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AQP-2019
1. INTRODUCCIÓN:
El bien común tiene que verse estrechamente relacionado con la propiedad privada, si
nos fijamos bien, la propiedad privada son cosas que pertenecen a personas específicas,
las cuales pueden disponer de ellas según les parezca, según les convenga o según les dé
la gana de administrarlas, usarlas. Pero si nos detenemos un momento, la propiedad
privada surge de una parte de la creación de Dios, es decir, en teoría todo debería de
pertenecer a todos, por el principio de la DSI que enuncia el derecho universal de los
bienes, por lo tanto si todo lo creado les pertenece a todos por igual, ¿por qué existe la
propiedad privada?, algo muy contradictorio e irónico. Pero la realidad es que la
propiedad privada existe, y se debe respetar, pero la manera en la que se debe enfocar
hacia los demás, es en el sentido del bien común, ayudando a los demás.
2. TEMAS:
2.1 LA PROPIEDAD:
CONCLUSIONES:
- La Iglesia defiende un porcentaje del capitalismo y se opone a la ideología del
socialismo, es decir, defiende el derecho el derecho del trabajador.
- El trabajo debe ser servido por la propiedad, es decir , la base de la propiedad es el
trabajo, si no habría trabajo no existiría propiedad, por lo que la propiedad es un
factor directamente dependiente del trabajo.
2.3 LA CONFLICTIVIDAD
Surge un conflicto entre capital y trabajo, descrito en clases sociales, es decir, las clases
se encuentran opuestas, los capitalistas quieren el máximo de su capital y os
trabajadores desean el máximo de su salario.
Distribución de riqueza y pobreza en la economía, en el nivel político, oposición entre el
poder y los oprimidos. La bondad está de lado del oprimido y el mal en el otro bando,
sin embargo, se observa que el trabajo pretende la heterogeneidad de ambos términos.
Por tanto la bondad y la maldad no son resultados naturales, sino una opción ética de la
persona, para el Papa Juan Pablo II existe un conflicto entre el capital y el trabajo,
presentado como valores ético, capital, el tener más, vinculado al egoísmo, tentación de
poseer y el trabajo representa l el ser solidario con los demás, realizándose por medio
del trabajo.
Es necesario optar por una opción, lo ideal sería elegir por el ser solidario. El capital
puede redimirse y ponerse al servicio del trabajo, todas las clases sociales pueden ser
capitalistas, lo que cuenta es orientarse en una vida solidaria, fraterna.
La solidaridad como valor, apreciando al trabajo, constituyendo una barrera firme para
la explotación de todo trabajo humano. El capital necesita del trabajo intelectual para
explotar el trabajo manual. La solidaridad es luchar para que los trabajos más
despreciados sean respetados en la sociedad, lo importante es lo que el hombre hace,
relacionándose con Dios.
Se percibe un conflicto ético entre el pobre solidario y el rico egoísta, se descubre un
lugar en la sociedad. Drama humano del ser y tener, donde el tener es un tener abierto a
las necesidades de los demás, compartiendo con los demás, apoyando al servicio de los
demás.
CONCLUSIONES:
- La sociedad consumista necesita más de la sociedad del ser y no de la sociedad
del tener, es decir, ayudar a los más necesitados y no deshumanizarnos en una
sociedad moderna donde actualmente prima la sociedad del tener.
- Este conflicto surge en los estratos sociales, conflicto que envuelve ideologías,
pero donde el mal y el bien son los mismos, es decir, que el rico representa en
cierta forma el mal, y el pobre se relacionaría con el bien, claro que las posturas
pueden cambiar según sea la posición moral que la persona pueda tomar.
3. VALORACIÓN CRÍTICA:
La propiedad privada se subdivide a su vez en dos ideologías que dividen al mundo en
dos bandos, el capitalismo y el socialismo, dos formas de pensar que son totalmente lo
contrario. La iglesia trata de integrar ambos puntos de vista, llegando a un punto de
convergencia, aportando a la sociedad mundial un concepto en el cual la propiedad en sí
no es absoluta, pues si nos damos cuenta, el mundo no es de nosotros, no somos los
dueños de él , ni sus creadores, fue un ente superior el que lo creó, llamado Dios o de
formas diferentes según sea la religión, entonces ahí nos damos cuenta de que el mundo
no es de nosotros, sino que se nos mandó a que lo pobláramos y que le demos un uso
adecuado orientado al servir al bien común, es decir al ayudar a los que no tienen, a los
necesitados, ya sea en forma de caridad o de cualquier otra.
Pero en la actualidad en un mundo moderno como el nuestro eso no se ve en la práctica
ya que lo que surgen son necesidades superfluas, cosas que en verdad no son necesarias,
pero las personas lo quieren por el simple hecho de consumir, ahí surge el consumismo,
una fuerza que empuja a las clases sociales a entrar en conflicto pues, en una se ve la
avaricia y el egoísmo de unos y en la otra se refleja la necesidad y angustio de otros
muchos más.