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SECCIÓN TERCERA
“Único cargo. Norma violada: Artículo 1609 del Código Civil. Esta norma consagra
la Exceptio Non Adimpleti Contractus, al establecer que “en los contratos
bilaterales, ninguno de los contratantes está en mora dejando de cumplir lo
pactado mientras el otro no lo cumpla por su parte o no se allana a cumplirlo en la
forma y tiempos debidos”, principio este aplicable a los convenios administrativos,
según los ha sostenido el Consejo de Estado, como defensa de los contratistas
ante la administración que también incumple.
“En el caso que nos ocupa está comprobado que la entidad contratante incumplió
una serie de obligaciones a que se comprometió contractualmente (hecho 6.), en
consecuencia, mal podía inponerle sanciones al contratista por presuntos
incumplimientos si ella a su vez estaba violando el contrato en forma ostensible y
además tampoco se allanó a cumplir con sus obligaciones en la forma y tiempo
establecidos contractualmente”. (Fl. 6 C.1)
“...por el objeto del contrato los términos de exigibilidad de las obligaciones eran
muy inciertos. En efecto, a la Sociedad actora le tocaba renovar redes en una
extensión de 20 kilómetros en sitios que previamente le señalara la Empresa de
Acueducto: Así por ejemplo, un día estaban trabajando en el Minuto de Dios, y
otros los enviaban al barrio Ilarco, y otros los mandaban para el barrio Sears.
Forma de trabajo que hubiera desbordado la capacidad logística de las más
grandes compañías de ingeniería en el país.” (Fl. 239 C.1)
“Por vía de ejemplo, las actas mensuales de obra que debían elaborarse mes a
mes, inmediatamente después del período a evaluar, en la mayoría de los casos
se hicieron con retraso, lo que acarreaba un grave perjuicio económico para
Ingecitel Ltda., toda vez que con base en ellas era que debía pasar sus cuentas
de cobro. Veamos pues:
El señor Agente del Ministerio Público se sirve de la directriz expuesta por la Sala
en sentencia de 16 de febrero de 1984 (exp. 2509) en relación con la excepción
de contrato no cumplido para concluir, en el caso concreto, que no se logró
desvirtuar la presunción de legalidad de que están revestidos los actos
administrativos impugnados.
5. El Tribunal a quo desestimó la objeción que, por error grave, había formulado
la parte demandante, pues,
“ a) una tesis que carece de fundamento, no por ello resulta equívoca, ya que la
falta de éstos conlleva a demeritar su seriedad y restarle valor probatorio pero no
a concluir su error;
“Ello sin embargo, no obstaculiza se reclame la prueba de los hechos que sirven
de sustento a su demanda, de manera concreta pues correspóndele en primer
lugar, y como regla general probar el supuesto de hecho de la norma sustantiva
que consagra sus propuestas, a saber, el contrato no cumplido y la de desviación
de poder.
“Alegándose como primerísima razón, que el interventor no levantó actas de
suspensión de obra, tenemos que ello no sólo no se probó, sino además que tal
obligación no se pactó en el contrato, ni surge de la ley, entre otras razones
porque resulta no racional, que en el contrato se pactara su suspensión ya que se
celebra para ejecutarlo.
“Con relación a la entrega de materiales se encuentran los oficios 250, 251 y 255
del cuad. 2, firmados por el demandante.
“Con relación a la entrega de materiales se encuentran los oficios 150, 251 y 255
del cuad. 2, firmados por el demandante.
“No hay ninguna prueba que pemita afirmar que el interventor de la obra, no
cumplía con su encargo, como lo afirma el actor y al contrario toda la
documentación reseñada hasta ahora, enseña que el interventor fue celoso en el
cumplimiento de su trabajo y que para resolver problemas de la ciudadanía en los
lugares en que se suspendían las conduciones de agua, éste prestó herramientas
y personal del acueducto, urgiendo en muchos casos a los demandantes, para
que cumplieran con las tareas que se les encomendaban.
LA SALA CONSIDERA
“Que de acuerdo con su propuesta y con los programas de obra aprobados por la
Empresa, el día 5 de mayo de 1987 el contratista debería tener instalados 13.880
metros de tubería a razón de 1.000 metros cada 18 días.
“Que para esa fecha únicamente tenía instalada la cantidad de 6.741.40 metros
de tubería, encontrándose un atraso de 128 días” (fl. 17, 18 C. 1).
La decisión administrativa que se acaba de reseñar originó la controversia, pues
la contratista estimó que la empresa distrital había quebrantado el artículo 1609
del C. C.; para demostrarlo, adujo que dicha empresa había violado sus
obligaciones contractuales en cuanto no se habían elaborado las actas de
suspensión de obra, en cuanto a la “elaboración, comprobación y trámite de las
actas mensuales de obra ejecutada”, el pago oportuno de las cuentas por
avances de obra, la entrega oportuna de los materiales de construcción y la
interventoría permanente sobre las obras. Por consiguiente descalificó la
actuación administrativa en cuanto no podía exigir el cumplimiento del contrato
cuando ella misma había desconocido sus propias obligaciones contractuales,
alegando la excepción de contrato no cumplido.
“En los contratos bilaterales ninguno de los contratantes está en mora dejando de
cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumpla por su parte, o no se allana a
cumplirlo en la forma y tiempo debidos”.
“Dada la importancia jurídica del tema, la Sala desea detenerse en este punto,
para recordar que buena parte de la doctrina se muestra reticente para aceptar
este medio de defensa en la contratación administrativa. Así el Profesor Jean
Rivero, en su obra “Derecho Administrativo”, enseña:
“El contrato administrativo persigue un fin de interés público, lo que origina que en
él se reconozcan principios y potestades exorbitantes del derecho privado entre
ellos el principio de la continuidad en la ejecución, al cual nos referimos en el
número 87, y que se vería afectado por la posibilidad de la aplicación de la
exceptio.
“Así pues, deberá seguir en el cumplimiento del mismo, si bien tendrá derecho
después a la correspondiente compensación por equivalente (art. 40 y 54, en
relación con el 565 del pliego 903, y sobre todo, art. 56 del R.C.C.L., donde el
principio está perfectamente enunciado).
“En apoyo de esta perspectiva viene el profesor Miguel Ángel Bercaitz, quien en
su obra “Teoría General de los Contratos Administrativos”, Ediciones Depalma,
1980, Pág. 371, enseña:
“Pero este principio no es absoluto y tiene sus límites. Rectificamos en tal sentido
lo dicho en la primera edición de nuestra obra. Concordantemente, expresa
Escola que si bien es correcto el “criterio de quienes sostiene que la exceptio non
adimpleti contractus no tiene cabida en el contrato administrativo...”, la aplicación
de la teoría de la “razonable” imposibilidad de ejecutar esos contratos, vinculada,
a su vez a la teoría del hecho de la administración y a las consecuencias que son
propias de éste, permite solucionar todas las situaciones que puedan presentarse,
de manera adecuada.
“Tal falta el caso de la falta de entrega del terreno donde debe ejecutarse una
obra pública, o la de los planos, elementos, o materiales que la Administración se
obligó a suministrar o de los originales para un trabajo tipográfico, o devolución de
las pruebas corregidas, etc.
En el presente caso, y siguiendo las directrices anteriores se tiene que existe una
doble rezón para negar las pretensiones de la demanda, a saber:
De una parte, la demandante no demostró los hechos que ella señaló como
constitutivos de incumplimiento de la empresa estatal; en efecto: no está
demostrado que la obra se hubiese suspendido; hasta donde las pruebas
recolectadas en el expediente lo permiten, el juzgador infiere que frente a las
deficientes condiciones con que se venían ejecutando los trabajos lo cual generó
noticias de prensa, reclamaciones de la ciudadanía, llamados de atención de la
entidad pública al contratista, se decidió no autorizar la apertura de nuevos frentes
de trabajo, vale decir nuevas excavaciones, hasta tanto los trabajos iniciados
quedasen perfectamente cumplidos y recibidos a satisfacción; tal decisión no
significa suspensión del contrato o de la obra; se trata simplemente de seguir una
programación que cause los menores traumatismos a los usuarios, tanto del
servicio de acueducto como de las vías públicas.
Las actas por obra ejecutada se elaboraron, lo mismo que las de reajuste, y copia
de ellas obra en el expediente como lo registra la sentencia de primera instancia;
el pago de las mismas requiere del cumplimiento de ciertas cargas por parte del
contratista tales como la presentación, en regla, de la cuenta correspondiente; el
retraso de los mismos no está probado; otro tanto ocurre con la entrega de los
materiales que, a juicio de la demandante, no fue oportuno, y con el ejercicio de la
interventoría que, por los indicativos procésales, fue diligentemente adelantada.
FALLA: