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UNIVERSIDAD PEDAGOGICA NACIONAL FRANCISCO MORAZAN

UPN-FM
PROGRAMA DE FORMACION CONTINUA PARA DOCENTES EN SERVICIO

Catedrática: Licda. Rosa América Rivas

Asignatura: Psicología Educativa

Tema: Fluidez Lectora

Grupo: # 5

Integrantes: Adalinda Yamileth Chavez Garcia


Digna Emerita Martinez Orellana
Ignacia Guadalupe Flores Rapalo
Carlos Alexi Velasquez
Yoni Javier Palacios Bueso

Sección: J1

Lugar y fecha:
El Progreso, Yoro 17 de diciembre de 2018
Objetivo General

 Fortalecer las competencias científicas, metodológicas y actitudinales de


los Facilitadores Pedagógicos y docentes de las redes educativas, en la
implementación de buenas prácticas para la enseñanza aprendizaje de la
lectoescritura, a fin de contribuir en la mejora de los indicadores educativos
en lectura y escritura de I y II ciclo de Educación Básica.
Introducción

La Ley Fundamental de Educación de la República de Honduras establece el


derecho fundamental a la educación “…que tiene toda persona de acceder al
conocimiento que propicie el desarrollo de su personalidad y de sus
capacidades…” El aprendizaje de la lectoescritura, contribuye a la formación de
hombres y mujeres integrales, capaces de constituirse en ciudadanos que
colaboran efectivamente en la conformación de sociedades democráticas y
participativas
Contenido

¿Qué más podemos hacer para mejorar los logros de aprendizaje de niños y
niñas?
En la actualidad existe un amplio consenso respecto al hecho que el aprendizaje
de la lectoescritura requiere:
a) El dominio del código alfabético, y b) el desarrollo de los procesos cognitivos
que hacen posible la comprensión y el uso del lenguaje oral y escrito.
Cada uno de estos dos aspectos o dimensiones, está conformado por diferentes
componentes. Veamos cuáles son.
El dominio del código alfabético supone:
• darse cuenta que las palabras que usamos para hablar, están formadas por
sonidos individuales, tener la capacidad de identificar esos sonidos y manipularlos.
Esta capacidad se conoce como conciencia fonológica; • conocer y aprender muy
bien las relaciones que existen entre los sonidos del lenguaje oral y las letras que
los representan en la escritura, es decir, aprender el código alfabético; • ser muy
eficiente en el reconocimiento de las palabras escritas, en otras palabras, tener
fluidez lectora.
Para comprender y utilizar el lenguaje se requiere conocer el significado de las
palabras en sí mismas, y en el contexto de oraciones y textos. Así, el vocabulario
es un componente imprescindible en el desarrollo del lenguaje oral y el
aprendizaje de la lengua escrita.
Leer comprensivamente requiere tener, entre otras, la capacidad de: hacerse
preguntas sobre el texto que se está leyendo, darse cuenta si uno está
comprendiendo lo que lee, resolver las dudas que puedan surgir durante la lectura,
extraer la idea global del texto… En otras palabras, se requiere aprender, practicar
y apropiarse del uso de diversas estrategias de comprensión lectora.
De igual manera, para escribir textos, es necesario tener la capacidad de analizar
la situación comunicativa para decidir el tipo de texto a escribir; tener claro el
objetivo del mismo; entender para quién vamos a escribir; generar ideas,
estructurarlas según el tipo de texto, redactarlas, revisarlas, corregirlas… es decir,
se requiere conocer, y saber utilizar un conjunto de habilidades específicas para
cada uno de los momentos del proceso escritura.
Como podemos apreciar, aprender a leer y escribir, no es fácil. Requiere14:
• El desarrollo de destrezas básicas;
• El aprendizaje y el uso de estrategias;
• La habilidad de utilizar los sistemas lingüísticos;
• La integración de varios componentes;
• Tener oportunidades para leer;
• Tener oportunidades para escribir;
• Recibir apoyo y retroalimentación durante el proceso de aprendizaje.
La visión que actualmente existe sobre el aprendizaje de la lectura y la escritura es
que el conjunto de conocimientos, procedimientos, habilidades y procesos
cognitivos requeridos para leer comprensivamente y producir textos, necesita ser
aprendido, desarrollado y apropiado, de manera sistemática y en contextos
significativos.
Esto implica que la enseñanza, necesita ser cuidadosamente planificada y
entregada en forma eficiente, para asegurar que la mayor parte de los niños y
niñas, logre alcanzar los aprendizajes esperados en cada grado. Un modelo de
enseñanza que reúne estas características, es el de enseñanza directa con
independencia gradual del educando.
Fonemas
El elemento central de la conciencia fonológica para el aprendizaje inicial de la
lectoescritura, es tener la capacidad de comprender, o ser consciente del hecho,
que las palabras están formadas por pequeñas unidades de sonido llamadas
fonemas.
Sin embargo, ese cambio conlleva una modificación a nivel de significado. /pasa/
no es lo mismo que /masa/, por tanto, /p/ y /m/ constituyen sonidos importantes o
distintivos del idioma español20.
Cada idioma está constituido por un limitado número de fonemas. El español
hablado en Honduras, utiliza 22 fonemas:
20 (López, L.E., 1988, p. 33). 21 Versión adaptada de: USAID/Centro de
Excelencia para la Capacitación Docente (2008): Aprendizaje y enseñanza del
código alfabético, p 15.
Tabla N° 1: fonemas del idioma español hablado en Honduras21. No. Fonema
Como en… No. Fonema Como en… 1 /a/ anillo 12 /y/ llave, yema 2 /b/ bote, vaca
13 /m/ mamá 3 /k/ casa, kilo, queso 14 /n/ nariz 4 /ĉ/ chancho 15 /ñ/ niño 5 /d/
dedo 16 /o/ oso 6 /e/ elefante 17 /p/ pan 7 /f/ fácil 18 /r/ cero, arte 8 /g/ gato,
guitarra 19 /ř/ carro, rosa 9 /i/ isla, hoy 20 /s/ sapo, zapato, cielo 10 /x/ jabón,
gente 21 /t/ tapa 11 /l/ lápiz 22 /u/ uva

Cuando hablamos en nuestro idioma, no necesitamos ser conscientes de cuáles


son y cómo se combinan los sonidos de nuestra lengua; simplemente hablamos.
Sin embargo, existe abundante evidencia y amplio consenso entre los
especialistas respecto a que el desarrollo de la conciencia fonológica y, en
particular, tomar conciencia de cuáles son los fonemas que forman las palabras,
facilita el aprendizaje inicial de la lectoescritura.
El elemento central de la conciencia fonológica para el aprendizaje inicial de la
lectoescritura, es tener la capacidad de comprender, o ser consciente del hecho,
que las palabras están formadas por pequeñas unidades de sonido llamadas
fonemas.
¿Cómo se desarrolla la conciencia fonológica?
Diversos estudios realizados con niños y niñas hispanohablantes22 concluyen
que alrededor de los cinco años, son capaces de darse cuenta de las palabras que
riman, así como también suelen tener la capacidad de separar las palabras en
sílabas. El desarrollo de estas habilidades se ve favorecido si en la familia se
conversa bastante, se cuentan historias, y se promueve que niños y niñas
escuchen y canten canciones infantiles y participen en juegos verbales
tradicionales. Por otra parte, también se espera que la asistencia a la Educación
Prebásica contribuya al desarrollo de los diferentes niveles de la conciencia
fonológica.
Por lo general, niños y niñas que llegan a las aulas de primer grado, tienen
diferentes niveles de desarrollo de las habilidades que conforman la conciencia
fonológica. Como debemos asegurar que todos tengan una base sólida para
garantizar el aprendizaje de la lectoescritura, será necesario trabajar de manera
sistemática para desarrollar la conciencia fonológica de nuestros educandos.
En el marco de la presente propuesta23, apoyaremos el desarrollo de las
siguientes habilidades:
a) Segmentación (separación) de oraciones en palabras. b) Reconocimiento
de rimas. c) Conciencia silábica (comprender que las palabras están
formadas por sílabas). d) Conciencia fonémica (comprender que los
fonemas son las unidades menores de la lengua hablada).
El principio alfabético y la decodificación
Uno de los requisitos más obvios para convertirse en un lector autónomo y
competente, es tener la capacidad de decodificar los textos escritos. Para lograr
este nivel básico de lectura, es imprescindible comprender el principio alfabético,
es decir, entender que hay una relación sistemática entre las letras (grafemas) y
los sonidos (fonemas) de un idioma.
Contrario a lo que se creía, hallazgos recientes en el campo de la psicolingüística,
muestran que el proceso cognitivo de asociación entre sonidos y letras es un
elemento muy importante para aprender a leer31. Asimismo, es difícil de
demostrar que este aprendizaje se logra a través de la exposición constante a la
lengua escrita. Por tanto, la enseñanza explícita y sistemática del código
alfabético, debe ser uno de los componentes que integre la alfabetización inicial en
el primer grado.
¿Qué es el código alfabético?
El código alfabético es el sistema de reglas que asigna a los fonemas de una
lengua o idioma, una representación gráfica distinta32. Por ejemplo, el fonema /m/,
es representado gráficamente a través de la letra eme. Esta escritura alfabética
representa a la lengua en el nivel fonémico, ya que los grafemas reflejan a los
fonemas.
Sin embargo, no siempre existe esta correspondencia exacta entre sonidos y
letras. Prueba de esto es que, en el español que hablamos en Honduras, el
fonema /s/ puede ser representado a través de tres letras distintas: ce, ese y zeta.
En las palabras cebolla, sapo y zapato, el sonido /s/ está el inicio en todos los
casos; sin embargo, por razones ortográficas, se escriben con distintas letras. La
Real Academia de la Lengua Española34 establece que el código alfabético o
alfabeto del idioma español está conformado por las siguientes 27 letras.
Aprendizaje del principio alfabético y de las relaciones fonema-grafema
Conocer el principio alfabético implica que las niñas y niños comprendan que
existe una relación sistemática y predecible entre los sonidos del habla y las letras
que los representan.
Asimismo, es necesario que aprendan los nombres de las letras. El o la docente,
debe planificar la enseñanza de estos aspectos de manera explícita y sistemática.
Algunos hallazgos claves de la investigación sobre este aspecto, son de particular
interés para el aula35. La enseñanza sistemática y explícita de la relación fonema-
grafema:
• Es más efectiva, que no realizar esa enseñanza;
• Mejora sustancialmente el reconocimiento de palabras en primeros lectores;
• Mejora significativamente la comprensión lectora de los primeros lectores;
• Es particularmente beneficiosa para niños y niñas que presentan dificultades de
aprendizaje y que están en riesgo de desarrollar problemas de lectura;
• Es más efectiva cuando se introduce al inicio del proceso de alfabetización;
• No es un programa completo de alfabetización, es solo un componente del
mismo.
Antes de presentar el proceso a seguir para la enseñanza del principio alfabético,
recordemos cómo se produce el proceso de decodificación.
¿Cómo se produce el proceso de decodificación?
Los seres humanos, a través del proceso de alfabetización, somos capaces de
decodificar el sistema alfabético descrito en la Tabla 2. Inicialmente, un lector
principiante es capaz de reconocer las letras que forman una palabra a través de
la ruta fonológica, es decir, asociando cada letra que ve, con el sonido que
representa; más adelante, cuando se convierta en un lector competente, será
capaz de reconocer inmediatamente las palabras familiares, es decir, a través de
la ruta visual
El proceso de reconocimiento de las letras y palabras se llama decodificación.
Decodificar es la capacidad de reconocer las palabras escritas. Para desarrollar
este proceso, es necesario que se conozcan de memoria las 27 grafías del idioma
español y la relación que guardan con los fonemas; de esta manera, las y los
educandos serán capaces de reconocerlas en cualquier palabra. Como se explicó
antes, cuando las niñas y niños están aprendiendo el código alfabético, leen las
palabras letra por letra; esto es un proceso de identificación de las letras.
Posteriormente, asignan a cada grafema el sonido que corresponde para,
finalmente, llegar a la pronunciación de la palabra. Esto es lo que se conoce como
la ruta fonológica y sucede en segundos. Después de una práctica constante, los
niños y niñas desarrollan otra estrategia para decodificar: la ruta visual37. En esta
ruta38, no es necesario identificar previamente cada una de las letras sino que, a
partir de los rasgos gráficos, se pueden reconocer las palabras en su totalidad.
Para llegar a esta capacidad, las y los educandos deben poseer la habilidad de
conciencia fonológica y también la de reconocimiento de las palabras.
Fluidez
En términos sencillos, la fluidez lectora puede definirse como la capacidad de leer
textos con velocidad, precisión y expresividad.

• Velocidad: se refiere a la pronunciación de las palabras leídas de manera natural,


como si se estuviera hablando. Es una característica del buen lector, contrario a lo
que sucede con un lector que aún no tiene fluidez, que lee lentamente, en forma
entrecorta-da y dificultosa46.
• Precisión: se refiere a la lectura con pocos o ningún error, y con una buena
pronunciación. Los buenos lectores cometen pocos errores al leer las palabras.
• Expresividad o prosodia: se refiere a la lectura expresiva, al “… uso activo e
intencionado de… [la] capacidad para frasear y usar el tono y la expresión
adecuada a las palabras o frases del texto, que les ayuden a extraer el significado
del mismo”
La fluidez lectora puede describirse
“…con la metáfora del tránsito que sigue un lector a lo largo de un puente, desde
las primeras etapas de aprendizaje de la decodificación de palabras, hasta que
finalmente alcanza competencia en comprensión de textos" (figura N° 3).
De ese modo, en el ámbito de la investigación actual… se conviene que, una vez
que los estudiantes han aprendido el código alfabético, la fluidez lectora la
adquieren a través de la mejora de su competencia en dos destrezas lectoras
estrechamente asociadas al logro de un adecuado nivel de comprensión lectora:
a) El automatismo en el reconocimiento de palabras.
b) La prosodia o expresividad en la lectura del texto”
El automatismo es el aspecto de la fluidez lectora que caracteriza a un lector que,
además de leer las palabras con precisión y exactitud, también lo hace sin
esfuerzo alguno. El automatismo se logra
“…a través del encuentro frecuente con las palabras escritas, mediante
procedimientos de lecturas repetidas en la escuela y en la familia... Cada uno de
estos encuentros genera una representación mental de dichas palabras en la
memoria de trabajo del lector. Una vez que se incrementa el encuentro con esas
palabras, se automatiza progresivamente el reconocimiento de dichas
representaciones mentales, para así poder recuperarlas durante la lectura”
Actividades para desarrollar la fluidez lectora
Para apoyar a niños y niñas a desarrollar su fluidez lectora, básicamente se
realizan dos tipos de actividades: a) proveerles de modelos de lectura fluida y b)
realizar prácticas de lectura con retroalimentación.

Lectura diaria para niños y niñas


Propósito de la actividad: proveer a niños y niñas de un modelo de lectura fluida.
Es muy importante ofrecer un buen modelo de lectura fluida, por tanto, tenemos
que asegurarnos de practicar el texto que vamos a leer. Tomaremos alrededor de
5 minutos diarios leyendo para nuestros educandos.
Ocasionalmente, podemos explicar por qué leemos de una determinada manera,
por ejemplo:
- Cuando leo lo que dice la abuelita en el cuento, leo con más lentitud, porque
generalmente las personas mayores no hablan muy rápido.
Evaluación formativa de la fluidez lectora
La forma más sencilla de evaluar el progreso de los educandos en este
componente consiste, simplemente, en escuchar regularmente cómo están
leyendo, fijándonos en las tres dimensiones de la fluidez: velocidad, precisión y
expresividad.
Una forma más estructurada, y la más usual, consiste en medir cuántas palabras
lee correctamente el niño o la niña en un minuto, y comparar esa medición con
algunos estándares establecidos para el grado y la edad. Esta forma de evaluar es
válida para determinar en qué medida la o el educando está avanzando en
reconocer automáticamente las palabras; sin embargo, se trata de una evaluación
parcial de la fluidez.
Una propuesta más interesante, motivadora y provechosa para los educandos, es
la utilización de rúbricas como instrumento de evaluación formativa entre pares o
co-evaluación.
Vocabulario
El vocabulario es uno de los principales componentes de la comunicación oral y
escrita. La definición más sencilla de vocabulario, hace referencia al “conjunto de
palabras de un idioma”54. En el contexto educativo, cuando hablamos de
vocabulario, pensamos en las palabras que las y los educandos de diferentes
edades necesitan conocer para comunicarse de manera efectiva55, y para
alcanzar los aprendizajes esperados en todas las áreas curriculares. Niños y niñas
ingresan a la educación básica alrededor de los seis años de edad, con bastantes
conocimientos del mundo que les rodea y un dominio considerable de su lengua
materna. Sin embargo, todavía tienen mucho que aprender de su propio idioma.
El vocabulario con el que un niño o niña llega al aula de primer grado, depende de
las características de su ambiente familiar y social; cuanto más variado y
estimulante haya sido ese contexto, desde la perspectiva del uso del lenguaje,
mayor será su vocabulario. La educación básica debe tratar de compensar las
carencias que puedan presentar algunos niños y niñas ya que, con bastante
frecuencia, limitaciones en el vocabulario, pueden conducir al fracaso escolar.
Además de cumplir la función compensatoria antes señalada, la educación básica
debe dar continuidad al desarrollo del vocabulario del niño y niña, de manera
sistemática.
El vocabulario juega un rol muy importante en la comprensión lectora, ya que el
conocimiento de los significados de las palabras, forma parte de los conocimientos
previos con los que cuenta el lector o lectora al enfrentar un texto; un texto no
podrá ser comprendido, si no se conoce el significado de la mayoría de las
palabras que lo conforman.
Enseñanza explícita de vocabulario
Como docentes, tenemos que planificar la enseñanza directa y explícita de
palabras, para ampliar el vocabulario de niñas y niños. Además, sabemos que las
y los educandos necesitan exposiciones constantes a las palabras en proceso de
aprendizaje, al igual que utilizarlas en diferentes contextos o situaciones. Así,
además de planificar el momento de la presentación de nuevas palabras,
debemos planificar los contextos y oportunidades en los cuales las utilizarán.
La enseñanza explícita de nuevas palabras requiere mucho tiempo; por esta
razón, no es posible enseñar de manera directa todas las palabras desconocidas
por las niñas y niños. Se recomienda que cada semana enseñemos de forma
directa, de ocho a diez palabras desconocidas.
En la siguiente tabla se presenta la secuencia sugerida para enseñar nuevas
palabras, a partir de la lectura de un texto.
Familias de palabras
Se trata de una actividad que podemos realizar cuando en el texto que estamos
leyendo, aparece alguna palabra que nos da pie para ello. Por ejemplo, las
palabras flor, pan, o zapato.
a) Conversamos brevemente acerca de la palabra que queremos trabajar. b)
Mostramos a las y los educandos, cómo algunas palabras se parecen, porque son
de la misma familia. Por ejemplo, para el caso de la palabra flor, tenemos las
palabras: florero, flores, florería, florista, florcita, florecer, florido… c) A medida que
las anotamos en la pizarra, vamos conversando sobre el significado de cada
palabra y solicitamos a niños y niñas que las usen en oraciones a nivel oral. d)
Llamamos la atención sobre el hecho que todas las palabras de una misma familia
tienen una parte común, y otra parte que es diferente. En los primeros grados,
esta explicación será suficiente. En tercer grado haremos la introducción de
conceptos como palabras primitivas, palabras derivadas y raíz. e) Pedimos a las y
los educandos, que escriban en su cuaderno la familia de palabras presentada y
las utilicen en oraciones. f) Realizamos la práctica guiada y la práctica
independiente, utilizando palabras como: sol, niño, leche, sal, pan, fruta, papel,
camino.
Conclusiones

 La educación básica debe dar continuidad al desarrollo del vocabulario del


niño, de manera sistemática.
 La educación básica debe tratar de compensar las carencias que puedan
presentar los educandos.
 Un texto no podrá ser comprendido, si no se conoce el significado de la
mayoría de las palabras que lo conforman.

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