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Introducción.

No se tiene jurisdicción sin acción. El Estado no juzga si no hay alguien que pida que juzgue. De
suerte la acción aparece como una condición indispensable para el ejercicio de la jurisdicción (nemo
iudex sine actore).- Piero Calamandrei1

En este trabajo tiene como objeto precisar estrictamente lo que representa las figuras procesales de
acción y excepción, por ende lo que constituye su ahora concepción de tal manera que se llegue a
un conocimiento pleno e identificación de su aplicación dentro de los diversos procesos que exigen
jurisdicción para resolver a manera de pronunciamiento de sentencia los asuntos expuestos al
juzgador.

 La Acción. Figura procesal.

La palabra acción tiene su origen en la expresión latina actio que aludía a cualquier acto jurídico.
En el primer periodo del proceso civil romano se denominó legis actiones a determinados actos
solemnes establecidos en la ley que se debían cumplir para obtener la realización y la decisión sobre
un punto controvertido.2

Durante el segundo periodo del proceso civil romano-llamado del proceso formulario o per
formulas- la actio tuvo también diversos significados; se identificó con la fórmula misma, es decir,
con la instrucción escrita en la que el magistrado asignaba al juez que debía continuar conociendo
del litigio, ahora en la fase in iudicio, y en la que fijaba los elementos con base en los cuales el juez
debía emitir su opinión. Posteriormente la palabra actio se empleó para aludir a una parte del
contenido de esta última: “el derecho que el actor (hacia) valer contra el demandado” 3; significado
que es base para la teoría que identifico la acción con el derecho subjetivo sustancial reclamado en
el juicio.

Según Coutre la palabra acción tiene tres acepciones:

1. Acción como sinónimo del derecho subjetivo material que trata de hacerse valer. Si no es el
caso, la parte no probo los hechos en que pretendió basar el derecho subjetivo que alego
tener en el juicio, es decir, no demostró tener derecho subjetivo material.
2. Acción como pretensión, la reclamación concreta que la parte actora hace contra la parte
demandada, en relación de algún bien jurídico. Se habla de acción fundada o infundada.

1
Instituciones de derecho civil, t. I, trad. Santiago Sentís Melendo, EJEA, Buenos Aires, 1973. Pp.232 y 233
2
Cfr. Victoria Scialoja. Procedimiento civil romano, trad. Santiago Sentís Melendo y Marino Ayerra Redín,
EJEA, Buenos Aires, 1954, p.96
3
Ibidem, p.97
3. Acción como la facultad (o el derecho público subjetivo) que las personas tienen para
promover un proceso ante un órgano jurisdiccional, con el fin de que, al concluir el proceso,
emita una sentencia sobre una pretensión litigiosa y, en su caso, ordene la ejecución de la
sentencia.

La acción se origina en los aforismos del derecho romano: nemo iudex sine actore (no
puede existir un proceso si no hay actor) y nemo procedat iudex iure ex oficio (no puede
existir un proceso de oficio). Es la evolución máxima del derecho romano.

En la actualidad la acción tiene su fundamento en la iniciativa (que es de carácter personal)


y en el poder de reclamar (que es de carácter abstracto).

Por lo tanto decimos que la acción procesal es un poder abstracto que da paso a un
derecho completo para reclamar ante un tribunal.

Todos los habitantes de una sociedad organizada tienen esa potestad de acudir ante el
órgano jurisdiccional para que se concrete la seguridad jurídica frente a un derecho.
Consecuentemente la jurisdicción, la acción y el proceso forman el triángulo de la teoría del
derecho procesal.

La acción es poder de reclamar la intervención de la justicia frente a la vulneración de un


derecho en particular. La pretensión es la concreción de esa potestad. La demanda es el
instrumento material que plasma el poder abstracto (la acción) y el derecho concreto (la
pretensión). La demanda es la presentación escrita de esos dos aspectos ante órgano
jurisdiccional.

 Naturaleza jurídica.

No son sino las teorías quienes otorgan la naturaleza jurídica, transformando la figura procesal de
la acción a través de una evolución doctrinal.

 La acción como derecho material.

Celso concede la base a esta teoría con su concepto de acción: “Nihil alud est actio quam ius sibi
debeatur iudicio persequendi” (no es otra cosa la acción que el derecho de perseguir en juicio lo que
uno se le debe).
En la época de los romanos se confundió el mismo derecho material con la acción porque esta había
sustituido prácticamente el derecho subjetivo material. Explica Scialogia: “para los romanos se
hablaba mucho mas de acciones y mucho menos de derechos” 4

El concepto de Celso predomino mucho tiempo en la ciencia jurídica, inalterado hasta en el siglo
XIX. Para Savigny la acción era el derecho en el que se transforma un derecho al ser lesionado, es
decir, el derecho de accionar se origina con lesión de un derecho subjetivo material. Esto da un
punto de partida para la concepción de que es relación privada de la obligación, como lo expresa
Calamandrei:

“el acreedor puede, recurriendo a aquella garantía jurisdiccional que está implícita en el derecho
subjetivo, dirigirse al Estado a fin de obtener… aquella misma satisfacción del propio interés
individual que habría obtenido de haberse producido el cumplimiento voluntario.” 5

El artículo 1ro., fracs. I y II, establecía que el ejercicio de las acciones civiles requería la existencia
de un derecho y violación del mismo o el desconocimiento de la obligación. La reforma de 1986
suprimió estos requisitos.

 Polémica Windscheid-Muther.

En 1856 Bernhard Windscheid entiende a acción, no como el derecho de accionar sino; ni como un
medio de tutela a derecho lesionado, sino como la expresión autónoma del derecho o mejor aún, de
la pretensión jurídica.6

Según Windscheid la concepción la actio se descubre cuando se identifica que: “el ordenamiento
jurídico no es el ordenamiento de derechos, sino el ordenamiento de las pretensiones judicialmente
perseguibles. Confiere derechos al autorizar la persecución judicial. La actio no es algo derivado,
sino algo originario y autónomo.7

Estas ideas son la base inicial de las teorías que conciben a la acción como un derecho o una
facultad autónomos frente al derecho subjetivo material; es decir, la base de la teoría de la
autonomía de la acción.

Para Windscheid la actio romana tenia doble significado; como pretensión perseguible en un juicio
y como el hecho de hacer valer esa pretensión ante los tribunales. En el segundo sentido el autor

4
Op. Cit., nota 2, p. 98.
5
Calamandrei, op. Cit, supra nota 1, p. 242.
6
Bernhard Windshield. “La actio del derecho civil romano, desde el punto de vista actual”, en Windscheid-
Muther, Polémica sobre la “actio”, trad. Tomas A. Banzhaf, EJEA, Buenos Aires, 1974, p.3
7
Op. Cit., nota 5, p.8.
advierte que el termino romano actio se refiere no solamente al primer acto de formular la
pretensión actora, sino a la actividad total del actor; desde cuando el pretor consiente el proceso
hasta que se pronuncia la sentencia.8

A contraste de la idea de acción por Windscheid, Muther sostenía que:

El ordenamiento jurídico romano no era el ordenamiento de las pretensiones


judicialmente perseguibles, sino el ordenamiento de los derechos, y que solamente
estos (en su sentido subjetivo) eran susceptibles de persecución judicial. Por
consiguiente- concluye-. Quien tenía derecho a que se le confiriera la formula
(derecho de acción) debía tener también un derecho subjetivo, que rea presupuesto y
fundamento del primero.9

El derecho subjetivo material del lesionado es el presupuesto de la acción, si bien ambos tienen
naturaleza distinta: el primero tiene carácter privado y se manifiesta entre particulares; el derecho
de acción, en cambio, tiene naturaleza pública pues se ejerce frente al órgano jurisdiccional del
Estado.10

Las dos perspectivas contribuyeron a la separación doctrinal entre la acción y el derecho subjetivo
material.

 La acción como derecho a la tutela concreta.

Ya contemplada la autonomía de la acción del derecho subjetivo material se han hecho distintas
teorías. La teoría de la acción como un derecho a la tutela concreta sostiene la idea de que: la acción
no es el derecho subjetivo material, pero no hay acción si este último no existe.

Dentro de este sentido, Wach entiende a la acción como un derecho que se ejerce ante el Estado
para que se satisfaga el interés de la tutela jurídica.

Por otro lado, Chiovenda concibe a la acción como “el poder jurídico de dar vida a la condición
para la actuación de la ley”.11 El procesalista italiano dice que la acción tiende a producir en favor
de un sujeto y a cargo de otro.

La crítica fundamental que se hace a esta teoría es que contempla el fenómeno de la acción
exclusivamente desde el punto de vista que el actor que tiene razón y que, por lo mismo, puede
8
Op. Cit., nota 5, p.14
9
Op. Cit., nota 5, p. 241
10
Op. Cit., nota 5, p. 241-244
11
Giuseppe Chiovenda, Principios de derecho procesal civil, t. I, trad. José Casais y Santaló, Reus. Madrid,
1997, p.69
obtener una sentencia favorable. Chiovenda otorga una función excesiva a la acción y un papel
completamente pasivo al demandado, como si careciera del derecho procesal a defenderse, lo cual
es inexacto.

 La acción como derecho abstracto.

La teoría que contempla a la acción en sentido abstracto corresponde a cualquiera que se dirija al
juez para obtener una sentencia sobre su pretensión, sea fundada o infundada. Es decir, la acción es
el derecho a obtener una sentencia sobre una pretensión litigiosa.

Dentro de esta orientación, Alsina considera a la acción como un derecho público subjetivo
mediante el cual se requiere la intervención del órgano jurisdiccional para la protección de una
pretensión jurídica.12

Dentro del contexto de esta teoría Couture propone a la acción como el derecho a la jurisdicción, el
derecho de recibir a la asistencia del Estado cuando su intervención se considere procedente.
Couture encuentra fundamento constitucional de la acción en el derecho de petición.

El aspecto vulnerable de esta teoría es que sostiene que el derecho de acción corresponde a “todo
sujeto de derecho”. Si fueran ciertas estas afirmaciones esto propiciaría el ejercicio abusivo de la
acción y obligaría a los juzgadores a tramitar también demandas improcedentes.

 La síntesis de Liebman.

Esta teoría involucra resolver la incógnita de la naturaleza jurídica de la acción. Para Liebman, la
esencia de la acción se encuentra en la relación entre la iniciativa del actor y el ejercicio.

En concreto, relación de la jurisdicción, es decir, en la necesidad y la eficacia de la invocación del


juez para que “proceda”.13

Para el procesalista italiano, la acción es entonces el derecho al medio, no al fin. La ley reconoce al
actor el poder de imponer a la contraparte el efecto jurídico deseado. Al Estado y solo a este
pertenece el poder de imponer aquel efecto. 14

12
Hugo Alsina, Tratado teórico practico de derecho procesal civul y comercial, t. I, EDIAR, Buenos Aires,
1963, p. 333.
13
El trabajo de Liebman fue publicado en Scritti giuridici in onore di Francesco Carnelutti, vol. II, CEDAM,
Padua, 1950; en Rivista Trimestrale di Diritto e Procedura Civile, 1950; y en Problemi del proceso civile,
Morano, Pompeya, 1962.
14
Ibidem, pp.31 y 32.
Liebman define a la acción como “el derecho instrumental por medio del cual se deduce en el juicio
la afirmación de un derecho o, en general, de una situación jurídica que se desea ver reconocida,
tutelada o declarada”.15

La acción se entiende como un litigio determinado e individualizado. La acción está condicionada


por los siguientes requisitos:

a) El interés de actuar, interés por resolución de demanda.


b) La legitimación del actuar, la pertenencia de la acción.
c) La posibilidad jurídica, la admisibilidad de la sentencia, según las normas vigentes.

Faltando una de estas condiciones se califica de carencia de acción y se niega la resolución.16

 Concepto

Una de las opiniones que mejor expresa la opinión predominante en la doctrina iberoamericana
sobre la acción es la de Clariá Olmedo, procesalista argentino; “la acción procesal es el poder de
presentar, y mantener ante el órgano jurisdiccional una pretensión jurídica, postulando una decisión
sobre su fundamento, y en su caso la ejecución de lo resuelto”. 17

La acción no sólo es un “poder” o “posibilidad jurídica”, sino que de acuerdo con el pensamiento de
Liebman que la acción es un verdadero derecho subjetivo procesal, cuando la acción cumple con los
requisitos otorga, por un deber; dar trámite a la demanda, emplazar, cumplir los actos del proceso,
de dictar sentencia y, en su caso, ordenar la ejecución.

El derecho subjetivo material se dirige a la contraparte y tiene naturaleza privada, social o publica,
según la materia que se trate. En cambio, la acción se dirige hacia el órgano jurisdiccional del
Estado y tiene por ello siempre naturaleza pública. 18

En base a estas ideas se puede definir a la acción como “el derecho subjetivo procesal que se
confiere a las personas para promover un proceso ente un órgano jurisdiccional, obtener una
sentencia de este sobre una pretensión litigiosa y lograr, en su caso, la ejecución coactiva de la
sentencia”.19

 Condiciones de la acción.

15
Ibidem, pp.32 y 33.
16
Ibídem, pp. 46 y 47. Cabe señalar que en un precedente, la Suprema Corte de Justicia admitió las ideas de
Liebman sobre los requisitos de acción.
17
Jorge A. Clariá Olmedo, Derecho procesal, Deploma, Buenos Aires, 1982, t. I. p. 300.
18
Cfr. Enrico Tullio Liebman, Manuale di diritto processuale civile, t. I, Giuffe, Milán, 1980, p.132.
19
José Ovalle Favela, Teoría general del proceso, edit. Oxford, pp. 163 y 164.
Es conveniente y prudente excluir de los requisitos de la acción a la legitimación de actuar o
legitimación ad processum ya que es una acción que no concierne a la acción en sí, sino es una
condición que debe satisfacer la parte que acciona. Por tal motivo, la legitimación de actuar
constituye un presupuesto procesal relativo a las partes.

 Interés jurídico

El interés jurídico si es considerado como un requisito de la acción, tal como lo prevén en el


artículo 1ro, del CFPC y el precepto de igual número del CPCDF.

Para Liebman, el interés para actuar consiste en “la relación de utilidad existente entre la lesión de
un derecho, que ha sido afirmada, y el proveimiento de tutela jurisdiccional que viene
demandando”.20

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha entendido al interés para actuar como la necesidad
de obtener una resolución jurídica que proteja un derecho reconocido a una persona en el
ordenamiento jurídico, mediante la declaración judicial. La Suprema Corte de Justicia de la Nación
ha expresado: “Por interés en obrar precisa entender la necesidad de obtener la ventaja protegida
por la ley mediante los órganos jurisdiccionales del Estado, de modo que sin la intervención de
estos, sufriría un daño el titular del derecho. Surge la necesidad no solo cuando hay un estado de
hecho contrario al hecho contrario al derecho, o sea, cuando hay una violación del derecho, sino
también cuando, sin haber una verdadera violación, existe un estado de hecho que produce
incertidumbre sobre el derecho , y que es necesario eliminar mediante la declaración judicial para
evitar la posible consecuencia dañosa”.21

 Pretensión

La segunda condición de la acción es la pretensión. Para Carnelutti, la pretensión es “la exigencia


de subordinación del interés ajeno al interés propio”. 22

Según Jaime Guasp, procesalista español, “la pretensión procesal, por su estructura, es una
declaración de voluntad por la cual una persona reclama a otra , ante un tercero supra ordinado a
ambas, un bien de la vida, formulando en torno al mismo una petición fundada, esto es, acotad o
delimitada, según los acatamientos de hecho que expresamente se señalen”. Guasp intento sustituir

20
Op. Cit., nota 18, p.138.
21
Suplemento de 1956 al SIF, p.23, con el rubro “ACCION, INTERES EN LA”.
22
Francesco Carnelutti, Sistema de derecho procesal civil, trad. Niceto Alcalá- Zamora y Castillo y Santiago
Sentís Melendo, UTEHA, Buenos Aires, 1944, t. I, p.44.
el concepto de acción por el de petición y por otro lado establecer esta última como “objeto del
proceso”.23

Guasp es inexacto ya que una cosa es la pretensión y otra su fundamento. El simple hecho de
reconocer que existen pretensiones infundadas.

Según José Favela Ovalle, la pretensión es la petición (petitum) o reclamación que formula la parte
actora o acusadora, ante el juzgador, contra la parte demandada o acusada, en relación de un bien
jurídico”.24

La parte actora o la parte acusadora señala su petición o reclamación específicas contra la otra parte.
La pretensión, que en este supuesto tiene carácter procesal, va a quedar expresada en estos actos
iniciales, pero la acción continuara ejerciéndose hasta que se dicte sentencia y se ejecute.

En otro sentido la parte actora no se debe limitar a expresar “lo que exige” de la contra parte (el
petitum), debe señalar también el fundamento de la petición; este fundamento comprende tanto la
cuestión del hecho como la cuestión del derecho.

Los hechos consisten en una relación o situación jurídica sustantiva (la causa remota) y un estado
de incertidumbre respecto de la misma (la causa próxima).

Se requiere que la pretensión que se expresa en la demanda, independientemente de que sean ciertos
o falsos los hechos, sea susceptible de ser acogida conforme al ordenamiento jurídico vigente. Si la
pretensión carece de la posibilidad de ser considerada por la ley vigente, no tienen sentido admitir la
demanda y seguir todos los trámites del proceso.

La jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sostiene que el juez debe analizar de
oficio las condiciones y requisitos de la acción. 25

 Clasificación

Las acciones se clasifican dentro de tres ámbitos:

A. Por el tipo de resolución de la demanda


B. Por el tipo de interés que se busca proteger
C. Por el derecho subjetivo material.

23
Jaime Guasp, La pretensión procesal, Civitas, Madrid. 1981, pp. 84 y 85.
24
José Ovalle Favela, Teoría general del proceso, edit. Oxford, pp. 166.
25
Cfr. La tesis de jurisprudencia 6, con el rubro “ACCION. ESTUDIO OFICIOSO DE SU IMPROEDENCIA”
ASIF2000, t, IV, p. 6.
 Por el tipo de resolución de la demanda

Por su objeto inmediato, es decir por el tipo de resolución a la que tienden:

1. Las acciones meramente declarativas son aquellas a través de las cuales la parte actora pide
al juzgador una sentencia que elimine “la incertidumbre en torno a la existencia,
inexistencia o modalidad de una relación jurídica” 26. En general, todas las acciones se
dirigen a obtener una relación; pero en las acciones meramente declarativas lo que el actor
pretende es solo una sentencia de ese tipo, sin ningún otro pronunciamiento más. Ejemplo
de esta clase de acciones son las que pretenden una sentencia que declare la nulidad de un
contrato o algún otro acto jurídico.
2. Las acciones constitutivas son aquellas por medio de las cuales la parte actora demanda del
juzgador una sentencia en la que se constituya, modifique o extinga una relación o situación
jurídica sustantiva. Un ejemplo típico de esta clase de acciones son las que buscan una
resolución que decrete el divorcio (extinción de relación matrimonial).
3. Las acciones de condena se hacen cuando la parte actora solicita una sentencia en la que
ordene a la contraparte llevar a cabo una conducta determinada. En el proceso civil este tipo
de sentencia puede ordenar una conducta consistente en un dar (pagar una cantidad de
dinero, entregar un bien), un hacer (celebrar un acto jurídico, un hecho de carácter
personal) o un no hacer (no iniciar o continuar con algo). En cambio, en el proceso penal es
normalmente de condena, y la conducta que la sentencia puede imponer es el cumplimiento
de una sanción penal (prisión, multa, tratamiento de libertad, etcétera)

Estas tres clases de acciones dan lugar a un proceso de conocimiento en el cual, para que el
juzgador emita sentencia, se toma conocimiento del litigio a través de las afirmaciones, las pruebas
y de los alegatos de las partes.

4. Las acciones ejecutivas son aquellas a través de las cuales el actor pretende una resolución
que ordene la realización que ordene la realización coactiva de un derecho reconocido en
un título ejecutivo. Se tiene como presupuesto indispensable la existencia de un documento
al que la ley otorga un carácter de título ejecutivo. El documento debe contener un crédito
liquido (con en el importe determinado), cierto (con el acreedor y deudor) y exigible (no
sujeto a una condición pendiente).

26
Liebman, op. Cit. Nota 18, p.159.
Este tipo de acción también requiere de proceso de conocimiento, pero como lo advierte
27
Chiovenda , tiene una prevalente función ejecutiva, ya que una vez admitida la demanda, empieza
por embargo provisional sobre bienes del demandado, al que se le emplaza a juicio después del
embargo. Primero se ejecuta provisionalmente y después se conoce el litigio.

5. Las acciones cautelares se llevan a cabo cuando la parte actora pide al juzgador una
resolución para que se protejan, de manera provisional y hasta en tanto se dicte la sentencia
definitiva en el proceso de conocimiento, las personas, bienes o los derechos que serán
afectadas por esta.
La solicitud de la medida cautelar no da lugar a un proceso autónomo sino a una
tramitación conexa dentro del proceso de conocimiento respectivo. 28
Las medidas cautelares surgen de la necesidad de evitar el peligro que puede correr un
derecho por el retardo implica el pronunciamiento de la sentencia definitiva, pero
normalmente requieren que quien la solicite acredite, al menos, la apariencia de la
existencia del derecho.29
En el proceso penal, la prisión preventiva es una medida cautelar que impide la libertad del
inculpado durante el proceso, que solo se puede decretar si se han acreditado el cuerpo del
delito y la probable responsabilidad.

Cabe señalar que el CPC del estado de Sonora, al igual que los demás ordenamientos que siguen
después del Anteproyecto de 194830, regula las acciones meramente declarativas, constitutivas, de
condena y cautelares en el artículo 13. A las acciones ejecutivas las subsume dentro de las de
condena en el artículo 508, fracción I.

 Por el tipo de interés que se busca proteger

Las acciones, desde el punto de vista de la clase de interés que se busca proteger, se clasifican en:

1) Las acciones particulares son aquellas que ejercen las personas para proteger sus interés
jurídicos individuales. Entran en una concepción tradicional del litigio como conflicto entre
dos partes individuales que disputan por sus propios intereses.

27
Op. Cit., nota 11, pp.260-264
28
Cfr. Ovalle favela, Derecho procesal civil, 9ª, ed., Oxford University Press, México, 2003, p. 41
29
Véase: Piero Camalandrei, Introducción al estudio sistemático de las providencias cauetalares. Editorial
bibliográfica Argentina, Buenos Aires, 1945.
30
Véase: MÉXICO. ORALIDAD Y ESCRITURA COMO FACTORES DE EFICIENCIA PROCESAL JOSÉ OVALLE FAVELA
Investigador y Profesor. Instituto de Investigaciones Jurídicas y Facultad de Derecho de la Universidad
Nacional Autónoma de México. http://www.uv.es/coloquio/coloquio/informes/ip41mex.pdf
2) Las acciones públicas son aquellas que manifiestan órganos del Estado, en nombre de la
seguridad pública o seguridad pública.
3) Las acciones colectivas son aquellas que se ejercen para proteger los intereses de toda una
comunidad de personas. Se estima que los intereses colectivos tienen dos características
esenciales: son transindividuales, en virtud de que pertenecen a una colectividad, y no a
individuos particulares, y son indivisibles, ya que solo pueden ser ejercidos a nombre de la
colectividad y la solución que se dé en el proceso debe ser la misma para toda la
colectividad.31
En México existen solo algunas acciones de este tipo en el proceso laboral: en los conflictos
colectivos jurídicos y colectivos económicos: supra 2.6 1) y en el juicio de amparo
promovido por los núcleos de la población comunal y ejidal para la defensa de sus derechos
colectivos32
En derecho comparado las acciones colectivas se utilizan para tutelar los derechos a la
protección del medio ambiente y la salud; a la preservación del patrimonio histórico,
artístico y cultural.33
4) Las acciones de grupo son las que procuran la protección de aquellos intereses que siendo
individuales o particulares tienen, sin embargo, un origen o una causa común. Estos
intereses individuales son tratados colectivamente en virtud de su origen común y pueden
ser reclamados judicialmente por medio de una acción de grupo, para obtener la reparación
de los daños sufridos individualmente por los afectados, que regularmente son
consumidores de bienes o servicios producidos en serie. En este caso, cada miembro del
grupo es titular de un interés individual, divisible por naturaleza, tanto que cada una puede
presentar su propia demanda personal.34

 Por el derecho subjetivo material que se pretende hacer valer

Desde este punto de vista, se suelen distinguir tantas clases de acciones como ramas; se habla de
acciones civiles, mercantiles, laborales, penales, de amparo, etcétera. Resulta indiscutible que esta
no es una clasificación procesal sino sustantiva de las acciones.

31
Cfr. José Carlos Barbosa Moreira, “La iniciativa en la defensa judicial de los intereses difusos y colectivos
(un aspecto de la experiencia brasileña)”. Revista Uruguaya de Derecho Procesal, núm. 2 de 1992, p.235.
32
arts.107. frac. II, párrs. Tercero y cuarto, de la Constitución, y 212 a 234 de la LA.
33
Cfr. Antonio Gidi. Las acciones colectivas y la tutela de los derechos difusos, colectivos e individuales en
Brasil. Un modelo para los países de derecho civil, trad. De Lucio Cabrera, UNAM, México, 2004.
34
José Ovalle Favela, Acciones populares y acciones para la tutela de intereses colectivos, Boletín Mexicano
de Derecho Comparado, núm. 107, mayo-agosto de 2003, pp.587-615.
Dentro de este criterio se hacen subdivisiones de cada una de estas acciones. Por ejemplo de las
acciones civiles en reales, personales o mixtas. El CPCDF distingue entre acciones reales,
personales y de estado civil.

Entre otras acciones reales, el CPCDF regula las llamadas acciones reivindicatoria o plenaria de
posesión, por medio de las cuales el propietario o el adquirente con justo título y de buena fe puede
reclamar la restitución del bien del cual es propietario o adquirente, respectivamente; la acción
confesora, para reclamar la constitución de servidumbre y la negatoria, para solicitar la declaración
de libertad o reducción de gravámenes.35

El CPCDF también regula los llamados interdictos, que son “acciones posesorias de retener y
recuperar la posesión o de defenderse de una obra nueva o ruinosa” 36 (arts. 16 a 20)

 La excepción

En el derecho romano la exceptio surgió en el periodo del proceso per formulas o formulario, como
un medio de defensa del demandado. Consistía en una cláusula que el magistrado, a petición del
demandado, insertaba en la fórmula para que el juez, si resultaban probadas las circunstancia de
hecho alegadas por el demandado, absolviera a este, aun cuando lo considerara fundada la intentio
y la condemnatio.37

El origen de la excepción esta en el procedimiento formulario del derecho romano.


La exceptio estaba entre la intentio y la condenatio.
Couture dice que la exceptio era una institución con contenido garantista, trata de que
la condenatio sea justa y no vulnere los derechos del demandado.

De la exceptio derivan las modernas garantías y principios como:

 Garantías del Debido Proceso.


 Igualdad de las partes ante la ley.
 Las prescripciones pro reo.
 La indubio pro reo.
 La incompetencia y la prescripción.

35
Véase: Eduardo Pallares, Tratado delas acciones civiles. 8ª. Ed. Porrúa, México, 1997.
36
Eduardo J. Couture. Vocabulario Jurídico, Depalma, Buenos Aires, 1976, p. 343, sobre los interdictos, se
puede consultar el Libro: Tratado de los interdictos, 2ª. Ed., Ed. México, México, 1997.
37
Cfr. Scialoja, op. Cit., nota 2, pp.167 y siguientes.
Vetonni señala que frente a la pretensión esta la contra pretensión, frente a la demanda la
respuesta. Frente a la demanda (concreción de la pretensión del actor) emerge la excepción
que se constituye en una respuesta material del demandado en la que puede incluir:
excepciones dilatorias o perentorias o una simple negativa. En esta última la carga de la
prueba está en el actor.

La respuesta puede ser expresa (simple negación) o ficta, o no haber respuesta, en este caso
el juez lo declara rebelde y presume haberse presentado y que está reconociendo los hechos
alegados por el actor.

La respuesta también puede tener carácter puro: la reconvención. Doctrinalmente se la


considera una nueva demanda.

Actualmente se pueden destacar dos significados de excepción:

1. Por excepción se entiende el derecho subjetivo procesal que tiene el demandado para
contradecir u oponerse a la acción o a la pretensión hechas valer por la parte actora. En este
sentido la excepción se identifica con el derecho de defensa en un juicio; con lo que con
todo cierto Couture denomina “el derecho procesal a defenderse” 38 Dentro de este
significado también se designa a la excepción como el derecho de contradicción. 39
A su vez, Clariá Olmedo define a la excepción como “un poder amplio cuyo ejercicio
corresponde a quien es demandado o imputado en un proceso judicial, y que se satisface
mediante la presentación de cuestiones jurídicas (negativas o afirmativas) opuestas a las
postuladas por el actor o acusador mediante el ejercicio de acción”. 40
2. Con la expresión excepción también suelen designar a cuestiones concretas que el
demandado plantea frente a la acción o a la pretensión del actor. Dichas cuestiones pueden
dirigirse a impugnar la regularidad del proceso mismo (excepciones procesales), o bien
contradecir el fundamento de la pretensión (excepciones sustanciales).

Si el demandado alega que el juzgador que está conociendo del asunto no es competente (excepción
de incompetencia): que el supuesto apoderado de la parte actora no acredito el carácter con que se
ostenta (excepción de falta de legitimidad procesal o de personalidad); que el litigio planteado del

38
Op.cit., nota 5, p.174.
39
Cfr. Hernando Devis Echandia, Teoría general del proceso, 13ª ed. t. I, Biblioteca Jurídica Diké, Medellín,
1993, pp. 213-219.
40
Op.cit., nota 5, p.89.
actor ya es objeto de otro proceso (excepción de litispendencia), etcétera estará poniendo una
excepción procesal. En cambio, si el demandado afirma que ya pago el adeudo (excepción de pago)
o que la obligación ya prescribió (excepción de prescripción) estará haciendo valer una excepción
sustancial.

Las excepciones son los medios defensa que tiene el demandado para mejorar o sanear el
procedimiento o para atacar el derecho pretendido.

Así como el demandante hace su ataque a través de la acción, el demandado se defiende a


través de las excepciones.

Las excepciones deben ser declaradas de oficio por el juez, salvo las de prescripción,
compensación y nulidad relativa, toda vez que éstas necesariamente deben ser alegadas por
el demandado, so pena de entenderse que ha renunciado a ellas.

 Clasificación de las excepciones. 

Excepciones de fondo: Busca defectos en el derecho sustantivo alegado.

Excepciones de forma: Busca defectos al modo de ejercer ese derecho sustantivo.

Excepciones perentorias: Son acciones interpuestas por el demandado con la finalidad de


dar por concluido el proceso. Extinguen el derecho del actor o destruyen la acción
principal. Buscan excluir la acción del actor y, lógicamente su pretensión. No están en los
códigos de procedimiento sino están en el derecho sustantivo.

Son: El pago y la La cosa juzgada.

Excepciones dilatorias

Excepciones Previas (o dilatorias, del latin “dilatum”, ‘corregir’) Aquellos que tienden a


postergar la contestación en razón de carecer la demanda de requisitos para su
admisibilidad y andamiento que lleva a pedir al demandado que le dispense de contestar la
demanda hasta que cumpla con los requisitos.

Las excepciones dilatorias no tienen por objeto destruir la acción del actor solo retardar la
entrada en juicio. Excepciones previas o dilatorias. Son aquellas encaminadas a atacar el
procedimiento y su formulación propende por el mejoramiento de éste, de suerte que puede
llegar a suspender o terminar el proceso.

Conforme al artículo 97 del Código de Procedimiento Civil, se pueden proponer las


siguientes excepciones previas:41

Falta de jurisdicción.

  Falta de competencia.

  Cláusula compromisoria o compromiso.

  Inexistencia del demandante o del demandado.

  Incapacidad o indebida representación del demandante o del demandado.

  No haberse presentado prueba de la calidad de heredero, cónyuge, curador de bienes,


administrador de comunidad, albacea y en general de la calidad en que actúe el demandante
o se cite al demandado.

  Ineptitud de la demanda por falta de los requisitos formales o por indebida acumulación
de pretensiones.

  Habérsele dado a la demanda el trámite de un proceso diferente al que corresponde.

  No comprender la demanda a todos los litisconsortes necesarios.

  Pleito pendiente entre las mismas partes y sobre el mismo asunto.

  No haberse ordenado la citación de otras personas que la ley dispone citar.

  Haberse notificado la admisión de la demanda a persona distinta de la que fue


demandada.

El Código de procedimiento civil boliviano no suspende el plazo de contestación (CPC,


341).

41
CPC articulo 97
Son: (CPC, 336, incisos 1 - 6)

 La incompetencia.
 La incapacidad y falta de personalidad en el actor, el demandado o sus
apoderados.
 La litispendentia, juicio pendiente. O sea que se encuentra en tramitación por no
haber recaído sentencia firme. Se alega esta excepción cuando se siguen dos o mas
procedimientos iguales en cuanto a sujeto, objeto y causa.
 Defecto legal. En la forma de proponer la demanda. El defecto legal es "un vicio de
obscuridad, omisión o imperfección de que adolece el escrito de demanda"
(Couture). La omisión de alguno de los requisitos exigidos por la ley procesal en la
redacción de la demanda da lugar a la excepción de defecto legal, opuesta la cual, se
suspende el término de contestación hasta tanto se decida la excepción. Los jueces
pueden rechazar de oficio las demandas que no se ajusten a las reglas establecidas,
expresando el defecto que contengan.
 Citación previa al garante de evicción.
 Demanda interpuesta antes de ocurrido el vencimiento o el cumplimiento de la
condición.

Excepciones Mixtas

Tienen naturaleza de excepción dilatoria pero su efecto es de excepción perentoria, estas


excepciones mixtas paralizan el proceso en forma definitiva.

Son: La caducidad, La transacción, La conciliación, La prescripción, La cosa juzgada (para


algunos).

Consecuentemente el Art.- 336 del CPC tiene seis excepciones dilatorias (incisos 1 - 6), tres
excepciones mixtas (incisos 7- 9) y 2 excepciones perentorias (incisos 10 - 11). El resto de
las excepciones perentorias están en el código civil.
En el CPP as excepciones dilatorias tienen el nombre de: cuestiones prejudiciales (Art.-
175 - 185) y las excepciones perentorias son nombradas como: cuestiones previas (Art.-
186 - 188).

Las cuestiones prejudiciales se resuelven antes que el juez dicte sentencias, en cambio


las cuestiones previas se resuelven junto a la sentencia principal.

Excepción perentoria real

(O acción real). Pueden ser intentadas sobre objetos de contenido económico y que pueden
ser perseguidas en cualquier momento y frente a cualquier "mano" en que se encuentre el
objeto.

Excepción perentoria personal

(O acción personal). El sujeto de la pretensión es la persona. Nos referimos a las acciones


de carácter penal.

En el trámite de un proceso ordinario de primera (1ª) instancia, las excepciones previas


podrán proponerse en la contestación de la demanda o en la primera (1ª) audiencia de
trámite. El juez debe decidirlas en la primera (1ª) audiencia de trámite si el asunto fuere de
puro derecho. Si hubiere hechos que probar, deberán presentarse las pruebas y el juez
resolverá allí mismo. Si el demandante solicitare la celebración de una nueva audiencia
para contraprobar, el juez, si lo considera conveniente, podrá decretarla.

Las excepciones de cosa juzgada, transacción y caducidad de la acción en el procedimiento


civil se pueden proponer como previas; no en el procedimiento laboral, por tener su propia
reglamentación y regularse íntegramente la materia, de conformidad con reiteradas
interpretaciones jurisprudenciales.

Excepciones de fondo o perentorias. Son aquellas encaminadas a contradecir el nacimiento


del derecho pretendido, o para extinguirlo o para negar su exigibilidad, tales como el pago,
la compensación, la prescripción, la transacción, la cosa juzgada, etcétera.
Tales excepciones de fondo podrán proponerse en la contestación de la demanda o en la
primera (1ª) audiencia de trámite y podrá solicitarse la práctica de pruebas para
demostrarlas. Serán resueltas en la sentencia. 

Excepciones dilatorias o de forma

También denominadas “excepciones previas“; suspenden el curso de la contestación a la demanda


(o eso pretenden), al entender que la misma carece de los requisitos de forma exigibles para su
admisibilidad

Artículo 416 LEC: Examen y resolución de cuestiones procesales, con exclusión de las relativas a
jurisdicción y competencia

Descartado el acuerdo entre las partes, el tribunal resolverá, del modo previsto en los artículos
siguientes, sobre cualesquiera circunstancias que puedan impedir la válida prosecución y término
del proceso mediante sentencia sobre el fondo y, en especial, sobre las siguientes:

1.ª Falta de capacidad de los litigantes o de representación en sus diversas clases;

2.ª Cosa juzgada o litispendencia;

3.ª Falta del debido litisconsorcio;

4.ª Inadecuación del procedimiento;

5.ª Defecto legal en el modo de proponer la demanda o, en su caso, la reconvención, por falta de


claridad o precisión en la determinación de las partes o de la petición que se deduzca.

En la audiencia, el demandado no podrá impugnar la falta de jurisdicción o de competencia del


tribunal, que hubo de proponer en forma de declinatoria según lo dispuesto en los artículos 63 y
siguientes de esta Ley.

Lo dispuesto en el párrafo anterior se entiende sin perjuicio de lo previsto en la ley sobre


apreciación por el tribunal, de oficio, de su falta de jurisdicción o de competencia.

Es decir, que en las excepciones de falta de jurisdicción o de competencia del Tribunal, habrán de
solicitarse por medio de declinatoria una vez comience a computar el plazo de veinte días hábiles
para contestar a la demanda, solicitando la suspensión del mismo en tanto en cuanto no se resuelva
la declinatoria. Si se estima, el Juzgado se declarará incompetente, debiendo ejercitar la actora su
derecho ante el Tribunal que por territorio o competencia corresponda; si de desestima, se reanuda
el plazo para contestar a la demanda.

En el resto de los casos, el demandado pondrá de manifiesto la excepción dilatoria con carácter
previo a desarrollar los hechos en los que va a basar su oposición, pero en el mismo escrito.

Los artículos 417 a 423 LEC establecen el tratamiento de esas cuestiones procesales durante la
audiencia previa.

En el artículo 418 LEC se regulan las excepciones de falta de legitimación pasiva y activa, siempre
que afecten a la capacidad para ser partes: artículos 6 y 10 LEC. De otro modo, se resolverán en
sentencia.

Ese mismo orden se va seguir en el caso de la vista de juicio verbal “por cuantía”, en la que, con
carácter previo a la contestación a la demanda oral, el demandado puede plantear cualquiera de las
excepciones detalladas en el artículo 416 LEC.

Todas las excepciones dilatorias tienen carácter procesal.

Excepciones perentorias o de fondo

También denominadas excepciones materiales; buscan defectos en el derecho de fondo


argumentado en el escrito de demanda. Las hay procesales y sustantivas y se resuelven en la
sentencia que en su día se dicte. Hay numerosas excepciones de este tipo:

Artículo 1124 CC: excepción de contrato incumplido o cumplido defectuosamente: excepctio non


rite adimpleti contractus

Prescripción. Artículos 1930 a 1975 del Código Civil.

Excepción de falta de legitimación pasiva o activa, cuando no es considerada dilatoria, es decir, el


Juez considera que la excepción que estamos invocando no afecta a la capacidad para ser parte en el
proceso (artículo 10 LEC), ya que sí que se deduce que lo somos, sino que simplemente, en la
concreta reclamación que sustenta la demanda, la parte demandada ha sido correctamente
demandada, o no.
Caducidad de la acción. Algunos de los plazos del Código de Comercio son de caducidad y en caso
del derecho laboral, casi todos los plazos tienen este carácter.

Excepción de nulidad del concreto acto jurídico.

Compensación.

Novación. Artículo 1205 Código Civil.

 Acción y excepción y derecho a tutela jurisdiccional.

Los autores que sostienen la teoría de la acción como un derecho abstracto han llegado afirmar a
la acción como simple facultad de provocar función jurisdiccional, pertenece tanto a la parte actora
como a la parte demandada. De esta afirmación derivan la “tesis” de la “bilateralidad o de la doble
pertenencia de acción”

Esta tesis simplifica en extremo la naturaleza y el contenido tanto de la acción como a la excepción,
y a fuerza de llevar la acción a un nivel de abstracción que la convierte en un derecho que es,
simultáneamente, de cualquiera, y de nadie, elimina la excepción, al dejarla sin función en el
proceso.

De acuerdo con lo desarrollado en esta investigación, la acción y la excepción son dos derechos
subjetivos procesales que, si bien se complementan en la dialéctica del proceso, tienen un
contenido y sentido claramente distintos. En ejercicio de la acción, la parte actora o la parte
acusadora plantean su pretensión, petición o reclamación. En ejercicio de excepción o derecho de
defensa de juicio, la parte demandada o acusada oponen cuestiones contrarias al ejercicio de la
acción y formular una pretensión de contraparte. Eventualmente, la parte demandada puede ejercer
la acción y formular una pretensión, cuando reconviene o contrademanda a ala parte actora. Pero en
este caso estrictamente, la parte demandada también asume el papel de parte actora por lo que se
refiere a la reconvención: e igualmente, la parte actora original se convierte en demandad en la
reconvención.

Sin desconocer la naturaleza, el contenido y el sentido especifico de la acción y de la excepción, se


puede afirmar que ambas derivan de un derecho genérico que tiene toda persona para acceder a los
tribunales, con el fin de plantear una pretensión o defenderse de ella, a través de un proceso justo y
razonable, en el que se respeten los derechos que corresponden a las partes.
Este derecho genérico no se debe confundir no con la acción ni con la excepción, pues comprende
ambos, y debe recibir, por tanto, un nombre distinto, podría utilizarse el que Couture propuso
originalmente para la acción: el derecho a la jurisdicción. Más recientemente en la doctrina
española se le ha llamado derecho a la tutela jurisdiccional, que es estimado como más preciso. 42

Jesús Zamora Pierce define el derecho de jurisdicción como “un derecho público subjetivo,
abstracto, imprescriptible e irrenunciable, del que gozan por igual actor y demandado, que se ejerce
ante el Estado para obtener una decisión jurisdiccional y, en su caso, la ejecución coactiva de tal
decisión”43

En nuestro país, el derecho a la jurisdicción o a la tutela jurisdiccional se encuentra previsto en el


segundo párr. del art 17 de la Constitución, el cual dispone lo siguiente: “Toda persona tiene
derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los
plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo resoluciones de manera pronta, completa e
imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales” 44

De este precepto constitucional derivan tanto el derecho genérico a la tutela jurisdiccional como los
derechos específico de acción y excepción. A este último se refiere también, de manera particular,
el segundo párr., del art. 14 constitucional.

42
Cfr. Jesús González Pérez, El derecho a la tutela jurisdiccional, 3ª, ed., Madrid, Civitas, 2001, pp.33 y
siguientes.
43
Jesús Zamora Pierce, “El derecho a la jurisdicción”, en la revista de la facultad de Derecho de México,
núm. 114, octubre-diciembre de 1979, p.972.
44
Cfr. José Ovalle Favela, Garantías constitucionales del proceso, 2ª ed., Oxford University Press, México,
2002, pp. 411-417
Índice.

Introducción

Acción

Naturaleza jurídica

La acción como derecho material

Polémica Windscheid-Muther

La acción como derecho a la tutela concreta

La acción como derecho abstracto

La síntesis de Liebman

Concepto

Condiciones de la acción

Interés jurídico

Pretensión

Clasificación

Por el tipo de resolución demandada

Por el tipo de interés que se busca proteger

Por el derecho subjetivo material que se pretende hacer valer

Excepción

Clasificación

Acción y excepción y derecho a tutela jurisdiccional


Bibliografía.

Ovalle Favela, José, “Teoría general del proceso”, Ed. Oxford, México, 2011.

Vizcarra Dávalos, José, “Teoría general del proceso”, Ed. Porrúa, México, 2012.

Pallares Eduardo, “Diccionario del Derecho Procesal civil”, Ed. Porrúa, México, 2010.

http://www.azc.uam.mx/publicaciones/alegatos/pdfs/51/57-15.pdf

www.scjn.gob.mx

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