de su vida y cuál es su camino de la felicidad.
También van dirigidos a aquellas personas que sienten la necesidad de detenerse para
releer la propia vida, enderezar opciones poco acertadas y descubrir hacia dónde enfocar
su futuro. Los Ejercicios Espirituales son una pedagogía para hacer este aprendizaje con
la maestría del Espíritu de Jesús en medio de la vida cotidiana.
1. Oración personal. El ejercitante dedica diariamente una hora de oración
personal, además, 10 minutos de preparación y 10 minutos para anotar los puntos
significativos de la oración realizada en el cuaderno de Ejercicios Espirituales. La
riqueza del ejercicio está en este espacio de oración. Escojer las mejores
condiciones para hacer la oración. Para eso:
a. Escojo la mejor hora del día para la oración.
b. Busco el sitio de la casa (solar, etc.) que más me ayude para orar.
c. Trato de que haya mucho silencio (sin ruidos de música, TV, radio etc.).
d. Hago todo lo posible para que nadie me pueda molestar o interrumpir en mi oración.
e. Dedico el tiempo propuesto a la oración, sin recortar el tiempo.
f. Al terminar la oración, anoto, escribo en un cuaderno especial, “mi cuaderno de vida”,
lo que más sentí en la oración (alegría, paz, consuelo, tristeza, pesadumbre, fastidio) y lo
que siento que Dios me quiso manifestar. Es decir, lo que más me puede ayudar en mi
vida (por ejemplo, que tengo que confiar más en Dios, que tengo que tener paciencia, que
yo también puedo ser como la samaritana, o María...), aquello que más me resonó en el
corazón.
2. Acompañamiento espiritual. Busca alguien que ha pasado por la experiencia te
acompañe, para ir compartiendo esta experiencia de oración, ya que es importante
que tengas alguien que pueda escucharte.
3. Materiales necesarios. Ha de contar con el CUADERNO GUÍA de los
Ejercicios, una Biblia (preferible Jerusalén, Mensajero), un cuaderno de
anotación.
4. Predisposición personal. Deseos de querer vivir la experiencia. Deseos de vivir
momentos de silencio y oración. Dedicar al menos una hora diaria de oración
durante la experiencia de los EE. Asistir a las reuniones de compartir con el
acompañante. Tener el gran deseo de “vivir una vida diferente”...

III- ORAR EN EL MODO TRINITARIO

Cómo hacer la oración en el modo trinitario


La oración implica todo el cuerpo del orante: los sentimientos, los sentidos, sensaciones,
emociones, color, movimiento, gestos, opciones, inspiraciones. Nos situamos al interior
del relato bíblico para poner toda la atención a la relación que se da entre el movimiento
corporal de los personajes cuando ellos están haciendo algo y la presencia del Viviente.
[a] Veo el paisaje como un cuadro o una pintura que se extiende delante de mí. Me
Sitúo al interior del relato bíblico y contemplo el escenario en el que se desarrolla el
hecho. Entro y me dejo envolver de su atmósfera de silencio. Estoy delante de un misterio:
el amor de Dios en obra! Participo del silencio del escenario natural: el cielo, el paisaje,
los árboles… y en ese silencio, escucho la voz de Dios para mí.
[b] Estoy profundamente implicado en el movimiento corporal del texto. Descubro
las relaciones que se tejen entre los implicados del relato y entro en contacto con ellas.
Descubro el sentido de los gestos corporales, la forma en que se mueven en el encuentro
del uno con el otro. Repaso las miradas que se dirigen los unos a los otros en el transcurso
de la acción que los envuelve. Caigo en la cuenta de la grandiosidad de este momento:
cómo puede suceder que justamente en este momento hay una coincidencia entre la acción
humana y la acción de Dios y crean un instante de la historia. Participo del silencio
creativo que envuelve esta escena. Todos están impregnados del silencio de Dios.
[c] Descubro la relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en comunión con
los discípulos. El relato me va revelando una relación de comunión que proviene de Dios,
atraviesa la situación narrada y va más allá de ella. Es la encarnación en acto de Jesús:
me pregunto qué gestos y palabras de Jesús aparecen y toman vida en el relato. Así, Jesús
nos lleva a descubrir la vida misma de Dios Padre. En otro, cómo aparece la presencia y
la acción del Espíritu Santo? Cómo se muestra la participación de los discípulos en la
obra del Padre? Qué gestos y expresiones nacen en mi interior?
[d] La oración se hace carne en lo cotidiano. Ahora vamos a identificar a qué me siento
invitado, a qué me mueve la voz de Dios en el silencio de la oración. Cómo puedo traducir
en gestos y palabras la invitación de Dios. Cuáles son los gestos, expresiones y actitudes
que me siento impulsado a poner en marcha? ¿Cómo puede hacerse esto?

IV- EVALUACIÓN DE LA ORACIÓN

1. Durante el tiempo de oración ¿me sentí realmente acompañado? ¿Fue una


conversa con Dios o fui yo el único que hablaba, sin darle chance a Dios y a su
Espíritu de decirme algo?
2. ¿Qué sentimientos más fuertes tuve durante la oración?
“Consolación” = aumento de amor, fe y esperanza..., es decir: paz, alegría,
confianza, ánimo, valor, sentido de la vida, deseos de trabajar por los demás...
“Desolación” = ansiedad, miedo, sentimiento de fracaso..., es decir: angustia,
tristeza, desconfianza, desánimo, oscuridad, confusión...
3. ¿Cuáles son las frases o palabras de la Palabra de Dios que más me llamaron la
atención, que más me gustaron y me hicieron bien, que quedan resonando en mi
corazón?
4. ¿Qué puntos o aspectos comprendí mejor o me quedaron más claros para mí, para
mi vida?
5. ¿Hay algunas invitaciones de Dios: deseos, llamadas que experimenté durante la
oración? ¿Cuáles son? (por ejemplo: pedir perdón a alguien, hacer y cumplir con
algún compromiso especial...).
6. ¿Sentí alguna especial repugnancia, dificultad, miedo, resistencia ante esos
llamados, inspiraciones y deseos? ¿Qué dificultades? ¿Por qué?
7. Las preguntas fundamentales que me puedo hacer cada día:
¿Qué descubro que va haciendo en mí el Espíritu de Dios? (durante el día, en la
oración, en esta experiencia...).
¿Cómo he colaborado y qué dificultades pongo a la acción de Dios?

V- EXAMEN DEL DÍA


Sabemos que lo importante en esta experiencia de los Ejercicios Espirituales en la vida
Corriente, en la vida Diaria, no es sólo lo que nos pasa en la oración, sino que todo el día
es importante y toda la vida es muy fundamental; por lo tanto proponemos que se pueda
hacer - al final del día -, también, un pequeño examen del día. Puede, para esto, ayudar
este esquema y luego se puede compartir con el acompañante.
a. Haz una revisión de las actividades de tu día: se puede chequear en el orden de las cosas
que se fueron haciendo.
b. ¿Qué fue lo que más te llamó la atención en el día de hoy? ¿Por qué?
c. ¿Dónde, en qué actividad encuentras más fácilmente la presencia de Dios?
d. ¿Dónde, en qué actividad crees que te alejas más de Dios? ¿Por qué? ¿Cuál puede ser
la raíz de ese alejamiento?

VI- ENTREVISTA CON EL ACOMPAÑANTE

En la entrevista se puede proceder con un esquema muy sencillo y que se fija


especialmente en algunos aspectos más importantes:
a. Nombre que le pongo a la semana (o temporada desde la última entrevista). Alguna
actitud, circunstancia o sentimiento que ha sido más fuerte y que puede describir lo que
me pasó,
b. La oración: preparación, cuidado, lugar, tiempo, y sobre todo los sentimientos que más
presentes tuve; también de las dificultades, distracciones, contratiempos; situaciones que
me hacen “negociar” la oración y dejarla o acortarla por alguna razón,
c. Mociones (movimientos de consolación o desolación) que voy sintiendo en la oración
y en lo cotidiano. ¿Siento que Dios me va diciendo algo especial?
d. El tono con que he vivido en general el día a día. Es importante poder discernir el día,
lo cotidiano, ¿cómo voy respondiendo a lo que me va sucediendo?
e. ¿Hay algo que ha sucedido en este tiempo, algún acontecimiento especial que puede
marcar la orientación de los Ejercicios, en sentido positivo o negativo?

VI- ORGANIZACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LA ORACIÓN

Se propone una oración para cada día, como un medio que lo utilizamos para el encuentro
con Dios Trino en nuestra vida. Una vez hecha la lectura del texto, muy despacio, repito
la lectura, para entenderla bien. Recuerdo lo que más me llama la atención. Voy
entendiendo que Dios esto me lo dice a mí. Es fundamental vivir serenamente, pero
seriamente, el compromiso de la oración diaria. No me conviene para este proceso y este
camino espiritual, inventar fácilmente excusas para no hacer o para recortar mi oración
diaria. Adquirir más facilidad en la oración, y perder el miedo a poder hablar con Dios
muy personalmente, es decir, conversar como yo lo hago, lo puedo hacer y me gusta
hacerlo en mi vida ordinaria. Crecer en “pensar en Dios”, en “estar unido con Dios”, que
quiere decir que esto que yo estoy haciendo ahora, durante el día en mi casa o fuera de
ella, lo estoy haciendo por Dios. Esto es un buen termómetro para saber cómo me va en
esta experiencia.
Las oraciones están distribuidas en etapas y por semana. Los números indicados dentro
de la semana corresponden a cada día de la semana (por ejemplo: 1 es lunes; 2 es martes
y así). El 6to día está dedicado a repetir uno de los textos más significativos de la semana.
El 7º día está pensado para hacer el recapitulativo de la semana, es decir, se trata de hacer
un ejercicio de discernimiento de la semana, revisar las mociones más significativas y
que fueron una constante en la semana. Estos datos serán claves para conversar con el
acompañante en el momento de la entrevista o cuando se envíe la síntesis de la semana.
Comenzamos este recorrido espiritual, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo.

Primera etapa: Actitudes trinitarias en la vida cotidiana

Semana 1: Padre
1. Jn 1, 9-14: Nacer de Dios
2. Lc 1,26-38: Alégrate. El Espíritu Santo vendrá sobre ti. Yo soy la servidora
3. Gn 18, 1-12: Visita de los huéspedes, acogida, servicio, diligencia
4. 1Jn 1, 1-7: Lo que hemos oído, visto, contemplamos y palparon nuestras manos
damos testimonio para que estén en comunión con nosotros.
5. Efesios 1, 3-14: El plan divino en su exposición trinitaria
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 2: Hijo
1. Jn 1,26-34: En medio de ustedes está uno que no conocen. He ahí el cordero. El
espíritu baja sobre él y permanece. El ungido y elegido de Dios.
2. Jn 1,35-51: Qué buscan? Maestro dónde vives? Vengan y vean. Fueron y se
quedaron con él. He visto al Mesías.
3. Lc 18,35-51: Desear ver
4. Lc 19,1-10: Desear ver a Jesús
5. Lc 19,11-26: Desear hacer algo más que guardar los tesoros.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 3: Espíritu Santo
1. Lc 15,1-10: perder, buscar, encontrar y celebrar en comunidad
2. Lc 16,1-8: Obrar con sagacidad
3. Lc 16,9-15: Fiel en lo insignificante. No se puede servir a Dios y al dinero.
4. Lc 17,7-10: Servir con humildad
5. Lc 17,11-19: Actitud agradecida: volver para agradecer
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 4: Padre, Hijo y Espíritu Santo
1. Lc 15,11-32: El Padre misericordioso y sus dos hijos
2. Jn 5,19-47: El Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. El Padre
hace vida (zoopoiein), también el Hijo hace vida (zoopoiein) Cf. 5,21
3. Jn 6,26-66: El Espíritu es el que hace vida (zoopoiein) Cf. 6,63
4. Jn 10,1-18: Conozco a mi Padre y doy mi vida por mis ovejas. Me ama el Padre
porque doy mi vida.
5. Jn 10,22-39: El Padre está en mí y yo en el Padre.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana

Segunda etapa: La práctica trinitaria del gesto

Semana 5: Padre
1. Mc 1,9-13: Tú eres mi hijo amado, en ti tengo toda mi complacencia
2. Mc 9,2-8: Éste es mi hijo amado, escúchenlo.
3. Jn 12,28-35: Le he glorificado y de nuevo le glorificaré
4. Lc 11,1-4: Padre nuestro, santificado sea tu nombre
5. Lc10, 25-28: Amarás al Señor tu Dios y a tu prójimo como a ti mismo.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 6: Hijo
1. Jn 2,1-12: Bodas de Caná; qué podemos hacer tú y yo en esta situación?
2. Jn 4,46-54: Vete, tu hijo vive. Creyó él y toda su familia.
3. Jn 5,1-18: Toma tu camilla y anda. Era día sábado. El drama de salir de la
postración.
4. Jn 6,1-15: Aquí hay un muchacho que tiene 5 panes. Tomó los panes, dio gracias
y repartió. Recojan los restos para que nada se pierda.
5. Jn 6,16-21: No teman
6. Jn 9,1-41: ¿Crees en el Hijo del Hombre? ¿Y quién es Señor para que crea en él?
Jesús le dijo: Le has visto; el que está hablando contigo, ése es. Él entonces dijo:
Creo, Señor. Y se postró ante él.
7. Jn 11,1-54: Si crees, verás la Gloria de Dios. Recapitulativo de la semana.
Semana 7: Espíritu Santo
1. Lc 18,9-14: El lado humilde de la vida
2. Lc 18,18-30: El desprendimiento cristiano
3. Jn 7,53-8,11: La mujer seguía en medio. Incorporándose Jesús dijo: ¿dónde
están? ¿Nadie te ha condenado? Tampoco yo te condeno. Vete en paz y en
adelante no peques más.
4. Lc 21,1-4: La viuda con su ofrenda dio todo lo que tenía
5. Mt 5,13-16: Sal de la tierra y luz del mundo
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 8: Padre, Hijo y Espíritu Santo
1. Mt 7,12-14: La regla de oro
2. Mt 7,21-27: Los verdaderos discípulos
3. Mt 6,1-4: La limosna en secreto
4. Lc 17,3-4: El perdón mutuo
5. Jn 7,1-24: No juzgar según la apariencia
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana

Tercera etapa: El cuerpo encarnado en medio del mundo

Semana 9: Padre
1. Mt 7,25-34: Abandono en la providencia
2. Mt 6,19-23: El verdadero tesoro
3. Mt 11,25-27: El evangelio revelado a los sencillos
4. Lc 10,21-25: Conocer al Padre. Dichosos los ojos que ven
5. Jn 4, 34-38: Mi alimento es hacer la voluntad del Padre
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 10: Hijo
1. Mt 4, 1-11: Las tentaciones de Jesús
2. Mt 13,53-58: Visita a Nazaret
3. Mt 16,24-28: Seguir a Jesús: negarse, tomar la cruz y seguirle.
4. Mt 17,14-27: Pagar por ti y por mí
5. Lc 22,14-20: Con ansia he deseado comer esta Pascua con ustedes antes de
padecer.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 11: Espíritu Santo
1. Mt 5,1-12: Bienaventurados
2. Lc 10,29-37: El buen samaritano
3. Lc 4,16-24: El Espíritu del Señor sobre mí
4. Lc 7,18-26: Vayan y cuenten a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los
cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen.
5. Repetición
6. Recapitulativo de la semana
Semana 12: Padre, Hijo y Espíritu Santo
1. 2Cor 11,5-12,10: Presumir en humildad. Cuando soy débil entonces soy fuerte
2. Colosenses 1,24-3,17: El Mesías, la gloria esperada, les pertenece. Morir a lo
elemental del mundo y a sus reglas (no tomes, no pruebes, no toques).
3. Rm 14,12-15,9: No poner obstáculo ni escandalizar
4. 1Cor 8,1-10,33: Al que ama a Dios, Dios lo reconoce. Gratuidad en el servicio.
Correr para ganar; para ello supone una disciplina.
5. 2Timoteo 2,1-4,8: Comparte las penalidades como buen soldado del Mesías
Jesús. Un obrero irreprensible, huye de las pasiones juveniles. Uno que sirve al
Señor no debe pelearse sino ser amable con todos. Sé fiel.
6. Hebreos 3,12-6,20: Somos compañeros del Mesías siempre que mantengamos
firme hasta el final la actitud del principio.
7. Recapitulativo de la semana.

Cuarta etapa: La acción dramática trinitaria del cuerpo cristiano

Semana 13: Padre


1. Jn 15,1-8: La gloria de mi Padre está en que den mucho fruto y sean mis
discípulos
2. Jn 15,9-17: Como el Padre me amó, yo también les he amado. Ámense los unos
a los otros.
3. Jn 17, 1-10: Alzando los ojos al cielo: Padre ha llegado la hora.
4. Jn 17, 11-19: Ellos no son del mundo. Santifícalos en la verdad
5. Jn 17, 20-26: Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en
nosotros, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 14: Hijo
1. Jn 12, 1-11: Unción en Betania
2. Jn 12,12-37: Entrada a Jerusalén montado en un pollino de asna. Queremos ver a
Jesús. El grano de trigo cae en tierra para morir y dar frutos.
3. Jn 13,1-38: Lavatorio de los pies. El discípulo amado recostado a la altura del
pecho de Jesús.
4. Jn 14,1-31: No se turben su corazón. El que me ama, guardará mis palabras.
5. Jn 15,18-27: Serán perseguidos.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 15: Espíritu Santo
1. Jn 3,1-21: Nicodemo. ¿Cómo puede hacerse eso? Tanto amó Dios al mundo que
dio a su Hijo unigénito para que tengan vida eterna.
2. Jn 6,67-71: ¿También ustedes quieren marcharse?
3. Jn 4,1-33: Samaritana. Llega la hora en que los adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad
4. Jn 16,1-15: No se escandalicen. El paráclito vendrá a ustedes
5. Jn 16,16-33: Ánimo, yo he vencido al mundo.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 16: Padre, Hijo y Espíritu Santo
1. Jn 18,1-11: ¿A quién buscan? Se apoderaron de Jesús y lo ataron
2. Jn 18,12-27: Jesús ante Anás y Caifás. Negación de Pedro.
3. Jn 18,28-19,15: Jesús ante Pilato. Mi realeza no es de este mundo. Aquí tienen al
hombre.
4. Jn 19,16-27: La crucifixión. Se repartieron sus vestidos. Aquí tienes a tu hijo.
Aquí tienes a tu madre.
5. Jn 19,28-37: Todo se ha cumplido.
6. Jn 19,38-42: La sepultura. El gran sábado santo de la espera.
7. Jn 20,1-10: El otro discípulo, vio y creyó. Recapitulativo de la pasión.

Quinta etapa: El surgimiento de una comunidad poética trinitaria

Semana 17: Padre


1. Jn 20,11-18: ¿A quién buscas? Ella se vuelve y le dice: “Maestro”. Deja de
retenerme. Vete a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y Padre de ustedes, a
mi Dios y Dios de ustedes.
2. Jn 20,19-23: Reciban el Espíritu Santo. Actores de reconciliación
3. Jn 20,24-29: Acerca aquí tus dedos y mira mis manos. No seas incrédulo sino
creyente. Tomás: “Señor mío y Dios mío”.
4. Jn 21,1-14: Echen las redes a la derecha. Discípulo amado: “Es el Señor”. Jesús
toma el pan y se lo da, lo mismo el pez.
5. Jn 21, 15-23: Coloquio sobre el amor: “Pedro, ¿me amas? Tu sabes todo, tu
sabes que tengo predilección por ti”.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 18: Hijo
1. Lc 24,1-12: ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?
2. Lc 24,13-35: Los discípulos de Emaús. Jesús el Nazareno, que fue un profeta
poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo. Quédate con
nosotros, porque atardece. Entró, pues, y se quedó con ellos. Sentado a la mesa
con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando.
Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su vista.
¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino?
Encontraron reunidos a los Once. El Señor ha resucitado!
3. Lc 24,36-43: La paz a ustedes. Soy yo mismo. Les mostró las manos y los pies.
Asombrados y contentos. ¿Tienen algo de comer?
4. Lc 24,44-49: Abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras. Se
predicaría en su nombre la conversión para el perdón de los pecados a todas las
naciones. Ustedes son testigos de estas cosas. Voy a enviar sobre ustedes la
Promesa (el Espíritu Santo) de mi Padre.
5. Lc 24,50-53: Alzando las manos, los bendijo. Mientras los bendecía se separó de
ellos y fue llevado al cielo. Y después de postrarse ante él, se volvieron con gran
gozo. Y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 19: Espíritu Santo
1. Mc 16,9-20: María Magdalena fue a comunicar la noticia a los Once. Vayan por
todo el mundo y proclamen la Buena Nueva de la creación. Ellos salieron a
predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra
con los signos que la acompañaban.
2. Mt 28,1-10: Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de ustedes a Galilea;
allí le verán. Ellas partieron a toda prisa.
3. Mt 28,16-20: Los once marcharon a Galilea. Al verlo le adoraron. Vayan y hagan
discípulos a todas las gentes bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo.
4. Hech 1,1-14: Jesús fue levantado a lo alto. Después de su pasión se les presentó
dándoles pruebas de que vivía, dejándose ver a ellos y hablándoles del Reino de
Dios. Ustedes serán bautizados con Espíritu Santo. Ustedes recibirán una fuerza,
cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes.
5. Hech 2,1-24: Pentecostés. Vino del cielo un ruido como una impetuosa ráfaga de
viento, que llenó toda la casa. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que
se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Se llenaron todos del Espíritu
Santo.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana.
Semana 20: Padre, Hijo y Espíritu Santo
1. Hech 2,42-47: Constantes en la enseñanza de los apóstoles, en la fracción del pan
y en las oraciones
2. Hech 4,32-37: Tenían un solo corazón y una sola alma. Daban testimonio de la
resurrección del Señor Jesús
3. Hech 6,1-7: Eligieron a Esteban, hombre de fe y de Espíritu Santo. La palabra de
Dios iba creciendo. Los 7 anuncian la palabra y bautizan.
4. Hech 6,8-7,60: Martirio de Esteban. Dobló las rodillas y dijo con fuerte voz:
“Señor, no les tengas en cuenta este pecado”. Y diciendo esto, se durmió.
5. Hech 9,1-19: Vocación de Pablo. Saulo, por qué me persigues? Para que recobres
la vista y te llenes del Espíritu Santo.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana

Sexta etapa: El logos trinitario del gesto y el advenimiento de una poética trinitaria
del gesto cristiano.

Semana 21: Padre


1. Isaías 58,1-14: El ayuno que agrada a Dios. Interiorización de las prácticas
religiosas.
2. Ezequiel 18,1-32. El que peque es quien morirá. Conviértanse y vivan.
3. Ezequiel 12, 1-16: El gesto del deportado, acción simbólica, representada en
silencio.
4. Ezequiel 37,1-14: Infundiré mi espíritu en ustedes y vivirán.
5. Ezequiel 36,22-31: Les daré un corazón nuevo, infundiré en ustedes un espíritu
nuevo.
6. Oseas 2, 1-25: En el lugar donde se decía No-mi-pueblo, se les dirá: Hijos-de-
Dios-Vivo. Voy a seducirla, voy a llevarla al desierto y le hablaré al corazón.
7. Recapitulativo de la semana
Sema 22: Hijo
1. Apocalipsis 5,1-14: Digno el cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la
sabiduría, el honor, la gloria y la alabanza.
2. Apocalipsis 7, 9-17: Esos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado
sus vestiduras y las han blanqueado con la sangre del Cordero.
3. Apocalipsis 14,1-20: Cantan un cántico nuevo. Han sido rescatados de entre los
hombres como primicias para Dios y para el cordero, y en su boca no se encontró
mentira, no tienen tacha.
4. Apocalipsis 21,1-14: La Jerusalén celestial, la ciudad de los elegidos, la ciudad de
Dios, la ciudad santa.
5. Apocalipsis 22,1-21: Hay un árbol de vida. Y no habrá ya maldición alguna; el
trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad y los siervos de Dios le darán
culto. El Señor Dios los alumbrará y reinarán.
6. Repetición
7. Recapitulativo de la semana
Semana 23: Espíritu Santo
1. Romanos 8,1-13: Vivir según el Espíritu.
2. Romanos 8,14-27: Todos los que se dejan guiar por el Espíritu son hijos de Dios.
El espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza.
3. Romanos 8,28-39: Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros?
4. Romanos 12, 1-21: Ofrezcan su cuerpo como un sacrificio vivo, santo, agradable
a Dios: tal sea su culto espiritual. No se acomoden al mundo presente.
5. 1Cor 12,1-30: Todos hemos bebido de un solo espíritu.
6. 1Cor 13,1-13: Aspiren a los carismas superiores. Himno al amor.
7. Recapitulativo de la semana
Semana 24: Padre, Hijo y Espíritu Santo (recapitulativo)
1. Jn 1,11-13: Hacerse hijos de Dios, nacieron de Dios, por la práctica de la justicia
(1Jn 2,29), por el amor mutuo (1Jn 4,7), nacen del Espíritu (Jn 3,6-7).
2. Jn 1,16-18: De su plenitud hemos recibido gracia sobre gracia. A Dios nadie le ha
visto jamás: El Hijo Unigénito, que está en el seno del Padre, él lo ha contado-
revelado-interpretado (exegéomai).
3. Jn 4,35-36: Alcen los ojos y vean los campos, que blanquean ya para la siembra.
El sembrador se alegra igual que el segador (se alegran juntos).
4. Jn 5,17-21 y Jn 6,63: Mi padre trabaja, yo también trabajo. Como el Padre resucita
a los muertos y hace vida (zoopoiein), así también el Hijo hace vida (zoopoiein) a
los que quiere. De igual manera, el Espíritu es el que hace vida (zoopoiein).
5. Efesios 2,4-10: Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó,
nos vivificó juntamente con Cristo (vivificar juntos – sunzoopoiein).
6. Colosenses 2,6-23: Dios nos vivificó juntamente con él y nos perdonó todos
nuestros delitos (vivificar juntos – sunzoopoiein). Vivan según Cristo Jesús,
rebosando en agradecimiento.
7. Jn 17,21.26: Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en
nosotros, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.

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