Sesión 3

MOISÉS Y LAS DIEZ INVITACIONES

Los mandamientos de Dios son absolutos.

1. La tendencia del siglo veinte es escapar, encogerse de hombros frente a

las demandas de la palabra y decir: “la próxima vez lo haré”.

2. Dios nos manda a amar. Juan 13:34

3. No toda pasión es amor, no todo amor es pasión

Ejemplo: 2Samuel 13:1-19 (Biblia Viviente)

El príncipe Absalón, hijo de David, tenía una hermana hermosa, llamada
Tamar. Y el príncipe Amnon (medio hermano de ella) llegó a estar tan
atormentado por su amor por ella, que se enfermó... v.11 Pero mientras
estaba parada ella frente a él, éste la abrazó y le demandó: “ven a la
cama conmigo”... v.12 Entonces de repente su amor se volvió en odio, y
ahora la odiaba más de lo que la había amado.

4. El verdadero amor es siempre bueno. Romanos 13:10

5. El amor se centra en la voluntad; puede ser mandado. Salmo 18:1

Dios nos ordena que nos arrepintamos.

Hechos 17:30
...pero ahora manda a todos los hombres en todo lugar que se
arrepientan.

I. Mandamiento: No hay opciones.

II. Invitación: Dos opciones.(acepta o rechaza)

6. Cuando un hombre obedece a Dios, maximiza su hombría.

7. Se nos a enseñado a invitar a la gente a aceptar a Jesucristo. Cuando

Dios nos manda ordenarles que se arrepientan.

8. No hemos sido invitados a obedecer a Dios. Se nos manda obedecerle.

Obediencia a los mandamientos de Dios trae paz.

Proverbios 3:1, 2
Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos;
porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán.
También Salmo 119:165

1. Sólo la obediencia puede traer paz; la desobediencia destroza la paz.

 Isaías 57:21

2. Ningún espíritu de desobediencia entrará al cielo.

1 Corintios 6:9-10

Dios manda confesar.

a) Confesión para despojarse del pecado.

b) Confesión para vestirse de justicia.

1. Confesión para despojarse del pecado. 1 Juan 1:9; Proverbios 28:13

a. El pecado no confesado es pecado no perdonado.

Lucas 18:9-14 - Parábola del Fariseo y del Publicano.

b. La verdad y la realidad son sinónimos. – Al tratar con el pecador la

verdad debe hablarse en amor.

Efesios 4:15

c. El pecado trae la perversión de los mejores afectos.

Ejemplo: 1 Samuel 19:1-7 - David y Absalón.

d. La tristeza según Dios es necesaria para el arrepentimiento.

2 Corintios 7:10

e. El sufrimiento es uno de los más grandes maestros de la vida.

Salmo 119:71

f. La convicción es para llevar a arrepentimiento, no para herir.

Deuteronomio 5:29

g. Dios ama al pecador, pero odia el pecado.

Romanos 5:8

h. El hombre blanquea. Dios te limpia.

Mateo 23:27, 28

2. Confesión para vestirse de justicia

Romanos 10:9, 10
 El perdón es un alivio.
Si Usted nunca tiene la disposición de aceptar la responsabilidad por
sus pecados, y pedir perdón, nunca podrá conocer la verdadera
hombría.
Dios nos libra para siempre del pecado arrepentido. Salmo 103:12

Los hombres necesitan aprender este tipo de perdón. Efesios 4:32

La falta de perdón retiene

Mateo 6:14, 15

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros

vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco
vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

La falta de perdón te ata al pecado de aquel que te hizo daño.

Cuando no perdona carga con le pecado de la persona que te hizo daño y
lo cometes vez tras vez, con una persona tras otra.
Ejemplo: Moisés - Salmo 106:32; Núm 20:2-12

1. El enojo de Moisés con los hijos de Israel por su rebelión en Meribá, lo

llevó a su propia rebelión en contra de los mandamientos de Dios. Él no
solamente fue partícipe de su pecado, sino que compartió con ellos el
castigo por el mismo - no llegó a la tierra de Canaán.

2. Esto puede ser verdad en el caso de congregaciones enteras.

2 Crónicas 10:19

El perdonar y recibir perdón es conducirse a semejanza de Cristo. Lucas 23:34

Los pecados no son hereditarios. Son pasados de generación en generación

(por la falta de perdón)

1. La mayoría de los padres que maltratan a sus hijos, fueron niños

maltratados.
2. Muchos padres creen que es una debilidad admitir que han
fracasado con sus hijos y pedirles perdón cuando han pecado contra
ellos.

3. ¿Mantiene usted una actitud de no perdonar a sus padres? ¿Nota

usted que sus errores reviven en sus hijos? Este es un ciclo que
puede romperse con el perdón.