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5.

Estado del arte

Se presenta el relevamiento de estudios y enfoques teóricos sobre la psicopatía, la cognición


social, la empatía y la teoría de la mente, temas que atañen al presente estudio de investigación.

Molina (2011) sostiene que la psicopatía se caracteriza por la falta de neuronas en espejo, que
llevan al portador a comportarse como un depredador de su propia especie que en su conducta
antisocial y por su falta de empatía, emplea el encanto personal, la manipulación, la
intimidación y la violencia para controlar a los demás y para satisfacer sus propias necesidades
egoístas. Según La Asociación Psiquiátrica Americana (APA) la personalidad psicopática o el
psicópata es “una persona cuya conducta es predominantemente anormal y antisocial que se
caracteriza por sus acciones impulsivas e irresponsables, encaminadas a satisfacer sus intereses
inmediatos y narcisistas sin importar las consecuencias sociales, sin demostrar culpa ni
ansiedad”. Sin embargo en disyuntiva con la mencionada definición Kernberg (1988) sostiene
que se debe diferenciar lo que es la conducta antisocial de la estructura de personalidad
antisocial, y que el psicópata presenta una estructura de personalidad de connotación narcisista.

Por su parte Cleckey (1976) considera que la locuacidad y la amabilidad de los psicópatas
serían las características más importantes de sus rasgos de personalidad. Marietán (2005)
afirma que la psicopatía es una manera de ser, que no reviste circunstancialidad, y que tampoco
corresponde a una determinada etapa en la evolución del individuo, ni a un mero aprendizaje.
Es decir que, el psicópata no aprende ni se propone ser psicópata, sino que sus acciones y su
forma de ser lo convierten en psicópata. Marietán (2005) también afirma que la forma de ser
del psicópata se caracteriza por ser atípica, infrecuente y por sobresalir por encima del patrón
general de conducta de la mayoría de los individuos.

Según Butman (2001) la cognición social es un proceso neurobiológico. Adolphs (2001) agrega
que es un proceso psicológico y social, por medio del cual se perciben, reconocen y evalúan los
eventos sociales, para posteriormente generar la respuesta más adecuada según la circunstancia
particular.

Grande Garcia (2009), el desarrollo de la noción social constituye para la Psicología Social un
intento sólido de integrar los niveles individual y social en el análisis de la conducta. Dicha
noción aparece como un concepto clave en esta disciplina, no sólo por su intento de
articulación entre ambos niveles sino porque el mismo presenta una realidad propia no tomada
de otras ciencias. En gran medida la cognición social es posible debido a la capacidad que se
tiene, no solo de percibir, sino además de la propia capacidad del ser humano para atribuir
estados emocionales y utilizar esta información para predecir sus conductas. Premack y
Woodruff (1978) acuñaron el término teoría de la mente para referirse a esta capacidad
cognitiva.

La empatía presenta una estrecha relación con la cognición social, debido a que la empatía
tiene un aspecto emocional y un aspecto cognitivo (Slachvsky y Labos, 2008). En otras
palabras, el aspecto afectivo del sufrimiento tiene el mismo sustrato neurológico para la
percepción del dolor en uno mismo y para la percepción del dolor en el otro (Adolphs, 2006).

Roselló Mir y Rervert Vidal (2011) describieron y analizaron la personalidad del psicópata
detrás de su aparente cordura, llegando a la conclusión de que el psicópata simula su
personalidad, aparentando tener empatía, cuando en realidad, carece de empatía y la simulación
es el medio que utiliza para lograr sus objetivos. Concluyeron en que existen diferencias
significativas entre el cerebro de los sujetos afectados de psicopatía, y el de las personas que no
padecen dicho trastorno, particularmente en las áreas que se hallan. Por su parte, Ostrosky
Solís, y Vélez García (2008), sostienen que las bases biológicas de la cognición social y de las
emociones morales se encuentran en una etapa significativa de exploración de la neurobiología,
en la cual, la mayoría de los investigadores, han comenzado a analizar las emociones morales
que proceden del cerebro humano, determinando que el mismo posee una estrecha relación con
las emociones morales.

Referencias

Adolphs R. (2001). La neurobiología de la cognición social. Número 10 - Año 2013. Volumen


26.

Adolphs R. (2006). How do we know the minds others? Domain-specificity, simulation, and
enactive social cognition. P. 25-35.

Butman J. (2001). La cognición social y la corteza cerebral. Revista Neurológica Argentina 26:
117-122.

Cleckey, H. (1976). La máscara de la cordura. (5ª Edición). St. Louis, USA: Mosby.

Grande García I. (2009). Neurociencia Social: El maridaje entre la psicología social y las
neurociencias cognitivas. Revisión e introducción a una nueva disciplina. Revista
Anales de Psicología. Volumen 25 N°1.

Hare R. (2003). Sin conciencia: El inquietante mundo de los psicópatas que nos rodean.
España: Editorial Paidós ibérica.

Kernberg, O.F. (1988). Object relations theory in clinical practice. Psychoanal. Q., p. 481-504.

Labos, E., Slachevsky, A., Fuentes, P., Manes, F. (2008). Tratado de Neuropsicología Clínica.
Buenos Aires: Akadia Editorial.

Marietán, H. (2000). Conferencia presentada en el 7º Congreso Internacional de Psiquiatría


organizado por la AAP el 18 de octubre de 2000. Mesa Redonda: "Psicopatía".
Marietán, H. (2005). Curso de Semiología Psiquiátrica. Buenos Aires: Editorial Anaké.

Molina, F. (2009). El psicópata adaptado. Un lobo entre ovejas. Buenos Aires: Salerno

Premack, D., & Woodruff, G. (1978b). Cognition and Consciousness in Nonhuman Species.
Reply. Behavioral and Brain Sciences. p. 616-628.

Roselló Mir, J y Rervert Vidal, X (2011). El psicópata: una mente amoral tras la máscara de
cordura. Departamento de Psicología. Universidad de las Islas Baleares.

Ostrosky Solís, y Vélez García (2008). Neurobiología de la Sensibilidad Moral. Facultad de


Psicología. Universidad Autónoma de México.

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