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LA VIRGINIDAD DE FOUCAULT
Sergio Pérez
Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa
200 RIFP/8(1996)
CRÍTICA DE LIBROS
las bestias son mejores. Para otros autores, tensión humorística con el carácter y las
en cambio, el reino animal en su simplici- razones que determinan la conducta de
dad sólo es útil para mostrar la sofistica- Leucipa y Clitofonte.
ción y la complejidad del deseo humanos. Naturalmente, la filosofía es objeto de
La separación de éstos respecto a aquél es burla, como una pretensión exagerada y
indicativa de la alta valoración que mere- de dudosa honestidad moral. De ahí que
cen aquellas mentes filosóficamente edu- con frecuencia aparezca la cuestión de si
cadas, que orientan su atención y sus de- es mejor pasar el tiempo con una prostitu-
seos hacia miembros de su mismo sexo. ta o con un filósofo. Este tropo, largamen-
Es esta línea de argumentación la que lle- te popular, aparece en Luciano, en su
vó a Luciano a afirmar que los leones ma- Diálogo de prostitutas, en el que una de
chos no desean a los leones machos, por ellas se queja de haber sido abandonada
eso los leones no hacen filosofía. pQr su joven amante, seducido por las
Esta «naturalización» del deseo mascu- promesas de felicidad que el filósofo le
lino es indisociable de una concepción de ofrece como recompensa por llevar una
lo que según estos textos elusivos e iróni- vida sobria. Aparece también en Sátiro,
cos significa «hacer filosofía», la cual na- tal como lo recoge Atenao; aquí, Glicera,
turalmente, está muy lejos de lo que la fi- una prostituta, es acusada de corromper
losofía afirma de sí misma. Irreverentes, a a un joven por el filósofo Stilpo. Ella re-
veces brutalmente groseros, lo cierto es plica: «estamos enfrentados al mismo car-
que estos escritos asocian una concepción go, Stilpo. La gente dice que tú corrom-
de la práctica de la filosofía a la sexuali- pes a todo el que se te acerca al enseñar
dad, que no está centrada en la búsqueda sofismas erísticos, mientras yo enseño so-
de principios normativos, sino en lo que fismas eróticos. Por tanto, no hay diferen-
podría llamarse un «modo de vida». cia en la corrupción y en la mala expe-
Goldhili sostiene que lo que significa «ha- riencia que se obtiene al malgastar el
cer filosofía» en la antigüedad tardía no tiempo, sea con una prostituta o con un
está determinado únicamente por las dis- filósofo» (Goldhili, p. 99). Más aún, un
ciplinas reflexivas y normativas, sino tam- tema igualmente frecuente es el de la su-
bién por estos vectores irónicos y eróticos. perioridad de la prostituta. Así sucede en
Por eso estos textos se permiten «hacer fi- una carta escrita por Alcifrón: en ella,
losofía» en contextos insólitos. En Leuci- Thais, una prostituta, escribe a su antiguo
pa y Clitofonte de Aquiles Tacio, por amante Eutidemo hurtándose de la con-
ejemplo, se la encuentra en dos contextos: versión que éste ha sufrido al contacto
como parte de la reflexión necesaria para con los filósofos. Ella asegura que la afir-
seducir vírgenes, y como voluntad de au- mación del filósofo acerca de la abstinen-
tocontención, como orientación al auto- cia sexual es pura hipocresía (ella misma
control en el plano sexual. En efecto, tan- ha debido rechazar las proposiciones del
to en el proceso de la seducción como en que se pretende sabio). Según Thais, «tan-
el momento en que los personajes logran to el filósofo como la prostituta trabajan
dormir castamente juntos, la filosofía apa- por dinero; la diferencia es que las prosti-
rece en su sentido de «vocación hacia la tutas son más religiosas puesto que provo-
castidad sexual y a los argumentos que can numerosos juramentos a los dioses,
respaldan a ésta», en su sentido de asee- mientras que los filósofos niegan la exis-
sis, como un acto estoico de sufrimiento tencia de Dios. Además, las prostitutas ja-
silencioso, pero es puesta de inmediato en más promueven el incesto y nadie que co-
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CRITICA DE LIBROS
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