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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO

FACULTAD DE INGENIERÍA ELÉCTRICA, ELECTRÓNICA, INFORMÁTICA


Y MECÁNICA

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA ELECTRÓNICA

HÁBEAS DATA

Curso: Constitución Política y Derechos Humanos

Docente: Dr. Guido Rodríguez Cárdenas

Integrantes: Huamán Pacco, Ingrid Pamela

Maita Cruz, Shirly Yeraldi

Mamani Castelo, Yamileth Yulan

Pilares Aguirre, Maria Fernanda

Vera Percca, Maria Teresa

Cusco - 2018

1
El presente trabajo está dedicado a nuestro

honorable docente Dr. Guido Rodríguez Cárdenas

quien gracias a su exigencia este equipo de

futuras ingenieras electrónicas conocen más acerca de la

actual carta magna y demás temas de interés social.

Con respeto, las alumnas

2
PRESENTACIÓN

El presente trabajo de investigación enfoca todo lo concerniente con la garantía


constitucional del habeas data y su aplicación en el país, primero que nada es
importante que el hombre tenga conocimiento de que derechos tiene para así
seguidamente saber que existen garantías que defienden estos distintos
derechos.

El presente trabajo de investigación está dirigido hacia todas aquellas personas


que desconocen que garantía defienden su derecho a la privacidad que hoy en
día se ve mucho que faltan a este. Así mismo, para todos los profesionales
dedicados a la educación de la futura generación, quienes tienen la
responsabilidad de formar personas de bien con autonomía y gran cultura.

El propósito de la presenta monografía es cooperar, como el conocimiento de


nuestros derechos influye bastante en el respeto de estos; esperamos que
nuestra participación sea empírica para el bienestar de los estudiantes,
profesionales y las personas en general.

Las autoras

3
ÍNDICE

 Introducción -------------------------------------------------------------------pag. 08
 ¿Qué es el Hábeas Data?--------------------------------------------------pag. 09
 Historia del Hábeas Data --------------------------------------------------pag. 10
1. Origen
2. Desarrollo

 Contenido del Hábeas Data -----------------------------------------------pag. 21


 Tipos de Hábeas Data-------------------------------------------------------pag. 21

1. Hábeas Data puro---------------------------------------------------------pag 21

2. Hábeas Data de cognición----------------------------------------------pag 22

3. Hábeas Data Informativo-------------------------------------------------pag. 22

Exhibitorio
a)
Finalista 
b)
Autoral
c)
4. Hábeas Data Inquisitivo---------------------------------------------------pag. 22

5. Hábeas Data Teleológico-------------------------------------------------pag. 22

6. Hábeas Data Ubicación---------------------------------------------------pag. 22

7. Hábeas Data Manipulador------------------------------------------------pag. 22

8. Hábeas Data Aditivo-------------------------------------------------------pag. 22

9. Hábeas Data Correctivo---------------------------------------------------pag. 23

10. Hábeas Data Supresorio--------------------------------------------------pag. 23

11. Hábeas Data Confidencial------------------------------------------------pag. 23

12. Hábeas Data Desvinculador ---------------------------------------------pag. 23

13. Hábeas Data Cifrado-------------------------------------------------------pag. 23

14. Hábeas Data Cautelar------------------------------------------------------pag. 23

15. Hábeas Data Garantista---------------------------------------------------pag. 23

16. Hábeas Data Imperativo---------------------------------------------------pag. 23

17. Hábeas Data Indemnizatorio----------------------------------------------pag. 24

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18. Hábeas Data impuro-------------------------------------------------pag. 24

19. Hábeas Data de acceso a la información pública:---------pag. 24

 ¿Cuándo procede el habeas data?---------------------------------pag. 24

 ¿Ante quien se presenta la demanda del habeas data?—pag. 24

 Sobre el proceso de cumplimiento del habeas data--------pag. 24

 Sobre el proceso de inconstitucionalidad-----------------------pag. 24

 ¿Qué normas pueden ser impugnadas a través del proceso de

inconstitucionalidad?

 ¿En qué casos el Tribunal Constitucional puede declarar que

una norma es inconstitucional?

 ¿Quiénes pueden interponer acción de inconstitucionalidad?

 ¿En que plazo se puede interponer la acción de

inconstitucionalidad?---------------------------------------------------------------------

--------------pag. 25

 ¿Qué efectos tiene la sentencia que declara la inconstitucionalidad de

una norma?-----------------------------------------------------------------pag. 25

 ¿Qué significa que las sentencias del tribunal constitucional tienen

autoridad de cosa juzgada?-------------------------------------------pag. 25

 Casos reales donde se recurrió al Hábeas Data---------------pag. 25

o La justicia argentina aceptó un reclamo de Hábeas Data


por imágenes
o Acción de Hábeas Data en la provincia de Jujuy
o El Hábeas Data y los medios de comunicación. Caso Alberto
Fujimori
 Hábeas Data en el Perú--------------------------------------------------------pag. 30

o Artículo 14. Derecho de Rectificación o Respuesta


 Hábeas Data según diversos autores (anexos)-----------------------pag. 26

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 Jurisdicción y Procesos Constitucionales---------------------pag. 32
 Capitulo VIII: Proceso de Hábeas Data
 Antecedentes
 Hábeas data Brasileño
 En el derecho Colombiano
 Alcances y Objetivos del Hábeas Data
 Hábeas Data en la Constitución Peruana
 Caracteres
 Ámbito de aplicación
 Protección de los derechos constitucionales
 Se aplica contra actos u omisiones que vulneren o
amenacen los Derechos Informáticos
 Se aplica contra autoridad, funcionarios o personas
particulares
 Proceso de Hábeas Data
 Personería
 Competencia
 Procedimiento propiamente dicho o tramite
 Vías previas
 Hábeas data y el ministerio público
 Sanción procesal
 Hábeas data y la libertad de información
 Acciones de Garantía------------------------------------------pag. 43
 Interpone Acción de Hábeas Data
 Fundamentos de hecho
 Petitorio
 Fundamentos de derecho
 Medios probatorios
 Anexos
 Introducción a los Procesos Constitucionales-----pag. 50
 Anotaciones preliminares
 Los aspectos que incluye el derecho a la autodeterminación
informativa
 Las formas previstas en el Derecho Comparado para tutelar la
autodeterminación informativo.

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 ¿Es la autodeterminación informativa el único derecho
susceptible de ser defendido por Hábeas Data? El surgimiento
de los llamados “Hábeas Data impropios”.
 Algunas consecuencias del asentamiento del Hábeas Data: la
plasmación de subtipos de Hábeas Data como fórmulas que
facilitan su comprensión y pueden permitir enriquecer su
tratamiento procesal.
 Algunas anotaciones sobre las situaciones que pueden motivar
la interposición de un Hábeas Data y la legitimación procesal
requerida en estos casos.
 Algunos apuntes sobre la tramitación del Hábeas Data.
 Reflexiones sobre la eficacia del Hábeas Data como institución
tuitiva ¿es el Hábeas Data Peruano un mecanismo eficaz para
la protección de los derechos puestos bajo su tutela?
 La ley 26301 y sus limitados efectos para revertir el descredito
del Hábeas Data en el Perú.
 Los alcances del Hábeas Data en la propuesta de reforma
constitucional que vino debatiéndose y un balance preliminar
sobre su viabilidad.
 ¿Existe alguna clave para explicar el éxito del Hábeas Data en
otros países? ¿Es el Código Procesal Constitucional un
instrumento para iniciar un cambio significativo al respecto en
el Perú?
 Los Procesos Constitucionales------------------------------------pag. 79
 Capítulo IX: Proceso Constitucional de Hábeas Data
 Fundamentación filosófica
 Acontecimientos históricos
 Fundamentos jurídicos doctrinales
 Concepto
 Derechos que protegen el Hábeas Data
 Derechos contenidos en el Hábeas Data
 Hábeas Data en la legislación Peruana

 Ensayos de Derecho Constitucional---------------------------pag. 96


 Bibliografía---------------------------------------------------------------------pag. 105
7
INTRODUCCIÓN

Nuestro objetivo es demostrar a través del fallo, Urteaga c/ FF.AA, como fueron
empleadas las garantías constitucionales introducidas con la Reforma
constitucional de 1994, refiriéndonos más precisamente al hábeas data y lo que
concierne a su aplicación.

Este trabajo comienza con el análisis de un caso en el cual el tema principal


gira en torno al amparo, el hábeas data y el hábeas corpus ,y sus
competencias específicas. Trataremos de explicar la relación entre ellos y
marcar sus diferencias.

Partiendo de los datos recopilados a lo largo de todo el proceso judicial,


intentaremos echar luz sobre la cuestión que suscita la demanda, y además,
dar un encuadre lo más preciso posible, sobre los instrumentos procesales del
art. 43 de la Constitución Política del Estado.

También es nuestra intención realizar un análisis acerca de la gran amplitud de


las cuestiones que integran el instituto del hábeas data; haciendo especial
incapié en el derecho a la intimidad como una de las cuestiones con más
trascendencia en la actualidad.

Para realizar este trabajo nos ayudaremos de las opiniones de reputados


juristas y estudios realizados al efecto. La metodología que emplearemos será
dividir este estudio en distintos capítulos, los cuales representan unidades
temáticas, con el fin de lograr una mejor estructuración; así conseguir una
simple comprensión del tema.

8
 ¿Qué es el Hábeas Data?

El Hábeas Data es una expresión mitad latina (Hábeas) y mitad inglesa


(Data). Se dice que en efecto, su nombre se ha tomado parcialmente del
antiguo instituto del Hábeas Corpus, en el cual el primer vocablo significa
“conserva o guarda tu” y del inglés “data” que significa información o datos

Más recientemente, en la sentencia C-1011 de 2008, la Corte nuevamente


reconoció la autonomía del derecho al habeas data y lo conceptualizó así:

“El Hábeas Data confiere, (…), un grupo de facultades al individuo para que, en
ejercicio de la cláusula general de libertad, pueda controlar la información que
de sí mismo ha sido recopilada por una central de información. En ese sentido,
este derecho fundamental está dirigido a preservar los intereses del titular de la
información ante el potencial abuso del poder informático”.

De acuerdo con el artículo 15 de la Constitución Política, el Hábeas Data es el


derecho que tienen todas las personas a conocer, actualizar y rectificar las
informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y en
archivos de entidades públicas y privadas.
De acuerdo con la Corte Constitucional, el núcleo esencial del Hábeas Data
está integrado por el derecho a la autodeterminación informática -entendiendo
por esto la facultad de la persona a la cual se refieren los datos, para autorizar
su conservación, uso y circulación y la libertad, especialmente la económica,
porque esta podría ser vulnerada en virtud de la circulación de datos que no
sean veraces o cuya circulación no haya sido autorizada.

En resumen, como lo muestra el anterior recuento, el reconocimiento del


derecho al Hábeas Data identificado como un derecho fundamental autónomo
tanto en el plano nacional como internacional persigue la protección de los
datos personales en un mundo globalizado en el que el poder informático es
creciente. Esta protección responde a la importancia que tales datos revisten
para la garantía de otros derechos como la intimidad, el buen nombre y el libre
desarrollo de la personalidad. Sin embargo, el que exista una estrecha relación

9
con tales derechos, no significa que no sea un derecho diferente, en tanto
comprende una serie de garantías diferenciables y cuya protección es
directamente reclamable por medio de la acción de tutela, sin prejuicio del
principio de subsidiariedad que rige la procedencia de la acción.

 HISTORIA DEL HÁBEAS DATA


1. ORIGEN

La primera vez que se habló del derecho a la intimidad o privacidad en lenguaje


jurídico anglosajón- fue en 1890, cuando los estadounidenses Samuel Warren
y Louis Brandeis publicaron el artículo ‘The Right To Privacy’ que propugnaba
por establecer límites jurídicos que impidieran la intromisión del periodismo en
la vida privada de las personas. Warren, Samuel. Brandeis, Louis. “The Right
To Privacy”. Harvard Law Review. Pág. 193. 1890. Ver también Gregorio,
Carlos G. “Protección de Datos Personales: Europa Vs. Estados Unidos, todo
un dilema para América Latina” en Transparentar al Estado: la Experiencia
Mexicana de Acceso a la Información. Universidad Autónoma de México, 2004.
Pág. 301. La idea primigenia del derecho a la intimidad estuvo marcada por su
individualismo acentuado, al punto que se hacía referencia al derecho a estar
solo o el derecho a ser dejado en paz.

Hechos como los ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial en Alemania,


donde la información del censo y los archivos del gobierno se utilizaron para
detectar a los judíos y demás poblaciones víctimas del genocidio, llevaron a
que una vez finalizada la guerra, el derecho a la intimidad tuviera protección
reforzada en los planos nacional y regional. Esta misma razón inspiró la
introducción del artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.

Vale la pena destacar la ley de protección de datos del land alemán de Hesse
de 1970, la ley sueca de 1973, el artículo 35 de la Constitución de Portugal de
1976, la ley federal alemana de 1977, las leyes francesas y austriaca de 1978 y
el artículo 18.4 de la Constitución española de 1978. Estas normas
establecieron límites al empleo de la informática frente a los datos personales a
partir de dos principios fundamentales: la autorización previa para la
constitución de bancos de datos y su control e inspección posterior. Ver Bru

10
Cuadra, Elisenda. “La protección de datos en España y en la Unión Europea”.
IDP. Revista de internet, Derecho y Política, Núm. 5, 2007. Universitat Oberta
de Catalunya. P.p. 78-92. García González, Aristeo. “La protección de datos
personales: derecho fundamental del siglo XXI. Un estudio comparado”.

En esta década también se expidió el Privacy Act de 1974 en Estados Unidos,


inspirada también en la necesidad de brindar protección a la privacidad frente a
las nuevas tecnologías. A diferencia de lo que ha ocurrido en Europa, esta ley
ha enfrentado serias dificultades en su implementación.

El Convenio fue precedido por las “directrices sobre protección de la privacidad


y flujos transfronterizos de datos personales” adoptadas por la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 1980, en las que
se definen principios básicos de protección de datos personales, aplicables
tanto al sector público como al privado, como el principio de limitación de la
recolección de datos, el principio de especificidad de la finalidad, el principio de
limitación de uso, y el principio de salvaguardias de seguridad, entre otros. En
el memorando explicativo de las directrices, se reconoce la tendencia a basar
la protección de datos personales en una noción más amplia de intimidad. Al
respecto, se afirma: “(…) viene habiendo una tendencia a ampliar el concepto
tradicional de intimidad (él derecho a que le dejen a uno en paz’) y a identificar
una síntesis más compleja de intereses que quizá se puedan calificar más
correctamente de intimidad y libertades individuales”. Irlanda en 1980 e
Inglaterra en 1984.

A. La protección de los datos personales en el Derecho Español. Dykinson


Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas de la Universidad
Carlos III de Madrid, 1999. Posteriormente, en la sentencia 292 del 30 de
noviembre de 2000, el Tribunal español precisó que el derecho fundamental a
la autodeterminación informativa es diferente al derecho a la intimidad, pues
mientras el segundo protege a las personas frente a cualquier invasión al
ámbito de su vida personal o familiar, el derecho a la autodeterminación
informativa garantiza a las personas un poder de control sobre sus datos
personales, así como sobre su uso y destino, con el propósito de impedir su
tráfico ilícito y lesivo para la dignidad del titular.

11
A partir de 1990, la Comunidad Europea buscó garantizar un funcionamiento
adecuado del mercado unificado, para lo cual era necesario establecer una
protección uniforme de los datos personales, pues las diferencias en las leyes
de protección de los mismos podían configurar un obstáculo en el flujo de los
datos. Para lograr ese objetivo se profirió la Directiva. Dicha Directiva exige a
los estados miembros un tratamiento leal y licito de los datos personales, tener
en cuenta el tratamiento de los datos sensibles, notificar de la recolección de
los datos al interesado y perseguir con el recaudo de datos un fin explícito y
legítimo. También reconoce el derecho de los interesados a acceder a los
datos y a oponerse a su tratamiento, el principio de conservación sólo por el
tiempo necesario para los fines que fueron recolectados, y el establecimiento
de una autoridad autónoma de control para la protección de datos personales.
La Directiva incluye además una cláusula en virtud de la cual la transferencia
de datos hacía terceros países depende de que estos últimos garanticen un
nivel adecuado de protección de datos

El Comité afirma: “10. La recopilación y el registro de información personal en


computadoras, bancos de datos y otros dispositivos, tanto por las autoridades
públicas como por las particulares o entidades privadas, deben estar
reglamentados por la ley. Los Estados deben adoptar medidas eficaces para
velar por que la información relativa a la vida privada de una persona no caiga
en manos de personas no autorizadas por ley para recibirla, elaborarla y
emplearla y por qué nunca se la utilice para fines incompatibles con el Pacto.
Para que la protección de la vida privada sea lo más eficaz posible, toda
persona debe tener el derecho de verificar si hay datos personales suyos
almacenados en archivos automáticos de datos y, en caso afirmativo, de
obtener información inteligible sobre cuáles son esos datos y con qué fin se
han almacenado. Asimismo, toda persona debe poder verificar qué autoridades
públicas o qué particulares u organismos privados controlan o pueden controlar
esos archivos. Si esos archivos contienen datos personales incorrectos o se
han compilado o elaborado en contravención de las disposiciones legales, toda
persona debe tener derecho a pedir su rectificación o eliminación.”

“En este sentido, en sentencia T-414 de 1992, la Corte afirmó: "la libertad
informática, consiste ella en la facultad de disponer de la información, de

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preservar la propia identidad informática, es decir, de permitir, controlar o
rectificar los datos concernientes a la personalidad del titular de los mismos y
que, como tales, lo identifican e individualizan ante los demás." Así mismo, en
sentencia SU-082 de 1995, afirmó: "La autodeterminación informática es la
facultad de la persona a la cual se refieren los datos, para autorizar su
conservación, uso y circulación, de conformidad con las regulaciones legales."
Y en la sentencia T-552 de 1997 afirmó: ‘...el derecho a la autodeterminación
informativa implica, como lo reconoce el artículo 15 de la Carta Fundamental, la
facultad que tienen todas las personas de “conocer, actualizar y rectificar las
informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y en
archivos de entidades públicas y privadas’.”

“El fundamento de validez de los llamados principios de la administración de


datos personales, se encuentra en el segundo inciso del artículo 15 de la
Constitución, el cual constituye en términos de la Corte, ‘el contexto normativo
y axiológico dentro del cual debe moverse, integralmente el proceso
informático’ y del cual derivan ‘unas reglas generales que deben ser respetadas
para poder afirmar que el proceso de acopio, uso y difusión de datos
personales sea constitucionalmente legítimo’, y que a su vez son el resultado
‘de la aplicación directa de las normas constitucionales al proceso informático’.

2. DESARROLLO

“La protección de los datos personales surgió ligada al derecho a la intimidad,


reconocido en varios instrumentos del derecho internacional de los derechos
humanos.

En el plano internacional, el derecho a la intimidad fue reconocido por primera


vez en 1948, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo
artículo 12 dispone que toda persona debe ser protegida contra injerencias
arbitrarias en su vida privada, familia, domicilio o correspondencia, así como de
ataques contra su honra y reputación. Posteriormente, en 1966, este precepto
fue reproducido por el artículo 17 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (PIDCP), con lo cual se le dio naturaleza vinculante entre los estados
partes.

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En el ámbito regional, también en 1948, se reconoció el derecho a la intimidad
con el artículo V de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del
Hombre. El derecho fue nuevamente introducido en el artículo 11 de la
Convención Americana de Derechos Humanos de 1969, el cual en términos
generales reproduce el artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.

En el sistema europeo de protección, el derecho a la intimidad fue reconocido


por primera vez en el artículo 8 del Convenio para la Protección de los
Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, en 1950. Este artículo,
además de proteger la vida privada y familiar, y el domicilio y la
correspondencia, proscribe toda injerencia de las autoridades públicas en el
ejercicio de este derecho, salvo “(…) cuanto esta injerencia esté prevista por la
ley y constituya una medida que, en una sociedad democrática, sea necesaria
para la seguridad nacional, la seguridad pública, el bienestar económico del
país, la defensa del orden y la prevención del delito, la protección de la salud o
de la moral, o la protección de los derechos y las libertades de los demás.”

Fue en Europa precisamente donde, con fundamento en esta última disposición


y en vista de los riesgos a los que se enfrenta la intimidad en la sociedad de la
información, comenzó a labrarse el camino para el reconocimiento del habeas
data como un derecho fundamental autónomo. Así, en 1967, el Consejo de
Europa convocó una comisión consultiva para estudiar los riesgos que las
tecnologías de la información generan sobre los derechos de las personas.
Como consecuencia de esta comisión, se expidió en 1968, la Resolución 509
sobre los derechos humanos y los nuevos logros científicos y técnicos, en la
que se hizo un llamado a “la protección de la privacidad frente a las nuevas
tecnologías”.

En la década de los 70, la Comisión de Ministros del Consejo de Europa adoptó


la resolución relativa a “la protección de la vida privada de las personas físicas
frente a los bancos de datos electrónicos en el sector privado”, y la resolución
sobre “la protección de la vida privada de las personas físicas frente a los
bancos de datos electrónicos en el sector público”, en las que recomienda a los
países miembros implementar una serie de principios de protección.

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Posteriormente, varios países introdujeron legislaciones destinadas a
establecer garantías para los datos personales; varias de estas legislaciones
crearon reglas específicas con miras a proteger no solamente la intimidad, sino
también otros valores como la integridad, la autonomía y la dignidad de las
personas.

El Internet se empieza a usar en años 60. En plena guerra fría, Estados Unidos
crea una red exclusivamente militar, con el objetivo de que, en el hipotético
caso de un ataque ruso, se pudiera tener acceso a la información militar desde
cualquier punto del país.

Esta red se creó en 1969 y se llamó ARPANET. En principio, la red contaba


con 4 ordenadores distribuidos entre distintas universidades del país. Dos años
después, ya contaba con unos 40 ordenadores conectados. Tanto fue el
crecimiento de la red que su sistema de comunicación se quedó obsoleto.
Entonces dos investigadores crearon el Protocolo TCP/IP, que se convirtió en
el estándar de comunicaciones dentro de las redes informáticas (actualmente
seguimos utilizando dicho protocolo).

El desarrollo de las redes fue abismal, y se crean nuevas redes de libre acceso
que más tarde se unen a NSFNET, formando el embrión de lo que hoy
conocemos como INTERNET.

En 1985 la Internet ya era una tecnología establecida, aunque conocida por


unos pocos. El autor William Gibson hizo una revelación: el término
"ciberespacio”. En ese tiempo la red era básicamente textual, así que el autor
se basó en los videojuegos. Con el tiempo la palabra "ciberespacio" terminó por
ser sinónimo de Internet.

Es por eso que en la década de los 70 se considera:

1.-“la protección de la vida privada de las personas físicas frente a los bancos
de datos electrónicos en el sector privado”.

2.-“la protección de la vida privada de las personas físicas frente a los bancos
de datos electrónicos en el sector público”.

15
En 1981, el Convenio 108 del Consejo de Europa sobre la protección de las
personas en lo relativo al tratamiento automatizado de datos de carácter
personal, brindó protección explícita a este tipo de información y fijó las pautas
del modelo común de protección. El Convenio amplió el catálogo de garantías
con la introducción de los principios de lealtad, exactitud, finalidad, pertinencia,
utilización no abusiva, olvido, publicidad, acceso individual y seguridad, y con la
prohibición de tratamiento automático de datos que revelen el origen racial de
las personas, sus opiniones políticas, convicciones religiosas o de otro tipo, así
como datos sobre su salud o vida sexual. Además, introdujo definiciones sobre
datos personales, ficheros automatizados, tratamientos automatizados y
autoridades que manejan la información. El Convenio 108 dio paso a una
segunda generación de leyes nacionales de protección de datos que
incorporaron varios de los principios reconocidos en él.

En 1983, una sentencia del Tribunal Constitucional alemán denominó por


primera vez el derecho a la protección de los datos personales como derecho a
la autodeterminación informativa, con fundamento en el derecho al libre
desarrollo de la personalidad. Para este tribunal, tal derecho comprende la
facultad de decidir por sí mismo cuando y dentro de qué límites procede revelar
situaciones referentes a la propia vida. Además, el tribunal señaló que la
garantía del derecho requiere especiales medidas de protección, teniendo en
cuenta que la interconexión de varias bases de datos puede dar lugar a la
elaboración de un perfil de la personalidad que limite la libertad de decisión.
Este ejemplo fue seguido por el Tribunal Constitucional español, el cual, en
1993, precisó que el artículo 18.4 de la constitución española consagra un
derecho fundamental autónomo al disponer que la ley debe limitar el uso de la
informática para garantizar la intimidad, el honor y el pleno ejercicio de los
derechos de los ciudadanos.

Años más tarde, en el plano comunitario, mediante la Directiva 95/46/CE de


1995 sobre la protección de personas físicas respecto al tratamiento y
circulación de datos personales, el Parlamento Europeo y el Consejo de
Europa, si bien ligan la protección de los datos personales al derecho a la
intimidad, precisan varias definiciones e introducen directrices sobre las

16
garantías específicas que rigen la circulación de este tipo de datos, por
ejemplo, en materia de principios de tratamiento y requisitos procedimentales.

La configuración de la autodeterminación informativa como derecho autónomo


culmina con la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea de
1999, cuyo artículo 8 reconoce explícitamente el derecho de toda persona a “la
protección de los datos de carácter personal que la conciernan” y dispone que
“[e]estos datos se tratarán de modo leal, para fines concretos y sobre la base
del consentimiento de la persona afectada o en virtud de otro fundamento
legítimo previsto por la ley.” Además, indica que “toda persona tiene derecho a
acceder a los datos recogidos que la conciernan y a su rectificación”, y señala
que la verificación del cumplimiento de estas garantías debe encargarse en
cada estado a un órgano independiente.

En el seno de las Naciones Unidas también se han presentado iniciativas


importantes dirigidas a reforzar la protección de los datos personales y a dotar
de contenido autónomo al derecho al habeas data. Por ejemplo, mediante la
Resolución 45/95 de 14 de diciembre de 1990, “Principios rectores aplicables a
los ficheros computarizados de datos personales”, se reconocieron varias
garantías mínimas que deben prever las legislaciones nacionales para el
tratamiento de este tipo de información.

Por otra parte, el Comité de Derechos Humanos, en su Observación General


16 sobre el artículo 17 del PIDCP, si bien es cierto conecta la protección de los
datos personales con el derecho a la intimidad, por vía interpretativa fija una
serie de pautas importantes que deben guiar la protección de tales datos, como
que “la recopilación y el registro de información personal en computadoras,
bancos de datos y otros dispositivos, tanto por las autoridades públicas como
por las particulares o entidades privadas, deben estar reglamentados por la
ley”, o que todas las personas tienen derecho a verificar “(…) si hay datos
personales suyos almacenados en archivos automáticos de datos y, en caso
afirmativo, de obtener información inteligible sobre cuáles son esos datos y con
qué fin se han almacenado”, garantías que hacen parte de los contenidos del
habeas data.

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A nivel del sistema regional de protección, el derecho al habeas data o a la
autodeterminación informativa sigue siendo interpretado a partir del artículo 11
de la Convención Americana de Derechos Humanos sobre el derecho a la
intimidad. Sin embargo, mediante la Resolución AG/RES.1395 (XXVI-O/96), la
Asamblea General de la OEA solicitó al Comité Jurídico Interamericano que
iniciara un estudio de los contextos jurídicos de los estados miembros en
relación con dos temas: acceso a la información y a la protección de los datos
personales. Este estudio condujo a que el 13 de junio de 2011, la Asamblea
General aprobara una resolución sobre el acceso a información pública y la
protección de datos personales. En este documento, encomendó al Comité
Jurídico Interamericano que, antes del cuadragésimo segundo período
ordinario de sesiones de la Asamblea General, presente un documento de
principios de privacidad y protección de datos personales en la región. Además,
desde hace varios años existe un anteproyecto de convención americana sobre
autodeterminación informativa, que reconoce expresamente el derecho al
habeas data.

A nivel del sistema regional de protección, el derecho al habeas data o a la


autodeterminación informativa sigue siendo interpretado a partir del artículo 11
de la Convención Americana de Derechos Humanos sobre el derecho a la
intimidad. Sin embargo, mediante la Resolución AG/RES.1395 (XXVI-O/96), la
Asamblea General de la OEA solicitó al Comité Jurídico Interamericano que
iniciara un estudio de los contextos jurídicos de los estados miembros en
relación con dos temas: acceso a la información y a la protección de los datos
personales. Este estudio condujo a que el 13 de junio de 2011, la Asamblea
General aprobara una resolución sobre el acceso a información pública y la
protección de datos personales. En este documento, encomendó al Comité
Jurídico Interamericano que, antes del cuadragésimo segundo período
ordinario de sesiones de la Asamblea General, presente un documento de
principios de privacidad y protección de datos personales en la región. Además,
desde hace varios años existe un anteproyecto de convención americana sobre
autodeterminación informativa, que reconoce expresamente el derecho al
habeas data.

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Finalmente, como ya se mencionó, el artículo 15 de la Constitución de 1991
reconoció explícitamente el “(…) derecho a conocer, actualizar y rectificar las
informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y en
archivos de entidades públicas y privadas” y además dispuso que “[e]n la
recolección, tratamiento y circulación de datos se respetará la libertad y demás
garantías consagradas en la Constitución”. Estos preceptos leídos en conjunto
con la primera parte del mismo artículo 15 –sobre el derecho a la intimidad, el
artículo 16 –que reconoce el derecho al libre desarrollo de la personalidad- y el
artículo 20 –sobre el derecho a la información activo y pasivo y el derecho a la
rectificación- de la Carta, han dado lugar al reconocimiento de un derecho
fundamental autónomo catalogado como derecho al habeas data, y en algunas
oportunidades, como derecho a la autodeterminación informativa En la
jurisprudencia constitucional, el derecho al habeas data fue primero
interpretado como una garantía del derecho a la intimidad, de allí que se
hablara de la protección de los datos que pertenecen a la vida privada y
familiar, entendida como la esfera individual impenetrable en la que cada cual
puede realizar su proyecto de vida y en la que ni el Estado ni otros particulares
pueden interferir.

Desde los primeros años de la nueva Carta, también surgió al interior de la


Corte una segunda línea interpretativa que consideraba el habeas data una
manifestación del libre desarrollo de la personalidad. Según esta línea, el
habeas data tiene su fundamento último “(…) en el ámbito de
autodeterminación y libertad que el ordenamiento jurídico reconoce al sujeto
como condición indispensable para el libre desarrollo de la personalidad y en
homenaje justiciero a su dignidad”.

A partir de 1995, surge una tercera línea interpretativa que apunta al habeas
data como un derecho autónomo y que es la que ha prevalecido desde
entonces. Así, según la sentencia SU-082 de 1995[14], el núcleo del derecho al
habeas data está compuesto por la autodeterminación informática y la libertad
–incluida la libertad económica. Además, este derecho comprende al menos las
siguientes prerrogativas:

a) El derecho a conocer las informaciones que a ella se refieren;

19
b) El derecho a actualizar tales informaciones, es decir, a ponerlas al día,
agregándoles los hechos nuevos;

c) El derecho a rectificar las informaciones que no correspondan a la verdad.”,


e incluye el derecho a la caducidad del dato negativo.

En esta misma dirección, en la sentencia T-176 de 1995[15], la Corte indicó


que el derecho al habeas data es violado cuando se desconoce alguna de las
prerrogativas enunciadas en la sentencia SU-082 de 1995, es decir, cuando la
información contenida en el archivo o base de datos es “(…) recogida de
manera ilegal, sin el consentimiento del titular del dato”, es errónea o recae
“(…) sobre aspectos íntimos de la vida de su titular no susceptibles de ser
conocidos públicamente”.

Posteriormente, en la sentencia T-729 de 2002[16], la Corte explicó que es


importante diferenciar y delimitar el habeas data respecto de otros derechos
como el buen nombre y la intimidad, por lo menos por tres razones: “(…) (i) por
la posibilidad de obtener su protección judicial por vía de tutela de manera
independiente; (ii) por la delimitación de los contextos materiales que
comprenden sus ámbitos jurídicos de protección; y (iii) por las particularidades
del régimen jurídico aplicable y las diferentes reglas para resolver la eventual
colisión con el derecho a la información”.[17] A continuación, la Corte definió el
derecho de la siguiente forma: o informática.

“El derecho fundamental al habeas data, es aquel que otorga la facultad al


titular de datos personales, de exigir a las administradoras de datos personales
el acceso, inclusión, exclusión, corrección, adición, actualización, y certificación
de los datos, así como la limitación en la posibilidades de divulgación,
publicación o cesión de los mismos, conforme a los principios que informan el
proceso de administración de bases de datos personales”.

En la actual la globalización de la información y la informática ha exigido que


se busquen formas más eficientes para proteger la libertad de información pero
a su vez se galantea el derecho a la privacidad e intimidad en una sociedad
interconectada.

20
Esta etapa está marcada por los acuerdos multilaterales para proteger
estas libertades, en el caso de la Unión Europea y los propios organismos
internacionales como la ONU y la UNESCO.

 CONTENIDO DEL HABEAS DATA 

De conformidad con la jurisprudencia de esta Corporación, dentro de las


prerrogativas –contenidos mínimos- que se desprenden de este derecho
encontramos por lo menos las siguientes: 

(i) el derecho de las personas a conocer –acceso- la información que


sobre ellas está recogida en bases de datos, lo que conlleva el acceso a
las bases de datos donde se encuentra dicha información;

 (ii) el derecho a incluir nuevos datos con el fin de ser provea una imagen
completa del titular; 

(iii) el derecho a actualizar la información, es decir, a poner al día el


contenido de dichas bases de datos; 

(iv) el derecho a que la información contenida en bases de datos


sea rectificada o corregida, de tal manera que concuerde con la
realidad; 

(v) el derecho a excluir información de una base de datos, bien porque


se está haciendo un uso indebido de ella, o por simple voluntad del
titular –salvo las excepciones previstas en la normativa”  

 TIPOS DE HÁBEAS DATA


A efectos de cumplir la función pedagógica, precisar los tipos de hábeas data
que se encuentran establecidos tanto en la Constitución Política (art. 200,
inciso 3) como en el Código Procesal Constitucional (art. 61 °). En tal sentido,
los tipos de hábeas data son los siguientes.
20. Hábeas Data puro:
Reparar agresiones contra la manipulación de datos personalísimos
almacenados en bancos de información computarizados o no.

21
21. Hábeas Data de cognición:
No se trata de un proceso en virtud del cual se pretende la manipulación de los
datos, sino efectuar una tarea de conocimiento y de supervisión sobre la forma
en que la información personal almacenada está siendo utilizada.
22. Hábeas Data Informativo:
Está dirigido a conocer el contenido de la información que se almacena en el
banco de datos (qué se guarda).
En Perú existen:
a) Exhibitorio Su finalidad es observar cuales son los datos registrados o,
dicho de otra forma, qué se registró. Tiene por fin tomar conocimiento de
datos referidos a la persona que articula el habeas data.
b) Finalista.  Su meta es saber para qué y para quien se registra los datos.
Emerge además de para que tomar conocimientos los datos, para conocer
la finalidad de ellos.
c) Autoral. No es tan habitual ni en la doctrina ni en el derecho comparado. Su
propósito es saber acerca de quien obtuvo los datos que obran en el registro:
Puede entonces auscultar acerca del producto, del gestor y del distribuidor de
datos.
4. Hábeas Data Inquisitivo:
Para que se diga el nombre de la persona que proporcionó el dato (quién)
5. Hábeas Data Teleológico
Busca esclarecer los motivos que han llevado al sujeto activo a la creación del
dato personal (para qué)
6. Hábeas Data Ubicación:
Tiene como objeto que el sujeto activo del poder informático responda dónde
está ubicado el dato, a fin de que el sujeto pasivo -el accionante- pueda ejercer
su derecho (dónde).
7. Hábeas data Manipulador:
No tiene como propósito el conocimiento de la información almacenada, sino su
modificación.
8. Hábeas Data Aditivo:
Agrega al banco de datos una información no contenida. Esta información
puede consistir: en la actualización de una información cierta pero que por el
paso del tiempo se ha visto modificada; también puede tratarse de una

22
información que tiene como objeto aclarar la certeza de un dato que ha sido
mal interpretado; o incorporar al banco de datos una información omitida que
perjudica al sujeto pasivo.
9. Hábeas Data Correctivo:
Tiene como objeto modificar los datos imprecisos y cambiar o borrar los falsos
10. Hábeas Data Supresorio:
Busca eliminar la información sensible o datos que afectan la intimidad
personal, familiar o cualquier otro derecho fundamental de la persona. También
puede proceder cuando la información que se almacena no guarda relación con
la finalidad para la cual ha sido creado el banco de datos.
11. Hábeas Data Confidencial:
Impedir que las personas no autorizadas accedan a una información que ha
sido calificada como reservada. En este tipo, se incluye la prohibición de datos
que por el paso del tiempo o por sentencia firme se impide su comunicación a
terceros.
12. Hábeas Data Desvinculador:
Sirve para impedir que terceros conozcan la identificación de una o más
personas cuyos datos han sido almacenados en función de determinados
aspectos generales como la edad, raza, sexo, ubicación social, grado de
instrucción, idioma, profesión
13. Hábeas Data Cifrado:
Tiene como objeto que el dato sea guardado bajo un código que sólo puede ser
descifrado por quien está autorizado a hacerlo.
14. Hábeas Data Cautelar:
Tiene como propósito impedir la manipulación o publicación del dato en el
marco de un proceso, a fin de asegurar la eficacia del derecho a protegerse.
15. Hábeas Data Garantista:
Buscan el control técnico en el manejo de los datos, a fin de determinar si el
sistema informativo, computarizado o no garantiza la confidencialidad y las
condiciones mínimas de seguridad de los datos y su utilización de acuerdo con
la finalidad para la cual han sido almacenados.
16. Hábeas Data Imperativo:
Tiene como objeto impugnar las valoraciones o conclusiones a las que llega el
que analiza la información personal almacenada.

23
17. Hábeas Data Indemnizatorio:
Aunque no es de recibo en nuestro ordenamiento, este tipo de habeas data
consiste en solicitar la indemnización por el daño causado con la propalación
de la información.
18. Hábeas Data Impuro:
Solicitar el auxilio jurisdiccional para recabar una información pública que le es
negada al agraviado.
19. Hábeas Data de acceso a la información pública:
Consiste en hacer valer el derecho de toda persona a acceder a la información
que obra en la administración pública, salvo las que están expresamente
prohibidas por la ley.
 ¿Cuándo procede el habeas data?
Este procede contra el hecho u omisión por parte de cualquier autoridad,
funcionario o persona que vulnera o amenaza los siguientes derechos:
o A solicitar la información que requiera o a recibirla de cualquier entidad
pública, salvo aquella que afecte la intimidad personal o que tiene que
ver con la seguridad nacional.
o A que los servicios informáticos computarizados o no, públicos o
privados, no den información que afecten la intimidad personal y familiar.
 ¿Ante quien se presenta la demanda de habeas data?
Ante los Jueces de Primera Instancia en lo Civil del lugar donde ocurrieron los
hechos o del domicilio del autor de tales hechos.
 SOBRE EL PROCESO DE CUMPLIMIENTO DEL HABEAS DATA
 ¿Cuándo procede la acción de cumplimiento?
Cuando una autoridad o funcionario de la administración pública es
renuente a acatar lo establecido por una norma legal o un acto
administrativo.
 SOBRE EL PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD
 ¿Qué normas pueden ser impugnadas a través del proceso
de inconstitucionalidad?
Las normas que tienen rango de ley (Ley, decretos legislativos, decretos
de urgencia, tratados, reglamentos del Congreso, normas regionales de
carácter general y ordenanzas municipales).
 ¿En qué casos el Tribunal Constitucional puede declarar que una
norma es inconstitucional?
o Cuando contravenga o infrinja la Constitución en aspectos materiales o
de fondo.
o Cuando no hayan sido aprobadas, promulgadas o publicadas en la
norma establecida por la Constitución.
 ¿Quiénes pueden interponer acción de inconstitucionalidad?
Están facultados para interponer dicha acción, los siguientes:
o El Presidente de la Republica.
o El Fiscal de la Nación.

24
o El Defensor del Pueblo.
o El 25% del número legal de Congresistas.
o Cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas.
o El 1% de ciudadanos si la norma es una Ordenanza Municipal.
o Los Presidentes Regionales.
o Los Alcaldes Provinciales con acuerdo de su Concejo.
o Los colegios Profesionales.
 ¿En que plazo se puede interponer la acción de
inconstitucionalidad?
En el plazo de seis años contados a partir de la publicación de la norma.
 ¿ Que efectos tiene la sentencia que declara la inconstitucionalidad
de una norma?
La norma declarada inconstitucional por la sentencia pierde efectos al
día siguiente de que esta se publica.
 ¿Qué significa que las sentencias del tribunal constitucional tienen
autoridad de cosa juzgada?

La norma declarada inconstitucional por la sentencia pierde efectos al día


siguiente de que esta se publica.

Casos reales donde se recurrió al Hábeas Data:

Presentaremos tres casos a continuación:

 La justicia argentina aceptó un reclamo de habeas data por imágenes

Recurso de Habeas Data”, el actor de la causa tenía un reclamo particular: no


quería que aparezcan sus imágenes en los archivos del Sistema de
Investigaciones Criminalísticas (SIC) utilizados por el Ministerio Público Fiscal
para investigar “hechos delictivos”.

Las imágenes fueron subidas al sistema cuando su “ahijado procesal” sufrió un


accidente de tránsito que le valió un procesamiento por lesiones culposas, caso
por el que, en enero de 2006, sería sobreseído.

El actor relató que cuando fue a la fiscalía  a hacer su descargo en torno a ese
hecho, le sacaron las fotos. Más tarde, en noviembre de 2006, su hermano
sufrió un robo, y cuando le solicitaron que vaya para cumplir con los pasos
normales de la denuncia y las actuaciones judiciales, le mostraron sus
imágenes en el álbum del cual el actor pretendía ser eliminado.

25
Su pretensión se basó en que las imágenes que figuraban de él le provocaban
una “profunda vergüenza”, y le generaban un temor constante de ser “sindicado
como posible partícipe de un hecho delictivo” de forma errónea, al encontrarse
en un registro donde cohabitan fotos de “posibles autores de delitos”.

La representante del Ministerio Público alegó, en su defensa, que en él se


encontraba “ante el registro legítimo de un dato verdadero, en un archivo en el
que el tratamiento de la información no es de carácter público, sino que era
solo aprovechable en la investigación criminal, como en el caso de autos- no
resulta su información ser discriminatoria, ni lesiona la intimidad, ya que no se
produce una injerencia desmesurada en la privacidad del afectado, ponderada
con relación a la finalidad de la conservación de los registros dada la necesidad
social de su relevamiento”.

Luego de un fallo de la Cámara Penal donde se determinó que la imagen debía


ser quitada, y luego de un paso por la Suprema Corte bonaerense, en donde se
estableció que el caso fuera resuelto en la Cámara de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo de San Nicolás, la Justicia terminó por fallar a favor
del actor.

Los jueces alegaron, en primer lugar, que “el actor utiliza la garantía
constitucional del habeas data por sentir vergüenza ante la exhibición de su
foto junto a otros presuntos malvivientes; dicha afectación involucraría el
derecho al honor, a la intimidad o a la dignidad personal, tal como lo desarrolla
con mayor amplitud en su escrito de apelación”.

Los magistrados recordaron la sentencia de primera instancia, donde el


reclamo fue rechazado: “La a quo entiende que la pretensión no constituye uno
de los supuestos previstos por el artículo 33 de la Ley 25.326: a) Tomar
conocimiento de los datos personales almacenados y su finalidad; y b) Para la
rectificación, supresión, confidencialidad o actualización de los datos
personales respecto de los cuales se presuma la falsedad, inexactitud,
desactualización de la información”.

26
El artículo 33 establece, más precisamente, que “para tomar conocimiento de
los datos personales almacenados en archivos, registros o bancos de datos
públicos o privados destinados a proporcionar informes, y de la finalidad de
aquéllos; en los casos en que se presuma la falsedad, inexactitud,
desactualización de la información de que se trata, o el tratamiento de datos
cuyo registro se encuentra prohibido en la presente ley, para exigir su
rectificación, supresión, confidencialidad o actualización”.

Los camaristas afirmaron que “de su redacción (por el artículo) podemos


observar que el inciso b) resulta mucho más abarcativo que el alcance que le
ha dado la magistrada de grado, ya que hace mención al tratamiento de datos
cuyo registro se encuentra prohibido por la ley”.

Al mismo tiempo, los vocales trajeron a colación la Declaración Universal de los


Derechos Humanos, específicamente su artículo 12: “Nadie será objeto de
injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona
tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques”.

Los miembros de la Sala agregaron que “una persona puede ser discriminada,
o sentirse como tal, por el conocimiento o difusión de una situación o estado en
la que se pudo encontrar en el pasado, ya sea por prejuicios o por la
connotación social negativa que ella pudiere tener”.

“El estar imputado de un delito -cualquiera fuere-, más allá de la garantía


constitucional de presunción de inocencia y de la obligatoriedad de someterse
al sistema investigativo estatal, constituye una circunstancia que, socialmente,
tiene una connotación negativa, por lo tanto la inexactitud, desactualización o
difusión de dicha circunstancia más allá de los límites necesarios impuestos por
el cumplimiento de la función investigativa pueden afectar al titular del dato, en
el caso, en su honor o dignidad”, concluyeron los jueces.

 Acción de Hábeas Data en la provincia de Jujuy

La Cámara Civil y Comercial de Jujuy admitió la acción de habeas data que


interpuso una mujer contra las entidades financieras Standard Bank S.A. y
27
Banco del Sol S.A. y ordenó a sendas accionadas que procedan a la
corrección, supresión y/o actualización de la información habida en sus bases
de datos con relación a la persona de la actora.

La Sala I del Tribunal provincial, con el voto de los jueces María Rosa
Caballero de Aguiar, María Virginia Paganini y Víctor Eduardo Farfán, sostuvo
que “no habiendo la parte demandada acreditado que los datos informados con
relación a la actora, fueran correctos o veraces, debe ordenarse se proceda a
su corrección, supresión y actualización”. En particular, los magistrados
tuvieron en cuenta la incontestación de la demanda por parte de las entidades
financieras.

En el caso, una mujer promovió una acción de habeas data contra el Standard
Bank S.A. y el Banco del Sol S.A., para que se ordene a las dos entidades
financieras demandadas la supresión y rectificación de ciertos datos incorrectos
sobre su persona. Fundó su reclamo, en los supuestos daños que le generaba
esa información errónea.

Para comenzar, la Cámara se refirió a la falta de contestación de la demanda.


Al respecto, señaló que “la incontestación de la parte demandada, implica un
reconocimiento de los hechos lícitos expuestos por la actora y de la
documentación acompañada en sustento de la misma”, pues “su silencio debe
interpretarse como una manifestación de voluntad conforme a la demanda”.

Entonces, “se deben tener por acreditados los hechos de la demanda, así
como la autenticidad de la documentación acompañada en la misma”, precisó
el Tribunal jujeño. Además, destacó que las constancias del expediente
demostraban “los hechos invocados y la relación jurídica sustancial que vincula
a las partes”.

Luego, los magistrados indicaron que la acción de habeas data ampara “el
derecho de toda persona, con relación a sus datos personales y sensibles, en
sus dos aspectos, esto es, en primer término, el derecho a informarse sobre el
manejo de tales datos que efectúe cualquier persona pública y privada y en

28
segundo lugar, a requerir su supresión, modificación o actualización, si ello
fuere menester”.

Los datos almacenados “deben ser ciertos, adecuados y pertinentes, así como
actualizarse en el caso de que ello fuere necesario y destruidos cuando hayan
dejado de ser necesarios o pertinentes a los fines para los cuales hubiesen
sido recolectados”, precisó el Tribunal provincial.

Por lo tanto, la Sala I de la Cámara Civil y Comercial de Jujuy hizo lugar a la


acción de habeas data promovida por la actora, y en consecuencia, condenó a
los dos bancos demandados a que, en el plazo de cinco días, “rectifiquen y
supriman los datos correspondientes” a la accionante que fueron informados
por ellos a la organización Veraz S.A y al Banco Central de la República
Argentina.

 El hábeas data y los medios de comunicación. Caso Alberto Fujimori

En el Perú, en los años noventa todos los propietarios de canales de televisión


abierta que acordaron con el asesor del ex presidente Alberto Fujimori,
Vladimiro Montesinos Torres, de brindar información que beneficie
políticamente al gobierno con la finalidad de intercambiar grandes sumas de
dinero. Todo esto puso sobre discusión los límites de libertad de expresión e
información y en especial a los medios de comunicación, lo cual creó una
censura informativa.

Es decir, se violaron estos límites que fueron analizados inclusive por


tribunales internacionales, dentro de la perspectiva del derecho peruano con
referencia de su marco constitucional. Es importante resaltar que la libertad de
información y la libertad de prensa protege especialmente a “quien escriba en
periódicos o revistas y a quienes sean dueños de periódicos y revistas”11 lo
cual es una distinción que se hace poco importante ya que ella se “subsume”
en la otra.

En setiembre del año 2009 el ex dictador Alberto Fujimori, sentado en el


banquillo de los acusados, se declaró culpable de los delitos de peculado y
violación del secreto de las comunicaciones, en su cuarto y último juicio por

29
corrupción. Fue condenado a 6 años de prisión por haber ordenado a su ex
asesor Vladimiro Montesinos comprar, con dinero del pueblo peruano, a
medios de comunicación, congresistas e interceptar los teléfonos de periodistas
y políticos. Montesinos, con la anuencia de Fujimori, destinó US$ 22 millones
para el financiamiento de la “prensa chicha”, con la finalidad de apoyar la
campaña reeleccionista del ex dictador y atacar a la oposición política y
periodística, entre los años 1998 y 2000. Por el caso Prensa Chicha fueron
enjuiciadas 36 personas y todas fueron condenadas. Del total, 20 cumplieron
prisión efectiva debido a la gravedad de los delitos, aunque otros personajes
fugaron del país y se encuentran prófugos. Montesinos ha manifestado que la
compra de la prensa chicha se pagó con dinero del SIN con la aprobación de
su jefe Fujimori. El ingeniero Fujimori era consciente de que la prensa escrita,
particularmente aquellos diarios que por su bajo precio llegaban a la opinión
pública en forma masiva, producía el efecto de orientar la corriente de opinión.
Es por ello que el ex presidente Fujimori me ordena que se efectúe un estudio
de medición pública sobre los grados y niveles de aceptación que tenían los
diarios chicha con la finalidad de tener un cabal y oportuno conocimiento sobre
los medios con los que se tenía que trabajar, explicó el ex asesor ante la
justicia peruana.

 Hábeas Data en el Perú:

En el caso de Perú el Hábeas Data es un procedimiento que en un aspecto se


ha restringido, mientras que en otro se ha ampliado. Se ha restringido pues no
se permite la rectificación de los datos de la intimidad personal como lo hace la
Constitución BRASILERA, ni tampoco se faculta su supresión como lo autoriza
la PARAGUAYA, sino que se prohíbe su suministro a terceras personas
(manipulación o comercio).

por otro lado se ha ampliado al área informativa orientando la garantía también


al derecho de información y de rectificación de los medios de comunicación
cuando no se cumple con la obligación  de  rectificar  afirmaciones  inexactas 
o  agraviantes,  tal  como  lo precisa textualmente el art. 14 del Pacto de San
José[4].

30
Como todo proceso constitucional, sus fines esenciales son garantizar la
primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos
constitucionales, tal como lo dice el artículo II del Título Preliminar del Código
Procesal Constitucional sin embargo y específicamente en lo referido a la
finalidad de los procesos de habeas corpus, amparo, habeas data y
cumplimiento, su finalidad se encuentra estipulada en el primer párrafo del
artículo 1 del Código procesal Constitucional.

 Artículo 14.  Derecho de Rectificación o  Respuesta


1. Todas personas afectadas por informaciones inexactas o agraviantes
emitidas en su perjuicio a través de medios de difusión legalmente
reglamentadas y que se dirijan al público en general, tiene derecho a efectuar
por el mismo órgano de difusión su rectificación o respuesta en las
condiciones que establezca la ley.
 2. En ningún caso la rectificación o la respuesta eximirán de las otras
responsabilidades legales en que se hubiese incurrido.
 3. Para la efectiva protección de la honra y la reputación, toda publicación o
empresa periodística, cinematográfica, de radio o televisión tendrá una
persona responsable que no esté protegida por inmunidades ni disponga de
fuero especial.

31
Hábeas Data según diversos autores (anexos)

32
33
CAPÍTULO VIII

PROCESO: ACCION DE HÁBEAS DATA

1. ANTECEDENTES

Esta acción de garantía, novedosa y polémica para los peruanos, tiene como
antecedentes cercanos, la experiencia brasileña y la colombiana. Veamos
brevemente cada una de ellas.

1.1 HABEAS DATA BRASILEÑO

La última y vigente Constitución Brasileña de 1998, además de sus


tradicionales garantías de mandato de seguridad y Hábeas Data, en el numeral
LXXII del Capítulo I, en los siguientes términos:

*Concede el Hábeas Data:

a) Para asegurar el conocimiento de informaciones relativas a la


persona impetrante (léase solicitante), constancia de registros o
banco de datos de entidades gubernamentales o de carácter público.
b) Para la rectificación de datos cuando no se prefiera hacerlo en
procesos sigiloso (léase secreto), judicial o administrador.

El primer inciso está orientado a dar seguridad a la auterificidad y a


permanencia o existencia de tales datos a favor de los interesados y
lógicamente el acceso a tales informaciones. Mientras que el segundo inciso, le
concede la facultad a la persona que quiere rectificar un dato mal consignado
en los registros públicos y que son de su interés. Debemos dar por entendido
que los datos están referidos a la persona del solicitante, tal como sucedería en
el Perú, para rectificar un dato de una partida en los Registros Civiles o un
asiento de inscripción en los Registros de la Propiedad Inmueble o en cualquier
otro Registro naturalmente con los elementos probatorios correspondientes.

1.2 EN EL DERECHO COLOMBIANO

34
En la Constitución de 1991, se contempla un derecho especial, más que una
garantía, y sin denominarse Hábeas Data en forma expresa, tiene cierta
similitud con este.

Precisamente en el art. 15, junto a los derechos a la intimidad personal y


familiar y al buen nombre, agrega lo siguiente:

“De igual modo tiene derecho a conocer, actualizar y rectificar información que
se haya corregido sobre ellas en el banco de datos y en archivos de entidades
públicas y privadas”

Como podrá advertirse, en este caso se trata simplemente de una facultad de


ejercicio y no de una seguridad o protección a un derecho, que no supone
obligatoriamente un acto administrativo deliberado o una conducta evasiva
intencional de u funcionario o autoridad, que vulnere un derecho. Simplemente
se trata de un derecho del cual se puede hacer uso sin necesidad de conflicto
judicial. Podríamos atrevernos a compararlo con un trámite no contencioso.

2. ALCANCES Y OBJEIVOS DEL HABEAS DATA

Lo que podemos inferir del derecho comparado, es que esta acción de garantía
está orientada a hacer posible el pleno ejercicio de los derechos informáticos,
desarrollados en estos últimos tiempos con considerable avance tecnológico,
mediante la información.

- Sus primer y originario alcance, es el de obtener informaciones más


concretamente datos existentes de los archivos, registros y nombres de
datos, y que sean de interés del solicitante.
- Su segundo alcance de permitir la actualización de datos existentes en
un registro de o centro de datos, mediante la adicción de nuevos o de
los que han omitido, que por cierto sean de interés y sobre todo sean
verídicos.
- El tercer alcance, es el de poder rectificar un dato que en los registros,
se encuentra equivocado.

35
- Y en cuarto punto es el de poder suprimir datos que sean falsos, o
siendo verdaderos, ya han sido invalidados, tal sería el caso de borrar
los antecedentes en un Registro de Condenas del Poder Judicial,
vencido el término legal o después de haber sido rehabilitado
judicialmente.

Ahora bien, ¿Cuál es el objetivo principal de estas medidas? En primer


debemos señalar la necesidad de que los registros, archivos y centros de
información, contengan datos verdaderos, actualizados y dignos de
credibilidad. Y en segundo lugar, facilitar su uso de los interesados.

Pero las anteriores facultades de ejercicio, por si solas parecen como derechos
ciudadanos, derechos informáticos. Entonces ¿en qué momento se convierte
en garantía o cuando necesitan de protección?

Creemos entonces que la garantía se hace necesariamente cuando esos


derechos son denegados, omitidos, o se pone dificultades para su ejercicio. Es
entonces que surge la necesidad de un resorte o remedio procesal para hacer
que tales derechos prevalezcan. Esa medida judicial es de garantía.

3. HÁBEAS DATA EN LA CONSTITUCION PERUANA

La Constitución Política de 1993, introduce por primera vez la garantía


constitucional del Hábeas Data, en el art. 200, inc. 3, en los siguientes
términos:

Es garantía constitucional, la acción de Hábeas Data que procede contra


un hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona,
que vulnere o amenaza los derechos a que se refiere el art. 2, inc. 5, 6 y 7 de la
Constitución”.

Trataremos enseguida de analizar los alcances de esta nueva institución


constitucional, que desdés antes que sea aprobada la Constitución que la
contiene, como después, ha sido objeto de severas objeciones, particularmente
por los medios de comunicación social y de los y de los organismos

36
profesionales y gremiales del periodismo nacional, por considerarla atentatorias
contra la libertad de expresión.

3.1. CARACTERÍSTICAS

Son los siguientes:

- Es una acción de garantía constitucional.


- Es de naturaleza procesal.
- Es de procedencia sumaria.
- Sirve para defender derechos informáticos.

a) Es una acción de garantía constitucional. No solo porque esta


consignada en el título de garantías, sino porque sus alcances son
proteccionistas y pretende dar seguridad, para los derechos
informáticos. Y es una acción porque implica tocar las puertas de los
organismos jurisdiccionales, aduciendo el derecho a la jurisdicción para
entablar una protección o dilucidar en dichos organismo.

No es pues un derecho, sino una garantía a determinados derechos.

b) Es de naturaleza procesal. Es efecto presentar un mecanismo procesal,


que se encamina mediante estadios hasta alcanzar una resolución que
ampare o no la pretensión del accionante. Esta característica implica la
intervención de un accionante y la de un demandado, en este caso la
autoridad o el funcionamiento que ha vulnerado o amenazado uno de los
derechos específicos de tipo informático. Y lógicamente, requiere la
intervención de un órgano jurisdiccional competente, la medida
proteccionista.
c) Es de procedimiento sumario. Su trámite es breve y sus términos son del
mismo carácter, muy semejante al procedimiento de acción de Amparo,
bajo el mismo espíritu que respira las otras garantías constitucionales,
de dar protección oportuna a los derechos fundamentales de la persona.

37
d) defiende derechos constitucionales informáticos. Los que están
comprendidos en el art. 2, inc. 5 y 6 de la Constitución del Estado, frente
a vulneraciones o amenazas.

4. ÁMBITO DE APLICACIÓN

Del art. 200 inc. 3 que lo contiene, podemos inferir su radio de acción, el ámbito
de acción del Hábeas Data. De ello podemos extraer los siguientes aspectos
de aplicación:

- Protege a los derechos información.


- Se aplica contra actos u omisiones que vulneren o amenacen los
derechos constitucionales informáticos.
- Se aplica contra autoridades, funcionarios o personas particulares.

4.1. PROTECCIÓN A LOS DERECHOS CONSTITUCIONALES


INFORMÁTICOS

Debemos admitir que nuestro ordenamiento constitucional vigente,


incluye un haz de derechos que tienen que ver con la información, pero no
previstamente con la información periodística, referente a la libertad de
expresión y la del lector de ser informado, sino referido a un nuevo campo que
ya gano terreno, como es la informática. Esos derechos están contenidos en
los incisos 5 y 6 del art. 2 de la Constitución y los siguientes:

1. Derechos a solicitar, sin expresión de causa, la información que se


requiera y a recibirla de cualquier entidad pública, en el plazo legal, con
el costo que suponga el perdido.

Se exceptúan, con referencias a este derecho, las informaciones que afecten la


intimidad personal y las que expresamente se excluyen por ley o por razones
de seguridad nacional.

38
2. El derecho al secreto bancario y a la reserva tributaria, que los reconoce
implícitamente.

Este secreto y esta reserva también tienen su límite. Pueden levantarse a


pedido del Juez, del Fiscal de la Nación o de una Comisión investigadora del
Congreso, con arreglo a ley.

3. Derecho a que a los servicios computarizados o no, públicos o privados


no suministren la información que afecten la intimidad personal o
familiar.

4.2. SE APLICA CONTRA ACTOS U OMISIONES QUE VULNEREN O


AMENACEN LOS DERECHOS INFORMÁTICOS

En la hipótesis de la norma podía ocurrir la omisión, por ejemplo cuando una


entidad pública, se niega a entregar una información al solicitante y
simplemente no la da con la debida oportunidad. Incurrirá en vulneración
cuando un funcionario bancario violara el secreto bancario o un servicio de la
Superintendencia Nacional Tributaria, violara sin mediar orden judicial o las
otras excepciones judiciales que están previstas en el inc. 5 del art. 2 de la
Constitución.

Incurrirá en vulneración, aquel servidor de servicios informáticos, públicos o


privados que suministre a terceras personal, datos que afectan la intimida
personal o familiar de una determinada persona.

4.3 SE APLICA CONTRA AUTORIDAES, FUNCIONARIOS O PERSONAS


PARTICULARES

A semejanza de lo que sucede en la acción de amparo y en defensa de


los otros derechos constitucionales, tratándose de los derechos informáticos se
podría aplicar contra autoridades y funcionarios que tengan que ver con
registros, archivos y centros informativos. Que estén bajo su orden. Por
ejemplo, el Jefe de los Registros Civiles, de los Registros Públicos, del Registro
Electoral en los casos en que se negaran o dispusieran la prohibición de
otorgar informes o datos a la persona que los solicite.

39
Contra personas particulares, podría ser contra los encargados de un centro
informático.

5. PROCESO DE HABEAS DATA

Tenemos que referirnos a los siguientes aspectos o elementos del proceso:

5.1. PERSONERIA

Las personas facultadas para interponer la acción de Hábeas Data, son los
propios interesados, es decir, los agraviados por un acto u omisión que vulnere
un derecho informático. También pueden hacerlo sus representantes legales.

5.2. COMPETENCIA

De conformidad con ley de Aplicación del Hábeas Data N° 26301, es


competente para conocer sobre estas acciones, el Juez de Primera Instancia
en lo Civil de turno del lugar donde tiene su domicilio el demandante, o donde
se encuentren ubicados los archivos mecánicos, telemáticos, magnéticos,
informáticos o similares, o en el que corresponda al domicilio del demandado,
sea esta persona natural o jurídica, pública o privada, o elección del
demandante.

Si la atentación de derechos se origina en archivos judiciales, sean


jurisdiccionales, funcionales o administrativos, cualquier sea la forma en que
estos estén almacenados, guardados contenidos, conocerá de la demanda la
Sala Civil de turno de Corte Suprema de Justicia respectiva, la que encargara a
un Juez de Primera instancia, en este caso, será pronunciada por la Sala Civil
que conoce de la demanda. Este mismo precepto regirá para los archivos
funcionales o administrativos del Ministerio Publico (art. 1).

5.3 PROCEDIMIENTO PROPIAMENTE DICHO O TRÁMITE

Será similar a la acción de Amparo, pudiendo usarse de los recursos


impugnatorios de apelación y recursos extraordinarios y por consiguiente,
puede usarse las tres instancias, salvo que a la Sala Civil de la Corte Superior,
le correspondieran ser Primera Instancia, en el caso ya señalado que los
40
demandados fueran responsables de los archivos judiciales o del Ministerio
Publico. En este caso habrá dos instancias.

Es el art. 3 de la Ley de Aplicación, la que en forma expresa dispone


que constituirán normas supletorias en materia de procedimiento las leyes N°s.
23506, 25011, 25315, 25398 y el D.L. N° 25433, en todo cuando se refiera a la
Acción de Amparo, excepto el art. 11 de la ley N° 23506, que se refiere a la
sanción de los responsables.

5.3.1. Vías previas

Es de aplicación la disposición del art. 27 de la ley N° 23506, es decir,


que solo procede la Acción de Hábeas Data cuando se haya agotado las vías
previas. Lo que supone también que se pueden usar las excepciones del art.
28 de la misma ley.

Pero además la Ley de Aplicaciones trae otra vía previa especial. Ella es
la siguiente:

En el caso de la Acción de Hábeas Data basada en los incisos 5) y 6) del


artículo 2 de la Constitución Política del Estado, el requerimiento por conducta
notarial, con una antelación no menor a quince días calendario, con las
excepciones previstas en la Constitución Política del Estado y en la ley.

5.4 HABEAS DATA U EL MINISTERIO PUBLICO

No se hace su intervención y además resultaría un factor dilatador que


perjudicaría al acciónate. Su participación se justificaría solamente para
coadyuvar a favor del agraviado, pero sin mayor obligación. Sim embargo, a
semejanza de lo que ocurra en la Acción de Amparo, si tendrá intervención el
Fiscal Superior, en la segunda instancia.

5.5 SACION JUDICIAL

Constituye de alguna manera el pago de cotas a la parte vencedora, una


sanción. Lo que está prevista es la sanción al agente vulnerador de derecho
que ha merecido ser protegido por esta acción de garantía, pero si
41
consideramos viable el pago de daños y perjuicios a favor del demandante, en
el caso que estos fueran probados y determinados.

6. HABEAS DATA Y LA LIBERTAD DE INFORMACION

En primer lugar debemos dejar esclarecido que lo referente a la prensa y


medios de comunicación social, constituye un haz de libertades públicas,
mientras que lo referente a la informática, los datos, etc., constituyen derechos
que creemos bien puede llamárseles, para distinguirse de los anteriores,
derechos constitucionales informáticos. En la medida en que los amparos o
protecciones de unos encuentren implicancia con los otros, se originan
conflictos que es necesario delimitar y eliminar.

Si el Hábeas Data cumple su función de hacer posible la información de


datos de los registros y archivos o de actualizar los datos existentes, vía
corrección o vía adición, tal como tienen establecidos las constituciones
brasileña y colombiana, la garantía es posible y no tiene por qué encontrar
punto de conjunción con el otro haz de libertades, como son las libertades de
información, de opinión, expresión y difusión del pensamiento, mediante la
palabra, el escrito o la imagen.

Ya habíamos advertido en la primera edición de este trabajo, que la


acción de Hábeas Data, estaba mal concebida en la norma contenida en el inc.
3 del Art. 200 de la Constitución, en la medida en que incluía como materia de
los derechos contenidos en el inc. 7 del art. 2 de la misma Carta Fundamental,
en la parte referente a las libertades de información, y no precisamente porque
tales libertades no merezcan protección, sino porque está dirigida a limitarlas,
bajo la buena intención de proteger el honor, la buena reputación, la intimida
familiar, etc. En efecto el Hábeas Data contra la prensa, no solo dio lugar a la
temprana aplicación contra algunos medios de comunicación capitalinos, sino
que los demandados lo fueron ante el juez en lo penal, situación que se
atempero un poco con la promulgación de la Ley da Aplicación 26301. Lo
anteriormente señalado, dio lugar a una larga campaña de parte del Colegio de
Periodistas del Perú y de los propios medios de comunicación, todo lo cual
culmino con la modificación de la Constitución, excluyendo de la aplicación del

42
hábeas data, el inc. 7 del art. 2 ya mencionado. Asimismo ha sido derogado el
inc. B del Art. 5 de la ley 26301.

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HABEAS DATA

1. Interpone Acción de Hábeas Data

Expediente:

Secretario:

Cuaderno Principal

Escrito: 01

Sumilla: Interpone Acción de Habeas Data

SEÑOR JUEZ ESPECIALIZADO EN LO CIVIL DE LIMA

ROBERTO GARAY MEDINA, identificado con D. N. I. Nº05788446, con


domicilio real en jirón Cañete Nº347, inferior B, Cercado de Lima, señalando
domicilio procesal en jirón Miguel Aljovin Nº135, a usted con el debido respeto
me presento y digo:

I. PETITORIO:

Que, vengo a interponer demanda de acción de Habeas Data, la cual dirijo


contra el Decano del Colegio de Contadores Públicos de Lima, con el objeto de
que me proporcione la información correspondiente al proceso electoral para
elegir el consejo directivo para el periodo 2002 a 2004, proceso llevado a cabo
el 04 y 11 de setiembre de2002, conforme a los siguientes fundamentos de
hecho y derecho:

46
II. FUNDAMENTOS DE HECHO:

1. Señor Juez, el recurrente en mi condición de miembro hábil


de la orden del Colegio de Contadores Públicos de Lima,
postulo para el consejo directivo por la lista I para el cargo
de Decano, (periodo 2002-2004) proceso llevado a cabo el
04 y 11 de Setiembre de 2002.
2. Señor Juez, existiendo indicios de un posible fraude en la
realización de dicho proceso electoral, solicite mediante
carta notarial de fecha 29 de Octubre y 13 de Noviembre
de 2002, solicite al Decano del Colegio de Contadores
Públicos de Lima, la información pertinente a efectos de
descartar o reunir pruebas de un posible fraude electoral,
la misma que ha sido denegada mediante contestación de
fecha 07de diciembre de 2002, sin sustento alguno.
3. Señor Juez, el decano emplazado no ha cumplido
debidamente con nuestro requerimiento, afectando nuestro
derecho constitucional a solicitar sin expresión de causa la
información que requerimos y a recibirla de cualquier
entidad pública, como es el caso del Colegio de
Contadores Públicos de Lima.
4. Señor Juez, no hay justificación para negarme la
información que requiero, ya que la información que
necesito no está referido a los supuestos de excepción
previstos legalmente, pues lo peticionado está dirigido a
que me haga entrega de toda la documentación informativa
sobre el referido proceso electoral, independientemente de
la razones que tengan para hacerlo, constituyendo por
ende tal negativa una violación a mi derecho constitucional
de acceder a la información pública, por lo que me
encuentro en la necesidad imperiosa de interponer la
presente demanda.

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III. FUNDAMENTOS DE DERECHO:

1.-Derecho de acceso a la información pública.- La Constitución política en su


art. 2º, inc.5) consagra el derecho que tiene toda persona a solicitar sin
expresión de causa la información que requiera y a recibirla de cualquier
entidad pública, por lo que amparo mi pedido en dicho dispositivo
constitucional.

2.- Garantía Constitucional de Acción de Habeas Data.- La Constitución política


en su art.200º inc.3) establece la garantía constitucional de Acción de Habeas
Data que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad,
funcionario o persona, que vulnera o amenaza el derecho acceder a la
información pública, por lo que amparo mi pedido en dicho dispositivo
constitucional.

IV. MEDIOS PROBATORIOS:

1.- El mérito de la carta notarial de fecha 29 de Octubre de2002, dirigida al


Decano del Colegio de Contadores Públicos de Lima, solicitándole
documentación sobre el proceso electoral.

2.- El mérito de la carta notarial de fecha 13 de Noviembre de 2002, dirigida al


Decano del Colegio de Contadores Públicos de Lima mediante la cual se
reitera el pedido de información.

3.- El mérito de la carta notarial de fecha 07 de diciembre de 2002, remitida por


el Colegio de Contadores Públicos de Lima, mediante la cual me deniega la
información solicitada.

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V. ANEXOS

1-A El original del cargo de la carta notarial de fecha 29 de octubre de 2002,


dirigida al Decano del Colegio de Contares Públicos de Lima.

1-B El original del cargo de la carta notarial de fecha 13 de noviembre de 2002.

1-C El original de la carta notarial de fecha 07 de diciembre de 2002, remitida


por el Colegio de Contadores Públicos de Lima.

POR TANTO:

Señor Juez, Sírvase admitir la presente demanda, tramitarla conforme a su


naturaleza y en oportunidad declararla fundada, ordenando a la entidad
demandada se entregue la documentación solicitada.

OTROSI DIGO: De conformidad con lo prescrito en el art. 80º del C.P.C.


Otorgo al letrado que autoriza la presente, las facultades generales de
representación que prevé el art. 74 del C.P.C., señalando mi domicilio en el
indicado en la introducción de la presente demanda, declarando estar instruido
de la representación que otorgo y de sus alcances.

Lima, 03 de enero de 2003

Firma de Letrado Firma de parte

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50
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1. Anotaciones preliminares

Un acontecimiento central en un eventual recuento de los principales cambios


producidos a nivel mundial en los últimos años es el relacionado con las
múltiples posibilidades de acción que proporciona el uso de la informática.
Indudablemente, por su capacidad de concentrar y organizar la información
más diversa, los bancos de datos informatizados se han convertido en la mayor
fuente de conocimiento(o por lo menos de acumulación y sistematización de
conocimiento) existente no solamente hoy, sino incluso durante toda la historia
de la humanidad.

Y como también pronto se puede deducir, la información actualmente


consignada y sistematizada en bancos de datos informatizados proporciona a
sus detentadores – al conocer de estas materias y de manera especialmente
calificada- una importantísima cuota de poder, denominada cada vez más con
más frecuencia “Poder Informativo”.

El contar con poder no es algo intrínsecamente malo, e incluso puede


resultar hasta beneficioso para toda la sociedad que ello ocurra. Sin embargo, y
sin querer entrar aquí en mayores detalles, lo cierto es que cuando alguien
cuenta con poder, y no tiene límites en el ejercicio del mismo(o no es pasible
de sanción alguna si incumple con sus responsabilidades o invade
competencias y vulnera competencias de otras), pronto puede ceder a la
tentación de abusar de él. Ello también es factible que suceda ante el uso del
“Poder Informativo”, haciéndose indispensable tomar de inmediato urgentes
previsiones al respecto.

Sintetizando entonces de inmediato lo que podría ser una larga


explicación sobre el particular, anotare entonces que la situación aquí descrita
ha dado origen a dos fenómenos: el primero de ellos, el reconocimiento de la
configuración de un nuevo derecho fundamental, al cual algunos denominan
autodeterminación de un nuevo derecho fundamental, al cual algunos
denominan autodeterminación informativa y otros, libertad informática.

53
Este nuevo derecho es uno de estructura compleja, o, dicho con
otras palabras, un derecho compuesto a su vez por una seria de aspectos o
derechos, los cuales pasaremos a reseñar de inmediato.

2. Los aspectos que incluye el derecho a la autodeterminación informativa

Aun cuando no en todos los ordenamientos jurídicos se recogen explícitamente


los aspectos o derechos componentes de la autodeterminación informativa
(tema que, como veremos luego, tendrá especial relevancia para el caso
peruano), existen a nivel doctrinario cierto consenso sobre su contenido. Así,
en América Latina, y a la hora de definir que alcances de este derecho son
tutelables mediante Habeas Data, anota a los siguientes derechos:

1.- El “derecho” de acceso a la información que suponemos o sabemos existe


sobre nosotros dentro de un Banco de Datos. Se hace necesario eso si aclarar
que la posibilidad de conocer que es lo que se dice acerca de quien impone un
Habeas Data está sujeto a ciertos límites, siendo el más frecuentemente
admitido el de la protección de la seguridad nacional.

Sin embargo, y a nuestro parecer con muy buen criterio, en la mayoría de los
ordenamientos jurídicos latinoamericanos que recogen este proceso
constitucional pronto se ha aclarado que la sola alegación de este tipo de
limitaciones- las cuales ya deben haber sido explícitamente planteadas en el
nivel normativo correspondiente- no debe bastar para denegar un Habeas Data
que nos haya sido solicitado, sino que la judicatura (ordinaria o especializada,
según sea el caso) estará obligada a efectuar un juicio acerca de la
razonabilidad de ese tipo de afirmaciones.

2.- El “derecho” de actualización de la información que se consigna sobre


nosotros dentro de un Banco de Datos. Aquí el objetivo es evitar se siga
tomando en cuenta como verdadera o vigente una situación actualmente
inexistente, pues se considera que el no hacer notar este cambio dentro del

54
actual estado de cosas puede ocasionar graves perjuicios a la persona cuya
información no ha sido puesta al día, como ocurre por ejemplo en aquellos
casos vinculados a personas que en su momento fueron requisitoriadas y
debido a que ello continúan apareciendo en los registros judiciales y/o
policiales en esa misma situación, a pesar de que dichas personas ya
cumplieron con ponerse oportunamente a Derecho.

3.- El “derecho” de corrección o modificación de la información existente sobre


nosotros dentro de un Banco de Dato. Y es que mientras el objeto de
actualización de la información está dirigido a poner al día los datos que
puedan tenerse acerca de una persona, con la corrección o modificación se
busca la eliminación de información falsa, de datos que ni antes ni ahora se
ajustan a la verdad. La importancia de este tema como uno de los posibles
motivadores de la futura interposición de un Habeas Data es pues innegable.

4.-El “derecho” a la confidencialidad de la información proporcionada. Aquí el


rol del Habeas Data es el de evitar que los datos que libremente facilitamos
para que fuesen incluidos en un fichero sean trasladados sin nuestro
consentimiento a otros Bancos de Datos, practica desafortunadamente muy
común en América Latina tanto a nivel de las Administraciones Publicas como
en el sector privado.

5.- Y finalmente, el “derecho” a la exclusión de la información sensible,


entendiéndose dentro de dicha denominación a aquellos datos mediante los
cuales pueden determinarse aspectos considerados básicos dentro del
desarrollo de nuestra personalidad, aspectos que si son puestos en
conocimiento de la opinión pública sin nuestro consentimiento podrían
provocarnos daños irreparables. Para mayor ilustración, diremos que
tradicionalmente en América Latina se ha considerado como información
sensible a toda aquella relacionada con nuestras preferencias sexuales,
militancia política, opción religiosa o condiciones de salud (esto último más bien
vinculado a la posibilidad de ser o no víctima de alguna grave enfermedad,
situación que nosotros deseamos mantener en reserva).

55
Aquí el objetivo del Habeas Data es el de conseguir la eliminación de toda
información “sensible” de cualquier banco de datos, salvo que una explicita
prescripción legal debidamente fundamentada o el mismo carácter del banco
de datos en cuestión lo impidan.

Haciendo una comparación de lo planteado en América Latina con lo previsto a


nivel europeo, y aun cuando dentro de parámetros que no son necesariamente
idénticos, fácilmente puede apreciarse como los alcances datos a la
autodeterminación informativa en Europa en general y en España en particular
son básicamente los mismos.

Sin embargo, el reconocimiento de este nuevo derecho y sus distintas


dimensiones resulta insuficiente para asegurar su plena vigencia. Por ello, se
explica el surgimiento de un segundo fenómeno, paralelo al proceso de
configuración del derecho al cual nos hemos estado refiriendo: el potenciar un
elenco de garantías (entendidas aquí como mecanismos de protección de
derechos y no como los derechos mismos) a las que podemos acudir para así
evitar que el efectivo cumplimiento de dicho derecho sea un tema circunscrito
al plano de la mera especulación teórica.

3. Las formas previstas en el Derecho Comparado para tutelar la


autodeterminación informativa

Reconociendo las diferencias que las posiciones asumidas en el Derecho


Comparado guardan entre sí, coincido con quienes consideran que
básicamente pueden constatarse hasta tres manera distintas de esbozar la
forma de tutelar este nuevo derecho, opciones a las cuales tentativamente
llamaremos “modelo norteamericano”, “modelo europeo” y “modelo
latinoamericano”. Cada uno de estos modelos cuenta con algunos rasgos que
son los propios, los cuales rápidamente pasaremos a explicar.

Cronológicamente el primer modelo en aparecer es el hasta hoy


vigente en los Estados Unidos de Norteamérica. Con las disposiciones sobre
manejo de datos informatizados recogidos de manera sistemática en el
Freedom of Information Act (F.O.I.A) de 1966y la Privacy Act de 1974, se

56
intenta asegurar una protección de tipo jurisdiccional a diversos aspectos de la
autodeterminación informativa.

Se regula entonces la revelación de informaciones (disclosure of the


information), así como el ejercicio de los derechos de acceso (access),
rectificación (correction) o complemento (amendment) de la información ya
existente en sede judicial y por jueces ordinarios. De existir entidades o
autoridades encargadas de vigilar o sistematizar el tratamiento automatizado
de datos de carácter personal, su labor es meramente complementaria, pues el
sistema pone énfasis en que la definitiva y central composición de los conflictos
que pudiesen surgir es responsabilidad del “Poder Judicial” o judicatura
ordinaria.

En Europa, en cambio, el proceso que llevo a la consolidación de


la autodeterminación informativa como un derecho autónomo (para lo cual
tienen significativa relevancia los aportes de alguna legislación estadual o
nacional, informes especializados como el Younger y sobre todo, el Convenio
Europeo para la protección de personas respecto al tratamiento automatizado
de datos de carácter personal (CEPTA) de 1981) se encuentra ligado con el
amplio desarrollo de un elenco garantista de dicho derecho. En este contexto,
se busca potenciar la existencia de todo un conjunto de medidas preventivas,
con la finalidad de hacer posible el posterior ejercicio del derecho que venimos
estudiando, y además se concede muy especial importancia a las labores
tuitivas de entidades especializadas en el tema, las cuales suelen configurarse
como administraciones independientes que incluso en algunos casos cuentan
con potestades sancionadoras propias. Estas decisiones pueden
eventualmente revisadas en sede jurisdiccional, pero ello no suele hacerse
frecuentemente.

Finalmente, en América Latina se ha optado por configurar una


posición diferente. Es entonces que partiendo de una concepción de los
derechos fundamentales como derechos públicos subjetivos (lo cual no quiere
decir que se descarte una dimensión objetiva de los mismos, hecho que como
luego veremos, podría facilitar la posibilidad de apuntalar un nuestro
subcontinente la protección de estos derechos también mediante garantías que

57
no necesariamente son de corte jurisdiccional), se pasa a promover la defensa
de algunos aspectos de la autodeterminación informativa a través de lo que Fix
Zamudio denominaría medios procesales específicos, los cuales pueden
plantearse ya sea ante jueces ordinarios o frente a magistrados especializados.

En algunos países latinoamericanos, el medio procesal especifico


utilizado para hacer frente a este tipos de casos es el Amparo (aclarando eso sí
que esta afirmación también comprende a aquellas instituciones procesales
que a despecho de su diferente denominación cumplen funciones similares a
las del proceso constitucional de Amparo, como es el caso de la tutela recogida
en la Constitución Colombiana de 1991). Sin embargo, desde la aprobación de
la Constitución Brasileña de 1988, la alternativa preferida al respecto en
nuestro subcontinente ha sido la de un progresivo reconocimiento de un nuevo
medio procesal especifico, al cual se ha denominado “Hábeas Data”.

Así lo demuestra lo prescrito no solamente en las Constituciones hoy


vigentes en Paraguay (1992) y el Perú (1993), sino también la comprensión
que se ha hecho de lo dispuesto en uno de los apartados de la Constitución
Argentina sometida a una importante reforma 1994, y lo previsto en el proceso
de cambios introducido en el Ecuador 1996y 1997.

4. ¿Es la autodeterminación informativo el único derecho susceptible de


ser defendido por Hábeas Data? El surgimiento de los llamados “Hábeas
Data impropios”.

Hasta aquí hemos hecho una enumeración de aquello que en principio


caracteriza a la autodeterminación informativa, derecho que en rigor fue el que
motivó ese proceso específico al cual hoy denominamos Hábeas Data. Sin
embargo, progresivamente se han venido dando casos en donde se ha
intentado habilitar el Habilitar el Hábeas Data como medio de tutela a otros
derecho de réplica, pasible de protección mediante Hábeas Data en la
Constitución de la provincia de argentina de Río Negro; e incluso del –en
términos genéricos- derecho a la información o de acceso a la información,
como lo apuntala la Constitución peruana de 1993 aún luego de su reforma a
través de la Ley 26470.

58
Este fenómeno va ya teniendo algún predicamento en ciertos países (el
caso paraguayo es un buen ejemplo de ello), y hay autores que comienzan a
verlo con cierta permisibilidad. Es por ello que consideramos encontrarnos
frente a un tema ante el cual conviene efectuar más de una precisión.

El Hábeas Data, seamos claros, como nueva institución procesal que


es, tiene sin duda sus defensores, pero también sus detractores. Uno de los
principales cuestionamientos al Habeas Data es sin duda el de la pertinencia
de mantenerla como una vía procesal distinta al Amparo. Ante dichas críticas,
la principal justificante de esta pertinencia ha sido y viene siendo hasta hoy la
constatación de las diferencias existentes entre las pretensiones que se buscan
proteger con uno y otro proceso.

En ese escenario se entiende con claridad las tantas veces


apuntalada a nivel doctrinario distinción entre servicios informativos y servicios
informáticos. Sin embargo, si el derecho que está en juego es el de acceso a la
información de carácter público, aquí esta diferencia en la práctica tiende a
relativizarse, pues el grueso de este tipo de información hoy se encuentra
recogida en bancos de datos informatizados. En estos casos, como veremos
con más detalle analizar lo ocurrido en el Perú, la justificación de la viabilidad y
pertinencia del Hábeas Data únicamente se justifica en la opción del
constituyente y/o el legislador de darle un tratamiento procesal distinto a ciertos
derechos.

Sea cualquiera de las dos motivaciones aquí anotadas, la finalmente utilizada


para justificar la distinción entre Amparo y Hábeas Data, lo cierto es que, por un
lado, la naturaleza de las actividades vinculadas a la informática, y el riesgo de
un mal uso de estos instrumentos – tema sobre el cual ya hemos hablado y al
que seguramente volveremos a referirnos- si parece aconsejar este trato
diferenciado. De otra parte, dejar abierta la puerta a lo que Sagúes con acierto
denominó “Hábeas Data impropios”, o, dicho con otras palabras, el uso de este
mecanismo excepcional para situaciones que en rigor no ameritarían un
tratamiento especial, puede terminar causas mayores mejores o, lo que es
peor, ocasionando más dificultades que las que intenta resolver, tal como sin
duda detallaremos posteriormente.

59
5. Algunas consecuencias del asentamiento del Hábeas Data: la
plasmación de subtipos de Habeas Data como fórmulas que facilitan su
comprensión y puedan permitir enriquecer su tratamiento procesal

Si bien es justo reconocer la preocupaciones que todavía generan la


formulación del Hábeas Data como una figura procesal autónoma, importante
es anotar también como los diversos aspectos que comprende la
autodeterminación informativa (y eventualmente los otros derechos en principio
indebidamente sometidos a la tutela del Hábeas Data) le otorgan un amplio
margen de acción a quienes utilizan este canal procesal constitucional, y por
ende, demandan del legislador (e incluso eventualmente del mismo
constituyente) un tratamiento más detallado y cuidadoso de sus diferentes
alcances, tema que abordaremos en un posterior apartado de este mismo
trabajo.

Pero pasemos al tema que en este instante deseamos abordar.

En la misma línea del afán sistematizador y divulgador que suele acompañar a


sus textos, Sagués ha hecho una prolija clasificación sobre los diferentes tipos
y subtipos de Hábeas Data, la cual en líneas generales aquí reproducimos:

1. Hábeas Data informativo: Es aquel, de acuerdo con Sagués, utilizado


por quien procura recabar información. Se divide a su vez en subtipos
como el exhibitorio, previsto para conocer que se registró; finalista,
destinado a determinar para qué y para quien se realizó el registro; y
autoral, cuyo sentido es el averiguar quien obtuvo los datos incluidos
en el registro.

Como fácilmente puede verse, incidimos nosotros, aquí lo que parece


procurarse es darle una adecuada tutela a derechos como los de acceso a los
diferentes bancos de datos que pudiesen existir.

2. Hábeas Data aditivo: Aquí lo que se a buscar es agregar más datos a


aquellos que figuren en el registro respectivo, ya sea actualizando
datos que no responden al actual estado de cosas (subtipo
actualizador) o incorporando a alguno que no fue oportunamente
60
incluido (subtipo inclusivo). Va de la mano con la actualización, y
eventualmente de algunos aspectos de la modificación, entendiendo a
ambas como parte del derecho a la autodeterminación informativa.
3. Hábeas Data rectificador o correctiva: Destinado a modificador o sacar
informaciones falsas, inexactas o imprecisas de un banco de datos.
Sin duda busca tutelar el aspecto que denominamos modificación o
corrección cuando nos referimos a los derechos que componen o
integran a la autodeterminación informativa.
4. Hábeas Data reservador: su finalidad es asegurar que un dato
legítimamente registrado sea solamente proporcionado a quienes
estén legalmente autorizados para ello. La protección de la
confidencialidad como parte de la autodeterminación informativa está
claramente detrás de este tipo de Hábeas Data.
5. Hábeas Data exclutorio o cancelatorio: Su razón de ser es la de la
eliminación de aquella información sensible, concepto cuyos alcances
ya explicamos anteriormente, información que en merito a su misma
naturaleza no debiera estar en algún o algunos de los bancos de
datos.

Lo cierto es que sobre la base de consideraciones como las que acabamos de


reseñar, progresivamente todos los países que contemplan al Hábeas Data en
sus legislaciones y constituciones van incorporando previsiones normativas, o
poniendo en práctica diversos precedentes jurisprudenciales, cuyo objeto ha
sido paulatinamente ir haciendo del Hábeas Data un eficaz mecanismo de
tutela de derecho o derechos que busca proteger. Desafortunadamente en el
caso peruano hasta hoy no se han efectuado demasiadas precisiones sobre los
aspectos más estrictamente procesales del Hábeas Data. Ilustrativo será
entonces conocer cuál es el tenor de la discusión que existe en el Derecho
Comparado al respecto, para luego explicar con algún mayor detalle las
razones que han dificultado la eficaz plasmación del Hábeas Data en el Perú,
asuntos que pasaremos a abordar de inmediato.

61
6. Algunas anotaciones sobre las situaciones que pueden motivar la
interposición de un Hábeas Data y la legitimación procesal requerida
en estos casos

Advirtiendo que estas son precisiones más bien invocables cuando el


Hábeas Data es usado únicamente para la tutela del derecho que motivo su
instauración, la autodeterminación informativa, comenzaremos este apartado
de nuestro trabajo anotado como, luego de algunas iniciales, hoy es un lugar
común reconocer la procedencia del Hábeas Data no solamente frente a actos,
sino también ante posibles omisiones, omisiones con las cuales muchas veces
se puede perjudicar el derecho a la autodeterminación informativa incluso con
mayor intensidad que asumiendo acciones concretas en ese sentido. Ahora
bien, si el derecho invocado es más bien el de acceso a la información, la
misma naturaleza de dicho derecho marca cual es el comportamiento al que
debemos hacer frente.

Por otro lado, un tema de gran entidad será sin duda el de la


legitimación procesal requerida en estos casos, pues la determinación de
quienes pueden interponer un Hábeas Data o contra quienes cabe accionar
dentro de los parámetros de este proceso constitucional implica el tomar
posición frente a varios temas inversos inmersos dentro de una gran polémica.
Así por ejemplo, yendo ya a lo vinculado con la legitimación procesal activa en
el Hábeas Data, si bien nadie discute que esta es una posibilidad abierta sin
mayores restricciones a las personas naturales, lo cierto es que dicho
consenso no existe en el caso de las personas jurídicas.

Si asumimos al Hábeas Data como el mecanismo previsto en rigor


para la tutela de la autodeterminación informativa, las razones de esta
discrepancia se nos presentan como harto comprensibles (polémica que no nos
parece se presentaría tan claramente si el derecho a tutelar fuese el ce acceso
a la información): y es que si nos ceñimos a aquello que tradicionalmente se
ha entendido como intimidad, resultaría muy difícil sostener que una persona
jurídica pueda tener una “vida privada”. Sin embargo, al reconocerse a la
intimidad informática como una faceta distinta de lo que el informe Younger
calificaba como “la intimidad física”, ello puede llevarnos comprobar como las

62
personas jurídicas tiene actualmente una serie de elementos propios de las
labores a su cargo que deben ser mantenidos en reserva; asimismo, también
puede apreciarse como muchas esas personas jurídicas proyectan una imagen
hacia el conjunto de la sociedad, imagen que deben proteger y preservar de
posibles cuestionamientos mal intencionados.

Son pues estas constataciones las que finalmente han llevado a


admitir la posibilidad de que, al igual como ocurre con las personas naturales,
las personas jurídicas puedan interponer un Hábeas Data sin mayores
restricciones que las constitucional o legalmente establecidas en cada país. Es
en este sentido que se pronuncian, por ejemplo, los textos constitucionales de
Paraguay (artículo 135), Perú (artículo 200 inciso 3) y Argentina (artículo 43
inciso 3).

Justo es entonces anotar como el definir contra quienes cabe


interponer un Hábeas Data es también un tema no exento de dificultades.
Mayoritariamente se ha entendido que cabe su interposición tanto si el banco
de datos involucrado es de titularidad pública o privada, pero suelen
mantenerse demasiadas imprecisiones sobre a quien se considera el
responsable de un fichero de titularidad pública, o acerca de que si la
responsabilidad a exigir involucra no solamente al tenedor de los datos, sino
también al productor de los datos o a un eventual distribuidor de dicha
información. Estas son consideraciones que también deberían tomarse en
cuenta si el derecho que va a tutelarse mediante Hábeas Data es el de acceso
a información de carácter público, salvo mejor opinión.

Mención aparte merece la incertidumbre existente en el tratamiento


de los bancos de datos privados, sean estos informatizados o no, en los cuales
no suele distinguirse entre aquellos destinados al uso personal de sus
propietarios y los previstos para una utilización más bien masiva, la cual
necesariamente involucra a terceros. La falta de definiciones claras en este
tema lleva a encontrarnos frente al riesgo detectado por Iván Cullen durante las
sesiones encaminadas a reformar la Constitución argentina en1994: el de un
eventual uso del Hábeas Data como mecanismo para vulnerar el secreto
profesional que por ejemplo guardan abogados o contadores sobre la

63
información que les hubiesen proporcionado sus clientes. Estamos pues aquí
ante un tema complejo frente al cual se hace necesario tomar una posición
definitiva, postura que en nuestra modesta opinión no debe dejar de lado el
buscar establecer un necesario equilibrio entre los derechos y valores
constitucionales que aquí estarían en juego.

7. Algunos apuntes sobre la tramitación del Hábeas Data

En líneas generales la tramitación prevista hasta hoy para el Hábeas


Data suele ser muy similar a la establecida para el proceso de Amparo,
proceso que, a pesar de las limitaciones de los sistemas de impartición de
justicia en Latinoamérica, si tiende a ser de carácter sumario. Sin embargo,
pues sin ello tendría muy poca utilidad la distinción entre Amparo y Habeas
Data, el algunos países se procura configurar para el Hábeas Data un trámite
con plazos incluso más cortos que los que ya legalmente consignados para el
seguimiento de un Amparo. Otro aspecto interesante dentro del Hábeas Data
es el del uso de las medidas cautelares, en donde a diferencia de lo que se
entiende a pasar con el Amparo, suele recurrirse con mayor frecuencia a
medidas innovativas que a las de no innovar.

No quisiéramos concluir este apartado de nuestro trabajo sin hacer


referencia a que, en la misma línea de lo que ocurre con el amparo a nivel
latinoamericano, la interposición del Hábeas Data implica el agotamiento de las
vías previas, las cuales pueden ser de carácter administrativo, corporativas
entre particulares, eventualmente judiciales, y además, a diferencia de lo que
regularmente sucede con el Amparo, también suele considerarse vía previa a la
emisión de una carta notarial dentro de un plazo considerado razonable.
Oportuno eso si es reseñar como esta última alternativa no deja de generar
cierta polémica. Frente a todo lo expuesto, solamente nos queda decir que la
mención de estos tipos de vías previas que acabamos de efectuar no excluye
sin embargo la existencia de otras posibilidades al respecto, las cuales
dependerán de la normatividad específica de cada caso en particular.

64
8. Reflexiones sobre la eficacia del Hábeas Data como institución tuitiva
¿Es el Hábeas Data peruano un mecanismo eficaz para la protección
de los Derechos puestos bajo su tutela?

Como es de conocimiento general, la Constitución Peruana de1993,


manteniendo así la tónica establecida por el texto constitucional que le
antecedió (el de 1979), aborda en su título quinto el tema de las Garantías
Constitucionales, denominación con la cual engloba a aquellos procesos a los
cuales los entonces constituyentes calificarían como procesos constitucionales
parte del modelo de Jurisdicción Constitucional vigente en nuestro país. No
viene al caso aquí entrar en el detalle de los reparos que produce la forma en la
cual se ha plasmado este importante tema en la Carta actualmente vigente en
el Perú. Para efectos del presente texto, bastará con resaltar que en la
redacción original del tercer inciso del artículo 200 de la Constitución de 1993
se señalaba lo siguiente:

“Articulo 200.- Son garantías constitucionales:

[…] 3. La Acción de Hábeas Data, que procede contra el hecho u omisión, por
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los
derechos a que se refiere el artículo 2°, incisos 5,6y 7 de la Constitución”.

A su vez, los incisos 5, 6y 7 del ya mencionado artículo 2 prescriben lo


siguiente:

“Articulo 2.-Toda persona tiene derecho:

[…]5. A solicitar sin expresión de causa la información que requiere y a recibirla


de cualquier entidad pública, en el plazo legal, con el costo que suponga el
pedido. Se exceptúan las informaciones que afectan la intimidad personal y las
que expresamente se excluyan por ley o por razones de seguridad nacional.

El secreto bancario y la reserva tributaria pueden levantarse a pedido del juez,


el Fiscal de la Nación, o de una Comisión Investigadora del Congreso con
arreglo a ley y siempre que se refiera al caso investigado.

65
6. A que los servicios informáticos, computarizados o no, públicos o privados,
no suministren informaciones que afecten la intimidad personal y familiar.

7. Al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar, así como


a la voz y a la imagen propias.

Toda persona afectada por afirmaciones inexactas o agraviada en cualquier


medio de comunicación social tiene derecho a que este se rectifique de forma
gratuita, inmediata y proporcional, sin perjuicio de las responsabilidades de
ley”.

Fácilmente podemos apreciar que esta formulación constitucional contenía una


serie de desencuentros con aquellos parámetros y atribuciones inicialmente
establecidas como propias del Hábeas Data dentro del Derecho Comparado,
diferencias que de inmediato pasamos a explicitar:

A.- Se constataba una indebida e injustificada extensión de los derechos


susceptibles de ser tutelados a través del Hábeas Data, en la línea de lo que en
su momento Sagués denomino “hábeas data impropio”.

Rápidamente podemos comprobar como, por ejemplo derechos como el de


réplica, rectificación o respuesta (artículo 2 inciso 7 segundo párrafo de la
Constitución Peruana de 1993) eran incluidos dentro de aquellos que puedan
ser protegidos a través de este proceso constitucional; derechos que debido a
sus especiales características, resultaba más conveniente dejar bajo la tutela
de la Acción de Amparo. Se repetía entonces aquí el error ya planteado en el
texto constitucional de la provincia argentina de Rio Negro (1998), donde
también se comete la misma equivocación que acabamos de anotar.
Afortunadamente le reforma constitucional aprobada a través de la ley 26470
corrigió posteriormente este yerro, colocando al derecho de réplica como
susceptible de tutela a través de la Acción de Amparo, pero pocas
equivocaciones como esta perjudicaron tanto a la credibilidad del Hábeas Data
en nuestro país.

Pero allí no terminan las distorsiones introducidas por el constituyente peruano.


También se coloca como un derecho pasible de defenderse mediante Hábeas
66
Data al derecho de información (o de acceso a la información) de carácter
público, idea que muchos años después ha quedado reforzada por el dispuesto
en el artículo 11 inciso g de la Ley 27806, dispositivo no alterado por su norma
modificatoria, a la Ley 27927. Justo es eso si señalar como aquí, tal como
adelantábamos en un anterior apartado el presente trabajo, aquí la distorsión
se mediatiza de alguna manera cuando comprobamos que la mayor parte de la
información pública hoy se encuentra almacenada en bancos de datos
informatizados. Ahora bien, e independientemente de cualquier consideración
personal, oportuno es resaltar la importancia de la invocación hecha a favor de
la tutela del derecho de acceso a la información, pues este es hoy la principal
motivación alegada para plantear los todavía pocos Hábeas Data interpuestos
en el Perú.

B.- Aparentemente en esa misma línea de hacer crecer los alcances del
Hábeas Data, en el Perú, se le plantea como un medio procesal específico para
evitar cualquier lesión que pueda inferirse a los derechos sujetos a su tutela,
sin hacer la distinción – indispensable dentro del Derecho Comparado- de
circunscribir el ámbito de esta garantía constitucional al rubro de actividades
que le es propio: la protección frente a los posibles excesos cometidos por el
llamado “Poder Informático”. Los inconvenientes que en nuestra opinión
involucraría ello ya han sido detallados en otro apartado del presente trabajo,
afirmaciones a las cuales aquí nos remitimos sin hacer mayores precisiones
adicionales.

C.-Algunos de los objetivos habitualmente reconocidos propios del Hábeas


Data, como son los de actualización, corrección y exclusión de la información
incluida dentro de un Banco de Datos informatizado, no aparecen
explícitamente recogidos por el texto constitucional peruano, solución bastante
distinta a la asumida – por citar un ejemplo- en el tercer párrafo del artículo 43
del texto constitucional argentino reformado en1994.

Y es que si nos ceñimos a la literalidad del texto constitucional de1993, y muy a


despecho de lo ocurrido en otros países, el Hábeas Data peruano únicamente
permitiría el acceso a la información reclamada por el accionante (y ni siquiera
a toda la información pues parecería imposible conocer aquella imposible

67
conocer aquella considerada como de carácter reservado); y eventualmente,
haría posible el mantenimiento de la confidencialidad de algunos datos
consignados en archivos públicos o privados, salvo en los casos de secreto
bancario y reserva tributaria, donde basta que medie pedido de un juez, del
Fiscal de la Nación (cabeza del Ministerio Publico en el Perú) o d una Comisión
Investigadora del Congreso con el arreglo a la ley para su levantamiento
(siempre y cuando este pedido de levantamiento de confidencialidad venga
estrictamente referido a un caso que viene siendo investigado por algunas de
las instancias que acabamos de mencionar). Podemos apreciar como
paradójicamente dentro de un ordenamiento jurídico donde se consigna una
cobertura amplísima y hasta desproporcionada a determinados alcances del
Hábeas Data, se manejaría al mismo tiempo una comprensión bastante
restringida del que vendría a ser uno de sus principales espacios tuitivos.

D.- Es importante también señalar que si bien el caso peruano se permite la


interposición de un Hábeas Data buscando el acceso a ciertas informaciones
(informaciones que indistintamente podrían estar consignadas en bancos de
datos públicos o privados), no se han efectuado al respecto precisiones que en
nuestra opinión parecen ser más que necesarias.

Basta solamente con revisar el tratamiento dado en el Perú a los Bancos de


Datos que están en manos de particulares, para darse cuenta como aquí, por
ejemplo, no se establece distinción alguna entre aquellos destinados a generar
informes para un uso público (o uno de carácter más bien generalizado) y los
previstos estrictamente para un uso personal del dueño de dicha Base o Banco
de Datos. Se encuentra entonces también presente en nuestro país el riesgo
detectado por el constituyente Cullen durante las sesiones de la reforma
constitucional argentina: el de un eventual uso del Hábeas Data como
mecanismo para vulnerar el secreto profesional que, por ejemplo, guardan
abogados o contadores sobre la información que le hubiesen proporcionado
sus clientes.

E.- Finalmente, tampoco existe en el caso peruano una solución al posible


perjuicio que la interposición de un Hábeas Data pueda ocasionar el secreto de
las fuentes de información periodística, a diferencia de lo previsto en otros

68
países (y entre ellos, en el tercer párrafo del artículo 43 de texto constitucional
argentino reciente-mente reformado). En este tema es justo reconocer como
nuevamente el constituyente argentino ha efectuado un trabajo bastante más
prolijo: bajo una fórmula que podrá parecer discutible a muchos, el texto
constitucional reformado de aquel país tiene el mérito de señalar explícitamente
la improcedencia del uso del Hábeas Data como medio para develar el secreto
de las fuentes de información a las cuales acabamos de hacer referencia,
poniéndose así fin a aquello que hubiera podido significar un peligroso recorte
a la valiosa labor de investigación efectuada por muchos medios de
comunicación.

Lo expuesto líneas arriba nos demuestra cuán lejos estaba el texto


constitucional peruano de responder a las pautas planteadas dentro del
Derecho Comparado como propias del Hábeas Data. Es más, nos
atreveríamos a señalar que lo prescrito en la Constitución Peruana de 1993
sobre el particular dejaba más bien abierta una serie de dudas e imprecisiones
que podrían incluso convertir a lo allí previsto en un mecanismo susceptible de
ser empleado para facilitar la convalidación de flagrantes violaciones a
importantes derechos fundamentales.

Necesario es aquí también mencionar como justamente los primeros casos de


Hábeas Data interpuestos en el Perú vinieron más bien a corroborar muchos de
los temores y criticas ya planteadas a la incorporación de este proceso
constitucional al ordenamiento jurídico peruano.

El primer proceso iniciado y resuelto de Hábeas Data en nuestro país fue el


planteado por el conocido abogado y profesor universitario Vladimir Paz de la
Barra contra los periodistas Nicolás Lúcar de la Portilla y Roxana Cueva Mejía,
por difundir a través del programa televisivo denominado ”La Revista
Dominicana”, un reportaje en el cual se le presentaba como asesor del
ciudadano Carlos Manrique Carreño en la compra de los llamados, y harto
conocidos en su momento, “Bonos Alemanes”, en perjuicio de los ahorristas de
CLAE (Centro Latinoamericano de Asesoría Empresarial), entidad bancaria
informal que se encontraba a cargo de Manrique Carreño, y cuya quiebra
finalmente causo serios problemas a importantes sectores de las clases medias

69
y populares peruanas. Paz de la Barra considero que esas afirmaciones
atentaban contra su honor y buena reputación, y en ello justifico la interposición
de su Habeas Data, aun cuando todavía no estaba reglamentada de forma de
ejercer ese importante proceso constitucional.

El planteamiento de este Habeas Data se caracterizó por una serie de


peculiaridades, algunas de las cuales son dignas de mención para los fines de
este trabajo. En primer lugar, se interpuso ante el juez penal aduciendo que en
esencia de ley específica sobre la materia, debería aplicarse la ley 23506, la
entonces vigente ley de Habeas Corpus y Amparo. En este caso el
demandante considero que lo idóneo era asimilar la figura de Habeas Data a la
del Habeas Corpus, porque opto por recurrir a la vía penal. Sin embargo, el
juzgado Especializado en lo penal de Lima al cual acudió declaro inadmisible
su demanda por considerar que si en rigor aquello que intentaba tutelarse eran
derechos que antes estaban bajo la protección del Amparo el medio idóneo
para resolver esta controversia.

Apelada esta decisión, la Decimos Sala Penal de Lima, la cual hizo las veces
de Segunda Instancia en este proceso, considero que con relación a cuál sería
la vía idónea para iniciar este proceso, y ante la ausencia de regulación
específica al respecto, debía plantearse una contienda de competencia
negativa, contienda que además, a criterios de la Sala, resultaría convenientes
para un adecuado desarrollo del proceso constitucional de Habeas Data en el
Perú.

De otro lado, y con respecto al fondo del asunto, la Sala en cuestión señalo que
en tanto el recurrente pretende ejercer su derecho de rectificación, y en la
medida que el Habeas Data constituye un procedimiento de operatividad
posterior y secuencial al ejercicio de este último, no se deduce del material
probatorio aportado al proceso la existencia de elementos de juicio para
sostener que el Señor Vladimir Paz de la Barra haya solicitado la rectificación
de manera directa a los demandados y mucho menos entonces que esta le
haya sido denegada. Como consecuencia de todo lo expuesto, la Décima Sala
Penal de Lima confirma lo resuelto en primer grado, aun cuando no por
unanimidad, pues se dio un voto singular, voto en el que se pretendió justificar,

70
en líneas generales, la eventual admisibilidad del Habeas Data mediante los
cauces entonces reservados al Habeas Corpus, ello en base a considerar que
el juez no puede dejar de impartir justicia por vacío o deficiencia de la ley, y
menos si lo que se está planteando es un proceso constitucional.

Llegando este caso a la Corte Suprema, la Sala correspondiendo de ese Alto


Tribunal opto por considerar que, en la medida que el Habeas Data goza de la
misma naturaleza que el Amparo y el Habeas Corpus, si resulta aplicable la ley
23506. Sin embargo, ello no quiere decir que pueda elegirse indistintamente
entre las reglas procesales del Amparo o del Habeas Corpus, sino que en tanto
el Habeas Corpus busca proteger la libertad personal y los derechos conexos a
dicho derecho, corresponde al Amparo la tutela de derecho como los que
protege el Hábeas Data y por ende, son sus reglas las aplicables a este caso.
Consecuentes con esta línea de pensamiento, la corte decidió remitir le
demanda al juez Especializando en lo Civil de Lima para que este continúe con
la correcta tramitación de este proceso.

El segundo Habeas Data conocido por los jueces peruanos fue interpuesto por
la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental. Esa institución buscaba que el
Ministerio de Energía y Minas les proporcione la información de carácter
público, relacionada a las canchas de relaves de la Compañía Aurífera Retana
Sociedad Anónima, información que en su momento rio le fue entregada, a
pesar de haber sido solicitado por los respectivos canales administrativos,
afectando así su derecho a la información. La Sala Constitucional y Social de la
Corte Suprema, mediante sentencias publicada en el Diario Oficial “El
comercio” el 4 de septiembre de 1996 termino acogiendo su pretensión.

Por último, debemos hacer referencia al caso de la Asociación Civil “labor”, la


cual interpuso, al igual que en el caso anterior, un Habeas Data con el objeto
de que se le proporcione información respecto a “los estudios de impacto
ambiental presentados por la Empresa Southern Perú Copper Corporation para
el estabelecimiento de una planta de ácido sulfúrico en la fundición de cobre de
Ilo y la resolución que aprueba la instalación de depósito de ácido sulfúrico en
el casco del puerto de Ilo”. En este caso, la Sala Especializada de Derecho
Público de la Corte Superior de Justicia de Lima declaro fundado este proceso

71
constitucional. De allí en adelante, el grueso de los Habeas Data iniciados en el
Perú, y prácticamente todos los vistos y resueltos por el Tribunal
Constitucional, giraron en torno a problemas de derecho de acceso a la
información o de información, sin que se haya previsto una regulación procesal
distinta de la del Amparo que justifique el reconocimiento de un medio procesal
diferente.

Casos como los aquí esbozados hicieron entonces manifiesta la necesidad de


contar con una Ley Orgánica donde se establecieran los lineamientos y reglas
específicas del Habeas Data, vinculadas a temas como la vía procesal a
utilizar, la legitimación activa y pasiva, o los supuestos de admisibilidad y
procedencia y tomarse en cuenta.

En entonces que frente al clima de cuestionamiento generalizado producido por


la constatación de las imprecisiones y deficiencias aquí reseñadas, el gobierno
fujimorista y su mayoría parlamentaria dentro del entonces en funciones
Congreso Constituyente (y principales propulsores y defensores de la
introducción del Habas Data de notar) buscaron acallar las protestas existentes
dictando la ley 26301, intento de regular temporalmente los diferentes
parámetros mediante los cuales se ejercitaría el Habeas Data en el Perú
mientras no se elaborase la ley específica sobre la materia. Sin embargo, como
de inmediato comprobaremos, la ley 26301 estuvo muy lejos de ser una
solución definitiva frente a las dificultades que aquí hemos venido señalando.

9. La Ley 26301 y sus limitados efectos para revertir el descreditado del


Hábeas Data en el Perú

Con la dación de la Ley 26301 se pudieron aclarar algunos aspectos


vinculados al ejercicio del Hábeas Data dentro del ordenamiento jurídico
peruano. Así por ejemplo, estableció quien era el juez competente (artículo 3);
indico los requisitos y atribuciones de los representantes legales en estos
procesos (artículo 6); y finalmente, señalo el tratamiento procesal que debía
darse a todas aquellas acciones del Hábeas Data que habían sido iniciadas
antes de la vigencia de esta ley (Disposiciones Transitorias).

72
No obstantes, lamentablemente, al lado de las virtudes antes
mencionadas, a la ley en comento dejaba sin regulación algunos temas; y lo
que es peor, introdujo algunos elementos que pronto configuraron nuevos
puntos de conflicto y discusión del concepto de vía previa, inadecuada, como
ya hemos señalado, para un proceso como el Hábeas Data.

Por lo señalado, bien podría afirmarse que, en líneas generales, los


alcances introducidos por la ley 26301 no nos salvaban del margen de deudas
y cuestionamientos surgidos contra este proceso constitucional en el Perú.

10. Los alcances del Hábeas Data en la propuesta de reformas


constitucionales que vino debatiéndose y un balance preliminar sobre su
viabilidad

La reforma constitucional que empezó a debatirse en los primeros tres años del
gobierno del presidente Alejandro Toledo Manrique estaba llamada a
convertirse en la oportunidad en la cual podía eliminarse toda la distorsión y
controversia actualmente generada por el Hábeas Data en el Perú. Es por ello
que el artículo 57° de este proyecto busca establecer los lineamientos de
contenido y ejercicio de este proceso constitucional. Veamos entonces si lo
previsto al respecto mejora el tratamiento dado hasta hoy a nuestro Hábeas
Data.

El ya citado artículo 57° de la propuesta de Reforma Constitucional señala


entonces Hábeas Data procede “[…] contra el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona que vulnera o amenaza los derechos
de acceso a la información pública y a la protección de la persona frente a la
información contenida en bancos de datos o registros informáticas”.

En primer lugar, consideramos que existe en este precepto un problema de


redacción, el cual puede llevar a serias confusiones, y entre ellas, el riesgo de
que siguiendo la calificación de Sagúes, ha mencionado no nos da muchas
luces para distinguir entre si este proceso constitución busca proteger el
derecho de acceso a la información pública desde una perspectiva amplia y
general, o tan solo aquella que consta en bancos de datos o informatizados, el

73
escenario que en rigor es el que corresponde para la labor de Hábeas Data.
Las repercusiones que tiene el optar por una u otra posibilidad son a todas
luces ostensibles.

De otro lado, el texto de la propuesta de reforma constitucional no entrar aun a


precisar quienes se encontrarían facultados para iniciar este proceso, aunque
de la literalidad de lo prescrito en la propuesta en comento podría inferirse, en
un principio, inclusive las personas jurídicas, en tanto “personas” que son
también gozarían de legitimidad activa. Lo mismo podría decirse ante
supuestos en los que se ven involucrados interés plurales sean estos difusos o
colectivos. Cuestión similar a la anteriormente descrita sucede con la
legitimidad activa, pues la redacción de esta norma puede llevarnos a asumir
que este proceso también resulta exigible a las personas jurídicas.

Asimismo, el tema de los supuestas excepcionales frete a ñas cuales no


procedería el Hábeas Data, también constituye un importante asunto a evaluar,
pues podría darse el caso de que la verdadera motivación para iniciar este
proceso sea el objeto de tener acceso a fuentes de investigación periodística,
con las eventuales consecuencias que ello puede suscitar frente a otros
derechos constitucionales allí invocados.

En síntesis, la propuesta de reforma constitucional sobre Hábeas Data


tenía muchas ambigüedades, aunque buena parte de ellas eran en principio
posibles de resolverse mediante una eventual ley de desarrollo. Tal vez por ello
las susceptibilidades frente al Hábeas Data en el Perú se encuentran hasta hoy
muy lejos de desaparecer, existiendo actualmente muchas calificadas veces
que siguen recomendando la eliminación de estas instituciones del
ordenamiento jurídico peruano.

11. ¿Existe alguna clave para explicar el éxito del Hábeas Data en otros
países? ¿Es el Código Procesal Penal un instrumento para iniciar un cambio
significativo en el Perú?

Se afirma en cierta ocasión que para evaluar la eficiencia de cualquier


proceso, es preciso tomar en cuenta dos puntos centrales: la frecuencia con la

74
cual se utiliza y la confianza y credibilidad que su uso genera en la ciudadanía.
En esta línea de pensamiento, el Hábeas Data peruano tendría una eficiencia
bastante relativa, pues en realidad genera expectativas de poder tutelar mucho,
y al final, logra hacer poco, o por lo menos, nada esencialmente distinto de
aquello que, con ventajas y desventajas, se tutela mediante Amparo. Por citar
otro ejemplo del Derecho Comparado al respecto, bien podemos apreciar como
lo ocurrido en el caso argentino fue claramente diferente. En ese país se
cuenta actualmente como una exitosa experiencia de este proceso
constitucional a nivel federal. Sim embargo, oportuno es anotar como en sus
orígenes no se partió de un real conceso, sino que inclusive la normativa inicial
plateada por el Hábeas Data fue observada por el Presidente de la republica de
aquel entonces progresivamente, se logró la situación actual de consolidación
como propuesta normativa que proporciona al ajusticiarle un mecanismo
procesal especial, especifico, y lo sufrientemente expeditivo y garantista para
atender ciertos requerimientos frete a vulneraciones o amenazas ciertas e
inminentes al ejercicio de determinados derechos fundamentales.

Lo que acabamos de reseñar nos demuestra cómo, si descuidamos ciertos


aspectos, la eficiencia del Hábeas Data pude simple y llanamente no
generarse, o solamente manifestarse en forma coyuntural, al amparo de
situaciones como aquella que utiliza al Hábeas Data como instrumento de
acceso a información en banco de datos reservados como los que tenía la
dictadura de Strossner en Paraguay.

Retornando nuestra perspectiva al caso peruano, la Ley 28237 podría


ser la alternativa para conducir nuestro Hábeas Data y hacerle ganar la
credibilidad que en rigor aquí nunca tuvo. Ello implicaría por lo menos
asegurarle un tratamiento procesal propio y adecuado a los requerimientos que
en principio debería atender.

El novísimo Código Procesal Constitucional tiene sin duda algunas


innovaciones de gran valor, buena parte d las cuales están siendo comentadas
a lo largo de este libro. Ene le caso de Hábeas Data encontraremos en primer
lugar con una muy respetable referencia a la autodeterminación informativa, en
la que se explica una visión del tema bastante clara que a la cual puede llegar

75
incluso luego de la lectura más bien literal de la Constitución de 1993. Sin
embargo, ello se da dentro de un contexto lleno de imprecisiones, muy en clave
de Hábeas Data impropios.

Justo es también anotar como otros preceptos de la Ley 28237 si


introducen una serie de interesantes predicciones procesales al respecto. Una
de ellas sería el tema del agotamiento de la vía administrativa: el mismo no
será necesario, sino que bastara con acreditar que se haya formulado un
requerimiento de acceso a la información solicitada o demostrar que no permitir
dicho acceso generaría el riesgo de sufrir un daño irreparable (en ese sentido,
el artículo 62 de la Ley). Se rescata y respeta así, en la misma línea de lo ya
prescrito en otros ordenamientos jurídicos, los particulares requerimientos de
tutela que justifican la interposición de demanda de Hábeas Data, lo cual sin
duda es un cierto.

Se señala además que cabe judicialmente, de oficio o a pedido de parte,


requiere anticipadamente la información solicitada, o por lao menos, pedir
informes al respecto (ver en la línea el artículo 63 del Código); facultara
además a acumular pretensiones de acceder y conceder informaciones de una
persona, con las de actualizar, rectificar, suprimir o impedir que se suministren
datos o informaciones (en este tema el artículo 64 de la Ley 28237).
Finalmente, el novísimo Código hasta llega a habilitar el poder seguir este tipo
de procesos sin necesidad de contar con abogados (artículo 65 de la norma en
cuestión).

En síntesis, se presenta sin lugar a dudas, un esfuerzo en el Código


Procesal Constitucional por apuntalar el Hábeas Data. No obstante, las
limitaciones que impone el mismo texto constitucional sobre su labor (margen
de acción reducido que la Ley 28237 se ve obligada a repetir), y la
supletoriedad para todo lo no previsto a las disposiciones sobre Amparo nos
causa preocupaciones (ver al respecto lo también recogido en el artículo 65 de
la Ley en comento), y no precisamente por el carácter que actualmente se le
daría al Amparo, pues creemos que en este caso los efectos de ello pueden
matizarse con lo prescrito en el ya comentado artículo 62 de la Ley 28237.
Nuestra observación gira en torno más bien a otros puntos centrales: el de los

76
plazos previstos para el desarrollo de las diferentes incidencias dentro del
proceso, y el del elenco cautelar disponible para este tipo de situaciones.

Es preciso recordar que, como ya se ha dicho en este mismo trabajo, en


los lugares en los cuales el Hábeas Data ha sabido afianzar su eficiencia, ello
habitualmente ha sido de la mano de un afianzamiento procesal propio,
caracterizado por establecer plazos muy cortos para la actuación judicial
(incluso menores que los rescritos para otros procesos constitucionales) y
contar con un amplio elenco cautelar a su disposición. Desafortunadamente, y
sin desmerecer los interesantes avances consignados, recién parecía iniciar
una inconclusa labor por apuntar un tratamiento diferenciado en los plazos
previstos para tramitar diversas incidencias dentro de un Hábeas Data,
quedando todavía pendiente algunas importantes modificaciones al respecto.

En esa línea de pensamiento, un tema que se nos presenta la incluso


como uno con mayores implicancias es el de aplicación del mismo escenario
cautelar del Amparo a los Hábeas Data que quieran presentarse, materia
ubicada entre las disposiciones generales incluidas en los ambos procesos de
la Ley 28237. En nuestra opinión, una de las mayores deficiencias en el
tratamiento de esta materia es el de eventual traslado de una solicitud de
medida cautelar si con dicha medida se busca dejar sin evento administrativos
dictados alejándose la aplicación de legislación municipal o regional. Estos que
ya genera varios inconvenientes en el Amparo, puede tener consecuencias
nefastas para el Hábeas Data, pues dicho traslado pude tentar a más de uno a
creer que su margen de acción se encuentra entre desaparecer la información
requerida y el utilizar dicha información de una vez precisamente para originar
daños irreversibles. En casos, de descredito a la eficiencia del Hábeas Data
puede acarrear consecuencias realmente lamentables.

Hemos entonces de no perder de vista que, si no brindase un mejor


tratamiento del tema de los derechos implicados, lo que requeriría el impulso
de una reforma constitucional, y no se modifica la regulación propuesta en los
temas procesales (lo que sí podría remediarse modificando la normativa legal
actualmente existente). Van a seguir dándose problemas en el asentimiento de
la credibilidad en esta institución procesal-constitucional. Ojala lo que se

77
plantee y haga hoy el respecto puede servir para abordar y absolver de la
mejor manera posible este tipo de inquietudes y preocupaciones.

78
79
80
Capítulo IX

PROCESO CONSTITUCIONAL DE HABEAS DATA

1. Fundamentación filosófica

El proceso constitucional de Habeas Data tiene como fundamentos el


desarrollo y protección de la persona humana.

2. Antecedentes históricos

a) Tal como lo apunta FRANCISCO EGUIGUREN al citar a EKMEKDJAN y


PIZZOLO: “El derecho conceptual del derecho a la intimidad personal,
tiene lugar en la experiencia de los Estados Unidos y el Reyno Unido,
desde fines del siglo pasado, cuyo punto crucial fue la definición del
derecho a la privacidad como The right to be let Alone, es decir el
derecho a ser dejado en soledad, elaborado por el Juez Cooley. Este
concepto fue desarrollado por los jueces Warren y Braendeis buscando
proteger a la persona frente a datos o actos de índole personal, que se
ponen en conocimiento del público o de terceros sin el conocimiento del
afectado. Aproximadamente desde 1960, como consecuencia del
desarrollo vertiginoso tecnológico que se traduce en nuevos sistemas
informáticos, tanto en los Estados Unidos y Gran Bretaña se da un
nuevo giro a la protección de la libertad y esfera personal frente a
posibles excesos del registro informatizado o difusión de datos e
informaciones vinculadas a aspectos reservados o íntimos.

b) A iniciática de Alonso da Silva se consagró el instituto de Habeas Data


como el derecho a tener acceso a datos personales y a poder
rectificarlos; en la Constitución Brasileña de 1988 la que estableció por
primera vez el nombre de Habeas Data, en su artículo 5, inciso LXXII,
que establece “ se concederá Habeas Data: a) Para asegurar el
conocimiento de informaciones relativas a la persona de quien lo pide
que, consten en registros o bancos de datos de entidades
gubernamentales o de carácter públicos; b) Para la rectificación de
datos, cuando no se prefiera hacerlo en proceso reservado judicial o
administrativo”.

81
c) También la Constitución Colombiana de 1991 en su artículo 15
establece: “ que todas las personas tienen derecho a la intimidad
personal y familiar y a su buen nombre con la obligación del Estado de
respetarlos y hacerlos respetar. De igual modo tiene derecho a conocer,
actualizar y rectificar información que haya recogido sobre ellas en el
banco de datos y en archivos de entidades públicas y privadas”.

d) La Constitución de Paraguay de 1992 dice en el artículo 135:“ Toda


persona puede acceder a la información que sobre sí mismo o sobre sus
bienes obren en registros oficiales o privados de carácter público, así
como conocer el uso que se haga de los mismos y de su finalidad. Podrá
solicitar ante el magistrado competente la actualización, la rectificación o
la destrucción de aquellos si fueron erróneos o afectaran ilegítimamente
sus derechos”.

e) La Constitución del Perú de 1993 establece en el artículo 200 literal 3,


que “ La Acción de Hábeas Data, que procede contra el hecho u
omisión por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que
vulnere o amenaza los derechos a que se refiere el artículo 2, incisos 5 y
6 de la Constitución”.

f) La Constitución de la Nación Argentina de 1994 dice en el artículo 43:


“… Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de Amparo,
siempre que no exista otro medo judicial más idóneo… Toda persona
podrá interponer esta acción para toar conocimiento de los datos a ella
referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos
públicos o los privados destinados a proveer informes, y en caso de
falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación,
confidencialidad o actualización de aquellos. No podrá afectarse el
secreto de las fuentes de información periodística…”.

Como se podrá apreciar, tanto en el origen y devenir histórico del Hábeas Data,
podemos afirmar que algunas legislaciones lo consideran como un derecho y
otras como un mecanismo de protección. Sin lugar a dudas tenemos parte de
ambas primero como derecho a la privacidad y segundo como mecanismo de
protección del derecho a la privacidad.

82
3. Fundamentos Jurídico Doctrinales

Encuentra sus bases en presupuestos elementales de la doctrina sobre el


Derecho Público y la legislación positiva constitucional; siendo los siguientes:

- La Soberanía.- Como señala RODRIGO BORJA, es:” La facultad de


Estado de auto-obligarse y auto-determinarse sin obedecer a otros
poderes ni autoridades ajenos a los suyos”. No existe poder superior y
no depende de ninguna otra autoridad. La soberanía se autolimita en
beneficio de los individuos.

- Constitución.- Ley fundamental que finca sus bases de calificación,


organización y funcionamiento del gobierno del Estado o del pueblo
(autodeterminación) y establece los preceptos legales primordiales
restrictivos del poder soberano (autolimitación).

- Supremacía Constitucional.- La constitución Política debe ser la norma


suprema de un ordenamiento jurídico coherente, a fin de evitar las
antinomias jurídicas.

- Autocontrol.-Constituye una obligación deontológica aplicar la


Constitución por las autoridades sobre cualquier disposición secundaria.

- Rigidez Constitucional.- Para llevar a cabo alguna modificación o


reforma es necesario seguir un procedimiento especial.

La acción de Hábeas Data garantiza los derechos contenidos en la


Constitución (supremacía constitucional).

4. Concepto

MIGUEL ANGEL EKMEKDJIAN y CALOGERO PIZZOLO dicen :“ El Hábeas


Data se define como el derecho que asiste a toda persona -identificada o
identificable- a solicitar judicialmente la exhibición de los registros –públicos o
privados- en los cuáles están incluidos sus datos personales o los de su grupo
familiar, para tomar conocimiento de su exactitud; a requerir la rectificación, la
supresión de datos inexactos u obsoletos o que impliquen discriminación”.

83
ENRIQUE M. FALCÓN dice:” Se llama Hábeas Data a un remedio urgente para
que las personas puedan obtener: a) el conocimiento de los datos a ellas
referidos y de su finalidad; que consten en registros o bancos de datos públicos
o privados, y b) en su caso para exigir la supresión, rectificación,
confidencialidad o actualización de aquellos”.

SAMUEL ABAD YUPANQUI dice:“ El Hábeas Data como figura procesal muy
urgente destinada a proteger la libertad informática, opera en rigor como una
modalidad del Amparo, aunque con finalidades específicas. A través de él, en
consecuencia, se puede tutelar el derecho a la libertad informática, para
acceder a la información que sobre una persona o sobre sus bienes se
encuentra contenida en los bancos de datos, así como conocer el uso que se
haga de ella y su finalidad. Asimismo, podrá solicitarse la actualización,
rectificación o destrucción de los datos o informaciones inexactos, erróneos o
que afecten ilegítimamente sus derechos”.

Como antecedente de la afirmación anterior se encuentra el artículo 43 de la


Constitución de la Nación Argentina, que considera que toda persona podrá
accionar Amparo para tomar conocimiento de los datos a ella referidos y de su
finalidad, que consiste en registros o bancos de datos públicos, o los privados
destinados a proveer informes.

El Hábeas Data es un mecanismo procesal urgente, establecido para que la


persona natural pueda acceder a bancos de datos, privados o públicos, a fin de
poder controlar y rectificar información inexacta o errónea, así como impedir la
circulación de la información considerada sensible

5. Derechos que protegen el Hábeas Data

Al ejercer el mecanismo procesal de Hábeas Data nos encontramos ante un


conflicto de derechos; por un lado el Derecho Informático y por otro los
derechos constitucionales de las personas.

La existencia del desarrollo informático en los últimos tiempos ha sido rápido;


no debe olvidarse que en el devenir histórico siempre han existido registros o
bancos de datos, quizás operados artesanalmente, y que en los últimos
tiempos el desarrollo de los sistemas computarizados es muy veloz, lo cual

84
permite que se puedan registrar los datos de una persona en una forma más
rápida y eficiente que antaño, lo que conlleva a que la transmisión o circulación
de la información también presente características de rapidez. No se atenta
contra derechos constitucionales de las personas al registrar datos en bancos
de información, sino que no debe permitirse la circulación de información falsa
o errónea, o la invasión de lo que se denomina información sensible; esta
última condición es motivo para que se active el mecanismo de Hábeas Data.

Los derechos que protege el Hábeas Data son el derecho a la intimidad, a la


libertad de cultos, a la libertad ideológica, sindical, etc.; que se encuentren
contenidos en bancos de datos y afectan del desarrollo normal de las personas.

La información sensible, dice NESTOR PEDRO SAGÜES, es la información no


registrable en bancos de datos, o con área no susceptible de registrar. La
información sensible cubre puntos como la religión, ideas políticas,
comportamiento sexual, salud moral y física, vinculaciones sindicales, raza.
MIGUEL ÁNGEL EKMEKDJIAN y CALOGERO PIZZOLO indican que la
resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptada en su
45a sección ordinaria, adoptó una declaración bajo el nombre de “Directrices
para la Regulación de Ficheros Automáticos de Datos Personales. La ONU
sostiene que la información sobre personas no se debe recoger o procesar en
forma injusta o ilegal o ser usada para finalidades contrarias a los propósitos y
principios de la Carta de Naciones Unidas; en cuánto a los datos sensibles, las
directrices sostienen que existen cierto tipo de datos personales cuya
utilización puede dar lugar a discriminaciones ilegales o arbitrarias.

Entre los datos que no deben ser recogidos se menciona explícitamente los
que hacen referencia a raza, origen étnico, color, vida sexual, opinión política,
religión, filosofía y otras creencias, así como el ser miembro de asociaciones o
uniones sindicales.

6. Derechos Contenidos en el Hábeas Data

Toda persona cuyos datos personales están contenidos en bancos


informáticos, puede accionar el mecanismo procesal del Hábeas Data, para
tener derecho al acceso a la información, derecho a la actualización o

85
rectificación, derecho a la confidencialidad y derecho a la exclusión de
información.

a.- El derecho al acceso a la información permite a la persona saber los datos


sobre él y su familia se encuentran registrados; y la finalidad del banco de
datos que contiene la información respecto a su persona y la de su familia.

b.- El derecho a la actualización y rectificación de la información posibilita que


la información contenida en bancos de datos sea la correcta, poniendo al día
los datos de una persona o su familia o corrigiendo las informaciones falsas o
inexactas; por ejemplo, cuando un sentenciado a cumplido ya su sentencia no
debe aparecer que tiene una condena,

c.- El derecho a la confidencialidad se presenta cuando el ciudadano ha


suministrado información a determinada entidad para fines específicos a los
cuáles ninguna otra persona puede tener conocimiento; por ejemplo: secreto
bancario o tributario.

d.- El derecho a la exclusión permite que la información sensible sea borrada


de los bancos de datos.

7. El Hábeas Data en la Legislación Peruana

La acción de Hábeas Data procede contra el hecho u omisión, por parte de


cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los
derechos a que se refiere el artículo 2, incisos 5 y 6 de la Constitución (artículo
modificado por el artículo único de la Ley No 26470, publicada el 12-06-1995).

Preocupa que el constituyente peruano de 1992 no haya precisado que


facultad tiene el agraviado en el proceso constitucional, respecto a corregir,
modificar, actualizar o suprimir información sensible contenida en bancos de
datos.

DOMINGO GARCÍA BELAUNDE dice: “Luego de la jurisprudencia ya señalada


(Bladimir Paz de la Barra contra Nicolás Lúcar De la Portilla por haber
propalado un reportaje denominado “El Cuento de los Bonos” en el cual se le
atribuye al accionante hacer asesorado al ciudadano Carlos Manrique Carreño
en la compra de bonos alemanes en perjuicio de ahorristas de CLAE), el

86
Hábeas Data ha tenido una utilización parca, centrada en lo fundamental, en la
obtención de información que se guarda en la administración pública, y que
ésta por desidia, no gusta de integrar. Concuerdo con el profesor EGUIGUREN
sobre el Hábeas Data Peruano: Mal concebido y peor desarrollado. Tal como
está, debería en realidad desaparecer por innecesario. O en todo caso,
replantearse seriamente…”.

Al interponer la demanda se debe anexar la rectificación que se solicita. La


discrepancia en torno a la rectificación, proporcionalidad y su contenido, será
decidida por el Juez, o la Sala correspondiente, previo traslado al demandado
por el término de tres días, debiendo el Juez corregir o restringir la rectificación
solicitada cuando la misma implique replica u opinión excediendo los límites de
la mera rectificación. Esta decisión es apelable en un solo efecto o sin efecto
suspensivo.

a.1.1. Derecho al acceso a la información

Constitución Política de 1993

“Artículo 2 inc. 5.- A solicitar sin expresión de causa la información que


requiera y a recibirla de cualquier entidad pública, en el plazo legal, con el
costo que suponga el pedido. Se exceptúan las informaciones que afectan la
intimidad personal y las que expresamente se excluyan por ley o por razones
de seguridad nacional.

El secreto bancario y la reserva tributaria pueden levantarse pedido del Juez,


del Fiscal de la Nación, o de una comisión investigadora del Congreso con
arreglo a ley y siempre que se refieran al caso investigado”

La legislación nacional es muy particular ya que mediante el Hábeas Data


cualquier ciudadano puede solicitar a cualquier entidad pública la información
que requiera; conceptualmente y en el derecho comparado esta atribución de
solicitar información sólo corresponde a la persona cuyos datos o de su familia
se encuentren registrados en un banco de datos. Nos encontramos con que
mediante la Acción de Hábeas Data se ejerce el derecho de toda persona de
tener acceso a la información.

87
En el caso peruano, todo ciudadano tiene derecho a solicitar información, con
el costo que suponga el pedido; sin embargo, existen limitaciones respecto a
las informaciones que afectan la intimidad personal, las que se excluyen por ley
o por razones de seguridad. Ahora bien, respecto a la última, habría que
interpretar que se refiere a un interés de la sociedad frente al interés de un
ciudadano. También ingresan dentro de estas prohibiciones, pero de manera
restringida, el secreto bancario y la reserva tributaria. Que sólo pueden ser
levantados por autoridad competente.

a.1.2. Derecho a la intimidad

Constitución Política de 1993

“Artículo 2 inc. 6.- A que los servicios informáticos computarizados o no,


públicos o privados, no suministren informaciones que afecten la intimidad
personal y familiar”.

Es correcto que el derecho a la intimidad personal y familiar sea protegido, por


el dispositivo constitucional indicado; sin embargo, se ha omitido establecer en
forma expresa que también existe un derecho a que se actualice, rectifique y se
excluya determinada información que afecta a una persona y su familia. No
cabe duda, que la omisión constitucional antes indicada deberá ser corregida
por el desarrollo jurisprudencial de los tribunales peruanos.

a.1.3. Derecho de Réplica

Constitución Política de 1993

“Artículo 2 inc. 7.- Al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y


familiar, así como a la voz y a la imagen propias.

Toda persona afectada por afirmaciones inexactas o agraviada en cualquier


medio de comunicación social tiene derecho a que este se rectifique en forma
gratuita, inmediata y proporcional, sin perjuicio de las responsabilidades de
ley”.

El derecho de réplica o rectificación fue excluido de los derechos que protege el


Hábeas Data por el artículo único de la Ley No 26470 publicada el 12-06-1995;

88
decisión acertada, toda vez que respecto a los medios de comunicación no
puede establecerse un control previo, lo que no es óbice para que el control
sea posterior lo que no es óbice.

El derecho de réplica en el caso peruano es regulado por la Ley N o 26847


publicada de 28-07-97,que modificó los artículos 1 al 7 de la Ley o 26775. La
Ley No 26847 permite al ciudadano afectado por afirmaciones inexactas, que
no es atendido en su pedido en los pazos indicados o que juzga no satisfactoria
la rectificación realizada, acudir vía Acción de Amparo en demanda de la tutela
de sus derechos.

b. Normas Supletorias

Para la tramitación de la garantía constitucional de la Acción de Hábeas Data


se aplicarán, en forma supletoria las disposiciones pertinentes de las Leyes
Nos. 23506, 25011, 25315, 25398 y el Decreto Ley N o 25433, en todo cuánto se
refiera a la acción de Amparo, con excepción de los dispuestos en el Artículo
11 de la Ley No 23506 ( Art. 3 Ley No 26301).

c. Competencia

Al aplicarse en forma supletoria las normas respecto a la Acción de Amparo, la


competencia del conocimiento de la Acción de Hábeas Data corresponde en la
Capital de la República y en la Provincia Constitucional del Callao Al Juez
Especializado de Derecho Público. En los demás distritos judiciales son
competentes el juez civil o mixto del lugar donde se produzca la violación o
amenaza de violación o amenaza de violación de un derecho constitucional.

Si la afectación de derechos se origina en archivos judiciales, sean


jurisdiccionales, funcionales o administrativos, cualquiera sea la forma o medio
en que éstos estén almacenados, guardados o contenidos, conocerá de la
demanda La Sala de Derecho Público, Civil o Mixta, según corresponda, la que
encargará a un Juez de Primera Instancia en lo Civil su trámite. El fallo en
primera instancia, en este caso , será pronunciado por la Sala de Derecho
Público que conoce de la demanda. Este mismo precepto regirá para los
archivos funcionales o administrativos del ministerio público.

89
d. Sujeto Pasivo de la acción de Hábeas Data

La Acción de Hábeas Data se entenderá con:

- El representante legal de la autoridad,


- Entidad o persona jurídica a la que se emplaza,
- Persona natural.

Para estos efectos, las empresas periodísticas que tengan forma de persona
jurídica constituida, sea cualquiera el medio de comunicación en el que se
desempeñen: hablado, escrito, radical, de prensa o televisado, podrán
constituir apoderado judicial especial por escritura pública, quien tendrá de
pleno derecho y por el sólo mérito de su nombramiento las facultades
consignadas en los artículos 74 y 75 del Código Procesal Civil, sin que pueda
mediar pacto en contrario, y quien podrá apersonarse válidamente por el medio
de prensa emplazado, o por sus decretos, funcionarios, periodísticas o
integrantes en general aún cuando hubieren sido emplazados a título personal.
La responsabilidad judicial que finalmente se determine será de cargo de quien
fuera emplazado personalmente. La designación de apoderado judicial no
requiere estar inscrita en los Registros Públicos. La facultad de comparecer
mediante apoderado judicial se extenderá, inclusive a los emplazamientos por
presuntos delitos contra el honor contra el honor (difamación. injuria o
calumnia) cuando ello se atribuya a un medio de comunicación social de
prensa.

e.1.Trámite y medida cautelar

El trámite es el mismo que el señalado para la Acción de Amparo y es posible,


dada la naturaleza del derecho que se protege que se conceda la medida
cautelar, la cual ha sido desarrollada en el capítulo correspondiente a la Acción
de Amparo.

f. La vía previa y el requerimiento notarial

A interponer la Acción de Hábeas Data se debe primero agotar las vías previas
establecidas y que ya hayan sido comentadas en el análisis del as Acciones de
Amparo y Cumplimiento, por lo que nos ratificamos en lo anotado al respecto;

90
luego de agotar las vías previas, recién se podrá hacer el correspondiente
requerimiento notarial.

En el caso de la Acción en Hábeas Data, el requerimiento por conducto notarial


a la autoridad, persona natural o jurídica pertinente, para que brinde la
información solicitada, o modifique, rectifique o excluya la información sensible,
será con una antelación no menor de 15 días de interpuesta la demanda sin
perjuicio de las responsabilidades de ley.

Respecto al requerimiento notarial ya hemos señalado que no constituye en


puridad una vía previa, sino más bien un requisito de admisibilidad de la Acción
de Hábeas Data

g. Sentencia

La sentencia consentida o ejecutoriada, se limitará a ordenar la publicación de


la rectificación previamente solicitada por el demandante y que ha sido
señalada al momento de interponer la demanda, guardando la correspondiente
proporcionalidad y razonabilidad, en forma gratuita, de modo inmediato al
cumplimiento de lo ejecutoriado en el plazo de 3 días, bajo apercibimiento de
Ley ( Art. 4 Ley No 26301).

h. Recursos Impugnatorios

La Corte Superior a través de la Sala de Derecho Público o Sala Civil o Mixta,


según sea el caso, conoce los procesos en segunda y última instancia, n vía de
apelación. Contra la resolución de negatoria que esta expide, procede el
recurso extraordinario previsto ante el Tribunal Constitucional (4ta Disposición
Transitoria de la Ley No 26435). Se procede conforme lo anotado en las
acciones de Amparo y Cumplimiento.

Jurisprudencia

Caso: Víctor Omar Mendoza Rodríguez contra el Presidente del Consejo


Transitorio de Administración de la Región Chavín, por negarse a expedir
copia certificada de las piezas de su legajo personal.

91
Que, siendo derecho de toda persona el solicitar la información que requiera,
sin expresión de causa, y recibirla de cualquier entidad pública dentro del
plazo legal, le asiste al actor la potestad irrestricta de obtener las copias
certificadas del legajo personal que dio lugar a su pensión de cesantía por el
régimen del D.L. No 20530 y del TUPA, solicitadas con su escrito de fecha 17-
10-94, siendo irrelevante que dicha solicitud obre en el exp. N o 4796, o en el No
5082, o el No 5182, cuya designación corresponde por entero a la autoridad
administrativa y no al peticionario, puesto que el referido legajo personal
invocado por el actor es identificable y único en la Repartición a cargo del
Consejo Transitorio de Administración emplazada. Falla declarado fundada; en
consecuencia, el demandado debe cumplir con entregarle al actor las copias
certificadas solicitadas, en el término de 15 días después de notificado, bajo las
responsabilidades de ley (Garantías Constitucionales. Diario oficial El Peruano,
pag. 190 del 06-08-97).

Caso: Luis Antonio Távara Martín contra Director del Semanario Nor Oriental

Que, del petitorio de la demanda se desprende que el objeto de esta es que el


demandado, en su calidad de Director del Semanario Nor Oriental, por lo que
considera lesionado en sus derechos establecidos en los incisos 6 y 7 del
Artículo 2 de la Constitución Política, se abstenga de publicar correspondencia
que le habría sido dirigida al demandante. Que siendo ello así, sin perjuicio en
el caso de autos, el demandante no haya transitado la vía previa prevista en el
inciso a del Artículo 5 de la Ley No 26301, este colegiado no puede dejar pasar
desapercibido: a) El proceso constitucional de Hábeas Data, no tiene por objeto
el constituir un mecanismo procesal a través del cual pueda desvirtuarse o
vaciarse de contenido el ejercicio de las libertados informativas, sin previa
autorización, censura o impedimento alguno, tal y conforme lo enuncia el inciso
4 del Artículo 2 de la Constitución Política, no porque la constitución no crea
que el ejercicio de tales libertades no puede lesionar derechos constitucionales
o que en caso de afectarse, éstos puedan resultar inmunes a cualquier
mecanismo de control social, si no precisamente por que tales medios de
control, al no actuar con carácter preventivo, siempre han de obrar en nuestro
ordenamiento jurídico como mecanismos reparadores a activarse en la vía
judicial ordinaria. b) En este sentido a juicio de este Colegiado, no es

92
inoportuno precisar que el Hábeas Data, en puridad, constituye un proceso al
que cualquier justiciable pueda recurrir en el objeto de acceder a los registros
de información almacenados en centros informativos o computarizados,
cualquiera sea su naturaleza, a fin de rectificar, actualizar, excluir determinado
conjunto de datos personales, o impedir que se propague información que
pudiera ser lesiva al derecho constitucional a la intimidad. Que, dentro de este
orden de consideraciones, este Colegiado no considera que la amenaza de
propalarse el contenido de determinada correspondencia privada a través del
semanario que dirige el demandado pueda estar dentro del ámbito de
protección del proceso de Habeas Data, al que en el fundamento jurídico
anterior se ha hecho referencia, sino que al estar dirigida la pretensión a
obtener de los jueces los derechos fundamentales, una resolución
abiertamente contraria al ejercicio de la libertad de prensa, esta deberá ser
desestimada. Falla declarando improcedente (Garantías Constitucionales.
Diario Oficial El Peruano, págs. 925- 926 del 08-07-98).

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EL HÁBEAS DATA Y LA ACCIÓN DE AMPARO

Tiempo atrás, señalamos que la flamante Constitución Política no había


cumplido aún cuatro meses de vigencia y, para ese entonces, ya éramos
testigos de los problemas que traía el elaborar un documento de tal
trascendencia -la ley de leyes- sin la debida ponderación. Precisamente, una
de las instituciones incorporadas a la reciente Constitución y que ha puesto de
manifiesto esa grave ligereza, es el alcance sobredimensionado que se le ha
dado al Habeas Data, lo cual ha generado encendidos y polémicos debates, así
como gran preocupación. El problema surge por haberse extendido su ámbito
de aplicación a la tutela de ciertos derechos que nada tienen que ver con este
instituto y ha tomado un explicable giro de alarma cuando sus efectos se
hicieron notar en los predios de algunos medios de comunicación nacional,
quienes se vieron en la necesidad de emitir una declaración conjunta en la cual
expresaron su preocupación por la excesiva proliferación de uso indebido de
esta figura constitucional.

Debemos partir por establecer que el Habeas Data es conceptualmente, un


instituto del derecho procesal constitucional que aparece como consecuencia
de la introducción de la informática en el derecho; lo cual supone, para el jurista
del actual siglo, experimentar los más variados cambios y transformaciones
que la civilización haya tenido conocimiento. Constituye, por lo tanto, un
remedio procesal reciente destinado a la protección de los derechos personales
que la ofensa o perjuicio le ocasione, o podría ocasionarle, como consecuencia
de la información contenida en los bancos de datos a los cuales la ciudadanía
tienes acceso. Del mismo modo, debe comprenderse que su origen y objetivo
se ciñen a la defensa de la intimidad de los individuos ante la evolución de la
informática y del crecimiento de los bancos de datos.

En la vida cotidiana, se suscitan diversas situaciones en las cuales se nos


solicita proporcionar información personal que alimentan los bancos de datos,
como pueden ser las solicitudes para ocupar un puesto de trabajo o para
ingresar a una institución, para obtener una tarjeta de crédito, una visa de viaje,
el movimiento de las cuentas corrientes, etc., información que pasa a
conformar parte de los archivos públicos o privados pero de acceso público. En
este orden de ideas, resulta claro que debe partirse del principio según el cual
la información no puede ser obtenida en desmedro de la persona.

La doctrina dominante entiende el Habeas Data –o “tráiganse los datos”-, en


versión castiza, como un instrumento procesal breve, para que se ordene al
funcionario público o al responsable del banco de datos que rectifique la
información errada, guarde reserva sobre la misma o la elimine, cuando sea
necesario proteger la intimidad personal sustrayendo del conocimiento público
aquellos hechos o características de la persona que no todos tienen porque
conocer. La garantía del Habeas Data surge, pues, como el mecanismo o

98
procedimiento adecuado que permite a todo ciudadano dirigirse a la autoridad
jurisdiccional para solicitar el acceso, la actualización, la rectificación,
confidencialidad o exclusión de la información obtenida en bases o bancos de
datos, que dañen, o amenacen con dañar, su privacidad, honor, imagen e
intimidad personal o familiar.

Sin embargo, incurriendo en un error conceptual, los constituyentes del 93


rebasaron los alcances del Habeas Data, incluyendo dentro de su esfera, como
derecho tutelado por esta garantía, el derecho de la rectificación ante medios
de comunicación social. El hecho que la mencionada garantía constitucional
ofrezca un abanico de responsabilidades para intervenir, de una u otra manera,
en la información contenida en los archivos de acceso público, no significa que
este sea un mecanismo de tutela que carezca de presupuestos de
procedibilidad y alcances perfectamente definidos en la defensa y el derecho
constitucional comparado.

En efecto, el Habeas Data se pone en marcha solo cuando se presentan dos


supuestos; por un lado, la existencia de información en bases de datos a los
que el público en general pueda tener acceso, y por el otro, que dicha
información afecte amenace afectar, la intimidad de las personas cuya
información personal ha sido registrada. La lesión de los derechos vinculados a
la intimidad personal bajo supuestos distintos a los indicados, escapan a toda
la posibilidad de ser cautelados mediante el Habeas Data. A decir del
distinguido constitucionalista argentino Néstor Sagues, “este pecado
conceptual” consiste en que “el Habeas Data tiene por meta natural tutelar a las
personas por los excesos del poder informático, y no, en términos generales,
por cualquier lesión que se infiera, por cualquier medio, a su honor, privacidad
o propia imagen, o a la intimidad familiar y a la voz”.

Siguiendo la sistemática que distingue garantías constitucionales de derechos,


del texto constitucional se desprende que el Habeas Data es una acción de
garantía que, según su artículo 2, tiene por objeto cautelar el ejercicio de los
siguientes derechos: a la información computarizada o no (inciso 5); a la
intimidad personal y familiar (inciso 6) y al honor, buena reputación, intimidad,
propia imagen y la voz (inciso 7). Procede contra la acción u omisión que
vulnera o amenaza los derechos antes mencionados y puede ser interpuesta
contra cualquier autoridad, funcionario o persona que incurra en los supuestos
indicados. La simple revisión del articulado constitucional, nos permite afirmar
que el ámbito tradicional del Habeas Data ha sido extensa y peligrosamente
ampliado. De haber sido un instrumento diseñado para la protección del
derecho a la intimidad en un contexto particular, lo han convertido en una
acción orientada a garantizar el ejercicio de un conjunto de derechos de la
persona en un contexto significativamente mayor. Dentro de la nueva esfera de
protección para el derecho de la propia imagen, ubicamos el inciso 7, del
artículo 2, de la constitución que permite la interposición del Habeas Data

99
cuando se produzca una violación del derecho de la propia imagen. Hasta aquí
no habría mayor problema, sin embargo, ocurre que el sentido y el contexto de
la norma entendido en el inciso 7, del artículo 2, necesita que estamos frente a
una acción orientada a garantizar el ejercicio del derecho a la propia imagen,
en cualquier supuesto en el que el ejercicio de este derecho se viera
amenazado o conculcado, como es el caso de una persona que se vea
afectada con afirmaciones inexactas o agraviada a través de cualquier medio
de comunicación social. Este es un grave error.

Al parecer, los constituyentes han confundido la rectificación de errores


contenidos en las bases o bancos de datos, con la rectificación de
informaciones difundidas por medios de comunicación social. Tal confusión ha
generado que los medios de comunicación social se vean incluidos
indebidamente en nuestro peculiar Habeas Data, como sujetos con legitimación
pasiva. Con esto, no queremos decir que auspiciamos el libertinaje informativo,
muy por el contrario, estamos en contra de él. Debemos puntualizar que no
solo compartimos, sino que consideramos necesario, que los medios de
comunicación social se rectifiquen en forma inmediata, gratuita y al solo
requerimiento de la persona afectada con las afirmaciones inexactas por ellos
difundidas. Lo que no compartimos, es que el Habeas Data sea utilizado para
este último propósito, pues las modificaciones legislativas –lo que incluye la
introducción de nuevas figuras en el ordenamiento jurídico-, deben realizarse
respetando las reales dimensiones de las categorías jurídicas, pues la
desnaturalización de estas podría conllevar a una situación de conflicto
extremis de derechos en donde el remedio podría resultar aún más dañino que
la propia enfermedad.

El Habeas Data, como mecanismo protector del derecho de rectificación de los


medios de prensa es, como ya lo hemos manifestado en anterior oportunidad
inútil o peligroso. Lo primero por que la persona afectada en su honor,
dignidad, o buena reputación, puede solicitar al medio de comunicación
agresor, extrajudicialmente, la rectificación de las afirmaciones inexactas y, en
caso de recibir una respuesta negativa podrá requerirla judicialmente utilizando
las vías procesales que la ley le franquea, como por ejemplo, la Acción de
Amparo, sin perjuicio de acumular a su reclamo una indemnización
proporcional al daño sufrido. Lo segundo, porque una interpretación sistemática
de la Constitución nos podría llevar al absurdo que el Habeas Data nos
convierta en un vehículo “constitucional” para lograr la censura previa de los
medios de comunicación.

Dicho error conceptual, consagrada en el inciso 7, del artículo 2, de la Ley de


Leyes, resulta en verdad riesgoso para la libertad de expresión, sobre todo por
el peligro del eventual perjuicio que pueda infligir a la libertad de prensa, por lo
que debería ser excluido, puesto que ya el inciso 6, del mismo artículo 2, tutela
la intimidad no resulta necesaria la inclusión del derecho a la rectificación de

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las informaciones inexactas dentro de la acción de Habeas Data. Con la
supresión del inciso 7, la garantía comentada quedaría reducida a sus reales
dimensiones y objetivos inherentes a su naturaleza: permitir el acceso, la
rectificación, actualización, reserva o eliminación de información en bases o
bancos de datos de acceso público, dejando para la Acción de Amparo la
protección general de los derechos fundamentales agredidos por otras causas.

Mediante tal exclusión, la utilización de la acción de Habeas Data quedaría


reducida a solo dos supuestos: por un lado, la existencia de información en
base de datos a los que el público en general pueda tener acceso; por el otro,
que tal información lesione, o amenace lesionar, la intimidad de las personas
cuya información personal ha sido registrada.

Hace dos días, a través de la Ley N° 26301, publicada el 2 de mayo de 1994,


se ha establecido la vía procesal a seguir en esta garantía, estableciéndose
que se transmita conforme a las reglas de la Ley N° 23506, Ley de Habeas
Corpus y Amparo, con ciertas variaciones pero de carácter accesorio. La
pregunta que debemos formularnos es, si el Habeas Data debería tramitarse
como una solicitud que la autoridad judicial debe resolver sin escuchar a
ninguna otra parte, o, por el contrario, debería tramitarse como un proceso
contencioso, con contestación de la parte emplazada y evaluación por parte del
juez de las distintas posiciones expuestas.

Nosotros pensamos que, siempre cabe la posibilidad, fáctica y jurídica, de


cuestionar si cual o tal información es de carácter observado, o si su
divulgación compromete la seguridad nacional pudiendo en estos casos operar
la excepción al derecho de acceso a la información registrada. En tal sentido,
creemos que en aras del derecho de defensa y de la tutela jurisdiccional
efectiva –como elementos del derecho procesal constitucional que garantizan
la recta administración de justicia, la Ley N° 26301 ha sido acertada en la
elección de la vía procesal que debería seguir el Habeas Data, ofreciendo un
procedimiento con amplias posibilidades de defensa para cada una de las
partes intervinientes. Por lo demás, siendo el Habeas Data una variante de la
Acción de Amparo, en principio no encontramos inconveniente alguno para que
a aquel se le apliquen las reglas procesales de este, pues responde a
necesidades similares: tutelar el derecho conculcado mediante un
procedimiento ágil y sumarísimo.

Sin embargo, cabe recordar que de acuerdo al artículo 17 del Código Civil, la
persona agraviada por el uso arbitrario de su imagen, también puede iniciar
acción para la cesación de los actos lesivos. Al respecto, es conveniente
precisar que luego de la sanción del Código Civil, se dictó el Decreto
Legislativo N° 310, norma que contenía disposiciones de carácter procesal
destinadas a la aplicación de derechos contenidos en el Titulo II, referido a los
Derechos de la Persona. El artículo 3 de dicho Decreto Legislativo estableció

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como medida efectiva, la posibilidad de que el Juez a pedido de parte,
dispusiera en cualquier estado del proceso la cesación provisional de los actos
infractorios en que se fundaba la demanda; y en contra esta resolución
procedía el recurso de apelación solo en el efecto devolutivo, a diferencia de
una medida cautelar dictada dentro de un proceso de amparo que, como todos
sabemos, para su cumplimiento y ejecución en caso de ser impugnada,
requiere previamente que sea confirmada por el superior. Es decir, se trataba
en el fondo de un mecanismo procesal que hacía las veces de vía paralela a la
Acción de Amparo, en ese entonces mecanismo de garantía que por mandato
del artículo 295 de la Constitución de 1979, era aplicable para el caso de la
violación del derecho a la propia imagen.

Al promulgarse el nuevo Código Procesal Civil el panorama se modifica


ostensiblemente, ya que queda derogado el Derecho Legislativo N°310, por lo
que el procedimiento para accionar los derechos contenidos en el Título II del
Código Civil ha quedado debilitado en el marco protectivo que, al menos, en
teoría, brindaba el citado dispositivo legal. Naturalmente, siempre queda en pie
la querella penal por difamación.

En conclusión, consideramos que debe modificarse la Constitución para excluir


del campo de acción del Habeas Data los derechos contenidos en el inciso 7,
del artículo 2, de la constitución, ya que no tienen relación con este instituto.

Lima, 4 de mayo de 1994

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