El Genio de Occidente

LA REVOLUCION SOCIAL DEL CRISTIANISMO

 

RESUMEN

El genio griego creó el Homo Sapiens, quien inventó la ciencia demostrativa y organizó
la ciudad racionalmente. De lo contrario, no creó el Homo Faber; el artesano, quien, por medio
de las artes mecánicas, sometió las fuerzas de la naturaleza y las puso al servicio de los hombres.
Pero antes de aparecer los homos sapiens, ocurrió una revolución moral y social que acabó con la
esclavitud y rehabilitó el trabajo manual y las artes mecánicas. Esto se logró por el cristianismo.

El cristianismo no buscó reformar la sociedad, sino anunciar el Reino de Dios y la

penitencia. De esa forma, estableció dignidad de todos, sin importar la raza, condición, o
nacionalidad. Asimismo, la iglesia recomendó la liberación de esclavos como caridad y
penitencia; también, condenó la esclavitud de prisioneros; rescató cautivos con sus recursos, y
adoptó niños abandonados. Además, enseñó nuevo respeto por la persona. De la misma manera,
todos los hombres poseían un alma libre, que revolucionó la posición social de los esclavos y
humildes.

Y la proclamación de todos los hombres acerca de la dignidad, conllevó inevitablemente

la rehabilitación del trabajo manual y de las artes mecánicas. Asimismo, Jesús fue un carpintero,
también sus apóstoles fueron pescadores, y San Pablo fue un fabricante de tiendas. De esta
manera, los primeros éxitos del cristianismo fueron entre los esclavos y labradores pobres. Y la
iglesia recomendaba al artesano trabajar con entusiasmo y diligencia. Pero se opuso al ocio
corruptor, porque habían caído los trabajadores desplazados por mano de obra esclava. Por
consiguiente, los obispos y sacerdotes dieron ejemplo al realizar trabajos manuales. Y los monjes
occidentales incorporaron trabajo manual a sus reglas monásticas. Por otra parte, en la Edad
Media, el trabajo de obreros y artesanos fueron honrados en igualdad con los funcionarios
públicos. Así con el tiempo, los artesanos y mercaderes obtuvieron influencia y privilegios
políticos.
 Luego, se perfeccionaron inventos útiles gracias a la valoración de mano de obra
cualificada. También, los inventos liberaron a muchos de necesidad de trabajar la tierra,
incrementando una población en pueblos y ciudades. Asimismo, los progresos en la agricultura,
minería, ganadería, metalurgia, química, armamento, y construcción fueron una formación de
civilización técnica. De la misma forma, las órdenes religiosas tuvieron un papel importante en
cambios tecnológicos. Por otro lado, el desarrollo de lujo y vida urbana inició un nuevo
humanismo que valoró la riqueza, cultura y belleza de vida terrenal, ya no centrado en pobreza y
salvación eterna. Por consiguiente, el papel imprenta aceleró la difusión del conocimiento e
intercambio intelectualmente. Además, la publicación de escritos de antigüedad y literatura
griega y romana hizo posible el Renacimiento y desarrollo de ciencias básicas.

Después, el desarrollo tecnológico promovió una investigación científica. Y nació el

espíritu científico basado en experimentación. También se propuso un método inductivo, contra
la mentalidad escolástica exclusivamente racional y desconfiada de los sentidos. Así, se enfatizó
el papel de la matemática en estudio de la naturaleza. Y el espíritu empresarial alentó la ciencia,
y el producto de necesidades inmediatas y prácticas. A pesar de la guerra, la hambruna y la
epidemia, la vida de los campesinos mejoraba cada siglo. Asimismo, en el siglo XV las ciudades
se convirtieron en centro de civilizaciones populares que afectaron lo espiritual, artístico, y
recreativo. De la misma forma, la ciencia reinició la marcha del siglo XVI y XVII orientado a
mejorar la condición del hombre común. Además, el siglo XIV y XV tuvo grandes adelantos en
técnicas comerciales y financieras que fueron los comienzos del capitalismo moderno. Y, por
último, se enfoca la atención sobre entender las realidades de la vida presente, más que la otra
vida.