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Unidad 2 y 3: Fase 4 - Plantear problemas y alternativas de solución

Diana Patricia Rivero Guerra


Código 42447467
Grupo 403014_6

Clara Guzmán
Tutora

Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD


CERES Curumani
Psicología
2018
Cuadro comparativo Sexualidades, teoría social y crisis de identidad.

autores Contribuciones teóricas a la sexualidad


Sigmund La sexualidad es entendida por Freud como uno de los elementos claves de
Freud la personalidad, ya que influye en prácticamente todas nuestras decisiones, a
lmenos, a nivel instintivo. La existencia de fuentes de placer, la atracción
de la pornografía, o la visión de la sexualidad han jugado un aspecto
fundamental en el pensamiento psicoanalítico. Freud crea una teoría en la
que considera que la sexualidad no es exclusiva de la psicología de los
adultos, sino que la infancia también posee pasiones sexuales.

También desarrolló visiones de la mente agobiada por deseos conflictivos y


represiones dolorosas; se trata de un modelo en el que el Yo, o Ego, lucha
contra los quereres del subconsciente, por un lado, y las demandas de
represión y negación que surgen del Súper Ego, por el otro.

Tres enfoques clave a través de los cuales el pensamiento psicoanalítico ha


estado conectado con el estudio de la sexualidad en la teoría social:

1. Como una forma de crítica social, proveyendo los términos conceptuales


(represión, deseo subconsciente, complejo de Edipo, y otros por el estilo)
con los cuales la sociedad y la política son evaluadas.

2. Como una forma de pensamiento que puede ser retada, de-construida y


analizada, primariamente, en términos de su sospecha del género en sus
suposiciones sociales y género en sus suposiciones sociales y culturales.

3. Como una forma de pensamiento que contiene tanto capacidad de


comprensión, como ceguera, en tanto que las tensiones y las paradojas
del psicoanálisis son puestas en evidencia
Herbert Marcuse imprimió un giro novedoso a la teoría de Freud sobre la represión
Marcuse sexual, insistió, dicta que en vez de ofrecer liberación verdadera, la
revolución sexual fue neutralizada por el avance del orden capitalista, a
través de la canalización de pasiones y deseos liberados en desahogos
alternativos más comerciales. Marcuse sostuvo que la apariencia narcisista
característica de las relaciones sociales contemporáneas era evidente en la
interpretación del psicoanálisis freudiano como psicología del Ego, un tipo
de terapia la cual eleva el autodominio y el autocontrol sobre el
subconsciente y la sexualidad reprimida. Las categorías políticas y
sociales necesitan ser contrastadas con los supuestos centrales de la teoría
freudiana. Marcuse describe a la familia patriarcal monogamica, como una
forma cultural en la que opera la represión sobrante. Tal represión sostiene
funciona de acuerdo con el principio de actuación, definido como la cultura
del capitalismo. Afirma que el principio de actuación capitalista transforma a
los individuos en “cosas” u “objetos” y reemplaza el erotismo con la
sexualidad genital masculinista y demanda una disciplina del cuerpo
humano.

El planteamiento central de Marcuse sobre la de sublimación represiva de la


sexualidad es que en esta sociedad de consumo la libertad sexual es grande,
y todo lo que tenga que ver con el sexo tiene valor comercial; el sexo se
integró a las relaciones públicas y de trabajo; componentes libidinosos
fueron integrados a la producción y circulación de mercancías. El resultado
de esta sabia manipulación es la sumisión del individuo y la desaparición de
la  protesta. Esta de sublimación de lo erótico y su degradación en lo erótico
suministra placeres aunque sea sólo una seudoliberación. Mientras que la
sublimación preservaba la necesidad de liberación, la de sublimación
controlada debilita la rebelión de los instintos contra la sociedad establecida.
En el ámbito de la sexualidad la organización represiva se manifiesta en la
subordinación de los instintos parciales a la genitalidad procreadora. Todo lo
que no tiene que ver con la procreación se vuelve prohibido bajo el nombre
de  perversión.
Jaçques Lacan, privilegia el lugar del subconsciente en la subjetividad humana y en
Lacan las relaciones sociales. A diferencia de Marcuse, sin embargo, Lacan
era pesimista con respecto a las posibilidades de transformación de la
estructura sexual de la cultura moderna y a las dinámicas de las relaciones de
género. Una de las características más importantes del psicoanálisis de
Lacan es la idea de que el subconsciente, como el lenguaje, es un proceso
interminable de diferencia, carencia y ausencia. Para Lacan, como para
Saussure, el Yo es un intercambiable lingüístico que marca una diferencia
y una división en la comunicación interpersonal- "ay siempre en el lenguaje
una escisión entre la persona que emite, “Yo”, y la palabra “Yo” que es
hablada. Sosteniendo así que el lenguaje que domina la psique es el de la
sexualidad, compuesto de fantasías, sueños, deseos, placerse y ansiedades.

Con sus aportes sobre la sexualidad femenina, Lacan arroja una luz sobre ese
dominio que Freud llamaba el continente negro del psicoanálisis. Siguiendo
este haz dejado por Lacan. La alteridad femenina, nos introduce en el mundo
del amor y el goce femeninos, mostrando la disimetría que ambos aspectos
guardan con respecto a la posición masculina. Sobre la manera como un
sujeto llega a decirse hombre o mujer, de Freud a Lacan se Verifican ciertas
continuidades, pero este ultimo da un salto al introducir otra categoría
distinta de la fálica en el abordaje de lo femenino. para dar cuenta de cómo
un sujeto se situa en posición masculina o femenina, en Freud las
identificaciones son un elemento crucial para ser hombre hay que ser como
el padre, como la madre para ser mujer.
Foucault Define lo que es la moral (diferencia el código moral definido como la
sobre la propuesta transmitida explícita o confusa y la moralidad de los
producció comportamientos
n definida como el comportamiento real ante esta propuesta); segundo, explica
discursiva lo que involucran las formas de subjetivación ( prescripciones ,modos de
de la sujeción, elaboraciones de trabajos éticos y delimitación de fines)- y tercero,
sexualida resalta algunas clases para la investigación(como el análisis de las
d instituciones que promueven la primera acepción de moral y el análisis de
las prácticas que manifiesta la segunda
acepción),postula una voluntad de saber sobre el sexo en la cultura occidenta
l moderna, que se opone a la Hipótesis Represiva que supone que la
sexualidad ha tendido a ser suprimida en la modernidad, debido a
costumbres sociales y políticas que hicieron que se oculte como secreto, que
se reprima.

El sexo no es solo asunto del placer, sino que dé él debe extraerse un saber y
una verdad. La verdad es el correlato de una Ciencia sexual que el siglo XIX
termina de erigirse en el marco de una incitación al discurso que recupera
un procedimiento de la religión, la Confesión. La verdad del sexo es uno de
los efectos de la utilización de la técnica de la confesión en el seno de un
aparato que incita la producción discursiva. El propósito de Foucault es
demostrar que la libertad sexual lograda es un dispositivo falso que pretende
distraer de aquello que verdaderamente debe ser objeto de lucha en nuestra
sociedad el control de nuestros propios cuerpos y nuestros propios deseos
opera una forma estratégica a través de la producción de un tipo de discurso
acerca de lo que la sexualidad ya que es un dato natural sino el correlato de
una práctica discursiva.

Feminism En la explicación de los roles, Chodorow sostiene que el desarrollo del


oy infante adquiere un núcleo de identidad de género que funciona como una
Sexualida fuerza psicológica en la perpetuación del patriarcado. Concibe a la identidad
d sexual masculina como basada sobre una firme represión del amor maternal.
Los niños, sostiene, deben negar su vínculo primario con el amor materno
-de esta forma reprimen permanentemente la femineidad en su subconsciente
su afirmación principal de que las mujeres madres recuperan una intensidad
del sentimiento originalmente. La vida emocional de las mujeres es vaciada
y secada una vez que a los hombres les es extirpada la comunicación
interpersonal y la intimidad sexual. Es de este ángulo, el deseo de tener un
hijo esta, en parte, originado en la represión y en la distorsión del sistema de
género común.

Su idea era centrarse en las ramificaciones emocionales, sociales y políticas


de la maternidad exclusivamente femenina, poniendo atención especial a la
construcción de la masculinidad y de la femineidad. Contra la corriente de
varias teorías de la socialización, Chodorow alega que el género no es sólo
materia del rol como una consecuencia de la forma en que las madres se
relacionan emocionalmente con los hijos. Lo experimentado en la relación
madre-hija ha sido especialmente fructífera, esta afirmación da una
explicación más amplia de la alienación de género y la opresión.
.
la Los sociólogos sostienen que entre los cambios que dominan nuestra cultura
sociología pocos son más profundos que aquellos que transforman la textura de la vida
del sexo familiar. En la actualidad muchas sociedades avanzadas se dirigen a una
situación en la que casi la mitad de los primeros matrimonios terminan en
divorcio, y las estadísticas son incluso peores para el segundo matrimonio y
subsecuentes, los hijos pueden sufrir si permanecen con padres
en matrimonios altamente conflictivos, pero los autores argumentan que en
los matrimonios poco conflictivos las parejas deben hacer ciertos sacrificios
con el propósito de cumplir con sus responsabilidades sociales y como
padres.

Hoy en día las relaciones sexuales se llevan a cabo dentro y fuera del


matrimonio, adoptando lo que se ha dado en llamar el movimiento hacia la
individualización que se refiere principalmente a la autoconstrucción y el
auto diseño, mediante los cuales la formación de la identidad y la sexualidad
se convierten en menos dependientes de las tradiciones sociales y de las
costumbres y se organizan en torno a decisiones personales y de elección. Si
las relaciones se diseñan y se mantiene mediante compromisos personales,
de confianza y de satisfacción emocional, ello implica que los hombres y las
mujeres contemporáneas demandan igualdad con el propósito de proveer con
su consentimiento a ese mundo pos-tradicional de la intimidad en el que se
encuentran.
Referencias Bibliográficas

Elliot, A. (2009) Sexualidades: teoría social y la crisis de identidad Sociológica, vol. 24,
núm. 69, enero-abril, 2009, pp. 185-212 Universidad Autónoma Metropolitana Distrito
Federal, México. Recuperado de
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=305024672009

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