Alma Matinal

Roger Tahua Delgado

COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS
Del Castillo, Luciana León, Nidia Vílchez frente a las cámaras de televisión
denunciando fraude en las elecciones internas del partido aprista. Los reclamos en
voz alta y con tono de indignación solo tiene una palabra que lo puede tipificar:
patético.
Creo que, a propósito de Gloria y Nueva Vida, viene a pelo decirles que ya no hay
que llorar sobre la leche derramada.
Acusar a sus contrincantes de acuñistas, que han comprado y manipulado los
votos de sus delegados, no hace sino confirmar la desesperación de este grupo de
viejos dirigentes (más por su comportamiento político que por su edad) ante los
resultados adversos a sus intereses. También podrían recibir una respuesta de
sus contrincantes que no les gustaría, porque entre gitanos no se van a leer las
manos pues.
Por el otro lado, un tal Elías Rodríguez encabeza lo que ellos llaman la renovación
de su partido, pero que eso solo se podrá saber con el correr de los meses y años.
No porque hayan sacado a esa cúpula que, a decir de ellos, durante años han
manejado el PAP y lo hayan llevado al descalabro total, vayan a ser ellos quienes
enrumben la política adoptada por la dirigencia en estos últimos años: cobijarse en
el fujimorismo para proteger intereses personalísimos. O que sean estos quienes
logren relanzar a su alicaído partido como un partido de masas.
La nueva dirigencia de Rodríguez señala que la encabezada por Del Castillo y
compañía representan a los responsables de que su partido haya sido visto por el
pueblo aprista como traidor a sus tradiciones, de ser un partido del pueblo y la
defensa de sus intereses.
Entre paréntesis habría que recordarles a los compañeros que su partido surgió
como una alternativa y oposición al avance que tenía el pensamiento socialista en
todo Latinoamérica. De allí el carácter oscilante de su actuar histórico: el no saber,
en concreto a quién representan.
La derechización aprista ha llevado a ese partido a su senda de declive que se ha
acentuado durante los últimos procesos electorales. Lo de aprofujimoristas les ha
pasado factura y es una factura muy bien ganada, a pulso y con todos los méritos
posibles.
AG. Aguardando, siguiendo la corriente partidaria y esperando mejores vientos,
porque no van a creer, compañeros y compañeras, que este angelito ya desistió
de ser candidato alguna vez.
Así, que su dirigenta nacional Nidia Vílchez reclame el carácter de “izquierda” que
dice ella que representan remarca la indefinición política e ideológica que siempre
ha padecido el partido fundado por Víctor Raúl Haya de la Torre y que los ha
llevado a la grave crisis en la que están inmersos.
Ante reclamos y lloriqueos, habría que decirles a Del Castillo y Lucianita que es
ley de la vida: lo nuevo reemplaza a lo viejo. Y si queremos ahondar en el asunto
podemos recordarles la famosa frase utilizada por VRHT alguna vez y que fue
lanzada por González Prada en su famoso discurso en el Politeama:
¡LOS VIEJOS A LA TUMBA, LOS JÓVENES A LA OBRA!