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5. LA FUNCION SOCIAL DE LA CONTADURIA PÚBLICA.

5.1 Responsabilidad social del contador público.

El Contador Público es una persona natural que como profesional, ejerce la profesión de la
contaduría pública. El entorno en que se desenvuelve el contador esta fundamentalmente
caracterizado por una serie de hechos que se dan al interior y al exterior de un ente económico,
que de alguna manera actúan sobre el medio económico, político y social que lo han obligado
a transformarse en forma vertiginosa. De esta transformación no se ha escapado el contador
público de hoy. Nuevas actividades y responsabilidades requeridas por la sociedad motivadas
por la apertura económica, la globalización de la economía, la internalización del comercio, la
internalización de la contabilidad y sus procesos, las nuevas tendencias sociales producto de la
modernidad, son algunos aspectos que han incidido en la transformación de la profesión.6

La problemática nacional está íntimamente ligada a la problemática internacional, en donde,


las soluciones de los problemas de unos países dependen de los otros, en donde el mundo dejó
de tener fronteras y en donde los problemas de los demás son nuestros problemas.

El mundo vive en un entorno caracterizado también por una dinámica de cambio permanente
en todos los procesos, caracterizado por una exigencia permanente de los distintos sectores de
la población por participar en los procesos de toma de decisiones que afecten su actividad
cotidiana, sus derechos, su actividad profesional y la vida. Decisiones que de alguna manera
afectan los recursos naturales y el ambiente.

Es un entorno que también presenta situaciones muy particulares en lo social determinado


fundamentalmente por un clima de incomprensión, de intolerancia, la extorción, la violencia,
la permanente intimidación, restricciones al derecho de expresión, la injusticia, el secuestro, el
narcotráfico, la guerrilla, la corrupción, etc., en fin, un clima en donde se evidencia la
incapacidad de los organismos del Estado para actuar en tales situaciones.

Este contexto al que ha llegado por razones endógenas y exógenas obligan a reflexionar de
una manera contundente, a pensar que estamos dentro de una problemática que en cierta forma
hemos contribuido con la indiferencia y falta de acción. Es urgente un replanteamiento a fondo
acerca del papel de las personas, no solo como individuos o miembros de una sociedad, sino
también como profesionales que de alguna manera deben contribuir al desarrollo armónico de
la sociedad.

Frente a este contexto se vislumbra claramente el papel que tiene el Contador Público frente a
la sociedad. No puede limitarse solamente a la confección de estados financieros, de agente
productor de información, pasivo ante los procesos de toma de decisiones, pasivo ante los
procesos de cambio y de transformación de los instrumentos de trabajo y del saber. No puede
ser un elemento pasivo de la sociedad. He aquí el reto de los nuevos profesionales de la
contaduría pública, deben ser elementos activos transformadores de este contexto.

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El Contador Público debe ser ante todo y una persona que siente, alguien integrante de la
sociedad, que conozca y viva la sociedad, debe ser una persona con capacidad profesional, con
una formación integral, con capacidad de liderazgo, con responsabilidad social, solucionador
de problemas sociales, crítico transformador, pensador futurista y buen investigador.

Ahora bien, pero ¿qué es la responsabilidad social del contador público? Es la respuesta que
se debe dar para contribuir, mediante la acción social, a la solución de los problemas de la
comunidad local, nacional e internacional que le ha permitido crecer y formarse como
profesional. Se trata de la responsabilidad social del contador, y no de la persona, es decir, se
trata de la responsabilidad social como miembros de una comunidad profesional.

En este sentido, la responsabilidad social se ubica en el ejercicio independiente de la profesión


y en el interior de la empresa cundo se actúa con cualquier forma de vinculación dirigida a los
administradores, a los empleados y trabajadores. Es decir, es el lugar de trabajo un buen sitio
para que se cumpla esa responsabilidad social.

La responsabilidad social no nace de un contrato laboral, nace de un contrato social tácito que
se celebra con la sociedad en general. Es la responsabilidad que se asume al poner los
servicios profesionales a disposición de la comunidad en respuesta a los requerimientos de la
misma comunidad para solucionar sus problemas. Cuando se va más allá de las funciones
propias en la empresa, se está frente a la responsabilidad social.

5.2 Responsabilidad social de la empresa.

Podríamos definir la responsabilidad social de la empresa como toda aquella actividad que
ésta desarrolla con miras a satisfacer las necesidades de sus trabajadores y empleados y de la
comunidad en la cual se encuentra inserta; o bien, como la respuesta que la empresa debe dar
a las expectativas y derechos generados en los sectores con los cuales ella tiene relación, en
materia de desarrollo integral de sus trabajadores y el aporte a la comunidad que le ha
permitido crecer y desarrollarse.

De lo anterior se desprende que la responsabilidad social de la empresa tiene un doble


carácter: interna y externa. La primera concierne a sus trabajadores, los cuales tienen sus
propias expectativas y objetivos. La segunda tiene que ver con los demás sectores en los
cuales la empresa tiene su influencia.

Pero tiene además otras características, según el presidente de la Andi, Fabio Echeverri
Correa, que van más allá de la responsabilidad social del empresario (1987): “No debe hacer
uso indebido de la publicidad, evitar la competencia desleal, se debe comprometer con el
consumidor a ajustarse rigurosamente a las normas legales sobre la calidad, debe ser
verdaderamente eficiente y productivo, para permitir precios justos en el mercado y cumplir
con sus obligaciones frente al Estado. Todo esto constituye la responsabilidad social externa
del empresario, que se traduce en el impacto social de la actividad en la comunidad”.

Continua Echeverri Correa diciendo: “La responsabilidad social no consiste en hacer aportes
caritativos a las actividades o campañas tendientes al fortalecimiento de los valores y
principios de la sociedad. Lo que se requiere es una participación directa de los empresarios
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con su posición de líder, adquirida mediante el manejo de sus empresas, nutra los programas
que en tal sentido tiene el Estado y los que por iniciativa propia él emprenda, que colabore en
la relación empresa-universidad, que contribuya a la formación de dirigentes, y que a través de
los medios de comunicación oriente a la opinión pública sobre ética, moral y en general, sobre
los valores y principios que lamentablemente se han ido perdiendo en el medio”.

Para resolver esta problemática social, las empresas han ido cada vez más incrementando sus
presupuestos de gastos e inversiones sociales, lo que en muchos casos constituye una actividad
muy grande y compleja de manejar sino se dispone de buena información. Esta actividad,
llamada Gestión Social de la Empresa, da lugar a la Contabilidad Social, que será objeto de
estudio en otro curso.

5.3 La función social de la contaduría púbica.

La función social que cumple el ejercicio de la profesión de la Contaduría Pública, es un


servicio profesional de primera categoría, la cual se realiza a través del Contador Público,
quien la ejerce y quien se convierte en garante de la seguridad y veracidad de los hechos
económicos de las organizaciones a través de estados financieros, que suscribe o certifica con
el respaldo de su firma, garantizando que lo que allí se plasma es la realidad.

En otras palabras, en el ejercicio de la profesión, el contador público se convierte en juez de


los hechos económicos realizados por las entidades y mostrados a través de informes
financieros, avalados con su firma, (poder certificante) y, por otra parte, es notario de la
información financiera a través de la revisoría fiscal, (facultad de fe pública).

Dada la importancia social de la profesión, el Contador Público debe ser una persona con
amplios conocimientos en las áreas de control, contabilidad, economía, finanzas, legislación
comercial y tributaria y administración general, con habilidad y destreza profesional,
formación integral, capacidad de liderazgo, responsabilidad social y compromiso profesional.

El Contador Público ha sido un agente activo en el desarrollo económico y social del mundo,
desde cuando el hombre sintió la necesidad de cuantificar y controlar los recursos que poseía,
teniendo el deber de proteger a las organizaciones desde el punto de vista económico para el
bienestar social de la comunidad, como también velar por los intereses económicos de las
personas naturales y asesorarlos frente a las circunstancias que se presentan entre la sociedad y
el Estado.

El Contador, en su actuar habitual en el campo del registro y control de las operaciones


realizadas por el ente económico es fuente de información profesional con capacidad para
realizar el análisis pertinente a la obtención de utilidad o rendimiento financiero que interesa a
los inversionistas y que requiere el Estado en su calidad de controlador de la economía
nacional.

Todas las actuaciones realizadas por el Contador Público en el ejercicio de su profesión tienen
un alto efecto de orden social lo cual permite aceptar que este profesional tiene una gran
incidencia en el desarrollo de la sociedad, la economía y el bienestar en general.

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5.4 Responsabilidad Social y control societario de la Contaduría Pública.

La Corte Constitucional manifiesta: “La responsabilidad social es una manifestación propia


del hombre. No sólo es un compromiso tácito del individuo con la sociedad, sino la apertura
del hombre hacia los demás. Todo asociado debe responderle a la sociedad, con servicios
directos o indirectos, como retribución proporcionada a los beneficios que ésta brinda a cada
uno de sus componentes”.

La función profesional del Contador Público no es solamente hacer registros y presentar


estados financieros, es más que esto, se basa en la Responsabilidad Social y el Control
Societario, que hace que sus actos generen un apoyo profesional a las organizaciones y a la
comunidad en general. No solo es el cuidado de la información que se está produciendo sino
también analizar las diferentes situaciones que se generan ante la variedad de escenarios tanto
internos como externos. Un profesional contable que ejerce con responsabilidad social y con
un actuar ético positivo es proactivo si se ciñe a los principios éticos que la profesión le
impone.

La profesión contable no es solo un asunto personal o individual. Al ser esta profesión una
actividad de alta calidad, se puede afirmar que como actividad pública es socialmente útil. El
Contador Público tiene la responsabilidad de desarrollar sus funciones en beneficio de la
sociedad, sin olvidar el objetivo económico y financiero, ya que en ocasiones se convierte en
parte determinante en la solución de los problemas que involucran beneficios sociales.

Se debe destacar la importancia que tiene la contabilidad como herramienta para medir los
fenómenos y la utilidad de la información para la toma de decisiones económicas de los
diferentes usuarios de la información, como también toma una gran relevancia para establecer
el grado del impacto que presenta la aplicación de políticas y los instrumentos para su
regulación y control, por ello es necesario establecer los parámetros para que esta pueda
brindar toda la información que sea pertinente, viable y relevante basados en los principios
éticos y de responsabilidad social.

Significa, lo anterior, que ante la sociedad, el Contador Público debe ser una persona íntegra
desde cualquier punto de vista, máxime cuando desde su ejercicio profesional se desprende la
evaluación minuciosa de situaciones problemáticas, que inciden en decisiones administrativas
por parte de los actores empresariales que hacen del entorno contemporáneo, sociedades
abiertas a la globalización, a las tecnologías de punta, a la virtualidad permanente, donde las
transacciones se hacen cada vez más polémicas y difíciles de entender y cuya responsabilidad
depende cada vez más de la buena fe, de la confianza y fe pública, la cual es entendida como
el buen proceder, a la que se da absoluta credibilidad.

Por esto es importante que los sistemas de información permitan demostrar transparencia y a
su vez, que los resultados sean los esperados, más no los planteados de manera cuestionable
que hagan de los resultados, aseveraciones falseadas o tendenciosas y que coloquen en grave
peligro las circunstancias proyectadas con grandes posibilidades de error y defraudación.

Las decisiones administrativas de los entes económicos, que se toman de los informes
económicos y financieros preparados por los contadores públicos, afectan de alguna manera a
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la sociedad, en pro o en contra, de ahí que los profesionales de la Contaduría Pública deben
sopesar la gran responsabilidad que tienen en las decisiones que a diario se toman.

Al respecto la doctrina manifiesta: “Existen dos formas de entender la responsabilidad social,


frente a los daños que puede causar una mala decisión:

La primera forma de responsabilidad social, tiene que ver con el daño que determina en su
víctima un efecto social, como la vulneración de la confiabilidad y la credibilidad de las
personas.

Una segunda forma de responsabilidad social, es aquella en que el daño trasciende a las
personas y genera efectos colectivos, como la contaminación, o efectos masivos determinados
por las características de los productos, o la que causa un revisor fiscal que no defiende el
interés público.

Como se puede observar, son múltiples las responsabilidades susceptibles de ser indilgadas al
contador público, razón más que suficiente para exigir de las autoridades correspondientes, la
adecuada protección de los derechos de estos profesionales que tienen como objetivo
primordial la protección del interés social, la salvaguarda del erario público, el debido cuidado
de los administradores en la conducción de los entes económicos, la protección de los
capitales invertidos en una compañía de mercado, la construcción de la confianza pública que
fortalece la economía y el bienestar social y, en general, la protección del interés público”.
(CTCP, OP, junio de 2008).

Toda empresa, independientemente de su ubicación social y patrimonial, lleva consigo un


trasfondo ideológico, ético y de responsabilidad social, el cual está ligado al objeto social
como razón de ser de la misma, de donde se deriva la importancia de entender claramente qué
es o en qué consiste la responsabilidad social de una empresa, como ente económico.

La responsabilidad connota obligación, y lo social se refiere a la sociedad entendida ésta


como la comunidad con la cual se interactúa directa o indirectamente. Ente es todo ser
animado pero que se individualiza en esencia y conocimiento; económicamente se define al
ente como toda actividad económica organizada como una unidad, respecto de la cual se
predica el control de los recursos.

5.5 Naturaleza Social de la Contaduría Pública.

La Contaduría Pública es una profesión que cumple una función social específica, la cual
surge de la dinámica impuesta por la división social del trabajo. Desde tiempos inmemoriales,
la sociedad ha condicionado su evolución al trabajo y a su  organización de acuerdo a la
producción, dinámica esta que le hace posible su  supervivencia en un medio social que lo
asume en una situación de competencia como  consecuencia de la escasez y la socialización a
la que necesariamente se inclina  tras el abandono del sedentarismo de las sociedades
primitivas.

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Dicha organización en función a los parámetros de la racionalidad,  hace del conocimiento
el elemento determinante, la satisfacción de las necesidades  a través de la producción de
bienes y servicios en donde transita en su favor, desde manifestaciones del pensamiento de
cará cter espiritual plasmadas en los oficios, en el arte, pasando por manifestaciones con
cará cter instrumental-prá ctico encarnadas en la técnica,  hasta alcanzar la cima del
conocimiento racional a través de la ciencia. Las artes, los oficios y las profesiones como
expresiones del hacer, encuentran respectivamente su sustento en la energía transformadora
del pensamiento y el saber o conocimiento en la práctica profesional.

Aunado a lo anterior, es necesario resaltar un aspecto presente en el fenómeno de la


socialización, el conflicto individuo–sociedad; el tránsito de lo específicamente privado
hasta la generalidad de lo público plantean diversas connotaciones que determinan el  sentido
de las expresiones del hacer, del saber y el pensar. Sin profundizar en ellas, se puede decir,
que, en lo respectivo a las profesiones, sus implicaciones rebasan sobradamente lo
estrictamente espiritual y lo reductivamente privado. Aunque es claro que se manifiestan a
través del ser humano.

La profesión de la Contaduría Pública entonces, tiene su sustento en:

a. El saber contable con carácter científico lo que se  justifica, dadas las implicaciones
sociales de su ejercicio, ya que como profesión, comporta un alto riesgo social. La actuación
profesional del contador público implica ejercer un impacto importante para la
sociedad, lógicamente en el marco del equilibrio social como elemento regulador de sus
relaciones socio-económicas.

b. El pensar en contabilidad que, es una cualidad inherente del contador para la solución de
problemas propias de la profesión en el manejo de las organizaciones. Si la profesión contable
no responde a las demandas sociales- es decir, no responde a las necesidades de los actores
sociales en la que  actúa, suceso que condiciona la estructura jurídico-política de una nación-,
no  sería racional pensar que la sociedad se acomode a su capacidad cognoscitiva únicamente;
lo racional es  pensar que la sociedad determina sus necesidades de información para hoy y
para el futuro, y la profesión contable debe responder a esos requerimientos si quiere subsistir
en una sociedad cada vez más exigente.

En este orden de ideas, es importante caracterizar la profesión de la Contaduría Pública, hacer


un examen de sus requerimientos, capacidades y potencialidades, para descifrar su profundo
contenido social.

Aventurémonos por ahora a plantear su función social instrumental. ¿para qué sirve un
Contador Público?

En primer lugar, digamos que su campo de actuación son los valores económicos
patrimoniales de las personas y las entidades, es decir, el Contador Público actúa sobre los
entes económicos. Reconocemos que  dada la dinámica de la reproducción social, este marco
de actuación se manifiesta bajo  su representación jurídica, o bajo su forma jurídica, es lo que

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en el lenguaje del derecho se conoce como una persona, bien sea natural o jurídica, pública o
privada y dentro de éstas con o sin ánimo de lucro.

Pero en el marco de las entidades, ¿sobre qué predica su actuación?, o ¿en gracia de qué es
necesario el Contador Público?

Encontramos que su intervención en los entes económicos se  justifica porque es quien sabe
interpretar el sentido de las relaciones -que se  presentan en su aspecto jurídico- entre los
recursos económicos bajo el imperativo  de la supervivencia, crecimiento y rentabilidad en el
mercado.

En la órbita de la  sociedad en su conjunto, cada entidad cumple también una función social,
la cual  consiste en combinar los recursos para la producción y de esa manera satisfacer las
necesidades humanas.

Aclaramos que el transcurso último de la historia, esos recursos bajo su expresión jurídica
(formas de propiedad) han sido tema de análisis contable bajo la máxima y última
expresión del capital: la función financiera.

Igualmente, en el marco de las entidades, la relación del saber contable con la administración
de los recursos también es muy importante, porque para qué todo ese conocimiento, ¿sino se
tiene la posibilidad de direccionar a voluntad esa combinación de recursos de manera tal que
se optimicen y se disponga de unos niveles de beneficio (rentabilidad) que permitan sobrevivir
y crecer a la entidad en el exigente mercado, entre otros objetivos?

Para esto, el conocimiento se ha encargado de potenciar la razón del individuo en función al


anterior contexto, donde se plantea la necesidad de planear el escenario de actuación futura, a
través del pensar predictivo acuñando conceptos como misión, visión, estrategias, tácticas o
planeación, organización, ejecución y control de los recursos, gestión táctica, gestión
operativa, etc., lo cual se instrumentaliza a través del concepto de toma de decisiones para el
futuro por parte de la administración del ente económico y los usuarios de la información
financiera.

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