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El mono Coto
Paso a paso leo.
Y cuando leo,
me recreo.
Paso y paso
cada hoja con
cariño, para
que este libro
pueda llegar
a manos
de muchos
niños.
EL MONO COTO
© 2014, Andrea Paz Medrano y Claudia Paz Medrano
Derechos reservados
Este cuento fue elaborado por Andrea y Claudia Paz Medrano por encargo del Banco Mundial
como parte de la colección Paso a Paso, una iniciativa del Banco Mundial para el desarrollo de
habilidades socioemocionales en el marco de la cooperación con el Ministerio de Educación de Perú
para la producción de la Caja de Herramientas de Educación Socioemocional de Escuela Amiga.
Impresión y encuadernación
Imprenta Lettera Gráfica S.A.C.
Calle Ricardo Angulo 859, Piso 3, San Isidro - Lima 27 - Perú
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Escríbenos a: pasoapaso@worldbank.org
ANDREA Y CLAUDIA PAZ
El mono Coto
En la selva, el mono Coto presumía
de ser el mejor recolector de plátanos.
Era muy vanidoso porque creía ser el
animal más hábil de todos.
Este mono maleducado se burlaba
de sus compañeros y les gritaba:
«Ustedes no saben recoger plátanos.
Yo soy el único que puede ¡jo, jo, jo!».
Los demás animales de la selva
sabían que no tenían la misma
habilidad del mono. Tanto escucharon
las burlas de Coto que empezaron a
creer que nunca podrían conseguir ni
un solo plátano.
Un día, el jabalí por casualidad se
topó con un árbol de plátano y le cayó
un plátano en la cabeza.
Se dio cuenta de que no tenía la
agilidad del mono, pero que sí tenía la
fuerza para hacer caer los plátanos si
golpeaba el árbol con su cuerpo.
Así que se alejó del árbol, tomó
viada y ¡pum! cayeron los plátanos al
piso.
¡El jabalí sí pudo!
Al ver esto, el mono Coto fue
donde el caimán y le dijo: «El jabalí
pudo, pero tú no podrás coger ningún
plátano ¡jo, jo,jo!».
El caimán, harto de escuchar al
mono vanidoso, estuvo pensando en
qué cosa podría hacer para coger los
plátanos.
Abrió su gran boca y mordió y
mordió el tronco del árbol de plátano,
hasta que el tronco cayó y los plátanos
quedaron justo al alcance del caimán.
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