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Indice
1. Introduccion
2. Desarrollo
3. Conclusiones
4. Bibliografia
1. Introducción
El anterior es el objetivo macro del trabajo, sin embargo a fin de darle un marco más limitado al
mismo, durante el desarrollo de los temas se tendrá en cuenta la hipótesis de estudio formulada, que
será comprobada o refutada al momento de arribar a las conclusiones.
2. Desarrollo
Como punto de partida, adhiero a una concepción clásica de la relación de causalidad. En tal
sentido, se ubicará al problema de la misma, en este caso para el ilícito penal, en el nivel de la Tipicidad.
Distinto sería el caso, para el juicio sobre atribución de responsabilidad, que se ubicaría dentro de la
Culpabilidad.
Limitando más aún el campo de estudio, si tomamos en cuenta una teoría del Delito finalista, se
asume que tal problema es propio del tipo objetivo de los delitos de resultado 1, ya que se requiere de
este instituto a fin de conectar una acción con un resultado lesivo. En consecuencia, la tipicidad de una
acción respecto del tipo penal de un delito de resultado requiere la comprobación de que el resultado
típico se encuentre en una relación tal con respecto a aquella, que permita afirmar que el resultado es la
concreción de la acción.
b)Desarrollo de las distintas teorías sobre la relación de causalidad. Teorías naturalistas vs. teorías
normativas. Defensa y crítica de cada una de ellas.
La teoría causal jurídico-penal plantea con orientación a un fin 3, la pregunta de cuándo la conexión
entre la acción y el resultado es una de las cuales, sumadas a los restantes elementos del delito, fundan
1
Delitos de resultado o de lesión: debe tenerse en cuenta la diferenciación que establecen los autores
entre esta categoría y la de los delitos de peligro y los de actividad. Estas dos últimas categorías son
ajenas al problema de la causalidad (ver pag. 85 Bacigalupo).
2
Pag. 217 y ss. Teoría General de la responsabilidad Civil.
3
Me refiero a los fines del Derecho Penal (ej: fines represivos), dentro de los límites dados por los
principios constitucionales que los enmarcan.
la responsabilidad penal del autor. Es claro entonces, que el concepto causal jurídico-penal no es igual
al de la filosofía general ni al de las ciencias naturales, ya que existe un fin que lo orienta, ya que
considera como causal para un resultado sólo el hacer propio del autor y, más precisamente su conducta
típicamente adecuada, eliminando en forma consciente otras causas previas o concomitantes que no
respondan a tal fin. En esta inteligencia, la tendencia básica de las diversas teorías causales es la
obtención de una limitación de la responsabilidad, congruente con el principio de culpabilidad del
derecho Penal moderno.
Sin embargo, no siempre se defendió tal concepción. En un principio se impusieron las teorías
causales orientadas desde una perpectiva puramente naturalista. Tal es el caso, de la teoría de la
conditio sine qua non o teoría de la equivalencia de las condiciones. Fue introducida por Glaser e
investiga la causa del resultado exclusivamente desde una perspectiva ex post: causa del resultado es
cada condición que no pueda ser eliminada mentalmente (mediante un “procedimiento hipotético de
eliminación”) sin que con ella desaparezca simultáneamente el resultado en su configuración concreta.
Los argumentos a favor de esta teoría son los siguientes:
no deja dudas ni da lugar a lagunas jurídicas
no se extrae en forma directa una relación de culpabilidad a partir de la de causalidad,
quedando claramente diferenciada la causalidad de la imputabilidad 4.
Las críticas esbozadas son las siguientes:
se trabaja a partir de nexos causales hipotéticos y como tal se lo critica a partir del
argumento contrafáctico incontrastable
no toma en consideración la intervención de terceros o de la propia víctima (“teoría de la
prohibición de regreso”)
tiene dificultades para separar las contribuciones al hecho muy alejadas del momento de la
acción típica que son irrelevantes (“regreso al infinito”)
es dudosa para los casos en los que no se sabe si la acción causó el resultado (ej: caso
Summers vs. Tice)
presupone que se conozca la ley causal
tiene problemas en el ámbito de la causalidad alternativa, doble causalidad, causalidad
adelantada y en la causalidad interrumpida5.
En vistas a la gran cantidad de críticas, los defensores de esta teoría buscaron correctivos a la
misma a partir de construcciones tales como la de la ley de la causalidad natural y la teoría de la
causalidad adecuada. Si bien esta última es un correctivo de la teoría de la equivalencia de las
condiciones, contiene elementos normativos, que la transforman en teorías normativas.
La teoría de la ley de la causalidad natural supone que la conexión entre la acción y el resultado
esté respaldada por la existencia de una ley causal natural general 6 de la que el caso concreto sea una
expresión particular, haciéndose uso de la subsunción.
Fundamentos a favor:
iguales a la teoría de la conditio
no se consideran cursos de causalidad hipotéticos
Críticas:
problemas cuando no se haya comprobado científica o experimentalmente la relación 7
resultados negativos en los casos de interrupción de los cursos causales de salvación
por tratarse de un mero juicio de probabilidad
problema del “regreso al infinito”
problema para establecer cuál es la ciencia media imperante en el momento
La teoría de la causalidad adecuada, creada por el médico von Kries, toma el punto de partida
de la teoría de la conditio, sin embargo pule el método de supresión al no aceptar como causa a toda
4
Los correctivos se producen dentro del ámbito de la teoría de la imputabilidad, es decir al efectuar el
juicio de culpabilidad.
5
Estos problemas se analizarán más extensamente al momento de desarrollar la teoría de la imputación
objetiva.
6
Elaborada a partir del método estadístico.
7
Ejemplo planteado por Roxin en relación al caso” Contergan” de malformación embrional provocada
por la ingestión de somníferos.
condición del resultado que no pueda eliminarse mentalmente, sino sólo a aquella que, según la
experiencia general, resulte idónea para producir el resultado típico.
Fundamentos a favor:
elimina los cursos causales completamente irregulares por resultar inadecuados de
acuerdo a las reglas de la experiencia
Críticas:
problemas del observador óptimo y del observador objetivo, en relación a los
conocimientos especiales del autor
problema en el caso de comportamientos erróneos o imprevisibles
algunos autores sostienen que confunde la causalidad con la responsabilidad
La teoría normativa por excelencia en el derecho Penal es la imputación objetiva que será
tratada en detalle en el próximo capítulo.
8
De conformidad con pag. 118 Roxin.
9
Esta teoría es apoyada por autores tales como Rudolphi, Maurach, Roxin, Jakobs, Bacigalupo,
Stratenwerth, entre otros.
que creen para el bien jurídico un riesgo mayor que el autorizado y la producción de un resultado
que hubiera podido evitarse. Esta última construcción es la que se extrae de la teoría de la
relevancia típica.
La metodología elegida por los constructores de esta teoría fue el tratamiento de casos
particulares en los cuales la conexión causal resultaba muy problemática.
Estos casos abordaban los siguientes problemas:
las condiciones muy lejanas o cursos causales atípicos
las condiciones que no hubieran elevado (o no lo hubieran hecho de manera esencial) el
disvalor de resultado, o incluso lo hubieran disminuido las acciones, cuya antijuridicidad
no se hubiera reflejado en el resultado
los resultados que, si bien se basaban en una acción antijurídica, estaban excluidos del
ámbito de protección de la norma de cuidado lesionada
la intervención de una acción (dolosa o culposa) de un tercero (“prohibición de regreso”)
o de la víctima
el favorecimiento de la autolesión ajena
los supuestos de desviación esencial del curso causal representado
los supuestos de falta de influencia en el resultado deseado
A partir del tratamiento de estos casos, los estudiosos llegaron las siguientes conclusiones:
No es imputable objetivamente el resultado que sea producto de una acción que
disminuye el riesgo corrido por el bien jurídico.
No es imputable objetivamente el resultado producto de una acción que no crea para el
bien jurídico un riesgo jurídicamente desaprobado, éste es el caso de acciones que no
transpasan los límites del peligro permitido.
La imputación objetiva del resultado es problemática en los casos en que el objeto de la
acción ya estaba expuesto a un peligro capaz de producir el mismo resultado que la
acción ha producido, ya que en estos supuestos es dudoso que el peligro jurídicamente
desaprobado creado por el autor se haya concretado en el resultado. Los autores toman
los distintos grados de probabilidad con que se hubiera producido el resultado como eje
para determinar si existe o no imputación objetiva. Para algunos, se aplica el principio de
elevación del riesgo y para otros, el principio in dubio pro reo que requiere de seguridad
para afirmar la imputación.
Los casos de aceleración de la causalidad y de causalidad de reemplazo son
problemáticos para la imputación objetiva desde el punto de vista de la finalidad de la
norma, sin embargo, Jakobs halló una solución, al sostener que el criterio de ámbito de
protección de la norma no será igual para todos los delitos de resultado, sino que se
definirá de acuerdo a la entidad del bien jurídico protegido.
No es imputable objetivamente el resultado que se produce fuera del ámbito de
protección de la norma penal.
Deben excluirse del ámbito de la imputación objetiva, por carecer de relevancia jurídica,
aquellos riesgos que por regla general no son provocados por el hombre, ni son
controlables en forma alguna.
No es imputable objetivamente el resultado que también se hubiese producido en caso
de un comportamiento lícito alternativo a derecho, ya que en este caso falta la
denominada “relación de causalidad contraria al deber”.
No son imputables objetivamente los casos de causalidad ocasionada por el
comportamiento de un tercero o de la propia víctima (casos de causalidad interrumpida y
los de “prohibición de regreso”)10.
No son imputables objetivamente los casos en los que existe desviación esencial del
curso causal, ya que el resultado ocasionado no ha alcanzado para la realización de un
peligro creado por el autor no abarcado por el riesgo permitido.
Los defensores de esta teoría aducen que los puntos positivos de ella son que:
Toma como punto de partida una relación elaborada sobre la base de consideraciones
jurídicas y no naturales, y en consecuencia, distingue con claridad entre una condición
en sentido naturalista y la valoración jurídica dentro del examen de la causalidad.
Soluciona varios de los casos de causalidad problemática para los cuales las teoría
causales clásicas no eran suficientes.
10
Este último es uno de los problemas típicos de los delitos imprudentes.
No requiere recurrir a correctivos en el ámbito de la culpabilidad, al menos en los casos
en los que el resultado reside en un acontecimiento no dominable o donde una solución
adecuada al caso sólo puede tener lugar en el ámbito del ilícito. Esto implica un mayor
respeto a la teoría personal del injusto.
Se separa claramente el “caso fortuito” del “ilícito”, ya que el resultado típico es más que
una mera consecuencia casual de un curso causal humanamente no dominable, sino
que además debe ser imputable al autor como resultado de un comportamiento
prohibido.
A partir de ella se logra un tipo objetivo unitario para los delitos dolosos de resultado y
los delitos culposos.
3. Conclusiones:
Luego del análisis pormenorizado de los pros y contras de las distintas teorías que se
sucedieron en el marco del problema de la causalidad en el Derecho Penal, intentaré, de acuerdo a
lo ya adelantado en la Introducción del presente trabajo, establecer mi posición en relación a la
hipótesis de estudio.
Para ello intentaré establecer un paralelo entre las teorías debatidas en clase y las
anteriormente expuestas.
En tal sentido, se observa que en este caso las “teorías clásicas” estarían representadas por la
teoría de la equivalencia de las condiciones, ya que se sirve de juicios netamente fácticos para
establecer la causalidad, y no diferencia las meras condiciones de las causas.
Las teorías correctivas a ésta (la teoría de la causalidad natural y la teoría de la causalidad
adecuada) serían sostenidas por los partidarios de las “teorías clásicas” que aceptan que existen
otros elementos además de los estrictamente fácticos que hacen a la diferenciación entre las meras
condiciones y las causas, como es por ejemplo el caso de la “proximidad o inmediatez de la causa”.
En este marco, la teoría de la imputación objetiva claramente estaría apoyada por los
defensores de las “teorías modernas”. Esto es así ya que la metodología utilizada por los
doctrinarios de la teoría de la imputación objetiva es la del estudio de casos de causalidad complejos
11
Criterio sostenido por Hirsch.
en los cuales resultaría imposible identificar la misma salvo que se recurriera a elementos
normativos, metodología usualmente utilizada por la “teoría moderna”.
En razón de su pragmatismo, las “teorías modernas”, señalan que los juicios fácticos y
normativos están determinados por los objetivos de las normas, postura que se observa claramente
cuando la teoría de la imputación objetiva hace mención a los fines de protección de la norma. En
cambio, los clásicos sostienen que los juicios causales no están determinados por los objetivos de
las normas.
Sin embargo, creo que a pesar de los cuestionamientos teóricos sostenidos en párrafos
anteriores y a lo sostenido en clase en relación a la necesidad de elaborar casos causales
paradigmáticos; atento las características especiales del Derecho Penal, se hace necesario el
análisis del punto de vista constitucional del tema. Es así como la teoría de la imputación objetiva es
condición necesaria para los casos de causalidad atípica ya enunciados oportunamente porque una
corrección a nivel de la culpabilidad no es suficiente para el respeto del principio de culpabilidad de
rango constitucional y la función de garantía de la tipicidad, ya que en estos casos el correctivo
fracasa y la conducta resulta punible.
En conclusión, la hipótesis es válida para los casos problemáticos esbozados por la teoría de la
imputación objetiva, pero es innecesaria e incluso incorrecta para el resto de los casos, es decir para
la generalidad de ellos.
4. Bibliografia:
Derecho Penal. Parte General. Tomo 1. Reinhart Maurach. Heinz Zipf. Ed. Astrea.
1994.
Derecho Penal. Parte General. Tomo 1. El hecho punible. Gunter Stratenwerth.
Edersa. 1976.
Manual de Derecho Penal. Parte General. Enrique Bacigalupo. Ed. Temis. 1994.
Teoría General de la Responsabilidad Civil. Jorge Bustamante Alsina. Ed. Abeledo
Perrot. 1987.
Acerca de la teoría de la imputación objetiva. Hans Joachim Hirsch.
Derecho Penal. Parte General. Fundamentos y teoría de la imputación. Gunther
Jakobs. Ed. Jurídicas SA. 1995.
Derecho Penal. Roxin. Pag. 110-138