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Diez Conciertos de Beethoven - 03

[ ] = Comentario y opiniones que este cronista asume con toda responsabilidad; y


puede omitirse sin que afecten la reseña que se hace de las clases de Pololo. O que ud.
puede eliminar en caso que de resultarles molestas.

[ Estos apuntes no sustituyen el placer de la asistencia a clases, donde además de la


amistad, se comparte la energía del grupo y de Pololo. Es una experiencia irrepetible,
como cuando asistimos a una sala de concierto o de teatro.
Sugerimos  repetimos  el disfrute de lo recibido en el Espacio Suizo, en
casa  recurriendo a esa inmensa audioteca que es youtube.com, donde también
pueden comparar las diferentes interpretaciones hasta encontrar las  que más les
gusten.  Use y disfrute el Canal Clásico y TVe a la carta de España ( www.rtve .es)]
 
Jueves 24 mayo 2012

Concierto para piano y orquesta  No 3, en do menor, op 37 (1800-02)

Desde el Décimo Curso no habíamos tenido información extra sobre Beethoven, y este
Nivel es una buena oportunidad de retomarlo para quienes se han incorporado
posteriormente a estos encuentros en el Espacio Suizo.

Cuando vemos un cuadro no lo apreciamos tanto como cuando tenemos alguna


información del autor y de la misma obra; si se trata de un cuadro pintado por alguien
sin manos, lo valoramos mucho mas. Pasa lo mismo cuando una música llama nuestra
atención. En ambos casos apreciamos:

- la estructura

- En el mundo cultural no basta con ver la obra. Queremos saber quien la


produjo, en que tiempo histórico, las características, las circunstancias ( si
era rico o pobre, enfermo), su carácter (si era o no impulsivo, por
ejemplo), si era una personalidad que reaccionaba.

Siempre es bueno documentarse sobre los compositores y sus obras. Y vamos a ver un
DVD que para ubicarnos con respecto a Beethoven, para adentrarnos en dos planos.
en cuanto a la información y a la formación, informarnos quién era y formarnos por
qué y cómo era.

Homenaje a Dietrich Fischer- Dieskau ( 1925-2012)

Pero antes, haremos un sentido homenaje a Dietrich Fischer – Dieskau, especialmente


en su faceta de liederista. Un lied es un poema al cual se le compone música. Cuando
un compositor está creando su propia idea y la desarrolla no está tan limitado como
cuando se trata de un texto poético. Además de escribir la música cónsona con el
texto, el compositor debe ser capaz de crear un marco ambiental de la intención del
poema. No es lo mismo hablar de la belleza de las montañas, que describir como son
sus bosques, pero además a qué hora o estación la estás viendo, si está lloviendo o no.
Es decir hay una cantidad de variables a incluir en la expresión. `Después de escrito,
hay que buscar la voz que lo cante, la persona que lo interprete, capaz de comunicar la
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intención de la obra. El lied ilustra muy bien todo lo que hemos dicho. Después de
escribir la música, buscar la persona que lo va a cantar, que haga en la intención vocal
la diferencia. Con toda la maravilla que es como cantante, Plácido no canta lied, y no
es porque no sepa cantar. En el lied hay una inflexión en la voz, un portamento de
notas, pasajes de respiración, medias voces, intenciones que dejan morir la frase, que
suspira. Y Dieskau era un maestro del lied.

Del DVD Schwarzkoff, Seefried y Fisher Dieskau, del Sello EMI, con grabaciones en
Londres, 1959, veremos En primavera, D882, de Franz Schubert. Observen como
cambia la entonación. Si no tenemos textos, nos perdemos gran parte del valor de la
obra, de entenderla y disfrutarla. Por eso en todas las obras cantadas, sin un texto
estamos perdidos en cuanto a la apreciación musical.

Volviendo a Beethoven, Pololo enumeró la cantidad de obras por géneros: 32 sonatas


para piano, 16 cuartetos de cuerda, 7 tríos, 10 sonatas para violín y piano, una ópera,
5 conciertos para piano y orquesta, uno para violín y orquesta, un triple concierto, 9
sinfonías, oberturas, etc. Seguidamente colocó el programa de A&E Mundo, The sound
and the Fury, dedicado a la vida de Beethoven, y el cual se resume a continuación:

The sound and the fury

Ludwig van Beethoven (Bonn, Alemania, 16 de diciembre de 1770 – Viena, Austria, 26


de marzo de 1827) . Su abuelo y su padre fueron músicos, siendo más destacado el
abuelo que su hijo. El padre de Beethoven estaba muy impresionado por el hecho de
que Mozart daba conciertos a los siete años y quería que su hijo siguiera sus pasos.
Con la intención de hacer de Ludwig un nuevo niño prodigio, comenzó a enseñarle
piano, órgano y clarinete a temprana edad. Sin embargo, el estudio musical coartó el
desarrollo afectivo del joven, que apenas se relacionaba con otros niños. En mitad de
la noche, Ludwig era sacado de la cama para que tocara piano a los conocidos de
Johann, a quienes quería impresionar; esto causaba que estuviera cansado en la
escuela. Es un milagro que ante tanto castigo físico Beethoven no se desviara de la
música, practicaba mejor a solas . Sin embargo quedaron secuelas de tales maltratos,
le costaba confiar en los demás, para él el mundo era un lugar peligroso. Su padre era
alcohólico, lo que ocasionaría que perdiera el puesto de director de la orquesta de
Bonn —puesto heredado del abuelo Ludwig—, y la madre estaba frecuentemente
enferma; Ludwig la amaba mucho y la llamaba «mejor amiga».

El 26 de marzo de 1778, cuando tenía 7 años, Beethoven realizó su primera actuación


en público en Colonia. Su padre afirmó que la edad de Ludwig era de 6 años, para que
el músico pareciera más joven y destacar su precocidad. Por ello, siempre se creyó que
Beethoven era más joven de lo que era en realidad. Debido a que el talento musical y
pedagógico de su padre era limitado, Ludwig comenzó a recibir clases de otros
profesores. Sus avances fueron significativos, sobre todo en la interpretación del
órgano y la composición guiado por músicos experimentados como Christian Gottlob
Neefe, quien fue un profesor muy importante e influyente en la instrucción de Ludwig.
Neefe supo valorar inmediatamente el nivel excepcional de Beethoven, y transmitirle
los conocimientos musicales, también le dio a conocer las obras de la música de Bach
y Haydn. A los 10 años Beethoven deja la escuela y se dedica plenamente a la música.
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En 1782, a los 11 años de edad, Beethoven publicó su primera composición titulada 9


Variaciones sobre una Marcha de Erns Christoph Dressler (WoO 63). Un año después,
Neefe escribió en la Revista de Música acerca de su alumno: «Si continúa así, como ha
comenzado, se convertirá seguramente en un segundo Wolfgang Amadeus Mozart».
En junio del siguiente año, Ludwig es contratado como músico en la corte del príncipe
elector de Colonia, Maximilian Franz, por recomendación de Neefe. Este puesto le
permitió frecuentar la música de los viejos maestros de capilla además de facilitarle la
entrada en nuevos círculos sociales, en los que se encontraban algunos de los que
serían amigos suyos durante toda su vida, como la familia Ries, los von Breuning (en
cuya casa conoció a los clásicos y aprendió a amar la poesía y la literatura), el violinista
Karl Amenda o el doctor Franz Gerhard Wegeler (con quien años más tarde viajaría a
Viena).  Beethoven era de piel morena y tenía la cara con marcas de viruela.

Beethoven encuentra una vía de escape de la presión familiar en 1787 cuando, con 17
años, marcha a la capital austriaca apoyado por su mecenas, el conde Waldstein, quien
sufraga los gastos del viaje y, lo más importante, le convence de sus posibilidades de
éxito. Parece que durante este viaje a Viena tuvo lugar un fugaz encuentro con Mozart.
En relación a este encuentro, solo existen textos de discutible autenticidad. De
cualquier modo, la leyenda dice que Mozart habría dicho: «Recuerden su nombre, este
joven hará hablar al mundo».

Al poco tiempo su madre enfermó gravemente y su padre le pidió por carta que
regresara a Bonn inmediatamente. Murió finalmente de tuberculosis el 17 de julio de
1787. Tras este hecho, Beethoven comenzó a ejercer el papel de su padre dentro del
hogar familiar, ya que tras la muerte de su madre, su padre entró en depresión y su
dependencia del alcohol se incrementó y por ello fue incapaz de cuidar a sus hermanos
menores. A causa de su alcoholismo, Johann van Beethoven fue detenido y
encarcelado. Tras esto, el joven Ludwig tuvo que asumir la responsabilidad y se vio
obligado a mantener a sus hermanos y a sí mismo, tocando el violín con una orquesta y
dando clases de piano durante cinco años, mientras que su padre seguía preso. Su
padre falleció finalmente el 18 de diciembre de 1792.  En 1789 estalla la Revolución
Francesa; en Viena se disfrutaba de un ambiente en el que se puede hablar, discutir y
razonar las ideas.

En 1792 el príncipe elector de Bonn vuelve a financiar un viaje a Viena, ciudad en la


que permaneció el resto de su vida Beethoven recibió clases de composición con
Joseph Haydn, de contrapunto con Johann Georg Albrechtsberger y Johann Baptist
Schenk y de lírica con Antonio Salieri. En esta época participaba en duelos musicales
con otros pianistas, siendo el más renombrado el de 1800, en el palacio de Lobkowitz
contra Daniel Steilbelt.

Con 24 años publicó su primera obra importante: tres tríos para piano, violín y
violonchelo (Opus 1) y el año siguiente, en 1795, realizó su primer concierto público en
Viena como compositor profesional, en el que interpretó sus propias obras. Ese mismo
año le propuso matrimonio a Magdalena Willman, quien se negó. Posteriormente,
realizó una gira por Praga, Dresde, Leipzig, Berlín y Budapest. En 1796 publicó tres
sonatas para piano (Opus 2).
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La corte, la nobleza y la Iglesia vienesas acogieron la música de Beethoven y se


convirtieron en mecenas y protectoras del joven músico. Para Beethoven la música no
era para la diversión, sino para poner transformar a las personas. Lo que compone
Beethoven es visto como de muy difícil ejecución, incluso su escritura era no
convencional desarrolla una forma de arte que te afecta la emoción de manera
diferente, por esto eran frecuentes las disputas en estos estamentos y el compositor,
debido al carácter fuerte e impulsivo del músico, pero este hecho le hizo granjearse un
gran respeto en la ciudad. Entre sus mecenas se encontraban personalidades como el
príncipe Karl von Lichnowsky (a quien dedico su Sonata Appasionata) y el barón
Gottfried van Swieten. Por esa época se desligó de Haydn, con el que no coincidía
musicalmente pero a quien, a pesar de esto, dedicó los tres tríos. 

En 1800, Beethoven organizó un nuevo concierto en Viena en el que realizó la


presentación de la Sinfonía No. 1. Su actividad musical iba en aumento, impartía clases
de piano entre las jóvenes aristócratas, con las que mantuvo romances esporádicos. Al
año siguiente, Beethoven se confiesa preocupado por su creciente sordera a su amigo
Wegeler. En Heiligenstadt, el año siguiente escribió el conocido Testamento de
Heiligenstadt , en el que expresa su desesperación y disgusto ante la injusticia de un
músico pudiera volverse sordo, algo que no podía concebir ni soportar. Incluso llegó a
plantearse el suicidio, pero la música y su fuerte convicción de que podía hacer una
gran aportación al género hicieron que siguiera adelante, sabía que todavía tenía
mucha música por descubrir, explorar y concretar. 

Según el director Kurt Masur, la Primera y Segunda sinfonías lo hicieron sentir seguro.
En 1801, la Sonata Claro de Luna. Con la llegada de la sordera, hacia 1802, se vuelve
violento, cambios de humor, y orgulloso. Trasciende el Testamento de Heilingenstadt.
Beethoven con su música. En el dvd se deja oír el Cuarteto Op,. 53 No. 3

Su carácter lo revive; la Sinfonía No. 3 eleva su autoconfianza. Escrita en un principio


en «memoria de un gran hombre», porque veía a Bonaparte, como un liberador de su
pueblo, pero en cuanto se declaró a sí mismo Emperador, Beethoven se enfureció y
borró violentamente el nombre de Napoleón de la primera página de la partitura. La
Eroica se estrenó finalmente el 7 de abril de 1805. la Sinfonía No. 3 está compuesta al
espíritu de la revolución no a la persona. De esta época son la Sonata para piano No.
8, llamada “Patética”, y la Sonata para piano No 14, llamada “Claro de Luna”
La Quinta Sinfonía (1808) será la propia revolución de Beethoven. Ya sordo, compone
la Sinfonía No. 6, “Pastoral “, que demuestra su gran amor por la Naturaleza. Deja de
tocar en público y se dedicó por completo a la composición. Ni hacia nada sin pasión o
entrega total. Fidelio es una declaración de fe en la Humanidad. Europa liberada.

Muy pronto Beethoven dejó de necesitar los conciertos y recitales en los salones de la
corte para sobrevivir. Los editores se disputaban sus obras; además, la aristocracia
austriaca, quizás avergonzada por la muerte de Wolfgang Amadeus Mozart en la
pobreza, le asignó una pensión anual. Debido a la pérdida de sus capacidades
auditivas, se entregó a una febril actividad creadora, y, a la par, sufrió penalidades
personales producidas por dos desengaños amorosos. No llegó a casarse nunca pero se
le atribuyen varios romances, sobre todo entre damas de la nobleza. Quizá el gran
amor de su vida fue Antonie von Birkenstock, casada con el banquero alemán Franz
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Brentano. Luego todo terminaría mal y rompería con Antonie. La carta de 1812 , “A la
amada inmortal” se supone dirigida a la Brentano, todo un misterio romántico [ver
por ejemplo la película de Bernard Rose, 1994 “La amada inmortal” ].

Entre 1804 y 1807 estuvo enamorado de la joven y bella condesa Josephine Brunswick,
viuda del conde Joseph Graf Deym. Su amor era correspondido por parte de la condesa
pero éste no pudo concretarse debido a las rígidas restricciones sociales de la época y
la estricta separación entre la nobleza y el vulgo, por lo que la relación cesó. Durante
este período, Beethoven había terminado Leonore, su única ópera. Compuso hasta
cuatro oberturas diferentes y finalmente cambió el nombre de dicha ópera a Fidelio,
en contra de sus deseos. El 20 de noviembre de 1805 fue la fecha de la primera
representación, que tuvo poca afluencia de público ya que esa misma semana las
tropas de Napoleón habían entrado por primera vez en Viena. En los años siguientes,
Beethoven incrementó su actividad creadora y compuso muchas obras, entre ellas la
Quinta Sinfonía, la Sinfonía Pastoral, la Obertura Coriolano y la bagatela para piano,
“Para Elisa.” 

Sus apariciones en público eran cada vez más infrecuentes. El 22 de diciembre de 1808
Beethoven dio uno de sus últimos conciertos en vivo, en una larga jornada que incluyó
el estreno de la Fantasía para piano, orquesta y coro Op. 80, las sinfonías Quinta y
Sexta, el Concierto para piano n.º 4 Op. 58, el aria Ah, perfido! y tres movimientos de la
Misa en Do mayor Op. 86.

En 1809, Beethoven no estaba conforme con su situación en Viena, especialmente


bajo el aspecto económico. Entonces se planteó la invitación de Jerónimo Bonaparte,
para dejar Viena y trasladarse a Holanda. Su vieja amiga la condesa Anna Marie
Erdödy, logró convencer a Beethoven para que se mantuviera en Viena con la ayuda de
sus más ricos admiradores, entre los que se encontraban el archiduque Rudolf, el
príncipe Lobkowitz y el príncipe Kinsky, que ofrecieron a Beethoven una pensión anual
de 4000 florines, lo que le permitió vivir sin preocupaciones económicas. La única
condición que le pusieron fue no abandonar la ciudad de Viena, condición aceptada
por el compositor. Dicha pensión lo convirtió en el primer artista y compositor
independiente de la historia, ya que anteriormente los músicos y compositores (Bach,
Haydn y Mozart incluidos) eran sirvientes en las casas de la aristocracia, formando
parte de su personal doméstico y componiendo e interpretando según sus amos les
pedían. En cambio, las condiciones del arreglo al que llegó Beethoven con sus
benefactores daban libertad al compositor de componer lo que él quisiera, bajo
demanda o no, y cuando él quisiera. 

En 1812, Beethoven se traslada al balneario de Teplice y durante su estancia escribió la


carta Amada inmortal, que provocó multitud de especulaciones sobre su destinataria
aunque nunca se ha podido averiguar con exactitud. En 1977 el musicólogo
estadounidense Maynard Solomon [autor de una biografía traducida al español]
afirmó que la carta iba dirigida a Antonie Brentano, la esposa de un mercader de
Fráncfort del Meno y madre de cuatro hijos. Debido a su sentido ético y su miedo al
matrimonio, Beethoven abandonó esta relación, a pesar de los conflictos emocionales
que le causó.
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En 1813 comenzaron los problemas económicos del compositor; uno de sus mecenas,
el príncipe Lobkowitz, sufrió una quiebra económica y el príncipe Kinsky falleció al
caerse de su caballo y sus herederos decidieron no pagar las obligaciones financieras
que el príncipe había contraído con el músico.

En 1814 acabó las Séptima y Octava Sinfonías y revisó la ópera Fidelio, que fue un gran
éxito, tanto de afluencia de público como económico, al igual que el resto de
conciertos que realizó en esa época. Algunas fuentes apuntan a que el último concierto
público de Beethoven tuvo lugar el 11 de abril de ese año y consistió en el estreno del
Trío Op. 97, junto al violinista Ignaz Schuppanzigh y el violonchelista Joseph Lincke. 

Tras la muerte de su hermano Kasper Karl el 15 de noviembre de 1815 tomó la


decisión de acoger a su sobrino Karl, de 9 años de edad, en contra de la voluntad de su
cuñada. En los años comprendidos entre 1815 y 1820 dedicó gran parte de sus
energías y su tiempo a la batalla legal para ganar la custodia de su sobrino Karl. En este
juicio quedó expuesta la personalidad desagradable del compositor. Este esfuerzo le
supuso dejar prácticamente de componer (a pesar de lo cual cosechó sus dos mayores
«éxitos» en esta época). Al vencer en los tribunales con el caso de la custodia, se
dedicó a la formación musical de Karl con falsas esperanzas, ya que el chico no tenía
dotes musicales. La relación con su hijo adoptivo no era excelente: constantemente
tenía que encontrarle nuevos tutores, ya que tenía conflictos con ellos; y éste
escapaba con su madre y peleaba constantemente con el tío. 

Después de 1815, Bonaparte fue definitivamente derrotado y el canciller austriaco


Klemens von Metternich instauró un régimen policíaco para impedir rebrotes
revolucionarios. Beethoven fue una voz crítica del régimen. En esta época su nombre
era muy respetado en el Imperio y en Europa Occidental, sobre todo en Inglaterra, en
parte gracias al éxito de La victoria de Wellington. 

En 1816 realizó el primer esbozo de la Novena Sinfonía y dos años más tarde, su
antiguo alumno y benefactor el archiduque Rudolf fue nombrado cardenal, motivo por
el cual Beethoven comenzó a componer la Misa en Re, aunque no estuvo terminada
antes de la ceremonia de entronización. En 1822, Beethoven tuvo un encuentro con
Rossini en Viena, ciudad en la que éste estaba cosechando grandes éxitos. Debido a las
dificultades con el idioma y la sordera de Beethoven el encuentro fue breve. 

Beethoven pasó los últimos años de su vida casi totalmente aislado por la sordera,
relacionándose solamente con algunos de sus amigos a través de los «cuadernos de
conversación», que le sirvieron como medio de comunicación. Su último gran éxito fue
la Novena Sinfonía, terminada en 1823. En los tres años finales se dedicó a componer
cuartetos de cuerda y la Missa Solemnis. El 13 de abril de ese año conoció a Franz Liszt,
que entonces tenía 11 años, durante un concierto del compositor húngaro y lo felicitó
por su interpretación. El estreno de la Novena Sinfonía tuvo lugar el 7 de mayo de
1824 y fue un rotundo éxito a pesar de las dificultades técnicas que la sinfonía
entrañaba. Este éxito no se tradujo en una ganancia financiera y los problemas
económicos continuaron acuciando al compositor, que aunque tenía el dinero que
estaba ahorrando, no lo podía utilizar ya que estaba destinado como herencia para su
sobrino. 
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La salud del maestro decayó inexorablemente durante su estancia en la casa de su


hermano en Gneixendorf, a pesar de los cuidados de su familia.. En esa época comenzó
la composición de la Décima Sinfonía. El joven sobrino se reconcilió con su tío tras el
lamentable episodio del intento de suicidio. A pesar de los cuidados de su médico y el
cariño de sus amigos, la maltrecha salud del músico, que había padecido problemas
hepáticos durante toda su vida, empeoró.

El 24 de marzo de 1827, Beethoven recibe la extremaunción y la comunión según el


rito católico; las creencias personales de Beethoven siempre fueron muy poco
ortodoxas. Anselm Hüttenbrenner, dejó el siguiente testimonio de su muerte: “De
repente hubo un relámpago, acompañado de un violento trueno, y la habitación del
moribundo quedó iluminada por una luz cegadora. Tras ese repentino fenómeno,
Beethoven abrió los ojos, levantó la mano derecha, con el puño cerrado, y una
expresión amenazadora, como si tratara de decir: «¡Potencias hostiles, os desafío!,
¡Marchaos! ¡Dios está conmigo!» o como si estuviera dispuesto a gritar, cual un jefe
valeroso a sus tropas «¡Valor, soldados! ¡Confianza! ¡La victoria es nuestra!». Cuando
dejó caer de nuevo la mano sobre la cama, los ojos estaban ya cerrados. Yo le sostenía
la cabeza con mi mano derecha, mientras mi izquierda reposaba sobre su pecho. Ya no
pude sentir el hálito de su respiración; el corazón había dejado de latir”.

 Dos días después de su fallecimiento, el 29 de marzo, tuvo lugar el funeral. Se celebró


en la Iglesia de la Santa Trinidad, distante un par de cuadras del domicilio de
Beethoven, y en él se interpretó el Réquiem en re menor de Wolfgang Amadeus
Mozart. Al mismo asistieron más de 20000 personas, entre las que se encontraba
Schubert, gran admirador suyo. El actor Heinrich Anschütz leyó la oración fúnebre que
fue escrita por el poeta Franz Grillparzer, a las puertas del cementerio de Währing,
ahora Schubert Park.

En su escritorio de trabajo se encontró el Testamento de Heiligenstadt, redactado en


1802, en donde explica a sus hermanos el porqué de su profunda amargura. También
se encontró la mencionada desgarradora carta de amor dirigida a su «Amada
inmortal» a la que llama «mi ángel, mi todo, mi mismo yo». 

Estudios realizados en el Centro de Tratamiento Pfeiffer en Warrenville (Illinois) en


2005 han revelado algunos datos sobre las causas de su muerte. Los análisis de un
mechón de su cabello y de un fragmento de su cráneo dieron como resultado la
existencia de altas concentraciones de plomo, lo que indica que el compositor podría
haber padecido saturnismo. Aparentemente, Beethoven ingería agua contaminada con
plomo, que se obtenía de un arroyo campestre creyendo que tenía propiedades
curativas. Las últimas investigaciones señalan que fue por el plomo de los vasos que
usaba para beber. A raíz de dichos estudios se pudo saber que el compositor padecía
problemas estomacales desde los veinte años y que en ocasiones sufría crisis
depresivas. Los problemas estomacales y el cambio de personalidad que sufrió a los
veinte años concuerdan con el diagnóstico de envenenamiento por plomo. 

La vida personal de Beethoven fue problemática debido a su creciente sordera que le


llevó a plantearse el suicidio, según afirmó en los documentos encontrados en el
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Testamento de Heiligenstadt. A menudo Beethoven era irascible y puede que sufriera


trastorno bipolar. Sin embargo, tuvo un círculo íntimo de amigos fieles durante toda su
vida, quizás atraídos por la fortaleza de su reputada personalidad. 

Como creador Beethoven se consideraba a si mismo a la par de la nobleza, porque


como creador sólo era precedido por Dios. Hay numerosas evidencias del desdén que
sentía Beethoven hacia la autoridad y el sistema de clases sociales. Detenía su
interpretación al piano si su audiencia comenzaba a hablar entre sí o si dejaban de
prestarle total atención. En los eventos sociales, se negaba a interpretar si le invitaban
a hacerlo sin previo aviso. Pero en ese rechazo a la nobleza, Beethoven jugó también
sobre su posible origen noble , por el “van” de su apellido.

En 1977 se lanzó al espacio profundo la sonda Voyager, que lleva como legado de la
Humanidad, la Novena Sinfonía de Beethoven.

Cierra Pololo diciendo que hemos tenido una pincelada de un personaje, y lo que no
vimos es lo que nuestra mente va a producir a respecto a Beethoven.

Concierto para piano y orquesta  No 3, en do menor, op 37

El primer bosquejo que se conoce de este concierto data de 1797. El mismo Beethoven
lo estrenó como solista en Viena el 05 de abril de 1803; se sabe que tocó la parte de
piano solista de memoria, porque no había terminado por completo los arreglos;
completó la parte solista sólo un año después, cuando su amigo y alumno Ferdinand
Ries tenía que tocarlo.

Este concierto marca el inicio del Beethoven sin tanta influencia de Mozart y Haydn, no
obstante mantiene el estilo clásico, mantiene los tres tempos: rápido, lento, rápido. El
último movimiento es un Rondo. Frases elegantes en el piano, pero hay rasgos del
Beethoven al que siempre nos referimos. El piano está en perfecto equilibrio con la
orquesta, en su intervención como planteador del discurso, y además lleva el
equilibrio entre la emoción y el sentimiento que va expresando.

Aún se aprecia una estructura bastante convencional en la disposición del tutti y en las
cadenzas del solista (comparte la tonalidad y connotaciones del Concierto No. 24, K
491 de Mozart; también del Concierto No. 15 en Si bemol, K450, de Mozart; pero más
que influencias se considera un homenaje a Mozart). El dramatismo en el primer
movimiento es muy beethoveniano. Y el segundo movimiento es muy refinado y
cálido, de ambiente nocturno, es notablemente moderno en sus armonías.]

Para el Concierto de piano No. 3, Pololo seleccionó la interpretación en Video del


pianista Murray Perahia ( Nueva York, 1947) con Sir Neville Mariner dirigiendo la
orquesta de Saint Martin in the Fields, en el , Royal Festival Hall, 1988, en sus tres
movimientos: 1. Allegro con brio,2. Largo, y 3. Rondo Allegro

Recuerden que la tarjeta de presentación del concierto está en su primer movimiento.


Su carácter, su fuerza, su ímpetu.

1. Allegro con brío


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Movimiento en forma sonata. De carácter, fuerza, ímpetu. Abre con una introducción
orquestal con el tema A. Se repite, y lo recoge el solista. En la orquesta dialogan las
cuerdas y las maderas. En los violines y luego en el clarinete, la orquesta presenta el
segundo tema, que tiene fuerza y carácter, pero sin dejar de ser sensible. Se repite,
suave, brillante, decisivo. No pierdan detalle a la dinámica , a la instrumentación, a los
temas [observen los movimientos casi de Tai chi del pianista, del cruce de las manos
sobre el piano para mantener la expresión del piano] El tema B está bien definido, y
contrasta con el tema A. Vuelve a repetirlo con otra intención. Tema A en las cuerdas.
Todo lo que hemos oído es la introducción, introducción galante. En las cuerdas el
tema antes de la entrada del piano. En el piano el mismo tema de la orquesta, con
doble intención pero suave. Cambio de la intención pero el peso es el mismo. La
orquesta contesta. Dialogo - piano orquesta; aceptación de la orquesta del
planteamiento del solista. Tema B en el piano. Los vientos madera (clarinete) y
cuerdas. Sientan la intención del piano, su ternura, la forma de negociar su
planteamiento. Conversación intensa, convincente. Diálogo piano orquesta. Las
trompas. Después del piano un pasaje con júbilo, de aceptación, brillante. El tema
desarrollado. Vuelve el piano y le contesta la flauta y las maderas, crece la orquesta.
Pensamientos que enriquecen la idea original. Otra idea en el piano, misteriosa. Oboes
y cuerdas. Piano. El piano solista. Escuchen la mano izquierda. Los cornos. Cambios en
el piano, orquesta, los fagotes. Desarrollo. Acorde orquestal de suspenso, indicando el
inicio de la cadenza sobre el mismo tema. Atención a la mano derecha. Muy tierno.
Belleza de la idea. Se apasiona., destacan los timbales. Escalas suben y bajas, las deja
en un trino. Ralentiza el tempo, trino y la orquesta embelesada. Insistencia. Terminan
la orquesta y el piano.

2. Largo

En el segundo movimiento el compositor expresa lo lírico, lo bello, lo sublime.


Entra el pianista. Identificarse con cada paso y con cada intención, la intensidad, color,
presión, el sitio. Es de una ternura muy delicada. Entra la orquesta muy dulce, tierna,
sublimemente, inspiradamente. En las cuerdas que ascienden. Oscuro en los cellos,
denso, intenso, sublimemente denso. La orquesta ha expresado su sentimiento. Habla
el piano, la orquesta. Vuelve el piano solo de nuevo, entra la orquesta y dialogan los
dos. Las cuerdas y flauta. Modulación alta en la orquesta. Se sienten los graves y
vuelve a entrar el piano. Un fagot, contesta la flauta al piano; sientan el mensaje que
está en los sonidos, la orquesta suspende y cae plácidamente en escalas descendentes
que continúan en el piano. Toma el tema primo, así comenzó. La orquesta
suavemente. Flauta y piano. El piano cambia y la orquesta también, delicadeza.
Horizonte de nobleza, de sentimientos. Conéctense. Cuerdas, graves. Vuelve a estar
en el piano. Adios en las cuerdas, todo en paz, en reposo, armonía. Nobleza y dulzura,
un anhelo, satisfecho. Corno cierra con la orquesta. La orquesta ha expresado su
sentimiento, habla el piano, la orquesta, vuelve el piano solo de nuevo. Entra la
orquesta y dialogan los dos, las cuerdas y la flauta.
3. Rondó

La forma ABACADA es una técnica, lo más esquemática y por lo tanto se aplica a


cualquier obra musical, orquestal, sean conciertos, sinfonías obras de cámara, etc.
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Comienza con las cuerdas tocando suavemente un acorde ascendente. El segundo


tema lo presentan los vientos. En el piano tema A, vientos madera. Entra el piano la
orquesta . tema B, entra el piano. ABA. El oboe.. El piano, ralentiza, aprecien la mano
derecha y la orquesta. Oboe, flauta y toda la orquesta. Tema C en el clarinete y fagot,
luego vuelve el piano. Clarinete, luego el fagot, y está de nuevo en piano, alegre,
saludable, desarrollo feliz. En los cellos, violas, violines, contrabajo. Entra el piano para
terminar el tema C, síncopas en las cuerdas (cambio del acento en el ritmo), vuelve el
tema A otra vez. Piano, trompetas y entra el tema D. Vuelve el tema B, gran resolución
orquestal que cede paso al piano solista, semicadenza y luego una coda.

Entre los compositores que compusieron cadenzas para este concierto están Brahms y
Liszt. [ El tema mismo de las Cadenzas, y particularmente en las obras de Beethoven,
dan para un curso]

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