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Jordán Belfort llegó a la Ciudad de México la medianoche del jueves 24 de mayo. Ese
mismo día el Lobo de Wall Street dio un seminario en el que asistieron fans que pagaron
hasta 4,000 pesos para escuchar al inversionista inmortalizado en el filme de Martin
Scorsese.
La película de 2013 lanzó a Belfort de un convicto confeso a un rockstar que da
conferencias por todo el mundo. Su fama y sus consejos lo han llevado hasta Zúrich, centro
financiero de Europa, donde los asistentes pagaban entradas VIP para sacarse una selfie con
el ex inversionista, que aún debe 100 millones de dólares a sus clientes defraudados.
Como una gran celebridad, Belfort recibió múltiples solicitudes de entrevista, invitaciones a
programas de radio, televisión y hasta charlas con un director de un periódico de
circulación nacional. A la última solicitud, Jordán contestó “Si quiere verme, que pague la
cena VIP”, contó una de las personas cercanas a la organización del evento. Tiempo es
dinero.
Estuvimos en su conferencia y contó experiencias propias y las cosas que suele hacer mal la
gente, las ideas erróneas que tienen sobre las ventas y la riqueza. Hay una cosa en la que
hizo énfasis durante toda su plática: estar convencido de lo que se está vendiendo, sea lo
que sea.
“Puede ser la mierda más grande del mundo, pero desde el convencimiento puedes vender
un gran producto”, aseguró a sus seguidores, muchos de ellos vestidos con el famoso traje
azul que Leonardo DiCaprio tenía en la película.
1. No tener certeza
Fue el mensaje en el que más hizo énfasis Jordán Belfort durante su seminario. El más
grande error que comete la gente, asegura, es que piensan que las ventas se supeditan
solamente a productos y servicios. “No importa lo que hagas, si eres maestro, abogado o
padre. Las ventas tienen que ver con las emociones y cómo las transformas.”
Y para que una venta de un producto, idea, razón, o sentimiento sea exitosa, es necesario el
convencimiento de lo que se vende y transmite, con los pensamientos y emociones.
“Si vendo un carro, tengo que estar jodidamente convencido de que es el mejor carro del
mundo (…) Tienes que pasar de vender la mierda más grande del mundo a estar
convencido de tener algo muy bueno”, dijo el Lobo de Wall Street.
“Si quieres acercarte a la gente, tienes que hacerlo con un estado absoluto de
convencimiento. Y puedes vender lo que sea, acciones, seguros, Bitcoin”, agregó el
corredor de bolsa que fincó su éxito vendiendo “Penny Stocks”, títulos basura que valían
menos de un dólar, pero convencía a la gente de que los compraran.
2. No tomar acción
¿Qué distingue a la gente rica de la que no lo es? Que los primeros toman acciones. “Todos
ustedes tienen ideas maravillosas que necesitan salir. Pero la gente exitosa es la que toma
acciones”, dijo Belfort a sus fans, muchos estudiantes, jóvenes corredores de bolsa, o
señores seducidos por el estilo del Lobo.
“Puedes culpar al gobierno, a la economía, a tu familia. Pero la historia que tienes sobre ti
es lo que te detiene para conseguir lo que quieres.”
5. No tener visión
Belfort habló sobre los 22 meses que pasó en prisión por hacer dinero con acciones
fraudulentas. En las noches cerraba sus ojos y se imaginaba a sus dos hijos y se decía a sí
mismo: “Tengo que salir de aquí para demostrarles a mis hijos que su padre no es un
perdedor.”
La visión no se trata sólo sobre los objetivos, sino del futuro. El secreto de Belfort para
permanecer positivo, según él, es tener el enfoque y visión adecuada.
7. No hacer marketing
Para vender hay que encontrar a los prospectos correctos de compradores. Y el marketing
se trata de encontrar a la gente correcta.
En la película, Jordán les dice a los empleados cuáles son los clientes potenciales, quiénes
pueden comprar las acciones de compañías que jamás habían oído hablar, pero con algo de
insistencia y convencimiento, lograban una orden de compra.